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IMPARCIALIDAD DE LOS JUECES

A. INTRODUCCION
B. IMPARCIALIDAD DE LOS JUECES
a. Imparcialidad como elemento de la definición JUEZ
b. La independencia judicial
c. Imparcialidad frente al caso
d. El juez natural
C. JUICIO POR JURADOS

A – INTRODUCCION

Seccionar el Derecho procesal penal, doctrinaria y legislativamente en el Derecho procesal y en el


Derecho de la organización Judicial

Conforme a ello se podrá observar que la independencia de juicio de los integrantes de los
tribunales de justicia y las reglas que garantizan la integración de esos tribunales son jueces
imparciales, no son máximas que se dirijan a garantizar los miembros del poder judicial o una
determinada posición personal sino a la manera de los principios que gobiernan el procedimiento,
normas de garantía para el justiciable.

El mismo sentido expresa la elección de tribunales de enjuiciamiento integrados por jurados o el


mandato de instrumentar un recurso contra la sentencia ante un tribunal superior.

La federalización de la organización judicial es un PRINCIPIO POLITICO que solo se vincula a la


organización misma y ninguna relación presenta con la asegurar jurídica del justiciable.

El principio alude a un problema local, a una sociedad que responde a la aplicación de la ley
común. Se observa que la interpretación y aplicación de ley común pro los tribunales provinciales
constituye un poder reservado por las provincias y ello por razón de seguridad de sus habitantes.

B – IMPARCIALIDAD DE LOS JUECES:

1. Imparcialidad como elemento de la definición JUEZ

La palabra juez no se comprende sin el calificativo imparcial, es decir, cuando se lo refiere a la


descripción de la actividad concreta que le es encomendada a quien juzga y no tan solo a las
condiciones formales que, para cumplir esa función pública, el cargo requiere.
El calificativo determina el concepto de juez mirado desde su función. Tampoco la determinación,
de todos modos, es sencilla, y depende de su contexto cultural y político, tanto en las reglas
relativas al procedimiento como a las reglas relativas a la organización judicial. -

El imparcial refiere a aquel que no es parte del asunto que debe decidir, esto es que lo ataca sin
interés alguno.

El concepto refiere a la ausencia de perjuicio a favor o en contra de las personas o de la materia


acerca de las cuales debe decidir.

Pero el juez parte de una posición que no favorece la imparcialidad, sino que, la imposibilita en
origen pues la ley lo obliga a adoptar la posición de parte en el procedimiento, a abandonar si
posición neutral frente al acontecimiento desde algún punto de vista frente a la solución
dilemática coincida o no coincida el juez que lleva a cabo esa actividad con los intereses de los
protagonistas del asunto, siempre favorecerá con su acción el interés de alguna de las partes en el
procedimiento.

Quien integra un tribunal no es otra cosa que una persona, idéntico en sus atributos a sus demás
congéneres, todos convivientes en un mismo tiempo, en una misma agrupación social y política,
bajo los mismos valores ético-culturales que presiden y gobiernan esa asociación.

Algunas de las cualidades que deben tener los jueces son ejercicio profesional, edad, capacidad de
ejercer derechos, políticos, entre otras. Estas calificaciones no mellan el juicio básico de quienes
deciden y quienes soportan de esas decisiones, solo son persona cuyo principio básico está
representado por la igualdad ante la ley, art 16 CN

Artículo 16.- La Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no hay en


ella fueros personales ni títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales ante la ley, y
admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad. La igualdad es la base del impuesto
y de las cargas públicas.

Juzgadores y juzgados están regidos por una concepción común sobre los valores vigentes y sobre
la vida política, por lo tanto, asumen frente a la vida prejuicios similares, provenientes de la
realidad histórica en la cual viven conjuntamente y nada especial los legitima como IMPARCIALES
frente al asunto. Nada los legitima para juzgar a sus semejantes, que no sea el intento de evitar la
violencia de unos contra otros frente a la aparición de un conflicto social, poder característico del
Estado moderno (monopolio de la fuerza).

Calificativo IMPARCIAL aplicado a la definición de JUEZ, aplicada a la definición de su tarea, cuando


no se los trata como un ideal sino como un intento de aproximación a él en la vida practica a él en
la vida práctica, no puede representar en absoluto, sino antes menta una serie de previsiones,
siempre históricas.
Hoy esa serie de previsiones, que fueron sintetizadas como NEUTRALIDAD, pueden ser
esquematizadas en nuestro Derecho Orgánico por referencia a 3 máximas que pretenden lograr
esa aproximación al ideal de:

IMPARCIALIDAD DEL JUZGADOR - la independencia de los jueces de todo poder estatal que pueda
influir en la consideración del caso, determinada por la relación del juzgador con el caso mismo y
los protagonistas del conflicto.

TEMOR O SOSPECHA DE PARCIALIDAD - que persigue el fin de posibilitar su exclusión de la tarea


de juzgar un caso concreto, cuando este afecta su posición imparcial.

JUEZ NATURAL O LEGAL - pretende evitar toda manipulación de los poderes del Estado para
asignar un caso a un tribunal determinado, de modo de elegir los jueces que consideraran ad hoc.

Estos principios exigen la determinación de una serie de reglas complementarias para su


realización.

La independencia judicial y el principio del juez natural están ubicados entre los principios que
impiden la manipulación arbitraria del poder penal y básico para poder explicarlos.

La nota de imparcialidad no es un elemente inmanente a cualquier organización judicial, sino un


predicado que necesita ser construido, para lo cual operan tanto las reglas referidas a esa
organización como las reglas de procedimiento.

Es preciso no confundir el atributo y su portador, no se trata de los privilegios de los jueces sino
por el contrario, de reglas de garantía del JUSTICIABLE, y por ello calificadas que, por su referencia
a la organización judicial, pero sin perder de vista su naturaleza de garantía individual de un Estado
de Derecho.

2. La Independencia Judicial

La independencia es una característica que corresponde al poder judicial como tal frente a los
demás poderes del Estado, poderes que, comparte el en ejercicio de la soberanía. Ello resulta
natural porque en la independencia de los tres poderes entre los que se distribuye la soberanía, en
la competencia u objeto propio de cada uno de ellos y en la coordinación del ejercicio de esa
competencia propia, descripta para eliminar los conflictos entre ellos o proveer el modo de
solución

Desde ese punto de vista:

La estabilidad de los jueces permanentes y la compensación por sus tareas, no susceptibles de ser
disminuidas,
Artículo 110.- Los jueces de la Corte Suprema y de los tribunales inferiores de la Nación
conservarán sus empleos mientras dure su buena conducta, y recibirán por sus servicios una
compensación que determinará la ley, y que no podrá ser disminuida en manera alguna, mientras
permaneciesen en sus funciones.

La prohibición para el presidente de ejercer funciones judiciales

Artículo 109.- En ningún caso el presidente de la Nación puede ejercer funciones judiciales,
arrogarse el conocimiento de causas pendientes o restablecer las fenecidas.

y el deber general de los jueces de ajustar sus decisiones a la Ley del Congreso, son solo los
aspectos de la independencia y límites de la función judicial, como atributo del Poder Judicial del
Estado.

Pero el Poder Judicial es colegiado y la función judicial es ejercida por tribunales integrados por
jueces diversos que, pronuncian la decisión de autoridad del poder respectivo. Jueces que incluso
pueden no formar parte de la organización permanente (jurados).

La cantidad de casos que debe resolver el PJ con una definición de autoridad emanada de los
Jueces y que resuelvan según los criterios de la ley, evitando la influencia de factores políticos que
operan sobre el caso, impone que, el PJ se exprese por intermedio de una serie de OFICIOS
(tribunales o cortes de justicia), integrado por una pluralidad de personas (JUECES) quienes no
pueden depender del PRINCIPIO DE OBEDIENCIA JERARQUICA, para garantizar al justiciable la
sumisión a la ley y al caso concreto.

Se trata así de una ORGANIZACION HORIZAONTAL en la que CADA JUEZ ES SOBERANO DE AL


DECIDIR EL CASO conforme a la ley, es decir, ÉL es el PJ del caso concreto

Juez = Poder Judicial del caso concreto.

Y ello así, a pesar de que se permita a otro Tribunal eliminar, revocar o reformar la decisión
anterior por considerarla errónea, pues las instancias recursivas y los tribunales creados para
llevarlas a cabo no deben ser expresión de una organización jerárquica sino manifestación de la
necesidad de evitar errores judiciales para garantía del justiciable.

Se entiende entonces porque la Regla prevé la independencia del criterio judicial que debe ser
formulada respecto de cada uno de los jueces que integra el poder judicial permanente o
accidentalmente, por intermedio de los cuales ese poder se pronuncia con referencia a todo el
poder del Estado, no solo el ejecutivo y administrativo y legislativo sino al mismo poder judicial.

Ello implica que los JUECES, cuando juzgan y deciden sobre un caso en concreto son LIBRES e
independientes de todo poder, incluso el judicial para tomar su decisión y solo le exige que su fallo
se conforme con aplicación del Derecho vigente, prohibiéndose así que determine sus decisiones
por órdenes de cualquier tipo y proveniencia.

En esto es donde reside la INDEPENDENCIA JUDICIAL


Y, para que los JUECES sean realmente independientes de todo poder del Estado, hasta del mismo
PJ, es que los PERMANENTES, funcionarios estatales, gozan de estabilidad en sus empleos a
perpetuidad salvo que cumplan los 75, momento en el cual cesas en sus funciones si no se renueva
su nombramiento que dura 5 años., art 99 inc. 4

Artículo 99.- El presidente de la Nación tiene las siguientes atribuciones:4.

Un nuevo nombramiento, precedido de igual acuerdo, será necesario para mantener en el cargo a
cualquiera de esos magistrados, una vez que cumplan la edad de setenta y cinco años. Todos los
nombramientos de magistrados cuya edad sea la indicada o mayor se harán por cinco años, y
podrán ser repetidos indefinidamente, por el mismo trámite.

y se retribuye una compensación salarial que determina el Congreso por ley, imposible de ser
disminuida posteriormente mientras permanezcan en sus funciones.

La estabilidad y compensación no son privilegios que obedecen a un fuero personal, prerrogativas


prohibidas por Ley Suprema, art 16, sino que son necesidades que surgen cuando se pretende
garantizarle a la persona juzgada, que SU JUEZ obedecerá a criterios políticos permanentes,
determinados por la ley que establece los deberes y facultades de todos y no a criterios u ordenes
e imposiciones de quienes ejercen poderes del Estado.

Para ello está el Sistema de Nombramientos y Remociones de los jueces.

Luego de la reforma del 94, se conservó los nombramientos de la Corte Suprema a cargo del
presidente (PE) y el Senado que presta su acuerdo para el nombramiento (PL).

Ahora para los Jueces de Tribunales Inferiores serán sugeridos en ternas vinculantes pro el Consejo
de la Magistratura, nombrados por el presidente con el acuerdo del Senado.

Artículo 99.- El presidente de la Nación tiene las siguientes atribuciones:

4. Nombra los magistrados de la Corte Suprema con acuerdo del Senado por dos tercios de
sus miembros presentes, en sesión pública, convocada al efecto.

Nombra los demás jueces de los tribunales federales inferiores en base a una propuesta
vinculante en terna del Consejo de la Magistratura, con acuerdo del Senado, en sesión
pública, en la que se tendrá en cuenta la idoneidad de los candidatos.

Artículo 114.- El Consejo de la Magistratura, regulado por una ley especial sancionada por
la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara, tendrá a su cargo la
selección de los magistrados y la administración del Poder Judicial.

El Consejo será integrado periódicamente de modo que se procure el equilibrio entre la


representación de los órganos políticos resultantes de la elección popular, de los jueces de
todas las instancias y de los abogados de la matrícula federal. Será integrado, asimismo,
por otras personas del ámbito académico y científico, en el número y la forma que indique la
ley.

Serán sus atribuciones:

1. Seleccionar mediante concursos públicos los postulantes a las magistraturas inferiores.

2. Emitir propuestas en ternas vinculantes, para el nombramiento de los magistrados de los


tribunales inferiores.

3. Administrar los recursos y ejecutar el presupuesto que la ley asigne a la administración de


justicia.

4. Ejercer facultades disciplinarias sobre magistrados.

5. Decidir la apertura del procedimiento de remoción de magistrados, en su caso ordenar la


suspensión, y formular la acusación correspondiente.

6. Dictar los reglamentos relacionados con la organización judicial y todos aquellos que sean
necesarios para asegurar la independencia de los jueces y la eficaz prestación de los
servicios de justicia.

Con estos dos SISTEMAS se pretende garantizar la independencia del criterio y pluralismo politico
e ideológico de quienes integran el cuerpo profesional del PJ.

La ley que rige la función de los jueces prohíbe por incompatible toda actividad política.

Las provincias, dentro de sus constituciones, dicen que en ocasiones el PL es quien nombra al juez,
incluso por ternas del PE. En otras se prevé un Consejo integrado por los tres poderes.

Pero las diferencias no varias el significado y el valor politico que pretenden esas formas antes
señaladas.

Por otro lado, la ESTABILIDAD se asegura de que solo serán removidos de sus cargos por mal
desempeño o cuando cometan un deliro al ejercer mal sus funciones y al prever una forma de
enjuiciamiento especial para la comprobación de estas circunstancias, cuyo tribunal solo puede
destituir al acusado.

Esto es el llamado JUICIO POLITICO, solo para los miembros de la Corte Suprema donde Diputados
asume la función de acusador con el voto de las dos terceras partes, mientras que el Senado tiene
el sol del tribunal de enjuiciamiento con idéntica mayoría.

De la Cámara de Diputados
Artículo 53.- Sólo ella ejerce el derecho de acusar ante el Senado al presidente, vicepresidente, al
jefe de gabinete de ministros, a los ministros y a los miembros de la Corte Suprema, en las causas
de responsabilidad que se intenten contra ellos, por mal desempeño o por delito en el ejercicio de
sus funciones; o por crímenes comunes, después de haber conocido de ellos y declarado haber
lugar a la formación de causa por la mayoría de dos terceras partes de sus miembros presentes.

Del Senado

Artículo 59.- Al Senado corresponde juzgar en juicio público a los acusados por la Cámara
de Diputados, debiendo sus miembros prestar juramento para este acto. Cuando el acusado
sea el presidente de la Nación, el Senado será presidido por el presidente de la Corte
Suprema. Ninguno será declarado culpable sino a mayoría de los dos tercios de los
miembros presentes.

Artículo 60.- Su fallo no tendrá más efecto que destituir al acusado, y aun declararle incapaz
de ocupar ningún empleo de honor, de confianza o a sueldo en la Nación. Pero la parte
condenada quedará, no obstante, sujeta a acusación, juicio y castigo conforme a las leyes
ante los tribunales ordinarios.

La reforma constitucional ha previsto para los demás jueces de la Nación un JURADO DE


ENJUICIMIENTO integrado por legisladores, magistrados y abogados con matrícula federal en el
marco del Consejo de la Magistratura, donde la Ley del Congreso determinara la integración de
ese jurado y el procedimiento a seguir en estos casos, las razones de enjuiciamiento permanecen
idénticas, el FALLO es IRRECURRIBLE y tienen los mismos efectos excepto por la inhabilitación de
ejercer cargos públicos

Artículo 115.- Los jueces de los tribunales inferiores de la Nación serán removidos por
las causales expresadas en el Artículo 53, por un jurado de enjuiciamiento integrado por
legisladores, magistrados y abogados de la matrícula federal.

Su fallo, que será irrecurrible, no tendrá más efecto que destituir al acusado. Pero la
parte condenada quedará no obstante sujeta a acusación, juicio y castigo conforme a las
leyes ante los tribunales ordinarios.

En la ley especial a que se refiere el Artículo 114, se determinará la integración y


procedimiento de este jurado.

Este sistema especial de remoción evita perseguir penalmente a los jueces antes de su
remoción, que tampoco es un fuero personal sino como una necesidad propia de la función,
que no puede ser entorpecida maliciosamente por denuncias o acusaciones infundadas.
Tampoco quiere decir inmunidad porque una vez removido habilita la persecución penal y
el juez es colocado en la situación igualitaria a la de cualquier habitante.

3. Imparcialidad frente al Caso.

Otra de las condiciones para garantizar la ecuanimidad, aparte de la independencia, es


colocar frente al caso a una persona que garantice la mayor objetividad posible al
enfrentarlo. A esa situación del juez, se la llama IMPARCIALIDAD.

La imparcialidad no se logra como en la independencia que se rodea al juez de ciertas


garantías que impidan de manera abstracta interferencias en los poderes políticos, sino
que, se logra, negativamente.

Excluye del caso al juez que no garantiza de manera suficiente la objetividad de su criterio
frente al caso, se trata de la relación especifica de la persona física encargada de juzgar con
el caso concreto sometido a su juicio.

Frente a ese caso en concreto, el juez, en principio debe juzgar e IMPEDIR que pese sobre el
TEMOR DE PARCIALIDAD

La herramienta que utiliza el Derecho en estos casos es la EXLUSION del juez sospechado de
parcialidad y su reemplazo por otra persona sin relación con el caso y con ella su presunta
imparcialidad.

Nuestro Derecho Procesal Penal, excluye al juez del cual se sospecha parcialidad, que se
conoce como apartamiento o exclusión de magistrados que en principio habían sido
asignado para juzgar el caso.

Son denominados MOTIVOS de APARTAMIENTO las relaciones abstractas que la ley


procesal define como fundantes de la sospecha de parcialidad. Estos motivos están bien
relacionados con las personas que intervienen en el procedimiento: parentesco del juez con
alguno de los sujetos, o bien con su objeto, o con el resultado.

PONER ARTICULOS DEL CPP

Estos motivos fundan para nuestra ley el derecho de quienes intervienen en el


procedimiento para recusar a un juez y obtener su reemplazo.
Las leyes argentinas contienen los mismos motivos para fundar el deber de apartarse y el
derecho a recusar. Los motivos pretenden operar de pleno derecho, esto es correcto
porque la misma administración de justicia requiere imparcialidad.

Se debe reconocer que son aquellos interesados en el resultado del procedimiento quienes
sufren el temor de parcialidad que funda el apartamiento de los jueces y también que
ninguna regulación abstracta puede abarcar todos los motivos posibles que, en los casos
futuros puedan fundar la sospecha de parcialidad en un juez.
Es por ello por lo que quien recusa invoque y demuestre otro motivo que funde el temor de
parcialidad.

Casos nombrados: Tribunal Europeo de Derechos Humanos


- Piersack y De Cubber: se admitieron los planteos por parcialidad del tribunal.

En Piersack el presidente del tribunal del juicio había formado parte del ministerio público
con facultades de supervisión sobre quienes estaban a carga de las tareas de investigación.
En De Cubber, uno de los miembros del tribunal había intervenido en el caso anteriormente
como juez de instrucción.

El TEDH sostuvo que la imparcialidad de los jueces debe ser apreciada tanto subjetiva como
objetivamente.

El Derecho Positivo argentino, en el ámbito federal se ha diluido la situación con el CPP. no


pueden integrar el tribunal juzgador aquellos jueces que, incluso por apelación de
decisiones del juez de instrucción, contribuyeron duran durante la instrucción preliminar,
tampoco puede hacerlo quien dicto la decisión de impugnación, tampoco puede integrar el
tribunal que juzga el juicio de reenvío el juez que dictó la sentencia casada (anulada)

Este panorama encuentra su base en aquello que se intentó reformar desde la época de la
inquisición. Uno de los paradigmas de la revolución liberal del sigo 19 fue dividir al poder
para tornarlo soportable.

El procedimiento siguió esa misma idea, distribuir el proceso es diversos estadios, bajo
órganos diversos, que se deben controlar mutuamente.
Uno debía ser el órgano que investigaba preliminarmente el caso y otro el que juzgaba, para
acentuar la imparcialidad, entonces, es claro que quienes desempeñen esas tareas no van a
poder ser parte del juzgamiento. No pueden ser cumplidas por un mismo juez.

A) el único caso donde el PL conoce de una imputación concreta contra alguien es en


juicio politico. Diputados lleva a cabo la investigación preliminar y acusa. Senadores,
que no interfirieron en la etapa anterior juzgan como un verdadero órgano de
enjuiciamiento.
B) Este ejemplo representa una decisión más general de la Constitución respecto de la
idea de un juicio justo. En tres ocasiones ella ha limitado el poder del legislador
procesal al tomar como modelo el JUICIO POR JURADOS y obligar al Congreso a
dictar una ley sobre la materia.
C) El autor Manuel Obarrio explica la conveniencia de separar las funciones del juez
que debe instruir el proceso y del que debe terminarlo por sentencia absolutoria o
condenatoria, está por encima de toda solución.

El respeto de este proyecto al Principio de Juez Imparcial es tan acentuado que no solo
permite la recusación sin causa en materia penal, sino que también contiene reglas para la
recusación de jueces y jurados que permiten apartarlos con solo hacer plausible el temor a
la parcialidad.

4. EL Juez Natural

Una buena manera de garantizar la imparcialidad e independencia del tribunal es evitar que
él sea creado o elegido por alguna autoridad. Nuestra CN prohíbe que alguien sea juzgado
por comisiones especiales (tribunales ad hoc creados en la órbita del PE o como
dependientes de él y fueron creados especialmente para el caso o según la persona a
juzgar, que atañe a las costumbres inquisitivas) o sea sacado de los jueces designados por la
ley antes del hecho de la causa, art 18 CN

Artículo 18.- Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado
en ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de
los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa. Nadie puede ser obligado a
declarar contra sí mismo; ni arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad
competente. Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos. El domicilio
es inviolable, como también la correspondencia epistolar y los papeles privados; y una ley
determinará en qué casos y con qué justificativos podrá procederse a su allanamiento y
ocupación.

La CN intenta garantizar al justiciable que no será manipulable el tribunal competente para


el enjuiciamiento de tres maneras:
- declarar inadmisible las comisiones especiales
- impedir que se juzguen tribunales creados con posterioridad al hecho objeto del
proceso
- hay que indicar que es competente el tribunal con asiento en la provincia en la se
cometió ese hecho.

La REGLA es clara:
En principio determina positivamente que el único tribunal competente para el juicio es
aquel designado como tal por la ley vigente al momento en que se comete el hecho punible
objeto del procedimiento.
En segundo término, cancela el efecto retroactivo que se pudiera pensar o que el legislador
pudiera atribuirle a una ley de competencia.

Las leyes de competencia solo rigen para el futuro, esto es, para hechos punibles cometidos
con posterioridad a que entren en vigor y no pueden ser aplicadas para determinar la
competencia de los tribunales respecto a hechos sucedidos con anterioridad a su vigencia,
ni a causas pendientes, otorgándoles el efecto retroactivo.

Esta es la doctrina que se ajusta a nuestro texto constitucional y que nuestra Corte Suprema
no reconoce, admitiendo que las nuevas leyes de competencia, aun cuando nada expresen
sobre el punto, se aplican a casos anteriores y a las causas pendientes.

Una excepción a este principio es que el tribunal competente desaparezca, cuando se


pierde la soberanía territorial (Malvinas), por una transformación toral en el sistema de
justicia (reforma del enjuiciamiento penal)

Si el problema que crea la mutación es ex post facto de la competencia no está provocando


por el poder politico arbitrariamente.

La nueva ley general de competencias puede atribuir competencia a los tribunales creados
con posterioridad al hecho, bajo condición de que nunca encubra un tribunal de excepción
disimulado.

De todos modos, entran en conflicto los valores sobre la funcionalidad de crear estos
tribunales porque desapareció el anterior, si es verídico y cierto o es una fachada.

Pero hay reglas de competencia constitucional y de legislación que impedirían la creación


por elección de estos tribunales, o los limitarían en función a la CN y las leyes nacionales.

La regla forum deliciti commissi impone ser juzgado en el territorio en el cual el hecho ha
sucedido, nacional o provincial.

La regla también rige para los tribunales Federales, cuando ellos son competentes y guarda
relación con el domicilio de los jurados que deben integrar el tribunal del juicio.

Lo mismo sucede con las reglas que determinan la competencia federal, e especial a las
referidas a competencia por la materia.

Artículo 118.- Todos los juicios criminales ordinarios, que no se deriven del derecho de
acusación concedido a la Cámara de Diputados se terminarán por jurados, luego que se
establezca en la República esta institución. La actuación de estos juicios se hará en la misma
provincia donde se hubiere cometido el delito; pero cuando éste se cometa fuera de los
límites de la Nación, contra el derecho de gentes, el Congreso determinará por una ley
especial el lugar en que haya de seguirse el juicio.

C - JUICIO POR JURADOS

Nuestra CN establece la necesidad de que la sentencia penal sea dictada con la


colaboración de jueces accidentales que no formen parte de la burocracia judicial, esto es,
el núcleo de funcionarios estatales, profesionales y permanentes que se ocupan de la
administración de justicia.

Significa que la ley fundamental ha adherido a un modelo de enjuiciamiento penal que


permite a los jurados, representantes populares conocer controlar y valorar la prueba que
decide el caso y como consecuencia necesaria que estos representantes estén presentes
durante el juicio en el que son incorporados los elementos válidos para determinar la
sentencia y se escucha a todos los intervinientes en el procedimiento, que pretenden influir
sobre esa decisión.

Esta decisión constitucional de establecer el juicio por jurados no es arbitraria, sino que
corresponde a la propia ideología política que la CN siguió.

Ella es hija del Iluminismo y de la revolución francesa y demás países europeos y


americanos. Ese movimiento politico, conservaba los principios fundamentales impuestos
desde Grecia y Roma antiguas republicanas.

El ser juzgado por los ciudadanos es hoy un derecho fundamental de cada habitante, que
una forma específica de distribución del poder politico u organización judicial.

Artículo 24.- El Congreso promoverá la reforma de la actual legislación en todos sus ramos,
y el establecimiento del juicio por jurados.

Artículo 75.- Corresponde al Congreso:

12. Dictar los Códigos Civil, Comercial, Penal, de Minería, y del Trabajo y Seguridad Social,
en cuerpos unificados o separados, sin que tales códigos alteren las jurisdicciones locales,
correspondiendo su aplicación a los tribunales federales o provinciales, según que las cosas
o las personas cayeren bajo sus respectivas jurisdicciones; y especialmente leyes generales
para toda la Nación sobre naturalización y nacionalidad, con sujeción al principio de
nacionalidad natural y por opción en beneficio de la argentina: así como sobre bancarrotas,
sobre falsificación de la moneda corriente y documentos públicos del Estado, y las que
requiera el establecimiento del juicio por jurados.
Es indudable que en el capítulo referido a los derechos y garantías de los habitantes
concedió uno fundamental: el juicio de aprobación o desaprobación de nuestros
conciudadanos presidirá el fallo penal, es decir, abriría o cerrar las puertas para la aplicación
de derecho penal, para el ejercicio del poder punitivo

La CN no dejo librado al legislador común el momento o la oportunidad de poner en


vigencia el juicio por jurados, sino que tan solo le concedió la elección de la organización y
de los mecanismos concretos por intermedio de los cuales se instrumentaría la
participación ciudadana de los tribunales en juicio.

Sin embargo, nunca tuvimos juicio por jurados.

La peor consecuencia del repliegue del juicio por jurados se advierte en el sistema de
enjuiciamiento. Las reformas tibias del sistema inquisitivo han promovido un atraso
considerable de nuestro sistema penal y una contradicción interna ineludible, que también
se debe denunciar.

La CN no tuvo de otra que prohibir ciertos medios de prueba típicos de la Inquisición, en


especial lo referente a la tortura que eran el presupuesto eficaz para obtener confesiones.

La concepción que rechaza el juicio por jurados tiene raíces autoritarias.

La participación de los ciudadanos en los tribunales de justicia es sinónimo de una


administración de justicia republicana y especialmente del Estado de Derecho
constitucional actual.

Fue el positivismo criminológico quien se opuso a toda clase de participación ciudadana en


los tribunales de justicia penal, con el argumento de la necesidad de una magistratura
científica, coherente con su teoría penal, que transformaba al Derecho Penal en una suerte
de conocimiento científico-natural sobre el delincuente.

Esa participación se da de la mano con el postulado de que todo el poder deviene del
pueblo, propio del constitucionalismo moderno (democracia).

Entre nosotros se ha utilizado cualquier argumento para descontar al jurado, se lo trato de


pintar como institución contraria al régimen democrático, expresando que atenta contra el
sistema representativo y contra la independencia judicial.

También se extrae un argumento de idoneidad, como condición para ejercer el cargo


público sin importar hasta qué punto se tergiversa la garantía constitucional de igualdad, se
tiene la impresión de que la justicia es un problema sectario, solo los abogados y los
funcionarios del Estado pueden ser los justos en la sociedad, y los únicos de administrar
justicia.

De hecho, son los juristas quienes han desarrollado un argumento relativo a su ciencia para
dejar de lado las reglas que imponen la institución del jurado, la desuetudo (derogación por
la costumbre) de esas reglas. Han sido los jueces profesionales, los que han rechazado la
institución.

Cuando alguien reclamo el uso de esa garantía y los legisladores nacionales quienes
incumplieron el mandato popular y de las provincias de instrumentar el juicio por jurados,
que se mantuvo incólume en la CN desde su nacimiento hasta la fecha

Al contrario, el mandato se mantuvo originario durante todas las reformas con la única
excepción en el 49 y aun después de la grande en el 94.

¿Se podrá ahora seguir argumentando la derogación de costumbre de la garantía


constitucional para todo habitante de ser juzgado por un jurado y de la organización de
juicio por jurados por ley nacional para toda la nación?

Cuando se habla de juicio por jurados se habla de la institución típica del Derecho
Anglosajón, que comenzó en la Roma republicana y arribo a nosotros a través del Derecho
de las colonias inglesas de América del Norte.

El jurado se integra por 12 ciudadanos que votan por unanimidad acogiendo o rechazando
la acusación y utilizan la ULTIMA CONVICCION para valorar la prueba.

La institución significa adoptar un sistema de administración de justicia por el cual los


ciudadanos, mediante su veredicto deciden sobre la existencia de un comportamiento y su
aprobación o desaprobación social, decisión con la cual impiden o permiten a los órganos
judiciales burocráticos del Estado (jueces profesionales y permanentes) el uso de Derecho
Penal, conforme a la ley y con los limites establecidos por ella como medio de control social.

En este sistema, Derecho Penal, para su realización efectiva, precisa de la autorización que
le brinda el veredicto de los jurados, es decir, el consentimiento de los ciudadanos que
participan accidentalmente de la administración de justicia penal.

Como precedentes europeos, el tribunal de jurados sufrió varios cambios, se establecieron


diversas mayorías para el fallo y hasta se crearon tribunales mixtos o combinados,
entregados por jueces profesionales o permanentes y jueces accidentales o ciudadanos.

Estos últimos (accidentales o ciudadanos) denominados tribunales escabinos o jurados


escabinados, prevalecieron, representar el recurso y el regreso a una antigua institución
desarrollada en el derecho germano común.

La CN torna exigible alguna forma de participación ciudadana en la tarea de administración


de justicia penal.

Se ha puesto en duda que la CN haya presentido exigir esta forma de integración de los
tribunales de justicia penal en general, es decir, para las organizaciones judiciales
autónomas (provinciales) que ella determina, según nuestro sistema federal.
Para la opinión dominante, la REGLA, referida estrictamente a la organización judicial y a la
composición de los tribunales, no obligaría a las autonomías locales.

Es preciso entender la afirmación de que las provincias nunca transfirieron a la Nación


(competencias reservadas, art. 121) el desarrollo de su organización judicial que
conservaron como propios, art 5 CN

ARTICULO 5. – Cada provincia dictara para si una Constitución bajo el sistema


representativo republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la
Constitución Nacional; y que asegure su administración de justicia, su régimen municipal, y
la educación primaria. Bajo de estas condiciones, el Gobierno federal garante a cada
provincia el goce y ejercicio de sus instituciones.

Para esta opinión, también resulta sintomático que la misma CN haya impuesto solo al
Congreso de la Nación el deber de implantar el juicio por jurados (CN art.8 y art.75 inc. 12).

ARTICULO 8. – Los ciudadanos de cada provincia gozan de todos los derechos y privilegios e
inmunidades inherentes al título de ciudadano en las demás. La extradición de los
criminales es obligación reciproca entre todas las provincias.

ARTICULO 75 inc. 12: Corresponde al Congreso:

Dictar los Códigos Civil, Comercial, Penal, de Minería y del Trabajo y Seguridad Social, en
cuerpos unificados o separados, sin que tales códigos alteren las jurisdicciones locales,
correspondiendo su aplicación a los tribunales federales o provinciales, según que las cosas
o las personas cayeren bajo sus respectivas jurisdicciones; y especialmente leyes generales
para toda la Nación sobre naturalización y nacionalidad, con sujeción al principio de
nacionalidad natural y por opción en beneficio de la argentina; así como sobre bancarrotas,
sobre falsificación de la moneda corriente y documentos públicos del Estado, y las que
requiera el establecimiento del juicio por jurados

De tal manera, la integración de los tribunales penales con ciudadanos seria una regla de principio
que operaria sobre la organización judicial del Estado federal. (nacional)

Sim embargo, esta opinión es discutible sobre la base de que ella constituye una garantía (CN art-
24), se puede afirmar que las organizaciones judiciales de las provincias deben respetarla, porque
en caso contrario, no garantizarían la correcta administración de justicia en el sentido
constitucional (CN art.5)

ARTICULO 24: - El Congreso promoverá las reformas de la actual legislación en todas sus ramas, y
el establecimiento de juicio por jurados.

Con fundamento en esta última circunstancia y el texto expreso en la CN art 75 inc. 12 dispone
que la ley que establece el juicio por jurados es una de “las leyes generales para toda la Nación”;
se firma que se trata de un poder legislativo expresamente delegado en las provincias en el
Gobierno federal (competencia legislativa nacional para todo el país), que, por ello, no esta
incluido dentro de las facultades conservadas por las provincias (CN art. 121)

ARTICULO 121: - Las provincias conservan todo el poder no delegado por esta Constitución al
Gobierno federal y el que expresamente se hayan reservado para pactos especiales al tiempo de su
incorporación.

Si esta determinación es correcta, gran parte de la problemática que plantea el proceso penal es
de competencia legislativa del Congreso de la Nación, pues la organización del jurado de
enjuiciamiento no se comprende sin alusión a un tipo determinado de sistema procesal.

La cláusula expresa algo mas que una ley de organización; se extiende a la integración básica de
los tribunales y a aspectos políticos cruciales de la forma del juicio, por mas que los tribunales y su
administración siempre serian provinciales, salvo el caso especifico de la competencia federal (CN
art. 116 y art. 117).

Que por esa vía sea posible la ansiada unificación legislativa de los sistemas procesales penales
vigentes, al amparo de uno ley nacional marco, que regule el juicio por jurados.

ARTICULO 116: - Corresponde a la Corte Suprema y a los tribunales inferiores de la Nación el


conocimiento y decisión de todas las causas que versen sobre puntos regidos por la Constitución y
por las leyes de la Nación , con la reserva hecha en el articulo 75 inciso 12 y por los tratados con las
naciones extranjeras, de las causas concernientes a embajadores, ministros públicos y cónsules
extranjeros; de las causas de almirantazgo y jurisdicción marítima; de los asuntos en que la Nación
sea parte; de las causas que se susciten entre dos o mas provincias; entre una provincia y vecinos
de otra; entre los vecinos de diferentes provincias; y entre una provincia o sus vecinos, contra un
Estado o ciudadano extranjero.

ARTICULO 117: - En estos casos la Corte Suprema ejercerá su jurisdicción por apelación según las
reglas y excepciones que prescriba el Congreso; pero en todos los asuntos concernientes a
embajadores. Ministros y cónsules extranjeros, y con los que alguna provincia fuese parte la
ejercerá originaria y exclusivamente.

ORGANIZACIÓN JUDICIAL FEDERATIVA

La CN argentina, en sus artículos:

Artículo 5º.- Cada provincia dictará para sí una Constitución bajo el sistema representativo
republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la Constitución Nacional; y
que asegure su administración de justicia, su régimen municipal, y la educación primaria. Bajo de
estas condiciones el Gobierno federal, garante a cada provincia el goce y ejercicio de sus
instituciones.
Artículo 75.- Corresponde al Congreso:

12. Dictar los Códigos Civil, Comercial, Penal, de Minería, y del Trabajo y Seguridad Social, en
cuerpos unificados o separados, sin que tales códigos alteren las jurisdicciones locales,
correspondiendo su aplicación a los tribunales federales o provinciales, según que las cosas o las
personas cayeren bajo sus respectivas jurisdicciones; y especialmente leyes generales para toda la
Nación sobre naturalización y nacionalidad, con sujeción al principio de nacionalidad natural y por
opción en beneficio de la argentina: así como sobre bancarrotas, sobre falsificación de la moneda
corriente y documentos públicos del Estado, y las que requiera el establecimiento del juicio por
jurados.

Artículo 116.- Corresponde a la Corte Suprema y a los tribunales inferiores de la Nación, el


conocimiento y decisión de todas las causas que versen sobre puntos regidos por la Constitución, y
por las leyes de la Nación, con la reserva hecha en el inc. 12 del Artículo 75: y por los tratados con
las naciones extranjeras: de las causas concernientes a embajadores, ministros públicos y cónsules
extranjeros: de las causas de almirantazgo y jurisdicción marítima: de los asuntos en que la Nación
sea parte: de las causas que se susciten entre dos o más provincias; entre una provincia y los
vecinos de otra; entre los vecinos de diferentes provincias; y entre una provincia o sus vecinos,
contra un Estado o ciudadano extranjero.

Artículo 117.- En estos casos la Corte Suprema ejercerá su jurisdicción por apelación según las
reglas y excepciones que prescriba el Congreso; pero en todos los asuntos concernientes a
embajadores, ministros y cónsules extranjeros, y en los que alguna provincia fuese parte, la
ejercerá originaria y exclusivamente.

Articulo 121. – Las provincias conservan todo el poder no delgado por esta Constitución al
Gobierno federal, y el que expresamente se hayan reservado por pactos especiales al tiempo de su
incorporación

Articulo 122. – Se dan sus propias instituciones locales y se rigen por ellas. Eligen sus gobernadores
como sus legisladores y demás funcionarios de provincia, sin intervención del Gobierno federal.

Organizo su administración de justicia con dos órdenes de jurisdicciones

 La que ejercen los tribunales de la Nación (o federales).


 La que ejercen los tribunales provinciales o locales. Aquellos que, por excepción, en los
casos previstos específicamente por la misma CN como de competencia federal (art. 116)
y estos, por imperio de la clausula general que reserva a las provincias todos los poderes
no delegados por ellas en el Gobierno federal (art. 121).

Por esta razón coexisten en el país tantas organizaciones judiciales autónomas como provincias y,
una más, la organización judicial de la Nación o federal, para hacer frente a los casos de
competencia federal.
Es por ello por lo que la doctrina dominante sostiene que la competencia legislativa para dictar las
leyes procesales, tanto las referidas al procedimiento como las propias de la organización judicial
reside en cada uno de los parlamentos provinciales y en el Congreso de la Nación, solo cuando
organiza la justicia federal y regula los actos a cumplir ante ella y por sus órganos, para reclamar y
administrar justicia.

Tal distribución de competencias responde a nuestra concepción del Estado y de su sistema


federal de gobierno y, por lo tanto, la administración de justicia penal.

Conforme a ello, cada provincia tiene su propia administración de justicia (art. 5 y art. 122), bajo
las cuales el gobierno federal le garantizar el goce y ejercicio de su autonomía (CN art. 5), bajo
pena de ser intervenida por el gobierno federal cuando no asegure el servicio de justicia (CN art.6)

Articulo 6: - El Gobierno federal interviene en el territorio de las provincias para garantizar la


forma republicana de gobierno, o repeler invasiones exteriores y a requisición de sus autoridades
constituidas para sostenerlas o restablecerlas, si hubiesen sido depuestas por sedición, o por
invasión de otra provincia.

Ellos significan que cada provincia es competente para dictar leyes de organización judicial que
instituyen los tribunales y demás órganos oficiales a los que les toca intervenir en la
administración de justicia penal y establece su competencia e integración, y para dictar las leyes
que determinan el procedimiento a seguir ante y por esos órganos (CN art. 75 ind.12 y art. 121).

La única limitación de esos poderes proviene de la propia CN pues esas leyes deben respetar el
sistema representativo republicano, de acuerdo con sus principios, declaraciones y garantías (CN
art. 5).

Dentro del territorio de cada provincia, la REGLA es la competencia de los órganos provinciales,
pues se afirma con razón (CN 75 inc. 12 y art. 121) que la competencia de la justicia nacional o
federal es excepcional.

La Nación (gobierno o Estado federal), tiene su propia organización judicial, para dar respuesta a la
administración de justicia en los territorios que le pertenecen o sobre los cuales ejerce absoluta
potestad de gobierno, legislación y jurisdicción (CABA y territorios nacionales), incluso dentro de
las provincias (CN art 75 inc. 30) o en aquellos casos en los cuales la propia CN le concede
competencia (art. 116).

Entonces el Congreso, como PL es el órgano competente para dictar la ley que instituye y organiza
los órganos públicos intervinientes en la administración de justicia penal (tribunales, ministerio
público, policía, servicio oficial de defensa) y la ley de procedimientos penales (CN art.75 inc. 20 y
30) en el ámbito federal.
Artículo 75: - Corresponde al Congreso

20.Establecer tribunales inferiores a la Corte Suprema de Justicia; crear y suprimir empleas, fijar
sus atribuciones, dar pensiones, decretar honores y conceder amnistías generales

30. Ejercer una legislación exclusiva en el territorio de la capital de la Nación y dictar la legislación
necesaria para el cumplimiento de los fines especifico de los establecimientos de utilidad nacional
el territorio de la Republica. Las autoridades provinciales y municipales conservaran los poderes de
policía e imposición sobre estos establecimientos, en tanto no interfieran en el cumplimiento de
aquellos fines.

En las provincias, las competencias de los tribunales federales y de los demás órganos públicos que
intervienen en el procedimiento penal es excepcional; en el territorio de la Capital de la Republica
o en los territorios nacionales, sucede lo contrario, por su competencia territorial plena.

Competencia FEDERAL: excepcional, expresa y limitada. O restrictiva, privativa e inalterable.

La intervención excepcional de los órganos de la administración de justicia federales frente a la


competencia de administración de justicia local, en el territorio de las provincias, que constituye la
regla, la improrrogabilidad de la competencia federal y provincial que solo constituye un aspecto
parcial del mismo carácter que ostenta toda la competencia penal que, en Derecho privado tiene
su límite en la autonomía de la voluntad de las partes, que rige los negocios privados.

Esta distribución de competencia penal es compleja y difícil de instrumentar.

Supone múltiples organizaciones judiciales cerradas, si se deja a salvo el poder de revisión


extraordinario de la Corte Suprema nacional sobre la sentencia definitiva de tribunales superiores,
tanto en el ámbito provincial como en el federal emanado de la supremacía de la CN, art. 31, y el
recurso extraordinario establecido para hacer valer esa supremacía, incluso en relación con la
interpretación de las leyes federales (art. 48 ley 48; ley 4055 art.6)

Sim embargo esta distribución compleja de la competencia es hoy un principio politico


inderogable de nuestra organización judicial, que arraiga en la forma de gobierno y comprenden al
federalismo, incluido en el federalismo judicial.

Esto significa que las provincias quisieron conservar (no delegaron) el poder de ser las ultimas
intérpretes de la ley común, a pesar de haber delegado en Nación el poder de dictar esa Ley, salvo
en aquellas materias delegadas y expresamente exceptuadas por la misma CN (leyes federales) y
por supuesto, en materia de interpretación de la CN.

La razón de la existencia de una justicia federal, al lado de la provincial, ha sido expuesta a partir
de, en primer lugar, del reconocimiento de leyes federales que dicta el Congreso sobre materias
(correo, aduana, rentas de la Nación, patentes y marcas, representación exterior, comercio
internacional) que las provincias DELEGARON en el gobierno federal según la misma CN.
También, del reconocimiento de territorios que no pertenecen a ninguna provincia (territorios
nacionales, mar territorial, competencia de altamar), y, en segundo lugar, a partir de l necesidad
de asegurar la supremacía de la CN, art 31.

La existencia de leyes y territorios federales provoca la necesidad de órganos, también federales,


que interpreten y actúen esas leyes, y provean a la administración de justicia en los propios
territorios federales.

La supremacía de la CN solo se puede lograr estableciendo un tribunal superior, la Corte


Suprema, que interprete y aplique una ultima instancia, incluso revisando las sentencias de
tribunales superiores del caso cuando se ponga en tela de juicio la interpretación y aplicación de
una regla constitucional.

Pero este argumento solo respalda la existencia y competencia de la Corte Suprema y no de toda
la justicia federal.

Hasta que punto modifica este patrón el mandato para el Congreso de la Nación de establecer el
juicio por jurados, cuando este mandato consiste en “dictar las leyes generales para toda la
Nación…que requiera el establecimiento de juicio por jurados”.

La regla NO AFECTA la competencia judicial provincial y federal, PERO SUPONE una alteración
profunda de la competencia legislativa en materia procesal penal que ha descripto la doctrina
dominante.

Conforme a ella 8doctrina dominante) las provincias delegaron en Nación no solo el poder de
organizar el jurado, sino también el de reglamentar el juicio penal. De esto se deriva que la
competencia legislativa provincial queda disminuida en materia procesal penal.

En lo que se debe coincidir es que, la ley marco del procedimiento y de la organización judicial, en
materia penal, corresponde al Congreso de la Nación, con lo cual, las determinaciones políticas
principales acerca del Derecho Procesal Penal quedan en sus manos.

Las provincias solo mantendrían atribuciones reglamentarias secundarias, pues la organización de


sus tribunales y de los demás órganos que intervienen en la administración de justicia penal, les
correspondería en materia de procedimientos un escaso campo legislativo, tan extensa como el
que el Congreso de la Nación considere oportuno dejar fuera de regulación para asegurar el juicio
por jurados.

“La actuación de estos juicios se hará en la misma provincia donde se hubiere cometido el delito.”.
(art. 118 CN), clausula de la que deriva de juzgar como un derecho individual el ser juzgado por un
jurado de vecindad.

La cláusula, pese a las dificultades que supone, obliga no solo a la justicia local sino,
especialmente, a la justicia federal.

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