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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 000/2022-S1

Sucre, 27 de agosto 2022

SALA PRIMERA

Magistrada Relatora:    MSc. Georgina Amusquivar Moller

Acción de amparo constitucional

Expediente:0000000000000

Departamento: Beni

En revisión la Resolución de 10 de septiembre de 2020, cursante de fs. 68.  a 70 vta, pronunciada


dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por GMM contra DVGE y otro,
Consejeros del Consejo de la Magistratura.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

  Por memorial presentado el 13 de agosto de 2020, cursantes de fs. 33 a 38 vta., el accionante


expresó lo siguiente:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

En su calidad de Juez Segundo de Sentencia de Beni fue denunciado, por no promover la acción
disciplinaria contra su personal auxiliar , disponiéndose mediante Resolución 01/2018, su
suspensión sin goce de haberes por el tiempo determinado de un mes. Impugnada esa decisión,
fue confirmada por Resolución de Recurso de Apelación de 13 de noviembre de 2018, carente de
fundamentos y de valoración probatoria.

A ese efecto, existe una falta de pronunciamiento por las autoridades accionadas con relación a la
totalidad de los agravios reclamados en el recurso de apelación, asimismo efectuando
simplemente una relación de hechos, sin realizar el estudio intelectivo que permita tomar
convicción justiciable.

I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados

El accionante denuncia como lesionados sus derechos al debido proceso, en sus elementos
motivación, fundamentación y congruencia, valoración de la prueba, y violación al principio de
independencia jurisdiccional, a cuyo efecto citó la Constitución Política del Estado (CPE), así como
el art. 1,8 y 9 del Pacto de San Jose de Costa Rica y 10 de la Declaracion Universal de los Derechos
Humanos.

I.1.3. Petitorio

Solicita se conceda la tutela, disponiendo: a) Se restituyan sus derechos fundamentales y garantías


constitucionales conculcados b) Se deje sin efecto la Resolución SP-AP NRO /2018 de 13 de
noviembre; c) Se ordene que las autoridades demandadas emitan nueva Resolución.

I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías

Celebrada la audiencia pública el 10 de agosto de 2020, según acta cursante a    fs. 63 a 66., se
produjeron los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción


El accionante, a través de su abogado, ratifico los términos de su demanda y se refirió al
reconocimiento de las autoridades de un lapsus calami y a la falta de fundamentación de la
sanción impuesta.

 I.2.2. Informe de las autoridades demandadas

Dolka Vanessa Gómez Espada, Consejera del Consejo de la Magistratura, a través de su


apoderado, quien compareció a la audiencia de consideración de acción de amparo constitucional,
a tiempo de solicitar que se deniegue la tutela, refirió: 1) Respecto a la falta de motivación y
fundamentacion, que, la misma no implica que deba ser exagerada y ampulosa, al contrario debe
ser concisa, clara e integre todos los puntos demandados, aspecto que consideran fue cumplido.
2) respecto a la errónea valoración de la prueba, “los tribunales deberán pronunciarse solo sobre
aquellos aspectos en los recursos interpuestos” (sic) 3. Respecto a la violación al principio de
independencia jurisdiccional, refirieron que “no se comprende en que consistió esta presunta
lesión” (sic)

I.2.5. Resolución

La Sala Constitucional Primera del departamento del Beni, mediante Resolución de 10 de agosto
de 2020, cursante de fs. 68 a 70 vta, CONCEDIÓ la tutela solicitada, bajo los siguientes
fundamentos: a)El Tribunal de Alzada no emitió pronunciamiento de fondo en cuanto a la
valoracion de la prueba; b) Las autoridades demandadas omiten pronunciarse respecto a la
vulneración del principio de independencia jurisdiccional; y, c) en la parte considerativa de la
resolución impugnada se hace referencia a que su conducta se acomoda a la casual prevista en el
art. 187.14 de la Ley 025 y que en la parte resolutiva se lo sanciona por el art. 187.2 de este mismo
cuerpo de leyes; de la revisión de la resolución ahora impugnada se indica que su conducta se
adecua al 187.14, no es menos cierto que los motivos expuestos en dicha parte de la resolución se
circunscriben en todo momento a la falta prevista en el 187.2

II. CONCLUSIONES

Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:

II.1. A través de memorial presentado el 21 de mayo de 2018, GMM planteó recurso de Apelacion
contra la Resolución No /2018 de fecha 15 de mayo, bajo los siguientes argumentos extractados
en lo pertinente: 1) Que se ha vulnerado y violado el debido proceso en su elemento valoración de
la prueba, asi como en la fundamentación y motivación, al no contener la resolución elementos de
hecho y derecho ligados a la lógica, limitándose a señalar, la jueza, documentales sin fundamentar
en derecho., 2) Que, al no haberse demostrado la existencia de de la falta establecida por el artt.
187. 2 de la ley 025, se ha realizado una defectuosa valoración de la prueba., 3) Que, se ha violado
el principio de Independencia Jurisdiccional, al haberse pronunciado la jueza sobre actos
netamente jurisdiccionales, que no se consideran de instancia disciplinaria[fs. 2 a 5 vta]).

II.2. mediante resolución de recurso de apelación de /2018 de 13 de noviembre, se resolvió


confirmando la Resolución Administrativa Disciplinaria /2018 de 15 de mayo, mediante la cual, al
hoy accionante, se le habría suspendido de sus funciones por un mes .sin goce de haberes, debido
a la falta tipificada en el art. 182. 14., bajo los siguientes fundamentos: i) Con relación a la
motivación y fundamentación citan “la Jueza de primera Instancia establece que” (sic) seguido de
una copia del Considerando II, numeral 2.2; ii) El hoy accionante ante el conocimiento de faltas por
parte de su personal subalterno no procedió a denunciarlo, iii) “…el apelante efectivamente a
subsumido su conducta a la falta establecida en el art. 187 num 14 de la ley 025, asimismo se
realiza una valoración conjunta e integral de las pruebas que ya fueron argumentadas y descritas
en la resolución apelada, pues en su condición de Juez disciplinario por el respeto al principio de
independencia judicial, es necesario puntualizar que las pruebas de cargo y descargo deben estar
dirigidas a demostrar o enervar y aún refutar las acusaciones concretas realizadas contra el
funcionario denunciado, al haber este generado las notificaciones ordenadas el 04 de enero 2018,
recién el 30 de enero 2018, hecho negligente que fue de conocimiento del Juez.” (sic), (fs.6 a 9
vta.)
II.3. En respuesta a la solicitud de complementación y enmienda efectuada por el hoy accionante,
la misma fue rechazada, disponiéndose “no ha lugar” a lo solicitado por el hoy accionante, de
fecha 5 de agosto de 2020, quedando firme y subsistente la Resolución de fecha 20 de enero de
2020 (fs. 10 a 11)

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

El accionante denuncia la lesión de sus derechos debido proceso en sus elementos


fundamentación, motivación, congruencia, correcta tipicidad y taxatividad, y errónea valoración
de la prueba; a la defensa y al principio de Independencia judicial; toda vez que, los Consejeros
demandados, al resolver el recurso de apelación planteado contra la Resolución 019/2018,
incurrieron en los siguientes actos ilegales: a) No se pronunciaron sobre sus agravios plasmados en
su recurso de apelación planteado contra la Resolución 019/2018 emitido por la Jueza
disciplinaria, mismos que referían a la falta de fundamentación y motivación, errónea valoración
de la prueba y del principio de independencia judicial; además incurrieron en incongruencia
interna cuando señalaron que su conducta se subsume a la falta disciplinaria inmersa en el art.
187.14 de la LOJ misma que fue declarada improbada por Resolución de primera instancia-:
empero en la parte dispositiva confirmaron la falta disciplinaria del art. 187.2 de la misma norma;
y, b) Omitieron realizar un análisis intelectivo que exponga las razones y/o motivos que otorguen
certeza de su decisión, limitándose a realizar una simple relación de los hechos para imponerle
una sanción, y sin efectuar una correcta valoración de las pruebas, indicaron que las mismas
fueron valoradas en su integridad de acuerdo a la sana critica, sin fundamentar ni motivar el valor
de cada prueba de forma individualizada, entre ellas, las declaraciones testificales de F S A y A F R:
y, realizando una simple transcripción de los argumentos de la Resolución apelada, emitieron un
fundamento genérico para confirmar la falta del art. 187.2 de la LOJ,

En consecuencia, corresponde analizar en revisión, si los hechos denunciados son evidentes a fin
de conceder o denegar la tutela solicitada, al efecto se analizara: 1). Fundamentación y
motivación de las Resoluciones como elementos del debido proceso. 2). Debida fundamentación
en decisiones de control disciplinario de funcionarios públicos y magistrados del Órgano Judicial.
Temas 3) El principio de congruencia como componente sustancial del debido proceso; 4) La
revisión de la valoración de la prueba en sede constitucional; y, 5) Análisis del caso concreto.

III. 1).Sobre la fundamentación, motivación y congruencia de las resoluciones judiciales como


elementos del debido proceso

En ese orden, la SCP 0615/2018-S1 de 11 de octubre dispuso: “Al respecto la SCP 1333/2016-S2 de
16 de diciembre, señalo que: “La SCP 0874/2014 de 8 de mayo, abordando en relación a los
elementos que configuran el debido proceso, determinó lo siguiente: ‘El debido proceso, a partir de
la comprensión de los diferentes instrumentos normativos de orden internacional, se nutre de
diferentes componentes; así, la motivación y fundamentación de las resoluciones judiciales
constituyen sus elementos preponderantes y persiguen tres fines específicos a saber; primero,
permite que los Tribunales de instancia superior efectúen el respectivo control al fallo
impugnado, habida cuenta que, a partir de una clara explicación de los motivos y razones para
decidir en una u otra forma, las partes podrán interponer las respectivas impugnaciones y, a
falta de ello el afectado estará en la imposibilidad de precisar contra qué criterios o conceptos
dirigirá su impugnación; segundo, que el justiciable adquiera seguridad, confianza y
convencimiento en la decisión asumida por la autoridad encargada de impartir justicia, que
conlleve a comprender con meridiana claridad los motivos y razones que pudieron haber guiado
a la autoridad para decidir en una determinada forma; asimismo, apreciar qué circunstancias y
elementos de hecho y derecho fueron tomados en cuenta por el juzgador y, si las alegaciones y
proposiciones probatorias fueron consideradas, explicando con meridiana claridad el valor que
merecieron los mismos; y, tercero, pretende hacer públicas las razones que le asistieron al
juzgador para fallar en un determinado sentido, a fin de que el ciudadano común comprenda la
razón de la decisión, porque de ellos deviene la facultad de impartir justicia, conforme estipula el
art. 178. I de la CPE’.

De igual forma la citada Sentencia Constitucional Plurinacional, en cuanto al elemento específico


de la motivación y fundamentación de las resoluciones, y por ende al contenido que debe tener
toda resolución judicial o administrativa para ser considerada motivada y fundamentada, precisó:
‘En el contexto de lo señalado precedentemente, la motivación no significa la mera «…exposición
ampulosa de consideraciones y citas legales, sino que exige una estructura de forma y de fondo,
pudiendo ser concisa, pero clara y satisfacer todos los puntos demandados, debiéndose expresar
las convicciones determinativas que justifiquen razonablemente su decisión en cuyo caso las
normas del debido proceso se tendrán por fielmente cumplidas; al contrario, cuando la resolución
aun siendo extensa no traduce las razones o motivos por los cuales se toma una decisión, dichas
normas se tendrán por vulneradas» (SC 1365/2005-R de 31 de octubre), reiterado en las SSCC
2023/2010-R y 1054/2011-R y, en similar sentido la SCP 0401/2012 de 22 de junio.

Con relación a la materia objeto de análisis, el entonces Tribunal Constitucional, a través de la SC


0752/2002-R de 25 de junio, señaló que: «…el derecho al debido proceso, entre su ámbito de
presupuestos exige que toda resolución sea debidamente fundamentada. Es decir, que cada
autoridad que dicte una resolución debe imprescindiblemente exponer los hechos, realizar la
fundamentación legal y citar las normas que sustenta la parte dispositiva de la misma. (…)
consecuentemente cuando un juez omite la motivación de una resolución, no sólo suprime una
parte estructural de la misma, sino también en los hechos toma una decisión de hecho no de
derecho que vulnera de manera flagrante el citado derecho que permite a las partes conocer
cuáles son las razones para que se declare en tal o cual sentido; o lo que es lo mismo cuál es la
ratio decidendi que llevó al Juez a tomar la decisión».

Posteriormente, siguiendo los lineamientos citados precedentemente, la SC 2227/2010-R de 19 de


noviembre, a tiempo de citar los entendimientos de las SSCC 0871/2010-R y 1365/2005-R, precisó:
«Es imperante además precisar que toda resolución ya sea jurisdiccional o administrativa, con la
finalidad de garantizar el derecho a la motivación como elemento configurativo del debido
proceso debe contener los siguientes aspectos a saber: a) Debe determinar con claridad los
hechos atribuidos a las partes procesales, b) Debe contener una exposición clara de los aspectos
fácticos pertinentes, c) Debe describir de manera expresa los supuestos de hecho contenidos en
la norma jurídica aplicable al caso concreto, d) Debe describir de forma individualizada todos los
medios de prueba aportados por las partes procesales, e) Debe valorar de manera concreta y
explícita todos y cada uno de los medios probatorios producidos, asignándoles un valor
probatorio específico a cada uno de ellos de forma motivada, f) Debe determinar el nexo de
causalidad entre las denuncias o pretensiones de las partes procesales, el supuesto de hecho
inserto en la norma aplicable, la valoración de las pruebas aportadas y la sanción o
consecuencia jurídica emergente de la determinación del nexo de causalidad antes señalado»’.

Asimismo, dicha Sentencia Constitucional Plurinacional, en cuanto a la obligación de fundamentar


y motivar las decisiones judiciales por las instancias de impugnación también refirió: ‘La obligación
de fundamentar y motivar las decisiones judiciales, abarca también a las instancias judiciales de
impugnación, en ese sentido, el entonces Tribunal Constitucional, a través de la SC 0040/2007-R
de 31 de enero, haciendo referencia a la SC 0577/2004-R de 15 de abril, señaló que: «Esta
exigencia de fundamentar las decisiones, se torna aún más relevante cuando el Juez o Tribunal
debe resolver en apelación la impugnación de las resoluciones pronunciadas por las autoridades
de primera instancia; (…), es imprescindible que dichas Resoluciones sean suficientemente
motivadas y expongan con claridad las razones y fundamentos legales que las sustentan y que
permitan concluir, que la determinación sobre la existencia o inexistencia del agravio sufrido fue
el resultado de una correcta y objetiva valoración de las pruebas, del mismo modo que se exige
al apelante cumplir con la obligación de fundamentar los agravios; por cuanto, en la medida en
que las resoluciones contengan, los fundamentos de hecho y de derecho, el demandado tendrá la
certeza de que la decisión adoptada es justa; por lo que no le esta permito a un Juez o Tribunal,
reemplazar la fundamentación por la relación de antecedentes, la mención de los requerimientos
de las partes o hacer alusión de que el Juez de instancia obró conforme a derecho, (…); con mayor
razón, si se tiene en cuenta que el contar con una Resolución debidamente fundamentada y
motivada es un derecho fundamental de la persona y forma parte del debido proceso…». El
presente entendimiento fue asumido y reiterado por el actual Tribunal Constitucional
Plurinacional, en la SCP 0398/2014 de 25 de febrero’

Por último, la Sentencia supra indicada, en relación a otro de los elementos del debido proceso
como la congruencia señaló también lo siguiente: ‘…el entonces Tribunal Constitucional,
mediante la SC 0358/2010-R de 22 de junio, señaló que el mismo consiste en: «…la concordancia
entre la parte considerativa y dispositiva, pero además esa concordancia debe mantenerse en
todo su contenido, efectuando un razonamiento integral y armonizado entre los distintos
considerandos y razonamientos emitidos por la resolución, esta concordancia de contenido de la
resolución y su estricta correspondencia entre lo pedido, lo considerado y lo resuelto, conlleva a
su vez la cita de las disposiciones legales que apoyan ese razonamiento que llevó a la
determinación que se asume. En base a esos criterios se considera que quien administra justicia
debe emitir fallos motivados, congruentes y pertinentes».

En el mismo contexto, el entendimiento de la SC 0486/2010-R de 5 de julio, afirmó que: «…la


congruencia ha venido clasificada en diversos tipos o categorías que nos interesa anotar a los
fines que se seguirán, y así es moneda corriente hablar en doctrina de incongruencia ‘ultra
petita’ en la que se incurre si el Tribunal concede ‘extra petita’ para los supuestos en que el
juzgador concede algo distinto o fuera de lo solicitado por las partes; ‘citra petita’, conocido
como por «omisión» en la que se incurre cuando el Tribunal no se pronuncia sobre alguno de los
pedimentos que le han sido planteados, etc.» (Principios Constitucionales en el Proceso Civil,
Consejo General del Poder Judicial, El deber Judicial de Congruencia como Manifestación del
Principio Dispositivo y su Alcance Constitucional, Madrid 1993, Mateu Cromo, S.A., Pág. 438)’. Los
razonamientos señalados precedentemente, fueron asumidos por este Tribunal, mediante las
Sentencias Constitucionales Plurinacionales 1916/2012, 0255/2014, entre otras” (las negrillas nos
pertenecen)”.

III. 2) Debida fundamentación en decisiones de control disciplinario de funcionarios públicos y


magistrados del Órgano Judicial

La SCP 036/2020-S1 de 11 de julio expone “Con relación a los procesos disciplinarios, en contra de
funcionarios públicos, y magistrados del Órgano jurisdiccional ordinario como extraordinario,
cuando se emite la decisión de extrema ratio de destitución de estos servidores, es necesario que la
autoridad a cargo de llevar a cabo este tipo de procesos, llámese Jueces Disciplinarios, Jueces
Sumariantes, Autoridades Disciplinarias, deben realizar la debida fundamentación y la subsunción
de los hechos al derecho en cuestión; es en ese mismo sentido, el Máximo Contralor de
Convencionalidad del SIDH, ha razonado en los diferentes casos como lo es en el caso Apitz
Barbera y otros Vs. Venezuela, reiterando que la fundamentación “…es la exteriorización de la
justificación razonada que permite llegar a una conclusión”.

De la misma forma, la Corte IDH precisó el alcance de este derecho en los siguientes aspectos:

El deber de motivar las resoluciones es una garantía vinculada con la correcta administración de
justicia, que protege el derecho de los ciudadanos a ser juzgados por las razones que el Derecho
suministra, y otorga credibilidad de las decisiones jurídicas en el marco de una sociedad
democrática.

(…)

El Tribunal ha resaltado que las decisiones que adopten los órganos internos que puedan afectar
derechos humanos deben estar debidamente fundamentadas, pues de lo contrario serían
decisiones arbitrarias. En este sentido, la argumentación de un fallo debe mostrar que han sido
debidamente tomados en cuenta los alegatos de las partes y que el conjunto de pruebas ha sido
analizado. Asimismo, la motivación demuestra a las partes que éstas han sido oídas y, en aquellos
casos en la motivación demuestra a las partes que estas han sido oídas…
La argumentación de un fallo debe mostrar que han sido debidamente tomados en cuenta los
alegatos de las partes y que el conjunto de pruebas ha sido analizado.

En aquellos casos en los que las decisiones son recurribles, les proporciona la posibilidad de criticar
la resolución y lograr un nuevo examen de la cuestión ante las instancias superiores ”

III.3) El principio de congruencia como componente sustancial del debido proceso

La SC 0087/2021-S1 de fecha 26 de mayo de 2021expone: “El debido proceso se encuentra


consagrado en nuestro orden constitucional en su art. 115.II, al establecer como deber del Estado,
garantizar el debido proceso; asimismo, según la voluntad del constituyente, ninguna persona
puede ser condenada sin ser oída y juzgada previamente en un debido proceso tal como se
encuentra dispuesto en el art. 117.I de la Norma Suprema.

Bajo esa comprensión constitucional, es pertinente señalar que la jurisprudencia constitucional


concluyó que el debido proceso se ha constituido en una garantía general para asegurar la
materialización del valor justicia, así como el proceso se constituye en un medio para asegurar, en
la mayor medida posible la solución justa de una controversia; los elementos que marcan el
contenido de esta garantía son: el derecho a un proceso público, derecho al juez natural, derecho a
la igualdad procesal de las partes, derecho a no declarar contra sí mismo, garantía de presunción
de inocencia, derecho a la comunicación previa de la acusación, derecho a la defensa material y
técnica, concesión al inculpado del tiempo y los medios para su defensa, derecho a ser juzgado sin
dilaciones indebidas, derecho a la congruencia entre acusación y condena, la garantía del non bis
in ídem, derecho a la valoración razonable de la prueba, derecho a la motivación y congruencia de
las decisiones; los elementos mencionados, no agotan el contenido del debido proceso, puesto que
en atención el principio de progresividad, pueden ser incorporados nuevos elementos que la
jurisprudencia y doctrina vaya desarrollando

En ese marco, respecto al principio de congruencia como parte esencial del debido proceso, esta
instancia constitucional comprendió que la congruencia consiste en la estricta correspondencia que
debe existir entre lo peticionado y lo resuelto; empero, esta idea general no es limitativa respecto
de la coherencia que debe tener toda resolución, ya sea judicial o administrativa; en tal caso, debe
quedar claro que, la congruencia implica también la concordancia entre la parte considerativa y
dispositiva, manteniendo en todo su contenido una correspondencia a partir de un razonamiento
integral y armonizado entre los distintos considerandos y argumentos contenidos en la resolución.
Consecuentemente, es posible concluir que, la congruencia como componente esencial de las
resoluciones judiciales debe ser comprendida desde dos acepciones:

i. La congruencia externa, la cual se debe entender como el principio rector de toda


determinación judicial, que exige la plena correspondencia o coincidencia entre el planteamiento
de las partes (demanda, respuesta e impugnación y resolución) y lo resuelto por las autoridades
judiciales; lo cual, conlleva una prohibición para el juzgador, y es lo relacionado a considerar
aspectos ajenos a la controversia, limitando en consecuencia su consideración y tratamiento a
cuestionamientos únicamente deducidos por las partes; dicho de otro modo, el juzgador no puede
incurrir en incongruencia ultra petita al conceder o atender algo no pedido; tampoco puede
incurrir en incongruencia extra petita al conceder algo distinto o fuera de lo solicitado; y, menos
incidir en incongruencia citra petita al omitir o no pronunciarse sobre alguno de los
planteamientos de las partes.

ii. La congruencia interna, que hace a la resolución como una unidad coherente, en la que se
debe cuidar el hilo conductor que le dota de orden y racionalidad, desde la parte considerativa de
los hechos, la identificación de los agravios, la valoración de los mismos, la interpretación de las
normas y los efectos de la parte dispositiva; evitando de esta forma que, en una misma resolución
existan consideraciones contradictorias entre sí o con el punto de la misma decisión.

III.6.Análisis del caso concreto


El accionante denuncia la vulneración de su derecho al debido proceso, en sus verientes
motivación, fundamentación, congruencia tipicidad y taxatividad, a la valoración de la prueba, y, al
principio de independencia jurisprudencial por cuanto, la resolución /2020 emitida por la
autoridad disciplinaria de segunda instancia, confirmó en todas sus partes a la resolución apelada
– mediante la cual fue suspendido por un mes de sus funciones sin goce de haberes, asimismo
habría sido rechazada la solicitud de complementación y enmienda de fecha 5 agosto de 2020,
extendiéndosele Memorando URH-CM-BE-SD N°00/2020 “en cumplimeinto a la Resolución de
Primera Instancia N° 2018 de fecha 15/05/2018, emitida por el Juzgado Disciplinario N° de la
Capital del Consejo de la Magistratura, Resolución de Segunda Instancia SP-AP N° 018 de Fecha
13/11/2018 y Auto de Firmeza fecha 05/08/2020, dentro del proceso. disciplinario a denuncia de A
del Dr. G M. M M R P en contra JUEZ DE SENTENCIA PENAL 2° DE LA CAPITAL; donde se resuelve
PROBADA la denuncia por FALTA DISCIPLINARIA GRAVE, prevista en el num.2 del Art. 187 Ley 025”
(sic)..

Por lo que corresponde analizar si los Consejeros hoy accionados, incurrieron en loy denunciado
en la presenta acción de ampeo constitucional, correspondiendo analizar el contenido del recurso
de apelación planteado por el accionante y la Resolución precitada en cuanto a los fundamentos
sobre cuya base se pronunció la misma.

Es asi que el accionante en el memorial de apelación de fecha 21 de mayo de 2018, denunció: 1)


VULNERACION Y VIOLACION AL DEBIDO PROCESO EN SU ELEMENTO VALORACION DEFECTUOSA
DE LA PRUEBA, ASI COMO EN SU COMPONENTE FALTA DE FUNDAMENTACION Y MOTIVACION,
por cuanto habiendo existido pruebas de cargo y de descargo, entre ellas testificales, las mismas
no se habrían valorado, asimismo indica que la resolución dictada por la Juez disciplinaria no
expresa de forma consisa las razones en que se funda la decisión de la sanción, señalando
documentales, sin señalar en derecho (Conclusión II.1), empero las autoridades hoy accionadas,
no fundamentan ni motivan el punto referido en el análisis concreto del caso, realizando
simplemente una transcripción de lo señalado por la autoridad de primera instancia (Conclusión
II.2) al efecto, de la revisión jurisprudencial, citada en el Fundamento Juridico III.1 de este fallo, se
advierte que “la motivación no significa la mera «…exposición ampulosa de consideraciones y citas
legales, sino que exige una estructura de forma y de fondo, pudiendo ser concisa, pero clara y
satisfacer todos los puntos demandados, debiéndose expresar las convicciones determinativas
que justifiquen razonablemente su decisión”, En ese contexto, se tiene que en el presente, el caso
concreto se ajusta al ámbito citado, pues el accionante está cuestionando la falta de
fundamentación y motivación en las decisiones tomadas por parte de las autoridades hoy
accionadas. Asimismo del Fundamento Juridico III.2. El deber de motivar las resoluciones es una
garantía vinculada con la correcta administración de justicia, que protege el derecho de los
ciudadanos a ser juzgados por las razones que el Derecho suministra, y otorga credibilidad de las
decisiones jurídicas en el marco de una sociedad democrática., lo que nos proporciona seguridad
jurídica.

2) DE LA VALORACION ERRONEA DE LA PRUEBA “…puesto que existe prueba descargo que el


denunciante constantemente se hacía presente al juzgado de ello se extrae de las declaraciones
testificales de descargo A Fr R y FrS A y Y P incluso sacaba fotocopia de todo lo que salía de
despacho…” (sic), asimismo advierte que “…No han existido los elementos constitutivos que hacen
a la falta del Art. 187 núm. 2 de la Ley 025, puesto que no existido vulneración derechos
constitucionales o que se hubiera dejado en estado de indefensión al denunciante…” (sic)
(Conclusión II.1), a lo que las autoridades hoy accionadas manifestaron “se tiene que el requisito
indispensable >ara su procedencia es que el disciplinado haya tenido conocimiento de que su
auxiliar incurrió en la comisión de una falta grave en el ejercicio de sus funciones…” (sic)
(Conclusión II.2),

3) VIOLACION AL PRINCIPIO DE INDEPENDENCIA JURISDICCIONAL, al haberse pronunciado la


jueza disciplinaria sobre las actuaciones jurisdiccionales, procesándolas como faltas disciplinarias,
(Conclusión II.1) punto que no fue referido por los accionados en la Resolucion SP-AP
N°00/2018.Por otro lado en el punto 3. Del CONSIDERANDO V, de antedicha resolución se precisa:
“…el apelante efectivamente a subsumido su conducta a la falta establecida en el art. 187 num. 14
de la Ley Nº 025…” (Conclusión II.2) misma que vendría siendo incongruente al caso, siendo que la
falta probada se habría referido al num 2 del art. 187 de la ley 025. Al respecto, la jurisprudencia
constitucional citada en el Fundamento Jurídico III.3, considera que se vulnera el derecho a la
congruencia cuando la autoridad demandada “concede algo distinto o fuera de lo solicitado por las
partes” o cuando “el Tribunal no se pronuncia sobre alguno de los pedimentos que le han sido
planteados” En ese marco, respecto al principio de congruencia como parte esencial del debido
proceso, esta instancia constitucional comprendió que la congruencia consiste en la estricta
correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto; empero, esta idea general no
es limitativa respecto de la coherencia que debe tener toda resolución, ya sea judicial o
administrativa; en tal caso, debe quedar claro que, la congruencia implica también la concordancia
entre la parte considerativa y dispositiva, manteniendo en todo su contenido una correspondencia
a partir de un razonamiento integral y armonizado entre los distintos considerandos y argumentos
contenidos en la resolución. Consecuentemente, es posible concluir que, la congruencia como
componente esencial de las resoluciones judiciales debe ser comprendida desde dos acepciones:

i. La congruencia externa, la cual se debe entender como el principio rector de toda


determinación judicial, que exige la plena correspondencia o coincidencia entre el planteamiento
de las partes (demanda, respuesta e impugnación y resolución) y lo resuelto por las autoridades
judiciales; lo cual, conlleva una prohibición para el juzgador, y es lo relacionado a considerar
aspectos ajenos a la controversia, limitando en consecuencia su consideración y tratamiento a
cuestionamientos únicamente deducidos por las partes; dicho de otro modo, el juzgador no puede
incurrir en incongruencia ultra petita al conceder o atender algo no pedido; tampoco puede
incurrir en incongruencia extra petita al conceder algo distinto o fuera de lo solicitado; y, menos
incidir en incongruencia citra petita al omitir o no pronunciarse sobre alguno de los
planteamientos de las partes.

ii. La congruencia interna, que hace a la resolución como una unidad coherente, en la que se
debe cuidar el hilo conductor que le dota de orden y racionalidad, desde la parte considerativa de
los hechos, la identificación de los agravios, la valoración de los mismos, la interpretación de las
normas y los efectos de la parte dispositiva; evitando de esta forma que, en una misma resolución
existan consideraciones contradictorias entre sí o con el punto de la misma decisión.

En el presente caso existirían ambos tipos de incongruencia, por cuando existen agravios no
respondidos, y respuestas a agravios no manifestados.

En consecuencia, el Juez de garantías, al haber CONCEDIDO esta demanda, obró de forma


correcta.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Primera, en virtud de la autoridad que le


confiere la Constitución Política del Estado y los arts. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional
Plurinacional y 44.2 del Código Procesal Constitucional; en revisión, resuelve: CONFIRMAR la
Resolución de 10 de agosto de 2020 cursante de fs. 68 a 70, pronunciada por la Sala Constitucional
Primera del departamento del Beni y, en consecuencia, CONCEDER la tutela impetrada.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

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