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DENTRO Y FUERA DEL TARRO DE LA BASURA

Fritz Perls

Este libro es la autobiografía de Perls. Me gusta y llama la atención su


frescura y tanta honestidad, propias de él, como veo y siento en sus obras.
Me quedo con una frase del prólogo de Adriana Schnake “no predica sus
verdades, las muestra. Muestra cómo cae y se levanta”, me parece muy
generoso y auténtico. “Le gusta que los seres humanos estén vivos, si aún
no les tocó morir”, la verdad que me sale un profundo agradecimiento.
Según va contando situaciones y etapas de su vida, van apareciendo
“perlas gestálticas”, que son las que iré recogiendo a lo largo de este
resumen.
De nombre Friedrich Salomon Perls, niño judío de clase media baja a
psicoanalista mediocre, hasta el extremo de ser el presunto creador de un
método nuevo de tratamiento y exponente de una filosofía que
efectivamente podría hacer algo en beneficio de la humanidad. (Yo diría
no sólo algo, sino mucho). Reconoce tras esta expresión que lo hace por
su propio bien, por interés en resolver problemas y para satisfacer su
vanidad. La vanidad es algo que nombra varias veces desde este
comienzo, hasta por la frase del rey Salomón (su segundo nombre) “¡Todo
es vanidad!. Ante la vanidad y el alarde de sí mismo confiesa su no alta
estima y la existencia de una sobrecompensación.
Nos dice que la autoestima, como todos los fenómenos psicológicos, se
experimenta como polaridad. Una autoestima exagerada, el orgullo, la
gloria, sentirse a tres metros de altura, se opone a lo apocado de sentirse
abajo, abyecto, rechazado, pequeño. El héroe se opone al monje.
Sobre la actualización. La actualización del autoconcepto ya existía en
Freud, con el nombre de yo idealizado. Freud utilizaba el término yo
idealizado indistintamente del súper yo. Perls no lo ve de esa manera. El
superyo es la función moralística, controladora, que únicamente sería
denominado un ideal por un ego cien por ciento sumiso. Para Perls, Freud
no entendió el self (sí mismo), se quedó en el ego. Autoactualización
significa lo hago yo mismo, desde el propio potencial nos actualizamos.
Pone el ejemplo del germen de trigo. El germen tiene el potencial de ser
una planta y la planta de trigo es su actualización. Continúa con ejemplos
de animales. La actualización del potencial del águila es surcar los cielos,
construir nidos, atrapar presas…. La de un elefante, será actualizar su
tamaño y su fuerza. Eso sí, ningún águila quiere ser elefante, ningún
elefante quiere ser águila, son lo que son.
Esto no pasa en los humanos. Tratamos de ser algo que no somos.
Tenemos ideas inalcanzables. El “debeísmo” mete su horrible cabeza. En
vez de plenitud de la persona entera, tenemos fragmentación, los
conflictos.
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En 1933, la llegada de Hitler y la huída a Holanda interrumpieron la
formación psicoanalítica de Perls. Su analista era Reich y supervisores Otto
Fenichel y Karen Horney. En Holanda lo supervisó Landanner. En 1934,
llegó a Sudáfrica. En esta parte del libro nos cuenta un poco su periplo
económico y diferentes cambios.
En Amsterdam vivió con otros refugiados en una casa habilitada por la
comunidad judía, muy apretujados. Su mujer Lore y su hijo se quedaron
en casa de sus padres y llegaron a Holanda más tarde. Ya juntos vivieron
en un apartamento pequeño en condiciones muy difíciles, Perls la nombra
de miseria total, vivían de caridad. Además de esas penurias se le añadió
un aborto que sufrió Lore. No tenían permiso de trabajo. A través del
amigo biógrafo de Freud, encargado de buscar a alguien para el cargo de
analista didáctico en Johanneburgo, Perls obtuvo el puesto. Me llama la
atención que dice no sólo querer alejarse de la situación de Amsterdam,
sino que presentía el futuro.
Aprendió inglés para salvar la dificultad del lenguaje. Fueron muy bien
acogidos. Comenzó su consulta privada y fundó el Instituto Sudafricano de
Psicoanálisis. En el trascurso de un año se construyó su casa con todas las
comodidades (piscina, tenis y hasta pista de hielo para patinar). En años
posteriores se dedicó a aficiones, obtuvo hasta licencia de piloto. Fue una
explosión de actividad que le permitió ganar mucho dinero y gastarlo
también, tal cual dice en el libro. Perls se vio atrapado por la rigidez de los
tabúes psicoanalíticos (sesión 50 minutos, falta de contacto físico, ocular o
social, ningún compromiso personal), atrapado por adornos de un
ciudadano cuadrado, familia, casa, sirvientes… Se libró de esto mediante
su rencor y rebeldía a convertirse en cadáver computante.
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Dedica un espacio a ciertas decepciones y expectativas que se produjeron
en el año 1936.
Una de ellas fue la presentación de su trabajo sobre “resistencias orales”,
que fue recibido con honda desaprobación. Describe que en ese
momento no se daba cuenta de que era un trabajo muy revolucionario y
que hacía temblar los fundamentos básicos de la teoría del Maestro.
Todas las resistencias eran anales.
Me llama la atención como Perls expresa abiertamente tan fuerte que son
tanto su admiración como la vengatividad hacia Freud.
Continúa con su relación con Reich. De él reconoce su contribución, tanto
por uno de sus libros “Análisis del carácter” como su teoría de la armadura
muscular, haciendo la resistencia algo real y verificable. También abrir
paso al contacto terapeuta-paciente. Aún así, tiene objeciones a su visión,
encuentra en pacientes reichianos síntomas paranoicos, viendo que la
teoría de la armadura supone un ataque desde el ambiente y una defensa
en contra del ambiente. Ve la armadura muscular con la función de una
camisa de fuerza, un seguro contra las explosiones desde adentro. Otra
objeción que plantea es que la teoría de la armadura refuerza que las
emociones son una molestia. Y sin las emociones, para Perls, estamos
muertos. Con todo ello, concluye que sus objeciones no tienen
importancia con el gran paso que logró esta teoría hacia el enfoque
holístico. Fue también decepción para Perls perder contacto con Reich y
encontrarse en el Congreso Psicoanalítico de 1936 y apenas reconocerlo.
Por último, nos habla de su decepción con Freud tras fue encuentro
también en este año. Pidió una entrevista con él. No duró mas de 4
minutos. Se sintió desilusionado y choqueado. Nombra en el libro que esta
es la mayor situación inconclusa de su vida, no haber tenido un encuentro
hombre a hombre con Freud y haberle mostrado sus equivocaciones.
Tras este viaje a Europa en 1936, sentía poco apoyo, su autoestima estaba
lastimada y al mismo tiempo se sentía liberado. Entre sus dos polos,
sensación de no valer y arrogancia, empezó a crecer un centro de
confianza, que siempre había estado ahí, irreconocible. A partir de este
momento, intentó reorientarse. Vio en su recorrido que ni la ciencia,
religión, marxismo, filosofía podrían llenar el vacío dejado por un hogar
espiritual. Pensó que el psicoanálisis llenaría ese hueco. Pero tras ese año,
1936, sus dudas sobre el sistema freudiano le invadieron. Llegó a “no más
apoyo espiritual, ni moral, ni financiero de otras fuentes!. Yo debía tomar
la responsabilidad de mi existencia por mi propia cuenta”. Perls se
preguntaba si había posibilidad de un modo de ver el mundo sin los
prejuicios que acarrean los conceptos. Así llegó a la Psicología de la
Gestalt.
Su relación con psicólogos gestálticos era especial. Apreciaba y admiraba
muchos aspectos de su trabajo. No estuvo de acuerdo con ellos cuando se
hicieron positivistas. Lo más importante para Perls fue la idea de una
situación inconclusa, la Gestalt incompleta. Los gestaltistas académicos
nunca lo aceptaron, Perls dice que él no era un gestaltista puro. Otra de
las contribuciones que consideraba importante era la diferenciación de
figura-fondo.
La cualidad más importante e interesante de una gestalt es su dinámica, la
necesidad imperiosa que una Gestalt tiene de cerrarse y completarse.
Freud observó que algunos pacientes mostraban su necesidad de repetir
un determinado tipo de experiencias una y otra vez. Creando hábito.
Desde su perspectiva un hábito priva de la libertad para elegir, petrifica la
vida. Hizo la suposición de que todos los hábitos son petrificaciones. Perls
opina que los hábitos son gestalts integradas, dispositivos bastante
económicos de la naturaleza, ayudan a vivir la vida. Los buenos hábitos
son parte del proceso de crecimiento, de la actualización de una destreza
potencial. Freud tropezó al no reconocer la diferencia entre una repetición
compulsiva patológica y la formación organísmica de los hábitos. La
repetición organísmica no se orienta a la muerte (Tánatos), como pensaba
Freud, sino que es dirigida a la vida. Es un intento repetido de encararse
con una situación difícil para concluir una Gestalt, para crecer y
desarrollarse.
Un ejemplo simple de una situación incompleta es la enfermedad. La
enfermedad es una forma de vida distorsionada. Desaparece con la
curación, la muerte o una transformación organísmica. Una enfermedad si
se acompaña de dolor, cobrará la importancia de una figura crónica sin
ningún deseo de retroceder al fondo y menos aún de ser asimilada y
desaparecer del primer plano. Esto cambia mediante la transformación
organísmica. Para explicar esto nos pone un ejemplo de ceguera. Una
persona está cerca de la ceguera total. Pondrá mucho esfuerzo en
mantener lo que le queda de vista, lo mantiene como situación
incompleta. Ocupado y preocupado. Cuando ya queda totalmente ciego,
llega la situación dramática, y una vez superada la falacia de la esperanza,
está lisiado ante los demás. Pero él mismo se convierte en otro organismo,
viviendo un ambiente diferente, confiando en un modo distinto de
orientación, con expectativas de volver a ser una persona contenta.
Nos habla ahora de tres seres muy importantes para él. Tres gurús.
Friedlander, Selig y Mitzie. Selig era el escultor y arquitecto de Esalen,
Perls lo describe como un hombre sin pretensiones, humilde, lleno de
sabiduría, comprometido con los humanos y la naturaleza, modesto, dice
que le ayudó a superar su pomposidad y fatuidad. Mitzie era una hermosa
gata blanca, con ella aprendió la sabiduría de los animales.
Friedlander, su obra filosófica “Creative Indifference” impactó mucho a
Perls. Dice que fue el primer hombre ante cuya presencia el se sentía
humilde, no había lugar para su arrogancia. Aprendió el significado del
equilibrio, del centro cero entre los opuestos.
Cualquier disturbio del balance organísmico constituye una Gestalt
incompleta, una situación inconclusa que obligará al organismo a ser
creativo, a encontrar medios y modos de restaurar su balance.
Aprender es descubrir. Aprender una destreza es el descubrimiento de
que algo es posible. Enseñar es mostrar que algo es posible. Descubrir:
quitar la cubierta, hacer que la cosa o destreza aparezca. Una célula o un
organismo que ha perdido su punto 0, su normalidad, el punto de
indiferencia creativa, descubre este desequilibrio y también descubre los
medios para recuperarlo. Ante una deficiencia de agua se genera un
instinto de agua que se llama “sed”, enseguida se descubre una fuente de
agua y finalmente se descubre que beber quita la sed. Sin ‘el darse cuenta’
de los shocks y los apetitos, ningún animal descubriría nada.
La tensión que surge de la necesidad de completar la gestalt se llama
frustración. El completar la gestalt se llama satisfacción. Con la
satisfacción el desequilibrio se aniquila, desaparece.
Si surge más de una Gestalt, frecuentemente el ser humano comienza a
“decidir” hasta el punto de terminar jugando el juego de autotortura de la
indecisión. Si surge más de una gestalt y a la naturaleza se le permite que
obre por su cuenta, entonces no habrá decisiones, sino preferencias. Tal
proceso significa orden en lugar de conflicto. Una vez completada y
cerrada esta gestalt, retrocederá hacia el fondo, vaciando así al primer
plano y dando lugar a la gestalt siguiente.
Figura y fondo deben ser fácilmente intercambiables. De lo contrario, lo
único que logramos es una serie de situaciones inconclusas, ideas fijas y
una estructura de carácter rígida.
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El libro no consta de capítulos. Su redacción tampoco sigue un orden y
estructura, ni cronológico ni teórico. Es una escritura espontanea, natural
y auténtica. Por eso utilizo a veces esa línea de puntos, porque puedo
pasar a temas que no tengan relación con lo anterior, o sean diferentes
tiempos en acontecimientos contados. Ahora describe un poco un viaje
que realizó Perls, ciudades donde estuvo y experiencias personales, que
dejan ver su búsqueda.
En 1960 tenía su consulta en Los Ángeles. Recuperándose de dos
operaciones. Tomaba frecuentemente LSD. Perls no sabía lo que quería,
estaba hasta la coronilla con todo el negocio de la psiquiatría, así lo
expresa literalmente. Decidió hacer un viaje a vapor desde Los Ángeles a
Nueva York, que se convirtió en unviaje de 15 meses por el mundo.
Llegó a Honolulú, Hawai, de lo que describe como la experiencia visual
más impresionante de su vida. Brillo, luces, fulgor plateado del
firmamento.
Japón: Tokio y Kyoto. Tuvo experiencias de “cura express”. Una con un
médico japonés que su método era tratar la neurosis estando tres días en
cama, sólo se podía ir al baño. Al segundo día Perls se fue a comprar
cigarrillos. Otra experiencia fue con un psicólogo japonés, Satori en una
semana. Es de risa cuando dice que se sentaban en flor de loto “con sus
famosas distorsiones de las piernas”. Nadie del curso alcanzó el satori,
pero Perls al menos reseña la experiencia como interesante. Dice que si ha
sentido el satori, andando en una ocasión por Miami. Se le adormeció una
parte del cuerpo, luego sintió un despertar completo, de los sentidos, los
sentidos cobrando sentidos.
En Kyoto llegó al Zen. El Zen le había atraído como posibilidad de religión
sin Dios. Estaba sorprendido porque antes de cada sesión había que
inclinarse ante una estatua de Buda. Para él nuevamente llevaba a una
deificación.
Mientras relata su viaje, a modo de paréntesis, hace mención a su amigo
Paul Weiss, fue parte de su interés en el Zen. Afirma sentirse
empequeñecido ante la presencia de su amigo. Define a su amigo como
sólido, verdadero, sabio y cruel a veces. Fue de las pocas personas que
Perls ha escuchado en su vida. Paul estaba casado con Lotte, con quien
posteriormente trabajaron juntos y se hicieron también muy amigos. Paul
estaba muy interesado en la terapia gestáltica y en el Zen. Intentó
integrarlos.
Concluye de su visita en Japón que fue un fracaso en materia Zen. Algo
tiene que andar mal tanto con el Zen como con el psicoanálisis, si demora
años y años el llegar a ninguna parte. Recalca lo valioso de ambos
métodos, el engrandecimiento de la capacidad de darse cuenta y la
liberación del potencial humano. Eso sí, no son eficientes, no se basan en
las polaridades contacto-retiro. No hay contacto verdadero si no está
también la posibilidad de retirarse.
Tras Japón, fue a Hong Kong. Perls se llama se dice de sí mismo que tiene
una naturaleza de gitano inquieto. Estaba buscando un lugar donde poder
armar su carpa durante largo tiempo. Años más tarde llegó a Esalen.
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Perls dice que está escribiendo este libro bajo el ritmo contacto-retiro. En
el momento de esta parte sentía dolor de cabeza y cansancio. El cansancio
es la señal por excelencia de que hay que retraerse.
Encarar, enfrentar es una polaridad mucho más apropiada a retirarse,
apartarse. En ambas situaciones el contacto está presente. Encarar es
estar en contacto con la zona externa, retraerse es estar en contacto con
la zona media e incluso interna (sí mismo).
Freud vio la regresión como síntoma neurótico. Perls no lo ve así, el
apartarse, retirarse, la regresión y el retroceder, son todos modos de
tomar una posición para poder enfrentarnos con la situación, o de donde
conseguir el apoyo suficiente, o atender situaciones inconclusas más
importantes.
Si se dificulta la elasticidad de la formación figura/fondo, entonces el
enfrentarse y el apartarse no se suplementan. Nos encontramos ante un
enfrentamiento crónico (fijación) o un retraerse crónico (sin contacto,
‘autista’).
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Objetivo de Freud, Kyoto, Elath o Esalen. Dónde instalarse. Llenó el tanque
del Volkswagen y atravesó el desierto solo. Elath fue una desilusión, calor
intolerable. Conoció a hippies y a estudiantes Zen. La pintura se convirtió
en su preocupación principal en Israel. En la escuela, el dibujo era una de
sus ramas preferidas. La pintura lo absorbía, parecía una obsesión, tuvo un
profesor tras otro. Le encantaba hundirse en el aislamiento que acompaña
la relación objeto-pintura-tela. Llegó de vuelta a Estados Unidos, llevando
aún a cuestas el desazón que sentía por su profesión.
El psicólogo existencialista Wilson, sugirió a Perls ir a la Costa del Pacífico,
al Mendocino State Hospital, aceptó de buen agrado ya que quería irse de
Miami. En el trabajo del hospital Fritz se familiarizó con el LSD y
frecuentemente tomaba esta droga, afirmando que no se daba cuenta de
que se ponía con irritabilidad y paranoia. Wilson y él fueron apartándose y
Perls se fue a Los Ángeles. Posteriormente se descongeló la relación de
ambos cuando volvieron a encontrarse.
Una de las mayores contribuciones de Wilson fue el descubrimiento de
que el paciente esquizofrénico tiene “hoyos” en su personalidad. Más
adelante Perls siguió desarrollando esta idea de los ‘hoyos’ y vio que era
aplicable al neurótico. La mayoría de las personas neuróticas no tienen un
centro. Esta tesis es la continuación de la noción limitada de Freud, que
señala que el neurótico no tiene memoria, afirma que esta amnesia es
consecuencia de un desarrollo incompleto del paciente. Wilson y Perls
sostienen que hay muchos más hoyos que son los responsables de lo
incompleto del paciente. Una persona puede tener muy buena memoria
pero carece de confianza en su alma. Los ‘hoyos’ pueden desaparecer
pero no llenándolos con sobrecompensaciones, sino transformando el
vacío estéril por vacío fértil.
Cuando joven Fritz adoptó a Freud como su salvador. Estaba convencido
de que el psicoanálisis era el único medio para lograr la curación. Luego
vio como el psicoanálisis se libraba del escrutinio oficial y no quedaba
probada su eficiencia.
Mientras el paciente mantenga bloqueados sus recuerdos, también
mantendrá su Gestalt incompleta. Si está dispuesto a atravesar los dolores
de su infelicidad y su desesperación, entonces podrá llegar a cerrar su
Gestalt, llegará a confrontar su resentimiento y podrá recobrar su
memoria.
La situación en Los Ángeles no era difícil. Ya empezó a haber atisbos de
interés por la terapia gestáltica en los círculos profesionales. El interés por
el trabajo de Fritz iba en aumento, pero a pesar de esto no se sentía
aceptado, había profesionales cuidadosos para no identificarse demasiado
con la terapia gestáltica. En uno de los grupos estaba Bernie Gunther,
empresario, que hizo unas diligencias para que Perls diera unas
conferencias en Los Ángeles, el público rebasaba la sala. En la Navidad de
1963 se sugirió un Taller de Psicoterapia en California, Esalen. Un paisaje
comparable al de Elath, gente linda al igual que en Kyoto. Una
oportunidad de enseñar. El gitano encontró un hogar y luego una casa.
También encontró alivio para su descorazonamiento.
Hablando de corazón, continúo aquí narrando tratamientos que recibión
Perls en Esalen, con Ida Rolf. Esto viene narrado a saltos en el libro,
prefiero ponerlo aquí por una cuestión de relación, ya que el libro, como
ya me he referido en otra ocasión, va en sintonía al sentir de Perls, lo que
le va viniendo y abriéndose para expresar, no lleva una estructura
cronológica ni secuencial de acontecimientos vitales.
La terapia de Ida consistía en un reacondicionamiento físico. Le ayudó
mucho con su síntoma principal, la angina de pecho. Ida igual que Perls
trabajaba sobre el desbalance de la persona. Tenía un enfoque holístico,
tomaba en cuenta al cuerpo entero y trataba de reubicar cualquier cosa
fuera de su lugar. Ida desprendía las envolturas de los músculos dándoles
espacio para respirar, y también estimulaba músculos atrofiados. Era
doloroso. Requería la cooperación del paciente. En la angina de pecho los
músculos alrededor del corazón y del brazo izquierdo duelen mucho. Ida
abrió todos esos músculos y Fritz pudo respirar libremente, también
mejoró mucho sus dolores de espalda.
Entre tanto de todo esto, Enel libro nos cuenta sobre su experiencia en el
ejército, realmente no quería ser soldado, ya tenía problemas de salud
desde joven, espalda y pecho. Estudiaba medicina y eso les gustaba a los
rangos superiores. Formó parte del equipo médico durante la guerra.
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Sobre la angustia:
La angustia es particularmente importante, porque “abre la puerta” que
conduce hacia los aspectos dinámicos del funcionamiento del organismo.
Primera tesis: la angustia es la tensión entre el ahora y el después. La
brecha entre el ahora y el después es un vacío que se llena con planes,
predicciones, expectaciones.
La forma más usual de angustia: el pánico o temor de escena. Cuando no
se trata de pánico es sencillamente miedo.
Podemos juntar esto con el segundo estrato de su teoría de la neurosis: el
nivel en que se representan los roles. Si alguna vez no nos sentimos
seguros en nuestros roles, nos angustiamos. Si no estamos seguros, los
ensayamos.
Juntamos esto con el hecho que toda la realidad transcurre en el ahora y
que tan pronto como dejamos la seguridad de estar en contacto con el
presente y saltamos en fantasía hacia el futuro, perdemos el apoyo de
nuestra verdadera orientación.
Juntamos la autoactualización versus la actualización del autoconcepto,
fuente de angustia.
Juntamos la dinámica de la excitación. Cuando la transformación del
excitamiento en emociones y enfrentamiento se ve impedida, estancada,
se llega a tener un exceso de excitación.
Angustia procede de la palabra latina ‘angoustia’, la angostura, el paso
estrecho. La excitación no puede fluir libremente a través del cuello de la
botella que lleva hacia la transformación. Así llegamos a los aspectos
fisiológicos de la angustia. La movilización de esa sobreexcitación requiere
más oxígeno, el corazón se acelera para tener más oxígeno, en la
expectación sujetamos el aliento. Esto exige al corazón una carga
adicional.
La teoría de Freud, en que la angustia es considerada un trauma de
nacimiento, es un retroceso al pasado. En la angustia, la respiración anda
mal. La represión de la libido, de la agresión etc, es el bloqueo de la
excitación.
Perls señala que tiene varias películas en donde se ve claramente que el
pánico de escena desaparece tan pronto como el paciente se pone en
contacto con el presente y abandona su preocupación por el futuro.
No empujes el río, fluye por sí solo.
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Aleatoriamente, según va surgiendo en el libro, aparecen nombres de las
parejas que Perls ha tenido. Recojo de un párrafo mujeres importantes
para él. Katy, amor de la infancia. Lotte Cielinsky. Marty, de la que estuvo
muy enamorado. Lore, más que nada compañeros de viaje e intereses
comunes. Lucy, gloriosa aventura.
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-Sobreseísmo: Descripciones, murmuraciones, dar vueltas en torno al
asunto.
-Debeísmo: Exigencias y más exigencias. A nosotros mismos y al
otro.
-Esismo: Lo que es, es.
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Charla sobre la asimilación:


El ser tímido es un tanto diferente del pánico de escena, aunque a
menudo están entrelazados. El orador no se está dando cuenta de su
auditorio. Para él se convierte en una sola unidad borrosa. El auditorio
borroso se transforma luego en un telón de proyecciones. El orador se
imagina a la audiencia como crítica y hostil. Proyecta sobre ellos sus
propias críticas, en lugar de darse cuenta de lo que realmente está
ocurriendo.
La cura es simple: identificación con la proyección. Ser crítico con el
auditorio. Poner atención en la realidad. Despertar del trance de las
expectaciones catastróficas.
Kierkegaard habla de la relación del sí mismo consigo mismo. Es
precisamente la retroflexión, doblar hacia atrás. La comunicación no va de
uno mismo al otro, sino de uno mismo con uno mismo. El suicidio, la
autotortura, las dudas sobre sí mismo, son ejemplos de esto. La cura:
hacer a otros lo que te estás haciendo a ti (en fantasía y en psicodrama).
Introyección:
-Concepto organísmico. Se interioriza, se ingiere algo verdadero o
imaginado.
-Introyección total. Se toma a la persona completa. El dybbuk. Esto tiene
que hacerse en fantasía. Es la etapa de un bebé de teta, el mamón.
-Introyección parcial. Uno interioriza sólo partes de la persona, modales,
rasgos. Es una etapa donde sólo se usan los incisivos.
-Remedar. No es introyección, más bien imitación y aprendizaje.
-Destrucción. Tarea de los molares. Des-estructuración del alimento
(mental o real), que lo podemos asimilar, lo hacemos parte nuestra.
-La agresión no es una energía mística, nacida del instinto de la muerte. La
agresión es un fenómeno biológico necesario para morder, masticar y
asimilar sustancias.
-La idea de Freud de trabajar las exigencias es equivalente al masticar.

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Esalen estuvo en crisis y parecía que se hundía. Ben fue un remanente del
segundo programa para residentes, y también el salvador de Esalen. Tomó
la dirección y colocó a las personas adecuadas en los lugares adecuados.
Otro remanente fue Ed Maupin, nombrado co-director del programa del
segundo año. Bill Schutz estuvo al mando y organizó el programa para
residentes para que fuese un éxito, lo logró.
Perls nos cuenta que en Esalen hay un gran número de personas por las
que siente calidez y ternura. Dice que no sabe si es por la atmósfera que
atrae a un tipo especial de persona o es su capacidad de amor que ha ido
aumentando.
Más adelante Esalen entró de nuevo en crisis. Había superado el impasse
económico, pero ahora había algo más fundamental. Esalen se había
convertido en el símbolo de la revolución humanística-existencial, tanto
dentro como fuera de Estados Unidos. Había llegado a ser el lugar donde
se buscan y promueven nuevos métodos para encontrar salud,
crecimiento y desarrollo del potencial humano. Mike Murphy empeñado
en dar a todos la oportunidad y también debido a la necesidad de salvar
de la bancarrota, no tuvo suficiente criterio para alejar malezas. Jóvenes
con escasa preparación hacen de coordinadores de grupo. A diferencia de
los seminaristas, la mayor parte del personal de planta eran gente de
verdad. Tenían el privilegio de ser ellos mismos. Sin su personal, Esalen no
sería el lugar que es, afirma Perls.
En 1950 se publicó el libro “Gestalt Therapy”, publicación fuera del
sendero de lo más habitual. Las ventas fueron aumentando año tras año,
dieciocho años después seguían en aumento.
“Mi predicción fue que demoraría cinco años el que este título fuera
reconocido, otros cinco para que la gente se interesara en su contenido,
cinco años más para su aceptación y otros cinco para una explosión
gestáltica. Y eso es más o menos lo que está ocurriendo. La terapia
gestáltica está aquí definitivamente. Mi filosofía vino aquí para quedarse.
El loco de Fritz se está convirtiendo en uno de esos héroes de la historia
de la ciencia, como alguien me llamara en una convención, y todo está
ocurriendo mientras aún estoy vivo”.
Lo que me sale decir es un enorme Gracias y bendiciones. Bendita Terapia
Gestalt.

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