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SEMINARIO MAYOR NACIONAL DE LA ASUNCIÓN

INSTITUTO DE TEOLOGÍA
ANTROPOLOGÍA TEOLÓGICA I
IV Semestre
Pbro. Antonio Zuleta
Estudiante: Juan Enrique Tereta Sunuc

El documento Conclusivo de Puebla al hablar del hombre nos da visiones erróneas


que se tienen de él y como en América Latina se dan y se muestran de diversas
maneras. Para la Iglesia en nuestra actualidad es necesario retomar tales posturas para
conocer e identificar en que sectores se dan en nuestras ambientes eclesiales.

Visión determinista:
Guatemala al estar en contacto con la cultura, pero más bien con el mundo
neopentecostal podemos encontrar esta postura ya que ellos consideran que lo que
pasa en el mundo son actos dados por Dios de los cuales debemos aceptar. Y en
muchas corrientes católicas o grupos y movimientos se considera que la maldad, la
pobreza, la marginación, la catástrofe son provenientes de Dios, de los cuales
debemos aceptar y ni intentar algún cambio de vida.

Nuestros pueblos aún viven la desigualdad en su dignidad, donde unos se consideran


mayores que otros por su estatus económico, intelectual y hasta incluso religioso. Es
un reto ya que se debe reaprender que somos iguales en dignidad.

Visión psicologista:
Esta postura ve al hombre solo como un ser que responde a estímulos, estos marcados
por la sensualidad. El hecho sexual en nuestros ambientes es bastante fuerte,
ciertamente relacionado con la falta de autodominio de parte de las personas para
poder ser libres y dejarse guiar por el espíritu.

El hecho sexual se manifiesta también por el machismo. Guatemala sigue siendo un


país donde el machismo prevalece. Pero ante ello sería necesario una formación
adecuada del rol y de la identidad para el género masculino.

Visiones economicistas:
La visión economicista se manifiesta en hacer de la persona un objeto de consumo.
Poniendo un producto que pareciera necesitarse pero en realidad no. El tener, el poder
y el placer también son una bandera de felicidad que en nuestras comunidades
encontramos donde se cierran a la solidaridad, a lo que en realidad necesitan y se
llenan de objetos que en muchas ocasiones no les sirven, pero ante el peso de la
globalización lo realizan.

Cuantos jóvenes hoy no quieren estar a la moda, tener todo lo que aparece en un
comercial de televisión, en la Calzada Roosevelt cuanta publicidad no encontramos,
ofreciéndonos una amplia gama de productos, que vuelven a la persona para el
producto y no el producto para la persona. Nos movemos en el tener, más que en el
ser.
Dirán de Sofocles: Un día salió con una linterna a la plaza, y se rio diciendo: que
suerte la mía, porque no me es necesario nada de lo que me están vendiendo. Esto
puede referirse al liberalismo clásico.

Detrás está el marxismo clásico que anula la persona por la sociedad. Ciertamente el
hombre debe moverse por un fin común, que es el bien común pero no por ello ser
creativo, utilice su inteligencia para poder crear mejores condiciones de vida por ser
oprimidos por aquellos que pretenden el cambio. Debe la persona en este caso
encontrar la razón, el sentido de la realidad y poder así determinar cuál es el valor
que le proporciona.

Visión estatista:
Esta visión pone al hombre en una inseguridad por ir el gobierno y la seguridad
Nacional en contra el marxismo, donde no se reconoce la seguridad de la nación por
aparte de la seguridad y libertad del individuo. Ante ello se marcha por el bien de la
Nación, cuyos intereses en muchas ocasiones pueden ser válidos, pero en otras
ocasiones es necesaria la voz del pueblo para determinar si se está trabajando por un
buen camino.

Un país así puede ser Nicaragua, que empezó por defender sus intereses, pero que al
finalizar pierde su interés propio.

Visión cientista:
Esta postura acepta como verdadero solo lo que la ciencia puede demostrar de lo
contrario no es verdadero ni será verdadero.

El hombre de hoy se mueve en gran medida bajo este rango y se cierra a la


espiritualidad, realidad que es constitutiva para el mismo hombre. Los valores, las
realidades espirituales y cristianas pierden vigencia al considerarse como no
demostrables junto con el alma, un ser que ha creado todo desde el principio, causa
de todo cuanto existe.

El texto concluye con afirmar la dignidad de la persona humana desde Jesucristo, su


respeto a la hora de tratarla y la firme decisión de defenderla ante ataques ideológicos
o partidistas que pueden surgir de la propia persona.

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