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Ballet Giselle

Nombre: Marcela Alvarado Pereira.

1. Describa 3 (tres) momentos de la obra que para Ud. sean destacables (desde lo


emocional, técnico e interpretativo)

En el minuto 48:37, es una de las escenas de este ballet donde la interpretación me


parece lo mas destacable, donde la bailarina es capaz de transmitir su locura y
desesperación a la perfección, solo con sus movimientos y danza, además sin duda su
expresión facial juega un rol importante. Aquí se demuestra que la danza es un arte
integral donde la interpretación juega un rol crucial.

En la hora 1:07:41, es una de mis partes favoritas donde se destaca la técnica en


conjunto, donde se demuestra que todas las bailarinas tienen una preparación
profesional. además, que, coreográficamente hablando, la figura que logran formar, en mi
opinión, se aprecia visualmente muy armónica.

Finalmente, me quedo con la hora 1:24:20, donde Svetlana Zakharova demuestra todo su
talento en cuanto a lo técnico, se logra apreciar en su máxima expresión en la parte del
adagio específicamente en el penché, donde sus movimientos son tan perfectos que
pareciera que no le costara nada realizarlos. Y, por otra parte, en la interpretación que
realiza logra entregar su mensaje.
2. Investigue una breve biografía (máximo una plana) sobre el coreógrafo de esa
versión del ballet
Jean Coralli , nombre original completo Giovanni Coralli Peracini , (nacido el 15 de enero
de 1779 en París , Francia; fallecido el 1 de mayo de 1854 en París), bailarín y coreógrafo
francés que fue maestro de ballet de la Ópera de París y que, con Jules Perrot, creó
el ballet romántico Giselle .
Coralli recibió su formación inicial en París de manos de Pierre Gardel o Jean-François
Coulon e hizo su debut en la Ópera de París en 1802. En 1806 – 07 produjo cinco ballets
en la Ópera de la Corte de Viena, y en 1808 fue nombrado bailarín principal de La
Scala de Milán. Permaneció allí como bailarín principal hasta 1815, apareciendo en ballets
de los coreógrafos italianos más célebres de la época: Salvatore Viganò , Gaetano Gioja y
Pietro Angiolini. Bailó en Lisboa en 1820 y entre 1824 y 1825 regresó brevemente a Milán,
donde representó cuatro ballets.
Coralli pasó el resto de su carrera en París. En 1825 se convirtió en maestro de ballet en
el Teatro Porte-Saint-Martin, una casa administrada comercialmente con reputación
de escenario alternativo para la danza . Hasta 1829 produjo allí 10 ballets, así como bailes
incidentales para dramas. Entre sus ballets se destacan Monsieur de
Pourceaugnac (1826), basado en la comedia de Molière ; Gulliver ,
una adaptación de la sátira de Jonathan Swift ; La Visite à Bedlam (1826), en la que el
bailarín cómico Charles-François Mazurier interpretó a un maestro de danza que participó
en cada parte de un ballet interpolado; La Neige(1827), que presentaba una novedosa
escena de patinaje sobre hielo que hacía uso de patines; y Léocadie (1828), que dio a los
parisinos la primera visión del virtuoso bailarín Jules Perrot . En 1829 Coralli dejó París
para un breve compromiso en Viena, donde en 1830 produjo un ambicioso
ballet, Childerich, Rey de los francos,
En 1831, tras la privatización de la Ópera tras la Revolución de 1830 , Coralli sucedió a
Jean-Louis Aumer como maestro de ballet, cargo que ocuparía hasta 1850. Su
nombramiento coincidió con la fase más brillante del ballet romántico y, aunque nunca
compuso para la reconocida Marie Taglioni (que bailaba exclusivamente en los ballets de
su padre), cuatro de los nueve ballets que produjo durante su compromiso fueron creados
para su gran rival,Fanny Elssler , y otros dos fueron creados paraCarlotta Grisi . Para
Elssler produjo el ballet La Tempête (1834), en el que, en su debut en París, su atractivo
sensual y su intrincado juego de pies la establecieron como
la antítesis del etéreo Taglioni. A esta producción le siguió Le Diable boiteux (1836), una
versión brillantemente escenificada de la novela de Alain-René Lesage , en la que
presenta su célebre baile de personajes, la cachucha . En una vena más ligera, La
Tarentule (1839) le dio margen para su don de comedia.
En 1841, cuando Taglioni y Elssler abandonaron París, Coralli comenzó a trabajar con
Grisi en un ballet que ahora es universalmente considerado como un
clásico. Giselle . Aunque atribuido únicamente a Coralli, quien en su calidad oficial
supervisó la producción, la mayor parte de su acción principal fue organizada por Jules
Perrot , cuya aportación no pudo ser reconocida oficialmente porque no estaba en la
nómina de la Ópera de París. Sin embargo, la coreografía de La Péri (1843), que dio a
Grisi un segundo triunfo, fue enteramente de Coralli. Además de estos ballets, Coralli
también organizó divertimentos para muchas óperas, incluida la impresionante ópera-
ballet La Tentation (1832).
3. Investigue una breve biografía (máximo una plana) sobre el compositor musical
del ballet.
Adolphe Charles Adam; París, 1803. Fue un Compositor francés. Aunque dedicó
prácticamente todos sus esfuerzos creativos al género operístico, su obra más recordada
fue un ballet, Giselle (1841), paradigma del género en la Francia del siglo XIX.
Hijo del pianista y compositor Jean Louis Adam, fue éste quien le dio sus primeras
lecciones musicales, ampliadas después en el Conservatorio de París con François-
Adrien Boïeldieu. La influencia de este músico sería decisiva en su formación, sobre todo
en lo que respecta a la composición para el teatro, terreno en el que obtendría sus
mayores triunfos. En 1827 empezó a componer "vaudevilles" para varios teatros y en
1829 estrenó, en la Opéra Comique, la opereta en un acto Pierre et Catherine. Sin duda
su más exitosa ópera fue Le postillon de Longjumeau (1836), aún hoy vigente en el
repertorio francés por la frescura de su inspiración melódica y su característico tono ligero,
que más tarde retomaría y desarrollaría Jacques Offenbach en sus operetas.
La ópera cómica en tres actos Si j’etais roi (Si yo fuera rey, 1852) es otro de sus títulos
más apreciados. Su libreto, obra de d'Ennery y Brésil, es la transformación de un cuento
árabe de Las mil y una noches.
Escrita en poco más de dos meses, Si yo fuera rey obtuvo grandísimo éxito y siguió
siendo de repertorio durante casi cincuenta años. Esto es debido no sólo a la vivacidad de
algunas arias bien logradas, sino también al argumento, desarrollado por el libretista con
cierta habilidad, y al hechizo del exotismo, elemento entonces nuevo en la música y que
había sido inaugurado por Felicien David con su oda-sinfonía El desierto. Hablar de color
local a propósito de Si yo fuera rey sería exagerado, pero el músico obtuvo efectos de
ritmo y de color instrumental nuevos y eficaces en el género ligero de la ópera cómica. De
ello puede dar una ligera idea la popularísima "Introducción", que resume los mejores
momentos de la ópera.
Entre las restantes obras suyas son dignas de recuerdo Le châlet (1834), La reine d'un
jour (1839), Cagliostro (1844) y Le toréador (1849); de sus ballets destacan Faust (1832) y
el ya citado Giselle (1841). Amigo de su colega y compatriota Hector Berlioz, Adolphe
Adam también alcanzó un gran renombre como pianista, organista y crítico musical.
Publicó sus memorias en dos volúmenes: Souvenirs d'un musicien (1857) y Derniers
souvenirs d'un musicien (1859).

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