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Hombre, sociedad y cultura

Ena Bella Armenta López / DGEP


Adecuación COVID-19

3.4. La Raza humana

De acuerdo a lo expresado por Jean Hiernaux en Los


aspectos biológicos de la cuestión racial, las causas
fundamentales del racismo son económicas y sociales.

Sin embargo, quienes lo practican justifican su


comportamiento con creencias e imágenes del campo de
la biología; están convencidos de que hay diferencias
innatas de valor entre los grupos humanos, aunado a la
representación convencional de las características
hereditarias de los miembros de esos grupos.

Los racistas, consideran que no solo su grupo es superior por naturaleza a otros
grupos, sino que lo llevan al ámbito de lo individual al considerar que todo
miembro de su grupo es superior a cualquiera del segundo. Esta convicción va
acompañada de una reprobación a la intrusión de sangre “inferior” en el patrimonio
genético del grupo con el cual se identifican. En general, se llama a éste como una
raza; pero puede referir también una casta, o incluso una clase social. La jerarquía
establecida por el pensamiento racista está ideada sobre todo en la esfera de la
inteligencia y del comportamiento, en la que atribuye a cada uno de los grupos
características no sólo innatas, sino inmutables.

Generalmente se relaciona el color de la piel y algunos rasgos faciales para la


clasificación de grupos humanos denominándolos razas humanas.

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¿Qué piensan, sobre todos estos puntos, los que consagran su vida al estudio
racional de las diferencias biológicas entre los seres y los grupos humanos, esto
es, los investigadores de la biología humana y de la antropología?

Biología

La facultad de aprender y la plasticidad de los seres humanos son los factores que
han desempeñado un papel preponderante en la evolución intelectual del hombre.
Esta doble aptitud pertenece de todos los seres humanos y constituye uno de los
caracteres específicos del Homo sapiens.

En su desarrollo físico y mental, el ser humano resulta de la interacción de la


herencia y del medio. Prescindiendo del aspecto cualitativo de caracteres como
los grupos sanguíneos, la herencia no determina sino un potencial o una
tendencia.

Tanto en el plano del patrimonio hereditario total (el conjunto de los genes, largas
moléculas de ADN que componen los cromosomas en el núcleo celular) como en
el del conjunto de los caracteres expresados (los fenotipos), no existen dos seres
humanos idénticos (exceptuados, en el plano genético, los gemelos
monocigóticos).

Evidentemente, el concepto de raza tiene por unidad un grupo de individuos tal


que su patrimonio genético colectivo (la suma de los patrimonios hereditarios de
sus miembros) tiende a permanecer estable a través de las generaciones.

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