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1290 interrogans patógena y L. biflexa, de vida libre, ahora llamadas L.

interrogans

179 Leptospirosis
Jifi F.P. Wagenaar, Marga G. A. Goris
sensu lato y L. biflexa sensu lato, respectivamente. En la actualidad se han
descrito 22 especies de Leptospira de estado patógeno (10 especies), ínter-
···- medio (5 especies) y no patógenas (7 especies) con base en el análisis filo­
genético y de virulencia (fig. 179-1). Ya se publicaron las secuencias ge­
I
I
nómicas de cinco especies Leptospira (L. biflexa, L. interrogans, L. santarosai,
L. borgpetersenii y L. licerasiae) y no hay duda que la disponibilidad de las
La leptospirosis es una enfermedad zoonótica de importancia mundial cu­ secuencias genómicas de una amplia variedad de cepas Leptospira permi­
yo evidente resurgimiento se ilustra en los brotes recientes en todos los con­ tirá comprender mejor la patogenia de la leptospirosis. Sin embargo, la cla­
tinentes. La enfermedad se debe a especies de Leptospira y se caracteriza sificación por diferencias serológicas es la más útil para fines clínicos, diag­
por una amplia variedad de manifestaciones clínicas, desde la infección nósticos y epidemiológicos. Las especies patógenas de Leptospira se dividen
asintomática hasta presentación fulminante y letal. En su forma leve, la en serotipos según su composición antigénica. Más de 250 serotipos con­
leptospirosis puede manifestarse con síntomas inespecíficos, como fiebre, forman los 26 serogrupos.
cefalea y mialgia. La leptospirosis grave, caracterizada por ictericia, disfun­ Las leptospiras son microorganismos helicoidales, delgados, con gran
ción renal y diátesis hemorrágica, a menudo se denomina síndrome de Weil. movilidad, con extremos en gancho y dos flagelos periplásmicos, con extru­
Con o sin ictericia, la hemorragia pulmonar grave se reconoce cada vez más siones polares de la membrana citoplásmica que permiten la movilidad (fig.
como una forma de presentación de la enfermedad grave. 179-2). Estos microorganismos miden 6-20 µm de largo y cerca de 0.1 µm de
ancho; captan poco la tinción, pero pueden verse al microscopio en campo
■ ETIOLOGÍA oscuro y después de la tinción de tejidos por impregnación con plata. Las
Las bacterias del género Leptospira son espiroquetas del orden Spirochae­ leptospiras necesitan medios y condiciones especiales para proliferar; pue­
tales y la familia Leptospiraceae. Antes, Leptospira incluía dos especies: L. den pasar semanas o meses para que los cultivos se vuelvan positivos.

- Leptosp,ra interrogans
-
_ .... Leptospira kirschneri

-- Leptospira noguchii

- Leptospira borgpetersenii
- "'
C'CI
- Leptospira wei/ii e
Q)


C')

...,C'CI
-- Leptospira mayottensis

.._ Leptospira alexanderi

Leptospira santarosai

....
=:s
CD - Leptospira kmetyi
-
CD
g. Leptospira alstonii

g.
•....
CD
- Leptospira broomii
....
=:s -
CD
n
....
n
-- Leptospira inadai ·-"'C"'
C'CI

o
•s» E...
Q)

- Leptospira fainei
• -...,e
Q)

Leptospira licerasiae

Leptospira wolffii

- Leptospira wolbachii

Leptospira biflexa
"'
- - Leptospira yanagawae ·-C'CI
(,)

-
Q.

"' Leptospira meyeri C'CI
U)

... Leptospira terpstrae

- Leptospira vanthielii

Leptospira idonii

L---------------------------------------------
Leptonema illini

0.01
FIGURA 179-1 Diferenciación de especies de Leptospira patógenas, intermedias y no patógenas (saprofíticas) por análisis filogenético molecular con base en el gen rrs.
La barra de escala marcada 0.01 indica la tasa de sustituciones de nucleótidos por par de bases. (Figura preparada y proporcionada por el Dr. A. Ahmed, Leptospirosis Refe­
rence Center, Academic Medica/ Center, Medica/ Microbiology, Amsterdam, The Netherlands.}
centaje de infecciones (cerca del 1 %) tiene complicaciones graves que pue- 1291
den ser letales. Se desconoce la proporción de casos de leptospirosis que
son leves porque los pacientes no buscan atención médica, no tienen ac-
ceso a la misma o porque los síntomas inespecíficos se interpretan como
una enfermedad semejante a influenza. Es seguro que los casos informa-
dos representan una subestimación del total. Ciertas actividades laborales
tienen un riesgo alto particular, como los veterinarios, trabajadores agríco-
las, trabajadores del drenaje, empleados de mataderos y los que trabajan la
industria pesquera. Algunos factores de riesgo son el contacto directo o
indirecto con animales, incluida la exposición al agua y tierra contamina-
das con orina animal. También se ha identificado la leptospirosis en las zo-
nas urbanas y suburbanas deterioradas en las que crecen las poblaciones
de ratas.
La exposición recreativa y el contacto con animales domésticos son
fuentes importantes de leptospirosis. Las actividades recreativas en agua
dulce, como el canotaje, windsurf, natación y esquí acuático, ponen a las
personas en riesgo de infección. Varios brotes han aparecido después de
eventos deportivos. Por ejemplo, hubo un brote en 1998 entre los depor­
tistas después de un triatlón en Springfield, Illinois. La ingestión de uno o
más tragos de agua lacustre durante el segmento de natación del triatlón
fue un factor de riesgo prominente para la enfermedad. Es probable que las
lluvias intensas que precedieron al evento, junto con el deslave agrícola,
hayan aumentado la magnitud de la contaminación por leptospira en el
agua del lago. En otro brote, 42% de los participantes contrajo leptospiro­
sis durante la carrera de resistencia multideportiva Eco-Challenge-Sabah
de 2000 en la región malasia de Borneo. Se demostró que la natación en el
río Segama era un factor de riesgo independiente.
Además, la leptospirosis es una enfermedad de viajeros. Un alto porcen-
[
� taje de los pacientes adquiere la infección durante un viaje a países tropica-
0 .3 ¡µm
1
les, casi siempre durante actividades de aventura como canotaje en rápidos,
FIGURA 179-2 Imagen al microscopio electrónico de transmisión de Leptospira caminatas por la selva y recorridos en cavernas. Hay informes de transmi­
interrogans que invade tejido conjuntiva! equino. (Imagen por cortesía de Dr. JE sión por accidentes de laboratorio, pero son raros. Los nuevos datos indican
Nally, National Animal Disease Center, U.S. Department of Agriculture, Ames, IA.) que la leptospirosis puede desarrollarse después de la inmersión imprevis­
ta en agua contaminada (p. ej., en accidente automovilístico) con mayor
frecuencia de lo que se pensaba, también puede ser resultado de una mor­
■ EPIDEMIOLOGÍA dedura animal.
La leptospirosis tiene distribución mundial, pero es más frecuen­
te en las zonas tropicales y subtropicales porque el clima y las ma­ ■ PATOGENIA
las condiciones de higiene favorecen la supervivencia y distri­ La transmisión ocurre a través de cortaduras, abrasiones cutáneas o por las
bución del patógeno. En muchos países, la leptospirosis es un problema mucosas, en particular la conjuntiva! y bucal. Después de su ingreso, los
subestimado. La mayoría de los casos ocurre en varones, con una inciden­ microorganismos proliferan, cruzan barreras hísticas y se diseminan por o
u,
cia máxima en el verano y otoño en ambos hemisferios, norte y sur, y du­ vía hematógena a todos los órganos (fase leptospirémica). Durante este pe­ ....
rante la estación lluviosa en los trópicos. riodo inicial de incubación, las leptospiras pueden aislarse de la sangre (fig. o
Poco a poco han empezado a surgir datos confiables sobre la mortali­ 179-3). Las bacterias son capaces de sobrevivir en el hospedador no inmu­ ....
u,
u,
dad y morbilidad por leptospirosis. La información actual sobre la leptos­ ne: evaden la destrucción mediada por el complemento mediante la unión
pirosis humana mundial varía, pero indica que cada año ocurren cerca de del factor H en su superficie, un potente inhibidor del sistema del comple­
un millón de casos graves, con una tasa media de mortalidad por casos mento. Además, las leptospiras patógenas resisten la ingestión y destruc­
cercana al 10%. ción por neutrófilos, monocitos y macrófagos. Durante la fase inmunitaria,
Como zoonosis, la leptospirosis afecta casi a todas las especies de ma­ la aparición de anticuerpos coincide con la desaparición de las leptospiras
míferos y genera una carga veterinaria significativa. Los roedores, en par­ de la sangre. Sin embargo, las bacterias persisten en varios órganos, como
ticular las ratas, son el reservorio más importante, aunque este microorga­ hígado, pulmones, riñones, corazón y cerebro. Los hallazgos de la necrop­
nismo también puede alojarse en otros mamíferos, así como en animales sia ilustran la afectación de múltiples sistemas orgánicos en la enfermedad
domésticos y de granja. Las leptospiras establecen una relación simbiótica grave. El examen patológico renal muestra daño tubular y nefritis intersti­
con su hospedador y pueden persistir en el aparato urogenital por años. Al­ cial. Las lesiones tubulares agudas evolucionan hasta el edema intersticial
gunos serotipos tienen una relación general con animales particulares; por y necrosis tubular aguda. Hay nefritis grave en los pacientes que sobrevi­
ejemplo, Icterohaemorrhagiae y Copenhageni con las ratas, Grippotyphosa ven lo suficiente para padecerla, y parece ser una respuesta secundaria al
con ratones de campo, Hardjo con el ganado, Canicola con perros y Pomo­ daño epitelial a gudo. La pérdida de la re gulación de la expresión de varios
na con cerdos, aunque pueden encontrarse también en otros animales. transportadores de la nefrona, contribuye a la pérdida tubular de potasio,
La leptospirosis se manifiesta como enfermedad endémica y también hipopotasemia y poliuria. El examen histopatológico del hígado muestra
como epidémica. La transmisión de las leptospiras puede producirse por necrosis focal (casi nunca se encuentra necrosis hepatocelular disemina­
contacto directo con orina, sangre o tejido de un animal infectado o, más da), focos de inflamación y oclusión de los canalículos biliares. También se
a menudo, por exposición a la contaminación ambiental. La afirmación de ha documentado apoptosis de los hepatocitos. El trabajo experimental mos­
que la transmisión entre seres humanos es muy rara se pone en duda por tró infiltración de leptospiras en el espacio de Disse y migración entre los
los hallazgos recientes sobre hacinamientos en viviendas, colonización re­ hepatocitos, con desprendimiento de las uniones intercelulares y rotura de
nal asintomática y excreción prolongada de leptospiras. (Estos dos últimos los canalículos biliares, lo que causa fuga de bilis. Se observan petequias y
mecanismos implican fuentes de infección humana no reconocidas.) Co­ hemorragias en corazón, pulmones (fig. 179-4), riñones (y suprarrenales),
mo estos microorganismos pueden sobrevivir muchos meses en un am­ páncreas, hígado, tubo digestivo (incluso en la grasa retroperitoneal, me­
biente húmedo, el agua es un vehículo importante en su transmisión. Las senterio y epiplón), músculos, próstata, testículos y encéfalo (hemorragia
epidemias de leptospiras no se comprenden bien. Los brotes pueden pro­ subaracnoidea). Varios estudios muestran una relación entre la hemorra­
ducirse por exposición al agua anegada contaminada con orina de anima­ gia y trombocitopenia. Aunque no se han aclarado los mecanismos sub­
les infectados, como se ha informado en varios países. Sin embargo, tam­ yacentes de la trombocitopenia, es probable que el consumo de plaquetas
bién es cierto que los brotes pueden ocurrir sin inundaciones y a menudo tenga una participación importante. Puede haber coagulopatía de consu­
existen inundaciones sin brotes. mo, con aumento de los marcadores de la activación de la coagulación (com­
La gran mayoría de las infecciones con Leptospira no enferma a los se­ plejos trombina-antitrombina, fragmentos 1 y 2 de protrombina, dímero o),
res humanos o sólo les produce una enfermedad leve. Un pequeño por- descenso de los marcadores anticoagulantes (antitrombina, proteína C) y
Escala temporal aproximada Semana 1 2 4 anos
1292
3 meses-anos

Periodo de incubación Etapa


Etapa
aguda Uveítis
convaleciente
7 ¿nefritis intersticial?
Inoculación-� 2-20 días

Leptospiras presentes en
Sangre
LCR Hospedador
reservorio

--------------------------------------1
{
Títulos de
Orina Convaleciente dispersador
----------1 ----

anticuerpos Alto
1-I

Respuesta normal

Bajo Descenso de títulos

"Negativo"
Tratamiento temprano a velocidades variables
Tardío

---1
Pruebas de laboratorio
, .. - .... .... .. Anamnésico '

Sangre
1------------l-:!!�---1-------=-
.. �---1----� ----...¡

LCR
Cultivo
{ Orina

Serología

Fases
---- ----
Leptospiremia
�-----------��--���===-Le
ptos
_ _ � �p ir_ u_ri _ a e_ i_ n_m_un�i d_ ad_�����: t - - -1 L.-__�

FIGURA 179-3 Naturaleza bifásica de la leptospirosis e investigaciones relevantes en distintas etapas de la enfermedad. Nótese que ya se documentó un periodo de in­
cubación de hasta un mes. Los especímenes 1 y 2 para serología son muestras de suero en la fase aguda; la muestra 3 es una muestra sérica de la fase convaleciente que po­
dría facilitar la detección de una respuesta inmunitaria tardía; los especímenes 4 y 5 son muestras séricas de seguimiento que proporcionan información epidemiológica, co­
mo el presunto serogrupo infectante. LCR, líquido cefalorraquídeo. (Reimpreso según la adaptación de PN Levett: Clin Microbio/ Rev 14:296, 2001 [de LH Turner: Leptospirosis,
BMJ 1:231, 1969} con autorización de la American Society for Microbiology y el BMJ Publishing Group.)

actividad fibrinolítica alterada. Se ha documentado coagulación intravascu­ de virulencia potenciales. Muchas de éstas son proteínas de la membrana
lar diseminada (DIC, disseminated intravascular coagulation) en varios es­ externa (OMP, outer-membrane proteins) expuestas en la superficie. Hasta
tudios. La concentración plasmática alta de selectina E soluble y factor de ahora, el único factor de virulencia de las leptospiras que satisface los pos­
von Willebrand en individuos con leptospirosis refleja la activación de las tulados moleculares de Koch es loa22, que codifica una proteína expuesta
células endoteliales. Los modelos experimentales muestran que las leptos­ en la superficie con función desconocida. Sin embargo, el gen no se limi­
piras patógenas o sus proteínas son capaces de activar las células endote­ ta a las especies patógenas de Leptospira.
liales in vitro y de alterar la función de barrera de estas células, lo que fa­ La inmunidad contra Leptospira depende de la producción de anticuer­
vorece la diseminación. Las plaquetas se agregan en el endotelio activado pos circulantes contra LPS específicos de un serotipo. No se sabe si otros
en los pulmones humanos, en tanto que el examen histológico revela ede­ antígenos tienen una función importante en la inmunidad humoral protec­
ma de las células endoteliales activadas, pero sin evidencia de vasculitis o tora. Además, es posible que la inmunidad no esté limitada a las respuestas
necrosis. Se ha demostrado el depósito de inmunoglobulina y complemen­ de anticuerpos; ya se demostró la participación del receptor 2 semejante a
to en el tejido pulmonar afectado por hemorragia pulmonar. Toll (TLR2, Toll-like receptor 2) de la inmunidad innata y las vías de activa­
.... Las especies de Leptospira tienen una estructura típica con pared celu­ ción de TLR4 para controlar la infección, mientras que en el ganado vacu­
lar y doble membrana que alojan diversas proteínas relacionadas con la nado una respuesta inmunitaria mediada por células se relaciona con la
....
o
membrana, incluido un número alto inusual de lipoproteínas. La capa de
peptidoglucano se localiza cerca de la membrana citoplásmica. El lipopo­
protección. En un trabajo reciente se estudió el transcriptoma sanguíneo
completo de pacientes de Brasil con leptospirosis grave (13 que sobrevivie­
en
IV
en lisacárido (LPS) de la membrana externa tiene una estructura inusual con ron y 3 que murieron). En los casos letales, la expresión de las quimiocinas
una potencia endotóxica relativamente baja. Las leptospiras patógenas con­ y el péptido antimicrobiano catelicidina estaban disminuidos, mientras
tienen diversos genes que codifican proteínas participantes en la motili­ que la transcripción de las vías de citocinas proinflamatorias era más abun­
dad, en la adhesión celular hística y en la invasión que representan factores dante. Estudios previos también resaltaron la relación entre una respuesta
inmunitaria proinflamatoria exagerada y la muer­
te. Además, el estudio reciente aportó evidencia
de que los pacientes que mueren por leptospirosis
no establecen una respuesta inmunitaria humo­
ral adecuada contra las leptospiras.
Es probable que varias proteínas expuestas en
la superficie medien las interacciones entre leptos­
pira y la célula hospedadora, y estas proteínas son
posibles opciones para componentes de vacunas.
Aunque los estudios de modelos animales mues­
tran que varias OMP relacionadas con virulencia
putativa tienen distintos grados de eficacia de va­
cuna, no está claro si tales proteínas inducen gra­
dos aceptables de inmunidad esterilizadora.

■ MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Aunque la leptospirosis es una enfermedad que
FIGURA 179-4 Hemorragia pulmonar grave en la leptospirosis. //ustración izquierda: radiografía torácica. puede ser letal, con hemorragia y falla de múltiples
Ilustración derecha: aspecto macroscópico del lóbulo pulmonar inferior derecho en una necropsia. Este pacien­ órganos como manifestaciones clínicas distintivas,
te, un niño de 15 años de edad de la ciudad de lquitos, en la amazonia peruana, murió varios días después de la se cree que la mayoría de los casos es relativamen­
aparición de una enfermedad aguda, ictericia y hemoptisis. El hemocultivo produjo Leptospira interrogans seroti­ te leve y se manifiesta por inicio súbito de una
po Copenhageni/lcterohaemorrhagiae. (Adaptada con autorización de E Segura et al.: Clin lnfect Dis 40:343, enfermedad febril. El periodo de incubación ha­
2005. © 2005 por lnfectious Diseases Society of America.) bitual es de 1 a 2 semanas, pero varía entre 1 y 30
días. (La figura 179-3 indica un intervalo un poco distinto, pero ya se do­ informa una tasa de mortalidad de 13%; en contraste, entre los pacientes 1293
cumentó un periodo de incubación de hasta 1 mes.) La leptospirosis por tratados con antibióticos, la tasa de mortalidad es del 2%. Se describen se­
lo general se describe como bifásica. La fase leptospirémica aguda se carac­ cuelas neurológicas descritas hasta meses después de la enfermedad aguda.
teriza por fiebre entre 3 a 10 días, durante los cuales el microorganismo Otros síndromes consisten en pancreatitis (necrosante), colecistitis,
puede cultivarse de la sangre y se detecta por reacción en cadena de la po­ afectación del músculo esquelético, rabdomiólisis (con aumento modera­
limerasa (PCR, polymerase chain reaction). Durante la fase inmunitaria, la do de la creatina cinasa sérica). La afectación cardiaca a menudo se refleja
resolución de los síntomas puede coincidir con la aparición de anticuerpos en el electrocardiograma como cambios inespecíficos en ST y la onda T.
y es posible cultivar las leptospiras en orina. La diferencia entre la prime­ Las alteraciones de la repolarización y las arritmias se consideran factores
ra y la segunda fases no siempre es clara; los casos más leves no siempre de pronóstico adverso. Hay descripciones de miocarditis. Las complica­
incluyen la segunda fase, y la enfermedad grave puede ser monofásica y ciones hematológicas raras incluyen hemólisis, púrpura trombocitopénica
fulminante. La idea de que distintos síndromes clínicos se relacionan con trombótica y síndrome hemolítico urémico.
serogrupos tipos específicos ha sido rechazada ya que algunos serogrupos Los síntomas de largo plazo después de la leptospirosis grave son fati­
virales tienden a causar una presentación más grave de la enfermedad, ga, mialgia, malestar y cefalea, y pueden persistir por años. Una secuela
que otros. reconocida de la leptospirosis es la uveítis autoinmunitaria, la cual puede
volverse crónica.
Leptospirosis leve La mayoría de los pacientes es asintomática o sólo
padece una enfermedad leve y no busca atención médica. Con frecuencia ■ DIAGNÓSTICO
se encuentra evidencia serológica de una infección pasada no evidente en El diagnóstico clínico de la leptospirosis debe basarse en un antecedente
personas expuestas, pero que no se enfermaron. Por lo general, la leptos­ de exposición pertinente combinado con cualquiera de las manifestacio­
pirosis sintomática leve se manifiesta como una enfermedad semejante a nes diversas de la enfermedad. Los viajeros que regresan de zonas endé­
la gripe de inicio súbito con fiebre, escalofrío, cefalea, náusea, vómito, do­ micas casi siempre tienen antecedente de actividades recreativas en agua
lor abdominal, sufusión conjuntiva! (enrojecimiento sin exudado) y mial­ dulce u otro contacto mucoso o percutáneo con aguas superficiales o sue­
gia. El dolor muscular es intenso y afecta en particular las pantorrillas, los contaminados. Entre los sujetos que no hicieron un viaje, debe explorar­
espalda y abdomen. La cefalea es intensa, localizada en la región frontal o se algún antecedente de contacto recreativo con agua y riesgos laborales,
retroorbitaria (semejante a la del dengue), a veces acompañada de fotofo­ que incluye el contacto directo o indirecto con animales (véase "Epidemio­
bia. Es posible que haya meningitis aséptica, más frecuente en niños que logía", antes).
en adultos. Aunque la Leptospira puede cultivarse del líquido cefalorraquí­ Si bien los hallazgos bioquímicos, hematológicos y urinarios en la lep­
deo (LCR) en la fase temprana, la mayoría de los casos tiene una evolución tospirosis aguda son inespecíficos, ciertos patrones pueden sugerir el diag­
benigna con respecto al sistema nervioso central; los síntomas desapare­ nóstico. Los resultados de laboratorio casi siempre muestran signos de
cen en unos cuantos días, aunque pueden persistir por semanas. una infección bacteriana, incluida leucocitosis con desviación a la izquier­
La exploración física puede incluir cualesquiera de los hallazgos siguien­ da y aumento de los marcadores de inflamación (proteína C reactiva y ve­
tes, ninguno de los cuales es patognomónica de leptospirosis: fiebre, sufu­ locidad de eritrosedimentación). La trombocitopenia (recuento plaqueta­
sión conjuntiva!, inyección faríngea, sensibilidad muscular, linf adenopa­ ria <100 x 109/L) es frecuente y se relaciona con hemorragia e insuficiencia
tía, exantema, meningismo, hepatomegalia y esplenomegalia. Si existe, el renal. En la enfermedad grave puede haber signos de activación de la coa­
exantema a menudo es transitorio; puede ser macular, maculopapular, eri­ gulación, que van desde anomalías limítrofes hasta trastornos graves com­
tematoso o hemorrágico (petequial o equimótico), y puede diagnosticarse patibles con DIC, definida por los criterios internacionales. La leptospiro­
de manera errónea como tifo de los arbustos o una infección viral. La aus­ sis siempre afecta los riñones. Los hallazgos relacionados van de cambios
cultación pulmonar puede revelar estertores y puede haber ictericia leve. en el sedimento urinario (leucocitos, eritrocitos y cilindros hialinos o gra­
La evolución natural de la leptospirosis leve casi siempre conduce a nulares) y proteinuria ligera en la enfermedad leve, a insuficiencia renal e
la resolución espontánea en 7 a 10 días, aunque se han documentado sínto­ hiperazoemia en la forma grave. La insuficiencia renal hipopotasémica no
mas persistentes. En ausencia de un diagnóstico clínico y tratamiento anti­ oligúrica (véase "Manifestaciones clínicas", antes) es característica de la
microbiano, la tasa de mortalidad de la leptospirosis leve es baja. leptospirosis temprana. La concentración de bilirrubina sérica puede ser
alta, pero el incremento de aminotransferasa y fosfatasa alcalina casi siem­
Leptospirosis grave Aunque es probable que el inicio de la leptospiro­ pre es moderado. Aunque no son frecuentes los síntomas clínicos de pan­
sis grave sea semejante al de la forma leve, la enfermedad grave a menu­ creatitis, la concentración de amilasa a menudo es alta. Cuando aparecen
do evoluciona con rapidez y se acompaña de una mortalidad que varía de síntomas de meningitis aséptica, el examen del LCR muestra pleocitosis,
1-50%. Las tasas de mortalidad más altas se relacionan con edad >40 años, que va de unas cuantas células a >1 000 células/µL, con predominio de lin­
alteración del estado mental, insuficiencia renal aguda, insuficiencia res­ focitos; hay informes del predominio de polimorfonucleares. Es posible que
piratoria, hipotensión y arritmias. El cuadro clínico típico, a menudo lla­ este fenómeno se relacione con el momento de la punción lumbar: se cree
mado síndrome de Weil, consiste en la tríada de hemorragia, ictericia y ne­ que las células polimorfonucleares se encuentran en la enfermedad tem­
fropatía aguda. prana y más tarde son sustituidas por linfocitos. Aunque las concentracio­
Los pacientes mueren por choque séptico con falla de múltiples órga­ nes de proteína y glucosa en el LCR suelen ser normales, la de proteína
nos y complicaciones hemorrágicas graves, que por lo general afectan los puede estar un poco elevada.
pulmones (hemorragia pulmonar), tubo digestivo (melena, hemoptisis), En la leptospirosis grave, las anomalías pulmonares radiográficas son
aparato urogenital (hematuria) y piel (petequias, equimosis y hemorragia más frecuentes de lo que podría esperarse con base en la exploración física
en los sitios de punción venosa). La hemorragia pulmonar (con o sin icte­ (fig. 179-4). El hallazgo radiográfico más frecuente es un patrón alveolar
ricia) ahora se reconoce como un problema de salud pública extendido, se bilateral en parches que corresponde a hemorragia alveolar dispersa. Estas
manifiesta con tos, dolor torácico, dificultad respiratoria y hemoptisis que alteraciones afectan sobre todo los lóbulos inferiores. Otros hallazgos in­
puede no ser evidente hasta que el paciente está intubado. cluyen densidades pleurales (representan zonas hemorrágicas) y atenua­
La ictericia se observa en 5-10% de todos los pacientes con leptospiro­ ción difusa en vidrio despulido, típica del síndrome de insuficiencia respi­
sis; puede ser intensa y dar un tono anaranjado a la piel, pero casi nunca ratoria aguda (AROS, acute respiratory distress syndrome).
se relaciona con necrosis hepática fulminante. La exploración física puede El diagnóstico definitivo de la leptospirosis se basa en el aislamiento de
revelar crecimiento y sensibilidad hepáticos. la bacteria, en un resultado positivo en la reacción en cadena de la polime­
La nefropatía aguda es frecuente en la enfermedad grave, se presen­ rasa (PCR, polymerase chain reaction) o en la seroconversión o aumento del
ta después de varios días de enfermedad y puede ser oligúrica o no oligú­ título de anticuerpo. En casos con evidencia clínica sólida de infección, se
rica. Las alteraciones electrolíticas típicas incluyen hipopotasemia e hipo­ necesita un solo título de 1:200 a 1:800 (depende de que el caso ocurra en
natremia. La pérdida de magnesio en la orina es un fenómeno único de la una zona poco endémica o muy endémica) en la prueba de aglutinación
nefropatía por leptospiras. La hipotensión se relaciona con necrosis tubu­ microscópica (MAT, microscopic agglutination test). Lo preferible es detectar
lar aguda, oliguria o anuria; exige reanimación con líquidos y a veces tra­ un aumento de cuatro veces o más en el título entre las muestras séricas
tamiento vasopresor. La hemodiálisis puede salvar la vida; por lo general la en la fase aguda y la convaleciente. Por lo general, los anticuerpos no al­
función renal se normaliza en los sobrevivientes. canzan cifras detectables hasta la segunda semana de la enfermedad. La
En la leptospirosis grave, el estado mental alterado puede ser reflejo de respuesta de anticuerpos puede alterarse con el tratamiento antibiótico
meningitis por leptospira. El diagnóstico de ésta puede ser difícil, ya que temprano.
puede haber ausencia de ictericia o de otros signos diagnósticos caracterís­ Los procedimientos serológicos estándar son la MAT, que emplea una
ticos de la leptospirosis grave. Sin el tratamiento antibiótico apropiado, se batería de cepas vivas de leptospira, y el enzimoinmunoanálisis de adsor-
1294 ción (ELISA, enzime-linked immunosorbent assay), que emplea un antígeno
muy reactivo. Por lo general, la MAT está disponible sólo en laboratorios
especializados; se usa para determinar el título de anticuerpos y para la
identificación tentativa del serogrupo de leptospira implicado, y cuando
se cuenta con información epidemiológica de fondo, el serotipo especí­
fico. Este punto subraya la importancia de las pruebas para los antígenos
Leptospirosis leve Doxiciclinab (100 mg VO c/12 h) o
representativos de los serotipos prevalentes en el área geográfica particu­
lar. Sin embargo, las reacciones cruzadas son frecuentes, por lo que la iden­ Amoxicilina (500 mg VO c/8 h) o
tificación definitiva del serotipo o serogrupo infectante no es posible sin Ampicilina (500 mg VO c/8 h)
aislar el microorganismo causal. Como las pruebas serológicas carecen de Leptospirosis modera- Penicilina (1.5 millones de unidades IV o IM c/6 h) o
sensibilidad en la fase aguda temprana de la enfermedad (hasta el día cin­ da/grave Ceftriaxona (2 g/día IV) o
co), no sirve de base para decidir de manera oportuna el inicio del trata­
Cefotaxima (1 g IV c/6 h) o
miento.
Además de MAT y ELISA, ya se crearon varias pruebas rápidas con Doxiciclinab (dosis de impregnación 200 mg IV, luego 100
valor diagnóstico y algunas están disponibles en el comercio. Estas prue­ mg IV c/12 h)
bas rápidas aplican sobre todo metodología de flujo lateral, aglutinación Quimioprofilaxis
(de látex) o ELISA, y son bastante sensibles y específicas, aunque los resul­
Doxiciclinab (200 mg VO una e/semana) o
tados publicados en la bibliografía varían, quizá como consecuencia de las
diferencias en la interpretación de la prueba, riesgos de (re)exposición, dis­ Azitromicina (250 mg VO 1 o 2 veces a la semana)
tribución de serotipos y el uso de paneles séricos con sesgos. Estos méto­ ª Todos los regímenes se administran 7 días.
dos no necesitan cultivo ni instalaciones para MAT y son útiles en institu­ b La doxiciclina no debe administrarse a pacientes embarazadas o niños.
ciones que carecen de infraestructura médica sólida. Las metodologías de e La eficacia de la profilaxis con doxiciclina en situaciones endémicas o epidémicas aún no
PCR, en particular la PCR en tiempo real, se implementan cada vez más. está clara. Los experimentos en modelos animales y un modelo de rentabilidad indican
En comparación con la serología, la PCR ofrece una gran ventaja: la capa­ que la azitromicina tiene varias características que podrían hacerla eficaz como tratamien­
cidad para confirmar el diagnóstico de leptospirosis con un alto grado de to y profilaxis.
exactitud durante los primeros 5 días de la enfermedad.

■ DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL endémicas para las enfermedades por rickettsias, los fármacos de elec­
ción son doxiciclina y azitromicina. Raras veces se desarrolla una reacción
El diagnóstico diferencial de la leptospirosis es amplio, y es reflejo de las
manifestaciones clínicas diversas de la enfermedad. Aunque la transmi­ de Jarisch-Herxheimer horas después de iniciar el tratamiento antimi­
sión de la leptospirosis es más frecuente en regiones tropicales y subtro­ crobiano.
picales, la ausencia del antecedente de un viaje no descarta el diagnóstico. La atención intensiva de apoyo para la leptospirosis es esencial y
Cuando predominan la fiebre, cefalea y mialgia, deben considerarse la gri­ puede salvar la vida. Los pacientes con disfunción renal no oligúrica
pe y otras infecciones virales menos frecuentes (p. ej., dengue y Chikun­ necesitan reanimación intensiva con líquidos y electrólitos para pre­
gunya). El paludismo, fiebre tifoidea, ehrlichiosis, hepatitis viral e infec­ venir la deshidratación y la insuficiencia renal oligúrica. Debe iniciarse
ción aguda por VIH pueden simular las etapas iniciales de la leptospirosis la diálisis peritoneal o hemodiálisis en pacientes con insuficiencia re­
y es importante identificarlas. Las enfermedades por rickettsias, infec­ nal oligúrica. Está demostrado que el inicio rápido de la hemodiálisis
ciones hantavirales (fiebre hemorrágica con síndrome renal o síndrome reduce el riesgo de muerte y casi siempre se necesita sólo por periodos
cardiopulmonar por hantavirus) y el dengue comparten características epi­ cortos. Es probable que los pacientes con hemorragia pulmonar ten­
demiológicas y clínicas de la leptospirosis. Hay informes de infecciones do­ gan reducción de la distensibilidad pulmonar (como en el AROS) y se
bles. En vista de esto, es recomendable realizar pruebas serológicas para beneficien con la ventilación mecánica con volúmenes de ventilación
hantavirus, rickettsias y virus del dengue cuando se sospecha leptospiro­ pulmonar bajos para evitar las presiones ventilatorias altas. La eviden­
sis. En caso de hemorragia, deben considerarse la fiebre hemorrágica del cia sobre el uso de glucocorticoides y desmopresina como tratamiento
dengue y otras fiebres hemorrágicas virales, como la infección por hanta­ adjunto para la afectación pulmonar en la leptospirosis grave es con­
.... virus, fiebre amarilla, fiebre del valle del Rift, infecciones por filovirus y tradictoria.
fiebre de Lassa.
....
o ■ PRONÓSTICO
en
IV
en
La mayoría de los pacientes con leptospirosis se recupera. Sin embargo,
TRATAMIENTO puede haber síntomas posteriores a la enfermedad, en particular los seme­
Leptospirosis jantes a la depresión, que persisten años después de la enfermedad aguda.
Las tasas de mortalidad son más altas entre pacientes ancianos y los que
La leptospirosis grave debe tratarse con penicilina IV (cuadro 179-1) tienen la forma grave de la enfermedad (hemorragia pulmonar, síndrome
en cuanto se considere el diagnóstico. Las leptospiras son muy suscep­ de Weil). La leptospirosis durante el embarazo conlleva tasas altas de mor­
tibles a una amplia variedad de antibióticos, incluidos los B lactámicos, talidad fetal. El seguimiento de largo plazo de los pacientes con insuficien­
cefalosporinas, aminoglucósidos y macrólidos, pero no son susceptibles cia renal y disfunción hepática documenta una recuperación adecuada de
a la vancomicina, rifampicina, metronidazol y cloranfenicol. La inter­ las funciones renal y hepática.
vención temprana permite prevenir o reducir la gravedad de la falla
orgánica mayor. Aunque los estudios que apoyan el tratamiento anti­ ■ PREVENCIÓN
biótico han tenido resultados contradictorios, los estudios clínicos son Las personas que pueden exponerse a Leptospira por su ocupación o su par­
difíciles de realizar en instituciones en las que a menudo los pacientes ticipación en actividades recreativas en agua dulce deben estar informa­
solicitan atención en las etapas avanzadas de la enfermedad. Es menos das de los riesgos. Las medidas para controlar la leptospirosis consisten en
probable que los antibióticos beneficien a los individuos que ya han evitar la exposición a orina y tejidos de animales infectados con el uso de
padecido de daño orgánico. Dos estudios abiertos con asignación al gafas, calzado y equipo protectores. Deben considerarse estrategias dirigi­
azar que compararon la penicilina con cefotaxima parenteral, ceftria­ das al control de roedores.
xona parenteral y doxiciclina no mostraron diferencias significativas En general, se dispone de vacunas para ganado y animales de com­
entre los antibióticos en cuanto a complicaciones y riesgo de muerte. pañía y debe fomentarse su empleo. La vacuna veterinaria usada
Por tanto, la ceftriaxona, cefotaxima o doxiciclina son una alternativa en una zona determinada debe contener los serotipos conocidos
satisfactoria a la penicilina para el tratamiento de la leptospirosis gra­ en esa área. Por desgracia, algunos animales vacunados excretan leptos­
ve. La prueba de susceptibilidad antimicrobiana no es una práctica ha­ piras en la orina. En algunos países europeos y asiáticos se ha vacunado a
bitual en casos individuales de leptospirosis; sin embargo, hasta ahora seres humanos contra el serotipo específico prevalente en una región, y
no se ha informado resistencia antibiótica en aislados de pacientes o esta medida ha sido efectiva. Aunque se publicó un estudio a gran escala
del ambiente. de vacunación humana en Cuba, no pueden inferirse conclusiones sobre
En los casos leves se recomienda el tratamiento VO con doxicicli­ la eficacia y reacciones adversas debido a los detalles insuficientes sobre el
na, azitromicina, ampicilina o amoxicilina. En regiones que también son diseño del estudio. La eficacia de la quimioprofilaxis con doxiciclina (200
mg una vez a la semana) o azitromicina (en embarazadas y niños) está en tube. com/watch?v=V xDPV21Bd9U) finos filamentos microscópicos ondu­ 1295
discusión, pero la administración enfocada antes y después de la exposición lados que se desplazaban en una dirección para después asumir la forma
está indicada en casos de exposición corta bien definida (cuadro 179-1). espiral y desplazarse en sentido contrario. Tales microorganismos fueron
clasificados como espiroquetas y agrupados en varias bacterias del género
RECONOCIMIENTO
Borrelia. Fue apenas en la década de 1960 en que se aislaron los microorga­
Los autores agradecen a Rudy A. Hartseerl por su importante contribución a nismos en cultivo puro. El medio novedoso de cultivo poseía abundantes
este capítulo en la edición previa de este libro. ingredientes que iban de sencillos (como N-acetilglucosamina), a más com­
■ LECTURAS ADICIONALES plejos (como suero). La escasa capacidad de biosíntesis de las borrelias se
explica porque su genoma tiene un contenido que equivale a 25% del de
AoLER B: Vaccines against leptospirosis. Curr Top Microbio! Immunol 387:
251, 2015. Escherichia coli.
AREAN VM: The pathologic anatomy and pathogenesis of fatal human lep­ A semejanza de otras espiroquetas, las borrelias en forma ondulada tie­
tospirosis (Weil's disease). Am J Pathol 40:393, 1962. nen dos membranas: la anterior que está adosada con mayor laxitud que
CosrA Fet al.: Global morbidity and mortality of leptospirosis: A systema­ en otras bacterias de doble membrana como E. coli. En consecuencia, los
tic review. PLoS Negl Trop Dis 9:e0003898, 2015. microorganismos fijos con membranas dañadas pueden asumir formas
GoRIS MG et al.: Prospective evaluation of three rapid diagnostic tests for muy diversas en los frotis y las preparaciones histológicas. Los flagelos de
diagnosis of human leptospirosis. PLoS Negl Trop Dis 7:e2290, 2013. las espiroquetas se disponen entre las dos membranas y no en la superfi­
GoRIS MG et al.: Towards the burden of human leptospirosis: Duration of cie del microorganismo. A pesar de que en lo que se refiere a sus propie­
acute illness and occurrence of post-leptospirosis symptoms of patients dades de tinción son técnicamente gramnegativas, las borrelias de 10 a 20
in the Netherlands. PLoS One 8:e76549, 2013. µm de longitud con diámetro de 0.2 a 0.3 µm son demasiado finas como
HAAKE DA, LEVETT PN: Leptospirosis in humans. Curr Top Microbio! Im­ para ser detectadas por el microscopio de campo brillante.
munol 387:65, 2015.
PICARDEAD M: Virulence of the zoonotic agent of leptospirosis: Still terra ■ EPIDEMIOLOGÍA
incognita? Nat Rev Microbiol 15:297, 2017. Las Borrelia sp. que ocasionan borreliosis (fiebre recurrente) mues­
tran distribuciones geográficas circunscritas y precisas (cuadro
180-1). La excepción es Borrelia recurrentis, que constituye tam­
bién la única especie transmitida por insectos. La LBRF suele ser transmi-
tida por el piojo corporal (Pediculus humanus corporis), del que los seres hu­
manos constituyen el reservorio. El contagio no se produce con la propia
picadura, sino cuando el portador frota las heces del insecto en el sitio de

180 Borreliosis la picadura con sus dedos en respuesta a la irritación, o por la inoculación
de heces en las conjuntivas o en una herida abierta. La transmisión de
LBRF se limita a Etiopía y países vecinos, pero antes la enfermedad tenía
Atan G. Barbour -- •• L_

una distribución global y subsiste esa posibilidad. En casos de hambruna,


I
I
migración de refugiados y guerras, surgen las circunstancias idóneas para
que se produzcan epidemias con miles de casos de LBRF. La LBRF se pue­
La borreliosis o fiebre recurrente es la infección por cualquiera de las espi­ de transmitir en campos de migrantes lejos de sus países natales.
roquetas de la especie Borrelia. Desde la antigua Grecia los médicos distin­ Todas las demás especies identificadas de microorganismos de borre­

..
guían entre la fiebre recurrente y otros cuadros febriles por sus signos liosis son transportadas por garrapatas y en la mayor parte de los casos por
ta,
iniciales característicos: dos episodios de fiebre o más separados por pe­ las garrapatas blandas del género Ornithodoros (fig. 180-1). En muchos de o
riodos variables de bienestar. En el siglo XIX la fiebre recurrente constituyó los continentes aparece la borreliosis por picadura de garrapata (TBRF, tick­
una de las primeras enfermedades en ser asociada con un microbio especí­ borne relapsingfever), pero no se le identifica en entornos tropicales, de de­ ....
o
fico, gracias a un hallazgo característico de laboratorio: la presencia de gran sierto bajo, ártico o alpinos, o en ellos es rara. En casi todas las especies, el ....
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fn
número de espiroquetas del género Borrelia en la sangre. reservorio de la infección son los mamíferos de tamaño pequeño o media­
El hospedador reacciona con una inflamación sistémica que origina no, por lo común roedores, pero a veces cerdos y otros animales domésti­
cuadros que van de un síndrome similar a gripe, a septicemia. Otras ma­ cos que viven en hábitat de seres humanos o en sus alrededores. ,Sin em-
nifestaciones son las consecuencias de la afectación del sistema nervioso bargo, una especie, Borrelia duttonii, en países subsaharianos de Africa se
central (SNC) y coagulopatías. La variación antigénica de las proteínas de conserva en gran medida por transmisión de garrapatas entre hospedado­
superficie de las espiroquetas explica la infección con su evolución recu­ res humanos. En América del Norte, la TBRF se observa en la forma de ca­
rrente. La inmunidad adquirida surge después de la aparición seriada de sos aislados o pequeños grupos a través de la exposición transitoria de per­
anticuerpos contra cada una de las variantes que surgen durante la infec­ sonas a edificios o cavernas infestadas en zonas menos pobladas en que
ción. El tratamiento con antibióticos permite la cura rápida, aunque con el los roedores reservorios tienen sus nidos. Las dos especies de Borrelia prin­
peligro de que aparezca una reacción de Jarisch-Herxheimer moderada o cipales que están distribuidas en América del Norte son Borrelia hermsii
grave. (en la zona occidental montañosa) y Borrelia turicatae (en la región suboc-
La fiebre recurrente transmitida por piojos
(LBRF, louse-borne relapsing fever) causó gran­ CUADRO 180-1 Fiebre recurrente por Borrelia sp. por región geográfica, vectores
des epidemias en, el siglo xx y actualmente se . .
y reservor10 pr1mar10
.
observa en el noreste de Africa y entre los migrantes de
esa región. Sin embargo, hoy día muchos de los casos ESPECIE REGIONES ARTROPODOS VECTORES RESERVORIO PRIMARIO
de dicha fiebre son transmitidos por garrapatas. En la B. crocidurae Africa O. sonrai (garrapatas blandas) Mamíferos
mayor parte de los continentes se observan algunos ca­ B. duttonii Africa O. moubata Seres humanos
sos esporádicos y pequeños brotes de distribución fo-
B. hermsii Norteamérica O. hermsii Mamíferos
cal, principalmente en Africa y Asia central. En Amé-
rica del Norte la mayor parte de los informes de fiebre B. hispanica Europa, Norteamérica O. erraticus Mamíferos
recurrente ha provenido de la zona occidental de Esta­ B. mazzottii Mexico, América Central O. talaje Mamíferos
dos Unidos y de Canadá. A pesar de ello, el descubri­
B. miyamotoi Eurasia, Norte de América Especies de lxodes (garrapa- Mamíferos
miento reciente de que otra especie en el grupo de fie­ tas duras)
bre recurrente origina enfermedad en seres humanos
con la misma distribución geográfica que la enferme­ B. persica Eurasia O. tholozani Mamíferos
dad de Lyme (cap. 181) ha confundido las diferencia­ B. recurrentis Africa, global ª Pedicu/us humanus corporis Seres humanos
ciones epidemiológicas entre los dos tipos principales (piojo del cuerpo)
de borreliosis. B. turicatae América del Norte O. turicata Mamíferos
■ ETIOLOGÍA B. venezue/ensis América Central y del Sur O. rudis Mamíferos
Se observaron originalmente en la sangre de personas ª La transmisión se limita actualmente a Etiopía y países vecinos, pero la infección por B. recurrentis tuvo antes
con fiebre recurrente en la década de 1880 (www.you una distribución global y subsiste dicha posibilidad.

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