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ENRIQUE JARDIEL PONCELA

1. VIDA
Enrique Jardiel Poncela nació el 15 de octubre de 1901, en Madrid. Tuvo tres
hermanas, una de ellas murió a los dos años de nacer. Él era el tercer hijo. Su padre,
periodista de renombre, fue un hombre de vida bohemia y un dramaturgo de escasa
fama.

Su madre era pintora. Logró muchos premios en exposiciones. Consiguió la primera


admisión de una mujer en la Escuela de Bellas Artes escribiendo a Alfonso XII. Murió
cuando Jardiel tenía 16 años. Su padre se volvió a casar, se separó y se casó una
tercera vez. Murió en 1944.

Jardiel hablaba inglés y francés: estudió en el Liceo Francés, y el inglés lo aprendió en


Hollywood. Su afición por escribir surgió muy pronto, en casa tenía librerías repletas
de autores clásicos. El teatro fue su pasión desde los 3 años, sus padres le regalaron
unos cartones con los que construía teatros a los que subía y bajaba el telón. Fue
vecino de Antonio Machado.

Al morir su madre, fue tan fuerte la impresión que muchas de sus obras, sobre todo las
primeras, se llenaron de inquietudes trascendentalistas e incluso espiritualistas.

Estudió dos años en la Facultad de Filosofía y Letras.

En 1919 se estrenó su primera obra en Bilbao, El príncipe Raudhick.

En 1920 se ganaba la vida con el periodismo. Publicaba cuentos en revistas y


semanarios como Buen Humor, Gutierrez, La Codorniz etc.

En los años 20 sus escritos fueron tremebundos, le seducían las catástrofes. Escribió
en colaboración con otros dramaturgos docenas de obras estrenadas sin pena ni gloria
por España. En 1926 sufrió una crisis estético-existencial. Tenía la impresión de que
todo lo que escrito era de pésima calidad. Desde entonces no volvió a colaborar con
nadie.

Nunca perteneció a ningún sindicato o asociación. Fue individualista toda su vida, no


apoyo ninguna ideología. Aunque muchos le atribuyeron el pertenecer a Falange
Española.

En lo personal apareció en su vida Josefina Peñalver, con la que tuvo una hija. Al
nacer ella, Josefina le abandonó. Con esa hija, y con el hijo que había tenido ella con
su ex-marido. Desde entonces aprendió a desconfiar de las mujeres, las cuales se
empezaron a suceder en su vida de forma vertiginosa, aprendiendo a tomarse con
filosofía los fracasos amorosos. Decía que el amor era como una salsa mayonesa:
cuando se corta hay que tirarlo y empezar otro nuevo.
Esta concepción del amor y las mujeres será visible en su obra.

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En 1927 estrenó Una noche de primavera sin sueño, uno de sus primeros grandes
éxitos. En 1931 conoció a Carmen Sánchez Lavajos, actriz. No se casó pero estuvo
con ella para siempre. A pesar de alguna aventura extra- “parejal”.

Cuentan que en su vida Jardiel pasó más de 130.000 horas en los cafés, trabajando.
Debido a su enorme capacidad de trabajo, constancia y disciplina Poncela tiene en su
haber una amplísima producción.

En 1932 recibió una invitación para hacer cine en Hollywood. Escribió guiones de
encargo y diálogos. Conoció allí a Charles Chaplin. Entre 1934 y 1935 volvió a EEUU
por otro contrato con la Fox. Entonces rodó una película en verso, la primera de esa
clase en el mundo: la versión cinematográfica de Angelina. Él la dirigió y fue un éxito.
En 1934 tuvo otra hija.

Regresó a España.

En abril de 1936, en Madrid y en toda España, había tumultos callejeros, presagio de


la Guerra Civil. En este mes vio a Lorca por última vez. Le decía:

De todo esto, solo quedaremos tú y yo.

Acusó al franquismo por haber silenciado la muerte de Federico y por la injusticia


cometida. La guerra impidió estrenos. Oyó a menudo desde su casa asesinatos, gritos,
y vio la sangre del depósito de cadáveres de Madrid. Los críticos e historiadores le
llamaron derechista y la Dictadura y la Iglesia le tacho de izquierdista, y con eso
censuraron sus obras.

Estuvo a punto de ser asesinado por la acusación de haber ocultado a un falangista en


su casa. Vivió en libertad vigilada. En 1937 se fue a Barcelona y de ahí a Buenos
Aires. En 1938 volvió a España. Hasta el fin de la guerra estuvo en San Sebastián.

En 1940 sus finanzas estaban maltrechas: formó la COMPAÑIA DE COMEDIAS


ENRIQUE JARDIEL POCELA, con la que cosechó muchos éxitos. Al principio de esta
década él era un hombre muy famoso: conocido, también, en Hispanoamérica. Incluso
se desplazó allí con su compañía.

En 1945 se sumió en una profunda depresión a la que se añadió un cáncer de


laringe, de acción lenta pero incurable. De esta época data su fama de pesimista, y
sus comentarios cínicos. Pero hasta entonces había sido optimista, alegre y divertido.

Los críticos teatrales atacaron con ferocidad su teatro. En un espíritu tan propenso a
la neurastasia – fatiga crónica - y a las crisis depresivas como era Jardiel, los críticos
debieron de ser una verdadera tortura.

En 1947 recibe el Premio Nacional de Teatro Jacinto Benavente por El sexo débil
ha hecho gimnasia.

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1951 fue un años de deudas. La SGAE embargó sus cuentas, La Codorniz el coche.
Incluso tuvo que escribir con velas porque le cortaron la luz. Más tarde los ingresos de
los derechos de autor le quitaron de deudas a sus familiares.

Murió el 18 de Febrero en la calle Infantas, 40. En 1952.

El obispado prohibió que le enterrasen en sagrado, fue revocado. La SGAE quiso


poner una placa en la fachada de su casa, pero el propietario dijo que eso podría
estropearla. Hasta hace pocos años que pusieron una inscripción, de esas que
colocan en Madrid recordando cualquier cosa.

Consiguió llevar a cabo la revitalización del humor español.

2. OBRA
Marquerie (crítico teatral que defendió siempre a Jardiel) señala cuatro grupos para
definir la división de su teatro: Obras de AMOR (el más numeroso y con diversas
subdivisiones: amor reconquistado, desvanecido, imposible, descubierto, etc) de
SÁTIRA, de ENIGMA y de ULTRATUMBA.

Las consideradas convencionalmente obras maestras son:


Cuatro corazones con freno y marcha atrás (1936)
Un marido de ida y vuelta (1939)

Otras:
Una noche de primavera sin sueño (1927) Los ladrones somos gente honrada (1941)
Usted tiene ojos de mujer fatal (1933) Madre (el drama padre) (1941)
Angelina o el honor de un brigadier (1934) Como mejor están las rubias es con
Las cinco advertencias de sátanas (1935) patatas (1947)
Eloisa está debajo de un almendro (1940)

Y un etcétera muy largo.

Aparte de sus dos obras maestras, por conseguir en ella la forma más pura de su
pasión por lo inverosímil, en el resto de su producción sobreviven con plena vitalidad y
conservan toda su vigencia, menos que piezas enteras o actos, cuadros, escenas o
momentos de ellas. Y queda, naturalmente el abundante repertorio de mecanismos de
comicidad inventados por Jardiel. Ya que él por encima de todo fue un “inventor de
mecanismos de risa”.

Sus novelas más conocidas son:


Amor se escribe sin hache (1927)
¡Espérame en Siberia, vida mía! (1929)
La tournée de dios (1932)

En 1937 publicó un libro de más de 500 aforismos: MÁXIMAS MÍNIMAS

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3. CARACTERÍSTICAS DE SU PRODUCCIÓN
DRAMÁTICA
TEMÁTICA

El tema es, en Poncela, la mayor parte de las veces un pretexto para poner en
marcha una serie ininterrumpida de situaciones y de gags, un diálogo brillante,
ingenioso, con sorpresas, paradojas, ironías, equívocos. Cada tema se convierte en
manos de Jardiel en una espléndida caja de sorpresas que provoca la risa al
espectador sin apelar a recursos vulgares ni tópico ni trucos gastados.

CONCEPCIÓN TEATRAL

Jardiel montó su propia fuga al interior y vino a ofrecer un testimonio más de la crisis
social europea, de la infelicidad del hombre, asqueada por lo verosímil. Se negaba
a falsear la realidad y prefería recusarla. (Rechazarla, negarla).

Con motivo del estreno de Los habitantes de la casa deshabitada definió sus piezas
como comedias sin corazón: obras sin ninguna corriente sentimental, concebidas
como juego y diversión. Y defendió este concepto del teatro fantástico, imaginativo e
inverosímil del arte como juego en suma. Rechazó la apreciación emocional de la
literatura y abogó por un arte lúdico, metaliterario y rico en explicaciones y
culteranismos.

Rechazó la noción realista de la literatura, que pretende sumergirnos de lleno en una


historia lineal altamente verosímil. Su enfoque estaba basado en las vanguardias
europeas y en Ortega y Gasset y Ramón de la Serna. Decía que solo tras un alto
grado de perfeccionamiento, profundidad e intelectualización de la vida, se consigue
llegar a la comicidad. Ya que el humorismo no es un arte sino una ciencia, y la
risa está sujeta a principio técnicos fijos, cuya aplicación rigurosa conduce al fin
apetecido.

El propósito de Jardiel era renovar la risa, arrumbar y desterrar de los escenarios de


España la vieja risa tonta de ayer, sustituyéndola por una risa de hoy en que la vejez
fuera adolescencia y la tontería sagacidad. El esqueleto de esta risa debía estar hecho
de inverosimilitud y de imaginación, inyectarle en las venas lo fantástico y llenarle el
corazón de ansia poética.

Lo que aquí dentro (en el teatro) ocurra tiene q ser lo más diferente posible a lo
que pueda ocurrir fuera. Y cuanto más diferente más inverosímil. Y cuanto más
inverosímil, más se acercará a lo que debe ser el teatro.

El autor teatral que es realmente artista tiene que hacerse un público que no
existe aún. El verdadero revolucionario del arte no lucha por construir lo nuevo,
consciente de que, en cuanto actúa lo nuevo, lo viejo queda automáticamente
destruido.

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OBSTÁCULOS

Aparte del público, acostumbrado lo convencional, lo verosímil, lo tópico: el teatro


cómico anterior -el sainete costumbrista arnischesco, el astracán de Muñoz Seca, etc-
otro de sus grandes obstáculos fueron los críticos.

Por otro lado, él mismo, por la limitación de sus propósitos, ha sido considerado
por sus críticos, un freno en cuanto a su carrera como dramaturgo: por su carencia de
preocupaciones de gran trascendencia y su falta de ideas esenciales, su aportación a
la gran dramaturgia universal queda, quizá, limitada a la renovación formal de lo
cómico.

Su teatro está concebido y realizado en dependencia demasiado directa de actores,


empresarios y público. Ello le obligó a limitar su propia libertad creadora. El mismo
admitía que ambiente teatral envilece limitando la imaginación [Podríamos encontrar
aquí reminiscencias de la actitud del propio Lope de Vega al final de su vida, quien se
lamentaba de haber tenido que vivir del público, del vulgo].

Entre los defectos o excesos de Jardiel podríamos encontrar reiteraciones


abusivas, virajes demasiado violentos, humanizaciones súbitas de una línea
deshumanizada, desconcertantes cambios de género; explicaciones, precisiones,
justificaciones demasiado minuciosas, barroquismo artificioso. Al final de su vida:
arbitrariedad, confusión y desconcierto que no era más que reflejo de su enfermedad.
Exceso de explicaciones y justificaciones al final de las piezas: explica toda incidencia,
suceso misterioso, inverosimilitud, absurda o extraña que ha ido acumulando en la
trama. Explicando todo al final. El desenlace opera intelectualmente. Parece
encontrarse la razón de esto en la técnica de novela policíaca utilizada por él en
bastantes obras y novelas.

EL TEATRO DE LO INVEROSÍMIL

A los múltiples elementos sorprendentes, raros y extravagantes de su teatro se les


llamó: TEATRO DE LO INVEROSÍMIL. No existen en sus obras elementos absurdos
per se; todo lo que sucede en ellas está plenamente explicado y justificado, aunque dé
impresión de absurdo.

Características diferenciales de su teatro son:

 La atemporalidad del conflicto, superando así todo casticismo, regionalismo o


populismo.

 La destipificación del lenguaje, que no refleja categoría social alguna.

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 El encadenamiento de situaciones inverosímiles, a partir de una situación
base igualmente inverosímil (célula inicial): dicho encadenamiento está
sometido a una lógica rigurosa.

 La dosificación de la comicidad en el lenguaje: chistes fonéticos, juegos de


palabras, equívocos, etc.

 El tratamiento lógico de lo absurdo. Los grandes y eternos resortes de la


risa: el miedo, la impasibilidad, las situaciones equívocas, lo desmesurado y lo
ridículo, los bruscos contrastes, el exceso de horror, lo inesperado y lo
desconcertante, lo ideal junto a lo vulgar, lo chabacano junto a lo sublime
fueron usados y manejados por Jardiel.

PERSONAJES

En cuanto a los personajes, muchos de ellos son intercambiables en sus obras. Es


decir, su caracterización es generalmente externa, siendo los personajes un perfecto
sistema de mecanismos, un preciso aparato de relojería, destinados a formar parte del
juego de la comicidad.

Son tipos, arquetipos, casi siempre caracterizados por efectos externos: tics, manías y
modos de hablar. También debajo de cada uno de ellos se descubren los roles
clásicos del dramatis personae del Siglo de Oro: el galán, la dama, el gracioso...

A los personajes les une a menudo un aire común de familia: UNA FAMILIA
EXCÉNTRICA.

Son característicos los criados impasibles. Entrañablemente fieles a sus señores, que
reaccionan con la más correcta y extraordinaria de las lógicas a los más estupendo
absurdos, que en su seriedad, amplían lo cómico en la acción.

También son característicos los personajes accidentales.

Y también es común que en el conflicto cómico haya ciertas notas de ironía, ternura y
poesía que más que la carcajada o la risa nos sugieren una sonrisa inteligente y
comprensiva.

LENGUAJE Y DIÁLOGO

El diálogo en Jardiel se caracteriza por el ágil intercambio de réplicas de carácter


dinámico, picado, antitético, contradictorio, con numerosos juegos de palabras, con un
ingenio constante, lleno de ideas extravagantes, hipérboles, comparaciones, etc. A
menudo, también, la acción se desarrolla en monólogos de similar construcción.

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INFLUENCIAS
La influencia de varios autores puede rastrearse en la obra de Jardiel:

ORTEGA Y GASSET
De alguna manera, la base de su nuevo humor se la proporcionan las ideas del
filósofo en torno a la deshumanización del arte y el sentido lúdico de la nueva
literatura.

RAMON GOMEZ DE LA SERNA


Supone un referente estético.

OSCAR WILDE Y QUEVEDO


Pueden entenderse como influencias en la prosa de Jardiel.

ENRIQUE GARCÍA ÁLVAREZ, quien se supone el verdadero creador del


astracán* (y no MUÑOZ SECA, que fue quién lo popularizó), es una
potentísima influencia en la dramaturgia de Poncela.

*Astracán: género cómico que tiene por único propósito conseguir la carcajada
del espectador. Esta forma dramática, es derivada del sainete y del vodevil.
Falsilla sentimental, despropósito de situación de carácter y de lenguaje,
ramplonería de forma, nombres de personajes que combinados y
convenientemente jugados dan lugar al chiste, tipificación regionalista del
habla, etc.. Teatro cómico violento, grotesco, fantástico y disparatado. Sin
antecedentes dentro ni fuera de España. En su género rozó lo genial.

EL CINE fue, sin duda, una gran influencia.

LEGADO

Jardiel fue en su época uno de los escritores más plagiados. La pieza de NOEL
COWARD, Un espíritu burlón parece ser un plagio de Un marido de ida y vuelta. The
treasure home de Farell y Perry, es un plagio de Eloísa está debajo de un almendro,
Les poisson rouges, de Anouilh, lo es de Madre (el drama padre)... También Alfonso
Paso o Miguel Mihura (según algunos críticos, uno de los que más plagio a Jardiel) y
algunos otros autores plagiaron algunas de sus obras.

Como autor dramático, consiguió una ruptura con la tradición del teatro figurativo
abriendo nuevas vías a un teatro de lo irreal puro, del absurdo lógico. Tuvo
seguidores, jardielistas declarados, o no: Jorge Llopis Establier, José Lopez Rubio,
Alfonso Paso, Víctor Ruiz Iriarte, Alonso Millán, Miguel Mihura (Jardielista por
influencia y por plagio, es el mejor y más original representante de esto.), etc.

El crítico García Pavón dijo sobre Jardiel Poncela:


La gran vértebra del nuevo teatro de humor será el absurdo lógico. Una
nueva visión de la vida. Jardiel enseño a desintegrar el átomo, los demás
pudieron hacer la bomba atómica.

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