OBJETO DEL DELITO Rocco dice que el objeto del delito se relaciona con todo el campo penal, puesto que es una de las cuestiones más importantes que presenta nuestro Derecho en lo relativo a la determinación del concepto del así llamado objeto jurídico del delito. Dejando para el posterior análisis la distinción entre objeto jurídico y material, diremos que el OBJETO DEL DELITO ES EL CUERPO CORPORAL SOBRE LA QUE RECAE LA ACCIÓN TIPICA, con lo que nos referimos al llamado objeto de la acción que pertenece al mundo de los hechos. De este modo se logra una precisa delimitación con otros objetos del delito. Para concluir esta pate resumimos indicando que EL OBJETO DEL DELITO ES LA PERSONA O COSA SOBRE LA QUE RECAE LA CONDUCTA DELICTIVA, confundiéndose con lo que llamamos objeto material. En el caso del hombre, por ejemplo, la persona de la víctima es el objeto; en el robo la cosa robada. Al objeto del delito antes se lo conocía como cuerpo del delito, habiendo cambiado esta concepción que en algunos casos significa el corpus delicti y en otros el tipo; como por ejemplo expresa el artículo 133 del Procedimiento Penal Boliviano cuando dice: “La base del juicio penal es la comprobación, conforme a derecho, de la existencia de alguna acción u omisión punible. Se tendrá por comprobado el cuerpo del delito, cuando por cualquier medio legal se acrediten los elementos constitutivos del tipo, según los describe la ley penal”. OBJETO MATERIAL Francisco Carrara la distinción acentuada entre objeto material y jurídico, en lo que llama la objetividad material y objetividad ideal. Este auto define la objetividad jurídica como el objeto o cosa sobre la que recae el delito, en el robo, por ejemplo, es el acto material de apoderarse de la cosa ajena. Por su falta de claridad con el precepto civil lo conduce a confundir el objeto del delito con el sujeto pasivo. De ahí es que de modo claro y siguiendo una tradición jurídica, diremos que el objeto material del delito es la persona o cosa sobre la que recae la acción criminal. Por ejemplo en el homicidio simple descrito en el artículo 251 del Código Penal el objeto material es la persona muerta y en el robo, definido en el artículo 331 es la cosa ajena. Por lo tanto, el objeto material del delito es todo hombre vivo o muerto, consciente o inconsciente, toda persona jurídica, las cosas, los valores, etc. Los objetos mencionados según algunos profesores de Derecho Penal son objetos materiales, además de los cuales distinguen el objeto de la infracción que puede ser la ley, la norma, el derecho que se ha violado o el interés jurídicamente protegido. La naturaleza del objeto sirve para clasificar los delitos, como pueden ser contra la seguridad exterior del Estado, contra las personas, contra las cosas, etc.. Sintetizando podemos decir que caen dentro del ámbito de los objetos materiales del delito del hombre y sus bienes jurídicos, las persona colectivas, los animales (abigeato), las cosas en general, los seres inanimados. No podemos ignorar que en algunos delitos se identifica el sujeto pasivo con el objeto material, como en el caso del homicidio; en otros se distinguen, como en el robo. La importancia del objeto material del delito es de trascendencia para la determinación del concepto del delito y para la construcción de la Ciencia Penal. OBJETO JURÍDICO El objeto jurídico del delito es el bien jurídico protegido por el Derecho que la acción punible lesiona o pen en peligro. Según Francisco Antolisei el objeto jurídico es el bien al que el Derecho le otorga su protección, precisamente por eso se llama objeto jurídico. ¿En estas circunstancias debemos preguntarnos que ha de entenderse por bien?. Según el Derecho, bien es todo lo que tiene significación jurídica o como dice Ihering, lo que es útil, lo que es apto para satisfacer necesidades humanas. Puede consistir en objetos físicos, cualidades, etc. Edmundo Mezguer, dice que el objeto de la acción es la lesión del deber, es el aspecto de la antijuricidad que está constituido por la violación de esos intereses protegidos por el Derecho, pertenecen a la consideración valorativa sintética. El objeto jurídico del delito es pues el bien jurídico tutelado por el Derecho Penal, con el señalamiento de una pena contra quienes lo lesionan o pongan en peligro. Aparentemente puede coincidir con el objeto material y jurídico como es en el homicidio, pero en el robo pueden estar separados, pues el objeto material es la cosa y el jurídico el derecho de propiedad. Sobre este tema Mezger dice que el objeto de la acción es el hombre, como parte exterior integrante del mundo corporal y el objeto de protección el hombre como parte integrante del mundo valorativo del Derecho. En el Derecho Penal prevalece el pensamiento de que el concepto del bien jurídico es uno de los puntos cardinales o piedra angular del sistema. Además señala que el objeto de la tutela penal es la verdadera esencia del delito. Formalmente si el delito es la violación de una norma jurídica, sustancialmente consiste en la ofensa del bien que la norma pretende proteger. Dicha ofensa constituye un contenido sustancial del delito. Además de lo ya explicado, se distingue entre objeto genérico del delito que es el bien o interés colectivo y el objeto especifico del mismo, que es el bien o interés del sujeto pasivo del delito. OBJETO FORMAL, SUSTANCIAL O ESPECIFICO.- Arturo Rocco es quien ha insistido más en la distinción del objeto formal, sustancial o especifico del delito, explicando que “el objeto formal es el derecho del Estado a la observancia de los preceptos penales”. Este mismo autor conceptúa el objeto sustancial en genérico y especifico. Por objeto sustancial genérico entiende el interés del Estado para asegurar y garantizar las condiciones de existencia de la vida en sociedad. A su vez, por objeto sustancial especifico entiende el bien o interés propio del sujeto pasivo del delito, es decir, de la persona o ente ofendido directamente por el delito. De modo más simplificado diremos que el objeto formal es la norma de Derecho Penal con la que entra en oposición el acto delictivo y el objeto sustancial sería el interés o bien jurídico que la norma protege. En resumen podemos decir que el objeto formal del delito es el derecho que tiene el Estado para exigir el cumplimiento de los preceptos legales (jus puniendi). El objeto sustancial o específico es el bien o interés jurídico agraviado por el delito. Si bien esta distinción tiene más alcances especulativos y pedagógicos no posee mayos significación ni importancia jurídica. PRETENDIDA DIFERENCIA DEL OBJETO MATERIAL. TESIS DE GRISPIGNI. El maestro italiano Felipe Grispigni al definir el objeto material del delito le da una amplitud que incluso abarca la psique de una persona. Afirma que el objeto no se entiende en sentido estricto como aquello sobre lo que se actúa, sino que debe entenderse en sentido lato, comprensivo también de aquello hacia lo cual se dirige la conducta o en presencia del cual ésta se desevuelve, por lo que entran en el concepto del objeto de la conducta incluso personas a quienes una noticia debe ser comunicada o por lo que debe ser conocida para que exista delito. Por los ejemplos que pone Grispigni parece que en cierta oportunidad llega a confundir el objeto material con el sujeto pasivo, así dice: “En la injuria que es un delito de impresión, el objeto es la persona misma y no la palabra escrita o hablada”. Por eso es excesiva la extensión que da Grispigni a su concepto del objeto material. Esto se debe a que el autor que citamos entiende como objeto material al objeto personal, es decir al sujeto pasivo de la conducta. Finalmente, Grispigni distingue dos objetos materiales no naturales: 1) el objeto material personal y 2)el objeto material real. El objeto material personal puede ser tanto la propia persona como la ajena, en sus aspectos físico como psíquico en su integridad. El Maestro de Roma diferencia el objeto material real del objeto jurídico del delito, pues considera la cosa en el sentido material, debe ser tangible no sólo en cuanto puede tenerse y verse sino también en lo que se refiere a la energía. En esta categoría están comprendidos los cadáveres. Grispigni usa estas diferencia para hacer un paragón con los delitos propios en orden al sujeto activo, en delitos con sujeto pasivo exclusivo. PROBLEMAS QUE SE PRESENTAN No se puede ignorar que con el objeto material del delito se presentan algunos problemas, como por ejemplo, en el caso de los delitos formales o de simple actividad, a los que Max Ernesto Mayer denomina delitos con resultado intransitivo, en los que no hay objeto material porque no se tiene un resultado externo, ya que el delito solo está en conducta, como son los casos de la simple tenencia de precursores para la elaboración de cocaína o poseer instrumentos para falsificar, en ambas situaciones sin que se haya pretendido usarlos. Otro problema que se presenta en estos casos es el delito imposible, en el que se da la penalidad aunque se carezca de objeto material. Un tercer problema que puede presentarse en el objeto material del delito es en relación al cuerpo del delito que evidentemente es de orden procesal pero muchos tratadistas es considerado como la prueba material del delito, aunque otros lo consideren como identificado con la prueba material o parte corporal del delito, no faltando quienes como el profesor español Juan del Rosal identican el cuerpo del delito con el objeto material del delito. Corrientes contemporáneas sin desconocer que el cuerpo del delito es de orden procesal lo conciben no en su realidad fáctica y plena sino en su noción abstracta y lo atribuyen a la tipicidad que surge de la teoría liberal de las pruebas legales para escapar de la arbitrariedad considerada por muchos como un dogma procesal. El Procedimiento Penal Boliviano en su Artículo 133 al que anteriormente nos hemos referido y transcrito, en el sentido lato aparece identificado el corpus delicti con el tipo, puesto que comprende los elementos constitutivos del tipo en el sentido de englobar las circunstancias que hacen probable que un delito se ha cometido. OBJETO DEL DELITO DECOMISABLE Son bienes sobre los cuales recae la acción delictiva, como lo serían las mercancías en el delito de contrabando, los billetes falsificados en el delito de falsificación de moneda o material pornográfico en el delito de pornografía. En todos estos, el fundamento para su decomiso radica en la peligrosidad con la que cuentan para continuar afectando los bienes jurídicos tutelados al poner en riesgo la colectividad o promover la comisión de más delitos en caso sean devueltos. OBJETO DEL DELITO NO DECOMISABLE Existen objetos de delito que no pueden ser decomisados, ya que por lo general pertenecen a la víctima, de allí que tengan que ser restituidos a su propietario y no confiscados por el Estado, pues obviamente el Estado no tendría por qué decomisar los bienes que le pertenecen a la víctima y sobre los cuales ha recaído la acción delictiva. Como por ejemplo ocurre en el delito de apropiación indebida donde el objeto del delito resulta ser un bien que es propiedad del agraviado o como lo que ocurre en el delito de robo. EFECTOS DEL DELITO Los efectos del delito son los objetos que el delincuente obtiene con la realización de la conducta típica, dicho en otras palabras, se trata de los objetos que hayan sido producidos al cometer el delito pero que de ninguna manera ingresan al patrimonio del investigado de forma lícita. Por otro lado, los efectos del delito si pueden ser decomisados a diferencia del objeto del delito. Así por ejemplo el dinero o dadivas obtenidos con el delito de cohecho pasivo del servidor público no puede satisfacer de ninguna manera el pago de daños y perjuicios ocasionados a la víctima, pues solamente los bienes propios del delincuente sirven para tal finalidad. Las ganancias ilícitas del delitos son las ventajas económicas obtenidas como resultado de la infracción delictiva, no necesariamente se traduce en un aspecto monetario sino que se trata de todo provecho. Estas ganancias provenientes del delito no llegan a formar parte del patrimonio del delincuente porque la ley prohíbe el enriquecimiento sin causa o injustificado. De ahí que pueden ser decomisados.