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San Cristóbal, 27 de Febrero 2022

Andry Yoselin Rosales Ropero C.I. 29.699.439


Karen Nohely Maldonado Yepes C.I. 28.425.528
Dimas Alejandro Rodríguez Rincón C.I. 29.794.164
Luisa Fernanda Riveros Olarte C.I. 27.601.775
Carlos Javier Rangel Roa C.I. 30.214.500

4TO AÑO SECCION “B”

En el área contractual diversas son las situaciones que pueden suscitarse; tanto así
que la doctrina no duda en ampliar el abanico de las posibilidades de incumplimiento
contractual, asignando un área de situaciones especiales de dicho incumplimiento; en
primer lugar; a personas que según la naturaleza del daño ostentan responsabilidad
contractual por cuanto son contratantes individuales en relación a un hecho que los vincula.
O, en segundo lugar, la responsabilidad contractual ocasionada por la vinculación de
personas. Este último obedece a que la ejecución de ese contrato requiere la intervención de
varias personas que interactúan de diferente manera según el carácter que ostenten dentro
del contrato. Y en esa situación el contratista no puede alegar el hecho de ningunos de sus
dependientes por cuanto todos intervienen para que el contrato se ejecute, mediante un
grupo de contratos, es por ello que la doctrina considera que existe la causalidad entre el
contratante y las personas vinculadas al contratista, y este último responde por el hecho de
ellas.
Aplicando esto último a nuestro caso específico de Telegram, nos encontramos con
que esta descripción en cuadra muy bien a la relación de los hechos que se plantea, si bien
es cierto Telegram no es el agente activo que realiza el daño, pero sirve de canal para que el
hecho se realice y se extienda, aunque él no es el autor material, de cierta manera permite
que los hechos ocurran, viéndose vulnerado el derecho a la privacidad de muchas mujeres,
sin poder tener un responsable ya que el anonimato es protegido por esta empresa, cosa que
no está mal siempre y cuando sea destinados a fines lícitos que no perjudiquen a terceros, lo
que está mal es que permita que estas situaciones se den, lo cual en criterio personal es una
falta gravísima.
Como sabemos la amplitud de esta aplicación es muy extensa, es amplia la
posibilidad de realizar muchas actividades, esta extensión lleva a que no todas estas
actividades sean legales, por ejemplo, existen canales a través de los cuales existe la
posibilidad descargar de forma gratuita, contenido que debería ser pago, como las películas
de estreno, lo curioso es que Telegram es más delicado con este tipo de canales, ya que los
cierra a la brevedad posible, en protección a los derechos de autor, procede cerrando el
canal y eliminando su contenido, entonces sí puede regular este tipo de situaciones que
vulnera el derecho de variedad de personas y los responsables son terceros vinculados a su
contrato, por lo que Telegram si debería tener responsabilidad contractual en esta situación
donde la mujeres son víctimas ya que también están siendo vulnerados su derechos,
privacidad, integridad emocional y honor.
Se debe resaltar que las redes sociales son proveedoras de servicios online que, a
través de Internet, ofrecen a usuarios de todo el mundo, la posibilidad de interaccionar con
otros, ofreciendo en cada red social en cuestión, funcionalidades distintas. Como ha
quedado demostrado, no cabe duda de que las redes sociales tratan datos personales de los
usuarios, datos que en ocasiones pueden ser simples edades o indicación del sexo, pero que
en otras pueden ser datos más sensibles, como los relativos a la salud o a la actividad
sexual. Del tratamiento de datos personales que efectúan, éstas obtienen un importante
beneficio económico, y, como consecuencia de ello, se les debe exigir en su actuación el
respeto al régimen jurídico legal. Se debe hacer la mención ahora a los denominados
contratos de adhesión, es decir, aquellos contratos que son redactados por parte del
empresario y que no permiten ningún ápice de negociación por parte de los usuarios. Estos
contratos son los típicos de las redes sociales, ya que el usuario simplemente se puede
limitar a aceptarlos o rechazarlos a través de un click.
En conclusión, podemos decir que telegram a pesar de ser un medio de mensajería
instantánea, nos permite al mismo tiempo guardar enlaces, notas e imágenes las cuales se
han detectado puedan ser hackeadas por grupos de personas ajenas a nuestra privacidad. Es
necesario comentar como es la posible responsabilidad extracontractual de una red social;
por ejemplo, por permitir que se publiquen mensajes difamatorios a una persona. Es por
ello, que telegram en el contrato dice que el usuario es el único responsable de las
infracciones en las que pueda incurrir, al igual que de los perjuicios que puede provocar,
siendo que la privacidad de este medio es el único encargado de velar por el buen
funcionamiento de la plataforma, garantizando a todos sus usuarios la confidencialidad de
todo su contenido. Contrario a lo que ocurre a que en la vida cotidiana se han suscitado
casos donde extraen las imágenes de las personas y en muchos casos perjudicando
directamente la personalidad del individuo del cual acceden a su cuenta. Es por esto que al
consumir y compartir información en alguna plataforma debemos ser substancialmente
escrupulosos, respetuosos y sobretodo responsables.

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