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CLASE 10: LOS SUJETOS Y LAS INSTITUCIONES- TRAMAS

INTERSUBJETIVAS-MALESTAR-CONFLICTO Y CRISIS.

1) PRESENTACIÓN:

Estimada/os Estudiantes:
Compartimos el cronograma actualizado con vista a la finalización del cuatrimestre
y según las modificaciones del régimen académico. En el apartado de actividades
podrán descargar las consignas para la realización de la ​actividad integradora de
los conceptos trabajados​ en el primer módulo.

CRONOGRAMA:
16/6:​ CLASE 11 por VIDEOLLAMADA TEMA: Los sujetos y las instituciones.
Se subirá la clase teórica número 12
23/6: ​CLASE 12 por VIDEOLLAMADA. TEMA: Instituciones en la posmodernidad.
30/6: ​Entrega actividad integradora del módulo 1 (todos deben entregar) e
Instancia Evaluativa - para los estudiantes que aspiren a la promoción. Modalidad:
escrita - individual - en línea.

2) OBJETIVOS DE LA CLASE:

● Especificar la instancia del sujeto como dimensión ineludibles de los procesos


institucionales.
● Identificar la complejidad de los vínculos y tramas intersubjetivas que se
entretejen en los escenarios institucionales.
● Reconocer los conflictos como constitutivos e inherentes de la dinámica
institucional.
● Reconocer el malestar como fuente de tensión constante entre sujetos e
institución.

3) DESARROLLO TEÓRICO:

Al decir de Baremblitt, todo el “arsenal” que venimos desagregando en las


clases anteriores: la institución, organización, establecimiento, equipamiento...
adquiere dinamismo a través de los agentes en el desempeño de sus funciones. Las
instituciones se movilizan, operan, a través de la actividad de los seres humanos,
individuales u organizados en colectivos. Los agentes son los soportes y
protagonistas de las instituciones y las prácticas.
Para comprender los procesos institucionales, va decir Lucía Garay, no se
puede obviar la instancia del sujeto. En cada suceso institucional esta dimensión
aparece, acomodándose o resistiendo, activa o pasivamente.
¿Cómo pensar la instancia del sujeto? ¿Cuáles son las dimensiones que
operan en el posicionamiento de los sujetos en relaciona las funciones que
desempeñan y las tramas vinculares en las que están involucrados? ¿Cómo incide
en el funcionamiento institucional las tramas vinculares en las que están inmersos
los sujetos que conforman las instituciones?

En algún momento del pensamiento institucional, “la cuestión del sujeto


carecía de relevancia y de status teórico, hablar de ello era interpretarlo como lo
psicológico del análisis institucional. No se le reconocía a esta instancia el registro
de lo social en su conformación y funcionamiento…” (Garay, 2015, p. 114) Sin
embargo, en las instituciones las personas se reúnen con otros necesariamente por
diversos motivos (trabajo, formación, salud,recreación…); además, cada quien llega
con sus necesidades, demandas, historias... En esta reunión, para la concreción de
la función primaria del establecimiento, se configuran relaciones, vínculos y
prácticas que favorecen o dificultan la convivencia.
Relaciones e interacciones que suponen acciones en común, crean lazo
social con algún grado de permanencia y requieren de compromiso y confianza para
garantizar el proyecto y la historia compartida, más allá de los mandatos jurídicos
normativos de la sociedad hubiere indicado como conveniente (Garay, 2015, p.116)
Aunque la ley estipule en un plano formal los derechos humanos, sabemos
que en lo concreto son vulnerados. Los sujetos y la cuestión de la alteridad habitan
las instituciones, la historia redunda en ejemplos de cómo el “otro” definido desde un
“nosotros” ha sido objeto de las más terribles discriminaciones, humillaciones y
prejuicios. Lucía Garay, sostiene, tomando a Enriquez, que la alteridad plantea
dos caras: la aceptación del otro, en tanto sujeto pensante, autónomo y distinto; y el
otro como rival, amenaza, que viene a ocupar mi lugar y a desplazarme. El conflicto
y la rivalidad tiñen las relaciones y los modos de vinculación entre quienes
conforman las instituciones; en este sentido el orden simbólico puede funcionar
como un ordenador de estas relaciones​.
​Como vimos en la clase anterior, la instancia social en su traducción de
orden simbólico institucional supone un “poder organizador de la institución, las
prácticas o la vida de los sujetos” (Garay, 2000. pag 55). Por ejemplo, en los
establecimientos educativos se organiza la tarea principal estableciendo distintas
funciones o lugares: estudiantes, docentes, directivos, centro de estudiantes,
cooperadora, personal de maestranza, limpieza o portería. etc.
No obstante, este poder organizador de ninguna manera puede considerarse
total, porque como ya dijimos, el orden simbólico prescribe y prohíbe en términos
generales y universales​, y los establecimientos son singulares. La singularidad de
cada establecimiento está dada por su localización geográfica, su historia y las
posiciones que toman cada uno de los agentes y los grupos que conforman la
institución. Entonces, si las funciones o lugares establecidos simbólicamente son
ocupados por personas, y éstas, toman posiciones en las función o lugares
predeterminados, las instituciones- establecimientos pueden definirse como “tramas
de posiciones interconectadas más o menos instituidas. Trama compuesta por
múltiples redes desde dónde se asignan lugares y roles” (Garay, 2000. pág, 55)
Desde la perspectiva de Lucía Garay, la toma de posición es entendida en
términos de intervención activa. En esta línea, se recupera la subjetividad como
capacidad singular de resignificar y producir sentidos.
A la hora de analizar la instancia del sujeto, tenemos que tener presente las
distintas dimensiones de la subjetividad: psíquica, social, cultural, económica,
política e histórica; desde las cuales los sujetos y grupos toman posición en relación
a las “funciones que desempeñan y las relaciones que los involucran” (Garay, 2000).
Los modos de posicionarse pueden ser ambiguos, variables y contradictorios,
pudiendo privilegiar distintas instancias o dimensiones: social, político-ideológica,
afectiva, profesional, técnica, etc.
Cuando los sujetos se posicionan en su función bajo el predominio de registros que
hacen del otro un rival, alguien peligroso, desviado, anormal, carente, desvalido, por
lo cual no se le reconoce su autonomía y se desiguala por su diferencia, la vida
institucional puede tornarse insoportable. Tema que se continuará profundizando en
las próximas clases.

Los sujetos, las instituciones: los conflictos y el malestar1

Como venimos desarrollando a lo largo de la clase, las instituciones, al ser


creaciones humanas, sociales y culturales, el conflicto es constitutivo e inherente a
su dinámica. Ahora bien, ¿ los conflictos institucionales: se producen entre las
personas o entre diferentes instancias/ dimensiones institucionales? ¿Malestar,
conflicto y crisis son sinónimos en los escenarios institucionales? ¿Qué los
diferencia?
Va decir Lucía Garay, conflicto, malestar y crisis son fenómenos
constitutivos de las dinámicas institucionales y remiten en su origen y sentido al
juego relacional de las tres instancias que hemos estado trabajando a lo largo de las
clases: *Lo institucional en sí *Instancia del sujeto *Lo interinstitucional
Por otra parte, según Lucía Garay (1996), “lo institucional se devela en la
crisis” (pág. 131).Para entender esta frase es necesario reconocer que la institución
es una multiplicidad de instituciones, en este sentido junto a la tarea primaria y
originaria se realizan otras funciones, no siempre explícitas, muchas veces veladas;
funciones que pueden llegar a contradecir su función principal y hacen que las
instituciones sean contradictorias y paradójicas. Por ejemplo, podemos pensar en

1
​Para ampliar las lectura de los conceptos de Conflicto, malestar y crisis en las Instituciones
, pueden acceder al ​capítulo 4: Lucía Garay “La cuestión institucional y las escuelas”​,
del libro de Ida Butelman, Pensando las instituciones. Dejamos el link para su descarga…
https://www.academia.edu/15310060/Butelman_Ida_pensando_las_instituciones_0
las imbricaciones de la institución educativa con la institución del trabajo, ¿qué
sucede cuando la lógica de la acreditación se impone sobre la lógica pedagógica? o
cuando las técnicas de control y vigilancia impregnan las prácticas escolares y
desdibujan las relaciones pedagógicas, o cuando la institución que cumplia la
función de propiciar el ascenso social, de muchos sectores de la población, termina
por reproducir el orden de desigualdad social.
Por su carácter contradictorio y paradójico, con sus velos e invisibilizaciones,
sus funciones implícitas, lo institucional pocas veces se presenta como un tema a
problematizar; por lo general aparece como vivencia de malestar institucional e
insatisfacción produciendo efectos, muchas veces indeseables, en la tarea primaria.
Algunos de los efectos mencionados por Garay son: fracaso escolar, los trastornos
de aprendizaje, ausentismo docente, violencia escolar, la pérdida del sentido del
trabajo, etc.
Si recapitulamos lo dicho hasta aquí, malestar, conflicto y crisis no son
sinónimos y remiten a distintos procesos y fenómenos institucionales. El malestar
institucional es la contracara de lo institucional o la institución en sí no
problematizada, que por los modos del funcionamiento psíquico es fácilmente
deslizable a la instancia del sujeto, quienes sufren inevitablemente por los
malestares y crisis institucionales. De este modo el malestar institucional tiene su
origen en vínculos de tensión que pueden derivar en conflictos entre los individuos
y la institución, cuando las demandas institucionales se enfrentan con las demandas
y deseos de los sujetos. Por ejemplo, instituciones que exigen a sus trabajadores sin
reconocer u oír las demandas que éstos realizan a la institución para mejorar las
condiciones y llevar a cabo del mejor modo posible su tarea. También pueden darse
conflictos entre los sujetos y la sociedad, una vez más el enfrentamiento se da
porque no hay acuerdo entre las necesidades, demandas y deseos de los sujetos y
aquello que la sociedad les exige. Pero el conflicto no solo remite a las relaciones
del sujeto con la institución, sino también a las relaciones de los grupos, colectivos e
instituciones-establecimiento entre sí. Es por ello que, como ya dijimos el conflicto
es inherente a la dinámica institucional, en él reside la posibilidad de transformación
instituyente de las instituciones.
Desde esta concepción teórico práctica carece de sentido preguntarse por la
presencia o ausencia del conflicto, por lo tanto las preguntas que guiarán la
indagación de los conflictos institucionales son: ¿cómo se caracteriza?, qué
contenidos y sentidos están en juegos?, ¿qué se disputa?, ¿cuáles son las fuerzas,
colectivos, grupos o sujetos, en conflicto?,¿cómo se articula con la tareas y
funciones institucionales?.
Esperamos que esta sintética introducción facilite la lectura y comprensión
del texto de Lucía Garay que les dejamos para continuar profundizando en las
nociones aquí presentadas.

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