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Carlos Alberto Mejías Rodríguez.

Doctor en Ciencias Jurídicas por la Universidad de la Habana, Cuba, Máster en


Derecho Público por la Universidad de Valencia, España; Diplomado en
Criminalística por el Instituto de la Procuraduría de San Petersburgo en Rusia y
Diplomado en Derecho procesal penal con mención en Ejecución de
Sentencias, Instituto de Estudios e Investigación Jurídica (INEJ), Nicaragua.
Profesor Titular por la Universidad de la Habana - Cuba. Docente en las
Universidades de Anáhuac México, Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla,
Instituto de Estudios Superiores de Puebla y Academia de formación policial de
Puebla, y profesor de Derecho penal y Derecho procesal penal del Instituto de
Estudios e Investigación Jurídica (INEJ), Nicaragua.

Retroalimentación de las preguntas del foro

Pregunta No 1. Los principios del derecho penal tributario deben mantener una necesaria armonía
con los del derecho tributario general y necesariamente reconducido a los principios y garantías
generales del Derecho Tributario. Entre ellos se destacan los siguientes: Principio de la capacidad
contributiva. Principio de la redistribución de riquezas. Principio de legalidad o reserva de ley.
Principio de tipicidad de la tributación. Principio del deber de colaboración del contribuyente con la
administración tributaria. Principio de exclusión de la punibilidad del error de derecho.  Principio de la
responsabilidad por el hecho. Principios de la imputación y de la reprochabilidad. Principios
intradogmáticos descriminalizadores y despenalizadores de la sanción penal tributaria. Este último
comprende los siguientes aspectos:

o Deben descriminalizarse aquellas conductas previstas en los textos penales


tributarios que se oponen a claros mandatos constitucionales.
o En el derecho penal tributario, como en el derecho penal común, deben llevarse las
disposiciones derogatorias o restrictivas de la penalidad a todos aquellos ámbitos
dogmáticos en los que su vigencia, por rigor lógico, tenga que ingresar.
o La normativa penal tributaria debe adecuarse, por vía abrogatoria, a los textos
internacionales sobre la materia incorporados por ratificación al derecho interno,
siempre y cuando estos acuerdos bilaterales o multilaterales no resulten violatorios
del orden público internacional del Estado concernido.
o El juez debe prescindir de la sanción penal tributaria o imponerla por debajo de su
límite legal cuando ella viola el derecho a la vida o a la dignidad de la persona
humana, o cuando se muestra manifiestamente excesiva.
o El juez deberá aplicar una pena inferior a la establecida para determinado delito
tributario, o incluso prescindir de su aplicación, si del contexto general del cuerpo
normativo penal tributario resulta el entendimiento inequívoco de que la misma
conducta es castigada en otro lugar con una penalidad menor o se la exoneró de
pena.

Pregunta No 2. La Hacienda Pública, es el bien jurídico tutelado en el Derecho Penal Tributario,
pero no entendido como algo estático, sino dinámico, valorado como sistema de recaudación de
ingresos y realización de gastos. Se protege algo más que un patrimonio de titularidad estatal,
estamos ante un bien jurídico difundido del que somos titulares todos los miembros de la sociedad,
ya que la no recaudación de lo debido o la realización incorrecta del gasto público, repercute
negativamente sobre los beneficiosos que cada ciudadano espera obtener de la actuación del
Estado en la vida social.

En los delitos tributarios y previsionales es la hacienda pública el bien jurídico a proteger, cuya
actividad dinámica está dirigida a la obtención de lo necesario para atender a las necesidades
generales. Esto requiere que todos cumplamos con el deber de contribución de acuerdo con nuestra
particular capacidad económica. En consecuencia, estos ilícitos adquieren condición o categoría de
delitos socioeconómicos, alejándose de los simples delitos patrimoniales que se cometen contra
particulares.

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