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Aquello que se va hacer tiene que expresarse en objetivos concretos y bien definidos,
traducidos operacionalmente en metas de cara a obtener los resultados previstos. La
planificación supone las posibilidades de una relación de causalidad entre lo decidido
(programado), lo realizado (ejecutado) y los resultados obtenidos.Si es desde un punto de vista
normativo, debe: Instrumentalizar e implementar adecuadamente una poítica; y debe implicar
un cambio efectivo y positivo respecto a la situación anterior, medido en los términos del
código de valores o de la ideología del proyecto político dque lo sustenta. Y si es desde un
punto de vista táctico/operativo, debe: Sus instrumentos deben expresar en la práctica la
capacidad e idoneidad para transformar la realidad; debe proponer objetivos que son
alcanzables; la elección de los medios debe asegurar el logro de los objetivos con la mayor
eficacia y el mayor ritmo posible, y con el menor costo financiero, humano y social posible;
debe haber coherencia, compatibilidad, consistencia, operatividad e integralidad entre las
diferentes etapas. Al realizar la planificación se debe dar respuesta a las siguientes preguntas:
Qué, por qué, para qué,cuánto, dónde se quiere hacer; cómo se, cuándo se va hacer; a quienes
va dirigido, quiénes lo van a hacer y con qué se va hacer y a costear.
Debe enmarcar no solamente los aspectos de la realidad, el contenido, los procesos, los
sujetos, sino que además debe asumir el tipo de metodología con la cual se va a construir la
dinámica misma. A su vez se busca integrar dos elementos básicos, Estado y Sociedad,
integrados a los diferentes temas y los cuales son cruzados de forma transversal por la
participación, convertidos entonces, en la dinámica planificadora.
Se consideran que estos eran los ejes metodológicos con los cuales se implementarían las
dinámicas de la planeación en el mundo subdesarrollado, buscando entonces, cambios
estructurales que permitiera a estos países alcanzar niveles de desarrollo, si no similar, por lo
menos cercano a los desarrollados.
Según Metcalf, El mercado es extremadamente eficiente en la asignación de recursos decididos a través de
un amplio conglomerado de actores individuales que persiguen metas individuales. Estos actores no
necesitan coordinarse con otros, ni llegar a acuerdo ya sea desde el punto de vista de la demanda o desde
la oferta. A su vez, los expertos (o planificadores), supuestamente, toman decisiones basados en la
eficiencia técnica y salvaguardando el interés público por sobre intereses particulares más reducidos. Por
último, el proceso decisorio público puede ser comandado, a través de la política. Cuando se menciona
que las decisiones planificadas se harán democráticamente, se quiere indicar que éstas no se harán a
través del
mercado ni a través de expertos, sino a través del proceso político, que en síntesis puede ser del tipo
democracia representativa, democracia participativa o democracia directa.
Todos estos procesos decisorios democráticos tienen fortalezas y debilidades y por ello deben
adaptarse al tema objeto de la decisión, al contexto político, económico y social y a la escala
territorial afectada por el proceso decisorio.