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Caudal 2
Caudal 2
Métodos volumétricos
Método velocidad/superficie
Clasificación de una estación de aforo
Formulas empíricas para calcular la velocidad
Vertederos de aforo
Aforadores
Limnígrafos
En el presente capítulo se analizan los métodos para medir los caudales de escorrentía
en los canales, los arroyos y los ríos. En el Capítulo 7 se estudia la estimación de la
cantidad de escorrentía total por métodos empíricos o a partir de modelos.
Métodos volumétricos
La forma más sencilla de calcular los caudales pequeños es la medición directa del
tiempo que se tarda en llenar un recipiente de volumen conocido. La corriente se desvía
hacia un canal o cañería que descarga en un recipiente adecuado y el tiempo que demora
su llenado se mide por medio de un cronómetro. Para los caudales de más de 4 l/s, es
adecuado un recipiente de 10 litros de capacidad que se llenará en 2½ segundos. Para
caudales mayores, un recipiente de 200 litros puede servir para corrientes de hasta 50
1/s. El tiempo que se tarda en llenarlo se medirá con precisión, especialmente cuando sea
de sólo unos pocos segundos. La variación entre diversas mediciones efectuadas
sucesivamente dará una indicación de la precisión de los resultados.
Si la corriente se puede desviar hacia una cañería de manera que descargue sometida a
presión, el caudal se puede calcular a partir de mediciones del chorro. Si la cañería se
puede colocar de manera que la descarga se efectúe verticalmente hacia arriba, la altura
que alcanza el chorro por encima del extremo de la tubería se puede medir y el caudal se
calcula a partir de una fórmula adecuada tal como se indica en la Figura 19. Es asimismo
posible efectuar estimaciones del caudal a partir de mediciones de la trayectoria desde
tuberías horizontales o en pendiente y desde tuberías parcialmente llenas, pero los
resultados son en este caso menos confiables (Scott y Houston 1959).
Método velocidad/superficie
Este método depende de la medición de la velocidad media de la corriente y del área de
la sección transversal del canal, calculándose a partir de la fórmula:
La unidad métrica es m³/s. Como m³/s es una unidad grande, las corrientes menores se
miden en litros por segundo (1/s).
Una forma sencilla de calcular la velocidad consiste en medir el tiempo que tarda un
objeto flotante en recorrer, corriente abajo, una distancia conocida. La velocidad no es
b) Chorro
Q = 3,15D1,99 H0,53 (2)
Otro método consiste en vertir en la corriente una cantidad de colorante muy intenso y
medir el tiempo en que recorre aguas abajo una distancia conocida. El colorante debe
añadirse rápidamente con un corte neto, para que se desplace aguas abajo como una
nube colorante. Se mide el tiempo que tarda el primer colorante y el último en llegar al
punto de medición aguas abajo, y se utiliza la media de los dos tiempos para calcular la
velocidad media.
1 2 3 4 5 6 7 8
Velocidad del caudal Área Caudal
(m/s) Profundidad Ancho
Sección (m2) (m³/s)
(m) (m)
0,2D 0,8D Media 5x6 4x7
1 - - 0,5 1,3 2,0 2,6 1,30
2 0,8 0,6 0,7 1,7 1,0 1,7 1,19
3 0,9 0,6 0,75 2,0 1,0 2,0 1,50
4 1,1 0,7 0,9 2,2 1,0 2,2 1,98
5 1,0 0,6 0,8 1,8 1,0 1,8 1,44
6 0,9 0,6 0,75 1,4 1,0 1,4 1,05
7 - - 0,55 0,7 2,0 1,4 0,77
TOTAL 9,23
D es la profundidad de la corriente en el punto medio de cada sección.
Forma. Los canales pueden tener idénticas áreas de sección transversal, pendientes y
rugosidad, pero puede haber diferencias de velocidad de la corriente en función de su
forma. La razón es que el agua que está cerca de los lados y del fondo de una corriente
se desliza más lentamente a causa de la fricción; un canal con una menor superficie de
contacto con el agua tendrá menor resistencia fricción y, por lo tanto, una mayor
velocidad. El parámetro utilizado para medir el efecto de la forma del canal se denomina
radio hidráulico del canal. Se define como la superficie de la sección transversal dividida
por el perímetro mojado, o sea la longitud del lecho y los lados del canal que están en
contacto con el agua. El radio hidráulico tiene, por consiguiente, una cierta longitud y se
puede representar por las letras M o R. A veces se denomina también radio medio
hidráulico o profundidad media hidráulica. La Figura 24 muestra cómo los canales pueden
tener la misma superficie de sección transversal pero un radio hidráulico diferente. Si
todos los demás factores son constantes, cuanto menor es el valor de R menor será la
velocidad.
Todas estas variables que influyen en la velocidad de la corriente se han reunido en una
ecuación empírica conocida como la fórmula de Manning, tal como sigue:
donde:
R es el radio hidráulico en metros (la letra M se utiliza también para designar al radio
hidráulico, con el significado de profundidad hidráulica media)
S es la pendiente media del canal en metros por metro (también se utiliza la letra i para
designar a la pendiente)
donde
Esta fórmula parte del supuesto de un valor de n de Manning de 0,02 y, por consiguiente,
sólo es adecuada para caudales naturales de corriente libre con escasa rugosidad.
Vertederos de aforo
Vertederos de pared aguda
Vertederos de pared ancha
La medición del caudal de las corrientes naturales nunca puede ser exacta debido a que
el canal suele ser irregular y por lo tanto es irregular la relación entre nivel y caudal. Los
canales de corrientes naturales están también sometidos a cambios debidos a erosión o
depósitos. Se pueden obtener cálculos más confiables cuando el caudal pasa a través de
una sección donde esos problemas se han limitado. Para ello se podría simplemente
alisar el fondo y los lados del canal, o recubrirlos con mampostería u hormigón o instalar
una estructura construida con ese fin. Existe una amplia variedad de esos dispositivos, la
mayoría idóneos para una aplicación particular. A continuación se describe una selección
de los dispositivos que son fáciles de instalar y de hacer funcionar con referencia a
manuales adecuados para estructuras más caras o complicadas.
En general las estructuras a través de la corriente que cambian el nivel de aguas arriba se
denominan vertederos y las estructuras de tipo canal se denominan aforadores, aunque
esta distinción no siempre se cumple. Una distinción más importante es entre dispositivos
estándar y no estándar. Un vertedero o aforador estándar es el que se construye e instala
siguiendo especificaciones uniformes y cuando el caudal puede obtenerse directamente
de la profundidad de la corriente mediante el empleo de diagramas o tablas de aforo, es
decir, cuando el aforador ha sido previamente calibrado. Un vertedero o aforador no
estándar es el que necesita ser calibrado individualmente después de la instalación
mediante el empleo del método velocidad/superficie como cuando se establece el aforo
de una corriente. Existe un conjunto tan amplio de dispositivos estándar que es preferible
evitar las estructuras no normalizadas salvo para hacer cálculos aislados de los caudales
de la corriente utilizando el método velocidad/superficie en un puente o un vado o una
alcantarilla.
La mayor parte de los vertederos están concebidos para una descarga libre sobre la
sección crítica con el fin de que el caudal sea proporcional a la profundidad de la corriente
en el vertedero, pero algunos vertederos pueden funcionar en una situación denominada
sumergida o ahogada, en el que el nivel de aguas abajo interfiere con la corriente sobre el
vertedero. Algunos tipos de vertederos se pueden corregir mediante la sumersión parcial,
pero esto constituye una complicación poco conveniente que requiere medidas
adicionales y más cálculos, por lo que se la debe evitar siempre que sea posible (Figura
26). Otra variación que también es preferible evitar, es la del vertedero sin contracción,
que es un vertedero instalado en un canal del mismo ancho que la sección crítica (Figura
27).
Los dos tipos más comunes son el vertedero triangular (con escotadura en V) y el
vertedero rectangular como se muestra en la Figura 28. Debe haber una poza de
amortiguación o un canal de acceso aguas arriba para calmar cualquier turbulencia y
lograr que el agua se acerque al vertedero lenta y suavemente. Para tener mediciones
precisas el ancho del canal de acceso debe equivaler a ocho veces al ancho del vertedero
y debe extenderse aguas arriba 15 veces la profundidad de la corriente sobre el
vertedero. El vertedero debe tener el extremo agudo del lado aguas arriba para que la
corriente fluya libremente tal como se muestra en la Figura 29. A esto se denomina
contracción final, necesaria para aplicar la calibración normalizada.
CORRIENTE LIBRE
CORRIENTE SUMERGIDA
El vertedero compuesto se utiliza a veces cuando hace falta una medición sensible de
caudales reducidos a través de la escotadura en V y se necesitan también mediciones de
caudales grandes a través de la escotadura rectangular. El diseño y la calibración más
complicadas implican que este tipo de vertedero se limite a estudios hidrológicos
complejos (Figura 31).
En las corrientes o ríos con gradientes suaves, puede resultar difícil instalar vertederos
con pared aguda que requieren un rebose libre de aguas abajo. La otra posibilidad está
constituida por los vertederos que pueden funcionar parcialmente sumergidos. Sirva de
ejemplo el vertedero triangular del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos
representado en las Fotografías 24 y 25. Se trata de un vertedero casi normalizado en el
sentido de que se dispone de tablas de aforo (USDA 1979), pero el aforo está influido por
la velocidad de llegada y la calibración debe verificarse por medio de mediciones
efectuadas con un molinete. Otro ejemplo, que podría igualmente denominarse aforador o
vertedero, se indica en la Fotografía 26 y requiere igualmente la calibración con un
molinete.
Carga Caudal
(mm) (l/s)
40 0,441
50 0,731
60 1,21
70 1,79
80 2,49
90 3,34
100 4,36
110 5,54
120 6,91
130 8,41
140 10,2
150 12,0
160 14,1
170 16,4
180 18,9
190 21,7
200 24,7
210 27,9
220 31,3
230 35,1
240 38,9
250 43,1
260 47,6
270 52,3
280 57,3
290 62,5
300 68,0
350 100,0
Aforadores
En los Estados Unidos se han desarrollado varios modelos de aforadores para ser
utilizados en situaciones especiales y se emplean extensamente a pesar de lo inadecuado
de las unidades de medida. El diseño, la construcción y las calibraciones de laboratorio se
efectuaron en unidades de pies por segundo (pps) y, hasta que algún laboratorio
emprenda la tarea de transformar a unidades métricas, el método práctico consiste en
construir los aforadores según las especificaciones originales en pies y utilizar las
conversiones métricas de los índices de los caudales calculadas por un consorcio de
laboratorios hidráulicos de los Países Bajos (Bos 1976).
Llamado así por el nombre del ingeniero de regadío estadounidense que lo concibió, se
describe técnicamente como un canal venturi o de onda estacionaria o de un aforador de
profundidad crítica. Sus principales ventajas son que sólo existe una pequeña pérdida de
carga a través del aforador, que deja pasar fácilmente sedimentos o desechos, que no
necesita condiciones especiales de acceso o una poza de amortiguación y que tampoco
necesita correcciones para una sumersión de hasta el 70%. En consecuencia, es
adecuado para la medición del caudal en los canales de riego o en las corrientes
naturales con una pendiente suave.
El principio básico se ilustra en la Figura 32. El aforador está constituido por una sección
de convergencia con un piso nivelado, una garganta con un piso en pendiente hacia
aguas abajo y una sección de divergencia con un piso en pendiente hacia aguas arriba.
Gracias a ello el caudal avanza a una velocidad crítica a través de la garganta y con una
onda estacionaria en la sección de divergencia.
Con un flujo libre el nivel del agua en la salida no es lo bastante elevado como para
afectar el caudal a través de la garganta y, en consecuencia, el caudal es proporcional al
nivel medido en el punto especificado en la sección de convergencia (Fotografía 27 y
Figura 32). La relación del nivel del agua aguas abajo (Hb en la Figura 32) con el nivel
aguas arriba Ha se conoce como el grado de sumersión; una ventaja del canal de aforo
Parshall es que no requiere corrección alguna hasta un 70% de sumersión. Si es probable
que se produzca un grado de sumersión mayor, Ha y Hb deben registrarse, como se
indica en la Fotografía 28.
La dimensión de los aforadores con un ancho de garganta de uno a ocho pies se indica
en el Cuadro 6 y en la Figura 33. Los caudales de un aforador de un pie se muestran en el
Cuadro 7. Los manuales citados en la sección Otras obras de consulta dan dimensiones y
Cuadros de aforo para aforadores menores o mayores y factores de corrección para una
sumersión superior al 70%.
Para fabricar los canales de aforo Parshall se han utilizado muy diversos materiales. Se
pueden prefabricar a partir de láminas de metal o madera o se pueden construir sobre el
terreno con ladrillo y argamasa utilizando un armazón de metal prefabricado para
garantizar mediciones exactas (Fotografía 29). Si hacen falta varios aforadores, se
pueden moldear en hormigón empleando tableros reutilizables. Se pueden tomar medidas
eventuales de la profundidad del caudal a partir de un puesto de aforo establecido en el
muro del canal o, si se requieren registros constantes, es posible instalar en una poza de
amortiguación colocada en una situación específica un registrador de flotante.
Carga Caudal
(mm) (l/s)
(Ha en la Figura 32)
30 3,3
40 5.2
50 7,3
60 9,6
70 12,1
80 14,9
90 17,8
100 20,9
110 24,1
120 27,5
130 31,1
140 34,8
150 38,6
160 42,6
170 46,7
180 51,0
190 55,4
200 59,8
225 71,6
250 84,0
275 97,1
300 110,8
325 125,2
350 140,1
Aforadores en H
Existen tres tipos de aforadores en H. El más pequeño (HS) puede registrar caudales de
hasta 22 l/s, el tipo normal (H) puede medir caudales de hasta 2,36 m³/s y el mayor (HL)
caudales de hasta 3,32 m³/s. Cada tipo se puede construir en diversas dimensiones que
se determinan por la profundidad máxima del caudal (D); las dimensiones de fabricación
se dan como proporciones de D, pero las proporciones de los lados del aforador, son
diferentes para cada uno de los tres tipos HS, H y HL.
El tipo HS se puede construir en cuatro dimensiones, de 0,4 a 1,0 pie, el tipo H en ocho
dimensiones de 0,5 a 4,5 pies y el tipo HL en dos dimensiones, de 3,5 y 4,0 pies. Existen,
por tanto, 14 posibles especificaciones de fabricación y 14 tablas de calibración
diferentes. A título de ejemplo, en la Figura 34 se dan las dimensiones del tipo H y en el
Cuadro 8 la calibración del tipo H de la dimensión de 1,5 pies (0,457 m).
ha 0 2 4 6 8
(mm)
20 0,27 0,32 0,37 0,42 0,48
40 0,91 1,00 1,09 1,18 1,28
60 1,75 2,08 2,21 2,35 2,49
80 3,43 3,60 3,78 3,96 4,15
100 5,38 5,60 5,83 6,06 6,29
150 12,5 12,9 13,2 13,6 14,0
200 23,3 23,8 24,3 24,9 25,4
250 38,2 38,9 39,6 40,3 41,0
300 57,7 58,6 59,5 60,4 61,3
350 82,3 83,4 84,5 85,6 86,7
400 112 114 115 116 118
450 148 150
Los aforadores en H tienen otras dos ventajas. El agua fluye a través de la escotadura
rápidamente de manera que no se produce depósito de sedimentos en el aforador. Por
otro lado, el diseño de salida con una escotadura con pendiente del fondo hacia aguas
arriba no queda obstruida por residuos flotantes. Si en la escotadura se retiene algún
residuo, el agua se remansa hasta que la obstrucción es arrastrada por la corriente por
encima de la escotadura.
Este es otro aforador de profundidad crítica de un diseño similar al Parshall, que resulta
particularmente útil como aforador portátil para mediciones eventuales de pequeños
caudales en corrientes o canales sin revestir (Chamberlain 1952). Se puede prefabricar en
fibra de vidrio (Fotografía 31) o en láminas finas de metal e instalarse en unos pocos
minutos. Las dimensiones se dan en la Figura 36 y el calibrado en el Cuadro 9.
Existen muchas versiones de mayor tamaño y variaciones del principio del aforador de
Washington. Por lo común se suelen construir in situ en lugar de prefabricarse y son
particularmente útiles para corrientes rápidas de montaña (Goodell 1950) o en
condiciones semitropicales en las que pueden ocurrir inundaciones repentinas con mucha
carga (Gwinn 1964). Una dimensión intermedia de un aforador de tipo Washington,
diseñado para ser utilizado en Nuevo México, puede medir caudales de hasta 6 m³/s con
un fuerte arrastre de fondo (Aldon y Brown 1965). No existen aforadores estandarizados y
se tienen que calibrar utilizando el método velocidad/superficie examinado en la sección
Método velocidad/superficie.
Las estructuras existentes se pueden a veces utilizar como secciones de control para dar
una estimación de los caudales máximos a través de las alcantarillas de las carreteras o
de las aperturas de los puentes. Para alcantarillas rectangulares, se puede calcular un
valor aproximado a partir de la fórmula general del caudal que atraviesa un vertedero
rectangular:
donde:
Limnígrafos
Algunas veces una sola medición de la profundidad máxima del caudal basta para
calcular el caudal máximo, como se describió en la sección relativa al método
velocidad/superficie. Si hace falta un hidrograma, es decir, una gráfica del caudal en
función del tiempo, es necesario un registro constante de los cambios del nivel del agua.
Durante décadas el método común era un flotador cuyo ascenso y descenso en una poza
de amortiguación registraba en un diagrama movido por un aparato de relojería. Esos
registradores eran flexibles en el sentido de que se podía utilizar un engranaje que
permitía abarcar variaciones de nivel grandes o pequeñas y la relación tiempo-velocidad
de los diagramas podía también variar por medio del engranaje en el aparato de relojería.
La desventaja era la sensibilidad a errores accidentales y a un mal funcionamiento; para
indicar, por ejemplo, algunos de ellos, la cañería de la poza de amortiguación se
bloqueaba, los insectos anidaban en la caja del registrador, la humedad o la aridez
provocaban el desborde o la sequedad de la tinta del registrador, el diagrama podía
estirarse o contraerse, el reloj se para, el observador no puede llegar al lugar para
cambiar el diagrama, y muchos otros problemas. Las inspecciones diarias no son siempre
posibles en lugares remotos o de difícil acceso. Además de las dificultades de obtener
datos correctos, el análisis y la computación de los diagramas son laboriosos.