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Akoglaniz 1
SOÑAR CON FREUD
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Soñar con Freud
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SOÑAR CON FREUD
Marinelli, Lydia
Soñar con Freud: La interpretación de los sueños y la historia del
movimiento psicoanalítico / Lydia Marinelli y Andreas Mayer - 1ª ed. -
Buenos Aires : El cuenco de plata, 2011.
296 pgs. - 21x14 cm. - (Teoría y ensayo)
ISBN: 978-987-1772-26-1
Prohibida la reproducción parcial o total de este libro sin la autorización previa del autor y/o editor.
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Lydia Marinelli y Andreas Mayer
teoría y ensayo
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SOÑAR CON FREUD
ABREVIATURAS UTILIZADAS
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NOTA A LA TRADUCCIÓN CASTELLANA
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INTRODUCCIÓN
A veces creo que los buenos lectores son cisnes aún más
tenebrosos y singulares que los buenos autores.
JORGE LUIS BORGES, HISTORIA UNIVERSAL DE LA INFAMIA (1935)
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SOÑAR CON FREUD
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A más de un siglo de su aparición, La interpretación de
los sueños, de Sigmund Freud, ocupa un lugar insoslayable
entre los textos clásicos del mundo occidental. Puede decirse
que comparte el destino de otros clásicos: libros muy vendi-
dos, pero no tan leídos. Como El origen de las especies, de
Darwin, o El Capital, de Marx, La interpretación de los sue-
ños produjo infinidad de comentarios que se iniciaron ya con
su publicación en noviembre de 1899. En ellos se pretendió
poner al descubierto las ideas del libro y las intenciones de su
autor, tratando de suplantar su lectura. En flagrante oposi-
ción a la cantidad de análisis e interpretaciones, no hubo prác-
ticamente ningún texto que prestara atención a lo fundamen-
tal: la historia del libro mismo. El más claro indicio de esta
falta de correlación se percibe en el hecho de que todavía no
exista una edición crítica de la obra freudiana. Sin embargo,
La interpretación de los sueños se considera el texto
fundacional del movimiento psicoanalítico, que se consolidó
en las primeras décadas del siglo XX. El interés institucional
de ese movimiento por la administración de un corpus tex-
tual acabado que poseyera unidad bajo una autoría única, se
halla de todos modos en contradicción con el enfoque históri-
co. Dicho abordaje está lejos de considerar las unidades del
texto como dato indiscutible y, debido a eso, tiende precisa-
mente a analizarlas en su funcionamiento particular. Este
acercamiento se puede catalogar de específico y se diferen-
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INTRODUCCIÓN
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INTRODUCCIÓN
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INTRODUCCIÓN
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Wladimir Granoff: Filiations. L´avenir du complexe d´Oedipe, París:
Gallimard, 2001.
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INTRODUCCIÓN
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La primera mitad de este libro contiene una versión considerablemente
ampliada y reelaborada que fue redactada en ocasión de los cien años de
la publicación de La interpretación de los sueños. Cf.: Lydia Marinelli/
Andreas Mayer: «Vom ersten Methodenbuch zum historischen
Dokument. Sigmund Freuds Traumdeutung im Prozess ihrer Lektüren
(1899-1930)», en idem: Die Lesbarkeit der Träume. Zur Geschichte
von Freuds ‘Traumdeutung’, Francfort: Fischer, 2000, pp. 37-126.
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Parte I
LEER, ESCRIBIR, SOÑAR
La interpretación de los sueños como sustituto de un manual
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SOÑAR CON FREUD
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Cuando apareció La interpretación de los sueños a fines de
1899, el psicoanálisis era un campo prácticamente ignorado
en el entorno vienés. Esto incluía desde la técnica usada por
Freud hasta el vocabulario empleado en ese dominio. Algunos
especialistas expertos podían tener una idea concreta sobre la
creciente diferenciación llevada a cabo por un neuropatólogo
de Viena con respecto a la primera práctica de sugestión
hipnótica; sin embargo, para muchos la psicoterapia seguía
estando ligada a la hipnosis.13 Con breves relatos de algunos
casos, Freud había venido explicando su procedimiento (que
desde 1896 denominaba “psicoanalítico”);14 pero no había
publicado ninguna elaboración de índole general que permitie-
ra que otros lo corroboraran y practicaran. En 1898 Freud
desbarató las críticas de los especialistas que se habían atenido
13
Numerosos ejemplos se encuentran en las revistas especializadas como
la publicada por Auguste Forel y la redactada por Oskar Vogt bajo el
título de Zeitschrift fûr Hypnotismus, que contaba entre sus colabora-
dores del primer número al propio Freud. También Vogt algunas veces
denominaba «psicoanálisis» a su terapia apoyada en la hipnosis. Para
un paralelo detallado entre los grupos que practicaban la hipnosis en
Alemania y el nuevo método freudiano, véase Andreas Mayer:
Mikroskopie der Psyche. Die Anfänge der Psychoanalyse im Hypnose-
Labor, Gotinga: Wallstein, 2002, pp. 183-220.
14
Sigmund Freud: «Weitere Bemerkungen über die Abwehr-Neuro-
psychosen» (1896), en: GW I, 379-403. [«Nuevas puntualizaciones sobre
las neuropsicosis de defensa», (1896) en Amorrortu Editores, T. III, 1976,
pp. 157-184.]
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LEER, ESCRIBIR, SOÑAR
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LEER, ESCRIBIR, SOÑAR
17
Sigmund Freud: «Die Freudsche psychoanalytische Methode» (1904), en:
GW V, 7. [«El método psicoanalítico de Freud», Amorrortu, T. III, p. 233.]
18
Entre 1908 y 1910 Freud se ocupó de ese desarrollo, cuya aparición anun-
ció en el Segundo Congreso Psicoanalítico Internacional de Nuremberg,
pero que luego no fue publicado. Cf. Freud: «Die zukünftigen Chancen der
psychoanalytischen Therapie» (1910) en: GW VIII, 104-115. [«Las pers-
pectivas futuras de la terapia psicoanalítica», Amorrortu, T. XI, p. 129.]
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LEER, ESCRIBIR, SOÑAR
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Sólo cuatro veces aparece en la primera edición el término «autoanálisis»,
inicialmente en plural y siempre entre comillas (EA, 71); al mismo tiem-
po que se presenta como intercambiable con la formulación más fre-
cuente de «auto-observación». En publicaciones posteriores, el término
«autoanálisis» sigue siendo una rareza, según permite apreciarlo el glosario
freudiano. Cf. Samuel A. Guttman (comp.): Concordance to the Standard
Edition of the Complete Psychological Works of Sigmund Freud, Waterloo
(Australia): North Waterloo Academic Press, 1995, pp. 4708-4009.
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21
Freud cambia radicalmente el tono recién en el prólogo a la segunda
edición, cuando denomina a la totalidad del libro una parte de su
autoanálisis. Con este gesto se modifica de manera radical el estatuto de
la obra. Volveremos sobre esto en detalle en el capítulo 6.
22
Por ello puede decirse que el autoanálisis no se presenta como un fluir
monológico sin posibilidad para la transferencia o como un aconteci-
miento único e irrepetible, sino más bien como un proceso que en todo
momento incluye al lector como el «otro». Para la historia del surgimien-
to y del papel jugado por Fließ como primer lector de La interpretación de
los sueños, véase John Forrester: «Dream Readers», en idem: Dispatches
form the Freud Wars , op. cit., pp. 138-183 [Sigmund Freud. Partes de
guerra. El psicoanálisis y sus pasiones, Buenos Aires, Gedisa, 2001]. Para
una comparación del autoanálisis freudiano con otras técnicas de la auto-
observación, véase Andreas Mayer: «Introspective Hypnotism and Freud´s
Self-Analysis: Procedures of Self-Observation in Clinical Practice», en
Revue d´histoire des sciences humaines 5 (2001), pp. 171-196.
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Op. cit. El pasaje de la carta de Gomperz resulta claro a partir de la
respuesta de Freud.
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26
[S. Freud, Cartas a Fließ, Amorrortu, Bs. As., 1986, pp. 427-429.] Más
tarde Gomperz se jactó de haber sido el único de los pocos casos cuyos
sueños –en base a la carencia de resistencia– Freud no había podido
analizar (Heinrich Gomperz: «Autobiographical Remarks» [1943], en
idem: Philosophical Studies, Boston: Christopher, 1953, p. 20 y ss.).
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Véase el documento 1 en el Apéndice.
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30
Cf. Documento 1 del Apéndice.
31
No existe hasta el momento ninguna investigación histórica detallada de
las reseñas que suscitó el libro. Una buena perspectiva sobre los primeros
comentarios en lengua alemana es la que brinda la selección compilada
por Gerd Kimmerle: Freuds Traumdeutung. Frühe Rezensionen 1899-
1903, Tubinga: Edition diskord, 1983; y también la de Norman Kiell:
Freud Without Hindsight. Reviews of His Work 1893-1939, Madison
(CT): International Universities Press, 1988. En la obra de Kiell se docu-
mentan apreciaciones arbitrarias y erróneas de artículos anteriores, como
por ejemplo el de Hannah S. Decker, quien no sólo sostiene que la teoría
del cumplimiento del deseo había encontrado una aprobación generaliza-
da, sino también que el libro de Freud había sido reseñado de modo más
positivo por los no profesionales que por los especialistas. (Cf. Freud in
Germany. Revolution and Reaction in Science, 1893-1907, New York:
International Universities Press, 1977, pp. 21, 278 y ss.)
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32
H. K.: «Träume und Traumdeutung», en Fremden-Blatt, Viena, 54/67,
(1900), citado por Kimmerle, op. cit., p. 50. Para una apreciación similar,
véase Carl Metzentin: «Über wissenschaftliche Traumdeutung», en Die
Gegenwart. Wochenschrift für Literatur, Kunst und öffentliches Leben,
56/20, (1899), pp. 386-389.
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33
Max Burckhardt: «Ein modernes Traumbuch», en Die Zeit, 22/275,
(1900), pp. 25-27; citado por Kimmerle, op. cit., p. 27.
34
Cf. p. 29.
35
Cf. p. 35.
36
Cf. p. 44.
* S. Freud, Cartas a Fließ, Amorrortu, 1986, p. 499.
38 Akoglaniz
LEER, ESCRIBIR, SOÑAR
37
William Stern: «S. Freud. Die Taumdeutung», en Zeitschrift für
Psychologie und Physiologie der Sinnesorgane 26 (1901), pp. 130-133;
citado por Kimmerle (op. cit., p. 63).
38
Op. cit., p. 64. Paul Mentz, discípulo de Wundt, se opuso en su reseña a
la teoría freudiana del sueño como cumplimiento de un deseo y la
suposición «mística» de un inconsciente (Vierteljahresschrift für wissen-
schaftliche Philosophie, 25 [1901], p. 112 y ss.). Para el rechazo de La
interpretación de los sueños por Wundt, véase Alexandre Métraux: «Räu-
me der Traumforschung vor und nach Freud», en Lydia Marinelli/Andreas
Mayer (Comp.): Die Lesbarkeit der Träume, op. cit., pp. 127-187.
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SOÑAR CON FREUD
2. Escritura inconsciente:
el análisis de los sueños por correspondencia
39
En estas líneas seguimos la localización histórico-científica sugerida por
Carlo Ginzburg para el psicoanálisis como un «paradigma indicial» que
se habría formado en el siglo XIX. (Cf. C. Ginzburg: «Clues: Roots of an
Evidential Paradigm» en idem: Clues, Myths, and the Historical Method,
Baltimore: Johns Hopkins University Press, 1989, pp. 96-125). Nuestra
aproximación muestra sin embargo, a nivel metodológico, una divergen-
cia esencial. No buscamos rasgos comunes entre los métodos disciplina-
rios diferentes y la técnica psicoanalítica para encuadrarlos en un «para-
digma» o «modelo» cerrado, sino más bien nos interesa esbozar cómo
por aquella época no se había logrado diferenciar el método consolidado
de la interpretación de los sueños en los distintos ámbitos clínicos.
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LEER, ESCRIBIR, SOÑAR
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LEER, ESCRIBIR, SOÑAR
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Por ello, la criminología se presenta como uno de los más importantes
campos de aplicación del procedimiento. Cf. Carl G. Jung: «Die
psychologische Diagnose des Tatbestandes», en Schweizerische
Zeitschrift für Strafrecht, 28 (1905), pp. 369-408.
43
Eugen Bleuler: «Über die Bedeutung von Assoziationsversuchen» [1904],
en Carl G. Jung (Comp.): Diagnostische Assoziationsstudien, T. I, p. 4.
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44
Eugen Bleuler: «Versuch einer naturwissenschaftlichen Betrachtung der
psychologischen Grundbegriffe», en Allgemeine Zeitschrift für
Psychiatrie und psychisch-gerichtliche Medicin, herausgegeben von
Deutschlands Irrenärzten 50 (1894), p. 143 y ss. El término «comple-
jo», que Bleuler utiliza aquí y del que Jung hará después su marca
registrada, proviene de la psicología asociativa. Los médicos de Zurich
lo utilizan a menudo como sinónimo de «personalidad múltiple» o de
«alma secundaria», de modo que se vincula con la psicología clínica
francesa de esa época (Pierre Janet) o la psicopatología estadounidense
(Morton Prince). Dentro del psicoanálisis, el término siguió un curso
problemático. El uso de la palabra en plural («complejos profesiona-
les», «complejos matrimoniales», «complejos sexuales», etc.) se desvía
de la aceptación por Freud de un «complejo nuclear» (el posterior «com-
plejo de Edipo»). Después de la ruptura con Jung, Freud se desprende
totalmente del uso del concepto y sólo mantiene el de Complejo de Edipo.
45
Esta es la denominación que le da Jung mismo a su proyecto en carta a
Freud del 28-6-1907. (FJ, p. 73).
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47
Eugen Bleuler a Sigmund Freud, Zurich, 9-10-1905. Cf. Apéndice.
Bleuler, que era casi de la misma edad que Freud, se presentaba a sí
mismo en sus cartas como su «discípulo» (cf. las cartas del 14-10-1905
y del 28-11-1905).
48
Bleuler a Freud, 14-10-1905.
49
Ver la misma carta ya citada.
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LEER, ESCRIBIR, SOÑAR
50
Ver Apéndice, carta del 14-10-1905.
51
Ver la misma carta.
52
Ver Apéndice, carta del 5-11-1905.
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plejos. Pero hay algo maldito en esto, pues los dejo esca-
par, a menos que no los conozca ya.53
53
Ver la misma carta. Para lapsus en la escritura, véase Freud: Psychopathologie
des Alltagslebens, Berlín, 1904, p. 35 y ss. [«Psicopatología de la vida
cotidiana», Amorrortu, T. VI, p. 1], entre los que su autor también
agrega en ediciones posteriores las errata (GW IV, 142 [Amorrortu, T.
VI, p. 128]). Freud se distancia aquí de la explicación que daba Wundt,
para quien los lapsus de lectura y escritura provenían de una «distrac-
ción de la atención». Según Freud, se produciría, en cambio, «un quie-
bre de la atención a causa de un pensamiento extraño que nos solicita»
(idem, p. 37 [GW IV, p. 145 y ss.], [Amorrortu, T. VI, p. 131 y ss.]).
54
Ver Apéndice, carta del 5-11-1905.
55
Como su predecesor Auguste Forel, Bleuler llevó a cabo durante toda
su vida una campaña contra el alcoholismo, que era el eje de sus activi-
dades científicas y de ética social.
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63
Jung: Über die Psychologie der Dementia praecox. Ein Versuch. Halle,
1907, p. 65 y ss. [Psicología de la demencia precoz, Paidós, Bs. As.,
1987, p. 53 y ss.]
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67
Freud a Jung, 1-1-1907; [FJ, p. 18.] [Correspondencia de S. Freud, T. II,
Biblioteca Nueva, Madrid, 1997, p. 545.]
68
Jung a Freud, 8-1-1907; [FJ, p. 21.]
69
Jung a Freud, 29-12-1906; [FJ, p. 15.]
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LEER, ESCRIBIR, SOÑAR
70
Jung: Dementia praecox, p. 76 [p. 58]. También Bleuler opinaba que el
concepto de censura «puede suplantarse por el más general de inhibición,
creada a partir de necesidades afectivas opuestas» («Die Psychoanalyse
Freuds», p. 727). En esta crítica tardía a La interpretación de los sueños,
Bleuler utilizó numerosos argumentos que ya había esgrimido en sus
análisis epistolares con Freud en los años 1905 y 1906.
71
Jung: Dementia praecox, p. 65 [p. 53].
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72
Idem, p. 75 [p. 58].
73
«Para una ‘confirmación’ subjetiva, como Usted afirmó, son los sueños
lo mejor; algo que yo pude constatar en el último tiempo con algunos
ejemplos estupendos», Jung a Freud, carta del 31-3-1907; [FJ, p.28].
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80
Stekel: «Zur Geschichte der analytischen Bewegung», p. 540.
81
La auto-presentación de Stekel en tanto investigador de la sexualidad
da pistas sobre las circunstancias de lectura sobre la que se constituyó la
Sociedad de los Miércoles y que habrían de determinar los modos de
leer posteriores. Para llevar adelante su investigación sexológica, toda-
vía sin conocer a Freud, Stekel había organizado «una especie de en-
cuesta en la que cada uno debía informar sobre su primera experiencia
sexual» (op.cit., p. 539). Su primer estudio basado en esto «Über Coitus
im Kinderalter» en Wiener medizinisches Blatt 16 (1895), pp. 247-249,
no es, como se desprendería de su título, una confrontación teórica con
constelaciones traumáticas, sino un item más para la bibliografía de
ayuda pedagógica típica del momento.
82
Stekel: op. cit., p. 540 y ss.
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83
Stekel, op. cit. Estas declaraciones sobre el tratamiento analítico de Stekel
deben ser tomadas con cierta precaución, dado que fueron escritas
muchos años después de la terapia y de la ruptura con Freud. En ese
sentido, puede decirse que Stekel, cuando privilegia el rol del analizante
en la interpretación, tiene un partido tomado en su rememoración.
84
Wilhelm Stekel: «Traumleben und Traumdeutung», en Neues Wiener
Tagblatt, 29./30-1-1902, p. 3. Stekel opone aquí el libro de Freud al de
Sante de Sanctis, considerando los sueños de los animales analizados
por de Sanctis como el tipo primigenio de los sueños humanos.
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93
Según su teoría, cada niño es originariamente «un criminal universal».
El neurótico que se caracteriza por un «infantilismo psíquico» es, por lo
tanto «un niño y, como tal, un criminal en potencia». (Wilhelm Stekel:
Die Sprache des Traumes. Eine Darstellung der Symbolik und Deutung
des Traumes in ihren Beziehungen zur kranken und gesunden Seele für
Ärzte und Psychologen, Wiesbaden: Bergmann, 1911, p. 314). Todos
los juegos infantiles serían así «juegos con deseos de muerte» que espe-
cialmente se dirigirían contra los padres y hermanos. Los deseos sexua-
les servirían entonces para superar una criminalidad originaria. Para
arribar a esto, Stekel agudizó en un punto capital la explicación freudiana
de La interpretación de los sueños acerca de los sueños de muerte de un
ser querido: Freud había minimizado siempre los «impulsos hostiles de
los niños», dado que ellos no sabrían todavía lo que significaba la
«muerte» y «el morir» (Cf. EA, p. 175 [GW II/III, p. 260 y ss.]
[Amorrortu, T. IV, p. 263 y ss.]).
94
Stekel: Nervöse Angstzustände, op. cit., p. 288.
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99
Stekel: Nervöse Angszustände, p. 285.
100
En el ámbito de los consultorios privados, los efectos de retroalimenta-
ción provenientes de los pacientes ávidos por leer y escribir sobre el tema
habían sido señalados ya como problema en el curso de la última déca-
da del siglo XIX por los propagadores de la sugestión hipnótica como
técnica de curación.
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LEER, ESCRIBIR, SOÑAR
101
La reseña de Emma Eckstein no fue tomada en cuenta por los críticos,
puesto que la que hasta el momento vale como la más rica documenta-
ción de la recepción de la obra freudiana se la adjudicó por error a
Friedrich Eckstein (cf. Freud Without Hindsight. Reviews of His Work,
1893-1939 de Norman Kiell, Madison (CT): International Universities
Press, 1988, p. 127). Cf. Emma Eckstein: «Das Seelenleben im Traum»,
en Arbeiter-Zeitung. Morgenblatt, 21-10-1900, pp. 1-3. La reseña fue
reimpresa por Wolfgang J.A. Huber, que sólo se preocupa por dar
información biográfica en torno a su aparición. Cf. Wolfgang J.A. Huber:
«Emma Ecksteins Feuilleton zur Traumdeutung», en Jahrbuch der
Psychoanalyse 19 (1986), pp. 90-106.
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102
Emma Eckstein, op. cit., p. 3.
103
El significado que tuvieron esos «ejemplos iniciales» para la práctica
científica de Freud ha sido rara vez señalado. Fritz Wittel, por ejemplo,
los comparó con el procedimiento de Goethe, cuando se obtiene un tipo
a partir de un caso único; cf. Fritz Wittel: Freud and His Time, N.York:
Liveright, 1931, pp. 3-46). A una conclusión semejante llega Michael
Schröter («Freud und Fließ im wissenschaftlichen Gespräch. Das
Neurasthenieprojekt von 1893», en Jahrbuch der Psychoanalyse 22
1988), pp. 141-183 (esp. p. 151 y ss).
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LEER, ESCRIBIR, SOÑAR
104
La tendencia de Freud y sus discípulos de considerar como una resisten-
cia emocional a todas las formas que significaran una crítica al psicoa-
nálisis estaba aquí ya formulada, aunque se cristalizó más tarde bajo un
esquema fijo para caracterizar al «público» en su totalidad (como una
especie de «paciente colectivo»); cf. Freud: «Eine Schwierigkeit der
Psychoanalyse» [1917] en GW XII, pp. 3-12 [«Una dificultad del psi-
coanálisis», Amorrortu, T. XVII, p. 113].
105
En «Jenseits des Lustprinzips» ([1920], en GW XIII, p.11) Freud
relativiza la función del deseo, en tanto acepta la existencia de sueños
que se escapan al principio del placer para colocarse al servicio de la
compulsión de repetición [«Más allá del principio del placer», T. XVIII,
p. 14].
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Parte II
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
La interpretación de los sueños
como diccionario de símbolos
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Cuando a fines de 1908 apareció la segunda edición de
La interpretación de los sueños, estaba también en prepa-
ración la segunda edición de Tres ensayos sobre la teoría
sexual, y Karl Abraham le comentaba a Freud que Tres en-
sayos era:
106
Abraham a Freud, carta del 23-11-1908, en Sigmund Freud/Karl
Abraham: Briefe 1907-1926, editadas por Hilda C. Abraham y Ernst
L. Freud, 2ª edición corregida, Francfort, 1980, p. 68.
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LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
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110
En la segunda y tercera edición se daban los agregados todavía entre
corchetes. Desde la cuarta, que contenía un nuevo apartado (e) sobre
simbología (en el Capítulo VI), además de dos apartados redactados
especialmente por Otto Rank, insertados como «Anexo», se dejaron de
lado los corchetes. La edición de 1925 de Die Traumdeutung
(Internationaler Psychoanalytischer Verlag) muestra de modo compa-
rativo cuán extensos son los agregados que se presentan entre la segun-
da y la quinta edición, dado que reproduce por primera vez la edición
original de 1899 (GS II), relegando las ampliaciones a un tomo separa-
do (GS III). Los agregados abarcan en esta edición 185 páginas frente a
las 542 del texto principal.
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LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
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120
Stekel: «Nervöse Angstzustände», p. 291.
121
John Forrester ha llamado la atención de manera reiterada sobre los
efectos de esta práctica de interpretación psicoanalítica. Cf. The Seduction
of Psychoanalysis. Freud, Lacan and Derrida, Cambridge: Cambridge
University Press, 1990, pp. 49-61 y 243-259 [Seducciones del psicoa-
nálisis, México, Fondo de cultura económica, 1995].
Akoglaniz 85
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122
Comunicado por J.Hárnik en Zentralblatt für Psychoanalyse 2 (1912),
p. 417.
123
La difusión de Die Traumdeutung a partir de lo que se oyó decir y de
rumores, era una especialidad del Zentralblatt. La revista consiguió una
colaboración de Jung en la que el psiquiatra comparaba lo que distintos
alumnos habían relatado sobre un sueño supuestamente repugnante
de otra niña cuyo tema central era el maestro. Su conclusión era que «el
rumor es el que ha analizado el sueño y ha dado su interpretación»; de
ese modo lo que le resta al psicoanalista es interpretar el rumor (Carl
Gustav Jung: «Ein Beitrag zur Psychologie des Gerüchtes», en Zentralblatt
für Psychoanalyse 1 [1910/11], p. 89).
86 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
Akoglaniz 87
SOÑAR CON FREUD
124
Stekel anunció esta idea por primera vez en una sesión de la Wiener
Psychoanalytische Vereinigung (cf. P II, 21-4-1909, p. 191). La denomi-
nación de «diccionario de símbolos oníricos» la empleó Freud en una
carta a Jung del 11-11-1909 (FJ, p. 286).
125
Sobre la existencia de estas notas ha llamado la atención Ilse Grubrich-
Simitis en su libro Zurück zu Freuds Texten. Stumme Dokumente
sprechen machen (Francfort: Fischer, 1993, p. 140 y ss.).
88 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
Akoglaniz 89
SOÑAR CON FREUD
129
Stekel: Die Sprache des Traumes, op. cit., p. 479.
130
Op. cit., p. 479.
131
Freud: «Die Handhabung der Traumdeutung in der Psychoanalyse»
[1912], en GW VIII, p. 356 [«El uso de la interpretación de los sueños
en psicoanálisis», Amorrortu, T. XII, p. 83].
90 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
132
Freud, op. cit., p. 355 [p. 82]. Si, por una parte, al paciente se le desacon-
seja fijar por escrito sus sueños, por otra parte, para el autoanálisis este
es un requisito imprescindible. Así, por ejemplo, Anna Freud, estando
en análisis con su padre, pone por escrito sola una interpretación du-
rante sus vacaciones: «En cuanto al sueño del que ya te he escrito, me
vengo ocupando mucho desde entonces. He llegado a borronear más
de doce páginas con mis ocurrencias y creo haber llegado a entenderlo
bastante bien. Si no me equivoco, tiene que ver con la escena primigenia
que me has contado. Por fin, puedo coincidir contigo en que en el caso
de los análisis oníricos, cuando se realizan a solas, deben ser fijados por
escrito» (Anna Freud a Sigmund Freud, carta del 7-8-1921, citada en
Anna Freud/Sigmund Freud: Briefwechsel 1904-1938, compilado por
Ingeborg Meyer-Palmedo, Francfort: Fischer, 2006, p. 343).
133
Cf. Dr. Friedemann: «Dr. W. Stekel, Die Sprache des Traumes» [Reseña]
en Journal für Psychologie und Neurologie 20 [1913], p. 103 y ss. Esta
revista en la que publicaban los psicoanalistas suizos había observado
Akoglaniz 91
SOÑAR CON FREUD
5. Inversiones de la teoría
92 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
134
Alfred Adler: «Zwei Träume einer Prostituierten», en Zeitschrift für
Sexualwissenschaft 1 (1908), pp. 103-106.
135
Alfred Adler: «Psychischer Hermaphroditismus», en P II, 23-2-1910,
p. 388 (La cursiva es nuestra). Esta conferencia fue publicada bajo el
título de «Der psychische Hermaphroditismus im Leben und in der
Neurose» en Fortschritte der Medizin, T. 28 (1910), pp. 486-493.
Akoglaniz 93
SOÑAR CON FREUD
136
Adler: «Einige Probleme der Psychoanalyse» (P III, 4-1-1911, p. 103).
137
Alfred Adler: Über den nervösen Charakter. Grundzüge einer
vergleichenden Individualpsychologie und Psychotherapie, Wiesbaden:
Bergmann, 1912, pp. 54-57.
138
Op. cit., p. 54.
94 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
139
Freud en la discusión conclusiva sobre Adler: «Der männliche Protest»
(P III, 22-2-1911, p. 169).
Akoglaniz 95
SOÑAR CON FREUD
140
Cf. Stekel: Die Sprache des Traumes, op.cit., p. 535.
96 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
Akoglaniz 97
SOÑAR CON FREUD
98 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
Akoglaniz 99
SOÑAR CON FREUD
145
La crítica epistemológica de Jung al papel jugado por el autoanálisis colo-
caba, al mismo tiempo, a la interpretación de los sueños en una serie de
problemas morales. A esto nos referiremos en nuestro Capítulo 8.
100 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
146
Freud a Jung, 17-2-1911 (FJ, p. 436 y ss.).
Akoglaniz 101
SOÑAR CON FREUD
147
Contra el anuncio de semejantes cambios ya había protestado el editor
Deuticke, según se desprende de la correspondencia entre Freud y Jung.
Freud, que al principio quería citar literalmente las críticas de Jung en su
prólogo, terminó por suavizar la formulación, al escribir: «Me atrevo a
predecir en qué otras direcciones se han de encaminar las subsiguientes
ediciones de La interpretación de los sueños, en caso de que existiera
una necesidad de tales cambios. Ellos deberían ocurrir, por una parte,
teniendo estrecha cuenta de la rica veta que ofrecen la literatura, el mito
y el uso del lengua; por otra parte, deberían tratar, mejor de lo que fue
posible hasta ahora, las relaciones del sueño con la neurosis y los distur-
bios mentales. (TD, 3ª edición, 1911, IX [GW II/III, p. XI y ss.]) [La
cursiva nos pertenece].
148
Para detalles biográficos puede consultarse la obra de E. James
Lieberman: Otto Rank. Leben und Werk, Gieben, 1997.
102 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
Akoglaniz 103
SOÑAR CON FREUD
104 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
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SOÑAR CON FREUD
106 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
Akoglaniz 107
SOÑAR CON FREUD
108 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
Akoglaniz 109
SOÑAR CON FREUD
155
Rank: «Ein Traum, der sich selbst deutet», op. cit., p. 523.
110 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
Akoglaniz 111
SOÑAR CON FREUD
112 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
160
Rank: Der Mythus von der Geburt der Helden, op. cit., p. 69.
Akoglaniz 113
SOÑAR CON FREUD
161
Op. cit., p. 60 y ss.
162
Sobre la técnica de Galton con las fotografías superpuestas y sus rela-
ciones con el término freudiano de «condensación», cf. Mayer: «Galtons
Mischphotographien zu Freuds Traumfiguren», en M.Hagner (comp.):
Ecce Cortex, Gotinga: Wallstein, 1999, pp. 110-143.
163
Otto Rank: Das Inzest-Motiv in Dichtung und Sage. Grundzüge einer
Psychologie des dichterischen Schaffens, Leipzig-Viena: Deuticke, 1912,
p. 14. Este libro se colocaba estratégicamente contra Jung y sus des-
víos de la teoría sexual de Freud, que se evidenciaban en sus más
recientes trabajos sobre simbología. Contra la concepción de Jung de
que el incesto puede leerse también como un símbolo, Rank trató de
presentar al incesto como un motivo realmente determinado. Qué
poco convincente era su operativo para los suizos, se desprende de
una carta de Bleuler a Freud del 17-11-1912 en el que critica el libro
de Rank como un catálogo de falsas evidencias.
114 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
164
La revisión más detallada de la obra de Silberer le corresponde a Ernest
Jones, quien en su Teoría de los símbolos de 1916 había homenajeado al
filósofo vienés, reconociéndolo como el representante más importante de
«la escuela post-freudiana» y el único que había suministrado «una cola-
boración positiva para la teoría de los símbolos». Cf. E. Jones: The Theory
of Symbolism [1916], Baltimore: Williams and Williams, 1948.
Akoglaniz 115
SOÑAR CON FREUD
165
Bleuler: Die Psychoanalyse Freuds, op. cit., p. 690 y ss. Bleuler en su
crítica a la teoría de los sueños freudiana combinaba creencias antiguas
para explicar el cumplimiento de un deseo, como la suposición de una
«inhibición para dormir», en lugar de la censura, o la «autosugestión».
166
Para una historia socio-constructivista de la psicología experimental,
véase Kurt Danziger: Constructing the Subject. Historical Origins of
Psychological Research, Cambridge: Cambridge University Press, 1990.
116 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
167
Alfred Maury: Des hallucinations hypnagogiques ou des erreurs des
sens dans l´état intermédiaire entre la veille et le sommeil [Extrait des
Annales Médico-Psychologiques 11, (1848), 4]. Sobre Maury, véase
Jacqueline Carroy/Nathalie Richard (comp.): Alfred Maury, érudit et
rêveur. Les sciences de l´homme au milieu du XIXe. siècle, Rennes: Presses
universitaires de Rennes, 2007.
168
Para la investigación onírica antes y después de Freud, puede consultarse
Alexandre Métraux: «Räume der Traumforschung vor und nach
Freud», en Marinelli/Mayer (Comp.): Die Lesbarkeit der Träume, op.
cit., pp. 127-188. Para las estrategias divergentes de las imágenes en
psicoanálisis y en la investigación onírica, véase Andreas Mayer: «Das
Bildgedächtnis der Traumforschung. Bausteine zu einer historischen
Kritik», en Bildwelten des Wissens 6/1 (2008), pp. 93-107.
Akoglaniz 117
SOÑAR CON FREUD
169
Herbert Silberer: «Bericht über eine Methode, gewisse symbolische
Halluzinations-Erscheinungen hervorzurufen und zu beobachten», en
Jahrbuch für psychoanalytische und psychopathologische Forschungen 1
(1909), p. 514.
170
Op. cit., p. 514.
171
Freud se declaraba de modo consecuente respecto al primer artículo de
Silberer, diciendo que «su tarea está bien, pues hace asequible una parte
del trabajo onírico» (Freud a Jung, carta del 19-7-1909, FJ, p. 267)
[Freud, Correspondencia, T. III, Biblioteca Nueva, Madrid, 1997, p. 60].
118 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
Akoglaniz 119
SOÑAR CON FREUD
174
Herbert Silberer: «Vorläufer Freud´scher Gedanken», en Zentralblatt
für Psychoanalyse 1 (1910/11), p. 441.
175
Silberer se refiere, hasta 1912, siempre a la primera edición de La inter-
pretación de los sueños –en oposición a otros discípulos y lectores–,
ignorando así los suplementos de Rank, Stekel y otros realizados en la
segunda y tercera edición.
120 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
Akoglaniz 121
SOÑAR CON FREUD
122 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
180
Herbert Silberer: «Über die Symbolbildung», en Jahrbuch für psy-
choanalytische und psychopathologische Forschungen 3 (1911), p.
668 y ss.
181
Silberer: op. cit., p. 680. El filósofo se adscribía en esto a la teoría que
Jung había presentado como anexo a la interpretación de su propio
sueño en su libro sobre la demencia precoz, y que había sido criticado
ásperamente por Freud (según se vio en nuestro Capítulo 2). Al igual
que los analistas suizos, Silberer comenzó también a combinar experi-
mentos asociativos con técnicas de ocurrencias de los pacientes.
Akoglaniz 123
SOÑAR CON FREUD
124 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
Akoglaniz 125
SOÑAR CON FREUD
126 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
190
Otto Rank: «Bericht über die Fortschritte der Psychoanalyse in den
Jahren 1909-1913» [Sección parcial «La interpretación de los sueños»],
en Jahrbuch der Psychoanalyse. Neue Folge des Jahrbuchs für
psychoanalytische und psychopathologische Forschungen 6 (1914),
p. 279.
Akoglaniz 127
SOÑAR CON FREUD
128 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
Akoglaniz 129
SOÑAR CON FREUD
130 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
Akoglaniz 131
SOÑAR CON FREUD
132 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
198
Jung a Freud, op. cit, p. 434.
199
Freud a Jung, carta del 17-2-1911, FJ, op. cit., p. 436 [Freud, Corres-
pondencia, T. III, p. 252].
Akoglaniz 133
SOÑAR CON FREUD
134 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
Akoglaniz 135
SOÑAR CON FREUD
136 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
Akoglaniz 137
SOÑAR CON FREUD
los pelos para elevarse en el aire], sino que era posible sólo a
través de un análisis con un psicoanalista ya formado.208 Con
este cambio desde una crítica en principio epistemológica en
la combinación entre análisis propio y ajeno en La interpre-
tación de los sueños, pasando a una exigencia moral sobre la
terapia y a un mayor control en la formación, no sólo la per-
sonalidad del intérprete en sí se convertía en un problema. El
papel de Freud como el primer y ejemplar intérprete de los
sueños se ponía también explícitamente en cuestión.209
Contra este telón de fondo, el congreso psicoanalítico
que tuvo lugar en Munich en 1913 derivó hacia un combate
entre las respectivas posturas. Para evitar un duelo abierto
entre Jung y Freud, Maeder fue elegido como representante
de la postura suiza para el tema sobre “La función del sue-
ño”, mientras que Otto Rank se presentó como portavoz de
los vieneses.210 En su comunicación principal titulada “So-
bre el problema del sueño”, Maeder desarrolló la postura
de los suizos, reinterpretando muchos de los sueños publi-
cados por Freud. Intencionalmente eligió un extenso agre-
gado a la tercera edición de La interpretación de los sue-
ños, que había sido incluido en el libro, porque “ponía a
dura prueba la teoría del cumplimiento del deseo” (TD, 3ª
edición, 1911, p. 317 [GW II/III, p. 476], [Amorrortu, T. V, p.
208
Jung: «Versuch einer Darstellung», op.cit., p. 416.
209
El análisis llevado a cabo por un analista formado, se declaró por pri-
mera vez como meta frente al autoanálisis considerado ahora insufi-
ciente. El hecho de que Jung pusiera en juego el análisis de aprendizaje
frente al autoanálisis freudiano introdujo la ruptura definitiva entre
ambos. Jung le achacó a Freud que estuviera atrapado en su propia
neurosis y tratara a sus discípulos como a sus hijos (Jung a Freud, carta
del 18-12-1912; FJ, op.cit., p. 594).
210
Véase la carta de Freud a Ferenczi (Viena, 13-5-1913), en Freud/Ferenczi:
Briefwechsel, Tomo I/II, Viena, 1993, p. 219 [Freud, Correspondencia,
T. III, p. 486]; así como la posterior descripción de los sucesos por parte
del mismo Maeder: Alphonse Maeder: «Persönliche Erinnerungen an
Freud und retrospektive Besinnung», en Schweizerische Zeitschrift für
Psychologie und ihre Anwendungen 15 (1956), p. 117.
138 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
Akoglaniz 139
SOÑAR CON FREUD
140 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
Akoglaniz 141
SOÑAR CON FREUD
9. La visibilidad de la represión
142 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
Akoglaniz 143
SOÑAR CON FREUD
Tira cómica húngara que Ferenczi envió a Freud con un comentario en alemán
144 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
217
En una conferencia de 1909 Ferenczi se refirió a La interpretación de los
sueños desde esta óptica. Cf. Sándor Ferenczi: «Die Psychoanalyse der
Träume», en idem: Populäre Vorträge über Psychoanalyse, Leipzig/Viena/
Zurich: Internationaler Psychoanalytischer Verlag, 1922, pp. 41-65
inicialmente aparecido en Psychiatrische Neurologische Wochenschrift,
pp. 11-13 (1910).
218
Nos limitamos aquí a los trabajos tempranos de Ferenczi sobre el sueño
aparecidos hasta la cuarta edición de 1914, que sin embargo, en la biblio-
grafía sobre este analista húngaro que ha crecido de modo exponencial, no
encontraron mucha repercusión, contrastando con la atención que desper-
tó su teoría del trauma. La bibliografía más reciente sobre Ferenczi apare-
ce detalladamente discutida en el libro de Ruth Leys: Trauma. A Genealogy,
Chicago/Londres: University of Chicago Press, 2000, pp. 120-189.
Akoglaniz 145
SOÑAR CON FREUD
219
Sándor Ferenczi: «Über lenkbare Träume», en Zentralblatt für
Psychoanalyse 2 (1912), p. 32.
220
Op. cit., p. 31.
146 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
221
Cf. Sándor Ferenczi: «Entwicklungsstufen des Wirklichkeitssinnes», en
Internationale Zeitschrift für ärztliche Psychoanalyse 1 (1913), pp. 124-
138.
Akoglaniz 147
SOÑAR CON FREUD
222
Otto Rank/Hans Sachs: Die Bedeutung der Psychoanalyse für die
Geisteswissenschaften, Wiesbaden: Bergmann, 1913, p. 11.
223
Este borramiento de la diferencia será, por otro lado, un acicate produc-
tivo para numerosos trabajos lingüísticos. Cf., entre otros, Tzvetan
Todorov: Théories du symbole, París: Seuil, 1977.
148 Akoglaniz
LA VIA REGIA Y SUS BIFURCACIONES
224
Sándor Ferenczi: «Zur Ontogenese der Symbole», en Internationale
Zeitschrift für ärztliche Psychoanalyse 1 (1913), p. 436 y ss.
Akoglaniz 149
SOÑAR CON FREUD
225
La confrontación final que, con todo, no arrojó ningún resultado real,
fue capitaneada por Ernest Jones en 1916, en su «Teoría simbólica». En
este texto, el principal enemigo era Silberer, quien junto con Jung, Maeder
y Stekel, fueron caratulados como representantes de la «escuela post-
psicoanalítica»; cf. Forrester: Language, op. cit., pp. 122-130.
150 Akoglaniz
Parte III
LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
ENTRE EL “DOCUMENTO HISTÓRICO”
Y LOS NUEVOS LENGUAJES ONÍRICOS
Akoglaniz 151
SOÑAR CON FREUD
152 Akoglaniz
Cuando en 1921 La interpretación de los sueños llegó a su
sexta edición, había pasado ya la época de una revisión a
fondo. También habían terminado las intervenciones del pú-
blico lector en el propio texto. La continuación de la teoría
estaba ahora a cargo de las publicaciones periódicas como
Imago y la Internationale Zeitschrift für Psychoanalyse, que
no tenían por qué hacerse cargo de la coherencia o densidad
de la obra de Freud.226 Tampoco obtuvieron repercusión en
el libro las modificaciones de la teoría onírica que Freud ha-
bía emprendido después de la guerra en sus colaboraciones
para las revistas, o en “Más allá del principio del placer”
(1920). La interpretación de los sueños se transformó en un
sólido monumento escrito, cuyos cambios e intervenciones
poco a poco se hicieron invisibles. Mientras que en los países
de habla alemana nuevos órganos de publicación venían a
reducir su papel, la cuestión de en qué forma habría de circu-
lar el texto cobró perentoriedad a medida que el psicoanálisis
226
Freud hizo explícita mención en las «Bemerkungen zur Theorie und
Praxis der Traumdeutung», aparecidas en la Internationale Zeitschrift
für Psychoanalyse, sobre el hecho de que la forma fija del libro le había
suscitado muchas limitaciones. De modo introductorio, dice allí: «El
azaroso hecho de que las últimas ediciones de La interpretación de los
sueños fueran realizadas con planchas de estereotipo, me obligó a po-
ner las observaciones restantes de modo independiente, que, de lo con-
trario, hubieran formado parte integrante de los cambios o hubieran
sido insertadas en el texto mismo». (GW XIII, p. 301).
Akoglaniz 153
SOÑAR CON FREUD
154 Akoglaniz
LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
Akoglaniz 155
SOÑAR CON FREUD
227
Cf. Lydia Marinelli: Psyches Kanon. Zur Publikationsgeschichte rund
um den Internationalen Psychoanalytischen Verlag, Viena: Turia + Kant,
2009.
156 Akoglaniz
LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
quinta edición (de 1918) que acusaba ahora más bien cam-
bios marginales, en cuyo prólogo se dice:
228
Freud a Ferenczi, 13-9-1924, citado según Freud/Ferenczi: Briefwechsel,
Tomo III/1, 1920-1924, compilado por Ernst Falzeder und Eva Brabant,
Viena, 2003, p. 247 [S. Freud, Correspondencia, T. IV, Biblioteca Nue-
va, Madrid, 1999, p. 557].
Akoglaniz 157
SOÑAR CON FREUD
158 Akoglaniz
LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
Akoglaniz 159
SOÑAR CON FREUD
160 Akoglaniz
LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
231
Cf. Freud a Abraham A. Brill, carta del 26-2-1911; Freud Collection,
Library of Congress, Washington.
Akoglaniz 161
SOÑAR CON FREUD
232
Freud a Jankélévitch, carta del 13-4-1911; Freud Collection, Library of
Congress, Washington.
162 Akoglaniz
LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
233
Freud a Jankélévitch, carta del 28-6-1920, Freud Collection, Library of
Congress, Washington.
234
Sigmund Freud: The Interpretation of Dreams, traducido por Abraham
A. Brill, Londres: George Allen & Co, 1913. Acerca de las traducciones
tempranas al ingles en general puede consultarse la obra de N. G. Hale,
Jr.: Freud and the Americans. The Beginning of the Psychoanalysis in
the United States, N.York: Oxford University Press, 1971, p. 250 y ss.
Akoglaniz 163
SOÑAR CON FREUD
164 Akoglaniz
LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
Akoglaniz 165
SOÑAR CON FREUD
239
Hale hace una breve referencia a estas críticas; op. cit., p. 276.
166 Akoglaniz
LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
Akoglaniz 167
SOÑAR CON FREUD
241
Sigmund Freud: Interpretations of Dreams, traducido por Abraham A.
Brill, 3ª edición revisada, Londres/N.York: Macmillan, 1932, p. 383.
168 Akoglaniz
LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
242
Op. cit., p. 336.
Akoglaniz 169
SOÑAR CON FREUD
170 Akoglaniz
LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
Akoglaniz 171
SOÑAR CON FREUD
246
Una apreciación semejante se justificaba también en contra de la Stan-
dard Edition. La traducción de James Strachey presentada en 1953, que
no sólo completaba provisoriamente el original, sino que pretendía de
manera creciente suplantarla, encontró un nuevo rival en la nueva tra-
ducción de la edición de 1899, que innova con numerosos cambios de
terminología y estilo. Cf. The Interpretation of Dreams, traducido por
Joyce Crack, Oxford: Oxford University Press, 2000.
172 Akoglaniz
Parte IV
POSTSCRIPTUM
La interpretación de los sueños en la actualidad
Akoglaniz 173
SOÑAR CON FREUD
174 Akoglaniz
Quien tome hoy día en sus manos una edición cualquiera
de La interpretación de los sueños, difícilmente se dé cuenta
de su agitada historia, ya que todavía se carece de una edi-
ción histórico-crítica. La Standard Edition inglesa, que en lo
esencial sigue a la octava edición (1930), es también el fun-
damento para la mayoría de las ediciones posteriores en ale-
mán. Paralelamente, existen en inglés reediciones de la tra-
ducción de Brill, sobre la que se habló en el capítulo anterior,
dado que abría una línea propia en la historia de la recepción
del libro. El intento de mayor alcance hasta ahora por docu-
mentar los distintos estadios textuales lo representa el tomo
II de la Studienausgabe [Edición de estudio] que data de los
años 70. El mérito de la misma consiste en hacer visibles las
numerosas modificaciones del texto y en datarlas; sin embar-
go, como los propios responsables de la edición lo reconocen,
esto no pudo hacerse siempre de modo sistemático y siguien-
do criterios uniformes.247
Quien desee emprender una comparación detallada de las
múltiples ediciones, advertirá rápidamente que no todos los
agregados están correctamente fechados en esta Studienaus-
gabe. A manera de ejemplo, digamos que en el segundo capí-
247
Cf. «Introducción para la edición», SA II, p. 15. Un problema organizativo
lo representan las numerosas modificaciones de frases y cambios de lugar
de párrafos completos desde la tercera edición (1911), que no pueden
reproducirse simplemente con agregados entre corchetes.
Akoglaniz 175
SOÑAR CON FREUD
248
SA, II, p. 125. Cf. nuestro Capítulo 8.
176 Akoglaniz
POSTSCRIPTUM
Akoglaniz 177
SOÑAR CON FREUD
178 Akoglaniz
POSTSCRIPTUM
250
Sigmund Freud a Georg Groddeck, Viena, 21-12-1924, en Freud/
Groddeck: Briefe über das Es, editado por Margaretha Honegger,
Wiesbaden, 1974, p. 76 [Freud, Correspondencia, T. IV, Biblioteca Nueva,
Madrid, 1999, p. 569].
Akoglaniz 179
SOÑAR CON FREUD
180 Akoglaniz
Apéndice
FUENTES PARA LA HISTORIA DE
LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
Akoglaniz 181
SOÑAR CON FREUD
182 Akoglaniz
DOCUMENTO 1
Alexander Freud:
La interpretación de los sueños
251
Festschrift «Professor Alexander Freud Symposium» del 22 y 23 de
abril de 1893, editado por Verein der Tarifeure /Internationaler Verband
der Tarifeure, Viena, 1993; Ernst Seidler/Alexander Freud: Die
Eisenbahntarife in ihren Beziehungen zur Handelspolitik, Leipzig:
Duncker und Humboldt, 1904.
Akoglaniz 183
SOÑAR CON FREUD
184 Akoglaniz
FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
Akoglaniz 185
SOÑAR CON FREUD
1900
OBSERVACIÓN PRELIMINAR
186 Akoglaniz
FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
Akoglaniz 187
SOÑAR CON FREUD
188 Akoglaniz
FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
B) Sueño
Un amigo, el Dr. H., reconocido abogado, me cuenta el
siguiente sueño:
H. se encuentra en la alta montaña, pero dentro de un
cuarto suficientemente confortable, por ejemplo en un refu-
gio alpino elegantemente instalado. Está vestido como un tu-
rista. La mesa está servida y él se halla cenando pero sin
sentirse saciado. La camarera aparece trayendo libros y re-
vistas puestos sobre cuencos y platos de diferentes formatos.
El servicio con textos de todo tipo no cesa. H. se asombra de
que él pueda digerir tanta cantidad de impresos. La esposa
está a su lado y le dice: “Sigue leyendo tranquilo”.
Análisis e interpretación: H. concede que se la pasa leyen-
do, mientras come, bebe y está acostado. Durante cada co-
mida toma consigo varios periódicos, libros, prospectos, ho-
rarios de viajes, etc. Su esposa trata de motivarlo a leer me-
nos y dedicarle más atención a la comida. El cumplimiento de
un deseo es también aquí evidente. Aquí está latente el deseo
de un buen día no tener que dedicarse a comer, sino solamen-
te a leer. En el sueño se favorece ese hecho con las palabras:
“¡Sigue leyendo!”.
H. se ve en el sueño sobre la cima de una montaña vestido
como turista. H. es un turista insaciable, al que su mujer fre-
na en su pasión por las montañas. El sueño también satisface
ese deseo.
Llamativa es la generosidad de este sueño; en él se conce-
de todo al mismo tiempo. Como reza el dicho popular: “El
chocolate es apetecible, el ajo también; ¡qué bueno tiene que
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SOÑAR CON FREUD
3) El sueño de Emma
En la noche del 31 de diciembre de 1899 al primero de enero de 1900.
Es la Noche Vieja. Emma está en “KAPUZNITZ”, un lugar
que, según garantiza el sueño, es muy conocido. Ella, sin
embargo, no reconoce bien el sitio. Es atendida de un modo
excelente. Y la gente al dirigirse a ella la llama Conde Thun.
Se le ocurre que el Conde Thun es, sin embargo, llamativa-
mente alto y se da cuenta de que no está sentada bastante
recta, por lo que se queda completamente tranquila. Aquí
descubre a un miembro de la familia, quien con su mujer atien-
de al público.
Historia previa: La señorita Emma es una dama de mi
amistad de la mejor sociedad. El sueño relatado antes se dio
en la Noche Vieja de 1899 a 1900. Un gruñón miembro de la
familia [que también se llama Alexander] se venía mostran-
do insolente especialmente con las damas con sus salidas agre-
sivas, así como lo había hecho en años anteriores para la
misma ocasión. Para huir del asedio pretendidamente gracio-
so que se repetía cada año, Emma le había ocultado que otra
vez en esa oportunidad se celebraría una fiesta de Noche Vie-
ja. Contaba con develar ese secreto solamente un día antes.
Análisis: Es Noche Vieja. Emma está en KAPUZNITZ, un
sitio muy afamado, como sostiene el sueño. Como suele ha-
cerlo con frecuencia, Emma desea viajar hacia Strakonitz,
un lugar que conoce muy bien, en Bohemia. También el día
anterior esa intención se le había presentado de modo ince-
sante. Determinante para esa situación de la vigilia era, por
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
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SOÑAR CON FREUD
4) Sueño
Llego a un vestíbulo en el que cuelgan innumerables abri-
gos. Allí encuentro sobre todo capas femeninas representa-
das (“vertreten”) en todas sus formas. No me atrevo a entrar
a la sala a causa de un defecto en mi calzado que en el sueño
me aparece muy evidente. El Dr. Königstein me tranquiliza
diciendo que no se ve nada. Oculto astutamente el defecto,
mientras digo en voz alta: “Mundus vult decipi”.253
Historia previa: El sueño se vincula con un hecho des-
agradable anterior. Sintiendo un dolor de cabeza, había ido,
sin embargo, a visitar a mi hermano, pero por los abrigos que
percibí en el vestíbulo, supe que había otros invitados y me
fui sin haber pasado (getreten) a la sala. Luego me echaron
en cara, con razón, que los huéspedes podían haber creído
que me había ido por su causa, lo que naturalmente no era el
caso.
Análisis: El sueño me conduce a una situación similar. Llego
al vestíbulo, veo que hay visitas y quiero entrar. Un defecto en
mi calzado me detiene; entre los abrigos veo especialmente
representadas (“vertreten”) capas femeninas. La palabra
“vertreten” [re-presentadas; demasiado presentadas] se liga
con el problema del calzado: “los zapatos están torcidos” (“ver-
treten”) [re-torcidos; muy usados = impresentables], es un giro
muy común. ¿Es claro por qué el sueño ha elegido justamente
esta falta de mi aspecto? Porque era entonces común decir que
salía con una “bota” [“Stiefel”] para el que hablaba tonte-
rías.254
El Dr. Königstein me asegura: “No se ve nada”. El Dr. K. es
un muy estimado amigo de la familia, especialmente de mi her-
mano Sigmund. Es oculista. Cuando dice: “No se ve nada”, es
porque realmente no se ve nada; por eso puedo irme tranquilo.
253
«El mundo quiere ser engañado».
254
Alusión a un dicho vienés de la época: «einen Stiefel daherreden» que
significaba «hablar sin sentido».
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
5) Sueño
A cierta dama de mis relaciones agradezco este sueño que
debido a los números que en él intervienen no deja de tener
interés.
La Señora A. juega al Tarot con su hijo, su yerno y el Dr.
M. Tiene en la mano solo cuatro Reyes y dos Jacks [Valets],
y se queja de que no le llegue el quinto Rey. Aunque se empe-
ña, pierde mucho dinero, lo que sin embargo no la aflige de-
masiado. Se hacen las once y media, mientras ella nota que
comete más errores en el juego.
Análisis: Durante el juego, la Señora A. tiene en sus ma-
nos cuatro Reyes y dos Jacks. Ese es su fuerte en el juego y en
la vida: los cuatro Reyes son sus yernos, los dos Jacks sus dos
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SOÑAR CON FREUD
31/12/1899.
194 Akoglaniz
DOCUMENTO 2
255
Andreas Mayer: «Introspective Hypnotism and Freud´s Self-Analysis:
Procedures of Self-Observation in Clinical Practice», en Revue d´histoire
des sciences humaines 5, (2002), pp. 171-196,
256
Franz Alexander/Sheldon Selesnick: «Freud-Bleuler Correspondence»
en Archives of General Psychiatry 12 (1965), pp. 1-9.
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SOÑAR CON FREUD
196 Akoglaniz
FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
CARTA 1
Prof. Bleuler
Burghölzli
Zurich, 9-VI-05.
Al Prof. Dr. Sigmund Freud
Etimado259 Colega:
Gracias a un ataque de reuma tuve oportunidad de leer en
estos días su Teoría sexual260 & El chiste.261 Me habría gus-
tado que el primer texto fuese más detallado. De todos mo-
dos, creo que leo todo lo suyo con mucha atención. Sin em-
bargo, en este caso me siento un poco perdido. Me faltan las
pruebas que en las otras publicaciones resultaban tan con-
vincentes. La indicación de que el análisis posterior a la “neu-
rosis” daría esto & esto otro, no es suficiente para demostrar
en qué se basa realmente esa concepción, & lo que parece
realmente importante: cómo la entiende usted. Ante la caren-
cia absoluta en nuestra lengua de expresiones psicológicas
precisas, esto último sólo puede ser mostrado con ejemplos.
259
[En el original se lee Hohverehrter, en lugar de Hochverehrter] Por las razones
adoptadas arriba, los errores presentes en las cartas se han mantenido.
260
S. Freud: Drei Abhandlungen zur Sexualtheorie [1905], en GW V, T. 27, pp.
33-145. [Tres ensayos de teoría sexual, Amorrortu, T. VII, pp. 109-222.]
261
S. Freud: Der Witz und seine Beziehung zum Unbewußten [1905], en
GW VI. [El chiste y su relación con lo inconciente, Amorrortu, T. VIII.]
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SOÑAR CON FREUD
262
Freud cita en Der Witz und seine Beziehung zum Unbewubten [El chiste
y su relación con lo inconciente] en numerosos pasajes los trabajos del
filósofo Theodor Lipss (1851-1914), quien caracteriza al chiste como
apelación consciente de la comicidad. (Cf. Theodor Lipps: Komik und
Humor, Hamburgo/Leipzig: Voss, 1898).
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
CARTA 2
Prof. Bleuler
Burghölzli
Zurich, 9-X-05.
Al Prof. Dr. Sigmund Freud
Berggasse 19
Viena IX
Estimado Colega:
Si bien reconocí a la primera lectura que su Interpretación
de los Sueños era correcta, es muy raro que pueda interpretar
mis propios sueños. La mayoría de las veces sueño tan
caóticamente que me resulta imposible transcribirlo en pala-
bras & conceptos de la vigilia. Si sueño algo coherente, rara
vez encuentro la clave; tampoco mis colegas que se están en-
trenando en el asunto, y ni siquiera mi esposa, que tiene una
inclinación innata para la psicología, puede dar en la tecla.
Ante tales circunstancias, me perdonará si me dirijo direc-
tamente al maestro; naturalmente no con la esperanza de que
me resuelva todo, sino pensando en la posibilidad de que con
algunos indicios me muestre el camino para que pueda en-
contrar la solución.
Si le parece una demanda irracional e imprudente, lo en-
tenderé; en ese caso, le pediría que tenga la amabilidad de
reenviarme mis escritos sin necesidad de explicación. Caso
contrario, me sentiría muy inclinado a responder cualquier
pregunta de su parte, si bien creo que ya he escrito todo lo
que sabía, o, dicho de otra manera, lo que puedo escribir.
Los tres sue o mejor dicho los cuatro sueños son todos de
la misma noche. El orden lo había olvidado a la mañana y no
podría decirlo ni por aproximación.
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SOÑAR CON FREUD
CARTA 3
Prof. Bleuler
Burghölzli
Zurich, 14-X-05.
Honorable Colega:
Muchas gracias por el trabajo que se toma con mi inepti-
tud. A modo de shock le mando de entrada algunas observa-
ciones, aunque no las pueda utilizar hasta que yo no haya
avanzado un poco con el análisis.
No es cierto que no pueda analizar nada de mis sueños;
he podido interpretar completamente el sentido de algunos.
Con la mala suerte, sin embargo, de que la explicación que
me parece plausible es seguramente falsa, ya que se refiere
a un acontecimiento que se produjo recién después del sue-
ño. En una oportunidad expuse mi sueño ante los médicos
asistentes y ante mi esposa. Sucedió que conmigo presente
no se avanzaba para nada. Se me pidió entonces que saliera
de la habitación, & cuando regresé el sueño había sido in-
terpretado, pero no se correspondía en absoluto con lo que
yo pensaba: estaba claro que se habían mezclado los com-
plejos de mi mujer, que había llevado la voz cantante en el
análisis. Eso fue al principio. No volvimos a repetir esos
lapsus. Cuando un análisis o parte de él no está del todo
claro, según nuestra experiencia es el soñante quien debe
reconocer si la cosa es acertada o no: “¡La interpretación
dio en el clavo!”.
Naturalmente, la modalidad de tomar notas no se corres-
pondía con el análisis desarrollado. Me pareció más conve-
niente dejar librada la explicación del sueño a lo experimen-
tado durante el día. Por otro lado, debo admitir que con los
sueños con los que no puedo avanzar, sigo la dirección que
me indica el propio material.
La relación con su teoría todavía no ha encontrado la co-
yuntura apropiada. Ya sea porque está esencialmente incom-
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
CARTA 4
Prof. Bleuler
Burghölzli
Zurich, 17-X-05.
Honorable Colega:
Acabo de releer sus “Tres ensayos”. Sigo creyendo que mi
resistencia a las deducciones individuales no es una resisten-
cia emocional. En casos similares frente a similares deduc-
ciones me comportaría de la misma manera. Lo que me sigue
faltando es el material del que usted extrae sus conclusiones.
Naturalmente me lo imagino como empresa gigantesca. No
sé, sin embargo, si usted puede imaginarse cuán pocos con-
ceptos maneja un médico corriente. Por eso a veces me resul-
ta imposible ejercer la crítica en muchos pasajes; & en el
caso de algunos detalles por el momento no puedo hacer con-
fluir sus deducciones con mi propia experiencia. Experien-
cias con los otros no tengo demasiadas. Sin embargo, conoz-
co mi propia sexualidad desde que jugaba bajo de la silla de
la niñera. En mi caso no hubo represión, algo que se adapta
muy bien a su punto de vista. Y a esto quiero agregar que no
he encontrado en mí rastros naturales ni inculcados de resis-
tencia a la sexualidad, & que mis recuerdos llegan hasta los
tres años. Así, me acuerdo perfectamente de cuando me chu-
paba el pulgar; pero las sensaciones eran muy diferentes a
las sexuales. Por lo tanto, para mí, a pesar de sus explicacio-
nes y de las de otros, no existe ninguna evidencia que chupar-
se el pulgar tenga que ver con la sexualidad y no con la pulsión
de alimento. No digo que chuparse el pulgar no implique algo
sexual, cosa que sospeché en mi infancia, pero para mí este
punto de vista el a menos incierto. Ahora bien, segura-
mente usted tiene las comprobaciones en su mente, si bien no
están en la mía. Como verá, si tuviese que objetar algo a esta
obra sería su brevedad; & me encantaría leer más sobre el
asunto. Sé muy bien hasta qué punto es una larga tarea
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SOÑAR CON FREUD
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
CARTA 5
5-XI-05.
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
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SOÑAR CON FREUD
CARTA 6
Prof. Bleuler
Burghölzli
Zurich, 28-XI-05.
Al Prof. Dr. S. Freud
Berggasse, Viena
Estimado colega:
Muchas gracias por su análisis sobre la histeria.264 Todos
aquí lo devoramos con voracidad & es un logro completa-
264
S. Freud: Bruchstück einer Hysterie-Analyse [1905], GW V, pp. 161-286.
[Fragmento de análisis de un caso de histeria, Amorrortu, T. VII, pp. 1-108.]
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
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SOÑAR CON FREUD
CARTA 7
Prof. Bleuler
Burghölzli
Zurich, 28-I-06.
212 Akoglaniz
FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
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SOÑAR CON FREUD
214 Akoglaniz
DOCUMENTO 3
267
Alphonse Maeder: «Essai d´interprétation de quelques rêves», en Ar-
chives de psychologie 6 (1907), pp. 354-375.
268
Sigmund Freud/Ludwig Binswanger: Briefwechsel 1908-1938 (1992),
editado por Gerhard Fichtner, Francfort: Fischer, pp. 40-47.
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SOÑAR CON FREUD
269
Cf, Freud a Ferenczi; carta del 10-10-1910, en Sigmund Freud/Sándor
Ferenczi: Briefwechsel 1908-1911, Tomo IV, op. cit., p. 315. [Corres-
pondencia 1909-1914, T. III, Biblioteca Nueva, Madrid, 1997, p. 209.]
270
Alphonse Maeder: «Psychologische Untersuchungen an Dementia
praecox-Kranken» en Jahrbuch der Psychoanalyse 2, I. Mitad (1910),
pp. 185-245.
271
Freud a Maeder, Viena, 9-10-1910, Library of Congress.
272
Alphonse Maeder: «Lettres à Sigmund Freud», en Le Bloc-Notes de la
psychanalyse 8 (1988), pp. 219-226.
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
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SOÑAR CON FREUD
CARTA 1
Prof. Dr. Freud,
Viena, IX
Berggasse 19
20-4-11
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
Cordialmente
Freud
CARTA 2
Zurich, 11-X-12
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SOÑAR CON FREUD
278
Samuel Jankélévitch (1896-1951) había nacido en Odessa, se recibió de
médico en París y tradujo muchos trabajos de Freud al francés; cf.
Capítulo 11.
279
Emmanuel Régis: Précis de psychiatrie, París, 4ª. Edición: O. Doin, 1909.
280
Alphonse Maeder: Psychoanalyse und Pädagogik (Berner Seminarblätter,
6. Año, Parte 10-12), 1912.
220 Akoglaniz
FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
281
Carl Gustav Jung: Wandlungen und Symbole der Libido. Beiträge zur
Entwicklungsgeschichte des Denkens, Leipzig/Viena: Deuticke, 1912.
Akoglaniz 221
SOÑAR CON FREUD
282
En este diario apareció el 2-1-1912 un informe sobre la conferencia de
Max Kesselring titulada «Über die Theorie und Praxis des Wiener
Psychologen Freud», que desencadenó toda una serie de misivas polé-
micas, entre las que se encontraba una de Fritz Marti. Cf. Sigmund
Freud/Ludwig Binswanger: op.cit., p. 92. Para esta controversia, puede
consultarse el libro de Henri F. Ellenberger: Die Entdeckung des
Unbewußten, op.cit., pp. 1086-1092.
283
Hanns Sachs: «Traumdeutung und Menschenkenntnis», en Jahrbuch
für psychoanalytische und psychopathologische Forschungen 3 (1912),
pp. 568-587.
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
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SOÑAR CON FREUD
CARTA 3
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
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SOÑAR CON FREUD
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
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SOÑAR CON FREUD
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
Maeder
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SOÑAR CON FREUD
DOCUMENTO 4
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
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SOÑAR CON FREUD
“SUEÑO Y POESÍA”
234 Akoglaniz
FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
Akoglaniz 235
SOÑAR CON FREUD
288
Cf. las explicaciones dadas por Freud en las primeras páginas de su
Traumdeutung, p. 4 y ss.
236 Akoglaniz
FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
Akoglaniz 237
SOÑAR CON FREUD
290
La épica medieval en el alto-alemán, muy rica en sueños, utiliza con
predilección esta particularidad del sueño que también se encuentra en
el poeta romano Claudius, cuando sostiene: «Omnia quae sensu
volvuntur rota diurno petore sopito reddit amica quies» (Riese:
Anthologia Latina II, 1, T. II, p. 105).
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
Akoglaniz 239
SOÑAR CON FREUD
291
Comunicación de Winterstein en Zentralblatt für Psychoanalyse II, p.
192.
240 Akoglaniz
FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
…………..y si Endimión,
(a quien Luna, para besarlo sin prisa,
Le otorgó bellos sueños) durante un millón
De años solares yacía siempre en dulces sueños
Y soñaba que gozaba en la mesa de los dioses
Con Júpiter, mientras amaba a las diosas.
……………
¿Dime, quién confesaría sin avergonzarse
Que deseaba ser Endimión?
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
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SOÑAR CON FREUD
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
…Los sueños,
No crean los deseos,
Sino que despiertan los que ya existían;
Pues lo que ahora la mañana ahuyenta,
Se encontraba en ti como oculto germen.
…En el sueño,
Que engendramos como goce secreto,
Sin confesar el deseo, el miedo, la nostalgia,
Por pasiones que son desconocidas a la luz del día,
Y que son nuestras aunque las neguemos.
(“Godiva”).
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
293
Compárese junto con las obras de Hans Sachs los poemas oníricos de
Hampe y Nagele y en la lírica especialmente los poemas de Klaiber.
Véase la interesante compilación «Träume in Dichtungen» en
Kunstwart XX, p. 4.
294
Véase Die Traumdeutung, 7ª. Edición, p. 299.
Akoglaniz 253
SOÑAR CON FREUD
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
PALADIA:
La noche pasada me vi nadar en el mar;
Y delante de mí nadaba en el surco con luz que me cegaba
Un bulto titilante: una campana
De rosada sangre que lanzaba destellos etéreos
Y parecía repicar… entonces se elevó
En forma de acantilado el agua tersa
Y la caída de la Nereida cortó férrea
Frente a mí esa forma, desgarrándola
Y yo en mi cuerpo femenino
–Vedlo– sentí la caliente punzadura del dolor.
MAGDALENA:
¿Despertaste acaso?
PALADIA:
No aún. Fui elevada
De un sueño profundo a uno más ligero
Y volví a nadar y ante mí casi
En el horizonte, pero siempre visibles, flotaban
Dos campanas, una como la otra, tierna
Pero flameantes, y surcaban ante mí
Hacia la espuma aérea infinita
De luz, hasta que desperté, agotada
Y con el asombrado dolor, que
Ahora al subir me recordó
Mi sueño y no sé qué más.
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SOÑAR CON FREUD
MAGDALENA:
¿Dónde se situaba ese dulce dolor?
(Ella posa su mano en el pecho de Paladia)
¿Acaso sientes
También latir suavemente los tiernos pechos
Separándose de ti para acercarte al otro?
Dos son uno; y para que la cuenta concuerde,
Será (Serás??) de uno, dos: muchacha.
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
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SOÑAR CON FREUD
262 Akoglaniz
FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
299
Kant en su Antropología denomina al sueño poesía involuntaria.
300
Cf. los versos de Hebbel: «Al sueño más largo lo acompaña,/ El senti-
miento escondido,/ De que no significa nada,/ Y, sin embargo, es tan
agobiante.
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301
Cf. para este punto el trabajo firmado por Rank/Sachs titulado Die
Bedeutung der Psychoanalyse für die Geisteswissenschaften, Cap. V.
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
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SOÑAR CON FREUD
268 Akoglaniz
FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
Akoglaniz 269
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304
El libro de Erich Wulfffen titulado Shakespeare’s Hamlet, ein
Sexualproblem (Berlín, 1913) debe ser dejado de lado en función de su
pobre y errónea simplificación de la teoría psicoanalítica.
270 Akoglaniz
EL SUEÑO Y EL MITO*
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
305
Según la traducción de L. y. Schröder en su obra Mysterium und Mimus
im Rigveda, p. 260.
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274 Akoglaniz
FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
Akoglaniz 275
SOÑAR CON FREUD
309
El deshollinador de Bergen canta: «A la mañana la primera cosa/ Es
limpiarle a la abadesa la cosa».
276 Akoglaniz
FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
Akoglaniz 277
SOÑAR CON FREUD
311
Un análisis detallado de esta serie de cuentos de hadas podría servir
para demostrar que las pruebas impuestas al héroe que revelan fuerza
física (arrojar la jabalina, comer y beber en demasía, correr más rápido
que lo que vuelan los pájaros) se encaminan a establecer que el competi-
dor más joven posee mayor potencia que la figura paterna.
278 Akoglaniz
FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
Akoglaniz 279
SOÑAR CON FREUD
312
Padre proviene de una raíz PA, que no significa «engendrar», sino «pro-
teger», «sostener», «alimentar». El padre como progenitor se dice en
sánscrito GANITAR (en latín: «genitor»); en Max Müller: Essays, II,
Leipzig, 1869, p. 20 (de la edición alemana).
280 Akoglaniz
FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
313
Los cuentos de hermanos se hallan tan extendidos y son tan importan-
tes para el estudio de los mitos que Georg Hüsing los ha declarado el
«Urtypus» (tipo primigenio) de toda formación mítica. Hartland, por
su parte, ha establecido en una obra en tres volúmenes los paralelos
entre los cuentos de hermanos bajo el título de The Legend of Perseus.
Akoglaniz 281
SOÑAR CON FREUD
314
Véanse aquí las sagas egipcias de Osiris y Bata; cf. al respecto el libro de
Rank/Sachs, op.cit., Cap. II.
282 Akoglaniz
FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
315
Cf. Rank: «Das Inzestmotiv», 1912, IX, 1; y Lorenz en Imago II, (1913),
pp. 22 y ss.
Akoglaniz 283
SOÑAR CON FREUD
284 Akoglaniz
FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
317
Los sueños que aparecían hacia la mañana eran considerados verdade-
ros.
318
Si bien el contenido del sueño referido aquí parece vincularse exacta-
mente con lo expuesto, no debe omitirse tampoco que evidentemente
proviene de otro contexto (su surgimiento tendría que ver con un anti-
guo oráculo), y, por lo tanto, en su origen pudo tener otro significado.
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SOÑAR CON FREUD
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
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FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
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Cf. el sueño de Thyri deseando fertilidad, que significa una sustitución
de la exigencia sexual. No debe quedar aquí sin mencionar que la verda-
dera significación de la fertilidad encuentra en una segunda versión de la
misma leyenda una manifestación muy diferente y todavía más intere-
sante. En este segundo caso Thyri todavía no se ha casado, pero pone
como condición a su futuro marido lo siguiente: debe construir una
casa, donde antes no hubiera nada, y deben pasar tres noches en ella
prestando atención a lo que él sueñe. Él tiene entonces tres sueños, en el
que aparecen tres bueyes en cada uno, oído lo cual Thyri, entendiendo
que habrá un período de pobreza por tres años, hace llenar los graneros
para prevenirse. Henzen, que aquí alude con razón al relato bíblico del
sueño del faraón sobre las siete vacas gordas y las siete flacas, sostiene
que «en la base de ello se halla una concepción indo-germánica por la
que la fuerza de regeneración de la naturaleza se coloca preferentemente
bajo la figura del toro, mientras que la fertilidad de la tierra corresponde
a la de la vaca». (cf. en sánscrito la palabra GANS significa «vaca» y
«tierra»). Así también podría decirse que el sueño del faraón tiene en su
base un deseo por la fertilidad humana como fantasía de potencia. La
condición particular de la casa nueva en el sueño de Thyri así como del
lugar de su construcción, que podría entenderse como un verdadero
rito ceremonial (la intangibilidad del sitio, del lecho en el que nadie ha
dormido antes, de la ropa que debe hallarse intocada), parecería remitir
a la virginidad de la joven esposa. Todavía hoy domina la creencia de
que el primer sueño se verá cumplido si es soñado en un nuevo lugar.
Akoglaniz 289
SOÑAR CON FREUD
290 Akoglaniz
FUENTES PARA LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
323
Véase también, S. Freud: «Aus der Gechichte einer infantilen Neurose»,
Sammlung kleiner Schriften zur Neurologie, 4ª. Serie, 1918.
Akoglaniz 291
SOÑAR CON FREUD
292 Akoglaniz
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN .................................................................. 9
2. Escritura inconsciente:
el análisis de los sueños por correspondencia .................. 40
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SOÑAR CON FREUD
1. Alexander Freud:
La interpretación de los sueños ................................ 183
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296 Akoglaniz