Está en la página 1de 2

PAGINA 17_ 26

Esta doble tradición se explica porque, originalmente, los aedos de la épica y los de la


lírica fueron los mismos, como lo prueba el propio Hesíodo al comienzo de la
Teogonía, con un himno a las Musas seguido de una nueva invocación, semejante a los
himnos homéricos, tras la que sigue la narración épica, los himnos homéricos comparten
con la poesía épica el verso en el que están compuestos, el hexámetro dactílico, la
lengua literaria, que es la lengua homérica, y los procedimientos de composición, esto
es, las fórmulas épicas y las escenas típicas.
2)Himnos breves: del IX al XXV, excepto el XIX, cuyo número de versos oscila entre
3 (XIII) y 12 (XVIII).
3)Himnos de extensión media: del XXVI al XXXIII, además del VI y el XIX, que
están fuera del lugar que les correspondía; el número de versos oscila entre 13 (XXVI)
y 22 (XXVII), salvo el XIX, de 49 versos, que está de dedicado a Pan y por eso fue
colocado tras un himno breve dedicado a Hermes, padre de Pan
Un Himno a los huéspedes figura en algunos manuscritos en la colección, pero no tiene
nada que ver con ella, ni por el contenido ni por su estructura, por lo que la mayoría de
los editores modernos no lo incluyen en sus ediciones de los Himnos homéricos.

1) Los himnos largos llevan el saludo y la fórmula de referencia a otro canto; sólo el
himno II tiene además la petición. Por ello parece claro que estos himnos fueron
empleados como proemios al canto de otras composiciones, tal como avanzó ya Wolf en
sus Prolegomena ad Homerum , y que no fueron utilizados como plegarias.
 2)Los himnos de extensión media, al igual que los himnos largos, debieron de ser
empleados básicamente como proemios al canto de otras composiciones, ya que nueve
de ellos llevan referencias a otro canto, y sólo uno no la lleva. Tampoco es probable que
estos himnos hayan tenido la función de plegarias.
3) Los himnos breves deben de haber funcionado como plegarias, sin que se descarte
su uso en ocasiones como proemios al canto de otras composiciones
Los cuatro poemas más largos, que son también los más importantes de la
colección: II, III, IV y V.
El Himno a Apolo (III): El Himno a Apolo es el de mayor calidad literaria, y
otro, añadido más tarde, consagrado a Apolo Pítico, que data seguramente de comienzos
del siglo VI a. El himno fue utilizado como propaganda délfica. Una prueba del éxito de
este himno es que los delios lo conservaron por escrito, según cuenta el Certamen de
Homero y Hesíodo 18, obra del siglo IV a.

La segunda parte del poema, más extensa, es el himno a Apolo Délfico, después de una


breve invocación. Dos versos finales concluyen el poema.
El Himno a Deméter (II): El Himno a Deméter constituye el testimonio más antiguo
referido a los misterios de Eleusis. La primera parte narra el rapto de Perséfone por
Hades y la búsqueda desesperada de su madre Deméter, hasta que se entera por el Sol
de lo sucedido. La segunda cuenta la marcha del Olimpo de Deméter, irritada, y su
llegada, disfrazada en figura mortal, a casa de Celeo y su familia, que recibía culto en
Eleusis.
El Himno a Hermes (IV): Los atributos de Hermes, un dios inventor y con múltiples
actividades, caracterizado por su picardía, explica el tono humorístico del poema, lo
mismo que su ritmo acelerado y la diversidad de temas que trata.
El Himno a Afrodita (V):  Algo más breve que los tres que le preceden, es de gran
belleza y expresividad, pues canta el poder de Afrodita, es decir, del amor, mediante una
serie de contrastes y con logrados recursos poéticos.
Otros poemas atribuidos a Homero

Poemas burlescos paródicos de la épica fueron también compuestos en la


Antigüedad, atribuyéndolos la tradición en general a Homero. Sólo uno de ellos se
conserva entero: la Batracomiomaquia, poema de 303 versos probablemente de un
autor de la región de Alejandría, del siglo I a. C. El poema está estructurado en tres
grandes partes, la primera parte narra las causas de la guerra, es decir, el relato de la
fábula mencionada; la segunda parte cuenta los preparativos del combate; la tercera
parte refiere el desarrollo de la batalla con el desenlace final de la aparición de los
cangrejos
De otras composiciones burlescas apenas se conservan fragmentos. La más
celebrada de ellas en la Antigüedad fue el Margites, poema probablemente de los
siglos VII-VI a. C., de un poeta de Colofón, que cuenta las aventuras de un campesino
ignorante que todo lo hace al revés.
Transmisión, ediciones modernas y pervivencia de Homero

A la transmisión de los poemas homéricos, Ilíada y Odisea, antes de Época


Helenística nos hemos referido ya en el primer apartado.
Las más copiadas de la Antigüedad clásica, y el número de manuscritos conservados es
el mayor de cualquier obra griega: más de doscientos de la Ilíada y más de setenta de la
Odisea. Los Himnos homéricos, en cambio, no gozaron de apenas consideración
después de época alejandrina, y dejaron de leerse, no siendo revalorizados hasta el siglo
XIX. Las traducciones y ediciones en español de los poemas homéricos, de los Himnos
y de la Batracomiomaquia, del siglo XX, aparecen en la bibliografía sucinta, así como
los estudios y comentarios más relevantes.

También podría gustarte