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Le musee juif de Berlin.

Dylan Ioveli Leon Ortega


Lamina 4

Daniel Libeskind es un afamado arquitecto, ha sido profesor en la


Universidad de California en Los Ángeles y la Academia de Arte
Cranbook. Además, es fundador del Architecture Intermundium de
Milán y ha recibido varios premios y distinciones, como el título doctor
honoris causa de las Universidades de Berlín, Edimburgo y Chicago.
fue ganador del concurso para diseñar el Museo judio de Berlín en
1989 y concluido e inaugurado en 1999; obra por la cual fue reconocido.

- La forma nace de una deformación de la Estrella de


David, expandida entorno al sitio y su contexto.

- Se establece mediante un proceso de conexión de


líneas entre distintos lugares de eventos históricos,
resultando en la estructura del edificio, una literal
extrusión de estas líneas hasta formar un edificio en
forma de 'zigzag'.

- La entrada del museo se encuentra en un edificio


barroco, por el cual se atraviesa una escalera de 12
metros bajo tierra para llegar al cruce de tres ejes.

- El primer eje lleva al museo; el segundo, lleva a la Torre


del Holocausto; y el tercero, lleva al Jardín del Exilio.
Finalmente, el recorrido termina con un pasillo de 2,000
placas de rostros metálicos, en memoria de aquellos
judíos que perdieron la vida durante el Holocausto.

- Seis 'vacíos' corren verticalmente a través del edificio.


Sus paredes son de concreto y al igual que la 'Torre del
Holocausto' no tienen calefacción o aire acondicionado
y en gran medida no tienen luz artificial. Se muestran
como elementos independientes del resto del edificio,
sólo se puede físicamente acceder a el último de los
'vacíos', el 'Vacio de la Memoria', donde se encuentra la
instalación Shalechet de Menashe Kadishman. Esta obra
está compuesta por miles de caras de arcilla, que
tintinean cuando la gente pasa sobre ellas, creando un
escalofriante echo a través del vacío. Al interior del
edificio, los muros de exposición que están compartidos
con los 'vacíos' están pintados de negro.

- Con un juego de luces y sombras a través de domos y el


contraste metálico de la estructura del museo, Libeskind
logra plasmar el vacío de la comunidad judía en
Alemania a raíz del Holocausto.

- El edificio está revestido en zinc, un material que tiene una larga


tradición en la historia arquitectónica de Berlín. El zinc no
tratado cambia de color y se oxida con la exposición a la luz y la
intemperie, generando cambios en la fachada a través de los
años.

- En la fachada destacan también las ventanas en tiras que


parecieran cortar el edifico a través de los paneles de zinc,
inundando el interior con destellos de luz en todas las
direcciones. Esta fachada apenas permite extraer conclusiones
sobre que está sucediendo al interior del edificio, ni las divisiones
internas, los diferentes niveles o la disposición del programa.

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