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EL DELITO
NOCIÓN FORMAL O NOMINAL Y NOCIÓN SUSTANCIAL O MATERIAL DEL DELITO.
Eduardo Mezger en su Tratado de Derecho Penal, al estudiar el delito, comienza
con la siguiente frase: “Delito en sentido amplio es la acción punible entendida como
el conjunto de los presupuestos de la pena. En tal sentido la palabra ha logrado
desde hace mucho tiempo carta de nacionalidad”. En este párrafo transcrito.
Mezger sintetiza la tendencia mundial del Derecho Penal al hacer depender la
existencia de la pena a la conceptualización del delito.
Con ello iniciamos el análisis de la parte general del Derecho Penal, que
contemporáneamente comprende: el delito, las penas y medidas de seguridad y el
delincuente, éste último introducido gracias a las tendencias que consideran la
persona del sujeto activo o agente del delito como protagonista, sin el cual no puede
haber delito y las penas y medidas de seguridad pierden toda razón de ser sin él.
El delito está íntimamente ligado con lo ilícito, uno de sus elementos esenciales de
existencia es la antijuricidad que según las normas culturales, sociales y modos de
comportamiento de la sociedad, es un concepto dinámico que puede variar según la
evolución a la que esté sujeta la sociedad por su propia dinámica y por su sentido de
la perfectibilidad. Esto ha determinado que no puede darse un concepto o definición
del delito válido para todas las sociedades y para todos los tiempos, es decir
definiciones del delito in especie, del caso concreto como por ejemplo dar una
definición del delito de aborto válido para todos los pueblos y para cualquier época.
Filosóficamente se ha la ambición de dar una noción en sí que sirva para todos los
tiempos y en todos los países, pero no han tenido éxito, por las circunstancias
anteriormente anotadas, por la existencia de diversas escuelas penales, cada una con
su propia concepción y porque, en última instancia, es algo real y vivo, en íntima
conexión con la vida social y jurídica de cada pueblo y cada siglo que sigue los
cambios que se van produciendo.
Ante esta dificultades se ha concebido dar del delito desde el punto de vista
jurídico una noción formal y una sustancial.
La noción formal o nominal del delito enseña que el delito es una conducta que se
opone a lo que ley manda, es decir la conducta que la ley considera como delito.
Aquí la noción del delito la suministra la ley, amenazando con una penal a quien incida
en ella. Amenazando con un apena a quien incida en ella. Lo que da realidad objetiva
al delito es la penal o sanción penal.
En la noción formal o nominal sin ley que defina el delito no hay delito, aunque la
conducta sea inmoral o reprochable socialmente.
De lo dicho, la noción formal define el delito como la acción prohibida por la ley bajo
la amenaza de una pena.
La noción formal o nominal no señala los elementos constitutivos del delito, es decir
aquello sin los cuales no puede haber delito, que nosotros en su oportunidad
analizaremos.
La noción sustancial o material del delito explica los elementos que integran el delito.
Edmundo Mezguer no da una definición del delito cuando enseña: “Delito es la acción
típicamente antijurídica y culpable”. De acuerdo a ella los elementos constitutivos
del delito son acción, tipificidad, antijuricidad y culpabilidad.
El delito es acto humano, es decir conducta, cualquier mal o daño que no tiene origen
en la actividad humana, por graves que sean sus consecuencias no puede reputarse
como delito.
La conducta será antijurídica es decir debe oponerse al ordenamiento jurídico y no
justificarse, debe lesionar o poner en peligro un interés jurídicamente protegido.
No basta la contraposición de la conducta con la norma jurídica, sino también debe
ser típica es decir caer en un tipo o definición legal, en otras palabras debe
corresponder a un tipo legal, que es la definición que da la ley de un delito.
El acto debe ser culpable o sea que la conducta debe ser producto de la actividad
imputable a dolo o culpa. La acción es imputable cuando puede oponerse al cargo de
una determinada persona.
Pero además de estos elementos se tiene la pena, es decir que la conducta típica,
antijurídica y culpable debe estar sancionada con una pena.
Estos elementos esenciales, conducta o acción, tipicidad, antijuricidad y culpabilidad
son elementos esenciales del delito, sin uno de ellos no hay delito, deben concurrir
todos, ninguno tiene preminencia sobre los otros. Estos elementos forman una
unidad indivisible.
ELEMENTOS GENERICOS, ESPECIFICOS Y CIRCUNSTANCIALES.
Siguiendo la definición de Mezger hemos dicho que el delito es el acto típico
antijurídico y culpable; algunos colocan entre estos elementos un cuarto: la pena,
nosotros la consideramos como una consecuencia, pues sin pena el delito no tiene
ningún justificativo, tipificar una conducta como delito si este no desemboca en su
consecuencia jurídica: la pena, que es como el efecto con relación a la causa.
La concepción italiana es bipartita solo considera como elemento del delito la acción
y la culpabilidad y no tripartita como la alemana que está representada principalmente
por Mezger. Según los italianos, entre lo que figura Antolisei, la antijuricidad no es
elemento sino la esencia del mismo, pero como veremos al avanzar en este estudio,
la antijuricidad es una relación de contraposición con el derecho.
Surge la divergencia al platear si estos elementos ande ser considerados
separadamente como plantea Beling que puede llevar a perder de vista al delitos
como conjunto, como síntesis que engloba los caracteres pero califica una conducta
como delictiva. Jimenez de Asúa, Mezger y otros plantean considerar los elementos
del delito como una unidad globalizante. La ausencia de uno de estos caracteres da
lugar a nueva figuras jurídico penales. Guillermo Sauer, citado por Jiménez de
Asúa nos da el siguiente cuadro, poniendo la alternativa de la presencia o ausencia
de uno de elementos.
ASPECTO POSITIVO ASPECTO NEGATIVO
a) Actividad a) Falta de acción
- Debe ser al mismo tiempo conducta típica o sea que corresponde a un tipo
legal, definido por ley.
- Debe ser culpable, es decir, imputable a dolo o culpa y que puede ligarse a una
persona.
- Debe ser sancionable con una pena, pues sin ella la acción o la omisión no
existe.