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4ª UNIDAD

LA PLANIFICACION DE PROYECTOS Y LA
TRADICIÓN DE GÉNERO
Módulo POLÍTICAS PÚBLICAS Y PLANIFICACIÓN DE GÉNERO
Módulo POLÍTICAS PÚBLICAS Y PLANIFICACIÓN DE GÉNERO

CUARTA UNIDAD 4ª
LA PLANIFICACION DE PROYECTOS Y LA TRADICIÓN DE GÉNERO UNIDAD

OBJETIVOS:
Comprender qué es la planificación de proyectos y la tradición de género.

LA PLANIFICACION DE PROYECTOS Y LA TRADICIÓN DE GÉNERO


CONTENIDOS:

•Definición de planificación
•Tradiciones clásicas, aplicadas y transformativas.
•Razones para contar con una tradición de planificación específica de género.
•Principios generales para la planificación de género: el análisis de género.

Ya descritos los conceptos, contextos y procesos que marcan la institucionalización


del género en las políticas públicas, las siguientes unidades abordan las herramientas
necesarias tanto para poder poner en práctica dicha institucionalización, como
para evaluarla. En este sentido, el siguiente capítulo profundiza en los conceptos
de planificación con especial alusión a la de género. La importancia y necesidad de la
generación de una conciencia de género como requisito indispensable para la ejecución de
los proyectos para el desarrollo, permite proponer alternativas de transformación social
por medio de intervenciones que avanzan hacia la integración, equidad y participación
ciudadana.

En la lógica anterior, la incorporación del género, instalando su perspectiva en las


políticas públicas de desarrollo, constituye un desafío, y otorga criterios de reflexión sin
los cuales sería difícil arribar a una planificación de proyectos que dé cuenta de la gran
complejidad que involucra y la significación transformadora de las relaciones sociales
actuales. En este último marco, se ha avanzado poco y la reflexión esbozada no se
internaliza con propiedad en estas materias. Superar estas brechas es lo que posibilita
que la planificación resultante no sea un intento más por aportar al desarrollo de las
mujeres sin lograr un verdadero avance en su situación y posición. El desarrollo, por
ende, debe ser entendido como un proceso que involucra a todos los/as miembros de
una sociedad de acuerdo a sus necesidades individuales y demandas colectivas.

El planteamiento central de este texto se basa en la premisa de que la planificación


de género tiene como punto de partida una concepción de igualdad de derechos y 111
oportunidades no sólo entre varones y mujeres, sino de género. ¿Qué quiere decir esto?
Pues que siempre se debe recordar que, tal como se estudió en el primer módulo, el género
se construye a través de la multiplicidad. Es decir que en cada contexto se deberán

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4ª considerar aquellas variables que influyan en la configuración de las desigualdades


específicas de dicho lugar. Como se ha visto, en América Latina éstas suelen relacionarse
UNIDAD con la pertenencia a pueblos originarios, con la clase, con la edad y con las sexualidades.

En este sentido, la concreción de proyectos tendientes a la superación de las


desigualdades de género sólo será posible a través de una planificación que ponga
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especial atención a la visibilización de la situación de las mujeres respecto de los hombres


en cualquier sociedad, para luego ser capaz de integrarlos a todos y todas. Este énfasis se
fundamenta, entre otras razones, en que hay una tendencia en los/as responsables de la
planificación, a considerar que la comunidad es una estructura homogénea, asumiendo
que las necesidades, intereses y demandas de hombres y mujeres son las mismas.

El acento puesto en “visualizar” permanentemente a las mujeres en los proyectos no


quiere decir que propongamos la implementación sólo de proyectos para mujeres como
una condición sine qua non para alcanzar la igualdad de género, pues se pueden realizar
proyectos exclusivos con mujeres que no modifiquen su posición en la sociedad y por el
contrario, se pueden implementar proyectos con hombres que resulten transformadores
de las relaciones de género actuales.

IV.1. ¿QUÉ ES LA PLANIFICACIÓN?

Oficialmente, la planificación aparece con el nacimiento de la Sociedad Soviética,


cuando en 1918, se orientaron recursos para satisfacer necesidades sociales y económicas
de sus habitantes. Surgió como condición necesaria para intentar organizar y hacer
funcionar la sociedad. Luego, comenzó a ponerse en práctica en el campo del desarrollo
capitalista, a partir de la gran crisis de los años treinta, cuando el gasto público pasó a
ser controlado por el Estado en lo concerniente a la producción militar y en la legislación
financiero•monetaria. Posteriormente, el concepto de planificación se consolidó en el
contexto del periodo de postguerra en el año 1948, cuando se usó en los programas de
Recuperación Europea o Plan Marshall. A partir de este momento se elaboraron planes
integrales en los cuáles se involucra la idea del desarrollo.

La planificación es un método de intervención para producir cambios controlados


en el curso tendencial de los eventos. Está influida y limitada por las ideas y las
condiciones de la sociedad en que se insertan los procesos de desarrollo74. Planificar es
proyectarse hacia el futuro, decidiendo con anticipación una acción. Implica, por tanto,
tomar decisiones.

112 “La planificación se hace necesaria cuando se llega a la identificación de un problema o de


una realidad que debe ser modificada, para lo cual se hace necesario diseñar una estrategia de

74 Lira, Luis. 2006. Revalorización de la Planificación del Desarrollo. Serie Gestión Pública N°59, ILPES,
CEPAL, Santiago de Chile.

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intervención para la cual hay que realizar determinadas actividades. En este sentido, se entenderá
por estrategia de intervención, toda actividad, plan, programa, proyecto o política con el cual se

pretende solucionar un problema o transformar una situación o realidad y convertirlo en una UNIDAD
situación deseada”75.

Planificar significa concebir situaciones en que los problemas sociales que nos

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hemos trazado sean resueltos. Debe centrarse en los actores involucrados/as
y debe considerar las limitaciones y potencialidades económicas, ambientales,
sociales y culturales tanto de hombres como de mujeres.

IV.2. TRADICIONES Y METODOLOGÍAS DE PLANIFICACIÓN76

Caroline Moser establece la distinción entre tradiciones y metodologías de la


planificación. Mientras las primeras se refieren al marco teórico en el cual se desenvuelve
la planificación, las segundas se refieren a las pautas técnicas más adecuadas para cada
una de ellas. Entre las tradiciones más relevantes se encuentran las clásicas, aplicadas y
transformativas, las que se exponen a partir del clásico texto de la citada autora de 1995
Planificación de Género y Desarrollo: Teoría, Práctica y Capacitación.77

IV.2.1. TRADICIONES CLÁSICAS Y METODOLOGÍA DE PLANTILLA

Las tradiciones clásicas, especialmente en Europa, se preocupan por los problemas físicos y
espaciales del crecimiento de la ciudad:

•Inicialmente, alrededor de 1880, con un énfasis en el diseño urbano, la planificación


urbana y el uso de la tierra.
•A partir de los años 1930, la planificación regional y del transporte.

Su metodología es la encuesta - análisis - plan tradicional o el enfoque denominado de


plantilla. Esta forma de planificar se basa en una legitimidad absoluta tanto del llamado
“interés público”, como de los/as planificadores/as. Veamos esto en detalle.

Interés público se le denominó, en la época, a la idea de que existían ciertos valores


universales que debían orientar el curso de las políticas. Un interés común que orientaría el
cambio y por ende, la planificación. Este curso transparente de acción investía de neutralidad
suficiente a los/as planificadores/as para trazar encuestas, analizarlas y luego diseñar e
implementar planes sin tener que preocuparse por la interferencia de su propia subjetividad. 113
75 OEA, 2010. Guía de Capacitación “Planificación Estratégica Participativa con Enfoque de Género”. P.12.
76 Moser, Caroline. 1995. Planificación de Género y Desarrollo: Teoría, Práctica y Capacitación. Lima: Centro de la
Mujer Flora Tristán.
77 Ibíd.

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4ª Tenía una concentración en planes orientada al producto y su forma más conocida era el
plan nacional, adoptado en muchos países del Tercer Mundo. La metodología comprende
UNIDAD etapas directas que van de la encuesta al análisis, emprendidas por cientistas sociales,
y seguidas de la implementación del plan. Al ser predominantemente de naturaleza
espacial, suelen realizarla ingenieros y arquitectos. La metodología presupone un
consenso respecto de los valores y las orientaciones de política en el manejo del cambio,
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encapsulado en la noción de “interés público”.

Metodología de la planificación: el plan de plantilla

Las críticas a este tipo de metodología se enfocaron en que presuponían que los burócratas
serían capaces de trasladar su conocimiento sobre las necesidades económicas, sociales
y de medio ambiente a formas espaciales y físicas, sin asumir opciones valorativas
en el camino. Por ello, la metodología fue tachada de políticamente autoritaria y
epistemológicamente ingenua.

IV.2.2. TRADICIONES APLICADAS Y METODOLOGÍA INTEGRAL RACIONAL

Las tradiciones aplicadas se desarrollaron entre los años 1950 y 1960 “junto con las
crecientes complejidades del sistema económico global. Su preocupación pasó del dominio
espacial y físico al de los sistemas económico, social y gubernamental subyacentes que generaron
los patrones de crecimiento contemporáneos y que dieron por resultado las tradiciones de
planificación social y económica, a nivel de proyecto de corporación. Su preocupación principal
es la promoción de una “racionalidad” en la planificación, y en esa medida las tradiciones
aplicadas se basan en la teoría de la planificación procedimental. Estas se derivan de un modelo
de sistema general que asigna a la planificación la búsqueda de ciertas áreas sociales a través de
una tecnología que resuelva problemas”78.

Su metodología es la integral racional que tiene distintas etapas lógicas: definición del
problema, acopio de datos y procesamiento, formulación de metas y objetivos, diseño
de planes alternativos, procesos de toma de decisiones, implementación, monitoreo y
retroalimentación.

114

78 Op. Cit. P.19.

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Metodología de planificación: planificación integral racional con referencia


particular al proyecto-ciclo

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IV.2.3. TRADICIONES TRANSFORMATIVAS: PLANIFICACIÓN DE GÉNERO

Las tradiciones transformativas se caracterizan por la búsqueda de cambios en nuestras


formas de percibir y vivir la vida. Entre ellas están la planificación del desarrollo, la
cultural, la del medioambiente y la de género. Su implementación es por ende, más lenta
y conflictiva que en los casos anteriores. Para este módulo de estudio nos centraremos
obviamente, en la planificación de género, la que estudiaremos detalladamente a lo
largo de las siguientes unidades.

[para la planificación de género, la meta] “(…) es emancipar a las mujeres de


su subordinación, y lograr la igualdad, la equidad y el empoderamiento. Su agenda
son las necesidades estratégicas específicas de género de la mujer que se relacionan
contextualmente con relaciones sociales como la clase, la etnicidad, la raza, la religión y 115
la localización” 79.

79 Op. Cit. P. 27

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4ª Es muy importante considerar que se trata de una forma de llevar lo teórico a lo práctico,
por lo cual tanto su tradición como su metodología están fuertemente relacionadas con
UNIDAD todo lo que se ha estudiado a lo largo del diplomado.

En este sentido, los énfasis de la planificación de género, están dados por los enfoques
de desarrollo, que la sostienen y justifican. Así, aquellos planteamientos sustentados
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en el enfoque MED, relevan aspectos tales como la visibilización e incorporación de


las mujeres a la producción y a la generación de ingresos más allá de lo doméstico•
reproductivo, mientras que el enfoque GED enfatiza el empoderamiento a través de los
diferentes mecanismos que propician la asociatividad y la autonomía.

Actualmente, la planificación de género se enmarca en una concepción de igualdad


de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres, que debe ser considerada en
todas sus etapas, desde la identificación de los problemas hasta la gestión, eje­cución y
evaluación de los proyectos, constituyendo el ciclo de la planificación.

Este tipo de planteamiento piensa atender inicialmente las diferencias entre hombres
y mujeres, para luego relevar sus diversos posicionamientos tanto de condición social,
generacionales y de pertenencia étnica, como de territorialidad basados en los contextos
del mundo rural o urbano, o de los países centrales y/o periféricos, entre otros. Por esa
razón, se puede señalar que la planificación de género aporta a generar proyectos
culturalmente más pertinentes, sumado a un mayor fortalecimiento social por parte
de los y las beneficiaros/as.

CARACTERÍSTICAS DE LAS TRADICIONES TRANSFORMATIVAS DE


PLANIFICACIÓN

Es un proceso. Esto significa que su elaboración y ejecución requieren de tiempo.


También se considera procesual por su dinamismo, no es estática.

Es participativa. Se realiza a partir de la gente y con la gente que luego será


la que se “beneficie” de los proyectos o planes que se diseñen. Lo que significa
una diferencia y separación radical con el asistencialismo, pues ya no se trata
de entregar bienes, sino de promover capacidades, lo que se traduce en que la
planificación:

Es un debate. La negociación entre los distintos participantes en una


116 planificación, por sobre la imposición de los/as planificadores/as a los/as
beneficiarios/as, deberá hacerse asumiendo el conflicto.

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Es concreta. La planificación organiza la forma en que se implementará una


política. Diseña un plan, que debe ser concreto y claro y debe contribuir a

solucionar el problema o dar respuesta a la realidad a la que responde el plan. UNIDAD

Debe priorizar. La planificación implica priorizar, escoger y llevar a cabo aquellas


actividades cuyos resultados sean más factibles de conseguir y que tengan un

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mayor impacto sobre el problema a resolver.

IV.3. ¿POR QUÉ ES NECESARIA LA PLANIFICACIÓN DE GÉNERO?

La planificación de género es necesaria porque en su ausencia se considera exclusivamente a un


sujeto universal como destinatario. Este sujeto universal es homogéneo, no tiene marcas de sexo,
ni de edad, ni de raza, imposibilitando el logro de la igualdad de género en las políticas públicas.

Desde la perspectiva de género lo anterior se debe, fundamentalmente, a que una tradición


de planificación sin género se construye sobre los supuestos vigentes en nuestra sociedad,
acerca de varones y mujeres. Ello influye en todo el proceso de planificación, reafirmando
las desigualdades y posición subordinada de las mujeres. Estos supuestos, como se vio
anteriormente en el módulo, son principalmente tres:

•“Primero, que el hogar está conformado por una familia nuclear compuesta por esposo, esposa y dos
o tres hijos/as.
•Segundo, que el hogar funciona como una unidad socioeconómica dentro de la cual hay igualdad en
el control de los recursos y en la toma de decisiones entre todos los miembros adultos en asuntos que
influyen en el sostenimiento del hogar.
•Tercero, que dentro del hogar hay una clara división del trabajo basada en el género, siendo el
hombre el proveedor que trabaja fuera del hogar y la mujer la responsable del trabajo reproductivo
en el ámbito doméstico”80.

Así por ejemplo, una de las limitaciones relevadas por parte de los análisis de género en los
proyectos de planificación y desarrollo fue evidenciar que la evaluación ex•ante de los proyectos
convencionales, designaba al hogar como unidad de análisis, identificándolo como un espacio
uniforme dentro de la toma de decisiones. Lo anterior es una idea errónea de proporciones
significativas, ya que éste no es el caso en muchas sociedades donde los diferentes miembros
tienen roles productivos diferenciados, y donde hay demandas que compiten entre sí, las que 117
muchas veces entran en conflicto sobre los recursos y beneficios para la satisfacción básica.

80 Bantaba. Centro de Documentación de Hegoa en Bilbao. Disponible en http://www.bantaba.ehu.es/


formarse/ficheros/view/Exposici%C3%B3n_Sesi%C3%B3n_1%C2%AA.pdf?revision_id=33632&package_id=33607

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4ª En la ausencia de la mirada de género, la planificación general, que ha sido la más


extendida, da por supuesto que la población es fundamentalmente semejante, y que un
UNIDAD sólo plan es suficiente y adecuado para mujeres y hombres81.

Errores comunes en la planificación sin perspectiva de género82:


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•La mayoría de los procesos de planificación invisibilizan a las mujeres y las


relaciones de poder entre hombres y mujeres.
•En general los/as planificadores/as suponen que al mencionar a los hombres se
incluye también a las mujeres. Los hombres son el paradigma a partir del cual se
planifica.
•Muchas veces, quienes planifican o formulan programas, políticas y proyectos,
suponen que mujeres y hombres viven de la misma manera los mismos problemas.
•Los hombres, de nuevo, son el paradigma.
•La planificación de programas, políticas o proyectos, generalmente se hace sin
consultar a la gente y cuando esto se efectúa, se incluye sólo a los hombres.
•Los planificadores asumen, a priori, que el coste de oportunidad del tiempo de las
mujeres es cero.
•Se planifica sectorialmente eludiendo múltiples aspectos de la vida de las mujeres
y relegándolas a programas y proyectos de bienestar.
•Los procesos de planificación (de políticas, planes, programas o proyectos) que
están “obligados” a incluir la perspectiva de género se contentan con un párrafo
que señala que esta perspectiva será un “eje transversal” (mainstreaming) del
plan que resulte.

¿Qué resulta de una planificación sin perspectiva de género?

•La solución puede llegar a convertirse en un problema para las mujeres.


•La planificación que excluye a las mujeres no contribuye con su desarrollo, no
impugna la desigualdad, no fortalece la democracia.
•Las políticas, planes o proyectos que se planifican de esta manera reducen su
impacto social, político y económico.
118

81 Op. Cit.
82 Volio, Roxana, 2008. La Planificación Estratégica con Perspectiva de Género. disponible en www.fundescan.es

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IV.4. ¿POR QUÉ EL TEMA DE GÉNERO REQUIERE UNA TRADICIÓN DE


PLANIFICACIÓN ESPECÍFICA?

UNIDAD
Para Caroline Moser83 la planificación de género, tiene un objetivo emancipador para las
mujeres, conducente a la superación de la subordinación y al logro de la igualdad, la equidad
y el empoderamiento. Asumiendo esta definición, podemos constatar que tiene un carácter
político de transformación de la realidad y de las condiciones de subordinación por parte de

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dicha colectividad. Por ello se hace necesario desarticular los tres mitos sobre las relaciones
de género expuestos anteriormente. Esto es sumamente relevante pues muchas veces nos
preguntamos sobre el por qué del énfasis del análisis de género en unidades tales como el
hogar y la familia. La respuesta es que tanto el enfoque liberal como la tradición más clásica de
la planificación, se basan en construcciones estereotipadas de tales unidades, teniendo como
consecuencia la profundización de las desigualdades. “Por ello se hace necesario desagregar las
unidades conceptuales como la comunidad, el hogar y la familia y mirar las relaciones y la distribución
y el control de los recursos en su interior, así como las diferentes necesidades de género”84.

Como por lo general, los análisis para la planificación se basan en los estereotipos expuestos,
para lograr un enfoque que tienda hacia la emancipación, se hace necesario partir de una
perspectiva que incluya y enfatice, explícitamente y desde su base, las desigualdades
de género. “En buena parte de la práctica actual, los términos “mujer” y “género” son
simplemente injertados en las tradiciones de planificación existente, sin ningún cambio fundamental
en la lógica conceptual de la tradición planificadora del caso. Este procedimiento es similar al que
adopta la tradición académica, en el que “añadir mujeres” fue la forma de resolver el problema de la
“invisibilidad analítica” de las mujeres (Moore, 1988). El supuesto de que el género es simplemente un
componente neutro que puede ser integrado a las tradiciones de planificación existentes pueden estar
“colmadas”; las metodologías de planificación y los arreglos institucionales que ellos utilizan pueden
ser inapropiados para incorporar el género. Por ello, la cuestión central es si es posible “injertar”
género en las tradiciones de planificación existentes, o si las preocupaciones de género requieren su
propia tradición aparte”85.

IV.5. TRADICIÓN DE PLANIFICACIÓN DE GÉNERO: EL ANÁLISIS DE GÉNERO

Por análisis de género en los proyectos de desarrollo entenderemos:

La consideración y visualización de las diferencias, desigualdades e inequidades de


género. Esta explicitación debe realizarse tanto en los contextos territoriales y
socioculturales donde se planifican las acciones de desarrollo, como en las distintas

83 Moser, Caroline. 1995. Planificación de Género y Desarrollo: Teoría, Práctica y Capacitación. Lima: Centro de la 119
Mujer Flora Tristán.
84 Bantaba. Centro de Documentación de Hegoa en Bilbao. Disponible en http://www.bantaba.ehu.es/
formarse/ficheros/view/Exposici%C3%B3n_Sesi%C3%B3n_1%C2%AA.pdf?revision_id=33632&package_id=33607
85 Moser, Caroline. 1995. Planificación de Género y Desarrollo: Teoría, Práctica y Capacitación. Lima: Centro de la
Mujer Peruana, Flora Tristán. p: 23.

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4ª etapas de su implementación, incluyendo una proyección de sus impactos de


corto, mediano y largo plazo. Se incorpora también un análisis de las relaciones de
UNIDAD género y de las formas en que el proyecto puede incidir en su transformación.

Esta mirada, permite tomar decisiones con pertinencia de género, en cuanto a la definición
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de objetivos, metodologías y formas de evaluación de los proyectos. Permitiendo con ello,


cautelar que las acciones de desarrollo no generen nuevas inequidades o profundicen
aún más las existentes y, por el contrario, contribuyan ojalá a disminuirlas. En orden de
dar respuesta a estos fines, la planificación desde el análisis de género:

•Tiene un carácter político al buscar un cambio profundo no sólo en el curso de los


acontecimientos, sino que en la forma como vemos la vida.
•Debido a lo anterior se trata de procesos lentos y muchas veces conflictivos, lo que
vuelve necesaria la incorporación del debate.
•Por su carácter político y la necesidad de integrar el debate, se trata de tradiciones
que incorporan la participación y el diálogo entre todos/as los/as implicados/as,
como principio fundamental.

Este último punto es sumamente importante para el actual contexto de modernización


del Estado y profundización de la democracia.

IV.5.1. DIÁLOGO Y PARTICIPACIÓN DE TODOS/AS LOS/AS INVOLUCRADOS/AS

El diálogo y la participación de todos/as los/as involucrados/as en la planificación,


contribuye a la visibilización de su heterogeneidad y también a cumplir con el objetivo
político de transformación por medio del debate. En orden de considerar y visibilizar la
heterogeneidad de las personas con que se trabaja, será necesario estar atento/a a la
operacionalización del género por medio de sus categorías analíticas (recordemos lo
revisado en el módulo de Teorías del Género).

•Relacionalidad: al buscar transformar las relaciones desiguales de género, debemos


considerar a todos/as quienes están implicados en el fenómeno a tratar. Así por
ejemplo, si buscamos disminuir las tasas de gestación adolescente, será necesario
tomar en cuenta a varones y mujeres adolescentes, pero seguramente también a sus
adultos/as significativos.
120
•Multiplicidad: la construcción de las desigualdades de género no incluyen
exclusivamente el ser mujer o varón, sino también otra serie de rasgos identitarios
tales como edad, clase, educación, diversidad sexual, raza, entre otras. Es sumamente

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importante definir cuáles son estos rasgos en cada contexto particular, los cuales
deberán ser tomados en cuenta.

UNIDAD
•Variabilidad y posicionamiento: Según las características anteriores los sujetos
ocupan posiciones de subordinación, jerarquía o igualdad, las cuales varían en relación
al contexto y persona con la cual se estén relacionando.

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Tomar conciencia de ello, permitirá entender que los individuos tienen distintos roles y se
desenvuelven en condiciones sociales particulares que contribuyen a su caracterización
y definición. De esta manera, tanto las mujeres como los varones forman un grupo
heterogéneo en cualquier sociedad. En este sentido, el análisis de género nos
recuerda que debemos estar atentas/os a no continuar con concepciones esencialistas y
reduccionistas de los colectivos.

Al elaborar un programa social o un proyecto de desarrollo, las instituciones


deben considerar e investigar los papeles específicos de género de los diferentes
protagonistas y actores relevantes dentro de los grupos destinatarios (población
objetiva focalizada) para poder diseñar servicios de extensión, cursos de
capacitación, medios de información y otros de acuerdo con sus necesidades y
capacidades específicas.

De esta manera, ha sido ampliamente reconocido que un análisis específico de género crea
las bases para que las actividades de cualquier proyecto se implementen considerando las
necesidades y potencialidades de todos/as los miembros de los Grupos Destinatarios, y que por
tanto, ayuda a evitar las discriminaciones negativas.

Con frecuencia, en la formulación de proyectos sociales se pone el foco de atención en los


resultados en lugar del proceso, siendo que en este último se concentran las variables que
pueden asegurar el éxito o fracaso de un proyecto. Son los individuos que participan en la
planificación, tanto planificadores como beneficiarios/as, quienes influyen de manera radical
en este proceso: diagnóstico, implementación y evaluación.

En este marco es necesario propiciar los diálogos entre los diferentes actores que participan del
proyecto, ya que por medio de una retroalimentación constante se favorece el fortalecimiento
de cualquier iniciativa tendiente al desarrollo. La forma en la que una comunidad se integra en
la planificación y en las etapas sucesivas de un proyecto es crucial. La aceptación, comprensión
y comunicación recíproca entre los actores locales, agentes de desarrollo86 y otros/as actores
institucionales, es un aspecto fundamental para el logro de esta integración. 121

86 Por agentes de desarrollo entenderemos a las personas, técnicas y profesionales de instituciones, entidades
gubernamentales, agencias de financiamiento, organismos internacionales y otras, que apoyarán la ejecución de los
planes, programas y proyectos de desarrollo, en sus diferentes etapas y/o en su financiamiento.

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4ª Tres etapas importantes a considerar:

UNIDAD
•Acuerdos con la comunidad sobre valores y metas que guían la acción. Aquí cobran
especial importancia las metodologías de participación social.
•Negociar un acuerdo en el que la comunidad y la institución tengan algo que
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ofrecerse mutuamente; esto es, el rol que cada uno tendrá para lograr los resultados
que son propuestos en conjunto, organizando la participación.
•Lograr un análisis común de la situación, lo que se refiere a que la comunidad y la
institución ejecutora no sólo están de acuerdo en la identificación de problemas y
necesidades, sino que también comparten el entendimiento de las causas.

Otro de los aspectos a considerar es evitar imponer valores que sólo sean importantes
para la institución, la que en muchas ocasiones, se ve presionada por líneas programáticas
de los gobiernos que otorgan tiempos y metas. El desarrollo comu­nitario con enfoque
de género debe basarse en el respeto de los ritmos y procesos de la comunidad, con el
propósito de que los logros de los proyectos sean sustentables.

Establecer una relación en la que la institución escuche, aprenda y consulte es


fundamental en este enfoque. No sólo porque los grupos más pobres de una comunidad
–y en especial las mujeres – son ignoradas, sino porque cada comunidad se desenvuelve
en un contexto social más amplio que es necesario conocer. Desarrollar una perspectiva
basada en la información sobre las relaciones que las mujeres tienen con los sistemas
ambientales, políticos y socioeconómicos implica la voluntad y capacidad de la
institución de apreciar los intereses de éstas.

La dimensión de participación apunta a que las personas se involucren en los programas


de desarrollo en los cuales han sido caracterizados en un principio como destinatarios,
sin distinción de género, etnia, edad, orientación sexual o discapacidad. Su incorporación
potencia de manera efectiva que dicho proceso implique el tránsito desde la posición de
beneficiario/a y por ende, desde su carácter pasivo a un rol activo que lo releve como
actor y/o sujeto de la experiencia.

Desde un punto de vista de género -dadas las características sociales que definen los
espacios de acción y participación de hombres y mujeres- es necesario considerar que las
maneras de involucrarse en los programas de desarrollo pueden ser diferenciales entre
ambos. Por otra parte, la participación está mediada culturalmente por las significaciones
122 que se tiene sobre el género ya que éstas conforman ideologías al respecto, siendo
protagónicas en cuanto a los sentidos y valorizaciones que adquieren para las personas.

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La participación real significa que las personas adquieren la capacidad de expresar


sus puntos de vista y de tomar decisiones respecto a sus vidas. Esto ha permitido

incluir a una serie de actores como parte integrante del desarrollo que antes habían UNIDAD
sido invisibilizados/as dentro de las políticas de planificación y relevar en ellas, sus
diferencias y potencialidades, pero también las distintas estrategias y recursos a
utilizar en cuanto a las posibles respuestas y alternativas. En el caso específico de

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las mujeres resulta importante que sus preocupaciones influyan en las políticas
de desarrollo y los objetivos de los proyectos, y que tengan un rol al evaluar su
impacto, siendo con ello parte integrante y decisiva de éstos.

Desde una perspectiva estratégica, es conveniente entender las significa­ciones que cada
uno de estos tipos de poder tiene en escenarios culturales específicos y las relaciones que
se establecen entre ellos. En un trabajo de desarrollo esto significa adquirir habilidades
para resolver problemas y conflic­tos, potenciar el fortalecimiento de las organizaciones,
desarrollar habilidades individuales y colecti­vas, potenciar la articulación en redes y la
solidaridad.

Es necesario que tomemos conciencia de que las intervenciones realizadas pueden


aumentar la división y el conflicto en una comunidad, y debemos tener la seguridad
de que quienes participarán y se verán impactados/as por estas mediaciones, no sólo
conocen ese riesgo, sino que también lo aceptan.

Es importante también lograr un equilibrio entre el tiempo que se dispone para


diagnosticar las desigualdades de género y el que se dedica a la formulación de
propuestas. Esta información puede ser obtenida mediante técnicas participativas
como se esbozaron anteriormente, las que permiten que tanto la comunidad como las
instituciones establezcan confianzas y reconozcan los valores, criterios e intereses de
cada una y así lograr una calidad adecuada en la planificación.

Ahora bien, teniendo presente la necesidad del diálogo y la participación de los GD, es
necesario precisar algunos aspectos especialmente conflictivos: las formas de consultar
a las mujeres, la obligación de explicar y evaluar las formas y niveles de igualdad que
serán comprometidas en el proyecto y, los compromisos éticos de la investigación.

IV.5.1.1. Formas de consultar a las mujeres:

Para identificar las necesidades de las mujeres, es importante considerar la


heterogeneidad personal y social en que se desenvuelven. Es posible que en este proceso 123
de identificación de necesidades requieran de apoyo, para ello existen diversas técnicas
de facilitación (documentar y difundir historias de vida, estimular la discusión sobre una
serie de fotografías de ellas y de otras mujeres, utilizar el análisis situacional u otras

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4ª herramientas para recoger información que destaque las desigualdades en la asignación


de las tareas, etc.).
UNIDAD
Este proceso constituye un aprendizaje para la institución y permite generar confianzas
y profundizar en el conocimiento local. Es importante que el contexto y la forma de
discusión sean asequibles y faciliten la libre expresión de todos/as los miembros/as
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del grupo. Para esto es necesario poner atención en el lugar, los recursos materiales
que se requieren, definir los criterios de conformación de los grupos para que resulten
acordes con los objetivos trazados, etc. En este proceso se pueden fomentar y promover
las habilidades organizativas propias de las mujeres a consultar, lo que constituirá una
inversión inicial para el proceso de desarrollo.

Moser y Levy87 señalan que la consulta sobre los temas que perpetúan la desigualdad de
género y la participación de las mujeres en el proceso de planificación constituye un fin en
sí mismo, además de ser un medio para lograr los objetivos de desarrollo. Por otra parte,
la visión de las mujeres sobre su situación y sus demandas para satisfacer algunos de
sus intereses puede proporcionar una apreciación más exacta sobre el tipo de asistencia
requerida. Esta información puede ser discrepante o complementaria con la que ha sido
predefinida por el personal de apoyo para el desarrollo y además puede aportar nuevos
elementos para la comprensión. Sea como sea, sólo en la medida en que esta información
sea considerada, el proyecto será capaz de distinguir entre preocupaciones y temas de
mujeres, permitiendo que la elaboración de planes, programas y proyectos contribuyan
a la superación de las desigualdades de género.

A.Visibilización, explicación y seguimiento de las formas y niveles de igualdad


comprometidas en el proyecto:

Tal como sucedía con las NPG y las NEG, las preocupaciones de las mujeres pueden y
deben estar presentes en planificaciones transformativas. Lo relevante es que estén
diseñadas de tal manera que contribuyan a los temas de las mujeres. En este sentido,
es sumamente relevante que los/as beneficiados/as por el proyecto tengan claridad
sobre cuáles son los niveles de igualdad de los que trata el proyecto, cuáles son las
preocupaciones y cuáles los temas de mujeres, cómo serán tratados y cuáles son sus
objetivos, de manera que sus expectativas sean coherentes y viables.

A continuación se proponen cinco categorías para abordar cinco niveles de igualdad que
servirán como guía para formular criterios de medición claros y precisos del desarrollo
por parte de las mujeres, aplicables a cualquier rama de la vida económi­ca o social: Estos
124 criterios son bienestar, acceso, concientización, participación y control.

87 Moser, C. y Levy, C.A. (1988). Temas Críticos en la Teoría y Metodología de la Planificación para el Género.
En: Barrig, Maruja (Ed.) (1998). De Vecinas a Ciudadanas. Lima: SUMBI.

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Niveles de Igualdad 4ª
Bienestar: se refiere al nivel de bienestar material de las mujeres, en relación al UNIDAD
de los hombres, en aspectos como provisión de alimentos, ingresos y atención
médica.

Acceso: Alude al acceso de las mujeres a los factores de producción en las mismas

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condiciones que los hombres: igual acceso a la tierra, al empleo, al crédito, a la
capacitación, facilidades de comercialización y todos los servicios y beneficios
disponibles. La igualdad de acceso se obtiene asegurando el principio de igualdad
de oportunidades, que por lo general incluye la reforma de las leyes y de las
prácticas administrativas para eliminar todas las formas de discriminación

Concientización: se orienta a entender que los roles de género constituyen una


construcción cultural y por lo tanto están sujetos a cambios. Abarca también el
convencimiento de que la división sexual del trabajo, debe ser justa para hombres
y mujeres, y no debe involucrar la dominación política o económica de un género
sobre otro.

Participación: Da cuenta de la participación de las mujeres en la toma de


decisiones en igualdad de condiciones; esto significa tomar parte en el proceso
de formulación de políticas, planificación y administración. Es un aspecto
especialmente importante de los proyectos de desarrollo, en el que participar
significa involucrase en la identificación de necesidades, en la formulación,
implementación y evaluación del proyecto. La igualdad en la participación significa
incluir a este sector de la comunidad que son afectadas por las decisiones que se
toman, e involucrarlas en la toma de decisiones en la misma proporción que tiene
su presencia en la colectividad en general.

Control: se relaciona con el uso de la participación a través de la concientización y


movilización, para lograr la igualdad en el control sobre los factores de producción
y la distribución de los beneficios. Igualdad en el control significa un equilibrio
entre hombres y mujeres, de modo que ninguno esté en posición de dominio o
subordinación.

B.Compromisos éticos

Todo proyecto realizado entre personas debe considerar compromisos éticos. Se trata de
establecer deberes y derechos claros y transparentes para cada participante del proyecto, 125
sea cual sea su etapa de participación. La necesidad de establecer compromisos éticos
viene desde la investigación biomédica que comenzó a tratar estos temas luego de las
atrocidades cometidas por las experimentaciones nazis en seres humanos. A lo largo

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4ª de los años los compromisos éticos se han ido ampliando para lograr abarcar nuevas
interrogantes88.
UNIDAD
Estas preocupaciones, aplicadas a la acción no médica con seres humanos suele traducirse
en la confección de una carta de compromiso. En ella debe entregarse una descripción del
proyecto, los beneficios y perjuicios por los que cada cual puede verse afectado producto
LA PLANIFICACION DE PROYECTOS Y LA TRADICIÓN DE GÉNERO

del proyecto, nombre y contacto del/la encargado/a, así como la autorización formal de
la persona de participar en el mentado proyecto, bajo las condiciones estipuladas (por
ejemplo, confidencialidad, uso de fotografías, etc.).

IV.5.2. CONCIENCIA DE GÉNERO DE LOS EQUIPOS

Ahora bien, para que sea posible llevar adelante el análisis de género, se requiere que
quienes dan el impulso inicial de la planificación, estén capacitados/as y sensibilizados/
as en la perspectiva de género. Esto es lo que se ha llamado conciencia de género de los
equipos.

Entenderemos por conciencia de género una perspectiva que considera el carácter


genérico de todas las relaciones sociales y promueve el desarrollo integral de
hombres y mujeres. Para ello pone en el centro la superación de todas aquellas
condiciones que impiden la igualdad de oportunidades entre ambos y que colocan
a las mujeres en un lugar subordinado.

En efecto, la falta de atención generalizada sobre las necesidades específicas de las


mujeres en el proceso de desarrollo ha sido la ausencia del componente de “conciencia
de género” en aquellos/as que planifican e implementan los proyectos. Lo anterior
puede constatarse con frecuencia, por medio del vocabulario utilizado por los planes de
desarrollo, los que poseen un fuerte sesgo de género, en donde las mujeres prácticamente
desaparecen de la vista y del pensamiento. No es extraño encontrarnos con una enorme
cantidad de documentos que se refieren al agricultor o al jefe de hogar haciendo
referencia directa a un varón proveedor, cuando los índices y estadísticas a nivel nacional
nos afirman con vehemencia que existen un número cada vez mayor de jefas de familia
y mujeres a cargo del campo, desconociendo de paso una realidad contemporánea de
nuestras sociedades latinoamericanas tanto urbanas como rurales.

Estos ejemplos de invisibilización de las mujeres en la planificación de los proyectos de


126 desarrollo acrecientan las desigualdades al interior de las localidades en las cuales se
interviene, instalando ópticas reproductoras de discriminación y exclusión.

88 Para mayor información consultar las Pautas Éticas Internacionales para la Investigación Biomédica en
Seres Humanos. Disponible en http://www1.paho.org/Spanish/BIO/CIOMS.pdf

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IV.5.3. TÓPICOS A EVITAR EN LA PLANIFICACIÓN DE GÉNERO89 4ª


UNIDAD
•Género utilizado como sinónimo de mujer: En este uso, el término género no
implica una toma de posición sobre las desigualdades entre mujeres y hombres y
parece disociarse de cualquier estrategia de cambio.
•Género utilizado para sugerir que la información sobre las mujeres es

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necesariamente información sobre los hombres: Insiste en la idea de que el mundo
de las mujeres forma parte del mundo de los hombres, que es creado dentro y por esa
realidad.
•Género utilizado como medida técnica y no como una categoría de análisis: Da a
entender que es suficiente un curso de una semana para convertirse en especialista.
•Género utilizado como variable: Dentro de este contexto, el análisis de género
se limita muchas veces a recoger datos específicos (desagregados por sexo) de
la realidad de mujeres y hombres. Lo que esos datos revelan y cuál es su función
en los proyectos es un asunto que parece que concierne únicamente a las mujeres
especialistas en género. Tanto el proyecto en sí como los beneficios del mismo, siguen
siendo esencialmente androcéntricos.

Características de la tradición de planificación de análisis de género90

•Primero: es tanto de naturaleza política como técnica. El logro de la equidad


entre los géneros precisa que se efectúe una redistribución de recursos y de poder,
lo que requiere una negociación de intereses.
•Segundo, asume el conflicto en el proceso de planificación. La planificación debe
encarar el conflicto y no evadirlo, así como crear las bases para que la negociación
de intereses se realice en condiciones de igualdad entre los actores sociales
involucrados.
•Tercero, involucra procesos de transformación. El objetivo de la planificación
requiere de cambios en las actitudes y formas cotidianas de actuación de las
personas y este es un proceso que se realiza a través de transformaciones de
carácter estructural.
127
89 De la Cruz, Carmen. 1998. Guía metodológica para integrar la perspectiva de género en proyectos y programas de
Desarrollo. EMAKUNDE. Instituto Vasco de la Mujer. P. 20

90 Op. Cit.

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4ª •Cuarto, considera la planificación como un debate, en el que puedan participar


los diferentes grupos involucrados con sus intereses.
UNIDAD
¿Qué resulta de una planificación con perspectiva de género?91

•Una planificación ajustada a la realidad y planes, programas y proyectos que


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responden a las necesidades reales de mujeres y hombres.


•Admite que la realidad es dinámica y diversa. Entre las personas (mujeres y
hombres de todas las edades) se establecen múltiples relaciones que consideran,
además del sexo, la clase, la raza, la religión, las preferencias sexuales y la cultura,
entre otras.
•Promueve la igualdad entre hombres y mujeres, democratizando la sociedad y
creando un acceso igualitario a sus recursos.
•Visibiliza los roles de las mujeres en la sociedad, sobre todo en la economía.
Incluye la visión y propuestas de las mujeres en las políticas públicas

128

91 Volio, Roxana, 2008. La Planificación Estratégica con Perspectiva de Género. Disponible en:
www.fundescan.es

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RESUMEN DE LAS IDEAS MÁS IMPORTANTES 4ª


UNIDAD
•Planificar significa concebir situaciones en que los problemas sociales que nos
hemos trazado sean resueltos. Debe centrarse en los actores involucrados y debe
considerar las limitaciones y potencialidades económicas, ambientales, sociales y

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culturales tanto de hombres como de mujeres.
•La planificación es un proceso, requiere de tiempo, de elaboración y es mutable.
•Hay que distinguir la tradición de la metodología de planificación. Mientras la
primera indica sus lineamientos teóricos, la segunda se refiere a las herramientas
técnicas.
•Están las tradiciones transformativas, entre las cuales se encuentra la de género,
cuyo objetivo es la emancipación de las mujeres y el logro de la igualdad, la equidad
y el empoderamiento.
•La agenda de la tradición de planificación de género son las NEG, e incluye las
NPG.
•La tradición de planificación de género es necesaria porque en su ausencia
se trata a la población como si fuese homogénea y por ende se invisibilizan las
particularidades de género, de clase, de raza, de edad, entre otras.
•El análisis de género busca transformar esta situación a través de: su carácter
político, de proceso, de participación y de debate.
•Para ello debe asegurar el diálogo entre todos los/as participantes, la visibilización
y acuerdo de los niveles de igualdad a alcanzar y los compromisos éticos.

129

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4ª EJERCICIO 4
UNIDAD
Conteste a la siguiente pregunta:
¿Cuáles son las características de la tradición de planificación de análisis de género y las
tradiciones transformativas?
LA PLANIFICACION DE PROYECTOS Y LA TRADICIÓN DE GÉNERO

130

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