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RIQUEZA BIOTICA Y ECOSISTÉMICA DE COLOMBIA

La situación geográfica de Colombia no podía ser más singular; está en la esquina


superior de América de Sur, circundada por dos océanos con características biológicas
diferentes; descansa sobre la convergencia de distintas placas tectónicas, que
combinan el sistema montañoso andino y sus distintos pisos climáticos con la zona
intertropical del hemisferio occidental con un régimen de lluvias sin paralelo. Todas
estas circunstancias le permiten poseer una alta diversidad y complejidad biológica,
edáfica, geográfica, geológica y, por supuesto, ecosistémica. Colombia es por su
riqueza en ecosistemas el país más rico del mundo. No por casualidad esta riqueza lo
sitúa en el segundo lugar, después de Brasil, en la lista exclusiva de los países con
mayor biodiversidad del planeta.
ECOSISTEMAS XEROFÍTICOS

Este tipo se desarrolla en áreas que presentan déficit significativo de agua durante
todo el año, con una vegetación particular adaptada a las condiciones de sequía y de
alta temperatura, presencia de espinas en cambio de hojas, como es el caso de los
cactus (cactáceas). También se observan matorrales espinosos arbustivos con copas
aparasoladas, como sombrillas, con follaje escaso y caducifolio.

Esta cobertura vegetal ocupa un área de 1´717.159 ha, que equivalen a 1.5% del
país. La vegetación de la Guajira es un ejemplo típico de este tipo de cobertura. La
cobertura xerofítica se encuentra tanto en el piso andino como en el basal;
específicamente en la parte media de la Guajira, en inmediaciones de Cúcuta, en el
cañón del Chicamocha, sectores del río Cauca, el desierto de la Tatacoa, la parte alta
de los ríos Dagua y Patía, Juanambú y Guáitara y en la zona de Villa de Leyva
(Boyacá).

La xerofítia andina es aquella porción de territorio sometida a condiciones extremas


de aridez y que se encuentra sobre los 1000 msnm; mientras que la xerofítia basal es
aquélla que se halla en los valles interandinos o en el resto del territorio, siempre por
debajo de los 1000 msnm.

Estas unidades son naturales y han tenido años de evolución, al igual que las
sabanas, sólo que el hombre en el proceso de degradación constante hace que
dichas superficies se amplíen a causa de la acelerada destrucción del ambiente. Por
otra parte, factores naturales, como lo son los efectos de sombra, han permitido el
desarrollo y evolución de las especies que viven bajo condiciones extremas de sequía
y humedad, como estas unidades de cobertura.

El viento ha sido uno de los factores climáticos que más está relacionado con las
xerofítias, ayudando a dispersar cierto tipo de plantas colonizadoras o pioneras de
estos ambientes y evitando el establecimiento de otras. La intensidad de la radiación
solar es otro factor abiótico para tener en cuenta ya que, justamente donde se sitúan
estos ecosistemas, la tierra recibe mayor radiación solar por unidad de superficie; tal
es el caso de la zona árida de Villa de Leyva y del desierto de la Tatacoa (Huila). La
pobreza de la cobertura vegetal y la carencia de agua sobre la superficie terrestre
hacen que se den condiciones extremas de radiación por carencia de nubosidad; en
consecuencia, una causa de la desertización es la deforestación de las coberturas
vegetales.

La vegetación que reside en estas superficies se encuentra plenamente adaptada


junto con la fauna para soportar estas condiciones extremas, desarrollando diversas
estrategias para maximizar el uso efectivo del agua y los nutrientes; de aquí que la
fisiología de los organismos del desierto sea altamente eficiente, la presencia de
plantas armadas para evitar la folivoría e incluso la presencia de plantas áfilas, o sin
hojas, haciendo fotosíntesis en sus tallos verdosos. Las raíces de estas plantas se
especializan en reservar agua o se hacen demasiado resistentes a la sequía, gracias
a las superficies de terreno que logran cubrir o a la cantidad de agua que puedan
reservar.

El sacrificio de la exhuberancia también es apreciable en las zonas secas, por ello se


habla de plantas aparasoladas, de matorrales y cardonales, cuando se habla de su
vegetación; es el caso de los cardonales, que han especializado sus tallos para
almacenar el agua haciéndose verdosos y suculentos. La estrategia de plantas como
la pringamosa, de zonas áridas, es la de ocasionar fuertes pinchazos a sus posibles
predadores.

De acuerdo a lo anterior, determinar:

1.- Caracterización Ecológica de los Ecosistemas Xerofíticos.

1.1.- Ubicación.
1.2.- Área
1.3.- Factores ambientales

2.- Número de especies que poseen los ecosistemas xerofíticos en cuanto a los
siguientes órdenes biológicos.

2.1.- Insectos
2.2.- Aves
2.3.- Plantas
2.4.- Mamíferos
2.5.- Reptiles
2.6.- Anfibios
2.7.- Hongos

Esta actividad la deben realizar mediante un mural utilizando la herramienta CANVA.

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