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19 en la Educación Superior.

Revista Iberoamericana para la Investigación y el


Desarrollo Educativo, Vol.18(no.77)
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1990-86442020000600338&lang=es
CLASES EN LINEA
Durante el confinamiento que se dio en México por el COVID-19 el 23 de Marzo de
2020, en las instituciones académicas comenzaron a dar clases en línea; hablando
desde mi experiencia, el confinamiento empezó cuando estaba en 4to semestre de
grado medio superior, primeramente utilizamos la plataforma de videollamadas
Zoom, sin embargo, poco después vimos las complicaciones de cada plataforma
por ejemplo: se llenaba la sala con 30 estudiantes y ya no se podían agregar más,
la calidad de audio y video eran malas, la videollamada se cortaba después de 30
minutos y tenías que volver a entrar, etc. y las complicaciones de cada estudiante
en su casa, por ejemplo, se notó que no todos los estudiantes tenían internet en
casa, sino que, tenían que comprar un plan de datos y el problema de esto es que,
se consumían los datos rápidamente, entonces, no podían estar en todas las clases
y por lo tanto había falta de continuidad.
Debido a las complicaciones antes mencionadas, algunos de los profesores
decidieron comprar la versión Pro de la plataforma donde daban clases, y así
solucionar un poco esas problemáticas; respecto a los estudiantes, empezaron a
contratar servicios de internet para poder tomar todas sus clases y dar un mejor
seguimiento; sin embargo, después también hubo problemáticas por fallas en la
señal, entre otros detalles; pero se consiguió una mejora.
Poco después, los profesores comenzaron a utilizar otras plataformas como: teams,
meet, Moodle, clasroom, que facilitaban subir tareas y las videollamadas eran más
interactivas. Todos nos tuvimos que adaptar a este cambio tan repentino que se dio
por año y medio, hasta que las autoridades de cada nivel comenzaron a anunciar
que ya se podía regresar a la escuela.
En mi generación, tuvimos que graduarnos en línea, no fue algo que me hubiera
gustado, ya que no pudimos tomarnos foto de graduación y la amistad entre
compañeros no fue tan estrecha, pues en las clases en línea no podíamos platicar
entre nosotros como cuando estábamos presencialmente, se le dio más importancia
a aprender que a socializar, esa falta de comunicación entre compañeros fue un
problema para mí, ya que sí me gusta entablar conversaciones con los demás.
En mi último semestre sabía que quería entrar a la universidad, y tenía que estudiar
para conseguir un lugar en una de las mejores instituciones del país: IPN o UNAM,
yo sentía que no estaba tan preparada como para hacer el examen y quedarme en
mi primer lugar, así que también me benefició estar en clases en línea en ese
periodo, ya que cuando algún profesor todavía no estaba presente en clase, me
ponía a estudiar un poco hasta que el profesor llegaba, tuve más tiempo para
estudiar, que si hubiera estado en clases presenciales. Para algunos de mis
compañeros, comenzar con estas clases en línea también les benefició en el sentido
de que les ayudó a mejorar calificaciones, a despertarse más tarde ya que algunos
tomaban el transporte y tenían que levantarse más temprano, a cuidar de hermanos
pequeños o estar con sus hijos y familiares, y también económicamente, pues
ahorraron lo de los pasajes.
Por medio de las redes sociales se daba a entender que los estudiantes no estaban
bien preparados, se hacían memes que son imágenes chistosas de que los médicos
no sabían cómo inyectar, debido a la falta de práctica que se dio a raíz de las clases
en línea y otros casos parecidos también cuando los estudiantes comenzaron a
asistir a las escuelas, los profesores aplicaban exámenes diagnósticos para ver qué
tanto sabíamos sobre esa materia, la cuestión era: en las clases en línea ¿realmente
se aprendió algo? ¿A qué grupo de personas les beneficiaria este tipo de clases y
cuáles son las ventajas que plantea este estilo de clases no presenciales?
Sabemos que la motivación es uno de los elementos que intervienen en cualquier
proceso de enseñanza-aprendizaje, es la fuente que nos ayuda a poder lograr una
meta, nos permite no perder de vista ese objetivo y lograrlo a pesar de las
problemáticas que se vayan dando en el camino.
La mayoría de los alumnos que se interesan y siguen cursos de formación no
presenciales son adultos. Acceden a la formación no presencial por la necesidad de
ampliar conocimientos o adquirir un título que les ayude a promocionarse o
continuar en su puesto de trabajo, no se plantean la formación no presencial por el
hecho de vivir lejos, sino, por la imposibilidad de asistir regularmente a un salón de
clases. El interés que tienen por aprender los motiva al punto de alcanzar lo que
pretenden con la formación no presencial.
Para los profesores estar en línea fue también algo nuevo, ya que lo que se explica
de una manera determinada con una clase presencial no es lo mismo al explicarlo
a una clase no presencial, deben procurar que se entienda y el estudiante lo
aprenda de otras maneras, por ejemplo, los ademanes que se pueden hacer en una
clase presencial al explicar un tema, no se podían hacer en la cámara del ordenador,
pues, el marco de la cámara no es tan amplio como para poder hacer esos
movimientos. Además de que el profesor tenía que confiar de que el estudiante
estuviera interesado en la clase que se estaba impartiendo y que aprendiera, pues
como no se le está viendo presencialmente, el alumno puede conectarse a la clase
e irse a otro lado: desayunar, jugar, etc.
Una ventaja que se vio durante las clases en línea fue que se pudo trabajar con más
personas de las que se podría meter a un salón de clases y que se podían grabar
las sesiones, así cuando alguien no podía entrar a una clase por algún problema
que tuviera, la podía ver más tarde; desde el punto de vista pedagógico la educación
no presencial dificulta la relación educativa, pero a diferencia de las clases
CLASES EN LINEA

Arellano Alpízar Claudia Itzel


Profa. Mariana Mora Palacios
Ética, Sociedad y Profesión.
presenciales se notó un cambio respecto a la relación profesor-estudiante, ya que
el estudiante le tenía más confianza al profesor, pues nos podíamos comunicar con
ellos por medio de chats o correo electrónico.
El aprendizaje de cada alumno fue personal y de cada quien, porque, como ya he
mencionado, el alumno es el que debía estar interesado en el tema, en mi caso, sí
aprendí en línea, pero no tanto como cuando me puse a estudiar por mi cuenta, ya
que cada quien tenemos una forma diferente de aprender, y cuando personalicé mis
tiempos y los temas que necesitaba aprender, fue como me ayudó a estar al tanto
de lo que no sabía y entender el tema realmente. Luego de probar las clases no
presenciales, tengo algunos compañeros que les gustó y continuaron con esa
modalidad en la universidad, pues decían que la modalidad en línea tiene la ventaja
de ser accesible, flexible y abierta.
En México se realizó una encuesta pos pandemia (cuando se comenzaba a
anunciar que ya se podía regresar a clases) en 5472 viviendas para la medición del
impacto de COVID-19 en la educación 2020, el estudio sobre las clases virtuales
encontró que el 56.4% de los participantes identificaron que la principal ventaja es
que no pone en riesgo la salud de alumnos, por el contrario, el 58.3% de los
participantes expresaron que la principal desventaja es que no se aprende o se
aprende menos que de manera presencial.
En la actualidad es indispensable la utilización de las plataformas digitales, aún
ahora que ya estamos de manera presencial se ha quedado el uso de clasroom
para un mejor manejo de información o actividades que se dejan de tarea, el grupo
de WhatsApp para poder comunicarnos entre compañeros y profesores con la
finalidad de una mejor calidad educativa.
Bibliografía:
- M.Duart, J. y Sangrá, A. (2005). Aprender en la virtualidad. Edicions de la
Universidad Oberta de Catalunya.
- Domínguez García, D. (2022) Efectos de la covid-19 en la educación superior en
línea en el estado de Guerrero, México: percepción de los estudiantes. Revista
Iberoamericana para la Investigación y el Desarrollo Educativo, Vol.12 (no.24)
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2007-74672022000100018

- Flores, G. Roque, R. Mendoza, A. (2022) La educación superior pospandemia:


percepciones estudiantiles en una universidad mexicana. Revista Iberoamericana
para la Investigación y el Desarrollo Educativo, Vol.14(no.28)
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2007-07052022000100202

- Guerrero, J. Vite, H. Feijoo J. (2020) Uso de la tecnología de información y


comunicación y las tecnologías de aprendizaje y conocimiento en tiempos de Covid-

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