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El
Riesgo de
Vivir
Indice
Bibliografía 217
Índice 220
Gustav Russ Youngreen es un caricaturista, poeta y barón
terrateniente (13a) en Winlaw, Columbia Británica, donde
vive con su familia.
Fig. 1-1. “¡La razón por la que ves la muerte como algo
horrible se debe a que ahora no estás viviendo!”
Stan Keleman
Pag. 11
Este libro es el resultado de la colaboración entre tres
de nosotros. Algunas veces hemos podido trabajar juntos,
como si fuéramos uno, casi con la misma frecuencia con la
que hemos estado en conflicto y en oposición. A pesar de
que somos una combinación de autores, somos tres seres
humanos, originales y bastante diferentes, y del intento
que hicimos por ignorar nuestras diferencias, resultó
un primer borrador de este libro, que sentimos que era
inútil y bastante soso. Para darle el soplo de vida a nuestra
creación, tuvimos que expresar más de nosotros mismos
como individuos, y dejar que se nos viera. Por lo tanto,
del principio al fin del libro hemos añadido nuestros
comentarios personales, que estarán entre comillas.
Durante la mayor parte del libro escribimos en la primera
persona del plural, así que el pronombre “nosotros” que
usaremos de diversos modos, se refiere a nosotros tres y a
usted, el lector y, a veces, a todos nosotros.
Cuando iniciamos el libro nos hicimos esta pregunta:
“¿Por qué ustedes, los lectores, querrían leer este libro?;
¿Qué es lo que nosotros obtuvimos de la Gestalt que
nos gustaría compartir con ustedes?” Estas son nuestras
respuestas.
JAMES
Fig. 1-2.
Pag. 13
una perspectiva totalmente nueva. A veces también me
lastimo, cuando anteriormente me encontraba protegido,
pero ahora siento el amor de aquellos que me rodean,
mientras que antes ni siquiera podía darme cuenta si se
interesaban en mí o me apreciaban; al tratar de defenderme
para no ser lastimado, inconscientemente me defendía a
mí mismo de sentir amor. ¿Por qué tomarse la molestia de
arriesgarse? Para mí ellos hacen que la vida sea novedosa
y emocionante. Cada vez que manifiesto una parte de mí
que pudiera no ser aceptada por los demás, me arriesgo
a que me rechacen. Toda acción tiene consecuencias y
algunas son más costosas que otras. Antes de hacerme
vulnerable necesito sopesar cuál podría ser el costo.
Cada riesgo tiene un aspecto interesante y yo soy la única
persona que puede decidir si vale o no la pena correrlo en
ese momento.
“Mi concepción del mundo ha cambiado; ahora veo
que nada está fijo, que todo está en proceso de cambio.
Durante toda mi educación formal me enseñaron a ver
el mundo de cierta manera: las leyes de Newton fueron
ciertas hasta que Einstein las corrigió; parecía que la casa
de mis padres estaría para siempre y ellos siempre estarían
vivos. La gente muere y las cosas cambian, pero ahora,
en lugar de estar siempre lamentándome o aprobando el
cambio, puedo observarlo y aceptarlo. Me puedo permitir
ver el comienzo del cambio antes que otros y esto me
afecta menos. Tengo mucha fe en mi propia capacidad de
adaptación y en mi capacidad para caer de pie, como un
gato que cae de un edificio.
“La filosofía Gestalt no sólo significa un acercamiento
positivo a la vida, como el de Norman Vincent Peale,
también incluye el uso creativo de la negatividad. Tengo
dudas y desconfianza; todavía me resisto a conocer a
algunas personas o a realizar algunas de las tareas que
tengo que hacer. Pero ahora escucho cuidadosamente
estos ‘pensamientos negativos’, para encontrar las cosas
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positivas que me dicen, tales como: ‘esta tarea es aburrida,
necesitas una nueva propuesta’ o ‘este hombre te va a herir
o te va a atacar’”.
“Ahora trabajo con una realidad concreta y confío
en lo que veo y siento más que en lo que pienso que
veo y siento. Las abstracciones poéticas todavía pueden
atraparme aunque menos que antes”.
TONY
“Mi primera experiencia con la terapia Gestalt, fue
en un maratón de fin de semana en el que me inscribí
para ver si podía encontrar una solución a algunos de
mis problemas familiares que había estado tratando de
resolver durante muchos meses. En ese grupo experimenté
el ‘satori’ (una forma de despertar) y mi vida cambió.
“Tuve la experiencia de moverme dentro de un túnel
oscuro del que no parecía haber ningún escape. Durante
algún tiempo me sentí abrumado por el terror pues creía
que me quedaría atascado allí para siempre; gradualmente
me di cuenta de que había luz y con mucho dolor y miedo
me moví lentamente hacia esta, hasta que de repente sentí
que me introducía en un hermoso jardín iluminado por
el sol. Desde entonces no he experimentado nada con
similar intensidad.
Mi trabajo en Gestalt ha sido lento por lo que he
tenido más oportunidad para integrar el aprendizaje que
obtengo de éste.
Pag. 15
Fig. 1-3.
“Mi formación es como tísico experimental y la
terapia Gestalt me fascinó porque también tiene una
naturaleza experimental. En vez de tener que aprenderme
un conjunto de dogmas con la intención de explicarme mi
comportamiento, podía descubrir mi forma de reaccionar
ante las diferentes situaciones y lo que significa ser yo
mismo. Generalmente he tenido los más extraordinarios
insights de mi comportamiento, aunque a veces esta
experiencia no es tan intensa. También he descubierto que
puedo usar los experimentos de Gestalt que producen los
resultados más sombríos, porque me indican cuáles son
las áreas que es importante explorar después, tal como
lo haría en el laboratorio de física, sin necesitar de una
explicación prudente y racional de mi comportamiento.
Es cierto que existe una teoría general de la Gestalt, sin
embargo, al igual que en la física, la teoría siempre está
basada directamente en experimentos que pueden ser
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verificados, lo cual puede abrir el camino a experimentos
futuros, pero su validez siempre debe ser comprobada en
mi propia vida. De hecho, la teoría de la terapia Gestalt
es muy general, de manera que no siempre encuentro
alguna contradicción entre ésta y los experimentos que
realizo. Más bien, soy capaz de usar los experimentos
para completar los detalles que faltan en mi propia teoría
sobre mí.
“Son obvias las manifestaciones externas del cambio
que ha tenido mi vida desde que empecé a explorarme a
mí mismo usando el método Gestalt. En todo este tiempo
que he vivido en el Estado de Illinois (EE.UU.) no me había
rasurado, y durante cinco años no me corté el cabello. Me
imagino que esta última manifestación fue una rebelión
en contra de la rigidez y la conformidad que había en mi
vida y que ya no deseaba perpetuar. Esto surgió al darme
cuenta que odio rasparme la cara todas las mañanas, ¡en
especial cuando considero la cosecha de pelos que este
proceso ahorra! pero los cambios internos acompañaron
a los externos; aun sin que lo deseara, la respuesta del
medio, por ejemplo, la de un oficial de aduanas, era muy
diferente cuando se dirigía a un tipo joven, de cabello
largo y con barbas, vestido con pantalón de mezclilla, en
comparación con la respuesta que daba a un físico vestido
con traje y corbata. En realidad soy el mismo. Todavía
me reconozco a mí mismo (¡aunque otros no lo hagan!);
sin embargo, ahora lo hago con afecto y por diversión
más que por aversión y crítica. Me permito mostrar más
mi ternura y mi vulnerabilidad. Mi miedo radicaba en
el hecho de creer que perdería algo de mi claridad y mi
fuerza; este miedo parecía estar infundado. Ahora estoy
más dispuesto que antes a confiar en mí mismo; creo que
hay muy poco que no pueda hacer si decido hacerlo y cada
vez me convenzo más de que soy el amo de mi destino.
“Tengo épocas en las que soy muy feliz, pero lo más
importante es que me doy cuenta de mi felicidad. Por
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supuesto que también tengo periodos de depresión y
desesperación; pero estoy aprendiendo a usar estas
diferentes maneras de ser para entenderme, para
ver la forma en que me hago daño y para tomar la
responsabilidad de mi existencia. Estoy aprendiendo a
tolerar mi frustración y a verla como un suelo fructífero
y creativo para mi crecimiento, en lugar de como una
experiencia que tengo que evitar o ignorar. Tengo más
claridad en relación con las áreas de mi vida en las que
quiero invertir mis energías y en cuanto a aquellas que
quiero retirar. Le tengo menos miedo al contacto con los
otros y por lo tanto estoy más dispuesto a enfrentarme a
ellos. Rara vez experimento el dolor que imaginaba que
tendría como resultado de tal o cual comportamiento y,
cuando esto sucede, me doy cuenta de que no me muero
por ello. Estoy aprendiendo a renunciar a mis expectativas
para reconocer todo lo que estoy adquiriendo. Richard,
uno de mis más queridos amigos, me dijo una vez que
creía que yo tenía la sensación permanente de estar
llenando hasta el tope mi vacío.
“Este no ha sido un camino fácil para mí; una vez
que puse un pie adentro no ha habido ni hay manera de
regresar. No puedo seguir escondiéndome en la debilidad:
Ahora no puedo escucharte’, ‘no era mi intención
lastimarte’ o ‘no es mi culpa’. Ya no puedo negar la parte
que me corresponde en las dificultades que impiden mi
relación con las demás personas. Soy responsable de lo
que hago y de, la persona que soy, sin importar si esto me
agrada o no.
“Es posible que este cambio se haya dado simplemente
por el hecho de tener cada vez más edad, pero no lo
creo así. Lo que sí creo es que pudo haber seguido otros
caminos igualmente valiosos, por lo que no tengo el
deseo de vender la Gestalt como el camino universal a
la salvación. A mí me ayudó a encontrar la felicidad que
nunca imaginé tener en mí vida; espero que ustedes,
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lectores, tengan la oportunidad de que la Gestalt les
ofrezca una oportunidad similar”.
YARO
“Me encuentro muy descontento al estar aquí sentado
tratando de reunir mis pensamientos; las palabras bonitas
sobre el papel jamás podrán transmitirles mi experiencia
con el trabajo Gestalt. Tendrán que experimentarlo por
ustedes mismos.
“El significado y el valor de mi trabajo en Gestalt
está centrado alrededor de la toma de conciencia. Tomar
conciencia de mis dolores, sufrimientos, alegrías y
satisfacciones; tomar conciencia del nesgo de compartir
los más profundos sentimientos que tengo hacia los demás
en el momento en que los experimento.
“Uno de los cambios más poderosos que he tenido
en mi vida se relaciona con el hecho de comprender que
no soy un ser estático e inmutable; estoy en proceso de
llegar a ser, sin llegar nunca; soy una parte del mundo,
interactúo con otros y ellos conmigo. También estoy en
proceso con el mundo externo y el mundo interno. Tengo
diferentes partes y están en proceso unas con otras.
“Por momentos me siento confundido, me siento
revuelto; me pongo fuera de contacto con lo que me rodea
y vivo en el mundo interno que yo mismo me construyo.
Mientras me dé cuenta de las fronteras y diferencias que
hay entre mi imaginación y lo que es real ‘allá afuera’,
puedo ‘jugar’ con mis fantasías y, en lugar de utilizarlas
como un resorte para deprimirme, puedo hacerlas mis
aliadas para lograr más vitalidad y creatividad.
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Fig. 1-4.
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específico para realizar este cambio. Lo que sucedió fue
para mí un ‘cambio’ gradual en la conciencia de mí mismo,
en empezar a ser más seguro, asertivo e independiente,
apoyándome en mis propios recursos.
“Al estar escribiendo me estoy preguntando: ‘¿En
dónde estoy ahora?’, y me respondo: ‘¿Estoy en proceso;
estaré en proceso hasta el fin de mis días’? La diferencia
en mi forma de ser y de vivir estriba en que ahora soy
capaz de responder claramente y con certeza.
“Me doy cuenta de lo que quiero y de cuándo lo
quiero, y puedo responder a estas cuestiones sin ensayos
innecesarios ni contradicciones en mi cabeza. La mayor
parte de las veces estoy lleno de energía, de vitalidad y de
fuerza; aunque otras veces no me siento así. Amo cuando
siento amor y lo pido cuando lo necesito. Para mí esta es
la forma de estar vivo, de vivir en el ‘aquí’ y el ‘ahora’, de
vivir este momento de mi vida fluyendo, sin empujar ni
jalar, sino solamente siendo”.
ANTECEDENTES Y RESUMEN
La terapia Gestalt surgió a principios de la década
de 1950, a partir de la interacción de Fritz Perls, un
psicoanalista; Laura Perls, una psicóloga Gestalt y
terapeuta de la danza, y sus colaboradores en Nueva York
y California. Esto fue parte de la revolución humanista
conocida como el Movimiento del Potencial Humano,
que se centró en Maslow, Virginia Salir y Carl Rogers,
quienes con Fritz Perls y otros, llevaron a la gente a
reevaluar su forma tradicional de acercarse a los demás.
La terapia Gestalt se ha ido desarrollando y difundiendo
por muchos otros autores; desde entonces y hasta ahora,
existe una cantidad importante de literatura que explica la
teoría fundamental. Creemos que uno de los poderes más
importantes de la terapia Gestalt radica en su naturaleza
experimental; por ejemplo, no es necesario aceptar un
dogma antes de poder descubrir los resultados de los
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experimentos que presentamos en este libro.
La palabra alemana “gestalt” significa: “forma,
figura o estructura”. Fue aplicada por primera vez en la
investigación psicológica por Koehler y otros quienes, a
mediados del siglo, estaban investigando la manera en que
las personas creamos un todo significativo de la cantidad
de datos que recibimos de nuestro mundo a través de
los sentidos; ejemplo, de la observación que hacemos de
las raíces, el tronco, las ramas y muchas hojas, nosotros
creamos un todo significativo al que llamamos “árbol”.
Las partes forman un todo, el cual es algo más que la suma
de las partes. A partir de este ejemplo podrán empezar a
darse cuenta de qué tan importante es el papel que juega
el observador en la creación de este todo significativo, o
“Gestalt”. El proceso de reconocer cualquier objeto, forma
o estructura, implica, primero, distinguir el objeto de lo
que lo rodea, es decir, el objeto debe ser visto como una
figura contra un fondo. Conforme se enfoca la figura y se
perciben claramente las fronteras entre ésta y el fondo se
dice que se está formando una “Gestalt”. A menos de que
estemos mirando fijamente, nuestra percepción visual
del mundo cambiará constantemente de acuerdo con
nuestros propios intereses, y moveremos nuestra atención
de una figura a otra. A medida que se forma una nueva
figura, la figura anterior se convierte en el fondo.
Perls y sus colaboradores aplicaron esta observación
a otras áreas de nuestra vida psicológica y unificaron sus
criterios con los del psicoanálisis freudiano. Por analogía
con el proceso de percepción definido, el terapeuta Gestalt
considera que cada individuo tiene la capacidad de
permitir, en forma clara y flexible, que surjan entidades
de figuras cambiantes, desde el fondo de su conciencia
total. Sin embargo, a menudo impedimos este flujo
natural y, por ende, disminuimos y degradamos nuestro
sentido humano. El analista freudiano está interesado en
las razones de nuestra autointerrupción.
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El terapeuta Gestalt favorece nuestro descubrimiento
de cómo, en este preciso momento, elegimos limitar
nuestra conciencia y cómo podemos darnos cuenta de
nosotros mismos y de nuestro mundo. En estos términos,
la terapia Gestalt ha sido descrita como “un entrenamiento
para tomar conciencia”, de ahí que nuestro siguiente
capítulo exponga lo relacionado con el hecho de tomar
conciencia.
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2
Conciencia
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aprende a bloquear, ya sea porque sigue el ejemplo de sus
padres o porque su propia experiencia lo convence de que
esto es necesario.
De esta manera, el bloqueo de la toma de conciencia
de sí mismo es una automanipulacion.
Al principio, evitar es un acto consciente, pero en la
medida en que se convierte en un hábito, vamos perdiendo
conciencia de que en verdad estamos evitando algo. Al
bloquear la conciencia no sólo paralizamos la energía,
también estamos inhibiendo algunos comportamientos
que normalmente expresaríamos; por ejemplo: si no
nos permitimos ver las situaciones que nos provocan
enojo, entonces no nos enojaremos. En consecuencia,
cuando bloqueamos nuestra conciencia, corremos el
riesgo de perder parles de nosotros mismos, porque
emocionalmente las estaríamos invalidando.
El paso más importante para lograr el dominio de
nuestra conciencia consiste en entrenamos para damos
cuenta del momento en que dejamos de estar conscientes.
Esto podría parecer paradójico porque ¿cómo podemos
damos cuenta de que no estamos conscientes? La manera
más sencilla consiste en familiarizamos con nuestras
técnicas de evitación. Tan pronto como dejamos de damos
cuenta, estamos utilizando una técnica de evitación, por lo
tanto, es posible rastrear nuestro patrón de pensamiento y
de esta manera encontrar el momento en el cual dejamos
de estar conscientes.
El aburrimiento, la confusión, la falta de vitalidad,
el no poner atención al miedo o a la ansiedad y la
sensación de estar separados o desconectados son las
manifestaciones más comunes de la falta de conciencia.
El siguiente experimento le permitirá explorar los límites
de su propia capacidad para estar consciente. A primera
vista, este experimento parece ser el más simple de todos,
pero en verdad es uno de los más difíciles.
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EXPERIMENTO 2(b): CONCIENCIA
Sentado solo o frente a su pareja, ponga atención al
mundo que lo rodea. Elija un objeto y descríbalo con
detalle en voz alta utilizando la frase: “Ahora me doy
cuenta de...”. Complete esta oración cuando observe
un color o una forma. Permanezca, durante el mayor
tiempo posible dándose cuenta de los detalles básicos
y más simples de los objetos que lo rodean. Reconozca
la tentación de interpretar esta forma primaría de
tomar conciencia y de acomodarla dentro de un
patrón familiar.
Ejemplo:
“Ahora me doy cuenta de un óvalo blanco que está
rodeado de un borde de color más claro”.
“Ahora me doy cuenta de un gran objeto de color
amarillo”. “Ahora me doy cuenta de que la parte redonda
y oscura de tu ojo y de que hay una chispa de luz de cuatro
diminutas sombras en tus ojos”. Una interpretación de esta
última observación podría ser: “Me estás mirando con
atención”.
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Fig. 2-1.
Nuestra vida se enriquece cuando desarrollamos
el hábito de verificar, de vez en cuando, la calidad de
nuestra existencia, leñemos que desarrollar nuestra
habilidad para escuchar a nuestra conciencia. Con el
tiempo podríamos llegar a sensibilizamos y captar
el momento en que evitamos y, al poner atención a los
sentimientos que lo acompañan, redescubrir aspectos de
nosotros mismos que favorecerían nuestro crecimiento.
Por ejemplo, si usted descubre que en lugar de participar
en una discusión utiliza su fantasía para evitarla, sería
conveniente que se explorara a sí mismo, para darse
cuenta de que en realidad está fantaseando. Esto implica
poner atención a la cantidad de veces que hace esto cada
día, observar el patrón de su forma de fantasear y, con
el tiempo, sensibilizarse a este comportamiento. De esta
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manera, cuando se encuentre soñando despierto podrá
regresar su imaginación al momento en el que se apartó
de su entorno y comenzó a utilizar su fantasía. ¿Qué
sucedió en ese momento? ¿Estaba tratando de evitar
sentirse enojado, triste, aburrido o culpable?
Solamente hasta que se nos aclara el motivo por el
cual perdimos la conciencia de algo podremos decidir
si vale la pena estar conscientes de ello o si es preferible
evitar hacerlo. Por ejemplo, puede sentirse tan deprimido
cuando camina cerca de un hospital que preferiría no
darse cuenta de ello. Lo importante es reconocer que
podemos elegir estar o no conscientes. Muchas personas
no saben que tienen la oportunidad de elegir y pasan la
mayor parte de sus vidas sin estar conscientes.
No darse cuenta significa estar inconscientes de
lo que está sucediendo en este momento, por lo tanto,
este momento es todo lo que existe. El resto del mundo
continúa siendo como acostumbra ser, pero todo lo que
en verdad podemos experimentar está sucediendo en
nuestra conciencia en este preciso instante. Nuestros
recuerdos, sueños y fantasías sobre el futuro no pueden ser
experimentados directamente ahora, ya que sólo son una
colección de experiencias sensoriales de nuestro pasado
que contienen pocas sorpresas. Lo que sí es como un
cuerno de la abundancia lleno de sorpresas y emociones,
es lo que está sucediendo en este instante, siempre y
cuando elijamos estar conscientes de ello.
A menudo es conveniente diferenciar las zonas o
áreas de la conciencia. La zona externa comprende la
conciencia de todo lo que hay en el mundo externo, de
todo lo que “no soy”. La zona interna se refiere a todas
las sensaciones que experimento dentro de mi piel, la
cual sirve como una frontera que divide ambas zonas.
Es importante mencionar que la definición de las zonas
de la conciencia funcionan como un modelo o marco de
referencia para diferenciar nuestra conciencia Este modelo
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tiene límites en su campo de aplicación, que pueden
romperse si se examinan con demasiado detalle. Si usted
confunde la diferencia que existe entre las zonas externa
e interna puede serle útil lo siguiente: si su experiencia
está disponible sólo para usted, entonces se encuentra en
su zona interna; si está disponible para otros, entonces es
probable que se encuentre en la zona externa.
Fig. 2-2.
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cognoscitiva; en consecuencia, en nuestra sociedad la
zona media está en desequilibrio en relación con la zona
sensorial. Podemos pensar en forma brillante, pero con
frecuencia fracasamos para ver o experimentar algo que
es obvio. Así, la computadora más fina del mundo no
puede producir excelentes resultados si la información
que está procesando es basura. La gente que trabaja
con computadoras utiliza la frase “basura entra, basura
sale”. De la misma manera, de nada sirve una mente muy
delicada o muy fina si no tiene la información necesaria
para darle sentido a lo que piensa. Esto depende de la
capacidad para tomar conciencia.
Es necesario lograr un equilibrio entre estas zonas, ya que
todas son importantes para funcionar de manera óptima.
El hecho de anticipar lo que va a suceder, o de
preocuparse por lo que no ha sucedido, constituye una
interferencia para lo que realmente está sucediendo. Por
ejemplo, un hombre que está esperando una hamburguesa
o que está recordando los pedazos de pescado empanizado
que comió, no podrá apreciar el filete mignón que puede
disfrutar en ese momento.
Ejemplo:
“Un amigo mío está dormido en el siguiente cuarto y
habíamos plañendo ir al cine, pero ahora... “.
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“Imagino que en este momento prefiere dormir”.
“Pienso que faltan veinte minutos para que empiece
la función”.
Fig. 2-3.
Pag. 36
las peores cosas que podrían suceder si intentara
realizar cualquiera de estos proyectos. Si cualesquiera
de los riesgos constituyen la forma en la que evita
hacer el proyecto, durante un tiempo piense en las
consecuencias de correr ese riesgo... Ahora, corra el
riesgo y note cuántas de sus expectativas “catastróficas”
se cumplen... Si algunas suceden, ¿son tan malas como
lo imaginó? ¿Valió la pena correr el riesgo?
Ejemplo:
“Si uno de los miedos que tengo de aprender a bailar
con elegancia es que me veré estúpido o que lo haré sin
gracia escribo las consecuencias de esto de la siguiente
manera: La gente se reirá de mi. Me rechazarán. Me
sentiré ignorado y solo”.
“Si expreso mi enojo a un viejo amigo, ¿qué puede
suceder? ¿Mi actitud destruirá totalmente nuestra
amistad? ¿No querrá verme nunca más?”.
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Pag. 39
3
Figura y fondo
Pag. 41
Por ejemplo:
“Ahora me doy cuenta del destello de luz en mi reloj”,
(zona externa). “Ahora me pregunto qué hora es”, (zona
medía).
“Ahora me doy cuenta de la sensación de frío en mis
dedos conforme tomo mi reloj”, (zona interna).
Fig. 3-1.
Continúe el experimento permitiendo que su atención
se mueva libremente de una zona a otra y observe cómo
una manera continua de tomar conciencia aparece y
después retrocede, en un patrón siempre cambiante y sin
estructura.
Fig. 3-1.
Pag. 44
Para que una percepción visual tenga sentido, tenemos
que diferenciarla de su fondo; sin embargo, sólo cuando
la vemos dentro de su ambiente puede tener sentido o
significado. De la misma manera en que una parte de
un coche no nos da la capacidad para conducirlo por
la carretera, o una parte de una filosofía no nos da la
comprensión de toda ella.
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mí. ¡Probablemente, como resultado de esto, en ocasiones
todavía sufro de dolores en la espalda!”
Pag. 49
cliente está bloqueando (las señales físicas de este bloqueo
son obvias para el ojo entrenado) y con un masaje suave
en los músculos de estas áreas ayuda al cliente a enfocar
su atención ahí.
Una vez que empezamos a descubrir las diferentes
formas en las que hemos estado bloqueando la expresión
de nuestras emociones, empezamos a damos cuenta
de nuestra elección al continuar con esta forma de
comportamiento.
El siguiente paso es el de integrar el recuerdo
que surge de nuevo al experimentar por completo el
doloroso sentimiento que inicialmente provocó que se
“olvidara”. Una vez que se ha experimentado el dolor y
ya no se evita, poco a poco desaparecerá y el recuerdo
puede aceptarse sólo como eso, como un recuerdo. Cada
figura (o sentimiento) que surge del fondo, tiene una
vida limitada y conforme uno desaparece otro surge. Si
para protegemos de experiencias penosas y recuerdos
nos negamos a enfocar nuestra conciencia en estas
figuras, nosotros inconscientemente las perpetuamos;
permanecen encerradas por nuestros viejos patrones de
comportamiento y no nos abrimos a aprender nuevas
formas de ser. El enfoque Gestalt, entonces, exige valor
para enfrentar y aceptar toda nuestra experiencia.
El siguiente experimento demuestra cómo podemos
aplicar el modelo de percepción visual a la percepción
de sentimientos y emociones. Con el propósito de llevar
a cabo esta investigación creamos una fantasía que, para
la mayoría de la gente, evocará una gran variedad de
emociones en una sucesión bastante rápida.
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“Gestalt es la filosofía de lo obvio. Un neurótico es una
persona que no ve lo obvio”.
Fritz Perls.
Fig. 3-3.
Pag. 54
“El cazador de ciervos no ve la montaña y el avaro no
ve al hombre”.
Hakuin (Maestro Zen del siglo X)
Pag. 56
4
Responsabilidad
Fig. 4-1.
Pag. 57
El acto de tomar conciencia no es un acto pasivo,
es querer alcanzar algo con ímpetu y coraje; implica
seleccionar lo que se quiere enfocar; es decir, de la
infinidad de eventos que están sucediendo en nuestra
conciencia, elegimos poner atención solamente a uno o
dos.
Pag. 58
la calidad de esta conciencia. Es decir, debemos luchar
por darnos cuenta del proceso de tomar conciencia y del
control que tenemos sobre éste.
Desafortunadamente, en ocasiones descubrimos
cosas sobre nosotros mismos de las que preferiríamos
no estar conscientes. “Por ejemplo puede haber partes
de mí mismo que no me gustan; si elijo excluirlas de mi
conciencia, entonces estaré limitando aquello de lo que soy
capaz de darme cuenta. Estas limitaciones con frecuencia
se extienden más allá de la forma original de evitar la
conciencia; por ejemplo, si me niego a reconocer que
estar enojado es parte de mi naturaleza humana, puedo
impedirme el enojo, al grado de perder absolutamente
la capacidad para imponerme. De igual manera puedo
inicialmente ignorar y con el tiempo negar oirás partes
de mí mismo que considero desagradables”. Los niños a
quienes se les enseña a tener miedo de su sexualidad o a
sentir disgusto por sus sentimientos sexuales aprenderán
a reprimirse y, en consecuencia, les será difícil recuperar
su capacidad para expresar su sexualidad de manera
íntegra. En ambos ejemplos observamos cómo el hecho
de rechazar una faceta de nuestra personalidad nos lleva
a inhibir una habilidad para responder al mundo. A la
inversa, tomar la responsabilidad de quiénes somos nos
puede conducir a una mayor habilidad para responderle
al mundo.
No todos los caminos que nos hacen crecer resultan
de la exploración de quiénes somos, en particular esos
caminos que niegan el que uno se vea involucrado con
“las cosas de este mundo”. Hay personas que creen que
la naturaleza del hombre es mala, y que la disciplina de
la naturaleza animal del hombre es la única forma de
alcanzar la iluminación. A pesar de que ciertos aspectos
del ser humano dificultan el logro de una vida armoniosa,
la mayor parte de esta dificultad estriba en la ignorancia
de nuestra naturaleza y en la evitación de ciertos rasgos de
Pag. 59
comportamiento que nos provocan miedo. Como Dante,
tendríamos que llegar hasta el fondo del infierno antes
de poder abandonarlo, y tal vez entonces descubriríamos
que, después de todo, no estamos tan atemorizados.
Somos mucho más cambiantes de lo que imaginamos,
y los caminos que “nos ayudan a suavizar nuestra
naturaleza animal” pueden llevarnos a renunciar a más
cosas de las que nos damos cuenta.
Fig. 4-2.
Pag. 60
EXPERIMENTO 4(b): LA SINCERIDAD CON UNO
MISMO
Imagine que tiene una conversación con alguien que
le desagrada demasiado. Trate de ser muy específico al
pensar en una cualidad, y en el comportamiento que
la acompaña, que le desagrada.
Pag. 61
esta posibilidad de la siguiente manera:
Pag. 62
EXPERIMENTO 4(d): IMPOTENCIA
Inicie algunas oraciones con las palabras: “Yo no
puedo...”. Piense en todas las cosas que usted no puede
hacer en este momento. Incluya acciones físicas (jugar
hockey sobre hielo, tocar el violín, etcétera) y hechos
mentales (resolver ecuaciones complicadas, mantener
sus finanzas en orden, etcétera). Si esto le parece difícil,
diga: “Yo no puedo hacer este estúpido experimento”.
Como siempre, le recomendamos que exprese con
palabras y de manera abierta estas afirmaciones, ya
sea solo o con un amigo. Reflexione brevemente sobre
cómo se sintió cuando dijo dichas afirmaciones en
voz alta Recuerde el sonido de su voz, su postura, sus
movimientos o la falta de estos.
Ahora regrese a estas oraciones y repítalas, cambiando
las palabras “no puedo” por las palabras “no quiero”.
Mientras hace esto, evite pensar en lo que está
haciendo, o si la oración que está diciendo tiene o
no sentido. Simplemente, diga las palabras y dese
cuenta de cómo se siente su cuerpo, de cómo suena
su voz, etcétera. Si siente que ha olvidado algunas de
las oraciones, diga “no quiero recordar”. Después deje
que pase un tiempo para ver qué sucede.
“La primera vez que hice este experimento empecé a
darme cuenta de que, de hecho, mis limitaciones no
eran tan grandes como me imaginaba. Solía decir, por
ejemplo, ‘yo no puedo tocar el piano’. Cuando cambié
‘no puedo’ por ‘no quiero’ me di cuenta de que sí podía,
pero siempre había querido dirigir mis esfuerzos en
otra dirección. Considero que, ésta es una lección útil
para esos momentos en los que me comparo con otros
que tienen más habilidades que yo”.
Fig. 4-3.
Pag. 66
Se convierte en
“Deja de beber, creo que ya ha sido suficiente”.
Pag. 68
“Durante un año compensé mi resentimiento y furia
contra mi esposo cuando me decía cómo debería
portarme para ser mamá de un delincuente de diez años
que él insistía que adoptáramos porque ‘su mamá lo
había abandonado’. Mientras Roy se encontraba en su
trabajo, yo tenía que estar en casa, aplacando a los padres
de los niños a quien este monstruo había golpeado o
cuyos juguetes había robado. La manera en que tenía
que hacerlo era tragando saliva y sonriendo de una
forma resignada y mostrando cansancio. Odio al niño y
odio a mi exmarido. Quizá todavía estaríamos juntos si
yo no me hubiera tragado lo que entonces sentía”.
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“hacer lo que uno quiere, sin importar los sentimientos
de los otros”. No obstante, mientras seamos parte de la
sociedad y como seres humanos tengamos necesidades
sociales importantes, nuestras elecciones serán paralelas
a las demandas de la sociedad; lo importante es reconocer
que sí tenemos la opción de elegir.
El siguiente experimento utiliza la conciencia
sensorial interna y externa para demostrar la capacidad
para responder y las posibles elecciones que existen en
nuestro interior.
Pag. 72
“Aprender es descubrir que algo es posible”.
Fritz Perls
Fig. 5-1.
Pag. 79
o aceptación) quizá nunca volveremos a evaluar lo que
queremos de la vida y continuemos llevando las expectativas
de nuestros padres. Esta rígida aplicación de las normas y
expectativas perpetúa la sensación de impotencia y con el
tiempo conduce a la inmovilidad y a una reducida capacidad
para la espontaneidad. No obstante, algunas normas tienen
valor; por ejemplo, conducir por el lado derecho de la calle
evita un choque de frente con otro auto; pero tenemos la
opción de elegir seguir esta regla o no hacerlo.
Pag. 80
6
Contacto
Fig. 6-1.
Pag. 81
Para ver las cosas claramente leñemos que ser capaces
de enfocar la mirada; sin esta capacidad el mundo
aparentaría estar formado de borrosos parches de colores.
El criterio para enfocar bien es una aguda demarcación
alrededor de los bordes de los objetos que vemos, de tal
manera que sobresalgan de los otros objetos en nuestro
campo de visión. Si imaginamos que la toma de conciencia
es un reflector que nosotros enfocamos a voluntad, el
área que alumbramos es la “figura”, el área que no está
iluminada es el “fondo”.
No todos los fenómenos visibles se distinguen
claramente de su fondo; por ejemplo, un tigre en la jungla
se mezcla con el fondo para que su presa no lo note. Los
límites del tigre no están claros para el mono hasta que ya
es demasiado tarde.
Existe una relación entre la idea de una figura que surge
de un fondo y la idea de contacto. Una idea perfectamente
definida está en contacto con el fondo. Los bordes entre
las dos cosas, figura y fondo, son claros.
Si están borrosas, la figura está en confluencia con el
fondo y fluye dentro de éste. Por ejemplo, cuando el humo
del cigarro empieza a salir de éste, puede distinguirse
claramente del aire que lo rodea; el humo está en contacto
con el aire. Cuando el humo viaja hacia arriba, se pierde su
definición y se funde con el aire, formando una neblina.
En este momento el humo está en confluencia con el aire;
es decir, literalmente fluyendo con éste. El contacto entre
dos objetos se define como la existencia de una frontera
entre ellos. Cuando los límites están borrosos ocurre cierto
grado de confluencia y el contacto disminuye o se debilita.
Fig. 6-2.
Pag. 82
Fig. 6-3.
Pag. 83
“Mientras hago esto me siento sorprendido y
emocionado, como un niño pequeño que enfoca un
proyector de cine, aun cuando todo a mi alrededor
está en brillantes colores tridimensionales”. “A
menudo, cuando miro la habitación, sumergido
en mis pensamientos y sin poner atención al
mundo exterior, se forma una impresión general de
aquélla, pero hasta que enfoco la mirada, no tengo
percepción de profundidad ni de la solidez de las
cosas que están en el cuarto. Cuando veo la relación
de profundidad a todo color, sé que tengo toda mi
atención dirigida a las cosas que estoy viendo y que
estoy en absoluta conciencia visual”.
Pag. 84
EXPERIMENTO 6(c): SUS LÍMITES CON EL MUNDO
Tómese algo de tiempo para diferenciar entre usted
mismo y su entorno. Verifique sus límites, donde du
piel se encuentra con el mundo. Esta es su frontera.
Verifique, si está sentado, cómo siente sus asentaderas
sobre el asiento. Si está usted parado, verifique cómo
sus pies hacen contacto con el piso. ¿Cómo siente sus
límites? ¿Puede usted distinguir entre el mundo en
que usted vive y su propio cuerpo? Mueva todo su
cuerpo y hágase consciente de dónde empieza usted y
dónde termina el mundo.
Fig. 6-4.
Una experiencia sensual, ¡mi piel se estremece y yo
quiero que mis límites hagan contacto con los de
alguien más!
Fig. 6-5.
Pag. 87
“Me siento afectuoso, relajado y menos emocionado,
a gusto y un poco aburrido; aquí no hay nada nuevo,
nada que descubrir”.
Fig. 6-6
Pag. 88
Fig. 6-6. Cont.
Pag. 89
tener mis límites claros y otra vez sé dónde termina el
mundo y dónde empiezo yo”.
Pag. 90
Fig. 6-8
Pag. 91
Fig. 6-9
EXPERIMENTO 6(f): LA DIFERENCIA ENTRE
CONTACTO Y CONFLUENCIA
Ambos, usted y su pareja de pie uno (Vente al otro,
levantan sus manos con las palmas hacia el frente y a
la altura de los hombros. Choquen sus manos contra
las de su pareja y vean cómo se sienten. Hagan esto
durante un momento y cada vez que choquen las manos
digan: “soy diferente de tí.” Sienta el contacto; sienta la
diferencia entre ustedes. En este momento, sus límites
deben ser bastante claros. Ahora descanse un rato y
después observe a su pareja. Sin hablar, poco a poco
acérquense y pongan sus manos sobre los hombros del
otro. Si se sienten cómodos acérquense más, de manera
que la cabeza de uno quede sobre un hombro del otro y
las partes altas de sus cuerpos queden juntas. Cuando
estén listos, empiecen a tararear suavemente. Después
de un minuto más o menos, tendrá la sensación de
Pag. 92
fundirse con su pareja; esto es confluencia. Si es posible,
no permita que In timidez interfiera. Si esto sucede,
sepárese de su pareja y comparta sus sentimientos sobre
el experimento. Ponga atención a la diferencia entre ser
confluente con su pareja y estar en contacto con ella.
Pag. 95
Fig. 6-11
Pag. 100
7
Formas de evitación
Fig. 7-1.
Pag. 101
El enfoque Gestalt hacia la vida implica el ser quienes
somos, aun si esto significa correr riesgos. Cada vez que
evitamos experimentar o expresar quiénes somos, una
parte de nosotros muere. Es solamente a través de tomar
conciencia de quiénes somos y de nuestra relación con
nuestro medio siempre cambiante que podemos, en forma
flexible, ser capaces de responder a las experiencias que
tenemos a cada momento. Sin embargo, por costumbre
constantemente evitamos ver quiénes somos y qué está
sucediendo a nuestro alrededor.
Existen algunas situaciones que vale la pena evitar
(por ejemplo, pelear con el borracho que se hospeda en la
habitación de junto en el hotel y hace tanto ruido que no
nos deja dormir), pero a menos que esa elección se haga de
modo consciente, podríamos sólo estar evitando expresar
lo que sentimos (en este caso, nuestra indignación). El
no poder manifestar nuestros sentimientos, ya como
algo crónico, nos conduce a la disminución de nuestra
capacidad para expresarlos.
Nuestra naturaleza como seres humanos es
expresamos y expresar nuestros sentimientos. Esto no
significa que cada vez que me sienta enojado, por ejemplo,
deba expresar mi enojo de inmediato. A veces tal actitud
no es la apropiada. Sin embargo, si por hábito evito
expresarme, estoy negando una parte de mí mismo; con el
tiempo podría perder la conciencia de que estoy enojado
y convertirme en mucho menos de lo que puedo ser. Es
más, mi enojo con el tiempo encontrará expresión de una
u otra forma, ya sea como hostilidad disfrazada hacia los
demás, o como actitudes autodestructivas. Otra opción
que creo es más saludable promover, es ser cuando menos
sincero con uno mismo, tomar conciencia tanto del enojo
como de la elección de expresarlo o no hacerlo.
En los capítulos anteriores hemos explorado cómo
el proceso de vivir implica el flujo continuo de nuestra
conciencia pasando de una figura a la otra. Nuestra
Pag. 102
capacidad para damos cuenta de nuestro potencial, para
explorar y expandir nuestra creatividad, depende de
nuestra capacidad para abrimos a este flujo y responderle.
Cuanto más interferimos nuestro proceso, más
bloqueamos grandes áreas de nuestra existencia. Ahora
experimente con este proceso en usted mismo y ponga
atención a las formas en que usted interfiere su conciencia
en este momento.
Fig. 7-2.
Pag. 104
cada mecanismo por separado. Aquí estudiaremos los
mecanismos de proyección, introyección, retroflexion y
deflexión.
Pag. 105
“Cuando hago este experimento con un grupo de
gente, describiendo los mismos objetos inanimados,
siempre gozo con la gran variedad de respuestas
que obtengo”.
Pag. 108
Fig. 7-3.
Fig. 7-4.
Fig. 7-6.
Pag. 119
pudiera soportarlo y de repente la soltaba, conforme
se relajaba mi cuello sentía la rabia en mi vientre.
Si fuera un dragón que lanza fuego lo asaría hasta
dejarlo carbonizado”.
Pag. 120
Pruebe este experimento:
Fig. 7-7.
Pag. 122
EXPERIMENTO 7(i): DEFLEXIÓN
La próxima vez que esté usted en una fiesta observe
cuántas veces el tema de conversación cambia en
una forma poco coherente. Note con qué frecuencia
sucede esto cuando uno de los participantes empieza a
tocar temas específicos y personales. Tome nota de las
veces que usted se siente apenado en una conversación
y ponga atención a la forma en que evita explorar el
tema que ocasionó esos sentimientos.
Pag. 124
PARTE II
HACIENDO EL ARMARIO
8
Asuntos inconclusos
Pag. 127
con las personas con quienes convivimos sobre la base
de las interacciones tempranas con nuestros padres. Al
crecer, tal comportamiento es con frecuencia inapropiado
y constituye un estorbo para una buena comunicación
entre nosotros y la gente a la que amamos. En un sentido
bastante literal, continuamos viviendo en el pasado.
Fig. 8-1.
Pag. 130
9
Conflicto
Pag. 133
de otra manera. El siguiente experimento ilustra esta idea
de conflicto.
Fig. 9-1.
Pag. 136
EXPERIMENTO 9(b): EVITACIÓN DEL CONFLICTO
Continúe con el diálogo establecido al final del
experimento 9(a) e intente tomar conciencia de las
formas en que podría sacarse este conflicto de la mente.
Haga una lista de las formas en que evita conflictos.
Pag. 137
Fig. 9-2.
“Ver ambos lados” de un problema es la
forma más segura de impedir su resolución total.
Porque siempre hay más de dos lados.
Idries Shah
Pag. 138
solución a este dilema es hacer una elección, dependiendo
de la persona, el lugar y el momento. Estar conscientes
de esto significa admitir que podemos tener más de un
conjunto de actitudes que podemos aplicar en cualquier
conflicto dado. Esta actitud nos permite tener flexibilidad
en la forma en que resolvemos nuestros conflictos. Explore
esto usted mismo con el siguiente experimento:
Pag. 139
Pag. 140
Es estar conscientes de las diferentes partes de nuestra
naturaleza nos lleva a tener una gran claridad para lograr
soluciones flexibles, un lugar de que una decisión esté
predeterminada por un hábito, podemos tomar una que
tenga relación con el lugar, el momento y la gente con la
que nos encontramos. La persona que ha decidido que
nunca va a expresar su enojo ha fijado la solución a los
conflictos en los que hay enojo. Lo mismo es verdad para
una persona que ha decidido que nunca va a expresar su
tristeza, sexualidad, emoción o alegría.
Cuando tenemos una solución fija para enfrentar un
conflicto podemos olvidar el comportamiento apropiado
para una respuesta alternativa. Si nunca nos hemos
enojado no tenemos familiaridad con las palabras o los
gestos de enojo. De manera que si por casualidad logramos
expresar nuestro enojo nos sentiremos extraños; nos
veremos fingidos ante quien es el receptáculo de nuestro
enojo. Esto nos puede conducir a una respuesta hostil
hacia nuestra expresión de enojo y puede perpetuar que
en el futuro la detengamos; nos sentimos como estúpidos
si alguien se ríe de nuestro enojo o en forma muy ruda
contraatacamos la primera vez que expresamos un
resentimiento importante. Vale la pena recordar en tales
momentos que esta es la forma en que los seres humanos
aprendemos. No esperamos que los primeros pasos de
nuestros hijos sean fluidos y majestuosos, ni debemos
esperar que nuestros primeros intentos por tener un nuevo
comportamiento estén totalmente libres de torpezas.
Fig. 9-5.
Pag. 142
Con frecuencia queremos cambiar nuestro
comportamiento; nos cansamos de ser mártires, de
ser la persona amable o de ser tímidos. Sin embargo,
surge un dilema cuando tenemos miedo de asumir
un comportamiento alternativo o cuando ni siquiera
sabemos cuáles son las alternativas. En este punto
estamos en conflicto, pero las “partes” involucradas no
están del todo definidas. El siguiente experimento está
diseñado para aclarar la situación si se encuentra inseguro
de comportamientos alternativos. Al comportamiento
opuesto a un comportamiento dado se le conoce como
polaridad.
Fig. 9-6.
Pag. 144
son capaces de enfrentar las consecuencias que imaginan
que podrían seguir a este tipo de actitud. Si tienen una
imagen de sí mismos como personas valientes y decididas
no estarían dispuestos a aceptar que le tienen miedo a
las consecuencias. Así que empiezan a rechazar este lado
miedoso de sí mismo.
Fig. 9-7.
Pag. 146
ambas partes se comprometen, el conflicto se debilita
gradualmente y la integración se lleva a cabo.
Una analogía física puede ayudar. Cuando dos
remolcadores están arrastrando a un barco fuera del
puerto, jalan a casi 90° uno del otro. Esto significa que si
el barco es jalado en dirección al sur, uno de los buques
jala hacia el suroeste, el otro al sureste. Si los capitanes de
ambos remolcadores estuvieran hablándose uno al otro
sobre su dirección, podrían dar la impresión de que iban en
direcciones totalmente diferentes. De hecho, el resultado
es que el barco viaja hacia el sur. De la misma manera, los
argumentos entre sus diferentes partes empiezan cuando
ambas parecen estar jalando en direcciones totalmente
diferentes; sin embargo, como los remolcadores, al final
crean una dirección en común que uno puede seguir.
Debido a nuestra complejidad, el conflicto es inevitable
y necesario. Al entender los elementos nuestros que
provocan el conflicto, podemos resolverlos en cualquier
situación dada. Es la claridad de la conciencia lo que
conduce al crecimiento, si podemos tolerar la frustración
que involucra la clasificación de nuestros sentimientos,
podemos disolver el conflicto y formar una nueva solución
para ese momento.
Pag. 147
10
Fluir con el proceso
Fig. 10-1.
Pag. 149
También tenemos que damos cuenta de lo que está
sucediendo en los demás porque ellos, al igual que
nosotros, también están en constante cambio. Así que
los contactos íntimos se pueden conservar cuando
seguimos los cambios en nosotros mismos y en la gente
con la que estamos. Cuando no le prestamos atención
completa al momento, podemos quedamos atrapados
tratando de describir un sentimiento que ya pasó. Esto
nos puede conducir a comportamos de una manera
que fue apropiada, pero que ya no lo es. Por ejemplo,
en el curso del contacto con mi supervisor en el trabajo
puedo sentir miedo, después alivio, luego gratitud y
finalmente resentimiento, dependiendo de las órdenes, la
apreciación o la crítica que me haga. Cada uno de estos
sentimientos son válidos en el contexto del contacto. Pero
si permanezco atrapado sintiendo miedo cuando me dice
cuánto aprecia mi trabajo, entonces nuestra comunicación
probablemente, no tendrá mucho éxito.
La imagen que mejor capta la idea del cambio continuo
en nuestros sentimientos y los cambios en aquellos que
nos rodean es la de un calidoscopio. Los patrones son
siempre nuevos y parecen infinitos. Un cambio en mis
sentimientos o en los de aquellos que me rodean me lleva
a cambiar todo mi patrón de interacción. Suponemos que
las cosas permanecen constantes porque nos conviene
hacerlo así.
Todas las cosas vivientes cambian en forma cíclica. A
pesar de que los que están cansados del mundo puedan
decir “He visto todo esto antes, todo cambia pero todo
permanece igual”, realmente no han visto todo, porque
solamente pueden percibir cada momento conforme éste
ocurre. Pueden haber detectado algunas semejanzas entre
un momento y otro, pero si realmente toman conciencia
del momento actual, se darán cuenta de que realmente es
único.
Pag. 150
El árbol nunca es el mismo de un verano, o de un
momento, al siguiente.
Ya que existimos y cambiamos a cada momento,
cualquier descripción de nosotros mismos o de nuestras
percepciones es verdadera solamente para el momento
en que se lleva a cabo. Sin embargo, cuando describimos
algo con palabras, tendemos a fijarlo en el tiempo, como
una fotografía fija una escena o a una persona para
siempre. Damos por sentado, debido a que mucho de
nuestro lenguaje moldea nuestro pensamiento, de que la
abstracción es la misma que el objeto que representa. No
obstante, tan pronto como el momento en que la imagen
captada ha pasado, el sujeto cambia; es un nuevo momento.
El río que observamos nunca volverá a ser el mismo; un
nuevo río está Huyendo constantemente desde su fuente
hasta el océano. Las abstracciones tales como “río” son
útiles porque sin ellas no podríamos describir el mundo;
aunque debemos estar conscientes de sus limitaciones.
Fig. 10-2.
Fig. 10-3.
Pag. 153
EXPERIMENTO 10(c) : EL PROCESO EN UN AMIGO
Tome una fotografía de un amigo suyo cada día
durante un mes y al mismo tiempo una fotografía de
usted mismo. Compare las series de fotografías. Dése
cuenta del cambio diario.
Fig. 10-4.
Pag. 155
Si mis límites con los demás están borrosos, no podré
ver si son ellos los que están cambiando o si soy yo. De
manera que, para ser capaz de percibir el cambio, necesito
ser capaz de estar en contacto, a cada instante, con lo que
me rodea Si me alejan de lo que me rodea, también seré
incapaz de percibir el cambio en ello. Así, para darme
cuenta del cambio en el mundo tengo que ser capaz de
moverme a través de todas las etapas de confluencia,
hacer contacto y retirarme con flexibilidad, sin quedarme
estancado en ninguna forma. Quedarse fijado “en
contacto” es tan inútil para percibir el cambio como lo es
quedarse fijado en la confluencia o en el retroceso. Cuando
no hay tiempo para retroceder y verificar los cambios que
han ocurrido en mí desde que se inició el contacto, pierdo
contacto conmigo y termino representando un papel más
que comportándome en forma autentica El cambio es
vida; la fijación es la muerte.
El completar cualquier proceso, es decir, lograr llegar
a la meta, es un cierto tipo de muerte muy parecido a lo
que es la absoluta perfección. A pesar de que la idea de que
algo puede ser perfecto es parte de la complicada trama de
la existencia humana, se trata tan sólo de una dirección,
una señal, y no de una meta para vivir. Es importante
estar claros acerca de las metas y tenerlas en perspectiva;
si el proceso de llegar a la meta no valió la pena, ¿puede
valer la pena la meta?
A pesar de todo, reconocer nuestra moralidad puede
conducimos a un estilo de vida bastante extraño en un
intento por enfrentamos a lo inevitable. Uno de tales
intentos es llenar nuestra vida de cosas, tanto como nos
sea posible. El problema de hacer demasiadas cosas es
que quizá no tengamos tiempo suficiente para en verdad
digerir cualquier experiencia. Toda nuestra vida podría
estar llena con metas más que con el proceso de vivir,
ya que las metas tienen su propio momento, en el que
la persona que busca llegar a una meta se puede olvidar
Pag. 156
de preguntarse: “¿Vale la pena?” “¿Qué es lo que estoy
experimentando?” Las metas se pueden lograr después de
mucho esfuerzo, pero el que las logra puede descubrir que
sólo tiene cenizas en la boca “¿Es esto lo que me esforcé
por alcanzar?”
Relacionada con la idea de proceso se encuentra la idea
de elección. Si el tiempo que tenemos sobre la tierra está
limitado, entonces debemos elegir con responsabilidad
cómo queremos vivirlo. El Fausto de Goethe, intentó llegar
al fin de este problema haciendo un pacto con el Diablo,
pero la mayoría de nosotros no tenemos esa opción. Toda
decisión de tomar un camino significa que no estamos
en posibilidades de tomar otro. Si no tomamos estas
decisiones de manera responsable, de nadie será la culpa
más que de nosotros mismos.
A pesar de que con el tiempo cambiamos y tenemos
ciclos, podemos inhibir este proceso desarrollando “rasgos
de carácter” que mantenemos constantemente. Estos
son los comportamientos en los que se basan nuestros
papeles, los cuales, como ya antes lo hemos revisado,
son una forma de evitar la verdadera comunicación.
Yo puedo empezar por conocer a alguien y sentirme
dispuesto hacia él. Conforme lo conozco mejor, puedo
resentir su comportamiento hacia mí; sin embargo, puedo
rehusar compartir estos sentimientos con esta persona y
de esta manera ocultarlas comportándome como si aún
me sintiera dispuesto hacia él. En este momento, estoy
representando un papel, estoy congelándome e inhibiendo
mi flexibilidad. Congelando en el tiempo y predecible,
estoy, por decirlo así, muerto. La belleza de las flores
se encuentra también en su transitoriedad; las flores de
plástico ofenden por su permanencia.
Como la naturaleza de los cambios sociales, los
valores espirituales y filosóficos también cambian y las
enseñanzas de siglos anteriores deben modificarse en el
presente.
Pag. 157
En el Medio Oriente, una de las mayores bendiciones,
que también es una maldición... (son el conjunto de)...
las enseñanzas de los maestros espirituales.
Son bendiciones para quienes las recibieron en el
momento correcto y maldiciones para aquellos que
desde entonces han luchado con ellas después de que
se volvieron anacrónicas. Poca gente comería carne
una vez que ésta se hubiera echado a perder o una
verdura cuando ésta se ha convertido en un fósil. Pero
casi nadie ha aprendido el problema que es equivalente
en la literatura y en el tradicionalismo.
Dejen que algo se dé a conocer como valioso o sublime
y la ambición de la gente hará el resto. Aun si el fósil les
rompe los dientes y la carne putrefacta los envenena,
se apegarán a comentarios que ya están pasados de
moda.
Idries Shah
Pag. 160
11
La comunicación Gestalt
Fig. 11-1.
Pag. 161
Una viña necesita de la tierra para producir sus uvas
y así como la naturaleza de la viña o la naturaleza del
suelo en la que crece cambian, así lo hace la naturaleza
de la uva. Lo importante en la interacción entre la viña
y el suelo es que la forma en que sus cualidades trabajan
juntas determina el sabor de la fruta.
La relación entre las personas depende de la naturaleza
de los individuos; el efecto combinado que nunca
puede predecirse totalmente. Quiénes somos cambia
dependiendo de con quién estamos. Diferentes personas
facilitan diferentes cosas en nosotros. La química de este
proceso es obscura, pero es suficiente saber que existe.
Me amo a mí mismo con algunas personas y me odio con
otras. Soy un individuo que alimenta a algunas personas
y que es tóxico para otras.
Algunas de las razones del sabor de la uva se conocen;
por ejemplo, la acidez de la tierra y la familia de la que
vino la viña. Pero otras no se conocen. La única forma de
determinar cómo una viña crecerá en un suelo particular
es haciéndola crecer. La única forma de saber si vamos a
tener un contacto que nos alimente con otra persona es
probarlo. Algunas veces el viticultor se sorprende de la
uva que cosecha por la combinación única que producen
el suelo y la viña. De la misma manera podemos tener
relaciones muy satisfactorias con gente que suponíamos
que nos iba a desagradar y podemos decepcionamos de
aquellas que esperábamos que nos gustaran.
Hasta cierto punto, cada cosa en el mundo depende
de otra. El observador cambia la naturaleza de lo que
observa sólo con su presencia. Ya sea que lo deseemos o
no, somos parte del mundo sin que tengamos que hacer
nada excepto estar ahí. Mientras más cerca estamos de
algo, más tenemos la capacidad de afectarlo.
Mientras más dejamos que la gente se acerque a
nosotros, más son capaces de influenciamos; de manera
que hay diferentes grados de cercanía que podemos
Pag. 162
tolerar. El precio de la cercanía es la influencia. Permitir
que alguien se nos acerque e influencie de manera
positiva es una experiencia que nos da alegría; permitir
que alguien que está cerca nos dañe puede ser una
experiencia dolorosa y, con el tiempo, destructiva ya que
disminuye nuestro nivel de confianza y nuestro deseo
de tener a alguien cerca un proceso gradual. Iniciamos
nuestra interacción sintiéndonos seguros, sin dar mucho
de nosotros mismos. Conforme llegamos a conocer a la
persona con la que nos encontramos, revelamos más de
nosotros. Fritz Perls observó que existen cuando menos
cuatro niveles básicos para este proceso. Los describió
como las cuatro capas de nuestra personalidad.
El saludo diario, como “hoja” y “adiós”, son la capa más
superficial de la comunicación. Generalmente expresado
con muy poco sentimiento, provoca que se reconozca la
presencia y la vulnerabilidad de la otra persona, porque
sin él se sentiría ignorada, rechazada o invisible.
La capa de la comunicación en la que uno representa
un papel es la de los papeles y los juegos predecibles. Por
ejemplo, el tendero representa un papel y el cliente otro.
Necesitan interactuar porque una persona tiene algo que
vender y la otra quiere comprarlo, pero no están interesados
en conocerse uno al otro. Su contacto es exclusivamente
de negocios. Muchas formas de comunicación toman esta
forma; no queremos intimar con todas las personas con
que nos topamos.
Cuando dos personas entran en contacto por primera
vez, por lo general se saludan una a la otra y después
interactúan de una manera más o menos obvia. Nos
movilizamos a una capa más profunda de comunicación
solamente cuando estamos listos. Aun cuando amigos
cercanos se encuentran después de haber estado separados
por un largo periodo, tienden a pasar por la misma rutina
antes de empezar a revelarse una vez más.
Pag. 163
La tercera y cuarta capas de la comunicación se
relacionan estrechamente; la tercera, o la capa “muerta”,
es el momento de incertidumbre que en forma general
precede a la cuarta capa, que es la de la autenticidad.
Cada capa se caracteriza por diferentes
comportamientos. Antes de manifestamos primero
debemos decidir si estamos dispuestos a correr el riesgo.
Nuestro comportamiento en este punto, ya sea el silencio,
la incomodidad o el aburrimiento, es una manifestación de
la capa muerta (tercera etapa). Si decidimos manifestamos,
el comportamiento que le sigue se considera auténtico. Ya
sea que expresemos dolor, irritación, afecto o deseo sexual,
corremos el riesgo de ser rechazados y las consecuencias
rara vez son peores de lo que imaginábamos. Más bien,
al ser auténticos, por regla general, experimentamos una
oleada de emoción y sorpresa que nos lleva a encuentros
más impredecibles y que representan retos mayores.
El moverse de la etapa en la que representamos un
papel a la de autenticidad es arriesgado; pero la alternativa
es la muerte para el individuo, la muerte en vida de
estar estancado en un papel predecible, donde toda la
interacción se puede anticipar.
Fig. 11-2.
Pag. 164
EXPERIMENTO 11(a): CAPAS DE LA
COMUNICACIÓN
La siguiente vez que usted esté en una tienda, ponga
atención a la persona que lo atiende. Ponga particular
atención a sus propios sentimientos por esta persona.
Decida si quiere hacer o no un buen contacto con ella
antes de acercársele para preguntarle sobre el objeto
que desea comprar.
Cuando encuentre a un empleado a quien no quiera
llegar a conocer, ponga atención a la interacción que
hay entre ustedes. ¿Cómo se saludan?
¿Cuál es el papel que usted representa? ¿Qué claves
le envía usted sobre el papel que quiere jugar? Por
ejemplo, “Esta semana se terminan las clases, así que
me voy a dar unas vacaciones”.
¿Qué claves le envía él que le permiten a usted
clasificarlo? ¿Es enojón? ¿Es inteligente?
Después de que usted regrese de la tienda haga una lista
de todas las partes del comportamiento del vendedor
que pueda recordar y junto a cada una escriba lo que
esto le dice de esa persona.
Ejemplo:
“No sé dónde tengo los pañuelos desechables”.
(¿Estúpido, quizá confundido?).
“No hay zapatería en este pueblo”.
(La zapatería está en la siguiente calle, de manera que,
o es retrasado o es hostil hacia mí o hacia el dueño de
la zapatería).
Pag. 173
Una orden resuena dentro de mí:
“¡Escarba! ¿Qué es lo que ves?”.
“Hombres y pájaros, agua y piedras”.
“¡Escarba más profundo! ¿Qué es lo que ves?”.
“¡Ideas y sueños, fantasías y relámpagos!”.
“¡Escarba más profundo! ¿Qué es lo que ves?”.
“ ¡No veo nada! Una noche muda, tan espesa como la muerte”.
“ ¡Escarba más profundo!”.
“ ¡Ah! ¡No puedo penetrar la división más obscura!
Escucho voces y llanto, escucho el revoloteo de alas en la otra orilla”.
“¡No llores! ¡No llores! ¡No están en la otra orilla...
las voces, el llanto y el aleteo son tu propio corazón”.
Nikos Kazantzakis
Pag. 174
12
Combinaciones creativas
Fig. 12-1.
Pag. 177
En algún punto durante el acto de la creación, es
necesario desechar el material sobrante o irrelevante.
Mucha gente se queda estancada en esta fase al utilizar
su capacidad crítica demasiado despacio o demasiado
pronto. Debido a que estamos muy apegados a la forma en
que las cosas “deberían” ser o “deberían” verse, la creación
que está en ciernes nunca se aleja del piso y es demolida.
Fig. 12-2.
Pag. 178
Cuando creamos algo, tenemos que adquirir la
responsabilidad de ello. Aquí está el riesgo. En el momento
en que digo que mi creación está terminada puedo
retroceder, pero ahora alguien más puede verla y, ¿qué
pensarán al respecto? Sin embargo, en el proceso creativo
es natural que los trabajos de arte más profundos se hagan
de acuerdo con los propios parámetros del artista: se ven
como él piensa que se deben ver. Una vez que se pueden
alterar debido a la crítica de otro, dejan de ser su creación.
Nuestras creaciones, a pesar de ser nuestros
productos, rara vez son totalmente nuestras: porque el
proceso creativo parece más profundo que las partes que
generalmente identificamos como “nuestras”. En este
sentido, nuestras creaciones siempre parecen tener vida
propia: una vez que creamos un personaje, éste desarrolla
sus gustos casi independientemente de nosotros. Con todo,
por supuesto, él representa una parte de nosotros mismos,
quizá una parte con la que no estamos familiarizados. El
proceso creativo es una de las actividades humanas más
divertidas. Parte de esta alegría viene de expresar muchos
lados de nuestra naturaleza que no expresamos en el curso
normal de nuestra vida.
El proceso creativo implica la producción de una
figura novedosa contra un fondo familiar. Las ideas,
los objetos y las formas nuevas siempre provienen de
un reacomodo del orden existente. Para poder ver las
nuevas formas potenciales debemos ser capaces de ver
con claridad las viejas y tener flexibilidad en el acceso a
nuestra imaginación. Nuestra zona media debe ir más allá
de la realidad común. El siguiente experimento permitirá
que explore “su capacidad para crear.
Pag. 179
Fig. 12-3.
Pag. 180
a su pareja o a su amigo más que a sí mismo, ¿se siente
satisfecho con su creación? ¿Está dispuesto a hacer
una que le satisfaga usted?
Una de las actitudes que facilitan el trabajo creativo
es la indiferencia creativa. Deje que la escultura
tenga vida propia, fuera de su control directo. Ponga
atención a esto y permita que su intuición le dicte
dónde se debe poner la siguiente pieza.
Una vez que haya creado y haya mostrado su
escultura, puede trabajar en ella para adquirir mayor
autoconocimiento. Con su pareja o con su amigo,
descríbase como si usted fuera la escultura
Ejemplo:
Al estar frente al arreglo de los objetos que encontró,
usted podría decir: “Soy una colección de cardos
llenos de espinas que rodean un centro compuesto de
suculentos duraznos y flores. Tengo una parte delicada
en mí, que se estira hacia arriba y una parte baja que es
sólida y está firmemente enraizada en la tierra”.
Pag. 181
“Hace varios años te dije que un guerrero
elige seguir un camino con el corazón. Es la firme
elección del camino con el corazón lo que separa
al guerrero de los seres humanos ordinarios. El
sabe que un camino tiene corazón cuando aquél
y este son uno, cuando experimenta gran paz y
alegría al seguir el camino”.
Don Juan - Castañeda
“Una Realidad Aparte”
Pag. 182
13
Cómo trabajar con sus sueños
Fig. 13-1.
Fig. 13-2.
Pag. 186
Fig. 13-3.
Pag. 187
él. Puede iniciar con la pregunta “¿Dónde estás?” o
puede pedirle, al sueño que le permita verlo. En cuanto
haya usted hecho una petición clara al sueño y sienta
que está esperando la respuesta, tome la silla que está
frente a usted y represente el papel del sueño que no se
deja ver. Presente argumentos para ser invisible como
el sueño. Cuando lo haya hecho, cambie sillas una vez
más y considere lo que el sueño le dijo.
¿Qué piensa del diálogo entre usted y el sueño? ¿Cree
usted que realmente quiere recordar? ¿Cuál es el riesgo
de recordar?
Pag. 188
EXPERIMENTO 13(d): COMO DAR SUBSTANCIA A
LOS SUEÑOS
Levántese y repase el sueño una vez más en tiempo
presente. Esta vez, conforme hace un recuento de
la secuencia de los acontecimientos, vuelva a crear
la escena del sueño como si realmente estuviera
sucediendo en el cuarto en el que usted se encuentra.
Si en el sueño hay muebles o puertas, identifique dónde
estarían en relación con el lugar en el que usted se
localiza. Haga lo mismo con las ventanas, los árboles
y cualquier cosa que destaque en el sueño. Inicie
describiendo las cosas que están presentes cuando el
sueño inicia, más que las cosas que captan su atención
cuando el sueño se va desarrollando. Si usted se está
moviendo en el sueño entonces muévase ahora de la
misma manera, como si el sueño estuviera sucediendo
y usted se estuviera relacionando en el espacio con
los objetos del sueño. En esta etapa puede empezar a
experimentar algunas emociones fuertes relacionadas
con el sueño.
Pag. 191
Fig. 13-4.
Pag. 192
Ejemplo:
Si una de las figuras en el sueño está apuñalando a
otra, puede imaginarse que usted es el cuchillo. Hable
como si fuera el objeto e Identifíquese con éste de la
misma manera que se identifica con la persona.
Descríbase como el objeto y vea si de alguna manera la
descripción es adecuada para usted.
¿Cómo se siente con la forma en la que usted es usado
en el sueño?
Pag. 196
diferente. Descubrir que tengo que hacerle frente a
mi jefe con más frecuencia y también saber ceder con
elegancia significativa que debo hacer ambas cosas,
pero en diferentes ocasiones. El mensaje aquí puede
ser actuar en forma más definida.
Pag. 198
14
Cómo vivir sus sueños
Fig., 14-1.
Pag. 199
Estar completamente vivo significa que tenemos acceso
libre a nuestros sentimientos y a todo nuestro poder, pero
esto implica un riesgo considerable. Podemos ver cosas
que nos pueden doler y podemos sentir el dolor que otros
están sintiendo. Vemos todas nuestras opciones en una
situación dada y podemos elegir cómo comportamos a
partir de una gran variedad de formas. Algunos de estos
comportamientos pueden ser nuevos para nosotros y ya
que no sabemos el resultado de todas estas formas posibles
podemos herir a aquellos que nos rodean, o podemos
herimos nosotros mismos. Sin embargo, la sensación
de nosotros mismos en el esquema de las cosas es una
experiencia muy poderosa No solamente podríamos
herir con nuestra impredecibilidad a quienes nos rodean,
sino que también los podemos nutrir. Conforme nos
permitimos vivir, permitimos que los que están a nuestro
alrededor vivan.
Vivir implica tener la flexibilidad de moverse entre
nuestra capacidad para pensar en la zona media y de vivir
en este momento a través de sentir lo que está sucediendo
ahora mismo en la zona externa o en la zona interna La
única forma de descubrir lo que está sucediendo ahora es
enfocando nuestra atención en la zona interna o externa.
De esta manera podemos adaptamos y reaccionar a lo
que está sucediendo en nosotros mismos y en el mundo
que nos rodea. Cuando tenemos esta información todas
nuestras opciones se hacen evidentes.
El propósito del enfoque gestáltico es la disolución
de nuestros bloqueos a la conciencia de manera que
tengamos opciones en nuestro comportamiento y más
oportunidades de expresar todas las partes de nosotros
mismos. Esto con el tiempo hace que seamos capaces de
comunicamos con una mayor variedad de gente y en un
nivel más profundo.
A pesar de que este tipo de comunicación puede ser
muy satisfactorio, nos deja vulnerables a los ataques. No
Pag. 200
toda la gente del mundo es buena para nosotros. Algunos,
se podría decir, nos nutren y otros nos resultan tóxicos.
De la misma manera que algunos alimentos le sientan
mal a uno, así hay gente que es difícil de digerir. Ya que
“lo que es alimento para unos es veneno para otros”, un
amigo suyo puede llevarse bien y nutrirse de alguien que
para usted es tóxico.
Hay muchísima gente en el mundo que ha persistido
en relaciones tóxicas y difíciles con sus parejas (o padres
con sus hijos) cuando de hecho, podría haber sido mejor
si ambos hubieran renunciado a la relación desde hace
mucho tiempo. A diferencia de lo que en general se
espera, algunas personas nunca serán amables con usted
no importa qué tan amable sea usted con ellas. De hecho,
con algunas personas tóxicas, el hecho de ser amable es un
estímulo para un comportamiento aún más tóxico, ya que
los pone en contacto con sus sentimientos de soledad y
tristeza. Si quieren salvar a esa persona, será a un enorme
costo para ustedes mismos. Además, alguien que es
tóxico para usted puede ser bastante nutritivo para otro.
La única forma de decir si alguien es tóxico o nutritivo
para usted, es tomar conciencia de cómo se siente usted
en su presencia. Con la gente tóxica se sentirá incómodo,
infeliz, y en general mal con usted mismo, mientras que
con la gente nutritiva lo más probable es que se sienta bien
y que su interacción con ellos sea agradable.
Ya que la interacción entre usted y otro es el producto
de ambos, algunas de las razones por las que la gente es
tóxica para usted están bajo su control. Si otra persona los
altera porque les recuerda a su mamá, es probable que esto
signifique que tienen un asunto sin terminar con ella, y
no se podrá fomentar la relación con la otra persona hasta
que uno “termine” esos viejos asuntos. Una relación tóxica
también se puede desarrollar entre usted y otra persona
cuando ésta le recuerda alguna parte de usted mismo que
todavía no acepta. Por ejemplo, si yo ignoro mi arrogancia
Pag. 201
o me encuentro encerrado en el hábito de no expresarla,
probablemente seré intolerante con la arrogancia de los
demás. Debido a que rechazo mi propia arrogancia, no
sólo la proyecto en otros sino que rechazo a los otros por
su arrogancia y provoco a su vez que ellos me rechacen.
Las relaciones tóxicas permanecerán así hasta que el
conflicto pueda resolverse de alguna manera. Debido a que
solamente podemos ser responsables de alterar nuestro
comportamiento o actitudes, podemos intentar hacer
algo. Si la interacción tóxica es el resultado de nuestras
acciones, entonces conforme cambiemos, la relación quizá
se convierta en una relación nutritiva. Por el contrario, si
la toxicidad se debe a las actitudes o al comportamiento
de la otra persona y ella no está dispuesta a cambiar, tal
vez sea mejor renunciar a la relación.
Pag. 205
Mientras existen razones para cambiar una relación
que es tanto nutritiva como tóxica a manera de lograr
que se haga más nutritiva, existen algunas relaciones que
parecen ser tóxicas en su totalidad. Parte de cuidamos
a nosotros mismos y ser independientes es darse cuenta
de que, no importa cuánto tratemos de ser amables con
ellos, algunas personas nos van a herir. Existen muchas
personas que podrían ser tóxicas para nosotros y la
posibilidad de ser heridos por ellos nos puede ayudar a
evitarlas. Siempre que conozco a una persona que me
parece desagradable, actúo con cautela y sólo le permito
acercarse hasta que estoy seguro que se puede confiar en
ella. Si persiste en herirme me alejo y la evito. Si tengo
que estar con ella asumo una actitud hermética. Intento
compartir mi incomodidad pero si no lo aceptan, no me
empeño en ello. Es necesario mucho interés para criticar
a otra persona creativamente.
La verdadera crítica puede ser un regalo para oirá
persona. Si se hace con suficiente buena voluntad ésta
puede incluir comentarios que hacen una evaluación
tanto buena como mala. Esto es parecido a apreciar joyas
semipreciosas o una actuación artística, la crítica incluye
una apreciación de las debilidades y de los aciertos. Esta
crítica implica un juicio que refleja el sistema de valores
de la persona que la hace. Ninguna crítica es absoluta
porque ningún sistema de valores es absoluto. Sin
embargo, la crítica que recibimos de aquéllos a quienes
respetamos y cuyo sistema de valores admiramos, en
general la experimentamos como absoluta. Si fallamos
a los ojos del profesor cuyo sistema estamos tratando
de aprender, tenemos la sensación de haber fracasado;
pero el sistema de nadie es el correcto para nosotros y la
imposibilidad de estar a la altura de los valores morales de
alguien por lo general significa que estos valores no son
realmente los nuestros. La única forma de decidir esto es
escuchar la crítica con buena fe y probar si las parles que
Pag. 206
no satisfacen las exigencias son aquellas que queremos
cambiar. Por ejemplo, si mi maestro de piano me dice que
mi interpretación de una pieza es demasiada matemática
y “que debería ser más viva”, soy yo quien decide si no
quiero interpretar la pieza como un matemático. Si yo
valoro una interpretación matemática diría, “esta pieza
tiene una hermosa claridad matemática”. Si no me gustara
tal interpretación yo diría: “esa pieza está interpretada
como una prueba algebraica, sin vida”. Todas las críticas
parten de un punto de vista y las perspectivas con las
que diferentes seres humanos se acercan a las cosas son
muchas y variadas. El hecho es que la pieza es interpretada
con gran precisión y su crítica dependerá de si a usted le
gusta o no.
Nuestra sociedad pone gran énfasis en la lógica
y la razón. La crítica con frecuencia se expresa en
estos términos, pero casi siempre bajo el disfraz de un
pensamiento claro utilizamos la crítica para ventilar
nuestras hostilidades y atacar a otros. De manera que
cuando escuchamos una crítica verdadera que se nos
proporciona con buena voluntad podemos asociarla con
hostilidad injustificada. Si expresáramos nuestro enojo
u hostilidad como un sentimiento más que como una
“comunicación racional”, no tendríamos la necesidad de
justificar nuestro enojo o hacer mal uso de la crítica.
Debido a este uso hostil de la crítica y porque la
verdadera crítica por lo común se recibe como si fuera un
ataque, nos acostumbramos a retenerla y a no expresarla.
Esto tiene dos consecuencias: en primer lugar, nos
perdemos de una valiosa oportunidad de comunicación
auténtica y, en segundo lugar, inhibimos una parle de
nosotros mismos y con el tiempo perdemos nuestra
capacidad para criticar de manera correcta. Ya que la
crítica implica la comunicación de nuestro sistema de
valores, es esto precisamente lo que no es comunicado y
puede perderse por suprimirse la expresión. A pesar de
Pag. 207
que algunas personas sienten que esta pérdida no será
algo tan malo, cuando empezamos a perder nuestra
capacidad para criticar corremos el riesgo de perder
nuestra percepción de lo que es bueno o malo en nosotros
y en los demás. Nuestros parámetros se vuelven, ya sea
demasiado altos o demasiado bajos, o simplemente se
convierten en algo indefinido.
Por ejemplo, los perfeccionistas, con sus parámetros
inhumanamente altos, pierden la perspectiva de lo que
es posible y de lo que no lo es. A pesar de que son los
maestros de la crítica, si tuvieran que compartir su crítica
con otros, podrían entonces entender y quizá modificarían
sus propios parámetros a manera de ser más benévolos
con ellos mismos y con los demás. Hasta cierto punto
nuestros valores, que están implícitos en nuestra crítica,
son una declaración de quiénes somos. Si la expresamos,
obtenemos una perspectiva más amplia sobre nosotros
y aumentamos nuestra capacidad para establecer una
comunicación clara y auténtica.
Si usted quiere explorar la relación entre la crítica,
la hostilidad y la buena voluntad, haga el siguiente
experimento.
Pag. 208
En la tradición oriental de enseñanza, particularmente
la del budismo Zen, es solamente cuando el maestro está
realmente interesado en el alumno que se toma la molestia
de criticarlo. Se tiene que considerar que un alumno
vale la pena antes de que el maestro esté dispuesto a
concentrarse en él, evaluar su forma de actuar y después
comunicar su crítica.
Fig. 14-3.
Fig. 14-4.
Pag. 213
De la misma manera, usted puede encontrar que
su trabajo ya no es interesante y que es capaz de más
variaciones de las que éste ofrece. La seguridad que le
ofrecía ya no parece tan importante porque usted se siente
ya con más seguridad.
Usted puede hacer diferentes peticiones a su familia o
aun desear alejarse de ella. Al ir descubriendo cuáles son
sus necesidades se da cuenta de que no están satisfechas.
Un contrato entre dos seres humanos, pactado en el pasado,
ya no es válido porque uno o ambos han cambiado desde
que éste se hizo. Tenemos la esperanza de que se pueda
negociar un nuevo contrato, pero si esto es imposible es
necesario separarse y seguir adelante.
Las consecuencias del cambio pueden hacer que
deseemos modificarlo, y muy pocos cambios son
totalmente irreversibles. Sin embargo, nunca podemos
regresar, y el regreso a un viejo arreglo no significa que
la interacción que estaba presente en la antigua relación
continuará. Ambas personas han cambiado como
resultado de lo que sea que haya sucedido de manera que
un viejo arreglo puede ser estimulante y el aumento en la
conciencia que tiene lugar con el cambio puede valer la
pena. La elección es suya
Pag. 214
15
El riesgo de vivir
Fig. 15-1.
Pag. 215
Bibliografía
Pag. 219
índice Crítica, 159
-A- Berne, Eric, 128
Abstracción, proceso de, 37 Beverly Axelrod, 77
Aburrimiento, 16 Bloquear, 66
Actitud no defensiva, 160 Bosho, 59, 134
Agodai, 27 Brooks, C, 19
Aislamiento, 129 Buber, Martin, 129
Alger, Horatio, 158
Amor, 161 -D-
Ansiedad, 16 Defensiva, 42, 47,161
Asimilación, 84 Deflexión, 91
Asuntos inconclusos, 155,163 Desestructura, 28, 78, 79
Atención, 16 Decisiones, 101
Autenticidad, 125
Automanipulación, 16 -C-
Cambio, 99
-B- Capa muerta, 125
Castañeda, 98 Carl Rogers, 12
Chess, Stella, 128 Carol Walt, 86
Clark Moustakos, 88 Cleaver,
Eldridge, 160 -E-
Creativo, proceso, 99,118, 136, Enojo, 97
137 Espontáneamente, 129, 161
Combinaciones, 135 Evitación, 16, 35, 76, 93, 101,
Comunicación Gestalt, 123 131, 133
Conciencia, 4, 10, 11,15,26
proceso continuo de la toma -F-
de, 27 Fantasía, 23
zonas o áreas de la, 20, 23, 31, Figura y fondo,
32, 70, 73,117,164 12,27,38,60,62,120
Concientes, estar o no, 19 Fijación, 37,39
Conflicto, 102 Fracasado, 159
Confluencia, 61 Fritz Perls, 11, 20, 22, 23, 26, 52,
Confusión, 16 56, 81, 84, 122, 124
Contacto, 59 Fromm, Isadore, 72
Controlar, 161 Frustración, 102
Pag. 220
-G- -P-
Generalizaciones, 45 Papel, 74,102, 121, 124,125
Gestalt, definición, 12 Panes de usted mismo,
104,112
-H- Peale, Norman Vincent, 6
Hakuin, 38 Perls, Laura, 11
Herbert, Frank, 44 Polaridad, 109
Ho-o, 15 Proceso, 115
Hoffman, Yoel, 6 Proverbio sufi, 58
Proyección, 44,71,83,146
-I- Psicoanalista, 11
Impotencia, 44
Independencia contra - J-
dependencia, 56 Juan, Don, 139
Individualidad, 136
Intimos, 114 - K-
Introyección, 79 Kazantzakis, Nikos, 133
Keleman, Stan, 3,54
- L- Kijiro, 123
Laing, R.D., 99 Kikaku, 140
Lennon, John, 4 Koan Zen, proverbios del, 6,
Levitsky, 46 38, 63, 101, 160
Limites 63,119 Kopp, Sheldon, 40,56
Koehler, 12
-M-
Maslow, 12 -R-
Miedo, 15,111,114,131 Realidad, 6
Momento presente, 12, 17, 115, Rechazo, 155
145 Reed, Henry, 142
Movimiento del potencial Reestructuración, 29
humano, 12 Relación “yo-tu”, 130
Representa un papel, 125
-N- Responsabilidad,
Negatividad, 6 40,49,51,101,119
Nutritiva, 154, 158,161 Retroceso, 66, 70,72, 74,119
Retroflexión, 88
Pag. 221
Ringer, Robert, 24
Rosner, Charlotte, 56
Ross, Harold, 121
Ryota, 152
-S-
-T-
Terapia Gestalt, 11
Toxicidad, 54,154, 158
-Z-
Zona,
externa, 20,31
interna, 20 media, 23
Pag. 222