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La edad de oro supone una critica social a todos los colectivos, pero especialmente a la
aristocracia y fue la segunda película sonora rodada en Francia. Sus protagonistas
fueron Gaston Modot y Lya Lys, se trató de una super producción en comparación con
sus anteriores trabajos. Una película que realmente no tiene una línea argumental y se
compone de escenas que buscan escandalizar al público y encontrar los nuevos caminos
cinematográficos que se ponen al servicio del movimiento surrealista.
Min. 13:43, Escena de los esqueletos de los obispos, vestidos correctamente y
recostados sobre un acantilado, claro símbolo de la decadencia de la Iglesia como
institución cuya existencia es ya innecesaria y corrupta. Escena absurda que busca
reflejar la absurdez de que sigamos teniendo fe en una Iglesia que ha roto con todo lo
que predicaba en un principio.
Min.14:26, Amantes en el fango interrumpen la misa funeraria, los creyentes recién
llegados a las costas los separan por la fuerza. Prueba de una creencia retrograda que se
impone sobre los ideales de los demás. Este punto es relevante porque nos presenta a los
protagonistas
Min. 15:10, Escenas del váter y de los excrementos intercaladas con las caricias y besos
de los amantes. Conjunción del amor con la podredumbre.
Min.16:09, Patada injustificada al perro, busca conmocionar al espectador, con esta
clase de escenas innecesarias y que escandalizan el sentido común de cualquiera.
Min. 17:20, Pisotón al escarabajo, se busca el impacto en el espectador una vez más.
Min.20:00, Edificios destruyéndose, decadencia de la ciudad y la sociedad romana,
crítica al cristianismo.
Min.20:33, Hombre pegando patadas a un violín por la calle, una vez más se busca el
choque e incomodar al espectador, posible crítica a la burguesía. Finalmente lo pisotea.
Min 21:02, Breve escena sin contexto aparente, una estatua y hombre que parece imitar
su figura andando con una piedra en la cabeza. Búsqueda de lo absurdo, podría ser una
crítica al clasicismo de la academia.
Min.24:47, Vaca en la cama de la muchacha, escena una vez más absurda que busca
descolocar al espectador y en este caso desde lo cómico.
Min.28:04, El hombre que lleva siendo arrastrado por dos policías mazo de rato, lleva
un camino lleno de escenas publicitarias cargadas de contenido sexual que le hacen
recordar a su amada. Ahora les enseña a los oficiales su documentación para que le
liberen.
Min.29:45, Patada al ciego para coger el taxi, violentar al espectador con acciones
violentas injustificadas.
Min. 33:37, Muerte de la cocinera por incendio que se produce durante la cena de
aristócratas. Nadie se inmuta. Critica feroz a la burguesía.
Min. 34:28. Hombre dispara al niño y lo mata. Lo remata, la gente de la fiesta escucha
los disparos y se asoman, pero cuando ven que la acción no se va a seguir desarrollando
vuelven dentro para continuar con su fiesta elitista.
Min,37:14, Los amantes se encuentran y se desean, su encuentro es constantemente
interrumpido por los aristócratas de la fiesta.
Min.38:40, Una de las mujeres de la fiesta le tira un poco de su copa sin querer encima,
él se enfada y la golpea, otra escena irracional y surrealista.
Min.42;44, La pareja sale a “abrazarse” al jardín y se ven interrumpidos una vez más
por los aristócratas que salen afuera a escuchar una sinfonía de orquesta clásica. A ellos
les da igual y siguen a lo suyo quebrantando las normas de comportamiento social.
Min.48:26, Muerto en el techo, escena ridículamente absurda y que rompe toda lógica
racional, esencia puramente surrealista.
Min.59:33, Ultimas escenas, el duque de Blangis (Marqués de Sade) caracterizado como
Jesús, supone un gran salto espacial y temático respecto a todo lo anterior que estaba
ocurriendo en el filme. Todos los personajes aparecen con vestimentas antiguas, del
siglo XVIII aprox. Un minuto después (Min.1:00:30) este nuevo Jesucristo mata a una
joven que llevaba un tiempo gritando, crítica más que obvia y probablemente la escena
más provocativa y mordaz de la película.
Min, 1:02:14, Última imagen de la película, la cruz con cabelleras humanas, deja al
espectador sin palabras, al parecer responde a un acontecimiento que vivió el propio
Buñuel durante su estancia en la Residencia de Estudiantes.
Una película cargada de sensualidad y frustraciones, como vemos en la escena del joven
protagonista despechado, la concentración de metáforas y de símbolos surrealistas es
abrumadora. También tiene lugar para mostrar en pantalla la represión sexual o la
absurdez, conceptos que ahora asumimos (un claro ejemplo de esto, es el triunfo que
obtuvo la famosa película argentina Relatos Salvajes) pero que fueron completamente
revolucionarios y atrevidos para la época. Asimismo, hay un trasfondo de rebelión,
revolución y cuestionamiento de las normas morales y sociales muy evidente.