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EL LEOPARDO DE LAS NIEVES ESTÁ EN PELIGRO DE

EXTINCIÓN POR EL CAMBIO CLIMÁTICOeopardo de las

nieves macho en el zoo de


.
El futuro del leopardo de las nieves está en peligro a causa del cambio
climático debido a la fragilidad de su hábitat de alta montaña, según alerta la
organización ecologista WWF en un informe publicado este viernes.
Además, casi un 30% de las especies del planeta podrían desaparecer por el
calentamiento global si la cumbre climática de París del próximo diciembre, no
concluye con un acuerdo "ambicioso y justo".
El informe "Conexiones frágiles: leopardos de las nieves, personas, agua y el
clima global", publicado con motivo del Día Internacional del Leopardo de las
Nieves, revela que más de un tercio del hábitat de alta montaña de esta
especie, que vive en 12 países de Asia central, podría dejar de ser el
apropiado para este amenazado mamífero si no se hace frente al cambio
climático.
De hecho, la ONG subraya que el aumento de temperatura puede hacer subir
el límite de bosque y provocar también que los cultivos y los pastos ganaderos
lleguen a mayor altitud, restringiendo aún más la superficie de hábitats que le
quedan al leopardo de las nieves.
WWF recalca que no sólo están en peligro estos grandes felinos, ya que
su hábitat abarca las cabeceras de muchos de los mayores ríos de Asia.
Alrededor de 330 millones de personas viven a menos de 10 kilómetros de ríos
que nacen en territorio del leopardo de las nieves y dependen de ellos
directamente para el suministro de agua.
El cambio climático podría alterar drásticamente el agua que baja de las
montañas, poniendo así en peligro los medios de vida de millones de
personas en el continente asiático.
Sobreviven 4.000 ejemplares en Asia central
"Necesitamos acción urgente para frenar el cambio climático y evitar que el
hábitat del leopardo de las nieves siga degradándose. De lo contrario, el
fantasma de la montaña podría desvanecerse, junto a las reservas de agua
dulce críticas para cientos de millones de personas", ha señalado Rishi Kumar
Sharma, que coordina la primera estrategia global de WWF para conservar
esta emblemática especie.
Se calcula que apenas 4.000 leopardos de las nieves sobreviven en las altas
montañas de Asia central y esta cifra sigue cayendo. La creciente pérdida y
degradación de su hábitat, la caza furtiva y los conflictos con las comunidades
locales han contribuido a que su población haya sufrido un declive del 20% en
los últimos 16 años y han dejado a la especie al borde de la extinción en
muchos lugares. "Si no se le pone freno, el cambio climático agravaría estas
amenazas y podría empujar a la especie al abismo", ha señalado WWF.
La nueva estrategia de la organización ecologista se concentrará en los
lugares en los que la organización puede contribuir más a los esfuerzos
globales para conservar la especie y proteger los medios de vida de la gente,
incluyendo mitigar la amenaza del cambio climático, reducir conflictos con las
comunidades locales y hacer frente a la caza furtiva y al tráfico de leopardos.

El problema del furtivismo


El líder de la Iniciativa Himalaya Vivo de WWF, Sami Tornikoski, ha comentado
que el cambio climático es un problema "fundamental", pero al mismo tiempo
es necesario vigilar "otros factores" y ha añadido que "los leopardos de las
nieves no sobrevivirán mucho tiempo si no solucionamos amenazas como el
furtivismo, las muertes por represalias de pastores, la reducción de sus presas
y el desarrollo mal planeado".
"India, Nepal y Bután han demostrado que es posible aumentar las
poblaciones de especie emblemáticas como tigres o rinocerontes. Si los
gobiernos, los conservacionistas y las comunidades locales trabajamos juntos,
podemos lograr éxitos similares con los leopardos de las nieves y alejarlos de
la extinción", ha explicado Tornikoski.
Como parte de su estrategia para el leopardo de las nieves, WWF
continuará financiando investigando vital sobre la especie, incluyendo el uso
de cámaras trampa y collares de seguimiento por satélite, para recoger más
datos sobre este esquivo felino, lo que esta organización considera muy
importante porque en menos del 14% de los hábitats de esta especie se ha
llevado a cabo alguna vez actividades de investigación o de conservación.
LA BALLENA AZUL

Existen diversas especies de cetáceos, concretamente unas 80 especies de


cetáceos que engloban a los delfines, las ballenas y las marsopas, como por
ejemplo los rorcuales o Balaenoptera, la ballena gris o Eschrichtius robustus, la
ballena franca o Eubalaena y la ballena azul o Balaenoptera musculus.
Entre las características de la ballena azul lo primero que destaca es su tamaño,
pues actualmente es el animal más grande del planeta, no solo de los océanos
sino de toda la Tierra. El tamaño de este cetáceo es inmenso, pues puede llegar a
medir más de 30 metros y a pesar 200 toneladas. Para que nos hagamos una idea
del tamaño de forma sencilla, si pensamos en elefantes africanos, el tamaño de
una ballena azul equivale a más de 30 elefantes.
Al ser mamíferos marinos, aunque viven en el agua respiran el oxígeno del aire,
por lo que tienen pulmones y un espiráculo u orificio respiratorio en su cabeza que
les permite coger el aire de la superficie, sin necesidad de sobresalir mucho, y no
tienen branquias como los peces ni respiran en el agua. Son capaces de aguantar
varias horas seguidas bajo el agua, incluso bajan a las profundidades por horas.
Se alimentan principalmente de plancton y tienen un papel vital en la cadena
trófica y en el equilibrio del ecosistema marino. Viven en los mares y los océanos
de todo el mundo, de hecho nada gran cantidad de kilómetros diarios. Habitan en
distintas zonas de las aguas oceánicas según la época del año, pudiendo soportar
incluso aguas heladas como las del Ártico, pues tienen una gruesa capa de grasa
que las protege de estas temperaturas. Concretamente, suelen estar en lugares
como las aguas de Noruega, Canadá, Groenlandia, Rusia, España, sur de Chile,
el Golfo de California y en el Triángulo de Coral, que está entre el Sureste de Asia
y Oceanía.
Según la WWF (World Wildlife Fund), las principales causas de que la ballena azul
esté en peligro de extinción son las siguientes:
Caza para la venta
La caza para la comercialización de los productos que se obtienen de las ballenas,
como la carne y la grasa o aceite, es una de las razones de por qué la ballena azul
está en peligro de extinción. Esta práctica que a la mayoría de la población
mundial ya nos parece antigua e innecesaria sigue llevándose a cabo, incluso
después de aprobarse leyes como la de 1986 en la que se aprobó la prohibición
de la caza y comercialización de ballenas. Algunos de los países que la siguen
practicando por tradición y por comercio son Japón, Islandia y Noruega.
Capturas por accidente
Aunque pueda parecer extraño, esta es una de las causas más graves, pues es
una de las que más ejemplares hacen desaparecer. Miles de ballenas son
capturadas por accidente cada año durante las pescas de peces a nivel industrial,
con grandes redes.
Accidentes con barcos
Debido a la gran cantidad de barcos que hay en el océano, la mayoría de gran
tamaño, las ballenas azules o rorcuales azules y otros cetáceos de distintos
tamaños colisionan contra estas embarcaciones, tanto por el espacio como por
desorientarse debido a los sónares y la contaminación que afecta a estos
animales. Estos accidentes causan tanto lesiones traumáticas de distinta índole,
siendo mortales las más graves aunque tarden cierto tiempo, como la muerte
directamente.
Además, esta es una amenaza creciente porque cada vez hay más barcos activos.
Algunas de las soluciones que se proponen son evitar que las rutas marítimas
crucen por las zonas de hábitat frecuente de las ballenas y reducir la velocidad
cuando se pase cerca de ellos o por ellos, cuando no pueda evitarse cruzarlos.
Cambio climático
El cambio climático, a través del calentamiento global, está suponiendo uno de los
motivos graves que afectan a los cetáceos más grandes. El aumento de la
temperatura del agua hace que el alimento empiece a escasear en las regiones
ártica y antártica, tanto el plancton como el krill entre otros. Esto supone que para
poder encontrar alimento tienen que migrar más lejos, lo que hacen con debilidad
la cual aumenta cuanto más tardan en encontrar alimento y en ocasiones mueren
por ello. Además, esta subida de las temperaturas afecta también a su ciclo
reproductivo.
Varamientos y muertes de ballenas por contaminación
La contaminación marina es cada vez más grave, hay tanto sustancias tóxicas
como aglomeraciones de plásticos que ocupan varios km2 y exceso de sonidos.
Esta contaminación hace que las ballenas se alimenten por error con plásticos y
mueran, de hecho se han encontrado cadáveres que al practicarles la necropsia
han revelado cantidades ingentes de plásticos en los estómagos de las ballenas.
También se desorientan debido al exceso de ruido que producimos los humanos
en los océanos, tanto por el motor de los barcos como con sónares, lo que las
confunde y las lleva a varar en las playas y morir. También mueren intoxicadas por
productos como los combustibles de los barcos, vertidos de petróleo, metales
pesados, etcétera.
El gran impacto de las industrias
Todos los tipos de industria que se desarrollan en los mares y los océanos, o de
las cuales sus desechos van a parar a ellos, son un grave peligro para las ballenas
azules y otros cetáceos. Los puertos, los canales para el transporte, los
vertederos, las petroleras, las piscifactorías, las agencias de turismo marítimo, la
pesca industrial, etcétera, son todas industrias peligrosas para estos seres. Los
motivos son que destruyen su hábitat, limitan su espacio, reducen la disponibilidad
de su alimento, los intoxican, dañan sus oídos y sentido de la orientación, reducen
su capacidad reproductiva, etcétera.

LA MARIPOSA

La mariposa monarca (Danaus plexippus) es un invertebrado de la


familia Nymphalidae que se caracteriza, entre otras cosas, por realizar
migraciones intergeneracionales desde Estados Unidos y Canadá a México cada
año. Sin embargo, estos pequeños insectos de atractivos colores están en peligro
de extinción, igual que lo están muchas otras especies en la actualidad.
Las causas que explican por qué está en peligro de extinción la mariposa monarca
son:
Cambio climático
El cambio climático podría ser el responsable de la modificación de los patrones
migratorios de la mariposa monarca, algo que se debe a los cambios en las
condiciones climáticas que este acarrea. Tanto el descenso de las temperaturas
en invierno como su aumento en verano podría tener efectos letales y provocar
que los hábitats aptos para esta especie se desplazasen hacia latitudes mayores.
En condiciones anómalas de sequía puede darse una mayor tasa de mortandad
entre las mariposas adultas en la zona de reproducción (Estados Unidos y
Canadá), así como una menor cantidad de alimento disponible para las orugas, lo
que supondría un menor número de individuos migrantes.
Durante el año 2013, en México se registró el menor número de mariposas
monarca invernantes en veinte años. Actualmente se registran unos 35 millones
de mariposas que ocupan, aproximadamente, 1.7 hectáreas (muy pocas en
comparación con las 45 hectáreas que ocupaban en 1996).
El clima cambiante podría haber tenido una repercusión muy negativa; durante la
primavera de 2012, en Estados Unidos se registraron unas temperaturas
notablemente mayores a la media para esa época, lo cual se tradujo en una
migración temprana de las mariposas monarca hacia ambientes más frescos,
mucho antes de que las plantas de algodoncillo (alimento esencial para las
orugas) hubiesen aflorado. Por otra parte, en 2013 hubo un clima más frío de lo
normal, lo cual supuso un obstáculo en su migración hacia el norte. Los cambios
climáticos pueden conllevar, a su vez, la expansión de parásitos, infecciones
bacterianas y enfermedades que afecten a las poblaciones de mariposa monarca.
Pérdida de hábitat
Durante el invierno, las poblaciones norteamericanas habitan en unos bosques de
montaña de México central y de la costa de California. Sin embargo, estos
bosques se encuentran bajo presiones antrópicas por visitas turísticas intensivas,
por la tala ilegal de árboles y por ciertas actividades agrícolas por parte de las
comunidades locales. Por su parte, en Norteamérica, los hábitats donde se crían y
se alimentan las mariposas monarca se ven afectados por el uso excesivo de
herbicidas en los campos de cultivo. Estos arruinan el hábitat natural y terminan
con el alimento principal de las orugas de esta especie: el algodoncillo. En 1999,
aproximadamente un 97% de las plantas de algodoncillo habían sido erradicadas
en las praderas del oeste. En California, las mariposas ocupan zonas cubiertas de
eucaliptos, especialmente de Eucalyptus globulus, que se ven reducidas por la tala
excesiva.

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