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Hace 15 años un 24 de marzo del 2007 nací yo, me cuentan que fui una bebé muy esperada.

A los 3 meses de que yo


naciera mi mamá tuvo que regresar a trabajar y me mandaran a una guardería, literalmente toda mi vida he ido a la
escuela, y por las tardes mi papá pasaba a recogerme; En esa escuela pase casi 3 años, al siguiente año entre a la
escuela CELAP; Unos meses antes de que cumpliera 4 años mis papás me dijeron que tendría una hermanita, en ese
momento fue la mejor noticia porque me gustaba la idea de tener a alguien con quien jugar, hasta un 16 de febrero
del 2011 mi papá paso a recogerme de la escuela y en el auto me dijo que íbamos al hospital ya que ahí estaba mi
mamá con mi hermana y estaba muy feliz, llegamos y efectivamente, ahí estaban las dos. Cuando llego ella, nunca
me sentí excluida pues el amor que nos tenían siempre fue equitativo.

En el año 2013 entre a primaria y al principio me daba miedo porque estaba consiente que las cosas ya no serían tan
fáciles como en kínder. En cuanto amistades había conocido a una niña desde primero de kínder, pero fue hasta
primaria que reforzamos la amistad, una de mis mejores amigas, Ashley. Como actividad por las tardes mis papás
nos inscribieron a mi hermana y a mi a clases de natación, llegue a ganar primer lugar en una competencia, pero no
duro mucho ya que solo fue un año y medio. Junto con mis amigas nos inscribimos a torneos de futbol por parte de
la escuela todos los sábados.

A los 8 años me regalaron mi primer perrito y lo nombre señor bigotes, pero era bastante travieso y lo tuvimos que
regalar. Mi siguiente actividad por las tardes fue ballet, y realmente me gustaba, íbamos mis primas, mi hermana y
yo, después de dos años decidí dejarlo, no recuerdo la razón, pero es una de las decisiones de las que me arrepiento.

En April del 2016 me dieron una noticia demasiado devastadora, pues mi abuelo paterno había fallecido, la noticia
fue algo demasiado fuerte para mi familia y para mí y aun después de casi 7 años lo sigo recordando con mucho
cariño. Al entrar a cuarto año de primaria tuve mi primer flechazo por un niño, pero tristemente no era mutuo, pero
no me importo y me siguió gustando los últimos años que restaban de primaria. En diciembre de ese año mi familia
y yo decidimos ir de vacaciones, el primer destino seria Chiapas con 18 horas de carretera, realmente no se cómo
aguante, pero después valió la pena, fue una semana de recorrer la mayor parte de la rivera maya y nuestro último
destino fue Yucatán, fue casi una semana de esas increíbles vacaciones. Cuando iba en quinto de primaria les pedí a
mis padres una segunda oportunidad para tener un perrito, después de que lo reflexionaran un tiempo su respuesta
fue si, lo nombré Max, no duro mucho con nosotros pues era igual de travieso que el señor bigotes.

Y llego mi último año de primaria, me hacía mucha ilusión porque mis amigos y yo ya habíamos pasado seis largos
años y vendría una etapa nueva y muy diferente, nuestra maestra siempre nos dijo que nos íbamos a separar lo cual
no me hacía nada feliz, mis amigos eran lo más importante y como los consideraba mi familia no quería que pasara
eso, pero quedaba un año para disfrutar con ellos. En esas vacaciones de verano me inscribieron a un curso, de echo
casi todos los veranos mis padres me metían a distintos cursos, pero ese fue el mejor, había múltiples actividades,
todas geniales, de echo aprendí un poco de todo, lo que más me gusto fue el basquetbol, deporte que unos meses
después práctica con mi papá todas las tardes, al final del curso hicimos una excursión.

Llego el primer día de clases en la secundaria y nos separaron a mis amigos y a mi, los primeros meses fueron un
poco complicados ya que no me acoplaba al estilo nuevo de trabajo, hice nuevas amistades, fue un año de muchas
locuras junto a ellos, de echo teníamos más convivios que en primaria y un poco más de libertad, todo estaba super
bien hasta que llego el mes de marzo, el gobierno nos dio la noticia que habían llegado los primeros tres casos de
covid-19 y que tendríamos dos semanas de cuarentena, me despedí normal de mis compañeros pensando que nos
veríamos dentro de dos semanas como se había dicho, pasaron las dos semanas y se dijo que no habría fecha para
que se acabara la cuarenta pues la ola de contagios era demasiado grande, eran demasiados estrictos los protocolos
de salud, las escuelas tuvieron que improvisar y cambiar las clases por línea, fue un poco complicado al principio ya
que nadie se imaginaba que llegaríamos a ese grado, en lo personal si me daba un poco de miedo el virus, pasaban
los meses y lo tome como si fueran unas vacaciones largas, para que no fueran tan rutinarios mis días trate de hacer
cosas nuevas, como cocinar nuevas recetas, hacer ejercicio y mi papá me estaba enseñando a jugar basquetbol y a
tocar la guitarra. En mayo mi abuelita paterna comenzó a sentirse muy mal, entonces mi papá y sus hermanos
decidieron llevarla hospital unos días antes del 10 de mayo, después de unos estudios los doctores dijeron que tenía
coronavirus y tenía que pasarla en el hospital porque tenía complicaciones para respirar; El 20 de mayo falleció,
fue algo sumamente triste y devastador. Un 7 de junio mi papá comenzó a sentirse muy mal y realmente no
sabíamos lo que tenía pero decidido aislarse unos días, pasaron 3 días y el 11 de junio se fue para siempre de
nuestras vidas, mi mamá nos sentó a mi hermana y a mí y nos dijo que a mi papi se le había complicado mucho y
su corazón ya no pudo luchar más, juro que sentí como me clavaron un cuchillo en la espalda, es la notica que más
me ha roto en mi vida, pasaron los meses y seguía doliendo, por parte de mis familia siempre tuve mucho apoyo
así que no me sentía tan sola.

En agosto regresamos a clases en línea y seguíamos a distancia, me cambiaron de grupo, ya había mejor
organización por parte de la escuela y así sería durante todo el año, la verdad ya extrañaba mucho a mis amigos y
ya no quería seguir en pandemia, así pasamos todo el año en clases a distancia y me veneficio mucho porque subí
mis notas; Para tercero de secundaria los primeros 3 meses fueron completamente en línea. En agosto tuve mi
tercer perrito, su nombre es Tyson, llego en un momento difícil para mí y el me alegraba mis días, actualmente
tiene 1 año y ha sido el perrito que más tiempo ha tenido conmigo; para noviembre ya estaba la opción de ir
a clases presenciales pero hibrido, mi mamá decidió que siguiera en línea unos meses más y en enero después
de casi dos años regrese a la escuela, conocí por primera vez a mis compañeros de 3° c, porque en primero
de secundaria solo los ubicaba de vista, hice nuevos amigos y nuevamente me estaba acostumbrando a las
clases presenciales. Se acercaba la fecha de mi cumpleaños número 15 y mi mamá me preguntó que quería y
decidí un viaje a Tulum, y fue la primera vez que viajaba en avión. Para abril el gobierno dijo que ya era
obligatoria el regreso a clases presenciales cosa que siendo sincera no quería porque ya no estaba tan
acostumbrada a convivir con tanta gente, pero a la vez me pareció la idea, así podía ver a muchos a mis qué
hacía tiempo que no veía. En mayo aplique para el examen de admisión en la preparatoria BUAP, y en julio
me dieron los resultados y no pase en su momento, ya en agosto tome la decisión de cambiarme de escuela,
fue realmente una despedida dura con mis amigos ya que todos teníamos diferentes planes, pero ahora estoy
conociendo gente nueva y todo va bien. La verdad es que ha sido un logro llegar hasta esta parte de mi vida,
hay días en los que me canso de todo, pero tengo muchas razones para seguir y ya tengo planeadas muchas
cosas a futuro.

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