Está en la página 1de 7

CLASE 12

REGIMEN LEGAL DE LA EXPLOTACIÓN DE LAS SUSTANCIAS DE


SEGUNDA CATEGORIA. -
Hablamos al principio del curso que las sustancias minerales se dividen
en tres categorías. Originariamente, en el anteproyecto del Dr. Enrique
Rodríguez estaban determinadas cuatro categorías de minerales, sin embargo
el legislador de 1887 modifica la cantidad sancionando el art. 2 del código tal
como lo conocemos unificando dos categorías en una, así nos encontramos
con el inc. 2 que menciona a las sustancias que se conceden
preferentemente al dueño del suelo y las que se destinan al aprovechamiento
común, ambas comparten la segunda categoría de minerales pero a pesar de
ello a cada una de ellas se les asigna un régimen distinto de explotación sin
perjuicio de lo cual no debemos olvidar que ambos grupos de minerales
responden a la teoría regalista.-
El art. 4 determina en los incisos a) y b) las sustancias que se destinan
al aprovechamiento común y en los incisos c), d), y e) las sustancias que
necesariamente van a tener que ser objeto de una concesión minera para
poder ser explotadas con exclusividad.
Son de aprovechamiento común las sustancias comprendidas en los
Incisos a) y b) del Artículo 4, cuando el código las designa como de
aprovechamiento común se refiere a lo que podría ser de explotación
colectiva a diferencia de las otras sustancias minerales que sí son concesibles
y que cuya explotación son otorgadas a persona exclusiva .Para el
aprovechamiento de las sustancias comprendidas en el Artículo 4 inc. a) y b)
no se requiere concesión, permiso ni aviso previo, gozan de lo que el Dr.
Edmundo Catalano denomina concesión general, más allá de esto hay ciertas
consideración que tenemos que tener en cuenta.
Las sustancias mencionadas en el inc. a) adquieren esta calidad por
hechos de la naturaleza, vemos que son las arenas metalíferas y las piedras
preciosas que se encuentran en los lechos de los ríos y los placeres (terrenos
donde en algún momento corrieron ríos que cambiaron de curso o
desaparecieron o lagos que simplemente se secaron), es decir son de
aprovechamiento común sin intervención o acción del hombre, que sean
destinadas al aprovechamiento común implica que cualquier persona que
camina libremente por cualquier terreno puede encontrar un mineral con valor y
puede apropiarse de él porque el Estado no resigna su dominio originario y el
legislador le ha otorgado la posibilidad de aprovecharlo por cualquier persona
de la comunidad para su beneficioso son de aprovechamiento común, cuando
se encuentran en terrenos cultivados. En el video del riojano se ve claramente
como el hombre extrae pequeñas cantidades de minerales en forma artesanal y
sin haber requerido concesión al estado ya que son minerales de segunda
categoría.
Las sustancias del inc. b), por el contrario fueron extraídas de un
yacimiento y abandonadas y dejadas de lado por su escasa concentración o
valor del mineral, otras veces por la falta de técnicas del explotador para lograr
su separación de la roca estéril, tal es el caso de los relaves (técnica para
separar el mineral útil mediante agua), desmontes (cuando la técnica de
separación es la trituración de la roca que lo contiene), o escoriales (cuando se
utiliza la fundición para la separación) a pesar de ello y para que sean
consideradas de “aprovechamiento común” es necesario que se den ciertos
supuestos.
El caso de las minas, estás deben estar abandonadas o desamparadas
(ya hablamos de estos supuestos legales), en esos supuestos se concederán
al primer solicitante, así tanto los desmontes, relaves y escoriales de estas
minas abandonadas,
En el caso de los establecimientos de beneficio (establecimientos que si
bien no se dedican a la extracción minera, son auxiliares de la misma, llevan
adelante el proceso de preparación del mineral para la comercialización cuando
el minero no quiere o no puede hacerlo por sí mismo), tratándose de
establecimientos de beneficio, para que sean consideradas de
aprovechamiento común el establecimiento debe estar abandonado y no estar
cercado.
Si la mina se encuentra en actividad y el establecimiento de beneficio se
encuentra activo o inactivo, pero no cercado, es necesaria una declaración
de aprovechamiento común por parte de la autoridad de aplicación. Estando
en estos supuestos la autoridad minera notificará al dueño de la mina o del
establecimiento de beneficio, en su caso a que en el plazo de 100 días
manifieste si va a explorar o no los relaves, desmontes o escoriales, Si no
fueren personas conocidas o estuviesen ausentes, se fijará la solicitud y su
proveído en las puertas del oficio del escribano durante veinte (20) días, y se
publicará cinco (5) veces dentro de ese término en el periódico del municipio
que designe la autoridad.
La Autoridad Minera procederá a declararlos de aprovechamiento común
y autorizar la explotación por parte de la comunidad caso de que desista el
titular de hacerlo o guarde silencio.
El inc. b) del Art. 4 faculta que, a solicitud de cualquier persona, la
autoridad declarará de aprovechamiento común cualquiera que sea el dueño
de los terrenos donde se encuentren terreros o desmontes, relaves y
escoriales, procedentes de minas abandonadas si tres meses después de
declarado el abandono no hubiesen sido ocupadas o denunciadas. Los
establecimientos de beneficio abandonados, estos son los escoriales de
establecimientos de beneficio abandonados por sus dueños y que no están
resguardados por paredes o tapias previas las comprobaciones necesarias.
Con la publicación de esa declaración, podrán aprovecharse los
depósitos sin necesidad de licencia, aviso ni otra formalidad.
Esta afirmación del código establece la legalidad de lo que el Dr.
Catalano denomina “concesión general”, denominación que va dirigida a
fomentar la minería artesanal o como sucede en algunas provincias la empresa
minera familiar, una explotación a nivel de subsistencia, sin tantos requisitos e
inversión como la empresa minera.
A pesar de esta permisividad general, el legislador ha establecido dos
supuestos de exclusividad, uno es el señalamiento de sitio y el otro el
establecimiento fijo. El Art. 186. Dispone que cualquiera pueda solicitar una
pertenencia para el uso exclusivo de las sustancias de aprovechamiento
común.
Cuando se quiera hacer una explotación exclusiva de los ríos y placeres
en establecimientos fijos, se solicitarán pertenencias mineras, en la solicitud se
expresará la ubicación precisa del sitio que se pretende, determinándolo por
medio de linderos provisorios, si no hubiese objetos firmes a que referirse.
Cuando se trate de las sustancias del Art. 4 inc. a, si bien se dijo que no es
necesario permiso ni concesión alguna pero la explotación de los minerales de
ríos y placeres haya de hacerse en establecimientos fijos, el concepto de “fijo”
se refiere a la finalidad de las maquinarias y no a su inmovilidad, las
pertenencias constarán de cien mil (100.000) metros cuadrados. El Art.
191.para los establecimientos fijos, tratándose las pertenencias de los terreros
y escoriales tendrán sesenta mil (60.000) metros cuadrados. Las obras y
aparatos necesarios para el beneficio deberán estar en estado de funcionar
trescientos (300) días después del proveído de la autoridad. Mientras tanto, no
podrán aprovecharse ni por el mismo solicitante, las sustancias comprendidas
en el perímetro denunciado. La autoridad, previo informe del ingeniero oficial,
declarará las condiciones del establecimiento, necesarias para que pueda
otorgarse la concesión. El fundamento de la exclusividad de explotación de
estas sustancias de aprovechamiento común es la inversión en maquinarias
que deberá realizar el explotador.
Tratándose de las sustancias del Art. 4 del a y del inc. b) la explotación
es libre habiéndose dado los supuestos vistos, y comprobados tales extremos
por la autoridad de aplicación, fundando el legislador en un mejor ordenamiento
de la misma ha dispuesto la posibilidad de otorgar parcelas exclusivas para la
explotación, así lo reglamenta el Art. 192 que motivado por el interesado La
autoridad concederá a los concurrentes que lo soliciten , el sitio que designen
para su aprovechamiento exclusivo.
La autoridad puede de oficio hacer entre los concurrentes distribuciones
de sitios, cuando así lo exijan la conservación del orden y la más arreglada y
útil explotación. En uno y otro caso es libre la elección de los medios para el
beneficio de las tierras.
Las asignaciones que se hicieren en los casos del Artículo 192
constarán de diez mil (10.000) metros cuadrados, que la autoridad podrá
reducir hasta la mitad o extender hasta el doble, según el número de los
solicitantes y extensión de los criaderos. A fin de delimitar el sitio o terreno en
el que van a llevar adelante la explotación, se procederá a colocar linderos
provisorios con la intervención del juez quien decidirá toda duda o reclamación.
Estos linderos podrán ratificarse o rectificarse por el juez con intervención del
ingeniero o perito oficial. Cuando un tercero denunciare la mina abandonada, el
concesionario de los depósitos tendrá derecho a continuar su explotación,
mientras no sea debidamente indemnizado por los minerales ya extraídos.
Como dijimos, la segunda categoría se integra con dos sub categorías,
las que hemos mencionado más arriba que se destinan al aprovechamiento
común y las que se conceden preferentemente al dueño del suelo
Sustancias que se conceden preferentemente al dueño del suelo. Estas
sustancias están clasificadas en el Art. 4 incs c), d) y e) en general para poder
acceder a su explotación rigen las mismas disposiciones que para las
sustancias de la primera categoría, es decir que solo se podrá explotar por
medio de la concesión legal y por tanto le son aplicables los mismos principios
que se aplican a ellas. Vamos a detenernos únicamente en marcar las
diferencias.
Referente a la exploración solo varía la situación del dueño superficiario,
que puede llevar adelante exploración en su propiedad sin tramitar permiso de
la autoridad de aplicación sin tener que pagar multa ni daños y perjuicios, de
todos modos, no obtiene derecho de preferencia y exclusividad a la explotación
salvo los destinados para este tipo de sustancias
Cuando las sustancias enumeradas en los incisos c) y siguientes del
Artículo 4 están en terreno de dominio particular, corresponden
preferentemente al propietario; pero la autoridad las concederá al primer
solicitante, siempre que el dueño requerido al efecto, o no declare en el de
veinte (20), su voluntad de explotarlas.
Para el caso de los descubridores hay que distinguir si se trata del
propietario del suelo o de un tercero. El propietario que quiera explotar las
sustancias sobre las que la ley le reconoce preferencia, pedirá previamente la
demarcación de pertenencias (Art. 172)
El tercero descubridor de las sustancias de segunda clase en terrenos
de dominio particular, tendrá derecho a una indemnización por parte del
propietario, si éste prefiere explotar por su cuenta el descubrimiento. El valor de
la indemnización se determinará por dos rubros, uno a determinar, que
generalmente genera conflictos y tiene que ver con la importancia del
descubrimiento y el otro que es comprobable y que se integra con los gastos de
la exploración, hecha dentro de los límites de la propiedad particular.
Otra diferencia con las minas de primera categoría tiene que ver con la
demarcación de las pertenencias, para el tercero descubridor las concesiones
constarán de un sólo cuerpo de forma rectangular o cuadrada en cuanto lo
permitan los accidentes del terreno y yacimiento de las sustancias. Servirán de
base a la demarcación los pozos o zanjas ejecutadas por el concesionario;
debiendo fijarse linderos firmes en los puntos convenientes para dejar clara y
precisamente determinada la forma y ubicación de la pertenencia. En cambio,
el propietario del terreno puede tomar cualquier número de pertenencias
continuas o discontinuas otra diferencia es en cuanto al número de
pertenencias que puede solicitar. Las concesiones hechas a los descubridores
constarán de dos (2) pertenencias a persona física y de TRES (3) si la
concesión es a favor de una compañía.
REGIMEN DE TERCERA CATEGORÍA:
En las sustancias de tercera categoría no aplicamos la teoría regalista
sino la teoría de la accesión, las canteras son del dueño del bien inmueble
donde se encuentran y dependiendo quien sea el dueño del bien inmueble
vamos a recurrir a figuras del derecho administrativo o civil.
Si quien quiere explotar la cantera es a la vez el dueño del inmueble lo
hará sin ningún problema y sin necesidad de requerir permiso al Estado, pero si
deberá presentar informe de impacto ambiental y quedará sometido a las
disposiciones del título XIII. En caso de que no lo sea y haya voluntad del
propietario del inmueble de permitirle la explotación al minero podrán recurrir a
cualquier contrato.
Si el dueño del inmueble es el Estado, el código prevé ciertas
particularidades, lo primero es que establece la posibilidad de contratos
gratuitos u onerosos para que alguien los explote, pero aclara que si nadie se
vincula con el Estado para hacerlo en forma exclusiva estos yacimientos se
comportaran como de aprovechamiento público y que varias personas podrán
extraer recursos al mismo tiempo. Concluimos que, salvo la existencia de algún
contrato entre un privado y el Estado, las canteras en terrenos fiscales pueden
ser explotadas en forma popular por varias personas distintas sin necesidad de
permiso previo, pero deberán cumplir con el título XIII, es así como el Código
de Planeamiento Urbano de La Plata establece ciertas condiciones para las
labores de las canteras con el fin de proteger el ambiente. -
En el caso de que haya un minero extrayendo recursos sin contrato y un
privado se presenta frente al Estado con voluntad de contratar para explotar
esa cantera, el art 202 establece que se preferirá al que ya venía extrayendo
de hecho, siempre y cuando equipare las condiciones que ofrecía el otro
minero. Se entiende que desde ese momento quien explotaba de hecho va a
vincularse contractualmente con el Estado y no solo que tendrá
contraprestaciones, sino que deberá equiparar el trabajo en la cantera.

También podría gustarte