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Las sustancias de segunda categoría se dividen en dos grupos: 1) Sustancias de aprovechamiento común como arenas y piedras preciosas encontradas en ríos y minerales abandonados, que cualquier persona puede explotar libremente. 2) Sustancias que se conceden preferentemente al dueño del suelo, las cuales requieren concesión para su explotación al igual que las de primera categoría. El documento explica los detalles legales de cada grupo, incluyendo los casos de explotación exclusiva que requieren permisos adicionales.
Las sustancias de segunda categoría se dividen en dos grupos: 1) Sustancias de aprovechamiento común como arenas y piedras preciosas encontradas en ríos y minerales abandonados, que cualquier persona puede explotar libremente. 2) Sustancias que se conceden preferentemente al dueño del suelo, las cuales requieren concesión para su explotación al igual que las de primera categoría. El documento explica los detalles legales de cada grupo, incluyendo los casos de explotación exclusiva que requieren permisos adicionales.
Las sustancias de segunda categoría se dividen en dos grupos: 1) Sustancias de aprovechamiento común como arenas y piedras preciosas encontradas en ríos y minerales abandonados, que cualquier persona puede explotar libremente. 2) Sustancias que se conceden preferentemente al dueño del suelo, las cuales requieren concesión para su explotación al igual que las de primera categoría. El documento explica los detalles legales de cada grupo, incluyendo los casos de explotación exclusiva que requieren permisos adicionales.
REGIMEN LEGAL DE LA EXPLOTACIÓN DE LAS SUSTANCIAS DE
SEGUNDA CATEGORIA. - Hablamos al principio del curso que las sustancias minerales se dividen en tres categorías. Originariamente, en el anteproyecto del Dr. Enrique Rodríguez estaban determinadas cuatro categorías de minerales, sin embargo el legislador de 1887 modifica la cantidad sancionando el art. 2 del código tal como lo conocemos unificando dos categorías en una, así nos encontramos con el inc. 2 que menciona a las sustancias que se conceden preferentemente al dueño del suelo y las que se destinan al aprovechamiento común, ambas comparten la segunda categoría de minerales pero a pesar de ello a cada una de ellas se les asigna un régimen distinto de explotación sin perjuicio de lo cual no debemos olvidar que ambos grupos de minerales responden a la teoría regalista.- El art. 4 determina en los incisos a) y b) las sustancias que se destinan al aprovechamiento común y en los incisos c), d), y e) las sustancias que necesariamente van a tener que ser objeto de una concesión minera para poder ser explotadas con exclusividad. Son de aprovechamiento común las sustancias comprendidas en los Incisos a) y b) del Artículo 4, cuando el código las designa como de aprovechamiento común se refiere a lo que podría ser de explotación colectiva a diferencia de las otras sustancias minerales que sí son concesibles y que cuya explotación son otorgadas a persona exclusiva .Para el aprovechamiento de las sustancias comprendidas en el Artículo 4 inc. a) y b) no se requiere concesión, permiso ni aviso previo, gozan de lo que el Dr. Edmundo Catalano denomina concesión general, más allá de esto hay ciertas consideración que tenemos que tener en cuenta. Las sustancias mencionadas en el inc. a) adquieren esta calidad por hechos de la naturaleza, vemos que son las arenas metalíferas y las piedras preciosas que se encuentran en los lechos de los ríos y los placeres (terrenos donde en algún momento corrieron ríos que cambiaron de curso o desaparecieron o lagos que simplemente se secaron), es decir son de aprovechamiento común sin intervención o acción del hombre, que sean destinadas al aprovechamiento común implica que cualquier persona que camina libremente por cualquier terreno puede encontrar un mineral con valor y puede apropiarse de él porque el Estado no resigna su dominio originario y el legislador le ha otorgado la posibilidad de aprovecharlo por cualquier persona de la comunidad para su beneficioso son de aprovechamiento común, cuando se encuentran en terrenos cultivados. En el video del riojano se ve claramente como el hombre extrae pequeñas cantidades de minerales en forma artesanal y sin haber requerido concesión al estado ya que son minerales de segunda categoría. Las sustancias del inc. b), por el contrario fueron extraídas de un yacimiento y abandonadas y dejadas de lado por su escasa concentración o valor del mineral, otras veces por la falta de técnicas del explotador para lograr su separación de la roca estéril, tal es el caso de los relaves (técnica para separar el mineral útil mediante agua), desmontes (cuando la técnica de separación es la trituración de la roca que lo contiene), o escoriales (cuando se utiliza la fundición para la separación) a pesar de ello y para que sean consideradas de “aprovechamiento común” es necesario que se den ciertos supuestos. El caso de las minas, estás deben estar abandonadas o desamparadas (ya hablamos de estos supuestos legales), en esos supuestos se concederán al primer solicitante, así tanto los desmontes, relaves y escoriales de estas minas abandonadas, En el caso de los establecimientos de beneficio (establecimientos que si bien no se dedican a la extracción minera, son auxiliares de la misma, llevan adelante el proceso de preparación del mineral para la comercialización cuando el minero no quiere o no puede hacerlo por sí mismo), tratándose de establecimientos de beneficio, para que sean consideradas de aprovechamiento común el establecimiento debe estar abandonado y no estar cercado. Si la mina se encuentra en actividad y el establecimiento de beneficio se encuentra activo o inactivo, pero no cercado, es necesaria una declaración de aprovechamiento común por parte de la autoridad de aplicación. Estando en estos supuestos la autoridad minera notificará al dueño de la mina o del establecimiento de beneficio, en su caso a que en el plazo de 100 días manifieste si va a explorar o no los relaves, desmontes o escoriales, Si no fueren personas conocidas o estuviesen ausentes, se fijará la solicitud y su proveído en las puertas del oficio del escribano durante veinte (20) días, y se publicará cinco (5) veces dentro de ese término en el periódico del municipio que designe la autoridad. La Autoridad Minera procederá a declararlos de aprovechamiento común y autorizar la explotación por parte de la comunidad caso de que desista el titular de hacerlo o guarde silencio. El inc. b) del Art. 4 faculta que, a solicitud de cualquier persona, la autoridad declarará de aprovechamiento común cualquiera que sea el dueño de los terrenos donde se encuentren terreros o desmontes, relaves y escoriales, procedentes de minas abandonadas si tres meses después de declarado el abandono no hubiesen sido ocupadas o denunciadas. Los establecimientos de beneficio abandonados, estos son los escoriales de establecimientos de beneficio abandonados por sus dueños y que no están resguardados por paredes o tapias previas las comprobaciones necesarias. Con la publicación de esa declaración, podrán aprovecharse los depósitos sin necesidad de licencia, aviso ni otra formalidad. Esta afirmación del código establece la legalidad de lo que el Dr. Catalano denomina “concesión general”, denominación que va dirigida a fomentar la minería artesanal o como sucede en algunas provincias la empresa minera familiar, una explotación a nivel de subsistencia, sin tantos requisitos e inversión como la empresa minera. A pesar de esta permisividad general, el legislador ha establecido dos supuestos de exclusividad, uno es el señalamiento de sitio y el otro el establecimiento fijo. El Art. 186. Dispone que cualquiera pueda solicitar una pertenencia para el uso exclusivo de las sustancias de aprovechamiento común. Cuando se quiera hacer una explotación exclusiva de los ríos y placeres en establecimientos fijos, se solicitarán pertenencias mineras, en la solicitud se expresará la ubicación precisa del sitio que se pretende, determinándolo por medio de linderos provisorios, si no hubiese objetos firmes a que referirse. Cuando se trate de las sustancias del Art. 4 inc. a, si bien se dijo que no es necesario permiso ni concesión alguna pero la explotación de los minerales de ríos y placeres haya de hacerse en establecimientos fijos, el concepto de “fijo” se refiere a la finalidad de las maquinarias y no a su inmovilidad, las pertenencias constarán de cien mil (100.000) metros cuadrados. El Art. 191.para los establecimientos fijos, tratándose las pertenencias de los terreros y escoriales tendrán sesenta mil (60.000) metros cuadrados. Las obras y aparatos necesarios para el beneficio deberán estar en estado de funcionar trescientos (300) días después del proveído de la autoridad. Mientras tanto, no podrán aprovecharse ni por el mismo solicitante, las sustancias comprendidas en el perímetro denunciado. La autoridad, previo informe del ingeniero oficial, declarará las condiciones del establecimiento, necesarias para que pueda otorgarse la concesión. El fundamento de la exclusividad de explotación de estas sustancias de aprovechamiento común es la inversión en maquinarias que deberá realizar el explotador. Tratándose de las sustancias del Art. 4 del a y del inc. b) la explotación es libre habiéndose dado los supuestos vistos, y comprobados tales extremos por la autoridad de aplicación, fundando el legislador en un mejor ordenamiento de la misma ha dispuesto la posibilidad de otorgar parcelas exclusivas para la explotación, así lo reglamenta el Art. 192 que motivado por el interesado La autoridad concederá a los concurrentes que lo soliciten , el sitio que designen para su aprovechamiento exclusivo. La autoridad puede de oficio hacer entre los concurrentes distribuciones de sitios, cuando así lo exijan la conservación del orden y la más arreglada y útil explotación. En uno y otro caso es libre la elección de los medios para el beneficio de las tierras. Las asignaciones que se hicieren en los casos del Artículo 192 constarán de diez mil (10.000) metros cuadrados, que la autoridad podrá reducir hasta la mitad o extender hasta el doble, según el número de los solicitantes y extensión de los criaderos. A fin de delimitar el sitio o terreno en el que van a llevar adelante la explotación, se procederá a colocar linderos provisorios con la intervención del juez quien decidirá toda duda o reclamación. Estos linderos podrán ratificarse o rectificarse por el juez con intervención del ingeniero o perito oficial. Cuando un tercero denunciare la mina abandonada, el concesionario de los depósitos tendrá derecho a continuar su explotación, mientras no sea debidamente indemnizado por los minerales ya extraídos. Como dijimos, la segunda categoría se integra con dos sub categorías, las que hemos mencionado más arriba que se destinan al aprovechamiento común y las que se conceden preferentemente al dueño del suelo Sustancias que se conceden preferentemente al dueño del suelo. Estas sustancias están clasificadas en el Art. 4 incs c), d) y e) en general para poder acceder a su explotación rigen las mismas disposiciones que para las sustancias de la primera categoría, es decir que solo se podrá explotar por medio de la concesión legal y por tanto le son aplicables los mismos principios que se aplican a ellas. Vamos a detenernos únicamente en marcar las diferencias. Referente a la exploración solo varía la situación del dueño superficiario, que puede llevar adelante exploración en su propiedad sin tramitar permiso de la autoridad de aplicación sin tener que pagar multa ni daños y perjuicios, de todos modos, no obtiene derecho de preferencia y exclusividad a la explotación salvo los destinados para este tipo de sustancias Cuando las sustancias enumeradas en los incisos c) y siguientes del Artículo 4 están en terreno de dominio particular, corresponden preferentemente al propietario; pero la autoridad las concederá al primer solicitante, siempre que el dueño requerido al efecto, o no declare en el de veinte (20), su voluntad de explotarlas. Para el caso de los descubridores hay que distinguir si se trata del propietario del suelo o de un tercero. El propietario que quiera explotar las sustancias sobre las que la ley le reconoce preferencia, pedirá previamente la demarcación de pertenencias (Art. 172) El tercero descubridor de las sustancias de segunda clase en terrenos de dominio particular, tendrá derecho a una indemnización por parte del propietario, si éste prefiere explotar por su cuenta el descubrimiento. El valor de la indemnización se determinará por dos rubros, uno a determinar, que generalmente genera conflictos y tiene que ver con la importancia del descubrimiento y el otro que es comprobable y que se integra con los gastos de la exploración, hecha dentro de los límites de la propiedad particular. Otra diferencia con las minas de primera categoría tiene que ver con la demarcación de las pertenencias, para el tercero descubridor las concesiones constarán de un sólo cuerpo de forma rectangular o cuadrada en cuanto lo permitan los accidentes del terreno y yacimiento de las sustancias. Servirán de base a la demarcación los pozos o zanjas ejecutadas por el concesionario; debiendo fijarse linderos firmes en los puntos convenientes para dejar clara y precisamente determinada la forma y ubicación de la pertenencia. En cambio, el propietario del terreno puede tomar cualquier número de pertenencias continuas o discontinuas otra diferencia es en cuanto al número de pertenencias que puede solicitar. Las concesiones hechas a los descubridores constarán de dos (2) pertenencias a persona física y de TRES (3) si la concesión es a favor de una compañía. REGIMEN DE TERCERA CATEGORÍA: En las sustancias de tercera categoría no aplicamos la teoría regalista sino la teoría de la accesión, las canteras son del dueño del bien inmueble donde se encuentran y dependiendo quien sea el dueño del bien inmueble vamos a recurrir a figuras del derecho administrativo o civil. Si quien quiere explotar la cantera es a la vez el dueño del inmueble lo hará sin ningún problema y sin necesidad de requerir permiso al Estado, pero si deberá presentar informe de impacto ambiental y quedará sometido a las disposiciones del título XIII. En caso de que no lo sea y haya voluntad del propietario del inmueble de permitirle la explotación al minero podrán recurrir a cualquier contrato. Si el dueño del inmueble es el Estado, el código prevé ciertas particularidades, lo primero es que establece la posibilidad de contratos gratuitos u onerosos para que alguien los explote, pero aclara que si nadie se vincula con el Estado para hacerlo en forma exclusiva estos yacimientos se comportaran como de aprovechamiento público y que varias personas podrán extraer recursos al mismo tiempo. Concluimos que, salvo la existencia de algún contrato entre un privado y el Estado, las canteras en terrenos fiscales pueden ser explotadas en forma popular por varias personas distintas sin necesidad de permiso previo, pero deberán cumplir con el título XIII, es así como el Código de Planeamiento Urbano de La Plata establece ciertas condiciones para las labores de las canteras con el fin de proteger el ambiente. - En el caso de que haya un minero extrayendo recursos sin contrato y un privado se presenta frente al Estado con voluntad de contratar para explotar esa cantera, el art 202 establece que se preferirá al que ya venía extrayendo de hecho, siempre y cuando equipare las condiciones que ofrecía el otro minero. Se entiende que desde ese momento quien explotaba de hecho va a vincularse contractualmente con el Estado y no solo que tendrá contraprestaciones, sino que deberá equiparar el trabajo en la cantera.
Mejoramiento de La Calidad Del Servicio Educativo en Las Instituciones Educativas de Nivel Primario de San Miguel de Pachachaca, Manuel Montero, Yauli, Distrito de Yauli - Yauli - Junin"