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el cuenco de plata
teoría y ensayo
A más de un siglo de su aparición, La interpretación de los
sueños, de Sigmund Freud, ocupa un lugar insoslayable entre los
textos clásicos del mundo occidental. Puede decirse que comparte el
destino de otros clásicos: libros muy vendidos, pero no tan leídos.
Como El origen de las especies, de Darwin, o El Capital, de Marx, La
interpretación de los sueños produjo infinidad de comentarios que
se iniciaron ya con su publicación en noviembre de 1899. En ellos se
pretendió poner al descubierto las ideas del libro y las intenciones
de su autor, tratando de suplantar su lectura. En flagrante oposición
a la cantidad de análisis e interpretaciones, no hubo prácticamente
ningún texto que prestara atención a lo fundamental: la historia del
libro mismo. El más claro indicio de esta falta de correlación se
percibe en el hecho de que todavía no exista una edición crítica de
la obra freudiana. Sin embargo, La interpretación de los sueños se
considera el texto fundacional del movimiento psicoanalítico, que se
consolidó en las primeras décadas del siglo XX. El interés
institucional de ese movimiento por la administración de un corpus
textual acabado que poseyera unidad bajo una autoría única, se halla
de todos modos en contradicción con el enfoque histórico. Dicho
abordaje está lejos de considerar las unidades del texto como dato
indiscutible y, debido a eso, tiende precisamente a analizarlas en su
funcionamiento particular. Este acercamiento se puede catalogar de
específico y se diferencia de otras formas que tratan también de
situar en el tiempo la obra de Freud, ya sea a través de una historia
de los conceptos -mediante una lectura inmanente del conjunto de
sus textos-, ya sea con una historia de las ediciones que estudie sus
variantes; o bien a través de una historia de la recepción vista como
una unidad material a ser utilizada por distintos círculos de lectores
con diferentes intenciones.
El objeto del presente estudio, en cambio, es establecer la
relación entre una formación discursiva y una social, cuyo
surgimiento y vicisitudes corrieron de modo paralelo. Se trata, pues,
de la relación entre la teoría del psicoanálisis sobre los procesos
oníricos tal como se nos presenta en La interpretación de los sueños
y el movimiento psicoanalítico. La historización aquí emprendida
echa luz, entonces, sobre el cambio constante dentro del texto,
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SOÑAR CON FREUD
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INTRODUCCIÓN
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INTRODUCCIÓN
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SOÑAR CONFREVD
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INTRODUCCIÓN
contacto personal con Freud por parte de los lectores que se están
iniciando en el método es aún central. La técnica psicoanalítica,
impartida todavía de manera fragmentaria, encuentra su ámbito
en el “análisis de cartas” con el autor, en un proceso en el que se
alternan la lectura, la escritura y los sueños.
En la segunda fase (1909-1918), que tiene sus inicios con la
fundación de la Asociación Psicoanalítica Internacional, Freud y
sus discípulos tratan de ampliar La interpretación de los sueños
para que funcione además como un diccionario de símbolos, pero
esto sucede en un proceso grupal en el que los conflictos no dejan
de acrecentarse. En esta fase, que puede caracterizarse desde la
sociología de la ciencia como la del “saber científico a través de
las revistas” [“Zeitschriftenwissenschaft”], entran a formar parte
las publicaciones periódicas como un medio nuevo, retroalimen-
tando al libro en tanto promueven un clima casi popular para la
interpretación que se muestra en expansión. Ello conlleva una
radical ampliación del texto, que trasciende su ámbito clínico y
cuya intención radica en que la investigación sobre los símbolos
ponga la mira en la recopilación de ejemplos en el campo del
mito y la literatura. La recopilación y publicación del “material”,
junto con la creciente difusión de las reglas técnicas en los
órganos recién fundados, se tornan el motor de los progresos del
psicoanálisis como movimiento científico, produciendo al mismo
tiempo una serie de problemas teóricos, metodológicos y
terapéuticos que se reflejan en la obra.
En la tercera fase (1919-1930), su autor pasa a declarar La
interpretación de los sueños “documento histórico”. Con ello no
sólo Freud mismo inicia una creciente historización
del texto, sino que también logra ejercer su control, al colocarla bajo
el poder de la Editorial Psicoanalítica Internacional creada en 1919.
Este proceso por el que el libro escala a la posición de “un
documento histórico” y “un clásico”, no debe limitarse sólo a la
canonización y a la imposición de una lectura legítima e
institucionalmente regulada. La cuestión abre otra serie de
problemas, entre los que se destacan los de su traducibilidad.
La descripción histórica que corresponde a las tres primeras
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SOÑAR CONFREUD
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Parte I
LEER, ESCRIBIR, SOÑAR
La interpretación de los sueños como sustituto de un manual
13 Numerosos ejemplos se encuentran en las revistas especializadas como la publicada por Auguste Forel y la
redactada por Oskar Vogt bajo el título de Zeitschrift für Hypnotismus, que contaba entre sus colaboradores del
primer número al propio Freud. También Vogt algunas veces denominaba «psicoanálisis» a su terapia apoyada en
la hipnosis. Para un paralelo detallado entre los grupos que practicaban la hipnosis en Alemania y el nuevo
método freudiano, véase Andreas Mayer: Mikroskopie der Psyche. Die Anfánge der Psychoanalyse im Hypnose-
Labor, Gotinga: Wallstein, 2002, pp. 183-220,
14 Sigmund Freud: «Weitere Bemerkungen über die Abwehr-Neuro- psychosen» (1896), en: GWI, 379-403. [«Nuevas
puntualizaciones sobre las neuropsicosís de defensa», (1896) en Amorrortu Editores, T. IH, 1976, pp. 157-184.]
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SOÑAR CON FREUD
TRAUMDEUTUNG
VON
D* SIOM. FREUD.
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LEER, ESCRIBIR, SOÑAR
vertidas en los Estudios sobre la histeria son completamente insuficientes como para
posibilitarle al lector el dominio de esa técnica y tampoco es ese su objetivo. 15
Con La interpretación de los sueños, cuya publicación se anuncia por primera vez en el
mismo trabajo de 1898, Freud estaba escribiendo un texto que, por el contrario, tenía como
meta el aprendizaje mencionado. Mediante la lectura de la obra en preparación le sería posible
al lector llegar a las mismas conclusiones que el autor, basándose en su propio “autoanálisis”.
De ese modo, Freud realizaba un desplazamiento de su método, al pasarlo del consultorio a la
escritura; al mismo tiempo postulaba, como algunos de los seguidores del tratamiento por
sugestión, un efecto universal a distancia.16 Según el prototipo del análisis demostrado por
Freud con sus propios sueños, el lector debía aprender por sí mismo la técnica, confirmando así
la teoría de que cada sueño ocultaba un deseo inconsciente. Con esa finalidad, el lector al que
se le ofrece un repertorio de reacciones en el campo de la teoría del sueño como cumplimiento
imaginario de un deseo, debe superar su resistencia interior.
Con este libro, Freud no estaba en realidad desarrollando tampoco una metodología en
sentido estricto, sino una técnica de la autoobservación derivada de su teoría de los sueños, que
debía colaborar en la conversión al psicoanálisis tanto de pacientes potenciales como de sus
colegas más recalcitrantes. Puede decirse que en su primera versión, La interpretación de los
sueños funcionó ampliamente como precursor y sustituto de un primer manual de
psicoanálisis.
En los capítulos siguientes presentaremos las distintas reacciones de los primeros lectores.
Entre los propios pacientes del autor, así como en la prensa especializada y no especializada, y
también en el grupo de amigos y familiares, se dieron opiniones encontradas sobré la teoría del
sueño como satisfacción imaginaria de un deseo. Así, durante la década posterior a su
publicación, se lo ve a Freud en una actitud de constante negociación con lectores que
expresan de diversas maneras su disconformidad. Los enfrentamientos se producen en esas
células culturales de Viena y Zurich a partir de las cuales se desarrolló el movimiento
psicoanalítico.
15 Sigmund Freud: «Die Sexualitát in der Átiologie der Neurosen» (1898), en: GWI, 513. [«La sexualidad en la
etiología de las neurosis» (1898), Amorrortu, T. DI, p. 251.]
16 Una popular introducción a la técnica de la sugestión empezaba con el siguiente epígrafe dirigido al lector: «Una
sugestión: Leerás este libro, aunque te resistas. Cuanto mayor sea tu resistencia, tanto más rápido has de entrar en
él». (Hans Schmidkunz: Der Hypnotismus in gemeinfasslicher DarsteUung, Stuttgart: Zimmer, 1892).
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SOÑAR CON FREUD
Según parece, para otras personas interpretar sueños es más difícil de lo que yo había supuesto.
SIGMUND FREUD A WILHELM FUEB, 26-11-1899.
El libro conservó esta categoría de precursor hasta 1911, cuando Freud comenzó a publicar
la anunciada introducción a su técnica, inicialmente como “Metodología general del
psicoanálisis”, en una serie de artículos breves.18 Para los primeros lectores y críticos había
significado todo un problema cómo corroborar el efecto de la interpretación de los sueños
según el método freudiano. Quiénes serían los potenciales primeros lectores resultaba claro en
la nota introductoria donde podía leerse la frase sobre “el sector que se interesa
17 Sigmund Freud: «Die Freudsche psychoanalytische Methode» (1904), en: GWV, 7, [«El método psicoanalítico de
Freud», Amorrortu, T. ID, p. 233.]
18 Entre 1908 y 1910 Freud se ocupó de ese desarrollo, cuya aparición anunció en el Segundo Congreso
Psicoanalítico Internacional de Nuremberg, pero que luego no fue publicado. Cf. Freud: «Die zukünftigen
Chancen der psychoanalytischen Therapie» (1910) en: GW VIII, 104-115. [«Las perspectivas futuras de la terapia
psicoanalítica», Amorrortu, T. XI, p. 129.]
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