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James Oldman, Tony Key

Igor Yaro Starak

El
Riesgo de
Vivir
Indice

PARTE I: El uso de las herramientas

Capítulo 1. ¿Qué es la Gestalt y por qué


prestarle atención? 11
Capítulo 2. Conciencia 25
Capítulo 3. Figura y fondo 41
Capítulo 4. Responsabilidad 57
Capítulo 5. Capacidad para responder 71
Capítulo 6. Contacto 81
Capítulo 7. Formas de evitación 101

PARTE II: Haciendo el armario

Capítulo 8. Asuntos inconclusos 127


Capítulo 9. Conflicto 133
Capítulo 10. Fluir con el proceso 149
Capítulo 11. La comunicación Gestalt 161
Capítulo 12. Combinaciones creativas 175
Capítulo 13. Como trabajar con sus sueños 183
Capítulo 14. Cómo vivir sus sueños 199
Capítulo 15. El riesgo de vivir 215

Bibliografía 217

Índice 220
Gustav Russ Youngreen es un caricaturista, poeta y barón
terrateniente (13a) en Winlaw, Columbia Británica, donde
vive con su familia.

Pincel artístico y automático.


El Riesgo de Vivir es una colección de ideas,
experimentos y lecturas que nos presentan las herramientas
psicológicas desarrolladas por los terapeutas de Gestalt.
Estas herramientas pueden servir para aumentar la
intensidad con la que uno ve y se relaciona con el mundo.
Utilizadas de manera adecuada, le permitirán enriquecer
su vida y convertirse en el amo de su propio destino.
Las herramientas están completamente
interrelacionadas y así como un carpintero debe aprender
a utilizar el martillo, la sierra y el cincel por separado antes
de poder construir un armario, una persona solamente
podrá usar éstas herramientas psicológicas cuando haya
podido dominar cada una con maestría.
Sugerimos que primero lea el texto y los comentarios.
Cuando haya terminado, lea el libro de nuevo y explore
los experimentos que encuentre interesantes.
PARTE I
EL USO DE LAS HERRAMIENTAS
1

¿Qué es la Gestalt y por qué prestarle


atención?

Fig. 1-1. “¡La razón por la que ves la muerte como algo
horrible se debe a que ahora no estás viviendo!”
Stan Keleman

Pag. 11
Este libro es el resultado de la colaboración entre tres
de nosotros. Algunas veces hemos podido trabajar juntos,
como si fuéramos uno, casi con la misma frecuencia con la
que hemos estado en conflicto y en oposición. A pesar de
que somos una combinación de autores, somos tres seres
humanos, originales y bastante diferentes, y del intento
que hicimos por ignorar nuestras diferencias, resultó
un primer borrador de este libro, que sentimos que era
inútil y bastante soso. Para darle el soplo de vida a nuestra
creación, tuvimos que expresar más de nosotros mismos
como individuos, y dejar que se nos viera. Por lo tanto,
del principio al fin del libro hemos añadido nuestros
comentarios personales, que estarán entre comillas.
Durante la mayor parte del libro escribimos en la primera
persona del plural, así que el pronombre “nosotros” que
usaremos de diversos modos, se refiere a nosotros tres y a
usted, el lector y, a veces, a todos nosotros.
Cuando iniciamos el libro nos hicimos esta pregunta:
“¿Por qué ustedes, los lectores, querrían leer este libro?;
¿Qué es lo que nosotros obtuvimos de la Gestalt que
nos gustaría compartir con ustedes?” Estas son nuestras
respuestas.

JAMES

“Desde que me involucré con la terapia Gestalt he


cambiado, no obstante, la esencia de lo que yo soy es la
misma. Existe en mi vida la posibilidad de más elecciones
que las que tenía anteriormente, sin embargo, sé que todas
las partes de mí que considero importantes se siguen
manifestando en mi comportamiento. No sigo un camino
determinado, más bien cada momento decido mi camino.
Soy un hombre muy ambicioso, pero aún tengo tiempo
de sentarme junto a la persona amada y disfrutar cuando
me acaricia las piernas. Trabajo con furiosa intensidad
y juego con profunda alegría. Para mí, este camino ha
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significado agudizar mi conocimiento del mundo que
me rodea y hacerme más consciente de otras formas de
interactuar con la gente.

“Es fácil vivir con los ojos cerrados.


Sin comprender todo lo que uno ve,
ser alguien empieza a ser difícil
pero ya todo está resuello, ya no me interesa...”
John Lennon
“Mi vida no ha sido más fácil a partir de que me veo
a mí mismo y al mundo con más claridad, no obstante,
en ella existe la emoción que antes faltaba; me arriesgo
más en mi relación con otros y siento más mi poder. A
veces tengo la sensación de estar en un caballo desbocado,
con el mundo girando a mi alrededor a una tremenda
velocidad, pero, de repente, se me aclara todo y tengo

Fig. 1-2.
Pag. 13
una perspectiva totalmente nueva. A veces también me
lastimo, cuando anteriormente me encontraba protegido,
pero ahora siento el amor de aquellos que me rodean,
mientras que antes ni siquiera podía darme cuenta si se
interesaban en mí o me apreciaban; al tratar de defenderme
para no ser lastimado, inconscientemente me defendía a
mí mismo de sentir amor. ¿Por qué tomarse la molestia de
arriesgarse? Para mí ellos hacen que la vida sea novedosa
y emocionante. Cada vez que manifiesto una parte de mí
que pudiera no ser aceptada por los demás, me arriesgo
a que me rechacen. Toda acción tiene consecuencias y
algunas son más costosas que otras. Antes de hacerme
vulnerable necesito sopesar cuál podría ser el costo.
Cada riesgo tiene un aspecto interesante y yo soy la única
persona que puede decidir si vale o no la pena correrlo en
ese momento.
“Mi concepción del mundo ha cambiado; ahora veo
que nada está fijo, que todo está en proceso de cambio.
Durante toda mi educación formal me enseñaron a ver
el mundo de cierta manera: las leyes de Newton fueron
ciertas hasta que Einstein las corrigió; parecía que la casa
de mis padres estaría para siempre y ellos siempre estarían
vivos. La gente muere y las cosas cambian, pero ahora,
en lugar de estar siempre lamentándome o aprobando el
cambio, puedo observarlo y aceptarlo. Me puedo permitir
ver el comienzo del cambio antes que otros y esto me
afecta menos. Tengo mucha fe en mi propia capacidad de
adaptación y en mi capacidad para caer de pie, como un
gato que cae de un edificio.
“La filosofía Gestalt no sólo significa un acercamiento
positivo a la vida, como el de Norman Vincent Peale,
también incluye el uso creativo de la negatividad. Tengo
dudas y desconfianza; todavía me resisto a conocer a
algunas personas o a realizar algunas de las tareas que
tengo que hacer. Pero ahora escucho cuidadosamente
estos ‘pensamientos negativos’, para encontrar las cosas
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positivas que me dicen, tales como: ‘esta tarea es aburrida,
necesitas una nueva propuesta’ o ‘este hombre te va a herir
o te va a atacar’”.
“Ahora trabajo con una realidad concreta y confío
en lo que veo y siento más que en lo que pienso que
veo y siento. Las abstracciones poéticas todavía pueden
atraparme aunque menos que antes”.

El acertijo de un maestro del Zen: “La luna se está


hundiendo en el cielo escarchado y la mitad de la noche se
ha ido. ¿Con quién puedo proyectar una sombra fría sobre
la superficie de un estanque de cristal?”.
Respuesta del estudiante: “Se hace (arde ya, ya que no
hay con quién hablar, creo que iré al baño y de ahí u la
cama”.
Yoel Hoffman

TONY
“Mi primera experiencia con la terapia Gestalt, fue
en un maratón de fin de semana en el que me inscribí
para ver si podía encontrar una solución a algunos de
mis problemas familiares que había estado tratando de
resolver durante muchos meses. En ese grupo experimenté
el ‘satori’ (una forma de despertar) y mi vida cambió.
“Tuve la experiencia de moverme dentro de un túnel
oscuro del que no parecía haber ningún escape. Durante
algún tiempo me sentí abrumado por el terror pues creía
que me quedaría atascado allí para siempre; gradualmente
me di cuenta de que había luz y con mucho dolor y miedo
me moví lentamente hacia esta, hasta que de repente sentí
que me introducía en un hermoso jardín iluminado por
el sol. Desde entonces no he experimentado nada con
similar intensidad.
Mi trabajo en Gestalt ha sido lento por lo que he
tenido más oportunidad para integrar el aprendizaje que
obtengo de éste.
Pag. 15
Fig. 1-3.
“Mi formación es como tísico experimental y la
terapia Gestalt me fascinó porque también tiene una
naturaleza experimental. En vez de tener que aprenderme
un conjunto de dogmas con la intención de explicarme mi
comportamiento, podía descubrir mi forma de reaccionar
ante las diferentes situaciones y lo que significa ser yo
mismo. Generalmente he tenido los más extraordinarios
insights de mi comportamiento, aunque a veces esta
experiencia no es tan intensa. También he descubierto que
puedo usar los experimentos de Gestalt que producen los
resultados más sombríos, porque me indican cuáles son
las áreas que es importante explorar después, tal como
lo haría en el laboratorio de física, sin necesitar de una
explicación prudente y racional de mi comportamiento.
Es cierto que existe una teoría general de la Gestalt, sin
embargo, al igual que en la física, la teoría siempre está
basada directamente en experimentos que pueden ser

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verificados, lo cual puede abrir el camino a experimentos
futuros, pero su validez siempre debe ser comprobada en
mi propia vida. De hecho, la teoría de la terapia Gestalt
es muy general, de manera que no siempre encuentro
alguna contradicción entre ésta y los experimentos que
realizo. Más bien, soy capaz de usar los experimentos
para completar los detalles que faltan en mi propia teoría
sobre mí.
“Son obvias las manifestaciones externas del cambio
que ha tenido mi vida desde que empecé a explorarme a
mí mismo usando el método Gestalt. En todo este tiempo
que he vivido en el Estado de Illinois (EE.UU.) no me había
rasurado, y durante cinco años no me corté el cabello. Me
imagino que esta última manifestación fue una rebelión
en contra de la rigidez y la conformidad que había en mi
vida y que ya no deseaba perpetuar. Esto surgió al darme
cuenta que odio rasparme la cara todas las mañanas, ¡en
especial cuando considero la cosecha de pelos que este
proceso ahorra! pero los cambios internos acompañaron
a los externos; aun sin que lo deseara, la respuesta del
medio, por ejemplo, la de un oficial de aduanas, era muy
diferente cuando se dirigía a un tipo joven, de cabello
largo y con barbas, vestido con pantalón de mezclilla, en
comparación con la respuesta que daba a un físico vestido
con traje y corbata. En realidad soy el mismo. Todavía
me reconozco a mí mismo (¡aunque otros no lo hagan!);
sin embargo, ahora lo hago con afecto y por diversión
más que por aversión y crítica. Me permito mostrar más
mi ternura y mi vulnerabilidad. Mi miedo radicaba en
el hecho de creer que perdería algo de mi claridad y mi
fuerza; este miedo parecía estar infundado. Ahora estoy
más dispuesto que antes a confiar en mí mismo; creo que
hay muy poco que no pueda hacer si decido hacerlo y cada
vez me convenzo más de que soy el amo de mi destino.
“Tengo épocas en las que soy muy feliz, pero lo más
importante es que me doy cuenta de mi felicidad. Por
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supuesto que también tengo periodos de depresión y
desesperación; pero estoy aprendiendo a usar estas
diferentes maneras de ser para entenderme, para
ver la forma en que me hago daño y para tomar la
responsabilidad de mi existencia. Estoy aprendiendo a
tolerar mi frustración y a verla como un suelo fructífero
y creativo para mi crecimiento, en lugar de como una
experiencia que tengo que evitar o ignorar. Tengo más
claridad en relación con las áreas de mi vida en las que
quiero invertir mis energías y en cuanto a aquellas que
quiero retirar. Le tengo menos miedo al contacto con los
otros y por lo tanto estoy más dispuesto a enfrentarme a
ellos. Rara vez experimento el dolor que imaginaba que
tendría como resultado de tal o cual comportamiento y,
cuando esto sucede, me doy cuenta de que no me muero
por ello. Estoy aprendiendo a renunciar a mis expectativas
para reconocer todo lo que estoy adquiriendo. Richard,
uno de mis más queridos amigos, me dijo una vez que
creía que yo tenía la sensación permanente de estar
llenando hasta el tope mi vacío.
“Este no ha sido un camino fácil para mí; una vez
que puse un pie adentro no ha habido ni hay manera de
regresar. No puedo seguir escondiéndome en la debilidad:
Ahora no puedo escucharte’, ‘no era mi intención
lastimarte’ o ‘no es mi culpa’. Ya no puedo negar la parte
que me corresponde en las dificultades que impiden mi
relación con las demás personas. Soy responsable de lo
que hago y de, la persona que soy, sin importar si esto me
agrada o no.
“Es posible que este cambio se haya dado simplemente
por el hecho de tener cada vez más edad, pero no lo
creo así. Lo que sí creo es que pudo haber seguido otros
caminos igualmente valiosos, por lo que no tengo el
deseo de vender la Gestalt como el camino universal a
la salvación. A mí me ayudó a encontrar la felicidad que
nunca imaginé tener en mí vida; espero que ustedes,
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lectores, tengan la oportunidad de que la Gestalt les
ofrezca una oportunidad similar”.

YARO
“Me encuentro muy descontento al estar aquí sentado
tratando de reunir mis pensamientos; las palabras bonitas
sobre el papel jamás podrán transmitirles mi experiencia
con el trabajo Gestalt. Tendrán que experimentarlo por
ustedes mismos.
“El significado y el valor de mi trabajo en Gestalt
está centrado alrededor de la toma de conciencia. Tomar
conciencia de mis dolores, sufrimientos, alegrías y
satisfacciones; tomar conciencia del nesgo de compartir
los más profundos sentimientos que tengo hacia los demás
en el momento en que los experimento.
“Uno de los cambios más poderosos que he tenido
en mi vida se relaciona con el hecho de comprender que
no soy un ser estático e inmutable; estoy en proceso de
llegar a ser, sin llegar nunca; soy una parte del mundo,
interactúo con otros y ellos conmigo. También estoy en
proceso con el mundo externo y el mundo interno. Tengo
diferentes partes y están en proceso unas con otras.
“Por momentos me siento confundido, me siento
revuelto; me pongo fuera de contacto con lo que me rodea
y vivo en el mundo interno que yo mismo me construyo.
Mientras me dé cuenta de las fronteras y diferencias que
hay entre mi imaginación y lo que es real ‘allá afuera’,
puedo ‘jugar’ con mis fantasías y, en lugar de utilizarlas
como un resorte para deprimirme, puedo hacerlas mis
aliadas para lograr más vitalidad y creatividad.

Pag. 19
Fig. 1-4.

“La realidad, es vivir el ‘aquí y el ‘ahora’ tomando


conciencia de mí mismo y de los demás, es fluir de un lado
a otro sin que interfieran las demandas de mis necesidades.
Esto es tan excitante como el hecho de ponerme en
contacto con ustedes. En ocasiones, cuando estoy en un
grupo, me siento vivo, con energía y vitalidad, como si
estuviera flotando en el aire. Experimento la sensación de
dar y recibir energía, que fluye de mí hacia los otros y de
ellos hacia mí.
“En la medida que crece mi capacidad para tomar
conciencia, se incrementa el número de oportunidades
que tengo. Cuando le expresé enojo a mi esposa y descubrí
que podía escucharme y cambiar como resultado de mi
expresión de enojo, me di cuenta de que en este mundo
hay un lugar para el enojo. Tomar conciencia es el primer
paso para percibir dichas oportunidades y, con el tiempo,
lograr responsabilizamos de nuestra propia vida. Esto es
algo que tiene que vivirse más que hablarse, razón por la
cual en este libro les ofrecemos varios experimentos que
pueden realizar.
“En los años que siguieron a mi entrenamiento en
Gestalt, descubrí que cambié sin hacer ningún esfuerzo

Pag. 20
específico para realizar este cambio. Lo que sucedió fue
para mí un ‘cambio’ gradual en la conciencia de mí mismo,
en empezar a ser más seguro, asertivo e independiente,
apoyándome en mis propios recursos.
“Al estar escribiendo me estoy preguntando: ‘¿En
dónde estoy ahora?’, y me respondo: ‘¿Estoy en proceso;
estaré en proceso hasta el fin de mis días’? La diferencia
en mi forma de ser y de vivir estriba en que ahora soy
capaz de responder claramente y con certeza.
“Me doy cuenta de lo que quiero y de cuándo lo
quiero, y puedo responder a estas cuestiones sin ensayos
innecesarios ni contradicciones en mi cabeza. La mayor
parte de las veces estoy lleno de energía, de vitalidad y de
fuerza; aunque otras veces no me siento así. Amo cuando
siento amor y lo pido cuando lo necesito. Para mí esta es
la forma de estar vivo, de vivir en el ‘aquí’ y el ‘ahora’, de
vivir este momento de mi vida fluyendo, sin empujar ni
jalar, sino solamente siendo”.

ANTECEDENTES Y RESUMEN
La terapia Gestalt surgió a principios de la década
de 1950, a partir de la interacción de Fritz Perls, un
psicoanalista; Laura Perls, una psicóloga Gestalt y
terapeuta de la danza, y sus colaboradores en Nueva York
y California. Esto fue parte de la revolución humanista
conocida como el Movimiento del Potencial Humano,
que se centró en Maslow, Virginia Salir y Carl Rogers,
quienes con Fritz Perls y otros, llevaron a la gente a
reevaluar su forma tradicional de acercarse a los demás.
La terapia Gestalt se ha ido desarrollando y difundiendo
por muchos otros autores; desde entonces y hasta ahora,
existe una cantidad importante de literatura que explica la
teoría fundamental. Creemos que uno de los poderes más
importantes de la terapia Gestalt radica en su naturaleza
experimental; por ejemplo, no es necesario aceptar un
dogma antes de poder descubrir los resultados de los
Pag. 21
experimentos que presentamos en este libro.
La palabra alemana “gestalt” significa: “forma,
figura o estructura”. Fue aplicada por primera vez en la
investigación psicológica por Koehler y otros quienes, a
mediados del siglo, estaban investigando la manera en que
las personas creamos un todo significativo de la cantidad
de datos que recibimos de nuestro mundo a través de
los sentidos; ejemplo, de la observación que hacemos de
las raíces, el tronco, las ramas y muchas hojas, nosotros
creamos un todo significativo al que llamamos “árbol”.
Las partes forman un todo, el cual es algo más que la suma
de las partes. A partir de este ejemplo podrán empezar a
darse cuenta de qué tan importante es el papel que juega
el observador en la creación de este todo significativo, o
“Gestalt”. El proceso de reconocer cualquier objeto, forma
o estructura, implica, primero, distinguir el objeto de lo
que lo rodea, es decir, el objeto debe ser visto como una
figura contra un fondo. Conforme se enfoca la figura y se
perciben claramente las fronteras entre ésta y el fondo se
dice que se está formando una “Gestalt”. A menos de que
estemos mirando fijamente, nuestra percepción visual
del mundo cambiará constantemente de acuerdo con
nuestros propios intereses, y moveremos nuestra atención
de una figura a otra. A medida que se forma una nueva
figura, la figura anterior se convierte en el fondo.
Perls y sus colaboradores aplicaron esta observación
a otras áreas de nuestra vida psicológica y unificaron sus
criterios con los del psicoanálisis freudiano. Por analogía
con el proceso de percepción definido, el terapeuta Gestalt
considera que cada individuo tiene la capacidad de
permitir, en forma clara y flexible, que surjan entidades
de figuras cambiantes, desde el fondo de su conciencia
total. Sin embargo, a menudo impedimos este flujo
natural y, por ende, disminuimos y degradamos nuestro
sentido humano. El analista freudiano está interesado en
las razones de nuestra autointerrupción.
Pag. 22
El terapeuta Gestalt favorece nuestro descubrimiento
de cómo, en este preciso momento, elegimos limitar
nuestra conciencia y cómo podemos darnos cuenta de
nosotros mismos y de nuestro mundo. En estos términos,
la terapia Gestalt ha sido descrita como “un entrenamiento
para tomar conciencia”, de ahí que nuestro siguiente
capítulo exponga lo relacionado con el hecho de tomar
conciencia.

Dices que has venido a buscar. No tengo nada que darte,


excepto la forma de comprender cómo buscar, pero tú
crees que ya puedes hacerlo.
Idries Shah

Pag. 23
2
Conciencia

“Ay, ¿quién, insensible a la ternura, puede pasar de


largo Frente a las pequeñas y blancas margaritas que se
encuentran esparcidas en el pasto?”
(Ho-o)

El concepto central de la terapia Gestalt reside en el


hecho de que los cambios terapéuticos se inician cuando
tomamos conciencia de nosotros y por nosotros mismos.
La mayoría de nosotros en algún momento de nuestras
vidas hemos aprendido a evitar tomar conciencia de ciertas
partes de nosotros mismos y de nuestra experiencia, a
menudo como un esfuerzo por evitar los miedos u otros
sentimientos que nos son desagradables.
Más adelante discutiremos con detalle las diversas
formas que existen para evitar tomar conciencia. Algunas
de las más comunes incluyen el hecho de no poner atención
a los sentimientos desagradables, negar su existencia o
evitar estar en situaciones que pudieran provocarlos.

EXPERIMENTO 2(a): PONER ATENCIÓN Y


EVITACIÓN
Ponga atención a lo que está sintiendo en este momento.
¿Está disfrutando al leer este libro? ¿Está aburrido?
¿Se está forzando al leer cuando preferiría hacer otra
cosa? ¿Está consciente de que no está evitando ningún
sentimiento?

La evitación, de hecho, es una acción definida.


Consume energía sin que se tenga conciencia de ello. Un
niño empieza a vivir con una conciencia clara, que después

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aprende a bloquear, ya sea porque sigue el ejemplo de sus
padres o porque su propia experiencia lo convence de que
esto es necesario.
De esta manera, el bloqueo de la toma de conciencia
de sí mismo es una automanipulacion.
Al principio, evitar es un acto consciente, pero en la
medida en que se convierte en un hábito, vamos perdiendo
conciencia de que en verdad estamos evitando algo. Al
bloquear la conciencia no sólo paralizamos la energía,
también estamos inhibiendo algunos comportamientos
que normalmente expresaríamos; por ejemplo: si no
nos permitimos ver las situaciones que nos provocan
enojo, entonces no nos enojaremos. En consecuencia,
cuando bloqueamos nuestra conciencia, corremos el
riesgo de perder parles de nosotros mismos, porque
emocionalmente las estaríamos invalidando.
El paso más importante para lograr el dominio de
nuestra conciencia consiste en entrenamos para damos
cuenta del momento en que dejamos de estar conscientes.
Esto podría parecer paradójico porque ¿cómo podemos
damos cuenta de que no estamos conscientes? La manera
más sencilla consiste en familiarizamos con nuestras
técnicas de evitación. Tan pronto como dejamos de damos
cuenta, estamos utilizando una técnica de evitación, por lo
tanto, es posible rastrear nuestro patrón de pensamiento y
de esta manera encontrar el momento en el cual dejamos
de estar conscientes.
El aburrimiento, la confusión, la falta de vitalidad,
el no poner atención al miedo o a la ansiedad y la
sensación de estar separados o desconectados son las
manifestaciones más comunes de la falta de conciencia.
El siguiente experimento le permitirá explorar los límites
de su propia capacidad para estar consciente. A primera
vista, este experimento parece ser el más simple de todos,
pero en verdad es uno de los más difíciles.

Pag. 26
EXPERIMENTO 2(b): CONCIENCIA
Sentado solo o frente a su pareja, ponga atención al
mundo que lo rodea. Elija un objeto y descríbalo con
detalle en voz alta utilizando la frase: “Ahora me doy
cuenta de...”. Complete esta oración cuando observe
un color o una forma. Permanezca, durante el mayor
tiempo posible dándose cuenta de los detalles básicos
y más simples de los objetos que lo rodean. Reconozca
la tentación de interpretar esta forma primaría de
tomar conciencia y de acomodarla dentro de un
patrón familiar.

Ejemplo:
“Ahora me doy cuenta de un óvalo blanco que está
rodeado de un borde de color más claro”.
“Ahora me doy cuenta de un gran objeto de color
amarillo”. “Ahora me doy cuenta de que la parte redonda
y oscura de tu ojo y de que hay una chispa de luz de cuatro
diminutas sombras en tus ojos”. Una interpretación de esta
última observación podría ser: “Me estás mirando con
atención”.

“Sea creativo y flexible en sus observaciones, es decir,


use sus ojos, sus oídos, el gusto, el tacto y el olfato”.

“Me parece útil continuar con este experimento por un


tiempo determinado, digamos cinco minutos. En algunos
puntos, descubro que utilizo una u otra manera para
evitar continuar con el experimento. En esos momentos,
retrocedo con suavidad, pero con firmeza a: ‘Ahora me doy
cuenta de...’”.
“El poner atención a la información básica que me
brindan mis sentidos me ayuda a darme cuenta de lo
que en realidad está sucediendo, en comparación con
lo que imagino que ocurre. De esta manera, tengo más
oportunidad de enfrentarme con el mundo real, más que
con mis fantasías al respecto”.
“El mundo que me rodea parece ser más sólido”.
Pag. 27
A menudo tenemos la tendencia a decir: “Me doy
cuenta de que tu sonrisa es sincera”, “te ves muy feliz” o
“te ves bien”. Procure evitar este tipo de juicios, ya que
podrían interferir en su experiencia real en virtud de que
implican comparaciones con la experiencia y los recuerdos
del pasado. Este es el momento de experimentar lo que
sucede ahora. Actúe como una cámara y reporte tan sólo
los detalles específicos de lo que ha visto. “Ahora veo tus
ojos; se ven muy bonitos y me recuerdan la luz de la luna”.
Esto es hermoso y puede ser verdad, pero no es lo que para
nosotros significa conciencia Marque la diferencia entre
lo que en realidad ve y lo que interpreta o imagina Los
datos que provienen de nuestras sensaciones primarías
constituyen la base de toda la experiencia, además de ser
una de las pocas características verdaderas de nuestra
vida. Es muy valioso tener la capacidad para separarlos
de las opiniones que podemos dar sobre ellos. Existe una
diferencia cualitativa entre lo que en realidad percibimos
y lo que pensamos que vemos; la diferencia que hay entre
el mundo real y el mundo imaginario.

“Durante toda mi vida he rechazado una autoridad


solamente para aceptar otra. En mi interior, tenía miedo
sólo de pensar en el hecho de vivir en un mundo en donde
hubiera alguien parecido a mí, con quien me identificara.
Ahora tengo que empezar a experimentar que de nada
sirve consultar a los expertos cuando queremos saber lo
que estamos haciendo en nuestra vida. Si nuestras manos
son para asir el mundo y nuestros corazones para sentirlo,
nuestros oídos, ojos y nervios deben empezar a penetrar a
través de los velos que las autoridades han hilado. Debemos
recuperar nuestra capacidad para percibir por nosotros
mismos, sólo entonces seremos capaces de formamos una
opinión al respecto”.
C. Brooks: “Conciencia Sensorial”

Pag. 28
Fig. 2-1.
Nuestra vida se enriquece cuando desarrollamos
el hábito de verificar, de vez en cuando, la calidad de
nuestra existencia, leñemos que desarrollar nuestra
habilidad para escuchar a nuestra conciencia. Con el
tiempo podríamos llegar a sensibilizamos y captar
el momento en que evitamos y, al poner atención a los
sentimientos que lo acompañan, redescubrir aspectos de
nosotros mismos que favorecerían nuestro crecimiento.
Por ejemplo, si usted descubre que en lugar de participar
en una discusión utiliza su fantasía para evitarla, sería
conveniente que se explorara a sí mismo, para darse
cuenta de que en realidad está fantaseando. Esto implica
poner atención a la cantidad de veces que hace esto cada
día, observar el patrón de su forma de fantasear y, con
el tiempo, sensibilizarse a este comportamiento. De esta
Pag. 29
manera, cuando se encuentre soñando despierto podrá
regresar su imaginación al momento en el que se apartó
de su entorno y comenzó a utilizar su fantasía. ¿Qué
sucedió en ese momento? ¿Estaba tratando de evitar
sentirse enojado, triste, aburrido o culpable?
Solamente hasta que se nos aclara el motivo por el
cual perdimos la conciencia de algo podremos decidir
si vale la pena estar conscientes de ello o si es preferible
evitar hacerlo. Por ejemplo, puede sentirse tan deprimido
cuando camina cerca de un hospital que preferiría no
darse cuenta de ello. Lo importante es reconocer que
podemos elegir estar o no conscientes. Muchas personas
no saben que tienen la oportunidad de elegir y pasan la
mayor parte de sus vidas sin estar conscientes.
No darse cuenta significa estar inconscientes de
lo que está sucediendo en este momento, por lo tanto,
este momento es todo lo que existe. El resto del mundo
continúa siendo como acostumbra ser, pero todo lo que
en verdad podemos experimentar está sucediendo en
nuestra conciencia en este preciso instante. Nuestros
recuerdos, sueños y fantasías sobre el futuro no pueden ser
experimentados directamente ahora, ya que sólo son una
colección de experiencias sensoriales de nuestro pasado
que contienen pocas sorpresas. Lo que sí es como un
cuerno de la abundancia lleno de sorpresas y emociones,
es lo que está sucediendo en este instante, siempre y
cuando elijamos estar conscientes de ello.
A menudo es conveniente diferenciar las zonas o
áreas de la conciencia. La zona externa comprende la
conciencia de todo lo que hay en el mundo externo, de
todo lo que “no soy”. La zona interna se refiere a todas
las sensaciones que experimento dentro de mi piel, la
cual sirve como una frontera que divide ambas zonas.
Es importante mencionar que la definición de las zonas
de la conciencia funcionan como un modelo o marco de
referencia para diferenciar nuestra conciencia Este modelo
Pag. 30
tiene límites en su campo de aplicación, que pueden
romperse si se examinan con demasiado detalle. Si usted
confunde la diferencia que existe entre las zonas externa
e interna puede serle útil lo siguiente: si su experiencia
está disponible sólo para usted, entonces se encuentra en
su zona interna; si está disponible para otros, entonces es
probable que se encuentre en la zona externa.

Los siguientes dos experimentos están diseñados para


que usted perciba las zonas externa e interna.

EXPERIMENTO 2(c): LA ZONA EXTERNA


(CONCIENCIA SENSORIAL)
Enfoque su atención en la zona externa; continúe el
experimento completando la siguiente frase: “Ahora
me doy cuenta de...”. Limítese a tomar conciencia de
todo lo que sucede afuera de su propia piel. Ejemplo:
“Ahora me doy cuenta de las diminutas líneas de color
negro que hay entre los tablones”.
“Ahora me doy cuenta del brillo de luz que hay en tus
ojos”.
“Observa lo que es real, no sus pensamientos”.
Fritz Perls

EXPERIMENTO 2(d): LA ZONA INTERNA


(CONCIENCIA SENSORIAL)
Continúe experimentando su conciencia; esta vez
ponga atención en su zona interna.
Ejemplo:
Ahora me doy cuenta de la presión que ejercen mis
asentaderas en el asiento en donde me encuentro”.
“Ahora me doy cuenta de la sequedad de mi boca”.
“Ahora me doy cuenta del ruido que hace mi garganta
cuando hablo”.
“Cada vez que me doy cuenta de que estoy confundido
o comprendo que estoy acorralado y no sé qué es lo que
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me está sucediendo, utilizo estos dos experimentos
para orientarme. De esta manera, puedo descubrir lo
que está sucediendo fuera y dentro de mí; puedo hacer
una nueva apercepción de mi mundo utilizando la
información correcta y puedo actuar en la forma más
apropiada para este nuevo momento de mi vida”.
“Siempre que hago este experimento me sorprendo de la
cantidad de actividad que hay en mi cuerpo, de la cual,
normalmente, no estoy consciente. En este momento
siento los dedos de mis pies sobre la alfombra”.

La tercera área de la conciencia se llama zona media.


La conciencia en esta zona es cualitativamente diferente a
las zonas externa e interna, ya que la zona media no está
ligada directamente con las sensaciones, pero es abstraída
de éstas. El pensar, soñar, imaginar, recordar el pasado
y planear el futuro son actividades de la zona media Sin
nuestra zona media perderíamos la esencia de nuestro
sentido humano. No obstante, en nuestra sociedad, se ha
puesto mayor énfasis en las actividades de la zona media
y, por lo mismo, se ha restado la importancia de las zonas
interna y externa.

EXPERIMENTO 2(e): LA ZONA MEDIA


(CONCIENCIA ABSTRACTA)
Si es posible, trabaje con una pareja o frente al televisor
apagado y complete las siguientes frases: “Ahora me
doy cuenta de... y me imagino que esto quiere decir
que...”.
Para completar el experimento puede colocarse frente
a alguien que está llorando y decirle lo siguiente:
“Ahora me doy cuenta de que hay humedad en tus ojos
(zona externa) y me imagino que esto significa que
estás triste (zona media)”.
“Ahora me doy cuenta de que tus mejillas están
ruborizadas (zona externa) y me imagino que estás
Pag. 32
involucrado emocionalmente (zona media)”.
“Ahora me doy cuenta de un cosquilleo en mi espalda
(zona interna) y me imagino que esto significa que
estoy excitado (zona media)”.

Observe la diferencia que existe entre nuestras


percepciones en la zona externa (“humedad en tus ojos”,
“tus mejillas ruborizadas”); en la zona interna (“un
cosquilleo en mi espalda”), y la interpretación de esas
percepciones en la zona media.
No pertenecemos a una sociedad de caza, en la que
tengamos que depender de una conciencia sensorial muy
precisa para obtener nuestro alimento. La mayoría de las
personas que forman parte de una sociedad urbana, viven
su vida usando su habilidad cognoscitiva. La mayoría
de las personas que tienen éxito son aquellas que son
buenas para manejar las ideas abstractas, encontrar el
sentido de sus experiencias pasadas y de las experiencias
de otros y hacer pronósticos razonables basados en
dichas experiencias. Casi toda nuestra educación formal
está relacionada con el desarrollo de nuestra habilidad

Fig. 2-2.
Pag. 33
cognoscitiva; en consecuencia, en nuestra sociedad la
zona media está en desequilibrio en relación con la zona
sensorial. Podemos pensar en forma brillante, pero con
frecuencia fracasamos para ver o experimentar algo que
es obvio. Así, la computadora más fina del mundo no
puede producir excelentes resultados si la información
que está procesando es basura. La gente que trabaja
con computadoras utiliza la frase “basura entra, basura
sale”. De la misma manera, de nada sirve una mente muy
delicada o muy fina si no tiene la información necesaria
para darle sentido a lo que piensa. Esto depende de la
capacidad para tomar conciencia.
Es necesario lograr un equilibrio entre estas zonas, ya que
todas son importantes para funcionar de manera óptima.
El hecho de anticipar lo que va a suceder, o de
preocuparse por lo que no ha sucedido, constituye una
interferencia para lo que realmente está sucediendo. Por
ejemplo, un hombre que está esperando una hamburguesa
o que está recordando los pedazos de pescado empanizado
que comió, no podrá apreciar el filete mignón que puede
disfrutar en ese momento.

“El sufrimiento neurótico es sufrimiento en la


imaginación; sufrimiento en la fantasía”.
Fritz Perls

Pensar, soñar, imaginar, recordar y planear no están


directamente relacionados con la información sensorial
del cerebro. Estas funciones dependen del procesamiento
de fenómenos abstractos a los que llamaremos fantasía.
Podemos conocer cuánta fantasía matiza nuestra
experiencia sensorial real solamente cuando somos
capaces de distinguir nuestras expectativas de lo que en
realidad sentimos. Esta distinción es más clara cuando
experimentamos la diferencia cualitativa que existe entre
la zona media y las zonas externa e interna.
Pag. 34
“Conforme recuerdo (‘zona media’) las alegrías
del verano, el mar y el sol, siento que mis sentimientos
agradables se difunden dentro de mi cuerpo. Ahora, enfoco
mi conciencia en el recuerdo de una mujer. Ella está en el
agua mientras yo, sentado en la playa, observo cómo nada
hacia mí. Ella sale del agua y veo su silueta esbozada contra
el fondo de una ola azul y cómo se mueve lentamente y hacia
mí... Esto me provoca un sentimiento de tristeza porque me
doy cuenta de que estoy soñando despierto, recordando
el pasado y deseando estar en la playa en este momento.
Experimento mi tristeza; se hace cada vez más intensa y
respiro más profundo. De repente, mi tristeza empieza a
disolverse y a retirarse de mi memoria; mi atención regresa
una vez más a lo que está sucediendo a mi alrededor (‘zona
externa’).”

“Desconozco la intimidad de tu experiencia, excepto


por tus revelaciones”.
Fritz Perls

Clasificar la actividad de la zona media como fantasía


es una manera de sensibilizarse ante estas diferencias.
Esto lo iniciamos en el experimento anterior, no obstante,
en la vida diaria es más difícil observar la distinción que
existe entre las zonas, por lo que el siguiente experimento
puede resultar útil para facilitar este proceso.

EXPERIMENTO 2(f): LA ZONA MEDIA EN LA VIDA


DIARIA
En su vida diaria utilice deliberadamente las palabras
“yo imagino que...,” “o pienso...” o “yo creo que...”
según describan en forma apropiada su actividad
presente.

Ejemplo:
“Un amigo mío está dormido en el siguiente cuarto y
habíamos plañendo ir al cine, pero ahora... “.

Pag. 35
“Imagino que en este momento prefiere dormir”.
“Pienso que faltan veinte minutos para que empiece
la función”.

Explore el alcance que tiene esta actividad de su


zona media, sin hacer juicios al respecto. Observe qué
tan seguido “sueña despierto” y ponga atención a lo que
le sucede. Las fantasías pueden influir nuestra forma de
vivir; en ocasiones no intentamos desarrollar nuestros
proyectos porque nos imaginamos que podemos fracasar,
o no nos atrevemos a comportarnos de manera diferente
debido a las fantasías que elaboramos acerca de lo que
podría sucedemos. El verdadero riesgo es que quizá nunca
vivamos realmente.

“La realidad no es la manera en la que usted desea que


sean las cosas, ni la manera en la que parecen ser, sino
la forma como realmente son.
Roben Ringer

EXPERIMENTO 2(g): EL RIESGO DE VIVIR


Haga una lista de los proyectos que le gustaría llevar
a cabo. Concéntrese en el proyecto que desearía
desarrollar dentro de un periodo razonable; anote

Fig. 2-3.
Pag. 36
las peores cosas que podrían suceder si intentara
realizar cualquiera de estos proyectos. Si cualesquiera
de los riesgos constituyen la forma en la que evita
hacer el proyecto, durante un tiempo piense en las
consecuencias de correr ese riesgo... Ahora, corra el
riesgo y note cuántas de sus expectativas “catastróficas”
se cumplen... Si algunas suceden, ¿son tan malas como
lo imaginó? ¿Valió la pena correr el riesgo?

Encerrados en el restringido mundo de nuestros


pensamientos y fantasías, no tenemos la manera de
descubrir y comprobar nuestras predicciones pesimistas
a menos de que corramos el riesgo y experimentemos lo
que sucede.

Ejemplo:
“Si uno de los miedos que tengo de aprender a bailar
con elegancia es que me veré estúpido o que lo haré sin
gracia escribo las consecuencias de esto de la siguiente
manera: La gente se reirá de mi. Me rechazarán. Me
sentiré ignorado y solo”.
“Si expreso mi enojo a un viejo amigo, ¿qué puede
suceder? ¿Mi actitud destruirá totalmente nuestra
amistad? ¿No querrá verme nunca más?”.

Es una función vital y natural de todos los seres


humanos el intentar que tenga sentido la información que
experimentan en las zonas externa e interna Cuando un
niño ve por primera vez una caja, tiene que examinarla
cuidadosamente para descubrir que le puede colocar
cosas adentro, y que a pesar de que la ve diferente, según
el ángulo en el que esté, la caja es la misma. Cuando ha
descubierto sus propiedades, puede generalizarlas a
todas las cajas. De la misma manera puede “aprender” a
generalizar que las lágrimas significan tristeza y que la
sensación de hormigueo implica enojo; sin embargo, las
Pag. 37
generalizaciones no siempre tienen fundamento, es decir,
las lágrimas pueden ser de alegría o de enojo; el hormigueo
puede significar emoción y, un cuello tieso puede deberse
a una mala postura
Tomar conciencia, tal como lo hemos descrito, implica
enfocar nuestra atención el tiempo que sea necesario
para tener la capacidad de experimentar completamente
aquello que atrae nuestra atención. El enfoque Gestalt
promueve el entrenamiento de nuestra capacidad para
hacer esto controlando esta función psicológica al punto
en el que podamos reconocer el momento en que hemos
perdido la dirección y, por ende, nuestra conciencia.
También nos permite revisar y reconocer algunas de
las generalizaciones que hemos utilizado. Así como las
metáforas verbales suelen ser trilladas (“Estaba bañada
en lágrimas”) también lo pueden ser las abstracciones que
provienen de los sentimientos de los estados emocionales
(“ansiedad”). A menudo resulta útil usar estas
generalizaciones, no obstante, en ocasiones olvidamos
que solamente son abstracciones que pueden conducimos
al error. Al poner atención a nuestra conciencia tenemos
la oportunidad de deshacer estas interpretaciones
automáticas y de permanecer conscientes de que, de
hecho, únicamente son una forma de ver el mundo.

“La realidad no es más que la suma de todo lo que


haces consciente cuando experimentas el aquí y el
ahora”.
Fritz Perls

Pag. 38
Pag. 39
3
Figura y fondo

“En contraste con el frío cielo deslavado en gris por el


amanecer, un solo árbol de pino se ve dibujado sobre
el pico”.
Agodai

De la multitud de posibilidades para tomar conciencia


seleccionamos únicamente algunas para (por lo general
en un momento determinado) centramos en ellas. Esta
toma de conciencia particular se convierte en la “figura”
que sobresale de todas las otras, y que después surge de
los cimientos o del fondo. La habilidad para permitir
que figuras claras y visibles se formen desde el fondo
de nuestro entorno es una medida de nuestra habilidad
para utilizar ese ambiente y que este satisfaga nuestras
necesidades y continúe nuestro crecimiento. El siguiente
experimento le invita a explorar su forma de interactuar
con su ambiente.

EXPERIMENTO 3(a): EL PROCESO CONTINUO DE


LA TOMA DE CONCIENCIA
Explore su toma de conciencia una vez más. Esta vez
clasifique cualquier cosa de la que tome conciencia
como si perteneciera a su zona interna, externa o
media. Inicie, como lo ha hecho antes, con la oración:
“Ahora me doy cuenta de...”. Si usted está trabajando
con una pareja, pueden turnarse para clasificar a qué
zona pertenece aquello de lo que se está dando cuenta
el otro.

Pag. 41
Por ejemplo:
“Ahora me doy cuenta del destello de luz en mi reloj”,
(zona externa). “Ahora me pregunto qué hora es”, (zona
medía).
“Ahora me doy cuenta de la sensación de frío en mis
dedos conforme tomo mi reloj”, (zona interna).

Fig. 3-1.
Continúe el experimento permitiendo que su atención
se mueva libremente de una zona a otra y observe cómo
una manera continua de tomar conciencia aparece y
después retrocede, en un patrón siempre cambiante y sin
estructura.

“Están sucediendo muchas cosas dentro de mí y muchas


otras fuera de mí, en mi entorno. De no ser capaz de enfocar
una de éstas a la vez, no podría hacerle frente a mi mundo o
hacer que éste tuviera sentido”.

Constantemente estamos enfocando nuestra atención


y cada vez que lo hacemos permitimos que una figura
Pag. 42
emerja desde el fondo. Ni la figura, ni el fondo pueden
existir sin el otro; es más, la interrelación entre los dos
es la que le da significado a nuestro mundo. Por ejemplo,
cuando vemos una escena, este proceso de enfocar
alternativamente “desestructura” y “reestructura” nuestra
percepción de la escena.

“En este momento estoy sentado en un cuarto,


escribiendo sobre una pequeña mesa. Conforme veo una
sombra color naranja a la derecha de mi campo visual, mis
ojos se enfocan en ese borrón de color. La forma anaranjada
se convierte en el mango de unas tijeras. Noto la relación de
las tijeras con el borde de la mesa, el corrector junto a sus
navajas, que están un poco abiertas, y de repente me doy
cuenta de un nuevo arreglo de la naturaleza muerta dentro
de mi cuarto. El recuerdo del cuarto cuando entré ha sido
reemplazado por uno nuevo”.

El viejo recuerdo visual ya ha sido “reestructurado”.


Antes de que esto sucediera tenía que darme cuenta de
que el viejo recuerdo ya había pasado de moda y que
desestructuré la vieja escena al buscar una nueva figura
en el fondo. Nuestra habilidad para cambiar nuestra
atención de un objeto a otro de esta manera, y descubrir
así la relación entre cada objeto y entre todas las piezas
y el fondo, nos permite que tenga significado una gran
variedad de percepciones que están a nuestra disposición.
Quizá les guste experimentar algunos de sus
propios procesos con el experimento que presentamos a
continuación:

EXPERIMENTO 3(b): SIGNIFICADO Y FIGURA-


FONDO
Enfoque su atención en un objeto grande, tal como
el de un ser humano o un mueble ¿Cómo ve ese gran
objeto en contraste con el fondo? Ahora, enfoque la
parte más pequeña de ese objeto.
Pag. 43
Por ejemplo:
Si usted está viendo a oirá persona, vea su cara contra
el fondo de su cuerpo y del cuarto.
Ahora ponga su atención en pequeños detalles, tales
como los ojos, o el reflejo que hay en ellos. Aprecie la
flexibilidad de su capacidad para hacer que las figuras
surjan desde el fondo.
Continúe con esta exploración, haciendo primero
que una cosa se ponga en foco, después otra. Podría
ayudar el desenfocar los ojos entre una figura y otra.
Ponga atención a la velocidad con la que se forma una
sucesión de figuras; haga este proceso más rápido
hasta que forme cuatro o más por segundo. ¿Qué
sucede? Ahora realice el experimento haciendo más
lento el proceso hasta que le tome muchos segundos
formar una figura ¿Qué sucede?
“Cuando mis ojos pasan rápidamente de una figura a
otra, encuentro que no tengo tiempo suficiente para
la formación genuina de la figura Si sostengo esto por
espacio de un minuto más o menos me mareo”.

Fig. 3-1.

Pag. 44
Para que una percepción visual tenga sentido, tenemos
que diferenciarla de su fondo; sin embargo, sólo cuando
la vemos dentro de su ambiente puede tener sentido o
significado. De la misma manera en que una parte de
un coche no nos da la capacidad para conducirlo por
la carretera, o una parte de una filosofía no nos da la
comprensión de toda ella.

“Una cosa, una idea o una afirmación son verdad


solamente cuando y donde estas se sostienen como
verdad. Algo es verdad sólo de acuerdo con su contexto.
Si no hay contexto, no hay verdad, en el sentido en que
el pensamiento humano lo entiende”.
Idries Shah

Mucho del trabajo original de la psicología Gestalt


estaba relacionado con percepciones visuales; cómo
formamos una figura desde el fondo con nuestros ojos.
Una de las contribuciones más importantes de la terapia
Gestalt fue extender el modelo desarrollado aquí para
aplicarlo a todas nuestras sensaciones y relacionarlo con
nuestra vida “emocional” al igual que con nuestra vida
“sensible”. La analogía entre nuestra percepción visual y
la de nuestros otros sentidos se demuestra fácilmente.

EXPERIMENTO 3(c): SONIDO Y FIGURA-FONDO


(ZONA EXTERNA)
Cierre sus ojos y escuche los sonidos a su alrededor.
Permita que un sonido ocupe su atención y se
convierta en la figura contra el fondo de todos los
otros sonidos. Ahora cambie su atención a otro sonido
y deje que éste se convierta en una figura conforme
el primero retrocede hacia el fondo. No intente hacer
que el sonido tenga sentido identificando que es lo que
lo está provocando, sólo escuche el sonido mismo. Los
sonidos más fáciles de escuchar de esta manera son los
Pag. 45
continuos y que inician muy lentamente, aumentan y
después desaparecen, como el sonido de un auto que
se aproxima y después se aleja.
“Para mí esto es descansado y cuando me involucro
con los sonidos mismos, más que clasificándolos o
imaginando de dónde surgen, me siento como un
niño pequeño y recuerdo cuando estaba recostado en
mi carriola en el palio, con los sonidos de los insectos
zumbando a mi alrededor y los pájaros, todo esto en
un día soleado”. “Una de mis variaciones favoritas de
esto es escuchar a un amigo tocar suavemente una
campana con sonido muy armonioso”.

En una forma exactamente análoga podemos poner


atención a los diferentes fenómenos que suceden en nuestra
zona interna y permitir que se produzcan una sucesión
de figura-fondo. Cuanto más capaces somos de hacer
esto, más habilidad tendremos para hacer que nuestro
medio interno tenga sentido y de este modo tendremos
más capacidad para conocer con mayor claridad nuestras
necesidades y nuestros deseos. Esta habilidad es la raíz
del autoconocimiento. Experimente la formación de sus
propias figura- fondo en su zona interna en el siguiente
experimento:

EXPERIMENTO 3(d): SENSACIÓN CORPORAL Y


FIGURA-FONDO (ZONA INTERNA)
Con sus ojos cerrados ponga atención a las sensaciones
localizadas en su mandíbula. ¿Está tensa o suelta?
Permita que la mandíbula se haga la figura contra
el fondo de las sensaciones en su cara, boca y cuello.
Ahora cambie su atención a sus asentaderas. ¿Cómo
se siente? Continúe cambiando su atención de un área
de su cuerpo a otra, dejando que el área que usted
enfoque se convierta en la figura (contra el fondo del
resto de su cuerpo).
Pag. 46
“Este experimento es muy útil en esos momentos en que
no puedo dormir porque me encuentro en un continuo
revivir de escenas que viví durante el día, o porque estoy
preocupado por todas las ocupaciones que me esperan
al día siguiente. Al darme cuenta de las diferentes
sensaciones de mi cuerpo puedo, generalmente, bajarme
del carrusel de mis recuerdos y me permito experimentar
la fatiga”.

Lo que sentimos en el sentido emocional, se


manifiesta en lo que experimentamos en el sentido físico
dentro de nuestro cuerpo. Con cada emoción están
asociadas una serie de sensaciones corporales. Podemos
estar “encendidos por la rabia”, “rígidos por el miedo”,
“temblando de emoción”. Estas reacciones son parte de
la herencia de nuestra evolución animal y son siempre
un indicador real de nuestros sentimientos. Si queremos
entender nuestras emociones (y a nosotros mismos)
debemos aprender a escuchar estas señales.
Si queremos percibir nuestro mundo emocional,
debemos damos tiempo para enfocar nuestra atención en
las sensaciones de nuestro cuerpo. Debemos permitir que
se forme una figura clara, responder a esa figura y después
dejar que otra figura sucesiva surja desde el fondo. Este
es un proceso natural; no tenemos que hacer nada
conscientemente excepto el poner atención a la evolución
continua de este proceso. De hecho, generalmente las
dificultades se presentan cuando interferimos este
proceso al utilizar mal nuestra zona media y distorsionar
las señales de nuestros cuerpos y entonces confundimos.
Por ejemplo, una persona que tiene el cuello tenso
siempre que habla con su jefe, puede ignorar esa tensión
o achacársela a la artritis. Si no se da cuenta de que
siente resentimiento o enojo hacia su jefe, quizá nunca
haga la relación de que es su jefe el que le provoca el
dolor en el cuello. Para deshacer esta defensa debe
ponerse atención a la tensión; de repente puede tener el
Pag. 47
destello de un recuerdo de algún momento en que estuvo
enojado o con resentimiento pero por alguna razón no
pudo expresarlo. El enojo o el resentimiento fueron,
literalmente, comprimidos apretando los músculos del
cuello. Al manejar todos los resentimientos posteriores
hacia figuras de autoridad en esta forma, reprime los
viejos sentimientos al igual que los nuevos. Con el
tiempo, el desplazamiento físico de estos sentimientos se
convierte en un hábito y ya no se da cuenta de la forma en
que constantemente se contiene. En este ejemplo bastante
simplificado, es por demás evidente que esta persona está
negándose físicamente ya que no está dispuesta a expresar
su enojo, y esto ya se ha hecho crónico. Además, ella es
su cuerpo, en el sentido más real. Los terapeutas Gestalt
creen que el bloqueo crónico e inconsciente de cualquier
cantidad de energía utilizada para lograr suprimir las
emociones no deseadas puede, si se libera, ser usado de
maneras mucho más creativas y más saludables.

“Durante los últimos años he tenido problemas en la


espalda y con mucha calma y dolor estoy tratando de
adquirir la responsabilidad de haber maltratado mi
cuerpo. Sin embargo, todavía me falta un buen trecho por
recorrer, como lo demuestra la historia que a continuación
relato. Para mí, las reuniones departamentales siempre se
han manejado tradicionalmente siguiendo una línea muy
“racional”, donde el expresar los sentimientos abiertamente
no se acostumbra. En una de estas reuniones me enojé y
estaba muy violento después de escuchar el comentario
de uno de mis colegas. Cuando terminó de hablar, le
expresé mi enojo controlando mi voz y mis gestos y me
mantuve sentado. Inmediatamente, a pesar de que casi no
me había movido, sentí un dolor muy agudo en la parte
baja de la espalda, exactamente igual al que había sentido
con anterioridad cuando me lastimé la espalda al cargar
pesas. La relación entre el control de mi enojo y lo que le
hago a la parte baja de mi espalda aún no está clara para

Pag. 48
mí. ¡Probablemente, como resultado de esto, en ocasiones
todavía sufro de dolores en la espalda!”

Por supuesto que algunas sensaciones corporales que


acompañan a las emociones que suprimimos son más
difíciles de localizar que las de la tensión del cuello. Pueden
ser sentimientos vagos de incomodidad o ansiedad. Pero
aun la ansiedad está compuesta de una multitud de
sensaciones corporales específicas que se vuelven claras
cuando se les enfoca. A pesar de que es posible suprimir
nuestras emociones y confundimos sobre lo que sentimos,
los concomitantes físicos de los sentimientos que se evitan
aún están presentes. Al poner atención a los componentes
físicos, podemos, en general volver a descubrir nuestras
emociones bloqueadas. Al enfocar las sensaciones que
percibimos dentro de nuestro cuerpo, de repente podemos
sentir una fuerte corriente de emoción que al principio
parece inexplicable; sin embargo, si permitimos que
este proceso continúe, algunos viejos recuerdos pueden
aparecer también de repente.

“Tengo los músculos tensos en las piernas y en las


pantorrillas. Me doy cuenta de la energía que retengo
ahí y descubrí que no bailaba o movía las piernas con
facilidad. Mi masajista estaba trabajando con mis piernas
cuando sentí una oleada do energía y empecé a moverlas
con rapidez, como si estuviera tratando de correr. De
repente recordé estar parado afuera del salón de clase en
el internado al que me enviaron después de que mis padres
murieron, y que movía las piernas en forma similar. Con el
recuerdo vino el momento en que entendí que quería huir,
a donde fuera, pero no tenía a dónde ir”.

A veces necesitamos que nos ayuden a poner atención


a nuestro cuerpo. Una de las formas más poderosas para
hacerlo es a través de masaje terapéutico. El masajista está
entrenado para darse cuenta de las áreas del cuerpo que el

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cliente está bloqueando (las señales físicas de este bloqueo
son obvias para el ojo entrenado) y con un masaje suave
en los músculos de estas áreas ayuda al cliente a enfocar
su atención ahí.
Una vez que empezamos a descubrir las diferentes
formas en las que hemos estado bloqueando la expresión
de nuestras emociones, empezamos a damos cuenta
de nuestra elección al continuar con esta forma de
comportamiento.
El siguiente paso es el de integrar el recuerdo
que surge de nuevo al experimentar por completo el
doloroso sentimiento que inicialmente provocó que se
“olvidara”. Una vez que se ha experimentado el dolor y
ya no se evita, poco a poco desaparecerá y el recuerdo
puede aceptarse sólo como eso, como un recuerdo. Cada
figura (o sentimiento) que surge del fondo, tiene una
vida limitada y conforme uno desaparece otro surge. Si
para protegemos de experiencias penosas y recuerdos
nos negamos a enfocar nuestra conciencia en estas
figuras, nosotros inconscientemente las perpetuamos;
permanecen encerradas por nuestros viejos patrones de
comportamiento y no nos abrimos a aprender nuevas
formas de ser. El enfoque Gestalt, entonces, exige valor
para enfrentar y aceptar toda nuestra experiencia.
El siguiente experimento demuestra cómo podemos
aplicar el modelo de percepción visual a la percepción
de sentimientos y emociones. Con el propósito de llevar
a cabo esta investigación creamos una fantasía que, para
la mayoría de la gente, evocará una gran variedad de
emociones en una sucesión bastante rápida.

EXPERIMENTO 3(e): SENTIMIENTOS Y FIGURA-


FONDO
Cierre sus ojos e imagine que su mamá habla con
usted. Tómese algún tiempo para formarse una
fotografía de ella; imagine su ropa, su olor, su postura
Pag. 50
y la forma como ella lo ve a usted. Cuando se sienta
seguro de tener una buena imagen de ella, dígale los
sentimientos que usted tiene hacia ella, sin tratar de
ser consistente o lógico.
Háblele de un sentimiento a la vez, y conforme le
dice esto, tome un poco de tiempo para experimentar
dicho sentimiento. ¿Qué siente en su cuerpo cuando le
describe su amor, calor, odio, frustración? Experimente
su propio flujo de una emoción a otra.
A propósito, cambie la velocidad de este flujo para
experimentar qué sucede cuando permanece por
largo tiempo con una emoción y lo que sucede cuando
usted le comunica todos los sentimientos que usted
tiene lo más rápido posible sin darse tiempo para
experimentar cualquiera de ellos.
¿Descubre usted la relación entre la confusión al
observar el mundo exterior e ir rápidamente de un
objeto a otro, y la confusión al observar el mundo
interior?
¿Experimenta usted algún cambio en su nivel de
emoción conforme se fuerza a fijarse en una figura?

“Me sorprende qué tan viva se vuelve mi mamá y cuántas


cosas le quiero decir, a pesar de que murió hace 22 años;
de esta forma ella no está realmente muerta”.

Si experimentamos por completo un sentimiento, hay


un punto en el que nos sentimos saciados, momento en el
que el sentimiento se disuelve y otros toman su lugar. Si
bloqueamos un sentimiento en particular esta experiencia
y resolución no tienen lugar. El sentimiento siempre está a
punto de ser experimentado, en lugar de que realmente se
experimente y después se termine con él, por el momento.
Se requiere de esfuerzo para detener la toma de conciencia
de algún sentimiento, a pesar de que quizá no nos demos
cuenta de que hacemos este esfuerzo.

Pag. 51
“Gestalt es la filosofía de lo obvio. Un neurótico es una
persona que no ve lo obvio”.
Fritz Perls.

El bloqueo de la conciencia se puede caracterizar y lo


manejaremos en forma más completa en la sección que
está relacionada con la “evitación”. Como quiera, estos
bloqueos nos conducen a fijamos en la forma en que nos
sentimos o la manera en que nos expresamos. Hacen
esto al limitar nuestra capacidad para responder. Si nos
diéramos completa cuenta de lo que sentimos, entonces
podríamos responder por completo. Los bloqueos nos
fijan de tal manera que establecemos formas de reaccionar
a los otros más que a ser flexibles. Nos impiden tener éxito
en nuestra vida y poder dirigirla de manera íntegra.

Fig. 3-3.

“Cada uno de nosotros tiene un guion de su vida que


quiere actualizar”.
Fritz Perls

Nos fijamos al no sentir y experimentar todos


los aspectos de nosotros mismos, todos nuestros
sentimientos. También nos podemos fijar al no ver el
Pag. 52
mundo que nos rodea en todos sus detalles específicos,
sólo con generalizaciones y abstracciones, productos del
lenguaje.
Lo valioso del lenguaje (y un criterio único y
fundamental de nuestra humanidad) es nuestra capacidad
de abstracción. Cuando un niño pequeño ve una silla, pasa
una enorme cantidad de tiempo explorándola, tratando de
encontrarle sentido. Después de cierto tiempo, empieza a
relacionar cada silla en particular con las otras; finalmente,
se da cuenta de que hay una clase de objetos en el mundo
llamados “sillas”. El problema es que hacemos mal uso de
esta capacidad de abstracción al hacemos tan hábiles para
ver las cosas en términos de su uso general o de su forma y
ya no vemos más sus cualidades individuales. Por ejemplo,
a un niño se le puede enseñar que las lágrimas significan
tristeza y, por lo tanto, este no captará el momento en que
signifiquen rabia o alegría.
A este proceso se le llama fijación y es el resultado de
no saber aplicar nuestra capacidad de abstracción, aquí
el proceso de abstracción en realidad impide nuestra
percepción de lo que en verdad ocurre. Intente hacer este
experimento por usted mismo:

EXPERIMENTO 3(f): FIJACIÓN (OBJETOS)


Sin inspeccionarlos de inmediato, deje que se forme
una imagen de dos o tres mesas del cuarto en el que
ahora se encuentra sentado. ¿Alguna vez ha examinado
estas mesas de cerca? ¿Ha visto usted cómo están
hechas y armadas? ¿Qué siente usted respecto a cada
una de ellas? ¿Le gustan una más que las otras? Ahora
examine una o dos de ellas de cerca. ¿Se ha formado
una imagen fija de esta mesa en su mente sin verla?

“Estoy impresionado por lo pesado de la construcción de


la mesa que está junto a mi cama y lo feo del barnizado del
pino, que tiene un tono vidriado en la parte de arriba. No
me gusta, así que me voy a deshacer de ella”.
Pag. 53
EXPERIMENTO 3(g): FIJACIÓN (EL SI MISMO) ¿Qué
etiquetas se aplica usted a sí mismo? Piense en algunos
adjetivos, por ejemplo, “duro”, “gordo”, “amable”.
¿Espera usted comportarse “representando este
personaje” con la gente a quien le gusta que usted sea
de esta manera? ¿Tiene usted diferentes “personajes”
con diferentes grupos de amigos?

“Me pasé una buena parte de mi vida siendo una


“persona amable”, jamás hería los sentimientos de otros
y era muy servicial. Quería que la gente me quisiera y me
necesitara. Sin embargo, muchas personas no estaban
satisfechas no importaba que tanto me esforzara. Ahora
ya no lo intento tanto y parece ser que hay más gente que
me quiere y acepta, aun cuando a veces estoy irritable y
soy cortante”.

EXPERIMENTO 3(g): FIJACIÓN (OTROS)


Piense en algunas de las personas importantes en su
vida, por ejemplo, su pareja o su jefe en el trabajo.
¿Cómo los clasifica usted? ¿Cómo se desempeña usted
dentro de los papeles que les asigna o refuerzan a
ambos dentro de esta fijación?

“Mi amigo Woody es un extraordinario cuentista. Me


entretiene y me siento bien con él, le permito divertirme,
pero en todos los años que he estado con él, realmente
no siento haberlo conocido. Más bien es como un cálido
aparato de televisión andante”.

“La mayor parte del tiempo estamos jugando y


parecemos satélites, uno alrededor del otro, evitando
tocamos y chocar...” (uno con el otro).
Fritz Perls

¿Cómo se fijan los otros en su relación con el mundo?

Pag. 54
“El cazador de ciervos no ve la montaña y el avaro no
ve al hombre”.
Hakuin (Maestro Zen del siglo X)

Conforme transcurre su vida diaria explore su


necesidad de etiquetar e identificar sus percepciones y sus
sentimientos. De vez en cuando abandone esta actividad
y ponga atención solamente a las claves principales
que utiliza para hacer sus clasificaciones. Describa su
percepción visual en términos solamente de color, forma
y luz o sombra y sus sentimientos solamente en términos
de sensaciones corporales. Cuando usted clasifica sus
sentimientos como cansancio, por ejemplo, explore las
sensaciones corporales que lo llevan a este diagnóstico;
¡podría encontrar que está, de hecho, aburrido!

“Una de las cosas que estoy aprendiendo acerca de mí


mismo es cómo reaccionar a las afirmaciones de otros
que yo imagino que implican un ataque contra mí.
Cuando me mantengo en la creencia loca de que soy
invulnerable no puedo reconocer mis sentimientos
de ser lastimado; en lugar de eso clasifico mi reacción
como enojo y actúo en consecuencia (y de manera
inoportuna)”.

La fijación limita nuestra flexibilidad y nuestra


capacidad de adaptación. Apaga la experiencia y la
emoción de vivir en este mundo siempre cambiante, a
veces haciéndonos caer en la trampa de creer que ya “antes
hemos hecho esto”. Pero cada momento en el tiempo
es nuevo; de cierta manera, todo lo que hacemos es por
primera vez.

El entrenamiento para la toma de conciencia en Gestalt


persigue romper patrones fijos de comportamiento y esto
se logra enfocando nuestra atención en lo que sentimos
Pag. 55
exactamente en un momento dado y en lo que está
sucediendo en el mundo externo. No solamente debemos
ver quiénes somos en un momento determinado, debemos
ver cómo nos acoplamos en el esquema de las cosas en
ese momento. Sólo de esta manera podemos responder
claramente a nosotros mismos y al mundo que nos rodea;
sin embargo, esto implica correr riesgos y que seamos
responsables de todo lo que hacemos.

Pag. 56
4
Responsabilidad

Fig. 4-1.

“Estás en libertad de hacer lo que quieras, sólo tienes que


enfrentar las consecuencias”.
Sheldon Kopp

Pag. 57
El acto de tomar conciencia no es un acto pasivo,
es querer alcanzar algo con ímpetu y coraje; implica
seleccionar lo que se quiere enfocar; es decir, de la
infinidad de eventos que están sucediendo en nuestra
conciencia, elegimos poner atención solamente a uno o
dos.

EXPERIMENTO 4(a): CONCIENCIA Y


RESPONSABILIDAD
Deje que su atención vague libremente en todas las
zonas de la conciencia y construya varias oraciones
que inicien con las palabras: “Ahora me doy cuenta
de...”. Como siempre, no trate de comprender ni
de hacer conjeturas de lo que se imagina acerca del
“propósito” de este experimento, solamente siga las
sugerencias y tome conciencia.

“En realidad, yo elijo a qué le quiero poner atención,


como también elijo lo que quiero experimentar o evitar.
Ahora no estoy sintiendo (o cuando menos lo estoy
ignorando) el frío en mis piernas; estoy sintiendo mi
estómago vacío”.

Algunas personas consideran que no somos


responsables de lo que somos ni de lo que elegimos
para enfocar nuestra atención. Este es un punto de vista
filosófico que fomenta el sentimiento de desesperación y
desamparo. El momento en que admitimos que somos
responsables de nosotros mismos, en lugar de pensar que
nuestros padres nos hicieron o que la sociedad nos ha
condicionado, nos abrimos a la posibilidad de cambiar y
de crecer.
Crecer implica expandir la conciencia que tenemos
de nosotros mismos, para lo cual debemos poner
atención a nuestra conciencia. No sólo es importante
estar conscientes, además tenemos que darnos cuenta de

Pag. 58
la calidad de esta conciencia. Es decir, debemos luchar
por darnos cuenta del proceso de tomar conciencia y del
control que tenemos sobre éste.
Desafortunadamente, en ocasiones descubrimos
cosas sobre nosotros mismos de las que preferiríamos
no estar conscientes. “Por ejemplo puede haber partes
de mí mismo que no me gustan; si elijo excluirlas de mi
conciencia, entonces estaré limitando aquello de lo que soy
capaz de darme cuenta. Estas limitaciones con frecuencia
se extienden más allá de la forma original de evitar la
conciencia; por ejemplo, si me niego a reconocer que
estar enojado es parte de mi naturaleza humana, puedo
impedirme el enojo, al grado de perder absolutamente
la capacidad para imponerme. De igual manera puedo
inicialmente ignorar y con el tiempo negar oirás partes
de mí mismo que considero desagradables”. Los niños a
quienes se les enseña a tener miedo de su sexualidad o a
sentir disgusto por sus sentimientos sexuales aprenderán
a reprimirse y, en consecuencia, les será difícil recuperar
su capacidad para expresar su sexualidad de manera
íntegra. En ambos ejemplos observamos cómo el hecho
de rechazar una faceta de nuestra personalidad nos lleva
a inhibir una habilidad para responder al mundo. A la
inversa, tomar la responsabilidad de quiénes somos nos
puede conducir a una mayor habilidad para responderle
al mundo.
No todos los caminos que nos hacen crecer resultan
de la exploración de quiénes somos, en particular esos
caminos que niegan el que uno se vea involucrado con
“las cosas de este mundo”. Hay personas que creen que
la naturaleza del hombre es mala, y que la disciplina de
la naturaleza animal del hombre es la única forma de
alcanzar la iluminación. A pesar de que ciertos aspectos
del ser humano dificultan el logro de una vida armoniosa,
la mayor parte de esta dificultad estriba en la ignorancia
de nuestra naturaleza y en la evitación de ciertos rasgos de
Pag. 59
comportamiento que nos provocan miedo. Como Dante,
tendríamos que llegar hasta el fondo del infierno antes
de poder abandonarlo, y tal vez entonces descubriríamos
que, después de todo, no estamos tan atemorizados.
Somos mucho más cambiantes de lo que imaginamos,
y los caminos que “nos ayudan a suavizar nuestra
naturaleza animal” pueden llevarnos a renunciar a más
cosas de las que nos damos cuenta.

“Era amarillo, rechonchito y suave. Su superficie se


había roto; sus movimientos eran torpes, llenos de
incertidumbre, de ambición y Su mayor anhelo era
adquirir un estado en el cual pudiera no querer nada
ni necesitar hacer ningún movimiento; presentarse al
mundo con una superficie lisa, uniforme y delicada.
Él no se dio cuenta de que era un pollo tratando de
ser huevo”.
Idries Shah

Fig. 4-2.
Pag. 60
EXPERIMENTO 4(b): LA SINCERIDAD CON UNO
MISMO
Imagine que tiene una conversación con alguien que
le desagrada demasiado. Trate de ser muy específico al
pensar en una cualidad, y en el comportamiento que
la acompaña, que le desagrada.

Ahora, pruebe en usted mismo este comportamiento.


Actúe como esa persona, ya sea de modo imaginario o
con una pareja. Examine qué tan fácil o qué tan difícil es
adoptar este comportamiento y de esta manera descubra
hasta qué grado usted usa a esa persona como un espejo
de las cualidades que usted no reconoce en sí mismo.

“Tengo un colega a quien percibo como un santurrón,


ostentoso y rígido. Siempre estuvimos en controversia
y nunca escuchaba mis argumentos. Me parecía una
persona insoportable. Estas percepciones surgieron de
una interacción que tuve con el y que fue particularmente
molesta. Para mi sorpresa, descubrí que podía representarlo
muy bien y, al darme cuenta de esto, comprendí que yo
también poseía, en buena medida, esas cualidades a pesar
de que me es muy difícil aceptarlo. Al darme cuenta de
cómo me siento cuando soy así, empecé a comprender a
este hombre. A partir de entonces, sin ningún esfuerzo
consciente de mi parte, nuestra relación ha progresado;
todavía no la disfruto, pero cuando menos ya la tolero”.

Por lo general, nos es más fácil reconocer cualidades


desagradables en otros que en nosotros mismos. La mejor
forma de descubrir “partes perdidas” o “fragmentos
ocultos de nuestra personalidad” consiste en el hecho de
tener claro lo que nos disgusta en el otro e investigar si
estamos ignorando un rasgo similar en nosotros.
También es posible, aunque menos factible, que
rechacemos cualidades que nos podrían gustar pero que
no nos han enseñado a reconocer. Usted puede explorar

Pag. 61
esta posibilidad de la siguiente manera:

EXPERIMENTO 4(c): OTRA VEZ LA SINCERIDAD


CON UNO MISMO
Imagine que tiene una conversación con alguien
hacia quien siente una gran admiración. Trate de
ser muy específico al pensar en una cualidad, y en
el comportamiento que la acompaña, que a usted
le gusta de esa persona Ahora, pruebe en usted este
comportamiento. Actúe como esa persona, ya sea de
modo imaginario o con una pareja. Examine qué tan
fácil o qué tan difícil es adoptar este comportamiento
y de esta manera descubra hasta qué grado usted usa
a esta persona como un espejo de las cualidades que
usted no reconoce en sí mismo.

Al hecho de evitar la responsabilidad de conocer quién


es usted se le llama “proyección”, la cual discutiremos con
mayor detalle en el capítulo 7. Si usted lo desea puede
comenzar a leer dicho capítulo en este momento o bien
continuar leyendo hasta que terminemos éste.
En nuestro lenguaje están escondidas muchas de las
formas con las cuales evitamos nuestras responsabilidades.

“Si usted cree en las palabras, cree en sus argumentos


escondidos. Cuando considera que algo está bien o mal,
que es cierto o falso, está creyendo en las hipótesis, en las
palabras que se utilizan para expresar un argumento. Estas
suposiciones están llenas de agujeros, pero se conservan
como algo muy valioso para los interesados”.
Frank Herbert

Utilizando el lenguaje asociado con la impotencia


tácita, podremos damos cuenta de la forma en que usamos
ciertas palabras y percibir cómo un cambio en éstas puede
aumentar nuestro autodominio y nuestro poder.

Pag. 62
EXPERIMENTO 4(d): IMPOTENCIA
Inicie algunas oraciones con las palabras: “Yo no
puedo...”. Piense en todas las cosas que usted no puede
hacer en este momento. Incluya acciones físicas (jugar
hockey sobre hielo, tocar el violín, etcétera) y hechos
mentales (resolver ecuaciones complicadas, mantener
sus finanzas en orden, etcétera). Si esto le parece difícil,
diga: “Yo no puedo hacer este estúpido experimento”.
Como siempre, le recomendamos que exprese con
palabras y de manera abierta estas afirmaciones, ya
sea solo o con un amigo. Reflexione brevemente sobre
cómo se sintió cuando dijo dichas afirmaciones en
voz alta Recuerde el sonido de su voz, su postura, sus
movimientos o la falta de estos.
Ahora regrese a estas oraciones y repítalas, cambiando
las palabras “no puedo” por las palabras “no quiero”.
Mientras hace esto, evite pensar en lo que está
haciendo, o si la oración que está diciendo tiene o
no sentido. Simplemente, diga las palabras y dese
cuenta de cómo se siente su cuerpo, de cómo suena
su voz, etcétera. Si siente que ha olvidado algunas de
las oraciones, diga “no quiero recordar”. Después deje
que pase un tiempo para ver qué sucede.
“La primera vez que hice este experimento empecé a
darme cuenta de que, de hecho, mis limitaciones no
eran tan grandes como me imaginaba. Solía decir, por
ejemplo, ‘yo no puedo tocar el piano’. Cuando cambié
‘no puedo’ por ‘no quiero’ me di cuenta de que sí podía,
pero siempre había querido dirigir mis esfuerzos en
otra dirección. Considero que, ésta es una lección útil
para esos momentos en los que me comparo con otros
que tienen más habilidades que yo”.

Una manera común de evitar nuestras


responsabilidades es la de comportamos como si no
fuéramos capaces de responsabilizamos de nosotros
Pag. 63
mismos. Un alcohólico dice “no puedo dejar de beber”
en lugar de “no quiero dejar de beber”. En términos de
comportamiento es posible concebir que podría dejar de
beber tan solo con dejar de levantar el vaso para llevárselo
a los labios; sin embargo, en algún nivel, dentro o fuera de
su conciencia, todo su organismo elige seguir bebiendo.
La filosofía Gestalt considera que el ser humano tiene
capacidad de elección, en lugar de verlo nada más como
un conjunto de respuestas condicionadas que está sujeto
al capricho de un destino impersonal. Es sorprendente
descubrir cómo el simple hecho de cambiar nuestra
forma de vemos nos conduce a cambios tan significativos
en nuestro comportamiento. Aun cuando estemos
muy lastimados por una fuente aparentemente externa,
podemos responder de muchas maneras: aceptando el
dolor, peleando, quejándonos o buscando alivio.
Por supuesto, una de nuestras opciones es no
buscar alivio a nuestro dolor; si lo hacemos, es nuestra
propia elección expresada a través de nuestras acciones,
independientemente de que protestemos cuando nos
lleguemos a sentir impotentes. Hasta cierto punto, nunca
es posible evitar tomar una decisión, y la responsabilidad
es nuestra.
El uso excesivo de las generalizaciones, o de las
palabras indefinidas “alguien” y “uno”, y la evitación de
los pronombres “yo” y “tú”, es una forma muy común de
usar el lenguaje para negar nuestra responsabilidad de lo
que decimos y de a quién se lo decimos.

EXPERIMENTO 4(c): GENERALIZACIONES


Trabajando con una pareja, describa un incidente que
le haya sucedido, utilizando las palabras “alguien” y
“uno”, en lugar de “yo” y “tú”. Ahora, vuelve a contar
la misma historia del incidente, usando las palabras
“yo” y “tú” en lugar de “alguien” y “uno”.
Por ejemplo:
Pag. 64
En lugar de decir: “Es angustiante cuando ‘alguien’
descubre a ‘uno’ con una tarea que no tía preparado”,
diga: “Me sentí angustiado cuando ‘tú’ descubriste que
‘yo’ no había preparado mi tarea”.

¿Nota usted la diferencia en la calidad de su


comunicación cuando usa “yo” y “tú” en lugar de
“alguien” y “uno”? Cuando aceptamos la responsabilidad
de nuestros sentimientos, declaramos nuestra naturaleza
humana y le recordamos su responsabilidad a otros seres
humanos. Tal vez ellos no lo reconozcan, o quizá hasta
utilicen lo que les ha demostrado como un arma para
atacarlo, haciéndole creer que son invulnerables. Sin
duda también habrá veces en las que estará hablando
sobre alguien más, aun cuando se esté describiendo, por
lo tanto, es importante darse cuenta de que sí podemos
elegir la forma de usar nuestro lenguaje.
Muchas preguntas, especialmente aquellas que
empiezan con “por qué”, son afirmaciones enmascaradas
o demandas disfrazadas. Forman parte de un
convencionalismo social que esconde algunos de los
sentimientos que podrían manifestarse si las afirmaciones
se formularan en forma directa. Por ejemplo, cuando
decimos “Querida, ¿por qué no empezaste a cocinar más
temprano?”, tal vez estamos evitando decir “tengo mucha
hambre y ya quiero comer”, porque no queremos tener el
conflicto que imaginamos que surgiría si manifestamos
abierta y directamente lo que pensamos y sentimos.
Otra forma errónea de emplear las preguntas es
utilizarlas continuamente para pedir ayuda; por ejemplo,
“¿Cómo puedo abrir esta lata?” o “¿Cómo plantas esta
semilla?”. Hay formas más directas de hacer estas
peticiones: “¿Me abres esta lata?” o “Quiero que plantes
estas semillas”. Por supuesto que algunas preguntas
solamente son una petición de información, pero el
depender constantemente de los otros en lugar de
Pag. 65
descubrir las cosas por nosotros mismos perpetúa nuestra
sensación de impotencia.
Por lo general, cuando estamos con alguien que
siempre está haciendo este tipo de preguntas nos sentimos
frustrados porque, al igual que un niño, está demandando
constantemente nuestra atención.

“Escuchando con atención, usted podrá descubrir si la


persona que pregunta realmente no necesita información;
si la pregunta no es necesaria, o bien si cuestionar es un
indicio de su flojera. Es importante distinguir las preguntas
germinas de las que son hipócritas, estas tienen como
intención manipular o conseguir, por medio de halagos,
que el otro vea o haga las cosas de una manera particular.
Por otro lado, preguntas tales como: ‘¿Qué tal te va?’, y ‘¿Te
has dado cuenta de que.?’ realmente proporcionan apoyo”.
Levitsky y Perls
¡Salud por la conciencia..! ¡ Gulp!

Fig. 4-3.

EXPERIMENTO 4(f): PREGUNTAS


Experimente en su vida diaria haciendo algunos
cambios a sus preguntas para que se conviertan en
afirmaciones o peticiones.
Por ejemplo:
“¿Querido, por qué te vas a tomar otro trago?”.

Pag. 66
Se convierte en
“Deja de beber, creo que ya ha sido suficiente”.

En la medida en que tengamos el hábito de hacer


afirmaciones y peticiones claras disminuirá nuestra
tolerancia para escuchar un sin fin de preguntas por
parte de los otros. Una de las consecuencias de esto
es que algunas de nuestras relaciones van a cambiar.
Debido a que la costumbre de usar preguntas, en lugar de
afirmaciones directas, está tan profundamente arraigada
en nuestro lenguaje, sería prudente hacer una pausa antes
de insistir a los otros que cambien su forma de hablar,
de la misma manera que nosotros hemos cambiado la
nuestra. La resistencia a cambiar nuestra costumbre de
preguntar es casi tan grande como la resistencia de los
fumadores a dejar de fumar; el resentimiento en el que se
incurre también puede ser comparable.
El hecho de dar demasiadas explicaciones constituye
otra forma de evitar la responsabilidad. Algunas personas
se pasan toda su vida justificándose, defendiéndose y
explicándose. Las acciones hablan más que las palabras y,
a menos de que adquiramos la responsabilidad de lo que
en realidad hacemos, en lugar de por lo que creemos que
hacemos, viviremos en un mundo imaginario más que en
uno real.

EXPERIMENTO 4(g): RESPONSABILIDAD Y ESTAR


A LA DEFENSIVA
Cierre sus ojos e imagine que está hablando con
alguien cercano, a quien le ha herido sus sentimientos
de alguna forma Ahora, hablando en voz alta, explique
con el mayor detalle posible por qué hizo lo que hizo
y dígale que su intención no era herirlo. ¿Cómo se oye
usted mismo?
Si usted está con una pareja, déle una bofetada y trate
de explicarle por qué lo hizo. ¿Le son conocidas sus
Pag. 67
explicaciones? ¿Es usted una persona que da muchas
explicaciones, o vive cerca de alguien que lo hace con
frecuencia?

Ahora, simplemente acepte que lastimó a su pareja


o a la persona con la que está teniendo la conversación
imaginaria. Asuma la responsabilidad de haber lastimado
a alguien en alguna ocasión, aun sin haberse dado cuenta.
Manifieste cómo se siente por lo que sucedió (contento,
arrepentido, etcétera)... ¿Ahora cómo se siente?

“Desde que estoy involucrado con la Gestalt, me he dado


cuenta de que paulatinamente ofrezco menos disculpas por
lo que hago. Tengo miedo de que mi familia piense que por
hacer esto soy menos amable; de hecho, temo que piensen
que estoy trastornado. Sin embargo, me siento más sincero
conmigo mismo. Me comporto de cierta manera y mis
actitudes hablan por sí mismas; a menudo mis disculpas
me sirven sólo para darme aliento de que no soy realmente
tan malo como a veces parezco ser”.

Existe otra manera de evitar la responsabilidad:


compensándose. Algunas personas, cuando están
enojadas, hablan con dulzura y sonríen y cuando se
sienten excitadas sexualmente se comportan en forma
paternal o maternal.

EXPERIMENTO 4(h): COMPENSACIÓN


Involucre a su pareja en una conversación o imagine
que está conversando con alguien importante en su
vida y aparentemente que está enojado. Después, hable
en voz alta, exprésese de tal manera que compense
la emoción que predomina. Dedique algún tiempo
a experimentar con esto. Practique con cada una de
las otras emociones: enojo, excitación sexual, tristeza,
etcétera, de la misma manera.

Pag. 68
“Durante un año compensé mi resentimiento y furia
contra mi esposo cuando me decía cómo debería
portarme para ser mamá de un delincuente de diez años
que él insistía que adoptáramos porque ‘su mamá lo
había abandonado’. Mientras Roy se encontraba en su
trabajo, yo tenía que estar en casa, aplacando a los padres
de los niños a quien este monstruo había golpeado o
cuyos juguetes había robado. La manera en que tenía
que hacerlo era tragando saliva y sonriendo de una
forma resignada y mostrando cansancio. Odio al niño y
odio a mi exmarido. Quizá todavía estaríamos juntos si
yo no me hubiera tragado lo que entonces sentía”.

Otra forma de utilizar el lenguaje para evitar asumir la


responsabilidad de lo que decimos es el uso de la palabra
“pero”. Por lo general, en las oraciones que incluyen
esta palabra la primera parte es un intento de negar la
responsabilidad de la afirmación que se expresa en la
segunda parte.

EXPERIMENTO 4(i): USO DE LA PALABRA “PERO”


Ponga atención al uso de la palabra “pero” en su
conversación y experimente reemplazarla por la
palabra “y”.
Por ejemplo:
“Te quiero, pero odio la manera en que me ignoras”.
Se convierte en
“Te quiero y odio la manera en que me ignoras”.
Ambos sentimientos pueden coexistir, no
necesariamente se oponen ni deberían verse como
argumentos o actitudes contradictorias.

“Soy responsable de mí mismo. Me he hecho cargo de mi


vida desde el momento en que mis padres y mis maestros
me educaron y me formaron. Mi comportamiento es
una expresión de quién soy y de lo que siento. También
es mi responsabilidad la manera en que les respondo a
los otros”.
Pag. 69
5
Capacidad para responder

“La idea de la terapia Gestalt es cambiar a la gente de


papel por gente real”.
Fritz Perls

La capacidad que tengamos para responderle al


mundo depende de que reconozcamos y aceptemos todas
las partes que conforman nuestra naturaleza; de ahí que,
cuando negamos partes de nosotros mismos, perdemos
nuestra capacidad para responder. De esta manera, en
la terapia Gestalt la palabra responsabilidad extiende su
significado a “capacidad para responder”.
En su uso diario, la palabra responsabilidad denota
cierta clase de imperativo ético o moral impuesto por la
sociedad; de hecho, una de las definiciones de la palabra
inglesa “responsibility” que se encuentra en el diccionario
en inglés Concise Oxford Dictionary dice: “respetable,
aparentemente digno de confianza”. En estos términos,
una carga de irresponsabilidad siempre conlleva cierta
clase de culpa; por ejemplo, si a los ojos de alguien
nos comportamos de manera responsable, lo estamos
haciendo como esa persona cree que deberíamos hacerlo,
aun a costa de que nuestras propias necesidades no estén
siendo tomadas en cuenta. En este sentido convencional,
ser responsable significa dar respuesta a una serie de
expectativas que son ajenas a nuestra naturaleza; sin
embargo, ser responsable implica que nosotros elegimos
la manera de responder, sin que por esto, necesaria o
inevitablemente, nos estemos rebelando en contra de lo que
dicta la sociedad. Este miedo tan común es característico
de las personas que interpretan la filosofía Gestalt como

Pag. 71
“hacer lo que uno quiere, sin importar los sentimientos
de los otros”. No obstante, mientras seamos parte de la
sociedad y como seres humanos tengamos necesidades
sociales importantes, nuestras elecciones serán paralelas
a las demandas de la sociedad; lo importante es reconocer
que sí tenemos la opción de elegir.
El siguiente experimento utiliza la conciencia
sensorial interna y externa para demostrar la capacidad
para responder y las posibles elecciones que existen en
nuestro interior.

EXPERIMENTO 5(a): CAPACIDAD PARA


RESPONDER Y TENSIÓN CORPORAL
Sentado cómodamente en una silla o recostado en el
piso, cierre sus ojos y tome conciencia de su cuerpo.
Deje que su atención recorra todo su cuerpo hasta que
llegue a la zona en la que sienta incomodidad, tensión
o dolor. Al principio, explore estas áreas sin tratar
de cambiar la sensación. Localice los límites de esta
tensión o dolor. Ubique el músculo que utiliza para
crear esta sensación y aumente su incomodidad o
tensión. Haga esto unas cuantas veces y podrá darse
cuenta de la parte que le causa esta tensión. De esta
manera, usted será responsable de este dolor y al
hacerlo, tendrá mayor posibilidad de ejercer el control
sobre él y sobre su mundo.
“Me siento descansado y relajado después de diez o
veinte minutos de hacer esto”.

El primer paso para ser capaces de responder al


inundo es aprender a tener dominio sobre nuestro cuerpo
y a responder a sus mensajes. Sin embargo, para poder
lograrlo es importante tener claro lo que necesitamos y lo
que queremos. Esto nos brindará una mejor oportunidad
para sentimos satisfechos en el mundo en el que vivimos.

Pag. 72
“Aprender es descubrir que algo es posible”.
Fritz Perls

Cuando somos muy pequeños tenemos muchas


necesidades que tienen que ser satisfechas para que
podamos crecer y desarrollamos. Al principio dependemos
totalmente de los otros para lograr esta satisfacción;
después, en la medida en que podemos paramos sobre
nuestros propios pies literalmente hablando, empezamos
a tener cada vez más responsabilidad en relación con
nuestras necesidades. En otras palabras, empezamos a ser
capaces de responderle al mundo que nos rodea y a tener
la mano para tomar de él lo que requerimos. Conforme
esto sucede descubrimos que existen muchas formas de
satisfacemos, no obstante, con frecuencia actuamos como
si nuestras necesidades actuales fueran tan vitales para
sobrevivir como lo fueron cuando éramos niños, como
es el caso de la necesidad de ser alimentados. Cuando
la satisfacción de dichas necesidades se ve amenazada,
respondemos con un ruido tan intenso como el que
sentíamos durante la infancia; por ejemplo, es fácil creer
que ciertos aspectos de mi vida (mi trabajo, mi familia y
mi coche) son apoyos básicos para mi existencia. Es cierto
que son importantes y que puedo disfrutarlos, no obstante,
el hecho de perderlos no necesariamente implicaría el fin
de mi vida. De manera similar, la pérdida de una persona
significativa o del sentido de la vista podría implicar un
cambio radical en nosotros, pero a pesar de ello, la vida
seguiría su curso.
Si nos convencemos de que nuestra sobrevivencia
depende de estas cosas materiales, podríamos llegar
a obsesionamos por preservarlas. Esta obsesión por
mantenemos en un determinado nivel de vida roba gran
parte de nuestra energía, que podríamos utilizar para
participar activamente y disfrutar por completo cada
momento que vivimos. Mientras más llenamos nuestras
Pag. 73
vidas con cosas que tratamos como si fueran necesarias
para nuestra existencia, más perdemos nuestro sentido
de libertad, y las posesiones se convierten en una carga
en lugar de ser un motivo de alegría. Al elegir acumular
posesiones dejamos de comprender que tenemos la
responsabilidad de nuestra propia vida. Esto puede
conducimos a vivir la experiencia de sentimos controlados
por nuestro medio a ser actores pasivos y desamparados,
en lugar de autores y directores en la comedia de nuestra
vida.
El siguiente experimento le permitirá enfocar sus
necesidades justo en este momento.

EXPERIMENTO 5(b): COMO SER RESPONSABLE


DE LO QUE NECESITO
Haga tantas oraciones, como le sea posible, que
empiecen con las palabras “yo necesito...”. Incluya
todos los aspectos de su vida: físicos emocionales,
intelectuales y espirituales.
Ahora, vuelva a leer estas oraciones, pero reemplace la
palabra “necesito” por la palabra “quiero”. Escúchese
usted mismo y reflexione sobre la diferencia, si es que
hay alguna.
“Para mí, la palabra ‘necesito’ implica cierta
impotencia, que desaparece cuando expreso ‘quiero’.
Ahora mismo necesito un apoyo pero, para obtenerlo,
tengo que decirle a alguien ‘quiero que me apoyes’.
Cuando encuentro a la persona que me complace,
satisfago mi necesidad, me siento satisfecho y continúo
con mi vida”.

Algunas veces la respuesta no material de los demás


se convierte para nosotros en algo tan importante como
una posesión material, y el posible que nos vayamos al
extremo de autodestruirnos sólo para conservar algo que
consideramos que es de vital importancia; por ejemplo, la
Pag. 74
aprobación de un superior. De es la manera, hacemos todo
lo necesario para demostrarle a esa persona que somos
capaces de lograr lo que creemos que espera de nosotros.
Este comportamiento puede ser sumamente valioso y
apreciable por un tiempo, pero al final puede resultar
contraproducente porque la atención y la energía que
podrían estar dirigidas a la tarea que tenemos que realizar
se desvían hacia la búsqueda de aprobación. Si todo el
tiempo actuáramos para gustarles a los demás, como
si fuera necesario hacerlo para sobrevivir, tendríamos
que controlar e inhibir constantemente nuestro
comportamiento y nuestras necesidades por el miedo de
que a alguien pudiera no gustarle lo que hacemos.
El siguiente experimento puede ayudarle a explorar el
grado en el que usted se inhibe en lo que quiere porque
tiene miedo de perder la aprobación de los demás.

EXPERIMENTO 5(c): APROBACIÓN


Piense en alguien de quien usted quiere obtener
reconocimiento, aprecio o amor. Tenga una
conversación imaginaria con esa persona y dígale
la forma que usted suele utilizar para ganarse este
tipo de cosas. Ahora imagine lo que sucedería si esa
persona no le diera lo que usted quiere.
¿Cuál es el precio de estar siempre tratando de obtener
este tipo de aprobación?
¿Cuál es el riesgo de no obtenerla?
¿Vale la pena pagar ese precio?

Cuando logramos damos cuenta de cuáles son los


miedos y las necesidades que provienen de nuestra
infancia y cuáles corresponden genuinamente a la vida
actual, podemos entonces dedicamos a satisfacer estas
necesidades legítimas. En la medida en que crecemos,
vamos descubriendo que nuestros horizontes son cada
vez más amplios y que nuestro grado de elección es mayor
Pag. 75
de lo que tal vez no imaginamos. De esta manera, nos
damos cuenta de que otras personas pueden tomar el
lugar de nuestros padres para alimentamos o cuidamos,
y que en esta ocasión sí podemos corresponderles. Ahora
algunas personas de nuestro entorno nos apoyan y son
capaces de satisfacer nuestras necesidades; otras personas
parecen tener esta capacidad, pero cuando las cosas salen
mal terminamos sintiéndonos insatisfechos y lastimados.
Estas personas son “tóxicas” (como Keleman las define).

Fig. 5-1.

Un paso importante hacia la madurez consiste en


utilizar nuestra capacidad para evitar a la gente que es
tóxica para nosotros y buscar a la que puede nutrimos.
Aun cuando ya hemos elegido a estas amistades y personas
amadas, tenernos una variedad de opciones; por ejemplo,
podemos pedirles, directamente, que satisfagan nuestras
necesidades, o bien, podemos manipularlas para lograrlo.
El pedirle a los demás que satisfagan nuestras
necesidades tiene sus riesgos: pueden negarse a hacerlo,
pueden lastimarnos, rechazarnos o abandonarnos. Si los
manipulamos, la posibilidad de sufrir un rechazo, directo es
menor porque, la mayor parte de las veces, la manipulación
Pag. 76
no permite que la persona que está siendo manipulada se
dé cuenta de que la estamos utilizando; sin embargo, con el
tiempo puede descubrirlo y mostrar resentimiento a menos
de que al satisfacer nuestras necesidades haya satisfecho
las propias. La manipulación indirecta puede tomar la
forma de una actuación representando el papel de personas
desamparadas, de la formulación continua de preguntas,
del intento de parecer estar lastimados o de una ‘infinidad
de comportamientos que hacen que la persona manipulada
sienta que el manipular no puede enfrentarse a la vida sin
que se le ayude. Desafortunadamente, este esfuerzo por
manipular a los demás para obtener lo que creemos que es
vital para sobrevivir, a menudo se convierte en un hábito y
se realiza de manera inconsciente.
De esta manera, la manipulación que hacemos de los
otros sustituye la comunicación genuina que podemos
tener con ellos y nos mantiene dependientes de las
respuestas que puedan dar a nuestras necesidades.
Nuestra tendencia a utilizar técnicas para manipular
disminuye conforme situamos nuestros deseos en una
perspectiva clara y comprendemos que existen otras
formas de satisfacer nuestras necesidades. Así mismo,
los riesgos que implica expresar nuestras demandas de
manera directa también disminuyen, en consecuencia,
podemos estar más dispuestos a utilizarlas, lo que nos
permite tener mayor capacidad para responder.

“Si me manifiesto sin preocuparme de cómo van a


responder los demás, entonces podré descubrir que a
algunos les importará y a otros no. Pero, ¿quién me
puede amar si nadie me conoce? Debo correr el riesgo
o vivir solo”.
S. Kopp

Aunque como individuos tenemos que


interrelacionarnos con otros seres humanos para
Pag. 77
satisfacer nuestras necesidades, a menudo nos volvemos
demasiado dependientes, perdemos la capacidad de
paramos en nuestros propios pies y prescindir de la ayuda
de los demás y, por ende, disminuye nuestra autonomía y
nuestra libertad de acción.
Fritz Perls define la madurez como “la transición
entre depender del entorno y ser independientes”.
Nuestro desarrollo continuo depende de la capacidad
que tengamos para ser independientes y de la habilidad
con que usemos esta independencia para buscar en
nuestro medio el apoyo que requerimos. Es necesario
que exista un equilibrio entre nuestra capacidad para ser
independientes y nuestra habilidad para pedir y aceptar
el apoyo de los demás. El hecho de situamos entre estos
estados nos proporciona una máxima libertad para
decidir, por lo que somos responsables de elegir la fuente
de nuestro apoyo, sea interna o externa.
Experimenten los sentimientos que tienen en tomo a
la dependencia y el apoyo. Charlotte Rosner nos enseñó
cómo hacerlo (ver Fig. 5-3).

EXPERIMENTO 5(d): INDEPENDENCIA CONTRA


DEPENDENCIA
Trabaje con su pareja Elijan quién será el dependiente
y quién será el que brindará apoyo. Ahora, estando
de pie, la persona que eligió ser la dependiente debe
recargarse contra la que apoya Dejen que la persona
que está soportando el peso se sienta cómoda y que la
otra se sienta relajada al sentirse apoyada. La persona
que está soportando el peso debe procurar que la otra
se sienta con la mayor comodidad posible. Quédense
varios minutos en esta posición, hasta que la persona
que está brindando el apoyo comience a cansarse. En
este momento, ambas deben expresar sus sentimientos:
Por ejemplo:
P.A “Ay, ya me cansé. Me gustaría que te quitaras”.
Pag. 78
Fig. 5-3
P.D “Vaya, es tan agradable relajarse aquí en tus
brazos. Siento como si ya no tuviera que cuidarme a
mí mismo”.
P.A “Ya me siento cansado de estar cargando todo este
peso: ¿porqué no te sostienes en tus propios pies?”.
P.D “Es muy grato recargarse así. Me siento protegido”.
P.A “¡Ya estoy harto de esto!, si no te sostienes con tus
propios pies, dejaré que te caigas al suelo”.
P.D “Por favor, no dejes que me caiga, tengo miedo de
no ser capaz de sostenerme solo”.

¿Le parece familiar alguno de estos papeles? ¿Le parece


significativo el papel que eligió representar?
Al seguir las normas que se dictan en nuestro medio
también podemos conseguir el apoyo que necesitamos sin
ser directamente responsables de nuestras acciones. De
la misma manera en que los empleados civiles obedecen
las normas, podríamos vivir nuestra vida servilmente,
siguiendo las expectativas y normas de nuestros padres. Si
iniciamos este camino cuando nuestros padres aún vivían
y había una recompensa por hacerlo (más amor, aprobación

Pag. 79
o aceptación) quizá nunca volveremos a evaluar lo que
queremos de la vida y continuemos llevando las expectativas
de nuestros padres. Esta rígida aplicación de las normas y
expectativas perpetúa la sensación de impotencia y con el
tiempo conduce a la inmovilidad y a una reducida capacidad
para la espontaneidad. No obstante, algunas normas tienen
valor; por ejemplo, conducir por el lado derecho de la calle
evita un choque de frente con otro auto; pero tenemos la
opción de elegir seguir esta regla o no hacerlo.

“Lo importante es recordar que tengo la elección de


obedecer o no las normas; si decido que no, debo ser
responsable de las consecuencias”.

Uno de los aspectos más personales de nuestra vida


diaria es el hecho de estar conscientes y responsabilizamos
de nuestras propias necesidades y deseos, en lugar de
seguir las normas que dicta otra persona acerca de lo que
deberíamos necesitar o querer. Es decir, la manera más
simple de satisfacer la necesidad de que alguien me dé
un masaje, es pedirle a alguien (que sea capaz de hacerlo)
que lo haga; el día de mañana necesitaré algo de comer y
puedo encontrar algo de comida por mí mismo o pedirle
a alguien que lo haga.

“Mientras más capaz de responder soy, más


posibilidades tengo para enriquecer mi vida,
explorar mi condición como ser humano, hacerme
dueño de mi destino, ver las cosas como son y
obtener lo que quiero de la vida”.

“Quiero conocerme tan completamente que cuando


le pregunte al mundo: ¿Qué quieres de mí? el mismo
Dios me responda: ¿Qué quieres tú de mí?
Proverbio Sufi

Pag. 80
6
Contacto

Fig. 6-1.

“Las mariposas solas bailan en el aire hasta que se


encuentran: ¡Como una pareja inmóvil!”.
Basho

Pag. 81
Para ver las cosas claramente leñemos que ser capaces
de enfocar la mirada; sin esta capacidad el mundo
aparentaría estar formado de borrosos parches de colores.
El criterio para enfocar bien es una aguda demarcación
alrededor de los bordes de los objetos que vemos, de tal
manera que sobresalgan de los otros objetos en nuestro
campo de visión. Si imaginamos que la toma de conciencia
es un reflector que nosotros enfocamos a voluntad, el
área que alumbramos es la “figura”, el área que no está
iluminada es el “fondo”.
No todos los fenómenos visibles se distinguen
claramente de su fondo; por ejemplo, un tigre en la jungla
se mezcla con el fondo para que su presa no lo note. Los
límites del tigre no están claros para el mono hasta que ya
es demasiado tarde.
Existe una relación entre la idea de una figura que surge
de un fondo y la idea de contacto. Una idea perfectamente
definida está en contacto con el fondo. Los bordes entre
las dos cosas, figura y fondo, son claros.
Si están borrosas, la figura está en confluencia con el
fondo y fluye dentro de éste. Por ejemplo, cuando el humo
del cigarro empieza a salir de éste, puede distinguirse
claramente del aire que lo rodea; el humo está en contacto
con el aire. Cuando el humo viaja hacia arriba, se pierde su
definición y se funde con el aire, formando una neblina.
En este momento el humo está en confluencia con el aire;
es decir, literalmente fluyendo con éste. El contacto entre
dos objetos se define como la existencia de una frontera
entre ellos. Cuando los límites están borrosos ocurre cierto
grado de confluencia y el contacto disminuye o se debilita.

Fig. 6-2.
Pag. 82
Fig. 6-3.

La comprensión del contacto y la confluencia


proporcionan el punto de partida de un modelo que
describe nuestras diferentes formas de interactuar con
nuestro mundo. Como sucede con la mayor parte de los
modelos de nuestro comportamiento, éste es útil hasta
cierto punto; si se toma de manera demasiado literal, si
perdemos la conciencia de que éste es sólo un modelo,
puede convertirse en algo ridículo y contraproducente.
Sin embargo, habiendo señalado esto, esperamos que el
uso de este modelo los ayude a conocerse a sí mismos. El
siguiente experimento proporciona un buen comienzo.

EXPERIMENTO 6(n): FOCO Y FIGURA-FONDO


Fije sus ojos en algo fuera de su cuerpo; después haga
que todo salga de foco. De repente nada está en primer
plano, sólo en el fondo. Continúe con este experimento
usando lo que está impreso en esta página. Desenfoque,
para que todo lo que vea sean borrosas barras grises
y blancas; después enfoque una palabra o letra. Note
cómo a menos de que las fronteras puedan distinguirse
entre la figura (las letras) y el fondo (la página) no es
posible que lo que ve tenga sentido. Ahora cambie su
atención al cuarto en el que usted está sentado y repita
el mismo experimento. Tome conciencia de cómo su
atención crea una figura desde el fondo.

Pag. 83
“Mientras hago esto me siento sorprendido y
emocionado, como un niño pequeño que enfoca un
proyector de cine, aun cuando todo a mi alrededor
está en brillantes colores tridimensionales”. “A
menudo, cuando miro la habitación, sumergido
en mis pensamientos y sin poner atención al
mundo exterior, se forma una impresión general de
aquélla, pero hasta que enfoco la mirada, no tengo
percepción de profundidad ni de la solidez de las
cosas que están en el cuarto. Cuando veo la relación
de profundidad a todo color, sé que tengo toda mi
atención dirigida a las cosas que estoy viendo y que
estoy en absoluta conciencia visual”.

EXPERIMENTO 6(b): FIGURA-FONDO Y ELECCIÓN


DE FOCO
Pida a su pareja que le cuente una historia. Mientras
esto sucede, enfoque su atención en su voz, después
en su cuerpo, luego en sus movimientos, en su
expresión facial y por último regrese al sonido de la
voz. Mantenga su atención en todas las cosas que su
pareja le diga enfocando una a la vez.

“Cuando pongo atención de esta manera me


emociono tanto con lo que veo y escucho, que
pierdo la noción de la historia pero eso no importa
porque ver a mi compañero con toda claridad es
mucho más interesante”.

Para poder ver un objeto claramente es necesario


que tenga límites muy precisos. Para vemos a nosotros
tenemos que ser claros en cuanto a nuestros límites
literales y metafóricos. El siguiente le permitirá explorar
sus límites literales.

Pag. 84
EXPERIMENTO 6(c): SUS LÍMITES CON EL MUNDO
Tómese algo de tiempo para diferenciar entre usted
mismo y su entorno. Verifique sus límites, donde du
piel se encuentra con el mundo. Esta es su frontera.
Verifique, si está sentado, cómo siente sus asentaderas
sobre el asiento. Si está usted parado, verifique cómo
sus pies hacen contacto con el piso. ¿Cómo siente sus
límites? ¿Puede usted distinguir entre el mundo en
que usted vive y su propio cuerpo? Mueva todo su
cuerpo y hágase consciente de dónde empieza usted y
dónde termina el mundo.

Fig. 6-4.
Una experiencia sensual, ¡mi piel se estremece y yo
quiero que mis límites hagan contacto con los de
alguien más!

La sensación de nuestros límites físicos está conectada


con una definición clara de nosotros mismos. Podrán darse
cuenta de que este experimento los ha ayudado a enfocar su
atención en lo que ustedes son y en cómo difieren del mundo
que los rodea. Una de las respuestas más emocionantes del
Koan Zen a la pregunta “¿Quién eres?”, es un golpe agudo
en el pecho. Ambos, “mente” y “cuerpo” son abstracciones
de una entidad concreta: usted.
A pesar de que somos individuos únicos, de todas
maneras compartimos nuestra humanidad en común.
Nuestra capacidad para intimar con los otros depende
de que reconozcamos esto que tenemos en común y que
Pag. 85
implica identificarnos con nuestros sentimientos. Esta
identificación, en general, se expresa con frases tales
como: “Realmente sé cómo le sientes” y “Sí, también
a veces me siento así”. Para que este acto de compartir
se lleve a cabo, las diferencias entre los que participan
deben diluirse. La gente que tiene una clara percepción
de sí misma no considera que esto sea amenazante; pero
aquellos que tienen una idea confusa de quienes son, de
repente pueden sentirse fuera de control y amenazados. No
reconocen que sus sentimientos se deben a una pérdida de
la sensación de sus límites o de su autodefinición, sino que
lo describen como un miedo a estar demasiado cerca de
otros. De esta manera, la capacidad para intimar implica
una clara definición de nosotros mismos, separados de
los demás, con quienes tenemos fronteras. Estas fronteras
no son barreras pero sí una línea de demarcación entre la
zona en la que “yo” tengo el control (de mí) y aquélla en la
que “tú” lo tienes (de tí mismo).
No solamente nuestras fronteras tienen que ser claras
para que “yo sea amo de mí mismo” sino que tienen que
estarlo para que yo pueda distinguir lo que necesito, de
las necesidades de aquellos que están cerca de mí. Esto
no siempre puede ser obvio; la sobreidentificación entre
marido y mujer, padre e hijo, empleado y empleador, son
fenómenos comunes que ocurren cuando cualquiera de
las personas confunde las necesidades del otro con las
suyas. Esto provoca problemas cuando las dos personas
tienen necesidades diferentes. Es más, el identificarse
demasiado o la identificación incompleta pueden conducir
a que ninguno tenga sus necesidades satisfechas, como el
esposo y la esposa que una noche se encontraron en el
ballet porque cada uno pensó que el otro quería estar ahí.
El siguiente experimento le permitirá agudizar sus
límites entre usted y su pareja al explorar sus diferencias
y sus semejanzas. Puede hacerse con una pareja real o de
manera imaginaria.
Pag. 86
EXPERIMENTO 6(d): DEFINICION DE SUS LÍMITES
CON OTROS
Encuentre a su pareja. Dígale todas las formas en
las que son diferentes uno del otro. Durante algún
tiempo, piense con mucho detenimiento sobre estas
diferencias y sea tan específico como le sea posible.
Use las diferencias para sentir los límites entre usted
y su pareja.

“Me siento muy visible y claramente definido;


también estoy consciente de que yo puedo ver a mi
pareja con gran agudeza y sentirme emocionado de
darme cuenta de que aquí hay una persona diferente
a mí, y de que no estoy solo”.

EXPERIMENTO 6(c): LA EXPLORACIÓN DE LAS


SEMEJANZAS
Ahora piense un momento en las semejanzas entre
usted y su pareja y discútanlas entre ambos. Compare
cómo se sintió al discutir las diferencias. ¿Está usted
consciente de alguna diferencia en su emoción entre
este experimento y el anterior?

Fig. 6-5.

Pag. 87
“Me siento afectuoso, relajado y menos emocionado,
a gusto y un poco aburrido; aquí no hay nada nuevo,
nada que descubrir”.

Aquí hay algunas palabras nuevas acompañadas de


imágenes que nos muestran las cuatro formas en que la
gente se relaciona.
Explorar las diferencias es a veces más emocionante
que compartir las semejanzas, donde no hay tanta
novedad ya que los atributos que compartimos nos son
muy conocidos. Sin embargo, si usted comparte mucho
con su pareja y verifica por completo las experiencias así
como los atributos en común, quizá encuentre que aún
en este hecho hay claras diferencias. Todos conocemos el

Fig. 6-6

Pag. 88
Fig. 6-6. Cont.

diferencias. Todos conocemos el dolor, pero nunca


exactamente de la misma manera. En la tradición mística
judía existe un dicho: “Si realmente fuéramos iguales
entonces uno de nosotros no sería necesario”.
Cuando compartimos semejanzas se diluyen los
límites entre nosotros. Cuando perdemos la conciencia de
las diferencias entre nosotros y los demás o entre nosotros
y el mundo, y perdemos el sentido de los límites, se dice
que estamos en un estado de confluencia. En la experiencia
de tal estado se encuentra la raíz de la experiencia estática
y mística; a la mayoría de nosotros nos asusta demasiado
la pérdida de nuestros límites como para que intentemos
alcanzar esos estados con frecuencia. La experiencia de
unión más común (con una conciencia de los límites
mucho menor) es el momento del orgasmo mutuo cuando
se hace el amor; sin embargo, aun en esta situación el
miedo de fundirse puede bloquear la intimidad y la
elección de experiencias menos intensas y satisfactorias.

“Cuando me estoy quedando dormido estoy consciente


de que mis límites se hacen menos claros; en cierto
sentido, me disuelvo. Cuando despierto vuelvo a

Pag. 89
tener mis límites claros y otra vez sé dónde termina el
mundo y dónde empiezo yo”.

El experimento 6(f) le permitirá empezar a explorar


las diferencias entre el contacto y la confluencia con su
pareja.
Fig. 6-7

Pag. 90
Fig. 6-8

3. Cuando estoy consciente tan sólo de nuestras


semejanzas en el momento en que estamos frente a frente,
tengo la sensación de una fusión total.

Pag. 91
Fig. 6-9
EXPERIMENTO 6(f): LA DIFERENCIA ENTRE
CONTACTO Y CONFLUENCIA
Ambos, usted y su pareja de pie uno (Vente al otro,
levantan sus manos con las palmas hacia el frente y a
la altura de los hombros. Choquen sus manos contra
las de su pareja y vean cómo se sienten. Hagan esto
durante un momento y cada vez que choquen las manos
digan: “soy diferente de tí.” Sienta el contacto; sienta la
diferencia entre ustedes. En este momento, sus límites
deben ser bastante claros. Ahora descanse un rato y
después observe a su pareja. Sin hablar, poco a poco
acérquense y pongan sus manos sobre los hombros del
otro. Si se sienten cómodos acérquense más, de manera
que la cabeza de uno quede sobre un hombro del otro y
las partes altas de sus cuerpos queden juntas. Cuando
estén listos, empiecen a tararear suavemente. Después
de un minuto más o menos, tendrá la sensación de

Pag. 92
fundirse con su pareja; esto es confluencia. Si es posible,
no permita que In timidez interfiera. Si esto sucede,
sepárese de su pareja y comparta sus sentimientos sobre
el experimento. Ponga atención a la diferencia entre ser
confluente con su pareja y estar en contacto con ella.

Es claro que estar en contacto con otro ser humano


o con el mundo depende de la percepción que uno tiene
de sí mismo. Pero en cierto sentido, la persona que somos
cambia de un momento a otro dependiendo del lugar, el
tiempo, la gente con la que estamos y cómo nos sentimos.
Es esta cualidad de cambio interminable el criterio para
estar vivo. De manera que para estar en contacto en
cualquier momento, tenemos que saber lo que sentimos y
quiénes somos en ese momento.
Ya que no es posible estar consciente de dos cosas
al mismo tiempo, por ejemplo, yo mismo y tú, tenemos
que retroceder hacia nuestro interior, dejar pasar unos
instantes y probar cómo nos sentimos. A este proceso
se le llama retroceso y, a menos que podamos dominar
el equilibrio entre contactar el medio y retroceder, no
podremos descubrir quién está contactando con el medio.
El siguiente experimento le permitirá comprender mejor
este fenómeno.

EXPERIMENTO 6(g): CONTACTO Y RETROCESO


Si usted está trabajando con una pareja, haga contacto
visual con ella brevemente y sin hablar, retroceda
hacia dentro de sí mismo. Si está trabajando solo,
vea a su alrededor, contacte con su medio y después
retroceda. Por un momento, céntrese en la conciencia
interna aplicando la frase “Ahora me doy cuenta
de...” a todos los fenómenos que ocurran dentro de
su piel. Trate de no desviarse a su zona media o a su
imaginación. Cuando ya tenga claro quién es usted,
sálgase de sí mismo y haga contacto con su pareja o
Pag. 93
con su entorno una vez más. Contacte y retroceda
varias veces siguiendo un ritmo para hacer esto. No
use palabras; haga de ésta una experiencia no verbal.

Para hacer un buen contacto con nuestro mundo y


con la gente ocasionalmente tenemos que retroceder del
contacto externo y hacer contacto con nosotros mismos.
Después, ya renovados, podemos volver a salir al mundo.
La habilidad para encontrar el equilibrio y el flujo entre
hacer contacto y retroceder del medio es una fuente de
fuerza y alegría. Sin embargo, mucha gente no sabe cómo
retroceder del todo. Retroceden a medias alternando el
soñar despiertos y regresar para captar algunos destellos
de su ambiente sin ver lo que en realidad sucede en el
mundo externo o dentro de ellos. Se quedan estancados
en un estado vago en el que toda su conciencia está difusa
entre las tres zonas; de manera que no ven con claridad o
no hacen un buen contacto con ninguna de ellas.
Ya que, en el sentido en que aquí se utiliza, retroceso
significa hacer contacto con uno mismo, nuestra
capacidad para retroceder por completo (contacto
interno) intensifica nuestra capacidad para hacer un buen
contacto (externo). Contactar implica tomar conciencia
de las zonas interna y media.
Sin embargo, retirarse no implica “irse al espacio
exterior”, el cual es un estado en el que perdemos
conciencia de nuestros límites y, en consecuencia de
la sensación de nosotros mismos; en este estado puede
decirse que estamos en confluencia con nuestro ambiente.
Este tipo de confluencia tiene pocas de las ventajas
del retroceso genuino. Ya que generalmente se alcanza
a través de la zona media, le recomendamos que cuando
retroceda al inicio, sólo lo haga a la zona interna. Para
ilustrar estas dificultades y para permitirles experimentar
la diferencia entre el retroceso y la confluencia, trate de
hacer el siguiente experimento:
Pag. 94
Fig. 6-10

EXPERIMENTO 6(h): RETROCESO HACIA LA


ZONA MEDIA
Cuando usted retrocede permite, conscientemente,
que su imaginación se vaya con usted; pase cierto
tiempo pensando, fantaseando, soñando. De manera
alterna sumérjase en la lectura de un libro absorbente.
Después de algún tiempo, podrá descubrir momentos
en los que se “olvida de sí mismo” y se pierde de lo que
sucede dentro de usted y a su alrededor.

Pag. 95
Fig. 6-11

Cuando se dé cuenta de esto, cambie el loco de su


conciencia hacia su zona interna, usando la frase:
“Ahora me doy cuenta de...”. ¿Siente usted alguna
diferencia entre estos dos modelos que acaba de
experimentar?

La mayoría de la gente encuentra que la actividad de


la zona media es menos emocionante que la de las zonas
Pag. 96
interna y externa porque, de alguna manera, es volver a
experimentar y volver a rehacer lo que acaba de ocurrir;
sin embargo, podemos utilizar nuestra zona media para
descubrir si algo que necesitamos nos hace falla en nuestra
situación actual.

EXPERIMENTO 6(i): ¿QUE FALTA EN EL


AMBIENTE?
Contacte con su pareja y después retroceda, deje
que sus fantasías reinen por completo. Cuando haya
producido su ensoñación, haga que su atención
regrese al aquí y ahora y compare su fantasía con su
realidad presente. ¿Encuentra usted que algo falta?
¿Qué puede hacer para traer al presente lo que le hace
falta? ¿Quiere tomar este riesgo?

“A veces, cuando hablo con otros, encuentro que


mi atención está vagando y me doy cuenta de que
realmente no estoy escuchando. Si pongo atención
a la dirección de mis ensoñaciones puedo, por lo
general, estar más consciente de lo que falta en
mi existencia presente. Es entonces que tengo más
oportunidades de reducir mi aburrimiento, ya sea
trabajando para cambiar mi interacción actual o,
durante un corto tiempo, invirtiendo tiempo en
soñar despierto”.

Contacto, confluencia y retroceso pueden usarse para


describir la relación entre mí mismo y alguien más en
cualquier momento. Estas formas de relacionarse pueden
ser consideradas para hacer un continuo; del retroceso,
al contacto y a la confluencia. Usted puede retroceder
y centrarse en sí mismo; después, conforme usted abre
los ojos y hace contacto con su pareja, hay un momento
en el que usted puede verla y tomar conciencia de las
diferencias entre ambos. Si hace contacto con ella durante
Pag. 97
un buen tiempo o si se le acerca para abrazarla, hay una
tendencia a fundirse y perder los límites entre ustedes. En
este momento se hace confluente con su pareja y si pierde
esa sensación de claridad de sí mismo, también pierde el
contacto con ella. Si usted permanece en confluencia y sin
fronteras, más que en contado, la emoción del contacto
original muere lentamente.
Uno de los rasgos distintivos de este continuo es la
emoción que se siente en el momento de cada transición
cuando pasamos a través del contacto. Estos son los
momentos en que corremos los riesgos más grandes. Al
iniciar el contacto, ¿qué tal si nos rechazan? Algunas
personas se bloquean para no arriesgarse a tener un buen
contacto con otros. Retroceden y se esconden detrás
de sus papeles, los “personajes” que ellos han creado,
arriesgándose a hacer contacto solamente durante el
tiempo necesario para examinar cómo está representando
el papel y cómo se recibe. La gente que se encuentra
estancada en el desempeño de ciertos papeles, rara vez hace
mucho contacto o demuestra mucha emoción. Se corre un
poco de riesgo al desempeñar un papel. La comunicación
implica hacer un buen contacto, la capacidad para tolerar
la confluencia y la capacidad para retroceder.
Utilice el siguiente experimento para explorar el
continuo retroceso, contacto y confluencia

EXPERIMENTO 6(j): RETROCESO-CONTACTO-


CONFLUENCIA
Si está trabajando con una pareja, dedique algún
tiempo a retroceder a su zona interna. Cuando
este seguro de cómo se siente, abra sus ojos y haga
contacto con su pareja, brevemente, y sin palabras.
Después, con suavidad, acérquese más uno al otro y,
si se sienten cómodos para hacerlo, abrácense. Trate
de volverse más confluente. Después de estar algunos
minutos así, retírense con suavidad de manera que no
Pag. 98
se toquen.
Haga contacto con su pareja otra vez, sin hablar.
Finalmente, retrocedan una vez más.
Repitan este ciclo 2 ó 3 veces, ponga atención a ese
momento en que deciden moverse de la confluencia al
contacto. ¿Sienten la emoción en esta etapa?
Si está trabajando sin pareja, tendrá que encontrar
alguna situación en la que pueda perderse en su
entorno.

“Cuando estoy remojándome en agua caliente, o


escuchando música, puedo unirme con el mundo
exterior de una manera confluente, perdiendo la
sensación de mí mismo. Regreso al contacto con
esta situación cuando altero las condiciones al
poner el agua fría o al bajar el volumen”.

El sentir la emoción no es sólo una experiencia


agradable; también puede tomar la forma de ansiedad.
¿Experimentó usted alguna clase de emoción durante este
experimento?
Para poder ser asertivo, tiene que ser capaz de
arriesgarse a hacer contacto con otras personas. Trate de
definir de qué manera es usted diferente de ellos, cómo
sus necesidades de ese momento difieren de las de ellos.
Si usted se pasa la vida evitando mecer su lancha quizá
nunca se vuelque, pero tampoco irá hacia donde usted
quiere. Aceptar una horrible taza de café, en lugar de
pedir un buen café, o aceptar los ataques o demandas de
la gente sin expresar las propias necesidades, conduce a la
esclavitud o al retroceso total. Lo más que puede esperar
por esto es que alguien adivine lo que quiere y se lo
proporcione.
Algunos matrimonios están formados con parejas
que siempre “se llevan bien”. A pesar de que puedan
odiarse el uno al otro durante años y nunca satisfacer las
Pag. 99
necesidades mutuas nunca se insultarán. Es muy difícil
que otra persona satisfaga nuestras necesidades a menos
que estemos en contacto con ellas.
Ser independientes implica satisfacer nuestras
necesidades bajo nuestra propia dirección y control; no
pueden quedar satisfechas de manera adecuada si estamos
en retroceso en confluencia. Un niño antes de nacer está en
confluencia con su madre. Al nacer se separa de su madre
y se pone en contacto con ella y el mundo. Gradualmente,
a través del contacto, el niño aprende sobre sí mismo y el
mundo y se vuelve, poco a poco, independiente.
El sentido del sí mismo, asociado con la independencia,
viene del contacto con el mundo y de una clara definición
en dónde terminamos y dónde empieza el mundo como
resultado de este contacto. El siguiente experimento le
permitirá explorar su concepto de sí mismo.

EXPERIMENTO 6(k): ¿YO? CLARO O BORROSO


Trabaje con una pareja y uno le debe preguntar al otro:
“¿Quién eres?” Pregunte esto cuando menos diez veces
y después cambie de papeles. La persona que pregunta
debe intentar hacerlo de tantas maneras como le
sea posible, cambiando el tono de voz, la inflexión
de cada palabra y el volumen y la velocidad con que
se pregunta. No importa cómo conteste la pareja, la
pregunta debe repetirse. Dediqúese el tiempo que
le sea posible a este experimento, todo el que pueda
tolerar. Diez minutos es, por lo general, suficiente.

Pag. 100
7
Formas de evitación

Fig. 7-1.

Qué cosa más imponente es sentir que está uno a punto de


tener la posibilidad de conocer realmente a otra persona.
¿Puede suceder alguna vez? No estoy seguro... Estamos
tan llenos de miedos al rechazo y de pretensiones que
rara vez sabemos si estamos siendo un fraude o de verdad
somos nosotros mismos.

De todos los peligros que compartimos, probablemente


el mayor viene de nuestras fantasías acerca del otro.
¿Nos estamos inventando uno al otro?
Beberly Axelrod

Pag. 101
El enfoque Gestalt hacia la vida implica el ser quienes
somos, aun si esto significa correr riesgos. Cada vez que
evitamos experimentar o expresar quiénes somos, una
parte de nosotros muere. Es solamente a través de tomar
conciencia de quiénes somos y de nuestra relación con
nuestro medio siempre cambiante que podemos, en forma
flexible, ser capaces de responder a las experiencias que
tenemos a cada momento. Sin embargo, por costumbre
constantemente evitamos ver quiénes somos y qué está
sucediendo a nuestro alrededor.
Existen algunas situaciones que vale la pena evitar
(por ejemplo, pelear con el borracho que se hospeda en la
habitación de junto en el hotel y hace tanto ruido que no
nos deja dormir), pero a menos que esa elección se haga de
modo consciente, podríamos sólo estar evitando expresar
lo que sentimos (en este caso, nuestra indignación). El
no poder manifestar nuestros sentimientos, ya como
algo crónico, nos conduce a la disminución de nuestra
capacidad para expresarlos.
Nuestra naturaleza como seres humanos es
expresamos y expresar nuestros sentimientos. Esto no
significa que cada vez que me sienta enojado, por ejemplo,
deba expresar mi enojo de inmediato. A veces tal actitud
no es la apropiada. Sin embargo, si por hábito evito
expresarme, estoy negando una parte de mí mismo; con el
tiempo podría perder la conciencia de que estoy enojado
y convertirme en mucho menos de lo que puedo ser. Es
más, mi enojo con el tiempo encontrará expresión de una
u otra forma, ya sea como hostilidad disfrazada hacia los
demás, o como actitudes autodestructivas. Otra opción
que creo es más saludable promover, es ser cuando menos
sincero con uno mismo, tomar conciencia tanto del enojo
como de la elección de expresarlo o no hacerlo.
En los capítulos anteriores hemos explorado cómo
el proceso de vivir implica el flujo continuo de nuestra
conciencia pasando de una figura a la otra. Nuestra
Pag. 102
capacidad para damos cuenta de nuestro potencial, para
explorar y expandir nuestra creatividad, depende de
nuestra capacidad para abrimos a este flujo y responderle.
Cuanto más interferimos nuestro proceso, más
bloqueamos grandes áreas de nuestra existencia. Ahora
experimente con este proceso en usted mismo y ponga
atención a las formas en que usted interfiere su conciencia
en este momento.

EXPERIMENTO 7(a): FORMACIÓN Y DESTRUCCIÓN


Iniciando en una posición de Indiferencia creativa
trate de tomar conciencia de cualquier necesidad
física surja de usted: quizá quiera cambiar de postura
para ponerse en una más cómoda tal vez sienta la
necesidad de rascarse o de apagar su sed. Permita
que esta necesidad desarrolle la formación de una
sólida “figura-fondo”. Después intente satisfacer
esta necesidad (muévase, rásquese, tome líquido) o,
en términos de Gestalt, destruya esta formación de
figura-fondo. Acto seguido, regrese al punto inicial de
indiferencia creativa hasta que empiece a surgir otra
figura desde el fondo de su conciencia.

“A algunas figuras les toma más tiempo debilitarse


que a otras. Ahora mismo estoy cansado y necesito
dormir. Me imagino que hasta que descanse un
poco, mi cansancio estará en el primer plano de mi
atención”.

La evitación se lleva a cabo en el momento en que una


figura normalmente surgiría de un fondo y “algo sucede”
que lo impide. De algún modo, al bloquear nuestra
conciencia para evitar sentimientos asociaciones/aspectos
de lo que está sucediendo/actos desagradables, evitamos
que la figura se forme claramente. Nuestra capacidad
para hacer que este mundo tenga sentido se inhibe ya que
Pag. 103
nos vemos ciertas cosas ni con claridad ni de ninguna
manera tenemos escotomas. Por Ejemplo, cuando usted
discute un tema cargado de emoción con alguien, quizá
haya descubierto que en algún punto de repente deja
de escuchar con claridad y empieza a pedirle a la otra
persona que repita lo que dijo. Cuando sean ustedes los
que se encuentran del otro lado de esta situación, traten

Fig. 7-2.

de negarse, con mucha delicadeza a repetir y prueben


la forma de escuchar de la otra persona pidiéndole que
se imagine qué fue lo que usted dijo. Se sorprenderá al
descubrir que, en general, sí escucharon claramente.

“He descubierto un remedio maravilloso para muchas


formas de sordera; se llama ‘elogio’”.
Idries Shah

Si evitamos enfocar nuestra conciencia de esta forma


entonces no estamos permitiéndonos estar en contacto
total con nuestro ambiente. Ya que no podemos percibir lo
que sucede, limitamos nuestra capacidad para responder
adecuadamente a ese medio.
Existen varias formas en las que podemos evitar vemos
a nosotros mismos y al mundo en que vivimos. Todas
estas formas están interrelacionadas. Con el propósito
de lograr más claridad, consideraremos y clasificaremos

Pag. 104
cada mecanismo por separado. Aquí estudiaremos los
mecanismos de proyección, introyección, retroflexion y
deflexión.

En la proyección trato a una parte de mí mismo como


si fuera parte del entorno.
En la introyección trato a una parte del entorno como
si fuera parte de mí mismo.
En la retroflexion, ¡me hago a mí mismo lo que me
gustaría hacerle al entorno!
a la manera de Isadore Fromm

Uno de los métodos más comunes de evitación se llama


“proyección”. Cuando utilizamos esta forma de evitación
vemos en lo que nos rodea cualidades que negamos en
nosotros mismos.

EXPERIMENTO 7(b): PROYECCIÓN


Elija un objeto que usted esté viendo en este
momento (una silla, un adorno, un auto, un árbol)
e identifíquese con él. Trate de identificarse con este
objeto, y después, de “convertirse” en el y explorar
su existencia y su relación con los otros objetos que
forman parte de su ambiente. Sacará un gran provecho
de este experimento si realmente habla en voz alta y
pone atención a los aspectos más obvios y ordinarios
del objeto. No trate de interpretar o de esforzarse por
hacer que las cosas se relacionen y “tengan sentido”,
pero permanezca consciente de lo» cambios en sus
emociones conforme habla.
Por ejemplo:
La respuesta a “ser” una silla roja y cromada es:
“Soy resistente y brillante, soy rígida y no me rompo
fácilmente, soy suave y conveniente para sentarse. Me
gusta descansar sobre esta suave alfombra”.

Pag. 105
“Cuando hago este experimento con un grupo de
gente, describiendo los mismos objetos inanimados,
siempre gozo con la gran variedad de respuestas
que obtengo”.

¡Por supuesto que es obvio que los objetos inanimados


no tienen sentimientos! También es verdad que, de las
muchas cualidades que tienen los objetos, usted sólo
elige algunas. (Si lo duda compare notas con sus amigos
que han hecho este ejercicio en forma independiente
usando el mismo objeto). Su descripción de la silla,
entonces, es mucho una descripción de usted mismo.
Este mecanismo parece actuar de la misma manera que
la técnica de asociación libre del psicoanálisis. Quizá no
estemos dispuestos a admitir que somos rígidos y duros;
sin embargo, no ordenamos nuestras defensas con tanto
cuidado cuando pretendemos ser la silla y la confesión casi
se resbala sin que nos demos cuenta. Cuando descubrimos
rasgos de carácter o sentimientos que rechazamos de
esta forma, un buen indicio para buscar es esa sensación
de vergüenza (de conciencia de sí mismo) cuando estos
rasgos o emociones se expresan verbalmente.
En la vida diaria, la proyección opera más durante
nuestro contacto con los otros. El mecanismo funciona
de esta manera.
1. A veces me siento muy criticado.
2. Sin embargo, ya que no admito que yo puedo ser
muy crítico y que juzgo a la gente (¡soy demasiado bueno
para eso!), no admito que me estoy criticando a mí mismo.
3. No obstante, yo en efecto tengo esa incómoda
sensación de ser criticado y debo encontrar la fuente de la
crítica fuera de mí.
4. Yo proyecto, o lanzo este rasgo al mundo y empiezo
a defenderme contra “tu” crítica.
De esta manera distorsionamos al mundo. No somos
capaces de ver nuestra esencia y malinterpretamos eso
Pag. 106
en los demás. El siguiente experimento puede ayudarle a
explorar esta forma de evitación.

EXPERIMENTO 7(c): PROYECCIÓN HACIA LA


GENTE
Piense en alguien cíe importancia en su vida, de quien
no le guste su comportamiento. Coloque una silla vacía
cerca de usted e imagine que esta persona está sentada
ahí. Deje que pase cierto tiempo para que la imagen
se forme. Observe cómo se sienta esta persona, la ropa
que usa, la expresión de su cara y la forma como le
habla a usted Ponga especial atención a las partes de
su comportamiento que no le agradan.
Ahora imagine que usted es esta persona y empiece a
comportarse de la manera que a usted le desagrada.
Al principio haga un esfuerzo consciente por ser
exactamente como usted se imagina que es la persona.
Después, gradualmente, empiece a adaptar este
comportamiento a su propio estilo.
Si está usted con una pareja, trate de relacionarse con
ella usando este comportamiento. Si está usted solo,
sostenga una conversación imaginaria con alguien
importante en su vida.

“Siento gran dolor cuando reconozco que soy ‘yo’ el


que esconde su irritación bajo una máscara suave y
educada y no solamente mi abogado, en quien veo
este irritante rasgo de comportamiento”.

A menos que estemos claros de nosotros mismos, no


podremos ver el mundo exterior claramente. La gente que
siempre está viendo crueldad o destrucción en el mundo
exterior puede estar negando esto en sí misma. Una vez
que reconocemos nuestras propias cualidades, podremos
ver aquellas que nos son difíciles de aceptar en los otros
solamente cuando en verdad están presentes.
Pag. 107
“Te odias a tí mismo y piensas que soy yo.
¡Las proyecciones son lo peor de todo!”.
Fritz Perls

“A pesar de que puedo proyectar mi enojo en alguien


más y tener una visión distorsionada de dicho
enojo, aun así, puedo percibir correctamente que él
está enojado. Sin embargo, a menos que adquiera
la responsabilidad de mi enojo, probablemente
habrá una confrontación que no es necesaria, en
particular si la persona en la que proyecto mi enojo
también niega el suyo. Ustedes pueden imaginarse
esta escena, ¡ambos gritándonos que el otro es el
que está enojado!”.

Mientras que las cualidades y los sentimientos que


con más frecuencia proyectamos son los “negativos”,
también proyectamos los “positivos”, los “buenos”.
También tenemos que volverlos a aceptar antes de que
nuestra percepción de nosotros mismos y de los otros sea
clara. Usted puede investigar hasta qué grado proyecta su
fuerza, poder o talento en otros al repetir el experimento
anterior, reemplazando a la persona que les desagrada
por alguien a quien ustedes le tienen gran admiración.
Ya antes sugerimos un par de experimentos similares
llamados “la sinceridad con uno mismo”.

Pag. 108
Fig. 7-3.

A menos que me dé cuenta de mi verdadera naturaleza


y sea sincero conmigo mismo, tendré que proyectar partes
mías para evitar admitir que las tengo. Cuando adquiero
la responsabilidad de mí mismo puedo permitir que estas
partes se conviertan, a su vez, en figuras claras contra el
fondo del resto de mí. Puedo entonces hacer una elección
personal en cuanto a usar y expresar estas partes de mí
mismo o no hacerlo. De esta forma ejerzo más control
sobre mi existencia.

“Una clave útil para identificar esas ocasiones en


que puedo estar proyectando es cuando reacciono
enérgicamente hacia algún aspecto de alguien que
otros parecen no notar en particular. Entonces empiezo
a sospechar de mi ceguera hacia las otras formas de
comportamiento que esta persona seguramente tiene”.

Por supuesto, como la mayor parte de los otros


aspectos del comportamiento humano, este mecanismo
Pag. 109
puede ser de lo más valioso para nosotros. Por ejemplo,
la intuición depende de proyecciones muy precisas, ya
que no podemos experimentar directamente lo que otra
persona siente. Dependemos de una multitud de claves
de comportamiento, algunas de las cuales están sin duda
abajo del nivel de nuestra conciencia. Ya que la expresión de
la emoción en alguien más tiende a provocar sentimientos
similares en nosotros, es a través de la percepción correcta
de lo que nosotros sentimos que somos capaces de
determinar lo que otra persona está sintiendo. De manera
que nuestra capacidad para simpatizar con un amigo,
para predecir el comportamiento de un colega o aun para
vencer al adversario en el póquer, no sería posible sin una
proyección adecuada.
Otro mecanismo con el que interrumpimos el ciclo
natural de la formación y destrucción de la Gestalt
y que reduce de esta manera nuestra capacidad para
responder con flexibilidad al mundo que nos rodea es la
“introyección”.
Literalmente, la palabra significa “hacerse a un lado”.
Se utiliza para describir el proceso mediante el cual los
valores y las actitudes de alguien más son adoptados sin
discriminación, de la misma manera que un niño pequeño
toma el conocimiento del mundo, hasta un cierto grado,
tenemos que empezar el aprendizaje de esta manera,
absorbiendo todo lo que nos dan, sin preguntar, como
un niño que bebe su leche. Este proceso es una forma
hambrienta de tragar sin discriminación.
Conforme el niño crece, tiene que trabajar más para
obtener el alimento que necesita, masticando y arreglando
los bocados antes de tragárselos. Éste proceso, llamado
“asimilación”, difiere de la introyección en el sentido de que
implica desestructuración y reorganización. Sin embargo,
algunas personas nunca aprenden completamente el
comportamiento agresivo que es necesario para la
asimilación y continúan absorbiendo los valores de sus
Pag. 110
padres y, más tarde, de la sociedad y de otras personas
así como absorbieron la leche materna, pasivamente y sin
cuestionar.
Recitan los valores, ideas y argumentos completos
de otros sin usar sus propias facultades críticas para
analizarlas. Estas personas no mastican las ideas de otros
antes de tragárselas; las introyectan más que asimilarlas.
La ventaja de esto, es que no tienen que adquirir la
responsabilidad de lo que ellos creen: requiere de
mucho menos esfuerzo y es más seguro citar a otros. Sin
embargo, la desventaja es que se pueden hacer incapaces
de responder con flexibilidad a sus propias necesidades
y deseos. Se estancan tratando de seguir las actitudes de
los otros, o aun aquellas de algún momento histórico.
Tratan de actuar como ellos creen que deben actuar y
continuamente se presionan para ser lo que no son.
Fue Perls, en su libro Ego, Hambre y Agresión, quien
describió la analogía entre nuestro comportamiento
psicológico y la forma en que comemos y digerimos
nuestros alimentos. En la introyección se dice que
engullimos comportamientos y actitudes que vemos
en el medio que nos rodea sin primero “masticar” para
desestructurarlos; de manera que podemos no digerirlos
ni integrarlos adecuadamente.
De la misma manera que escudriñamos la comida
antes de comerla, debemos tener cuidado con las
actitudes y filosofías que asumimos. Así como podemos
vomitar la comida nociva que hemos tragado, ya sea
porque no la toleramos o porque no la hemos masticado
adecuadamente, así debemos estar preparados para
vomitar y revalorar ideas y actitudes que ya nos hemos
tragado.
Cuando niños aprendemos que si no obedecemos a
nuestros padres corremos el riesgo de ser rechazados. Con
frecuencia asociamos esto con el miedo de que nuestros
padres nos abandonen. Es por eso que generalmente
Pag. 111
hacemos lo que nos dicen, pero con el entendimiento claro
de que nuestra obediencia existe solamente bajo coacción.
A final de cuentas, conforme nos presionan para que
nos comportemos de una forma aceptada como si fuera
nuestra elección, establecemos una actitud que, a pesar
de que nos es ajena, es lo suficientemente poderosa para
mantener ese comportamiento deseado. Nos volvemos
confluentes con este comportamiento y continuamos
exhibiéndolo aun cuando no sea congruente con nuestra
auténtica forma de ser. Para descubrir el fenómeno de
introyección, trate de hacer este experimento:

EXPERIMENTO 7(d): INTROYECCIÓN: VALORES


DE NUESTROS PADRES
Cierre sus ojos e imagine que su mamá está frente
a usted. Examine cómo lo ve, cómo se sostiene a sí
misma. Dígale cómo se siente al mirarla y comparta
con ella cualquier cosa que surja de usted en ese
momento. Cuando considere que ha terminado,
cambie de lugar con ella e imagine que usted es
su mamá. Trate de adoptar la postura de ella y la
expresión de su cara. Dese cuenta de cómo se siente
como mamá y exprese verbalmente estos sentimientos
junto con cualquier cosa que surja al mirarse a sí
mismo. Continúe cambiando así los papeles durante
algunos minutos y permita que se desarrolle un
diálogo. Conforme usted hace esto, dese cuenta
de las áreas en las que hay acuerdo y en las que hay
desacuerdo entre usted y su mamá. Ponga atención a
los aspectos del comportamiento de ella con los que
le es fácil identificarse y con aquéllos con los que le es
difícil.
Aísle los aspectos del comportamiento de su madre
y los valores que a usted le disgustan, pero que usted
encuentra que son fáciles de copiar o expresar. Ahora,
en la medida en que usted esté dispuesto, intente
Pag. 112
mostrar esos comportamientos y adhiérase a estos
valores a su propia manera.

“Me doy cuenta de que no me gusta la manera en


que mi mamá manipula a la gente con sus miedos,
pasándolos casi de una manera subliminal. No
uso las mismas palabras y gestos que ella usa, pero
puedo estar haciendo las mismas cosas con mis
palabras y mis actitudes”.

Una vez, que adoptó estos valores y comportamientos


a su estilo, trate de actuarlos con su pareja o con un
amigo. ¿Qué tanto los usa ya sin darse cuenta de ello?

Lo siguiente fue escrito por una mujer que está


empezando a descubrir qué tanto había introyectado el
comportamiento, las actitudes y las posturas físicas de su
abuela

“Soy igual a mi abuela


excepto que yo soy grosera
Soy igual a mi abuela
excepto que yo puedo ayudarme a mí misma
Soy igual a mi abuela
excepto que yo uso mi cabeza
Soy igual a mi abuela
excepto que yo voy a la universidad
Soy igual a mi abuela
excepto que yo peleo diferente
Soy igual a mi abuela
excepto que yo no necesito apoyo
Soy igual a mi abuela
excepto que yo no apoyaré a nadie
Soy igual a mi abuela
excepto que yo rompí la cadena
Soy igual a mi abuela
Pag. 113
excepto que yo sí me divertí
Soy igual a mi abuela
excepto que yo sí estoy creciendo
Podría ver mi integridad básica y mi belleza
en los ojos de mi abuela
juntas llegamos muy alto
ame a mi abuela
y
ella me amó
ella era única
y
así soy yo

Mantengo vivo el espíritu de mi abuela


mi abuela está muerta
yo también seré una gran abuela
Carol Watt

En efecto, usted puede tener la sensación de náusea


o la necesidad de vomitar conforme experimenta
comportamientos y actitudes que fueron tomados
directamente de alguien sin la “digestión” correcta.
Otra palabra que denota un comportamiento o un valor
introyectados es “debería”. Trate de hacer este experimento
para explorar más sus propias introyecciones:

EXPERIMENTO 7(e): INTROYECCION: DEBERÍA


Más adelante hay algunas oraciones para que ustedes
las completen. No duden en añadir algunas si así lo
desean. Cuando inicien las oraciones, trate de no
pensar; permita que cualquier cosa que surja fluya y
termine la oración. Quédese en cada oración algún
tiempo, hasta que no surja nada nuevo; después
deténgase y procure absorber la experiencia antes de
pasar a la siguiente.
Un buen marido (esposa) debería...
Pag. 114
Una mujer (un hombre) en mi posición debería...
Un buen papá (mamá) debería...
Cuando estoy enojado(a) debería...
Cuando me siento sensual debería...

Usted puede reconocer una introyección por la forma


como reacciona a la expectativa explícita de “debería”;
siempre que usted tenga una expectativa así de sí mismo,
puede sentir un apretón en su abdomen o en alguna otra

Fig. 7-4.

alguna otra parte de su cuerpo. Cuando toma conciencia


de que tiene una introyección que enfrentar, una forma
sencilla de empezar a integrar lo que es apropiado y
excluir lo que no lo es, es asumir la responsabilidad por el
valor introyectado cambiando las palabras “yo debería” a
“elijo...” o “quiero...”.

“Si, como a veces sucede, llego a decir: “Debo estar a


la disposición de mis clientes todo el tiempo”, debo
decidir si de hecho estaré disponible. En cuanto
transformo las expectativas explícitas para que se
adapten a mi personalidad y a mis necesidades he
adquirido la responsabilidad de esto y, en lugar de
culpar a mis dientes de exigentes y desconsiderados,
tengo la oportunidad de darme cuenta de que tengo la
posibilidad de elegir en este asunto”.
Pag. 115
Al ser conscientes y responsables de lo que sentimos,
no solamente tenemos que damos cuenta de nuestros
sentimientos, sino que tenemos que expresárselos a
la persona indicada. Si no dirigimos nuestro enojo a la
persona que lo provocó, nos reducimos a nosotros mismos.
A veces el volver a dirigir no es una mala idea pero con
el tiempo, como cualquier otra cosa que uno evita, se
voltea contra nosotros. Podemos tener la satisfacción de
expresar la emoción, pero el costo sería limitar su eficacia.

“Después de un día difícil en el trabajo, noto que de


alguna manera mi familia me deja especialmente
insatisfecho y me siento en conflicto con ellos. Me
atrevo a creer que estaría más tranquilo y sería más
eficiente en mi trabajo si abiertamente expresara qué
frustraciones y resentimientos tengo en el momento
que ocurren y a la gente que los ocasionó”.

A veces, en lugar de dirigir los sentimientos no


deseados hacia otros los dirigimos hacia nosotros
mismos; por ejemplo, en lugar de enojamos con el mesero
porque trae el café frío, me enojo conmigo por comer
en un restaurante tan malo, o en lugar de enojarme con
mi pareja por herirme, me enojo conmigo por ser tan
vulnerable. Esta forma de dar una nueva dirección a los
sentimientos se llama “retroflexion”.
La retroflexion está generalmente relacionada con
la introyección en el sentido de que ambas formas de
evitación se desarrollan a partir de nuestra relación con
los demás. (En la introyección tomamos los valores y las
actitudes de otros y así aceptamos un comportamiento
que a menudo se opone a la satisfacción de nuestras
necesidades y deseos. Entonces estamos divididos contra
nosotros mismos y podemos quedamos encerrados en
una lucha interna). La retroflexion puede desarrollarse
cuando la expresión directa de nuestros sentimientos no
Pag. 116
nos ha permitido obtener lo que queremos de las personas
que nos rodean. Por ejemplo, cuando un jovencito
expresa su enojo a sus padres cuando no lo dejan ir al
cine, a veces ellos se enojan más que él. La siguiente vez,
en lugar de expresar su enojo cuando está discutiendo con
ellos, quizá se enoje consigo mismo por ser un “ingrato” o
cualquier otro juicio de valor que él hubiera introyectado
de sus padres.

“El hombre surge como una persona única a través


de la mediación de la elección. Una buena elección se
deriva en forma auténtica sobre la base de la conciencia
de sí mismo y de una acción con autodeterminación;
el individuo único desarrolla la habilidad de hacer y
enfrentar decisiones en forma autónoma. La libertad
para hacer elecciones y aprender de ellas es el núcleo
del ser y la base de la individualidad”.
(Según Clark Moustakos)

Al usar el enfoque gestáltico para vivir, creemos que


la clarificación de muchas de nuestras partes opuestas y
su integración en un todo unificado libera mucha energía
psicológica que podría ser usada en una forma más creativa
y satisfactoria. De manera que, cuanto más traemos la
retroflexion a nuestra conciencia, más opciones tenemos
de usar su energía en otras formas potencialmente más
eficaces. Quizá usted quiera probar esto por sí mismo
usando el método sugerido en el siguiente experimento.
Esta sugerencia es la de “haga a oíros lo que hace con
usted mismo”.

EXPERIMENTO 7(f): RETROFLEXION


Piense en una situación en la que recuerde haberse
enojado con usted mismo. Cuando haya visualizado
esta situación en detalle, verifique si hay alguien más
con quien usted podría estar enojado en vez de con
Pag. 117
Fig. 7-5.

usted mismo. Permítase un poco de libertad con esto,


y sobre todo no permita que la razón lo disuada de
sacar su enojo (a pesar de que en la vida real, por
supuesto, siempre es necesario un poco de prudencia).
Por ejemplo:
“Cuando recordé haber encontrado mi coche abollado
por un conductor desconocido, empecé a maldecirlo por
haber golpeado mi coche, en lugar de enojarme conmigo
por mi estupidez al estacionarme en ese lugar”.
Cuando haya visualizado a la persona con la que usted
podría estar enojado, lleve el experimento un paso
más adelante y piense en un castigo apropiado para
esta persona e imagine que está sucediendo. ¿Sigue
enojado con usted mismo?

Casi siempre existe un componente físico para la


retroflexion. Por ejemplo, siempre que inhibimos nuestro
enojo hacia otros creamos tensión en nuestro cuerpo. No
es de sorprender que estas tensiones estén generalmente
en los músculos que usaríamos para expresar el enojo.
En lugar de usar los músculos de nuestros brazos y
hombros para golpear, los inhibimos así como a los que
los rodean. Esto provoca dolor en el cuello, la espalda, los
hombros y los brazos. Al poner atención a la forma en que
sostenemos nuestro cuerpo podemos recobrar recuerdos
Pag. 118
previamente olvidados y empezar “a deshacer un poco de
la retroflexion.

EXPERIMENTO 7(g): TENSIÓN MUSCULAR Y


RETROFLEXIÓN
Encuentre una posición cómoda y cierre sus ojos.
Permita que su conciencia bañe su cuerpo.

Fig. 7-6.

Ahora ponga atención a sus músculos, en particular


a los que están en las áreas donde ustedes sienten
tensión, incomodidad o entumecimiento.
Cuando usted tenga la sensación de lo que está
sucediendo en estas áreas, exagere la incomodidad al
apretar los músculos donde siente la tensión.
¿Puede imaginarse qué movimientos está usted
impidiendo hacer? Usted puede explorar esto
poniéndose de pie, dando puñetazos y brincando
arriba y abajo como niños que hacen un berrinche.
Conforme usted hace estos movimientos apriete
los músculos en los que usted sintió tensión. ¿Esta
contención inhibe los movimientos de ataque?

“Siempre que estaba con mi supervisor me daba


dolor de cabeza. Cuando me enfocaba en este
sentimiento imaginándome una de nuestras
sesiones, notaba que también tenía el cuello muy
apretado. Al aumentar la tensión hasta que ya no

Pag. 119
pudiera soportarlo y de repente la soltaba, conforme
se relajaba mi cuello sentía la rabia en mi vientre.
Si fuera un dragón que lanza fuego lo asaría hasta
dejarlo carbonizado”.

No existe una relación constante entre la forma en


que nos detenemos de expresar nuestros sentimientos y
los sentimientos mismos. Por ejemplo, yo puedo inhibir
mi tristeza al restringir el movimiento de mi pecho
al contraer los músculos de mi cara o al hacer ambas
cosas. En diferentes momentos podría usar diferentes
mecanismos y la manera en que bloqueo mis emociones
puede ser sumamente diferente de la manera en que usted
lo hace.
Enfocar su atención como se describe en el experimento
anterior, puede permitirle desenmarañar algunas de las
formas en las que usted bloquea sus sentimientos.
A pesar de que el enojo es el sentimiento con el que
generalmente hacemos más retroflexion, también otros
sentimientos se pueden volcar hacia adentro. Si estoy
sintiendo mucho amor hacia alguien y al mismo tiempo
soy tímido para demostrarlo, podría ser que de pronto yo
mismo me acariciara las piernas y los brazos.
De esta manera, nuestras actividades reflexivas, lo
que hacemos por nosotros mismos, pueden damos una
clave sobre algunas de nuestras necesidades insatisfechas.
Generalmente nos proporcionamos cosas a nosotros
mismos que querríamos que otros hicieran por nosotros.

“Si descubro que tengo mis brazos alrededor de mis


hombros y mi pecho, me pregunto si quiero abrazar
a alguien más o quiero que me abracen a mí, y
cuando descubro que me estoy acariciando a mí
mismo confirmo si quiero acariciar a otra persona
o quiero ser acariciado por ella”.

Pag. 120
Pruebe este experimento:

EXPERIMENTO 7(h) : CONCIENCIA DE LAS


NECESIDADES
La próxima vez que usted se dé cuenta de que se está
acariciando a usted mismo, o se está abrazando o
consolando, ponga atención a si usted quiere hacerle
esto a alguien más o si quiere que se lo hagan.

“Me parece asombrosa la cantidad de gente que


veo acariciándose de esta manera cuando van en el
metro”.

Estar conscientes de nuestras necesidades es el


primer paso para satisfacerlas. Por supuesto, pedir lo
que queremos es un riesgo; puede ser que nos rechacen
y que después nos encontremos con una necesidad
insatisfecha además del rechazo. Quizá en esta etapa
nos arrepintamos de haber estado conscientes de esta,
necesidad. Sin embargo, el no poder satisfacerla debería
hacer que examináramos la relación entre nosotros y la
persona que se negó a satisfacer nuestras necesidades.
Otro método más de evitación es el que se llama
deflexión (Polster). Por lo general, la deflexión ayuda
a evitar una interacción amenazante o desagradable
pretendiendo que algo no sucedió o no existe. Hacemos
esto en varias formas: cambiando el tema; haciendo un
comentario irrelevante; tosiendo o poniéndonos nerviosos,
en fin, haciendo algo que distraiga la atención de la otra
persona. Cuando este comportamiento se lleva a los
extremos se convierte en uno de los rasgos característicos
del esquizofrénico que niega que haya algún estímulo o
acontecimiento ante los cuales reaccionar, niega que está
evitando reaccionar y hasta niega que él es el que está
haciendo la negación. El uso excesivo de la deflexión en
una relación entre dos personas puede conducir a una
Pag. 121
situación insulsa y emocionalmente poco interesante para
ambas personas.

“En una relación con un amigo empecé a notar


que se reía y hacía chistes cada vez que yo le expresaba
mis emociones. Cuando en una ocasión corrí el riesgo
de comentarlo, aceptó que se sentía apenado con mis
expresiones de cariño hacia él; de todas maneras, dijo que
era importante saber que sentía afecto por él y que era un
sentimiento recíproco. Desde entonces nuestra relación
se ha hecho más rica y más plena para los dos ambos

Fig. 7-7.

estamos más abiertos a compartir nuestros sentimientos


abiertamente”.

Pag. 122
EXPERIMENTO 7(i): DEFLEXIÓN
La próxima vez que esté usted en una fiesta observe
cuántas veces el tema de conversación cambia en
una forma poco coherente. Note con qué frecuencia
sucede esto cuando uno de los participantes empieza a
tocar temas específicos y personales. Tome nota de las
veces que usted se siente apenado en una conversación
y ponga atención a la forma en que evita explorar el
tema que ocasionó esos sentimientos.

Fig. 7-7. Cont.

“Asuma la responsabilidad de probar esto más a


fondo en alguna situación social, haciendo una
afirmación personal ‘yo-tú’ y observe cómo se hace
la deflexión”.
Por supuesto, al igual que con todos los métodos de
“evitación” analizados en este capítulo, existen momentos
Pag. 123
en que la deflexión es apropiada. Una fiesta no es el
mejor lugar para una sesión de terapia de grupo. El uso
consciente de estas formas de evitación es apropiado y
puede ser útil. Es solamente cuando evitamos sin estar
conscientes, que esto se hace dañino y silencia mucha de
la emoción de vivir.
Cuando descartamos la proyección dejamos de
imaginarnos que nuestros sentimientos y comportamiento
negado se originan en los otros; empezamos a verlos
claramente y desarrollamos la opción de cambiar el
comportamiento que nos desagrada de nosotros mismos.
Cuando descartamos las introyecciones, podemos decidir
sobre nuestros valores y actitudes y separándolos de los de
los otros empezamos a paramos en nuestros propios pies.
Cuando dejamos de aplicar la retroflexion de nuestros
sentimientos, podemos dirigirlos hacia afuera, dejamos
de dañamos y empezamos a ser sinceros y abrimos el
contacto con los otros. Finalmente, cuando nos hacemos
más sensibles a la deflexión, podemos encontrar áreas
de dificultad en nuestra relación con los demás y, al
explorarlas, podemos superarlas.
Las formas de evitación que revisamos en esta sección,
generalmente se desarrollan cuando somos niños y
son los residuos de la niñez. Las necesitábamos cuando
empezamos a usarlas, pero conforme nuestra capacidad
para manejar el mundo se desarrolla, nos estorban.
Muchas formas de evitación persisten como hábitos
y los hábitos se pueden cambiar. Solamente podemos
descartarlos cuando los traemos a nuestra conciencia,
y ponemos atención a las maneras en que estos hábitos
inhiben nuestra flexibilidad para estar en el mundo
presente.

Pag. 124
PARTE II

HACIENDO EL ARMARIO
8
Asuntos inconclusos

El concepto de asuntos inconclusos es importante en


la terapia Gestalt. A pesar de que el enfoque gestáltico se
concentra en nuestro comportamiento presente, no niega la
gran importancia de nuestro pasado. En varios momentos
de nuestra vida, particularmente cuando fuimos niños,
encontramos situaciones en las que éramos incapaces de
expresar cabalmente alguna parte de nosotros mismos.
Por ejemplo, muchos padres no permiten que sus hijos
expresen su enojo de manera abierta.
Si la exigencia de los padres está secundada por una
amenaza de rechazo implícita, lo que en general ocurre,
el niño es incapaz de rebelarse abiertamente contra ellos,
ya que sin su amor y apoyo, literalmente, podría perecer.
Por tal razón debe suprimir la aparición de su enojo o
encontrar formas indirectas para expresarlo. Si sus padres
son constantes al desaprobar su enojo, esta represión se
hace habitual e inconsciente.
De formas similares podemos aprender a reprimir
otras partes importantes de nosotros mismos, por
ejemplo, la tristeza (los niños no lloran), su necesidad (¡Te
portas como niño!) y el afecto. Por lo general, esto último
está condicionado en nosotros por padres que se congelan
si los abrazamos.
Conforme crecemos, el miedo directo o el rechazo
de nuestros padres se convierten en una amenaza cada
vez menor y es de esperarse que nos permitamos ser más
expresivos. Sin embargo, en este momento ya hemos
olvidado el origen de la expresión de nuestro sí mismo y
ya no estamos conscientes de los mecanismos que usamos.
Nuestras reacciones se vuelven hábitos e interactuamos

Pag. 127
con las personas con quienes convivimos sobre la base
de las interacciones tempranas con nuestros padres. Al
crecer, tal comportamiento es con frecuencia inapropiado
y constituye un estorbo para una buena comunicación
entre nosotros y la gente a la que amamos. En un sentido
bastante literal, continuamos viviendo en el pasado.

“Mi madre no me dio todo el amor y el cuidado que


necesitaba así que aprendí a no pedir, a no esperar
que me abrazaran o que me tocaran. Me convertí
en una persona que era buena para dar, pero fría y
desapegada cuando me daban (no sabía recibir). Fue
sólo más tarde que me di cuenta de cuánto resentía
dar siempre, y nunca recibir. Ahora ya pido y ya
puedo recibir. Gracias a Dios mi patrón de conducta
ha cambiado”.
“No puedo darme el lujo de llorar, si lloro tengo miedo
de desaparecer. Nadie de mi familia llora; yo no lloro”.

La prescripción de la Gestalt para manejar este tipo


de situaciones es la de alentamos a investigar cómo
continuamos reprimiéndonos ahora, en lugar de ahondar
dentro de nuestro pasado para tratar de descubrir por qué
aprendimos a comportamos de esta manera.
Nuestra imaginación es muy poderosa y suele ser
posible que imaginaria mente terminemos cosas que no
es posible finalizar en la realidad.

EXPERIMENTO 8(a): ASUNTOS INCONCLUSOS


Trate de recordar sus días en la escuela. En particular,
céntrese en algún momento en que se haya sentido
víctima de uno de sus maestros o compañeros de clase
o haya sido tratado injustamente. En su imaginación,
dialogue con la persona con quien usted siente que el
asunto está inconcluso. Dígale cómo se siente y cómo la
situación pudo haber sido rectificada. También podría
Pag. 128
pensar en un castigo apropiado para el culpable.
Ahora imagine que la situación se rectifica en la
manera que usted sugirió. Permita que su fantasía se
desarrolle con todos los detalles. Si todavía siente ganas
de hacerlo, imagine que la persona que lo merece, es
castigada en la forma que usted considere apropiada.
Una vez más tómese algún tiempo y permita que su
fantasía se desarrolle. Si siente la necesidad de cambiar
el castigo en alguna forma puede hacerlo. Usted puede
mantener el castigo todo el tiempo que quiera.

“Siempre recuerdo lo que dice Castañeda en cuanto


a que ‘un guerrero siempre debe estar listo para
morir’. Cada vez más quiero vivir mi vida en una
forma total, en cualquier momento, de manera
que si de repente me muero, no haya nada que
no haya dicho a las personas que amo y a mis
amigos. Y si alguno de ellos de repente muriera, no
quisiera que el dolor de la pérdida se diluyera por
el arrepentimiento de no haberles dicho cuánto los
quiero o mis resentimientos hacia ellos. Sólo si creo
en mi inmortalidad puedo darme el lujo de dejar
cabos sueltos en mi camino; mi mortalidad puede
impedir que alguna vez regrese y los una”.

El énfasis en la terapia Gestalt está en el proceso más


que en el contenido; cómo están cambiando las cosas,
más que fijarlas en una descripción de lo que eran; al
buscar el crecimiento y el cambio nos sentimos alentados
a poner atención no al contenido de la experiencia, sino a
la manera en que la procesamos. En algún momento del
desarrollo la mayoría de las personas sienten que serían
más felices, más populares o que tendrían más éxito si
solamente hubieran contado con la bendición de tener
mejores padres. Independientemente de que esto sea
verdad o no, esta actitud refuerza, en la persona que así
Pag. 129
piensa, que se permanezca en una posición que hace sentir
impotencia para el cambio. Estas personas se mantienen
atadas a sus resentimientos hacia sus padres y utilizan
esto como una excusa para evitar el nesgo de vivir en el
presente. Sólo haciendo frente a estos asuntos inconclusos
se puede llegar al perdón y a la compasión por los padres,
y a la consecuente liberación de energía creativa para
manejar situaciones en el presente.

Desde el momento del nacimiento, cuando


el bebé de la edad de piedra por primera vez
confronta a su mamá del siglo veinte, el bebé está
sujeto a fuerzas de una violencia terrible, llamada
amor, tal como ocurrió con su padre y su madre,
y con los padres de éstos, y con los padres de los
padres de éstos. Estas fuerzas están interesadas,
principalmente, en destruir la mayor parte de las
potencialidades del bebé. Esta empresa logra un
éxito completo. Para el momento en que el nuevo
ser humano ya tiene más o menos quince años,
es ya un ser parecido a nosotros, una criatura
medio loca, más o menos ajustada a este mundo
loco, listo es lo que en nuestro tiempo se conoce
como normalidad.
R.D. Laing

Fig. 8-1.

Pag. 130
9
Conflicto

“¿Qué tal si la mosca se para sobre el


matamoscas y con toda confianza se limpia pies
y manos?”.
(Zen Koan)

Vivir implica tomar decisiones a cada momento.


En cierto sentido, constantemente estamos decidiendo
qué sentir, qué ver, qué expresar y cómo comportamos.
Algunas decisiones son claras y se pueden tomar sin
pensar demasiado. Otras son más difíciles; el conflicto
que experimentamos en tomo a estas decisiones nos
puede conducir a una resolución prematura o a evitarlas
de manera indefinida. Sólo dándonos cuenta del conflicto
y de nuestra reacción total a este, podemos ser capaces de
responder cuando tomamos decisiones.
Si usted se pone atención cuando toma una decisión,
algunas veces encontrará que se quiere comportar
de dos maneras diferentes y contradictorias. Cuando
esto sucede usted está en conflicto consigo mismo. Por
ejemplo: cuando le dan un filete en un restaurante y
este está demasiado cocido quizá quiera enojarse y ser
ofensivo y, al mismo tiempo, educado y condescendiente.
En este preciso momento usted estará en un dilema;
ambos comportamientos son posibles, sin embargo son
contradictorios. Es como si hubiera dos personas dentro
de usted, cada una tratando de portarse a su manera. Una
parte quiere estar en paz y la otra está furiosa porque no
la tratan bien.
Existen muchas situaciones en las que usted está en
conflicto consigo mismo y puede comportarse de una o

Pag. 133
de otra manera. El siguiente experimento ilustra esta idea
de conflicto.

EXPERIMENTO 9(a): CONFLICTO


Siéntese y cierre sus ojos e imagine que está usted
hablando con alguien importante en su vida, de
preferencia alguien con quien tiene dificultad para
comunicarse. Mientras habla con esta persona de la
manera acostumbrada, ponga atención a su diálogo.
Una vez que haya experimentado el sabor de su
relación normal, imagine que puede ser honesto con
esta persona y que puede ser directo acerca de cómo se
siente. Ahora converse y escuche su diálogo. La parte
“honesta” puede ser sorprendentemente insultante o
estar enojada, pero ya que esto tan sólo está ocurriendo
en su imaginación, no tiene las consecuencias que
tendría en la realidad.
Pase algunos minutos siendo la persona “honesta” y
después cámbiese a una silla diferente.
En la nueva silla, pase algunos minutos más o menos
siendo la persona “de siempre”. El cambio de sillas es
para que usted pueda hacer los dos papeles diferentes
(es importante mantenerlos separados).
Cuando haya diferenciado claramente sus dos partes,
genere un diálogo entre las dos. Conforme representa
estas dos partes, cambie a la silla apropiada cada vez
que cambie de papeles.
En el diálogo, manifieste las cosas que quiere en su
relación con la otra persona que es importante.
Si ha podido mantener las dos partes diferenciadas,
puede descubrir que está en un atolladero pues cada
una quiere algo que está en conflicto con lo que quiere
la otra. Regresaremos a esto posteriormente.

Usted podrá darse cuenta de que, cuando está


en conflicto consigo mismo, es difícil experimentar
Pag. 134
claramente las dos partes que lo constituyen si intenta
hacerlo de manera simultánea. De modo que una parte
importante de separar los lados de un conflicto es expresar
sólo un lado a la vez. La ambivalencia, sentir dos cosas a la
vez, es un ardid; nuestra atención cambia rápidamente de
un lado al otro del conflicto sin aclarar el asunto. Si usted
trata de desenmarañar cada sentimiento permitiéndose
sentir una parte a la vez, al principio quizá se sorprenda de
qué tan rápido puede pasar de una emoción a otra. Puede
sentir que surge el enojo y que a éste le sigue Una oleada
de amor para luego cambiar a la tristeza y después a una
intensa inquietud sexual. Cuando tiene los diferentes lados
de un conflicto claramente definidos, puede, al menos,
ver que algún tipo de solución es posible. Es entonces que
puede empezar a tener elección en el asunto.
La frustración es otra clave del crecimiento personal
si la energía que surge de ella se maneja de una manera
productiva. Resolver el conflicto de una manera prematura
o evitarlo, significa negar una de las partes opuestas. Para
fomentar nuestro crecimiento tenemos que ser capaces de
tolerar las frustraciones mientras se resuelve el conflicto.
Tomemos por ejemplo a una mujer” que quiere una relación
íntima y profunda con un hombre pero tiene miedo a la
intimidad física por el temor de ser lastimada. Puede evitar
este conflicto llenando su vida con tantas actividades
que nunca conoce al hombre adecuado, o puede irse a
la cama con diferente* hombres y nunca comprometerse
de verdad. En este último caso, el tomar una resolución
prematura hace que ella favorezca nada más a la parte que
anhela la cercanía. En el primero, la parte que tiene miedo
se expresa en su rechazo a un compromiso emocional con
sus parejas. En ambas situaciones tiene que ayudársele
para que descubra por sí misma que está negando una
parte de su personalidad. Esto puede ser muy frustrante
porque con ambos comportamientos no está resolviendo
el dilema, sin embargo está tratando con desesperación de
Pag. 135
hacerlo. Enfrentarse a los problemas puede ser frustrante
y la mayoría de la gente prefiere distraerse con otras
actividades o resolver el conflicto de un modo prematuro.
Para que puedan estudiar este proceso en ustedes mismos,
hagan los siguientes experimentos:

Fig. 9-1.

Pag. 136
EXPERIMENTO 9(b): EVITACIÓN DEL CONFLICTO
Continúe con el diálogo establecido al final del
experimento 9(a) e intente tomar conciencia de las
formas en que podría sacarse este conflicto de la mente.
Haga una lista de las formas en que evita conflictos.

“Una forma en que evito los conflictos es comiendo.


Otra es aburriéndome. Generalmente dirijo mi
atención a otra parte”.

EXPERIMENTO 9(c): SOLUCIÓN PREMATURA DEL


CONFLICTO
Piense en una situación en la que siente conflicto
sobre dos diferentes formas de comportamiento hacia
otra persona. Usando el método que ya se ha descrito,
asignando cada comportamiento a una “parte”
diferente de usted y dando a cada “parte” una silla por
separado, desarrolle un diálogo entre estas “partea”.
Ahora elija una de estas partes e imagine que usted se
relaciona con la otra persona en esta forma solamente;
imagine una escena entre los dos.
¿Cómo se siente respecto a evitar resolver su conflicto
de esta manera?

Manejar el conflicto definiendo solamente dos partes


de usted mismo en una situación dada es útil, pero después
de que ya maneje la técnica, trate de ver más de dos partes.
Puede diferenciarlas asignando una silla para cada una
y después sentándose en la silla adecuada cuando esté
representando la parte correspondiente. Algunas veces
esto se vuelve muy confuso y en este caso podría pedirle
a un amigo que lo ayude a seguir el rastro de cada parte
o a ponerles nombres descriptivos y escribirlos en la silla
indicada. Demasiadas partes de una sola vez pueden hacer
esto muy confuso.

Pag. 137
Fig. 9-2.
“Ver ambos lados” de un problema es la
forma más segura de impedir su resolución total.
Porque siempre hay más de dos lados.
Idries Shah

Hay muchos conflictos que no tienen una solución


permanente, sino que varía cada vez que el conflicto
ocurre. Uno de los más antiguos involucra la sexualidad.
Por ejemplo, cuando conocemos a alguien del otro sexo
y sentimos que nos atrae, ¿hasta qué grado debemos
declarar nuestra atracción sexual y hasta qué grado
debemos perseguir a esta persona? Algunas personas
resuelven el problema ya manteniéndose sexualmente
fieles a una persona, ya renunciando a su sexualidad. Así
que siempre que el problema surge va tienen la solución.
Otros resuelven el problema mediante la promiscuidad
sexual de manera que casi siempre están atrapados en
un patrón de comportamiento. Con seguridad, la mejor

Pag. 138
solución a este dilema es hacer una elección, dependiendo
de la persona, el lugar y el momento. Estar conscientes
de esto significa admitir que podemos tener más de un
conjunto de actitudes que podemos aplicar en cualquier
conflicto dado. Esta actitud nos permite tener flexibilidad
en la forma en que resolvemos nuestros conflictos. Explore
esto usted mismo con el siguiente experimento:

EXPERIMENTO 9(d): SOLUCIÓN FLEXIBLE


Imagine a alguien en su vida por quien siente una
atracción sexual. Imagine ahora qué parte de usted
quiere tener una relación sexual con esta persona y
qué parte de usted no quiere.
Coloque dos sillas, una frente a la otra. Mientras
ocupa una silla, hable por la parte de usted que no
quiere involucrarse sexualmente con la otra persona.
Presente las razones para no tener una relación sexual.
Ahora cambie de silla y exponga las razones para
llegar a un compromiso sexual con la otra persona.
Continúe con este debate y cambie de silla cada vez
que cambie su actitud hacia la otra persona.
Solamente estando consciente de las posibilidades de
cualquier relación se puede obtener lo mejor de ésta.
Piense cómo el estar inconsciente de su atracción
sexual por la otra persona podría afectar su relación
con él o ella.
¿Se aleja de esta persona porque tiene miedo de
involucrarse sexualmente?
¿Siente usted que la otra persona se sentiría halagada o
enfurecida por admitir su posible atracción sexual? ¿Se
siente usted apenado por tener sentimientos sexuales?

Pag. 139
Pag. 140
Es estar conscientes de las diferentes partes de nuestra
naturaleza nos lleva a tener una gran claridad para lograr
soluciones flexibles, un lugar de que una decisión esté
predeterminada por un hábito, podemos tomar una que
tenga relación con el lugar, el momento y la gente con la
que nos encontramos. La persona que ha decidido que
nunca va a expresar su enojo ha fijado la solución a los
conflictos en los que hay enojo. Lo mismo es verdad para
una persona que ha decidido que nunca va a expresar su
tristeza, sexualidad, emoción o alegría.
Cuando tenemos una solución fija para enfrentar un
conflicto podemos olvidar el comportamiento apropiado
para una respuesta alternativa. Si nunca nos hemos
enojado no tenemos familiaridad con las palabras o los
gestos de enojo. De manera que si por casualidad logramos
expresar nuestro enojo nos sentiremos extraños; nos
veremos fingidos ante quien es el receptáculo de nuestro
enojo. Esto nos puede conducir a una respuesta hostil
hacia nuestra expresión de enojo y puede perpetuar que
en el futuro la detengamos; nos sentimos como estúpidos
si alguien se ríe de nuestro enojo o en forma muy ruda
contraatacamos la primera vez que expresamos un
resentimiento importante. Vale la pena recordar en tales
momentos que esta es la forma en que los seres humanos
aprendemos. No esperamos que los primeros pasos de
nuestros hijos sean fluidos y majestuosos, ni debemos
esperar que nuestros primeros intentos por tener un nuevo
comportamiento estén totalmente libres de torpezas.

“He notado que la mayoría de mis conflictos internos


surgen cuando me gustaría comportarme en una
forma que es incongruente con la forma que me
gustaría pensar que soy. Por ejemplo, mientras más
construyo una imagen de mí mismo como un padre
simpático, siempre atento y comprensivo» me resulta
difícil expresar honestamente mi resentimiento ante
Pag. 141
las peticiones de mi hija adolescente”.

Para ser “responsable” de una manera que exprese


todas las partes de nosotros mismos, tenemos que
desenmarañar todos estos fragmentos, no importa qué
tan inconsistentes parezcamos ser. Tenemos muchas
partes diferentes y cada parte tiene un origen distinto.
Algunas de ellas son innatas en nuestra biología. Tenemos
un deseo sexual que es fuerte o débil dependiendo de
nuestra herencia genética. Tenemos la capacidad de
refrenar o expresar nuestra rabia que, en parte, depende
de los valores de nuestros padres, nuestros maestros
y la sociedad. Es más, tenemos la capacidad de aceptar
diferentes conjuntos de valores de diferentes personas sin
separar las inconsistencias.
Es sólo en el momento en que tratamos de clasificar
cómo queremos comportamos en un conflicto, que nos
damos cuenta de las inconsistencias. Sin embargo, son
importantes porque cada conflicto puede conducimos a
una expresión más completa y después a la integración de
todas las partes de nuestra relación.

Fig. 9-5.

Pag. 142
Con frecuencia queremos cambiar nuestro
comportamiento; nos cansamos de ser mártires, de
ser la persona amable o de ser tímidos. Sin embargo,
surge un dilema cuando tenemos miedo de asumir
un comportamiento alternativo o cuando ni siquiera
sabemos cuáles son las alternativas. En este punto
estamos en conflicto, pero las “partes” involucradas no
están del todo definidas. El siguiente experimento está
diseñado para aclarar la situación si se encuentra inseguro
de comportamientos alternativos. Al comportamiento
opuesto a un comportamiento dado se le conoce como
polaridad.

“La polaridad a mi afecto es mi frialdad y la


polaridad a mi bondad es mi crueldad”.

EXPERIMENTO 9(e): COMO ENCONTRAR LA


POLARIDAD
Piense en algún comportamiento personal del que
ya esté cansado (por ejemplo, tratar de apaciguar en
forma exagerada a su jefe o ser siempre “amable”).
Sien tese en una silla y represente este papel.
Cuando usted defina qué es lo que pretende con
este comportamiento, siéntese en la silla opuesta y
convénzase de que este comportamiento es la única
forma para vivir. Presente todas las buenas razones
para ello cuando haya cambiado sillas. Habiendo
escuchado el porqué de este comportamiento, del
cual ya está cansado, elabore un buen argumento
en su contra. Abarque las cosas que le desagradan
acerca de este comportamiento y cuando sienta que
ha expuesto argumentos sólidos contra él, cambie de
sillas. Continúe el diálogo de una parte a otra, hasta
que tenga claro los asuntos que están en cuestión.
Ejemplo:
En relación con querer apaciguar en forma exagerada
Pag. 143
a su jefe, una cíe las consecuencias cíe ser más asertivo
puede ser que lo corran.
Es importante tener una idea clara de las consecuencias
posibles de cualquier cambio en su comportamiento.
El siguiente paso en este experimento es llevarlo a la
realidad. Durante los próximos días, si usted tiene la
experiencia de cambiar y comportarse de una manera
que le gustaría, tome conciencia de usted mismo.
Exagere el comportamiento que le desagrada, para
que pueda experimentar por completo el sentimiento
de desagrado que le causa. Cuando esté listo para
arriesgarse al cambio, intente un comportamiento
alternativo. Si se pone nervioso, rápidamente vuelva a
su comportamiento original y exagérelo. Se dará cuenta
de la rapidez con la que ya no soportará comportarse
de la manera que le desagrada y su comportamiento
alternativo será más espontáneo.

Fig. 9-6.

Vale la pena hacer énfasis en que, por lo general, los


conflictos se fabrican como un medio para torturarnos por
no vivir de la manera que, inocentemente, imaginamos
que debería ser.
Por ejemplo, supongan que quieren hacer algo, pero no

Pag. 144
son capaces de enfrentar las consecuencias que imaginan
que podrían seguir a este tipo de actitud. Si tienen una
imagen de sí mismos como personas valientes y decididas
no estarían dispuestos a aceptar que le tienen miedo a
las consecuencias. Así que empiezan a rechazar este lado
miedoso de sí mismo.

Fig. 9-6. cont.

Fig. 9-7.

Sin embargo, si empiezan a apoyarse al expresar y


explorar ese lado de su personalidad, podrían descubrir
que sus miedos son, de hecho, un medio sumamente
sensible para asegurarse la propia preservación o, por
otro lado, que son irracionales y demasiado inhibidores.
De cualquier manera, la relación entre la figura y el fondo
Pag. 145
de su dilema cambia sutilmente, usted está menos fijado
y puede estar en camino de obtener una resolución que
pueda satisfacer ambos lados de su personalidad y de esta
manera resolver el conflicto. Ustedes pueden probar con
el experimento que se presenta a continuación:

EXPERIMENTO 9(f): HACIA LA INTEGRACIÓN DE


ESTE CONFLICTO
Regrese al experimento 9(a) y continúe el debate entre
las dos partes. Permita que cada parte escuche lo que la
otra tiene-que decir y que responda al punto de vista de

la otra. Ayudaría si cada parte hace saber cómo se


siente y qué quiere.

El primer paso para solucionar un conflicto es


clarificar a las partes que se oponen, sus necesidades,
deseos y posibles cursos de acción. El segundo es que estas
partes razonen una con la otra que ambas puedan obtener
algo de lo que quieren. Si cada una de las partes se niega a
escuchar a la otra, el conflicto, es decir, el estado de tensión
entre las partes opuestas, se hará permanente y no se
llevará a cabo la integración. Por lo general, sin embargo,
cuando una parte empieza de verdad a oír a la otra, tiene
la posibilidad de ofrecer alguna clase de compromiso
para el que la segunda parte puede responder. Cuando

Pag. 146
ambas partes se comprometen, el conflicto se debilita
gradualmente y la integración se lleva a cabo.
Una analogía física puede ayudar. Cuando dos
remolcadores están arrastrando a un barco fuera del
puerto, jalan a casi 90° uno del otro. Esto significa que si
el barco es jalado en dirección al sur, uno de los buques
jala hacia el suroeste, el otro al sureste. Si los capitanes de
ambos remolcadores estuvieran hablándose uno al otro
sobre su dirección, podrían dar la impresión de que iban en
direcciones totalmente diferentes. De hecho, el resultado
es que el barco viaja hacia el sur. De la misma manera, los
argumentos entre sus diferentes partes empiezan cuando
ambas parecen estar jalando en direcciones totalmente
diferentes; sin embargo, como los remolcadores, al final
crean una dirección en común que uno puede seguir.
Debido a nuestra complejidad, el conflicto es inevitable
y necesario. Al entender los elementos nuestros que
provocan el conflicto, podemos resolverlos en cualquier
situación dada. Es la claridad de la conciencia lo que
conduce al crecimiento, si podemos tolerar la frustración
que involucra la clasificación de nuestros sentimientos,
podemos disolver el conflicto y formar una nueva solución
para ese momento.

He escuchado todo lo que has tenido que decirme


acerca de tus problemas.
Me preguntas qué hacer acerca de ellos.
Mi punto de vista es que tu verdadero problema es que
eres un miembro de la raza humana.
Primero hazle frente a eso.
Idries Shah

Pag. 147
10
Fluir con el proceso

Fig. 10-1.

“El agitado sauce pinta la ráfaga del viento sin


necesidad de papel, tinta o pincel”.
(Saryu)

Creer que alguna cosa permanece constante es


una ilusión; la gente y el mundo están cambiando
constantemente. Algunas cosas toman más tiempo en
cambiar que otras. Las llores mueren en una estación;
la gente muere en el lapso de un siglo y los bloques de
granito que aparecen en la naturaleza se erosionan para
convertirse en rocas y más tarde en piedras.
Nuestros sentimientos cambian de un momento a
otro y la forma en que respondemos al mundo cambia
con ellos. En este sentido, cambiamos todo el tiempo.
La comunicación auténtica con los demás implica tomar
conciencia de lo que estamos sintiendo, y ya que esto está
en flujo continuo, debemos reevaluarlo constantemente.

Pag. 149
También tenemos que damos cuenta de lo que está
sucediendo en los demás porque ellos, al igual que
nosotros, también están en constante cambio. Así que
los contactos íntimos se pueden conservar cuando
seguimos los cambios en nosotros mismos y en la gente
con la que estamos. Cuando no le prestamos atención
completa al momento, podemos quedamos atrapados
tratando de describir un sentimiento que ya pasó. Esto
nos puede conducir a comportamos de una manera
que fue apropiada, pero que ya no lo es. Por ejemplo,
en el curso del contacto con mi supervisor en el trabajo
puedo sentir miedo, después alivio, luego gratitud y
finalmente resentimiento, dependiendo de las órdenes, la
apreciación o la crítica que me haga. Cada uno de estos
sentimientos son válidos en el contexto del contacto. Pero
si permanezco atrapado sintiendo miedo cuando me dice
cuánto aprecia mi trabajo, entonces nuestra comunicación
probablemente, no tendrá mucho éxito.
La imagen que mejor capta la idea del cambio continuo
en nuestros sentimientos y los cambios en aquellos que
nos rodean es la de un calidoscopio. Los patrones son
siempre nuevos y parecen infinitos. Un cambio en mis
sentimientos o en los de aquellos que me rodean me lleva
a cambiar todo mi patrón de interacción. Suponemos que
las cosas permanecen constantes porque nos conviene
hacerlo así.
Todas las cosas vivientes cambian en forma cíclica. A
pesar de que los que están cansados del mundo puedan
decir “He visto todo esto antes, todo cambia pero todo
permanece igual”, realmente no han visto todo, porque
solamente pueden percibir cada momento conforme éste
ocurre. Pueden haber detectado algunas semejanzas entre
un momento y otro, pero si realmente toman conciencia
del momento actual, se darán cuenta de que realmente es
único.

Pag. 150
El árbol nunca es el mismo de un verano, o de un
momento, al siguiente.
Ya que existimos y cambiamos a cada momento,
cualquier descripción de nosotros mismos o de nuestras
percepciones es verdadera solamente para el momento
en que se lleva a cabo. Sin embargo, cuando describimos
algo con palabras, tendemos a fijarlo en el tiempo, como
una fotografía fija una escena o a una persona para
siempre. Damos por sentado, debido a que mucho de
nuestro lenguaje moldea nuestro pensamiento, de que la
abstracción es la misma que el objeto que representa. No
obstante, tan pronto como el momento en que la imagen
captada ha pasado, el sujeto cambia; es un nuevo momento.
El río que observamos nunca volverá a ser el mismo; un
nuevo río está Huyendo constantemente desde su fuente
hasta el océano. Las abstracciones tales como “río” son
útiles porque sin ellas no podríamos describir el mundo;
aunque debemos estar conscientes de sus limitaciones.

EXPERIMENTO 10(a) : PROCESO DENTRO DEL


MUNDO
Imagínese que está parado junto a un pequeño
riachuelo y que arroja un poco de tintura negra dentro de
éste. Imagine la tintura coloreando toda el agua; entonces
conforme fluye nueva agua desde su fuente, imagine que
el color se va diluyendo y al final desaparece. Mediten
cómo cambió el río por un momento antes de convertirse
en otro río, con nueva agua. ¿Cuál es la diferencia entre
el río de ahora, que está claro otra vez, y el río de antes de
que cambiara el color?

El cambio ocurre continuamente y a menos que nos


mantengamos conscientes de esto, nos encontraremos
perdidos en un momento que se ha convertido en el
pasado. Esto no significa que debamos mantenemos por
encima de todos los cambios que ocurren tanto en nosotros
Pag. 151
mismos como en los demás, porque esto provocaría un
nuevo caos. Tenemos que confinar nuestra conciencia a
un número manejable de observaciones significativas. En
gran medida la selección automática, siempre y cuando
nos mantengamos abiertos al surgimiento continuo de
nuevas figuras contra el fondo de nuestra experiencia
total.

Fig. 10-2.

También tenemos la capacidad mental de permanecer


en paz con el cambio con tal de que sepamos cómo seguir
el rastro de las cosas que están cambiando. El grado en el
que estamos en contacto con nuestro ambiente, o alejados
de éste, también varía de momento a momento.
Hacemos una observación y la almacenamos en
nuestra memoria Después, cuando estamos involucrados
en una situación que toca este recuerdo, podemos utilizar
la memoria para obtener información, más que nuestra
Pag. 152
conciencia de lo que realmente está sucediendo. Al
reorientamos en el presente encontraremos información
más exacta y estaremos más comprometidos. Además,
esto asegura que nuestra respuesta se mantenga más de
acuerdo con lo que somos y con lo que queremos.
Al utilizar el proceso de esta manera podemos
vivir para este momento, que es el único que podemos
experimentar.
Entender el concepto del proceso y experimentarlo
por nosotros mismos no son la misma cosa. Los siguientes
experimentos le ayudarán a hacer esta distinción.

EXPERIMENTO 10(b): EL PROCESO EN SU VIDA


Busque algunas fotografías suyas de cuando era bebé y
algunas de su familia. Reúnalas en un álbum de modo
que pueda ver sus etapas de crecimiento. Note su
propio proceso. Vea cuánto ha cambiado y en cuántos
aspectos se ha mantenido igual.
Este experimento también se puede hacer con sus
viejas cartas. ¿Puede localizar a alguien que haya
guardado las cartas que usted le haya enviado? Si es
así, copielas y arréglelas en el orden en que fueron
escritas. ¿Ve usted su proceso?

Fig. 10-3.
Pag. 153
EXPERIMENTO 10(c) : EL PROCESO EN UN AMIGO
Tome una fotografía de un amigo suyo cada día
durante un mes y al mismo tiempo una fotografía de
usted mismo. Compare las series de fotografías. Dése
cuenta del cambio diario.

Sólo al entender la idea de proceso podemos empezar


a notar la riqueza de nuestra experiencia cotidiana y ver lo
que realmente está ocurriendo en este momento más que
lo que ocurrió en algún momento en el pasado. La manera
de traer hacia nosotros esa sensación de proceso es a
través del experimento de la conciencia “Ahora me doy
cuenta...”, y de permitir que su atención vague libremente
entre las zonas externa, interna y media.
Una de las calamidades de nuestra civilización es la
necesidad de obtener logros; no es que sea malo conseguir
lo que se desea, pero centrarse en el producto de nuestro
trabajo más que en el trabajo en sí por lo general nos
conduce al empobrecimiento del proceso de creación.
La cocinera que se apresura pensando tan sólo en el
resultado final, no disfrutará mucho al hacer la comida,
sin embargo el proceso de preparación, en sí es una fuente
potencial de placer. La verdadera inutilidad de centrar
nuestra energía en el resultado final puede verse cuando
pensamos en el proceso diario de nuestras vidas. El final,
hasta donde podemos decir, es la muerte. ¿Cuál es la prisa
por llegar a esa meta? Los amantes no hacen el amor para
llegar al orgasmo, a pesar de que éste es el final feliz de
hacer el amor; se centran en la comunicación en total y en
el disfrute que lleva al orgasmo.

EXPERIMENTO 10(d): META FINAL Y PROCESO


La próxima vez que tenga la oportunidad de lavar
los platos después de la comida, trate de enfocar su
atención en el proceso de lavar. Sienta el agua caliente;
¿la pone demasiado caliente? ¿Cómo se siente el agua
Pag. 154
jabonosa en los platos? Permita que su atención se
centre en las sensaciones de sus manos. ¿Cómo siente
los platos recién lavados? Una vez que haya logrado
poner su atención en el proceso real de lavar los
platos (en general visto como algo que debe evitarse),
piense por un momento en “terminar de hacerlo
rápidamente”. Póngase impaciente con esta tarea y
sienta el deseo de terminar. ¿Puede usted observar
cómo el concentrarse demasiado en la meta más que
en el proceso, interfiere el placer potencial de este
último?

La gente siente que el cambio es difícil de aceptar,


porque lo que no es constante se entiende con dificultad.
Ser capaces de responder de una manera flexible a las

Fig. 10-4.

demandas de cambio, hace que éste sea consciente, lo que


requiere de una percepción flexible. Si estoy cargado de
proyecciones que continuamente atribuyo a los demás, no
seré capaz de ver con claridad y por lo tanto seré incapaz
de ver el cambio. Todo lo que veré en los demás, una y otra
vez, será mi propia imagen estancada y sin poder cambiar.

Pag. 155
Si mis límites con los demás están borrosos, no podré
ver si son ellos los que están cambiando o si soy yo. De
manera que, para ser capaz de percibir el cambio, necesito
ser capaz de estar en contacto, a cada instante, con lo que
me rodea Si me alejan de lo que me rodea, también seré
incapaz de percibir el cambio en ello. Así, para darme
cuenta del cambio en el mundo tengo que ser capaz de
moverme a través de todas las etapas de confluencia,
hacer contacto y retirarme con flexibilidad, sin quedarme
estancado en ninguna forma. Quedarse fijado “en
contacto” es tan inútil para percibir el cambio como lo es
quedarse fijado en la confluencia o en el retroceso. Cuando
no hay tiempo para retroceder y verificar los cambios que
han ocurrido en mí desde que se inició el contacto, pierdo
contacto conmigo y termino representando un papel más
que comportándome en forma autentica El cambio es
vida; la fijación es la muerte.
El completar cualquier proceso, es decir, lograr llegar
a la meta, es un cierto tipo de muerte muy parecido a lo
que es la absoluta perfección. A pesar de que la idea de que
algo puede ser perfecto es parte de la complicada trama de
la existencia humana, se trata tan sólo de una dirección,
una señal, y no de una meta para vivir. Es importante
estar claros acerca de las metas y tenerlas en perspectiva;
si el proceso de llegar a la meta no valió la pena, ¿puede
valer la pena la meta?
A pesar de todo, reconocer nuestra moralidad puede
conducimos a un estilo de vida bastante extraño en un
intento por enfrentamos a lo inevitable. Uno de tales
intentos es llenar nuestra vida de cosas, tanto como nos
sea posible. El problema de hacer demasiadas cosas es
que quizá no tengamos tiempo suficiente para en verdad
digerir cualquier experiencia. Toda nuestra vida podría
estar llena con metas más que con el proceso de vivir,
ya que las metas tienen su propio momento, en el que
la persona que busca llegar a una meta se puede olvidar
Pag. 156
de preguntarse: “¿Vale la pena?” “¿Qué es lo que estoy
experimentando?” Las metas se pueden lograr después de
mucho esfuerzo, pero el que las logra puede descubrir que
sólo tiene cenizas en la boca “¿Es esto lo que me esforcé
por alcanzar?”
Relacionada con la idea de proceso se encuentra la idea
de elección. Si el tiempo que tenemos sobre la tierra está
limitado, entonces debemos elegir con responsabilidad
cómo queremos vivirlo. El Fausto de Goethe, intentó llegar
al fin de este problema haciendo un pacto con el Diablo,
pero la mayoría de nosotros no tenemos esa opción. Toda
decisión de tomar un camino significa que no estamos
en posibilidades de tomar otro. Si no tomamos estas
decisiones de manera responsable, de nadie será la culpa
más que de nosotros mismos.
A pesar de que con el tiempo cambiamos y tenemos
ciclos, podemos inhibir este proceso desarrollando “rasgos
de carácter” que mantenemos constantemente. Estos
son los comportamientos en los que se basan nuestros
papeles, los cuales, como ya antes lo hemos revisado,
son una forma de evitar la verdadera comunicación.
Yo puedo empezar por conocer a alguien y sentirme
dispuesto hacia él. Conforme lo conozco mejor, puedo
resentir su comportamiento hacia mí; sin embargo, puedo
rehusar compartir estos sentimientos con esta persona y
de esta manera ocultarlas comportándome como si aún
me sintiera dispuesto hacia él. En este momento, estoy
representando un papel, estoy congelándome e inhibiendo
mi flexibilidad. Congelando en el tiempo y predecible,
estoy, por decirlo así, muerto. La belleza de las flores
se encuentra también en su transitoriedad; las flores de
plástico ofenden por su permanencia.
Como la naturaleza de los cambios sociales, los
valores espirituales y filosóficos también cambian y las
enseñanzas de siglos anteriores deben modificarse en el
presente.
Pag. 157
En el Medio Oriente, una de las mayores bendiciones,
que también es una maldición... (son el conjunto de)...
las enseñanzas de los maestros espirituales.
Son bendiciones para quienes las recibieron en el
momento correcto y maldiciones para aquellos que
desde entonces han luchado con ellas después de que
se volvieron anacrónicas. Poca gente comería carne
una vez que ésta se hubiera echado a perder o una
verdura cuando ésta se ha convertido en un fósil. Pero
casi nadie ha aprendido el problema que es equivalente
en la literatura y en el tradicionalismo.
Dejen que algo se dé a conocer como valioso o sublime
y la ambición de la gente hará el resto. Aun si el fósil les
rompe los dientes y la carne putrefacta los envenena,
se apegarán a comentarios que ya están pasados de
moda.
Idries Shah

No sólo cada sociedad y época desarrolla su propia


filosofía social; también las leyes reflejan los tiempos.
Muchas de las cosas que ahora son legales estaban
expresamente prohibidas en el pasado, por ejemplo, la
homosexualidad. La moralidad también está sujeta al
cambio en la moda. El puritanismo Victoriano poco a
poco dio lugar al libertinaje de principios de siglo y éste
a la moral libre y permisiva de la década de 1920. De la
misma manera que algo se convierte en una figura de
nuestra conciencia contra el fondo de nuestro mundo, una
idea también se convierte en la figura y el fondo de una
era. A veces las leyes se quedan rezagadas en el tiempo, en
cuyo caso continúan en los estatutos legales, pero rara vez
se recurre a ellos. Si éstos son utilizados por funcionarios
públicos fanáticos, al final el grito de protesta del público
en general es suficiente para que los revoquen.
La gente cambia y a veces permite que su moralidad
introyectada esté rezagada en relación con sus actitudes
Pag. 158
actuales. Por ejemplo, protestamos y decimos que creemos
en la monogamia mientras practicamos la poligamia en
serie.
Este rezago ocurre en el desempeño cotidiano de
todas nuestras labores. Los cirujanos a veces no pueden
explicar cómo hacen un diagnóstico; si llegan a explicar
algo por lo general son vagos y conducen a conclusiones
erróneas aunque no tengan la intención de hacerlo. Lo
que ellos piensan que hacen y lo que en realidad hacen
son dos cosas diferentes. La razón de esto es que han
desarrollado sus técnicas desde que trataron de explicar
lo que estaban haciendo. La conciencia de lo que hacen de
alguna manera se ha rezagado con respecto al desempeño
de lo que realmente están haciendo. La única manera
segura de descubrir lo que alguien hace es observándolo.
La única, manera de entender esta discrepancia es
en términos de proceso. Somos capaces de hacer ciertas
tareas aun si somos incapaces de describirlas. Harold Ross
del periódico The New Yorker acostumbraba decir que
nada es indescriptible; sin embargo existe muy poca gente
que tenga la habilidad de expresar en palabras lo que hace.
Nuestra capacidad para desarrollar nuestras habilidades
sin usar el lenguaje, nos conduce a la confusión cuando
una vez más debemos usar palabras para describir tareas
como el diagnóstico o, si esa es la cuestión, la psicoterapia
Todo nuestro mundo está en flujo constante y
nosotros tenemos que usar nuestra conciencia de un
modo cuidadoso y preciso para mantenemos de frente a
los cambios. La emoción de darse cuenta que el mundo
siempre es nuevo nos puede conducir a la verdadera
felicidad, pero tenemos que ser capaces de hacer que los
cambios nos funcionen y no defendemos continuamente
contra ellos. El mundo seguirá cambiando nos guste o no.
Para hacer que los cambios nos funcionen tenemos
que ser capaces de vivir el momento, “ahora mismo”. Este
es diferente de cualquier otro momento y la persona con
Pag. 159
quien estamos hablando “en este momento” es diferente
de la persona con la que estábamos hablando hace un
instante. Para vivir el momento debemos ser capaces de
determinar qué está sucediendo en éste. Para hacer esto
es necesario que tengamos la opción de ver y sentir de
inmediato y que nos estanquemos en los recuerdos de lo
que vimos hace un rato en e) pasado. Los experimentos
de la conciencia son la forma más; rápida para hacer esto.
Cuando verificamos qué está sucediendo con nuestros
ojos y oídos y sentimos qué está sucediendo en nuestro
pecho y abdomen, somos capaces de vivir el momento y
de tomar decisiones responsables sobre lo que queremos,
cómo nos queremos comportar, y qué es o que le queremos
dar a los que nos rodean.
Vivir el momento nos da control sobre nuestro
destino, que es una serie de “momentos”. Hacer planes
para el futuro o recordar las lecciones del pasado también
es importante, pero el confrontarlos con una situación
importante, ubicándolos en “este momento”, nos permite
usar toda nuestra energía, toda nuestra visión y todo
nuestro poder.
“Morir y renacer no es fácil”.
Fritz Perls

Pag. 160
11
La comunicación Gestalt

“Una castaña al agua, un pez de colores subió


a beber. Las ondas que ambos forman en el agua,
se entrelazan”.
Kijiro

Fig. 11-1.

Pag. 161
Una viña necesita de la tierra para producir sus uvas
y así como la naturaleza de la viña o la naturaleza del
suelo en la que crece cambian, así lo hace la naturaleza
de la uva. Lo importante en la interacción entre la viña
y el suelo es que la forma en que sus cualidades trabajan
juntas determina el sabor de la fruta.
La relación entre las personas depende de la naturaleza
de los individuos; el efecto combinado que nunca
puede predecirse totalmente. Quiénes somos cambia
dependiendo de con quién estamos. Diferentes personas
facilitan diferentes cosas en nosotros. La química de este
proceso es obscura, pero es suficiente saber que existe.
Me amo a mí mismo con algunas personas y me odio con
otras. Soy un individuo que alimenta a algunas personas
y que es tóxico para otras.
Algunas de las razones del sabor de la uva se conocen;
por ejemplo, la acidez de la tierra y la familia de la que
vino la viña. Pero otras no se conocen. La única forma de
determinar cómo una viña crecerá en un suelo particular
es haciéndola crecer. La única forma de saber si vamos a
tener un contacto que nos alimente con otra persona es
probarlo. Algunas veces el viticultor se sorprende de la
uva que cosecha por la combinación única que producen
el suelo y la viña. De la misma manera podemos tener
relaciones muy satisfactorias con gente que suponíamos
que nos iba a desagradar y podemos decepcionamos de
aquellas que esperábamos que nos gustaran.
Hasta cierto punto, cada cosa en el mundo depende
de otra. El observador cambia la naturaleza de lo que
observa sólo con su presencia. Ya sea que lo deseemos o
no, somos parte del mundo sin que tengamos que hacer
nada excepto estar ahí. Mientras más cerca estamos de
algo, más tenemos la capacidad de afectarlo.
Mientras más dejamos que la gente se acerque a
nosotros, más son capaces de influenciamos; de manera
que hay diferentes grados de cercanía que podemos
Pag. 162
tolerar. El precio de la cercanía es la influencia. Permitir
que alguien se nos acerque e influencie de manera
positiva es una experiencia que nos da alegría; permitir
que alguien que está cerca nos dañe puede ser una
experiencia dolorosa y, con el tiempo, destructiva ya que
disminuye nuestro nivel de confianza y nuestro deseo
de tener a alguien cerca un proceso gradual. Iniciamos
nuestra interacción sintiéndonos seguros, sin dar mucho
de nosotros mismos. Conforme llegamos a conocer a la
persona con la que nos encontramos, revelamos más de
nosotros. Fritz Perls observó que existen cuando menos
cuatro niveles básicos para este proceso. Los describió
como las cuatro capas de nuestra personalidad.
El saludo diario, como “hoja” y “adiós”, son la capa más
superficial de la comunicación. Generalmente expresado
con muy poco sentimiento, provoca que se reconozca la
presencia y la vulnerabilidad de la otra persona, porque
sin él se sentiría ignorada, rechazada o invisible.
La capa de la comunicación en la que uno representa
un papel es la de los papeles y los juegos predecibles. Por
ejemplo, el tendero representa un papel y el cliente otro.
Necesitan interactuar porque una persona tiene algo que
vender y la otra quiere comprarlo, pero no están interesados
en conocerse uno al otro. Su contacto es exclusivamente
de negocios. Muchas formas de comunicación toman esta
forma; no queremos intimar con todas las personas con
que nos topamos.
Cuando dos personas entran en contacto por primera
vez, por lo general se saludan una a la otra y después
interactúan de una manera más o menos obvia. Nos
movilizamos a una capa más profunda de comunicación
solamente cuando estamos listos. Aun cuando amigos
cercanos se encuentran después de haber estado separados
por un largo periodo, tienden a pasar por la misma rutina
antes de empezar a revelarse una vez más.

Pag. 163
La tercera y cuarta capas de la comunicación se
relacionan estrechamente; la tercera, o la capa “muerta”,
es el momento de incertidumbre que en forma general
precede a la cuarta capa, que es la de la autenticidad.
Cada capa se caracteriza por diferentes
comportamientos. Antes de manifestamos primero
debemos decidir si estamos dispuestos a correr el riesgo.
Nuestro comportamiento en este punto, ya sea el silencio,
la incomodidad o el aburrimiento, es una manifestación de
la capa muerta (tercera etapa). Si decidimos manifestamos,
el comportamiento que le sigue se considera auténtico. Ya
sea que expresemos dolor, irritación, afecto o deseo sexual,
corremos el riesgo de ser rechazados y las consecuencias
rara vez son peores de lo que imaginábamos. Más bien,
al ser auténticos, por regla general, experimentamos una
oleada de emoción y sorpresa que nos lleva a encuentros
más impredecibles y que representan retos mayores.
El moverse de la etapa en la que representamos un
papel a la de autenticidad es arriesgado; pero la alternativa
es la muerte para el individuo, la muerte en vida de
estar estancado en un papel predecible, donde toda la
interacción se puede anticipar.

Fig. 11-2.
Pag. 164
EXPERIMENTO 11(a): CAPAS DE LA
COMUNICACIÓN
La siguiente vez que usted esté en una tienda, ponga
atención a la persona que lo atiende. Ponga particular
atención a sus propios sentimientos por esta persona.
Decida si quiere hacer o no un buen contacto con ella
antes de acercársele para preguntarle sobre el objeto
que desea comprar.
Cuando encuentre a un empleado a quien no quiera
llegar a conocer, ponga atención a la interacción que
hay entre ustedes. ¿Cómo se saludan?
¿Cuál es el papel que usted representa? ¿Qué claves
le envía usted sobre el papel que quiere jugar? Por
ejemplo, “Esta semana se terminan las clases, así que
me voy a dar unas vacaciones”.
¿Qué claves le envía él que le permiten a usted
clasificarlo? ¿Es enojón? ¿Es inteligente?
Después de que usted regrese de la tienda haga una lista
de todas las partes del comportamiento del vendedor
que pueda recordar y junto a cada una escriba lo que
esto le dice de esa persona.
Ejemplo:
“No sé dónde tengo los pañuelos desechables”.
(¿Estúpido, quizá confundido?).
“No hay zapatería en este pueblo”.
(La zapatería está en la siguiente calle, de manera que,
o es retrasado o es hostil hacia mí o hacia el dueño de
la zapatería).

EXPERIMENTO 11 (b): CAPAS DE LA


COMUNICACIÓN
Si usted localiza a un tendero que le agrade y está
dispuesto a correr el riesgo de hacer un contacto más
profundo, ponga atención a su diálogo. ¿Cómo se
saludan uno al otro? ¿Qué papeles empiezan a jugar?
Cuando se sienta a gusto, corra el riesgo frente a la
Pag. 165
persona Quizá revele usted sentimientos que lo llevan
a sentir desprecio.
Ejemplo:
Estoy realmente enojado porque los policías de su
ciudad le hacen pasar ratos muy difíciles a los negros”.
“Me gusta la forma en que usted maltrató a esos clientes,
de la misma manera en que ellos lo maltrataron a
usted”.
Usted sabe que este comentario es arriesgado porque
no se sentirá a gusto consigo mismo al decirlo. La
respuesta de la persona detrás del mostrador es
impredecible.
Otra situación en la que quizá esté dispuesto a
arriesgarse es con su jefe. Dígale cómo se siente
en relación con algo que ha estado escondiendo, o
particípele su opinión la cual puede ser diferente de la
que a él le puede gustar.
¿Está consciente de la pausa que hace antes de tomar el
riesgo? Esta es la capa “muerta”.
Los ejemplos que hemos proporcionado hasta ahora
pueden no haberle dado tiempo suficiente para
explorar la capa “muerta”. Si es así, trate de hacer lo
siguiente:
Cuando esté cerca de alguien con quien se sienta
cercano, piense en algo que “nunca diría”, aunque
sea verdad y usted lo tenga en mente. Ahora póngase
la tarea de decir esto. Ponga atención a la lucha que
existe dentro de sí, y a la posterior “muerte” en su
comportamiento.

Algunos papeles son muy satisfactorios y juegan


un papel importante. Nos permiten interactuar sin
involucramos demasiado o cohibimos. Algunas de
las tareas de la sociedad se llevan a cabo por aquellas
personas que tienen que permanecer representando un
papel. El verdadero comportamiento de un Juez de la
Pag. 166
Suprema Corte o el comportamiento auténtico de un
abogado pueden llevamos a mucha confusión. Las leyes
de nuestro país pueden convertirse en caprichos y a
pesar de que esto puede tener consecuencias fascinantes,
también puede conducir al caos. Los otros papeles que
son importantes son demasiado numerosos para listarlos,
pero si el conocimiento necesario que acompaña a tareas
como ser mamá, enseñar o curar no se transmitieran con
el comportamiento apropiado, estas tareas no se podrían
llevar a cabo en forma adecuada. Cada papel tiene una
actitud que se le asocia. Para ser mamá, la devoción y
el actuar de manera desinteresada son las actitudes que
garantizan que la labor sea hecha.
Eric Berne escribió bastante sobre los papeles que
jugamos a través de nuestra vida. Un niño tiene que
admitir que es indefenso y aprender de los otros. Ese niño
dentro de nosotros es la parte nuestra a la que le gusta
jugar y que tiene un contacto ligero con los demás, en
el cual nos reímos de las cosas absurdas y nos damos la
libertad de correr riesgos y parecer absurdos. Ese niño
dentro de nosotros es también la fuente de creatividad
ya que nos permite ver las cosas de nuevo, como si fuera
por primera vez. El adulto en nosotros es el pensador que
cuidadosamente evalúa los riesgos y hace planes. Nuestro
padre, es esa parte que tenemos dentro y que nos cuida a
nosotros y a nuestros hijos; es estricta y por lo general una
introyección de los valores de nuestros padres.
A pesar de que la representación de estos papeles es
necesaria para que nuestra sociedad funcione, pueden
aprisionar a la persona que tiene que representarlos. El
hombre que siempre es un Juez de la Suprema Corte, aun
con su familiar y sus amigos, no es libre. Cuando estos
papeles se osifican, limitan al individuo que los representa
e inhiben su individualidad.
Cualquier papel puede ser muy detallado y se puede
desarrollar bien, ya sea una profesión, como la de un juez,
Pag. 167
o el papel que juega una personalidad, como podría ser
la del “hombre rudo”, pero en cualquier situación dada,
la persona que representa un papel siempre se comporta
de la misma manera. La interacción, a pesar de que es
aburrida, da seguridad.
Muchos papeles de la personalidad son distorsiones de
partes auténticas de nuestro carácter. Por ejemplo, la mayor
parte del tiempo usted puede ser una persona accesible
y agradable, pero porque al ser así recibe recompensas,
quizá sea frecuente que utilice este comportamiento aun
cuando no se sienta ni agradable ni accesible. La parte
“agradable” de usted se convierte en un papel (una forma
de esconder sus sentimientos desagradables y de evitar un
encuentro autentico).
Los papeles que elegimos representar son un reflejo de
lo que somos el cual se forma desde que somos muy niños.
Al observar a los niños de tres meses, Stella Chess fue capaz
de medir ciertos rasgos del carácter que persistieron hasta
que estos niños se convirtieron en adultos. Entre éstos
se encontraban las respuestas a la gente desconocida, la
disposición general del niño y la sensibilidad y respuesta
a estímulos específicos. Una persona que naturalmente
reacciona de manera intensa a los estímulos emocionales,
probablemente nunca asumirá el papel de apostador.
Cuando reaccionamos espontáneamente, estamos siendo
auténticos a pesar de que nuestra respuesta pueda no ser
original. Los rasgos de personalidad sólo se convierten en
papeles cuando los usamos para esconder más que para
expresar lo que sentimos. De manera que, una persona
puede reaccionar de manera exagerada para ocultar el
hecho de que en ese momento no siente nada o de que,
por alguna razón, se siente apenada por lo que siente.
Una “buena” comunicación entre individuos permite
la familiaridad y el entendimiento. En palabras de Martin
Buber, es cuando yo hablo contigo. El hizo una distinción
con esa clase de comunicación en la que decimos “yo-eso”
Pag. 168
en la que una persona trata a la otra como si fuera un
objeto. Relacionarse con los demás de esta manera impide
cualquier forma de compartir, de mutualidad, ya que no
se reconoce en los otros la posibilidad de tener los mismos
sentimientos y la misma sensibilidad. Existe una falla en la
identificación con los otros que conduce a un aislamiento
emocional y a una incapacidad para crecer. Por ejemplo,
un hombre ve a una mujer que le atrae; si se comporta hacia
ella con el único fin de llevarla a la cama, de manera que
pueda satisfacer su propia necesidad, la está tratando como
un objeto. Si se acerca a ella con la idea de conocerla y está
dispuesto a dejar que las cosas se desarrollen entre ellos de
manera que ambos puedan desear terminar en la cama,
está comprometido en una relación “yo-tú”. El hombre
que ve a una mujer como alguien que le paga su renta
también se está involucrando en una relación “yo-eso”. La
diferencia está en el acercamiento hacia la otra persona.
La relación “yo-eso” gira alrededor de una persona que
maneja a la otra con habilidad, de la misma manera que
manejamos un auto, para adquirir cierto resultado; irse
a la cama u obtener un nuevo abrigo. La relación “yo-tú”
implica una comunicación directa e íntima y no importa
lo que suceda entre la gente involucrada, es el resultado
del trabajo unido de ambos.
La relación “yo-eso” necesariamente implica la
representación de papeles; la relación “yo-tú” ocurre
cuando nos salimos de los papeles y nos volvemos directos
y sinceros, uno con el otro, sobre lo que sentimos. Este
nivel de sinceridad implica intimidad y confianza.
Esta clase de comunicación directa da gran satisfacción
y de alguna manera consolida nuestra autoestima y la
comprensión de nuestro lugar en el marco de las cosas. No
estamos solos. Existe otro ser humano que se enfrenta a
la misma lucha y las mismas dudas que nosotros tenemos,
alguien que no tiene miedo de ser quien es frente a
nosotros. Cuando la gente contacta mentalmente de esta
Pag. 169
manera, algo especial ocurre que enriquece y alimenta a
ambas personas. Uno de los miedos mayores es el de estar
solos, abandonados. Muchos miedos surgen de esto y sólo
con compartir con otro ser humano en un nivel “yo-tú”
desaparece;
El siguiente experimento le permitirá experimentar
con su nivel de confianza hacia su pareja y quizá
desarrollar una relación “yo-tú” con ella.

EXPERIMENTO 11(c): COMUNICACIÓN “YO” Y


“TU”
Sentado frente a su pareja, decidan quién va a ser el
sujeto de este experimento y quien será el asistente.
El propósito del experimento es mantener la mirada
frente a la del asistente y completar una serie de frases
que inicien con estas palabras: “Tengo miedo de...”.
Sostenga el contacto visual durante el experimento sin
desenfocar los ojos o mirar fijamente.
Él asistente está ahí para ayudarlo a mantener el
contacto visual. Una manera en la que él puede hacer
esto es sostener cada mano como a 45 cm enfrente de
sus hombros. La forma más común de evitar el contacto
visual es mirar hacia abajo o hacia un lado. Cuando
usted hace esto, las manos y los pies del asistente se
hacen visibles. Tan pronto como el asistente se dé
cuenta de que ya no hay contacto visual, debe menear
rápidamente el dedo que ahora estará a la vista.
Ocasionalmente podrá no darse cuenta de que ha
apartado su mirada, aun cuando los dedos del asistente
se estén moviendo. En este momento, el asistente
debe hacer una intervención verbal como “por favor
mantén tus ojos en contacto conmigo”.
El asistente también está ahí para ayudar al sujeto con
consecuencias posibles.
Ejemplo:
Sujeto: “Tengo miedo de ser estúpido
Pag. 170
Asistente: “Si soy estúpido, entonces tengo miedo de...”.
Sujeto: “Si parezco estúpido, entonces tengo miedo de
que la gente no quiera hablar conmigo y quedarme solo
“.
Asistente: “Si estoy solo tengo miedo de...”.
Sujeto: “Si estoy solo tengo miedo de estar aislado y
quizá muera “.
El asistente no debe permitir que el sujeto nada más
complete las oraciones sino que debe insistir para que
las diga en su totalidad.
Ejemplo:
Cambie: “La gente no me habla” a “Si me veo como
estúpido, tengo miedo de que la gente no quiera
Hablarme”.

Muchos de nuestros miedos se reducen al miedo de


estar solos o abandonados. Si usted ve a alguien dentro de
una multitud que ha perdido contacto con la persona con
la que estaba, a veces podrá ver una mirada que recuerda
la de un niño que ha perdido de vista a su mamá. El miedo
infantil a estar solos o abandonados persiste durante
toda la vida. Se transforma en el miedo a ser rechazados
y más adelante se transforma en el miedo a que ciertas
actitudes se expresen enérgicamente, el enojo irracional
provocará que los demás nos rechacen y nos dejará con
un sentimiento de abandono. En el intenso contacto que
tuvo lugar en los experimentos previos, el miedo a estar
solos desaparece porque, durante el contacto, usted no
está solo.
Existe una diferencia entre una comunicación sincera
y la “sinceridad compulsiva”. Esta última por lo general
se utiliza como una excusa para atacar a los otros. Esta
forma de comportamiento puede ser una forma de negar
la crueldad, ya que en lugar de directamente enojamos
o ser crueles podemos disfrazar esto con el prefacio o la
posdata de “sólo estoy siendo honesto”. La comunicación
Pag. 171
auténtica incluye una toma de conciencia del efecto
posible de lo que decimos así como la conciencia de que lo
que sentimos y experimentamos es solamente el punto de
vista de un ser humano. Para comunicar algo importante
a alguien más, las condiciones deben ser correctas y la
otra persona debe ser capaz de oír.
Para estar en comunicación con otra persona, tenemos
que ser capaces de vemos a nosotros mismos y a los otros
con claridad. Proyección, introyección, retroflexion y
deflexión, todas bloquean nuestra capacidad para hacerlo
y, a menos de que tomemos la responsabilidad de estas
formas de evitación y de las cualidades que esconden
continuaremos inhibiendo la comunicación auténtica.
Algunas de estas formas de evitación pueden mantenemos
en la interacción superficial o representando el papel
de un “personaje perfecto” ante los demás sin nunca
demostrarles nada más de nosotros mismos.

“Al proteger mi enojo impido la experiencia de


tener cualquier contacto que valga la pena. En
términos generales, cada una de las formas de
evitación impide la comunicación auténtica al
causar malas interpretaciones de lo que está en
verdad sucediendo”.

Nuestra imaginación en cuanto a lo que está sucediendo


se interpone en el camino y terminamos defendiéndonos
de ataques que no existen.
No sólo vemos capas de nuestra personalidad cuando
nos enfrentamos a los demás, sino que podemos verlas
en nosotros mismos ¡cuando estamos en conflicto con
nosotros mismos! Muchos de nuestros conflictos se deben
a que ambas polaridades están estancadas en el nivel de
representación de papeles. Nos ha sido imposible idear un
experimento sencillo para ilustrar esto pero en su lugar,
tenemos aquí un poema:
Pag. 172
Fig. 11-3.

Pag. 173
Una orden resuena dentro de mí:
“¡Escarba! ¿Qué es lo que ves?”.
“Hombres y pájaros, agua y piedras”.
“¡Escarba más profundo! ¿Qué es lo que ves?”.
“¡Ideas y sueños, fantasías y relámpagos!”.
“¡Escarba más profundo! ¿Qué es lo que ves?”.
“ ¡No veo nada! Una noche muda, tan espesa como la muerte”.
“ ¡Escarba más profundo!”.
“ ¡Ah! ¡No puedo penetrar la división más obscura!
Escucho voces y llanto, escucho el revoloteo de alas en la otra orilla”.
“¡No llores! ¡No llores! ¡No están en la otra orilla...
las voces, el llanto y el aleteo son tu propio corazón”.
Nikos Kazantzakis

El crecimiento personal a veces puede ser doloroso


y una pregunta adecuada que uno se puede formular
de vez en cuando es “¿Vale la pena?”. Las defensas y las
formas de evitación que funcionan tan bien al protegemos
de recuerdos dolorosos y de aspectos desagradables de
nosotros mismos se interponen e impiden que podamos
ver el mundo con claridad y tengamos la experiencia
satisfactoria de una relación íntima y profunda. Descubrir
si las recompensas de ver claramente compensan el dolor
de deshacer los miedos puede ser determinado solamente
después de que el trabajo está terminado; no obstante,
se puede obtener un indicio en los instantes de buena
comunicación que tenemos de vez en cuando con gente
que ya ha desarmado muchas de sus barreras. Tales
momentos tienen el poder de hacemos conscientes de
cuánto nos estamos perdiendo cuando constantemente
refrenamos o evitamos nuestros sentimientos verdaderos.
Después de un beso que nos gustó, está el anhelo de tener
más.

Pag. 174
12
Combinaciones creativas

Fig. 12-1.

“El viejo estanque verde está en silencio; en


eso, el salto de una rana rompe la quietud de la
noche: ¡Plop!
Basho

Cuando las personas se comunican entre sí, producen


cosas que no podrían haber producido al estar separadas.
Los ladrillos y el cemento dispuestos en la forma correcta
producen una chimenea que dirige el humo hacia arriba
en una forma que los ladrillos y el cemento por separado
no lo podrían hacer. Así, cuando combinamos una
tonelada y media de metal, vidrio, caucho y plástico en la
forma correcta podemos obtener un auto. A menos que se
combinen de la manera correcta, estos materiales no serán
Pag. 175
capaces, cuando menos por sí mismos, de desplazarse en
la carretera a 100 kilómetros por hora.
La creación siempre está asociada con nuevos
arreglos. La Mona Lisa fue creada con pinturas de aceite
y las imágenes fueron sintetizadas de las que estaban
presentes en la naturaleza. Las sinfonías son temas que se
desarrollan y los temas son combinaciones de notas. Estas
combinaciones tienen el poder de tener mayor peso que
sus elementos.
Somos personas muy diferentes y la combinación de
nosotros “mismos” nos lleva a lograr mayores poderes
que los que obtendría cualquiera actuando por separado.
La combinación del amor y la crueldad provoca esa
cualidad de los maestros por interesarse en los demás, al
igual que los terapeutas, lo que les permite ser directos y
a la vez un apoyo. Con esta combinación pueden criticar
a sus alumnos y tolerar sus sufrimientos al mismo tiempo
que los alientan cuando es necesario. La combinación de
frialdad y afecto tiene un efecto muy parecido. Permite
al maestro ser frío y distante cuando es apropiado y a la
vez cálido y cercano cuando es necesario. La ternura y
el amor impiden que nuestra parle cruel obtenga placer
al provocar dolor innecesario; nuestro lado cruel permite
que toleremos el corregir de la manera poco compasiva
que a veces se requiere si se quiere lograr la excelencia
en los estudiantes. La crueldad sin modificación puede
destruir al estudiante y la ternura por sí sola no le da al
estudiante nada con que defenderse.
La interacción de estos elementos por separado es un
proceso que toma tiempo. El tiempo al inicio, es necesario
para su combinación y para que puedan interactuar juntos.
Durante la interacción de partes de nosotros mismos
generalmente hay conflictos entre ellas. Una parte quiere
que nos comportemos de una forma y la otra quiere que
nos comportemos de otra Existe un estancamiento. Es
sólo al permanecer en este estancamiento que se puede
Pag. 176
crear un nuevo comportamiento, que no es totalmente
amable ni totalmente cruel, sino una nueva combinación
que trasciende a ambos y es apropiada para la nueva
situación.
Cada conflicto que se completa provoca una nueva
resolución que puede a su vez, proporcionar los elementos
para la siguiente combinación.
El auto se fabrica en etapas; los faros se fabrican
con vidrio, metal y plástico; luego el nuevo producto se
combina con el sistema eléctrico del auto para hacer una
unidad de funcionamiento capaz de iluminar la carretera.
De la misma manera, después de un conflicto intenso entre
las partes más primitivas de mi psique, aparece una parte
mía capaz de hacer combinaciones más finas con otras
partes combinadas de mí mismo. Estas combinaciones
son responsables de la individualidad de mi personalidad.
El cuerpo humano está hecho de muy pocos elementos:
carbono, hidrógeno, oxígeno, fósforo, calcio, etcétera.
Sin embargo, cada uno de nosotros es muy diferente. De
la misma manera, los impulsos y emociones humanos
básicos están limitados a alrededor de veinte variables,
pero la combinación de éstas produce una infinidad de
variaciones.
Para hacer nuevos arreglos debemos ser capaces de
ver lo que realmente está en los objetos que nos rodean,
antes de poder ver sus posibilidades. Para usar un objeto
de una nueva manera tenemos que ser capaces de verlo
funcionando de una forma que nadie antes haya pensado.
Sin duda la capacidad de estar conscientes y ser flexibles
se encuentra en el centro de estas capacidades, leñemos
que ser receptivos tanto a nosotros mismos como a
nuestro ambiente. El proceso creativo no es difícil, pero
debemos poder aventuramos en territorios que no nos
son familiares. Si mantenemos nuestra forma de pensar
dentro de los límites acostumbrados, no podremos crear.

Pag. 177
En algún punto durante el acto de la creación, es
necesario desechar el material sobrante o irrelevante.
Mucha gente se queda estancada en esta fase al utilizar
su capacidad crítica demasiado despacio o demasiado
pronto. Debido a que estamos muy apegados a la forma en
que las cosas “deberían” ser o “deberían” verse, la creación
que está en ciernes nunca se aleja del piso y es demolida.

“Si tengo una opción preconcebida de cómo debe ser mi


forma de escribir, entonces cualquiera de mis escritos
que no llegue a esos parámetros será rechazado.
Esto no estaría tan mal, pero si mi expectativa es
que deben sonar como los de Dickens más que como
míos, estoy acabado, porque yo soy yo, no Dickens.
Parte de conocerme a mí mismo es saber para qué soy
bueno y qué es posible para mí. Si no satisfago mis
propios parámetros, entonces estoy en problemas.
Es claro que cualquier cosa que yo haga necesita ser
editada y ajustada, aunque esto tiene que ser en la
medida correcta y no tanto de modo que la creación
desaparezca. La imagen que me viene a la mente es
la de un escultor que está feliz puliendo su creación,
¡hasta que todo lo que le queda es polvo!”.

Fig. 12-2.

Pag. 178
Cuando creamos algo, tenemos que adquirir la
responsabilidad de ello. Aquí está el riesgo. En el momento
en que digo que mi creación está terminada puedo
retroceder, pero ahora alguien más puede verla y, ¿qué
pensarán al respecto? Sin embargo, en el proceso creativo
es natural que los trabajos de arte más profundos se hagan
de acuerdo con los propios parámetros del artista: se ven
como él piensa que se deben ver. Una vez que se pueden
alterar debido a la crítica de otro, dejan de ser su creación.
Nuestras creaciones, a pesar de ser nuestros
productos, rara vez son totalmente nuestras: porque el
proceso creativo parece más profundo que las partes que
generalmente identificamos como “nuestras”. En este
sentido, nuestras creaciones siempre parecen tener vida
propia: una vez que creamos un personaje, éste desarrolla
sus gustos casi independientemente de nosotros. Con todo,
por supuesto, él representa una parte de nosotros mismos,
quizá una parte con la que no estamos familiarizados. El
proceso creativo es una de las actividades humanas más
divertidas. Parte de esta alegría viene de expresar muchos
lados de nuestra naturaleza que no expresamos en el curso
normal de nuestra vida.
El proceso creativo implica la producción de una
figura novedosa contra un fondo familiar. Las ideas,
los objetos y las formas nuevas siempre provienen de
un reacomodo del orden existente. Para poder ver las
nuevas formas potenciales debemos ser capaces de ver
con claridad las viejas y tener flexibilidad en el acceso a
nuestra imaginación. Nuestra zona media debe ir más allá
de la realidad común. El siguiente experimento permitirá
que explore “su capacidad para crear.

Pag. 179
Fig. 12-3.

EXPERIMENTO 12(a): CONCIENCIA GESTALT Y


CREATIVIDAD
Dé un paseo y ponga atención a lo que lo rodea.
Conforme usa sus ojos para ver el paisaje, ponga
atención a los objetos que atraen su atención. Recolecte
estos objetos (hasta donde sea prudente) y tráigalos
con usted.
Ahora arregle los objetos de tal manera que formen
una “escultura”. No juzgue su trabajo, simplemente
póngalos juntos.
Cuando haya terminado con su creación enséñesela a
su pareja o, si ha estado trabajando solo, a un amigo
a quien le tenga mucha confianza. Ponga atención a la
respuesta de ellos. ¿Cómo se siente al ser vulnerable
de esta manera?
Si usted encuentra que hizo la escultura para complacer

Pag. 180
a su pareja o a su amigo más que a sí mismo, ¿se siente
satisfecho con su creación? ¿Está dispuesto a hacer
una que le satisfaga usted?
Una de las actitudes que facilitan el trabajo creativo
es la indiferencia creativa. Deje que la escultura
tenga vida propia, fuera de su control directo. Ponga
atención a esto y permita que su intuición le dicte
dónde se debe poner la siguiente pieza.
Una vez que haya creado y haya mostrado su
escultura, puede trabajar en ella para adquirir mayor
autoconocimiento. Con su pareja o con su amigo,
descríbase como si usted fuera la escultura
Ejemplo:
Al estar frente al arreglo de los objetos que encontró,
usted podría decir: “Soy una colección de cardos
llenos de espinas que rodean un centro compuesto de
suculentos duraznos y flores. Tengo una parte delicada
en mí, que se estira hacia arriba y una parte baja que es
sólida y está firmemente enraizada en la tierra”.

Hasta cierto punto nos representamos en todo lo que


creamos. Cuando vemos un objeto que capta nuestra
atención es difícil que no podamos ser capaces de
encontrar la conexión entre el y lo que representa para
nosotros. Nos conocemos mucho más de lo que estamos
dispuestos a admitir. Este conocimiento, abajo del nivel de
nuestra conciencia, nos lleva a la creatividad. Los nuevos
patrones que “creamos” se forman dentro de nosotros
antes de que les demos expresión en términos materiales
externos. Aun una escultura naturalista, definida como
una pieza de la naturaleza, es una expresión de una parte
del artista. Usando el método de identificación descrito
antes podemos volver a ser dueños de estas partes que
proyectamos en nuestras creaciones.

Pag. 181
“Hace varios años te dije que un guerrero
elige seguir un camino con el corazón. Es la firme
elección del camino con el corazón lo que separa
al guerrero de los seres humanos ordinarios. El
sabe que un camino tiene corazón cuando aquél
y este son uno, cuando experimenta gran paz y
alegría al seguir el camino”.
Don Juan - Castañeda
“Una Realidad Aparte”

Pag. 182
13
Cómo trabajar con sus sueños

Fig. 13-1.

“Soñando con batallas, ¿fui asesino en la lucha?


Me acribillan con rosas; ¡ esas pulgas pueden morder!”
Kikaku

Sea que recordemos o no nuestros sueños, todos soñamos.


Es un hecho en la experiencia humana que nos da indicios
de la complejidad que existe tras los escenarios de nuestra
conciencia cotidiana. Los sueños son una síntesis compleja
Pag. 183
de nuestras diferentes actividades mentales. Combinan
recuerdos recientes con antiguos y mezclan nuestros
deseos con nuestros temores. Los recuerdos recientes, del
día anterior al sueño, generalmente desencadenan una
mascarada fantástica, que puede terminar muy lejos de su
punto de inicio. A veces incluyen impresiones sensoriales
que están sucediendo al mismo tiempo que el sueño,
tales como la sirena de los bomberos o el repicar de las
campanas. Con frecuencia incluyen obscuros mensajes que
nos pueden decir cosas de las que no estamos conscientes,
y cuando sabemos cómo trabajar con nuestros sueños,
podemos aumentar nuestro autoconocimiento al descubrir
partes de nosotros mismos que hemos bloqueado. Cuando
descubrimos esas partes, podemos regresarlas a la vida,
integrándolas de una manera grata y eficaz. Con frecuencia
es nuestro miedo al poder contenido en una parle perdida o
que nos hizo que la perdiéramos; cuando entendemos cómo
usar dicho poder, ya no tenemos por qué estar asustados
por las consecuencias del mal uso de esa parte.

Fig. 13-2.

La capacidad para recordar los sueños difiere de una


persona a otra y varía a través de la vida. Recordarlos; es
Pag. 184
una habilidad que mejora con la práctica Una vez que uno
cree que vale la pena recordarlos es necesario desarrollar
una estrategia que hace el recuerdo posible.
Los sueños suceden cada noventa minutos durante
la noche. Están asociados con cambios en el ritmo de
nuestro corazón, en el patrón de respiración y en el nivel
de estimulación en el cerebro. También están asociados
con la disminución del tono muscular, lo que es probable
que nos detenga de hacer realmente los movimientos
físicos que imaginamos que estamos haciendo cuando
soñamos. Este estado de excitación mental es en parte
un despertar que permite que estemos más conscientes
para poder recordar el sueño y después volver a dormir.
Ya que los sueños se olvidan cuando nos dormimos
más profundamente después de que hemos soñado,
tenemos que transferirlos a nuestra memoria de tal
manera que podamos recuperarlos en la mañana. Ya que
nuestra memoria depende de la repetición, la forma de
almacenarlo es despertar parcialmente después de cada
sueño y repasarlo mentalmente en silencio. El siguiente
experimento está adaptado del libro de Henry Reed “El
Arte de Recordar los Sueños”.

EXPERIMENTO 13(a): COMO RECORDAR SUS


SUEÑOS
Al quedarse dormido, prométase que se despertará
después de cada sueño y lo repasará sin tratar de
encontrarle sentido. (Al principio, esta vigilancia
puede provocar que duerma poco, como cualquier
otra clase de expectativa le produciría un poco de
excitación que puede interferir con el sueño profundo).
Cuando se despierte, al darse cuenta de que sólo hace
unos momentos estaba soñando, deje que algunas de
las imágenes lleguen hacia usted; si es suave con ellas
regresarán más fácilmente. Tienen que ser cortejadas
con tanta habilidad como lo haría un amante. Repase
Pag. 185
el sueño una o dos veces, después permita que se vaya
y duérmase de nuevo. En la mañana, tómese su tiempo
para levantarse. Quédese en la cama un rato y haga
que las imágenes del sueño regresen. Si generalmente
sale disparado de la cama, al hacer a un lado las cosas
de la noche por considerarlas irrelevantes para “el
mundo real”, hace a un lado los sueño que usted está
tratando de recordar.
Cuando tenga algunas imágenes de los sueños,
escríbalas. No trate de ser demasiado exacto porque las
imágenes generalmente no se traducen con facilidad
en palabras.

A veces se nos dificulta recordar nuestros sueños


porque tenemos miedo de recordarlos. Si éste es el caso,
tiene que admitirlo y preguntarse de qué tiene miedo.
Cuando haya manejado sus miedos, los sueños vendrán a
su mente sin mayor problema.
Para aprender a darle vida a los sueños primero tiene
que recordarlos y después contarlos.

EXPERIMENTO 13(b): COMO REVIVIR EL SUEÑO


Trabajando con una pareja, cuéntele su sueño.
Describa los personajes de cada escena y la forma en
que se comportaron sin tratar de encontrarle sentido
ni buscarle un orden al sueño.
Asegúrese de contar el sueño como si estuviera
sucediendo en este momento, es decir, conjugando los
verbos en tiempo presente. Su pareja debe ayudarle
con esto llamándole la atención cuando use usted el
tiempo pasado.
Si su sueño sólo es un fragmento, trabájelo de la misma
manera.

Pag. 186
Fig. 13-3.

Una vez que haya logrado recordar el sueño y relatarlo,


quizá tenga de repente la sensación de haber dejado de lado
una parte importante. O, a pesar de que logró recordarlo
al despertarse, quizá encuentre que ahora ya se le olvidó.
Este experimento es para recuperar sueños y fragmentos
de sueños perdidos.

EXPERIMENTO 13(c): RECUPERACIÓN DE SUEÑOS


PERDIDOS
Imagine que su sueño tiene una personalidad y una
manifestación física propia. Imagine que su sueño está
sentado frente a usted en una silla vacía y converse con

Pag. 187
él. Puede iniciar con la pregunta “¿Dónde estás?” o
puede pedirle, al sueño que le permita verlo. En cuanto
haya usted hecho una petición clara al sueño y sienta
que está esperando la respuesta, tome la silla que está
frente a usted y represente el papel del sueño que no se
deja ver. Presente argumentos para ser invisible como
el sueño. Cuando lo haya hecho, cambie sillas una vez
más y considere lo que el sueño le dijo.
¿Qué piensa del diálogo entre usted y el sueño? ¿Cree
usted que realmente quiere recordar? ¿Cuál es el riesgo
de recordar?

Es sorprendente cómo se pueden traer los sueños a la


luz de esta manera. Una vez que usted se hace responsable
de la parte que quiere olvidar o a la que le tiene miedo,
entonces es capaz de negociar con usted mismo. A veces,
puede llegar a un acuerdo con su sueño al recordar
solamente partes de éste en un momento determinado, y
si ellas no son muy amenazantes, entonces podrá recordar
las que le siguen.
Los sueños son nuestra creación y los objetos y
personajes que aparecen en ellos son producto de nuestra
imaginación. Muchos terapeutas tratan de encontrar
algún sentido a los sueños de sus clientes aplicando una
fórmula teórica a los sueños. Debido a esto, con frecuencia
distintos terapeutas fabricarán diferentes interpretaciones
del mismo sueño.
Los terapeutas Gestalt ayudan a sus clientes a entender
sus sueños sin aplicar interpretaciones simbólicas
preconcebidas. Hacen esto, partiendo de la suposición
de que cada una de las figuras en el sueño representa
una parte de la personalidad del individuo. Entender el
significado de cada una de las figuras tiene que hacerse no
por el terapeuta, que solamente funciona como guía, sino
por el soñador mismo.

Pag. 188
EXPERIMENTO 13(d): COMO DAR SUBSTANCIA A
LOS SUEÑOS
Levántese y repase el sueño una vez más en tiempo
presente. Esta vez, conforme hace un recuento de
la secuencia de los acontecimientos, vuelva a crear
la escena del sueño como si realmente estuviera
sucediendo en el cuarto en el que usted se encuentra.
Si en el sueño hay muebles o puertas, identifique dónde
estarían en relación con el lugar en el que usted se
localiza. Haga lo mismo con las ventanas, los árboles
y cualquier cosa que destaque en el sueño. Inicie
describiendo las cosas que están presentes cuando el
sueño inicia, más que las cosas que captan su atención
cuando el sueño se va desarrollando. Si usted se está
moviendo en el sueño entonces muévase ahora de la
misma manera, como si el sueño estuviera sucediendo
y usted se estuviera relacionando en el espacio con
los objetos del sueño. En esta etapa puede empezar a
experimentar algunas emociones fuertes relacionadas
con el sueño.

Si usted se topa con sentimientos fuertes mientras


trabaja con el sueño, entonces es probable que haya algún
mensaje fuerte en él. En este punto puede elegir no buscar
el mensaje o continuar desenmarañando su significado.
En cualquier caso, la elección es suya Es importante hacer
solamente aquello con lo que uno se siente cómodo y
revelar a su pareja sólo lo que usted quiere.
Trabajar cada sueño al máximo sin importar los
miedos que pueda tener no es la finalidad; más bien, usted
y su pareja deberían trabajar solamente hasta donde sé
sientan a gusto, tomando riesgos no porque eso es lo
que se espera de ustedes, sino porque conscientemente
elijan hacerlo así. Evitar no tiene nada de malo siempre
y cuando esté dispuesto a hacerse responsable de esto al
definir claramente qué es lo que está evitando. Cuando
Pag. 189
haya hecho este probablemente descubra que una vez más
está dispuesto a continuar con la exploración.
La persona que sueña crea las figuras en sus sueños.
En este sentido pueden considerarse como proyecciones
de los rasgos de su personalidad. Para explorar sus sueños
más a fondo y estar conscientes del significado de una
figura en el sueño, todo lo que la persona tiene que hacer
es asumir su identidad.

EXPERIMENTO 13(e): COMO VOLVER A


ACEPTARLOS PERSONAJES DEL SUEÑO
Si el sueño es largo, elija una pequeña área de éste para
trabajar. Debe usted elegir una secuencia que le intrigue
o que por alguna razón sienta que es importante. Una
vez que haya decidido sobre cuál segmento trabajará,
por un momento trate de identificarse con cada uno
de las personas, representando los papeles uno por
uno.
Inicie con las figuras vivientes del sueño, y aún si es
ilógico para ellas hablar o tener voz (por ejemplo un
bebé muy pequeño), hable por él como si éste pudiera
hacerlo. Continúe identificándose con cada uno de
los personajes en su sueño y vea cómo se ajustan a las
partes de su personalidad o de su comportamiento.
Trate de sentir las emociones de cada uno de los
personajes del sueño, aun si encuentra que el sentido
le es ajeno o desagradable.
Ejemplo:
Si usted nunca ha sentido una rabia asesina en su vida
diaria o si nunca se ha sentido cruel, haga un esfuerzo
por expresar estos sentimientos en el sueño a nombre de
los personajes que usted ha creado.

Hasta ahora, lo esencial del trabajo con sus sueños,


ha sido la reaceptación de algunas de sus características
que se vieron proyectadas en las figuras del sueño. Estas
Pag. 190
partes que no siente que sean suyas tienen una realidad,
aun si usted tan sólo se permite verlas en sus sueños. Sin
embargo, evitar verlas requiere de una gran cantidad de
energía de la cual, al inhibir sus funciones, usted encierra
aún más. Al identificarse con esas partes usted puede
experimentar la cantidad de poder que ha encerrado por
negarse a reconocerlas.
La terapia Gestalt implica la expansión de su
conciencia de manera que aprenda más de sí mismo. La
disolución de sus bloqueos para tomar conciencia, libera
una enorme cantidad de energía. Esta energía puede ser
peligrosa, tan peligrosa como vivir, pero la única forma
de tener dominio sobre sí mismo y la única forma de
hacer elecciones con conocimiento es estando consciente
de todas las posibilidades. Encontrarse con sus partes
negadas le permite conocer algunas de las opciones que
antes no existían en su mundo.
No nada más los personajes que tienen vida en
sus sueños representan sus proyecciones, también los
animales y los objetos inanimados. Use un proceso similar
para identificarlos.

EXPERIMENTO 13(f) : IDENTIFICACIÓN CON LAS


PROYECCIONES INANIMADAS
Trabajando con el mismo segmento del sueño, haga
una lista de los objetos inanimados y de los animales
que aparecen. Pueden ser demasiados como para
trabajarlos, pero ponga particular atención a los que
están relacionados con la acción en el sueño.

Pag. 191
Fig. 13-4.

Pag. 192
Ejemplo:
Si una de las figuras en el sueño está apuñalando a
otra, puede imaginarse que usted es el cuchillo. Hable
como si fuera el objeto e Identifíquese con éste de la
misma manera que se identifica con la persona.
Descríbase como el objeto y vea si de alguna manera la
descripción es adecuada para usted.
¿Cómo se siente con la forma en la que usted es usado
en el sueño?

No sólo los personajes del sueño representan partes de


usted mismo que quizá quisiera evitar, sino que la forma
en la que interactúan se relaciona con la forma en la que
sus diferentes partes están en armonía o en conflicto. El
siguiente experimento le permitirá explorar las formas en
las que los personajes en su sueño se relacionan unos con
otros.

EXPERIMENTO 13(g): CONTACTO ENTRE LOS


PERSONAJES DEL SUEÑO
Una vez que se ha identificado con algunos de los
personajes del sueño, imagine que pueden hablar unos
con otros. Encuentre dos personajes que aparecen en
la misma secuencia y que de alguna manera están
interactuando. Haga que hablen uno con otro. Será
más emocionante si los dos personajes en cierto modo
se oponen.
Una vez que se ha creado la escena que se describe
en el experimento 13(d), tome la postura y la actitud
física de uno de los personajes y hable con el otro.
Ahora cambie de papeles manteniendo las partes
explícitas y responda con la forma de hablar o con el
gesto apropiado de la segunda figura. Permita que el
diálogo se desarrolle, aún más allá del diálogo que se
dio en el sueño.
¿Puede ver la conexión entre este diálogo y los
Pag. 193
conflictos en su vida? Desarrolle un diálogo con las
creaciones de su sueño que no tienen vida.
Ejemplo:
Identifíquese con una casa en el sueño y después hable
con sus ocupantes o con los árboles de afuera.
Pase el tiempo que quiera en esta interacción. No es
necesario que haya ocurrido en el sueño, pero puede
ser una que sí haya ocurrido, dadas las personalidades
y la situación en el sueño.

Cuando una de nuestras creaciones más convincentes,


los sueños son un camino muy poderoso hacia la conciencia.
Contienen no sólo las partes de nosotros mismos que
son proyectadas, sino también representaciones de cómo
estamos en paz o en conflicto con nosotros mismos. No
podemos decir que tienen un significado, porque tienen
muchos significados. Probablemente un sueño contenga
suficiente información para que trabajemos en esto el
resto de nuestras vidas. Los personajes y los conflictos son
verdaderos en muchos niveles diferentes. Lo importante
es escuchar el mensaje desde cualquier nivel que se le
presente. De manera que nosotros, los soñadores, debemos
elaborar nuestra propia interpretación de nuestros sueños.
Esto no quiere decir que el terapeuta no sea necesario,
ya que su habilidad crea el escenario en el que el cliente
descubre el mensaje del sueño. Con la experiencia se
adquiere el conocimiento de posibles mensajes y el
terapeuta puede guiar al cliente al mensaje que tiene
significado para él. El mensaje del sueño no es algo que
siempre se pueda expresar en palabras, sino más bien, en
el efecto total de explorar el sueño (la proyección y los
conflictos expresados dentro de él). Los antiguos patrones
de comportamiento se pueden ver bajo una nueva luz
y se vislumbran nuevas soluciones a viejos conflictos;
pero más que nada, de esas imágenes más claras de
nosotros mismos, podemos ver toda clase de nuevas
Pag. 194
Fig. 13-4. cont.
Pag. 195
Fig. 13-4. (Cont.).

posibilidades. Damos cuenta de que estamos estancados


en una rutina conocida es el primer paso para salir de ella.
Ver una nueva parte nuestra que hemos inhibido nos da
la opción de activarla al igual que al poder almacenado
en ella. Tan sólo vemos a nosotros mismos con claridad
nos permite movemos a través de las decisiones con más
precisión.
Si usted quiere encontrar el mensaje en el sueño que
ha estado trabajando, pruebe el siguiente experimento:

EXPERIMENTO 13(h): EL MENSAJE DEL SUENO


Después de haber trabajado su sueño de la manera que
hemos sugerido en experimentos previos, pregúntese
a usted mismo: “¿Qué he aprendido?”
¿Existe un mensaje en el sueño? Si hay más de un
mensaje y parecen contradecirse uno, y otro, no trate de
encontrarle significado a su confusión. Cada mensaje
puede relacionarse con un conflicto ligeramente

Pag. 196
diferente. Descubrir que tengo que hacerle frente a
mi jefe con más frecuencia y también saber ceder con
elegancia significativa que debo hacer ambas cosas,
pero en diferentes ocasiones. El mensaje aquí puede
ser actuar en forma más definida.

Cuando nuestros sueños son obscuros y el mensaje


parece confuso o invisible, los elementos o conflictos
representados en él seguramente no están resueltos, aun
en los niveles más profundos. Las cosas toman su tiempo,
y con el tiempo el mismo conflicto aparecerá en un nuevo
sueño en el que el mensaje será-más claro. Hasta es posible
ordenar a los sueños que nos ayuden a resolver problemas,
aún aquellos que aparecieron en un sueño anterior.

EXPERIMENTO 13(i): COMO DAR ORDENES A SUS


SUEÑOS
Antes de quedarse dormido, pida a sus sueños que
le den la respuesta a algún conflicto importante en
su vida. Repita la pregunta varias veces conforme se
está durmiendo. Si usted se ha entrenado en recordar
sus sueños, encontrará que la persona o el lugar que
está asociado con su pregunta le marcará el sueño en
que se encuentra la respuesta. Trabaje con sus sueños
de la misma forma como hemos explicado en los
experimentos descritos antes.

A veces nuestros sueños incluirán algo importante


que no somos capaces de alcanzar. En esta situación todo
lo que podemos hacer es esperar hasta que la respuesta
finalmente venga a nosotros. Nada de importancia
psicológica duradera se pierde y los temas importantes
siempre se repiten. Aun si en repetidas ocasiones
no podemos interpretar nuestros sueños, el mensaje
importante será recurrente hasta que finalmente nos
escuchemos a nosotros mismos.
Pag. 197
Fig. 13-5.

“Una lluvia monzónica; y después una noche


resplandeciente. Como con cautela, la luna aparece entre
los pinos”.
Ryota

Pag. 198
14
Cómo vivir sus sueños

Fig., 14-1.

Pag. 199
Estar completamente vivo significa que tenemos acceso
libre a nuestros sentimientos y a todo nuestro poder, pero
esto implica un riesgo considerable. Podemos ver cosas
que nos pueden doler y podemos sentir el dolor que otros
están sintiendo. Vemos todas nuestras opciones en una
situación dada y podemos elegir cómo comportamos a
partir de una gran variedad de formas. Algunos de estos
comportamientos pueden ser nuevos para nosotros y ya
que no sabemos el resultado de todas estas formas posibles
podemos herir a aquellos que nos rodean, o podemos
herimos nosotros mismos. Sin embargo, la sensación
de nosotros mismos en el esquema de las cosas es una
experiencia muy poderosa No solamente podríamos
herir con nuestra impredecibilidad a quienes nos rodean,
sino que también los podemos nutrir. Conforme nos
permitimos vivir, permitimos que los que están a nuestro
alrededor vivan.
Vivir implica tener la flexibilidad de moverse entre
nuestra capacidad para pensar en la zona media y de vivir
en este momento a través de sentir lo que está sucediendo
ahora mismo en la zona externa o en la zona interna La
única forma de descubrir lo que está sucediendo ahora es
enfocando nuestra atención en la zona interna o externa.
De esta manera podemos adaptamos y reaccionar a lo
que está sucediendo en nosotros mismos y en el mundo
que nos rodea. Cuando tenemos esta información todas
nuestras opciones se hacen evidentes.
El propósito del enfoque gestáltico es la disolución
de nuestros bloqueos a la conciencia de manera que
tengamos opciones en nuestro comportamiento y más
oportunidades de expresar todas las partes de nosotros
mismos. Esto con el tiempo hace que seamos capaces de
comunicamos con una mayor variedad de gente y en un
nivel más profundo.
A pesar de que este tipo de comunicación puede ser
muy satisfactorio, nos deja vulnerables a los ataques. No
Pag. 200
toda la gente del mundo es buena para nosotros. Algunos,
se podría decir, nos nutren y otros nos resultan tóxicos.
De la misma manera que algunos alimentos le sientan
mal a uno, así hay gente que es difícil de digerir. Ya que
“lo que es alimento para unos es veneno para otros”, un
amigo suyo puede llevarse bien y nutrirse de alguien que
para usted es tóxico.
Hay muchísima gente en el mundo que ha persistido
en relaciones tóxicas y difíciles con sus parejas (o padres
con sus hijos) cuando de hecho, podría haber sido mejor
si ambos hubieran renunciado a la relación desde hace
mucho tiempo. A diferencia de lo que en general se
espera, algunas personas nunca serán amables con usted
no importa qué tan amable sea usted con ellas. De hecho,
con algunas personas tóxicas, el hecho de ser amable es un
estímulo para un comportamiento aún más tóxico, ya que
los pone en contacto con sus sentimientos de soledad y
tristeza. Si quieren salvar a esa persona, será a un enorme
costo para ustedes mismos. Además, alguien que es
tóxico para usted puede ser bastante nutritivo para otro.
La única forma de decir si alguien es tóxico o nutritivo
para usted, es tomar conciencia de cómo se siente usted
en su presencia. Con la gente tóxica se sentirá incómodo,
infeliz, y en general mal con usted mismo, mientras que
con la gente nutritiva lo más probable es que se sienta bien
y que su interacción con ellos sea agradable.
Ya que la interacción entre usted y otro es el producto
de ambos, algunas de las razones por las que la gente es
tóxica para usted están bajo su control. Si otra persona los
altera porque les recuerda a su mamá, es probable que esto
signifique que tienen un asunto sin terminar con ella, y
no se podrá fomentar la relación con la otra persona hasta
que uno “termine” esos viejos asuntos. Una relación tóxica
también se puede desarrollar entre usted y otra persona
cuando ésta le recuerda alguna parte de usted mismo que
todavía no acepta. Por ejemplo, si yo ignoro mi arrogancia
Pag. 201
o me encuentro encerrado en el hábito de no expresarla,
probablemente seré intolerante con la arrogancia de los
demás. Debido a que rechazo mi propia arrogancia, no
sólo la proyecto en otros sino que rechazo a los otros por
su arrogancia y provoco a su vez que ellos me rechacen.
Las relaciones tóxicas permanecerán así hasta que el
conflicto pueda resolverse de alguna manera. Debido a que
solamente podemos ser responsables de alterar nuestro
comportamiento o actitudes, podemos intentar hacer
algo. Si la interacción tóxica es el resultado de nuestras
acciones, entonces conforme cambiemos, la relación quizá
se convierta en una relación nutritiva. Por el contrario, si
la toxicidad se debe a las actitudes o al comportamiento
de la otra persona y ella no está dispuesta a cambiar, tal
vez sea mejor renunciar a la relación.

EXPERIMENTO 14(a): GENTE TOXICA Y GENTE


NUTRITIVA
Imagine a diferentes personas con las que tiene
dificultades. Piense en cada una por unos momentos
y después seleccione a una para trabajar con ella
imaginariamente.
Considere su relación global con esta persona. Ahora
mismo ¿le gustaría hacer contacto con ella o le
gustaría evitarle? Si descubre que realmente no quiere
acercarse a ella, ¿cómo se conduce para hacerlo? Si
encuentra que se siente bien como para acercarse a
esta persona, considere a otras en su lista hasta que
encuentre alguna a la que preferiría evitar.
Ahora examine cómo se conduce para acercarse a ella.

Hay muchas personas con las que sentimos que


debemos permanecer en contacto, aun cuando éste no sea
satisfactorio. Para que reanudemos esa relación tan poco
satisfactoria, tenemos que hacemos algunas trampas para
restablecer el contacto. Tales trampas incluyen el decimos
Pag. 202
que es “nuestro deber” o que “se sentiría muy herida”.
Otras razones para que permanezcamos en relaciones
tóxicas implican que obtenemos algo de ellas, algo
nutritivo junto con la toxicidad.

EXPERIMENTO 14(b): BENEFICIOS DE UNA


RELACIÓN TOXICA
Dirija sus pensamientos hacia la persona que pensó en
el experimento anterior. Inicie algunas oraciones con
las palabras “yo aprecio...” y vea qué surge. ¿Qué es lo
que le da la relación con esta persona? ¿Qué es lo que
recibe al alimentarlos (en caso de que así sea)?

Muchos niños y papas continúan en relaciones


tóxicas porque se ven recompensados en algún aspecto
de la relación. Los padres para quienes sus hijos son
tóxicos pueden aún disfrutar de su afecto incondicional y
aceptación; los hijos pueden encontrar lo mismo aunque,
en términos generales, su relación sea terrible.

EXPERIMENTO 14(c): EL COSTO DE UNA


RELACIÓN TOXICA
Prosiga con la imagen de la persona que ha estado
examinando en los experimentos anteriores y
considere el costo de esta relación. ¿Qué es lo que usted
recibe de ellos? ¿Qué sacrificio representa antes de que
esta persona le dé lo que usted quiere? ¿Realmente cree
que algún día obtendrá lo que busca de esta persona?

Muchas relaciones tóxicas se mantienen porque una


o ambas partes quieren algo de la otra que no están
obteniendo. Por ejemplo, una hija puede continuar con
una relación tóxica con su madre durante años esperando
una aprobación que nunca llega. Sin embargo, ella
persiste, esperando que un día se verá recompensada por
sus esfuerzos.
Pag. 203
Salirse de una relación tóxica puede ser difícil y
arriesgado. Algunas veces lo que nos mantiene en una
relación tóxica es el miedo y el enojo que tendremos que
tolerar al hacer ese movimiento.

EXPERIMENTO 14(d): EL RIESGO DE DEJAR UNA


RELACIÓN TOXICA
Imagine que está usted dando el adiós final a alguien
que le ha sido tóxico en su vida. Imagine que él está
dejando su vida de una manera definitiva. Quizá se
esté usted mudando a una nueva ciudad, obteniendo el
divorcio de una pareja anterior o cambiando de trabajo
de manera que ya no tendrá que estar en contacto con
esta persona. ¿Cómo se siente al despedirse? ¿Recuerda
usted alguna forma en la que esta relación tóxica lo
haya alimentado?

Para tener la posibilidad de cambiar la naturaleza de


una relación que lastima, primero tenemos que sentirnos
dañados y después damos cuenta de que la relación con
la persona que nos lastima es tóxica. Podemos hacer algo
para modificar la interacción o decidir abandonarla. En
cualquier caso, la primera etapa debe ser la de registrar
el dolor que sentimos; si no estamos conscientes de esto,
podremos permanecer en la relación para siempre. Cada
relación tiene algo bueno, de otra manera nunca se hubiera
dado. Dejar la relación significa abandonar las partes
que son buenas al igual que las malas; de manera que
antes de tomar esta decisión drástica, debemos sopesar
cuidadosamente el riesgo de dejarla contra el costo de
mantenerla. La mejor solución es cambiar la relación
protestando por el comportamiento que es dañino y
dando a la otra persona una oportunidad de cambiar.
Existe un riesgo al plantear tales protestas: la persona se
puede volver más tóxica. Sin embargo, al ser realmente
responsables de nosotros mismos, tenemos la opción
Pag. 204
Fig. 14-2.

de irnos y, a menos que recordemos esto, podemos


quedamos estancados. \
Si elegimos dejar una relación deberíamos estar
conscientes de nuestras razones para hacerlo así. El ser
tolerantes es algo sumamente valorado en nuestra sociedad.
Horatio Alger, héroe que luchó para hacerse camino
en un mundo difícil y sobrevivir con todo en contra,
es parte de nuestra cultura La frase “Yo puedo”, es algo
que generalmente se dice con orgullo. Sin embargo, rara
vez preguntamos “¿Tengo que soportar esto?” Mientras
persistamos en soportar el trauma y la tensión, no hay
manera de que podamos salimos de esto. La imagen que
nos viene a la mente es la de un hombre que está esperando
en la parada del autobús, a mitad del invierno con la nieve
apilada por todos lados, rechinando los dientes y diciendo:
“Yo puedo soportar esto”. Mientras continúe invirtiendo
veinte minutos del día en esta miserable situación sin darse
cuenta de que no tiene que hacerlo, no buscará una forma
alternativa de viajar. Esta capacidad para soportar es en
parte la razón de que la gente persista más allá del punto
en que es alimentado: ya que ambas personas están muy
ocupadas soportándose una a la otra.

Pag. 205
Mientras existen razones para cambiar una relación
que es tanto nutritiva como tóxica a manera de lograr
que se haga más nutritiva, existen algunas relaciones que
parecen ser tóxicas en su totalidad. Parte de cuidamos
a nosotros mismos y ser independientes es darse cuenta
de que, no importa cuánto tratemos de ser amables con
ellos, algunas personas nos van a herir. Existen muchas
personas que podrían ser tóxicas para nosotros y la
posibilidad de ser heridos por ellos nos puede ayudar a
evitarlas. Siempre que conozco a una persona que me
parece desagradable, actúo con cautela y sólo le permito
acercarse hasta que estoy seguro que se puede confiar en
ella. Si persiste en herirme me alejo y la evito. Si tengo
que estar con ella asumo una actitud hermética. Intento
compartir mi incomodidad pero si no lo aceptan, no me
empeño en ello. Es necesario mucho interés para criticar
a otra persona creativamente.
La verdadera crítica puede ser un regalo para oirá
persona. Si se hace con suficiente buena voluntad ésta
puede incluir comentarios que hacen una evaluación
tanto buena como mala. Esto es parecido a apreciar joyas
semipreciosas o una actuación artística, la crítica incluye
una apreciación de las debilidades y de los aciertos. Esta
crítica implica un juicio que refleja el sistema de valores
de la persona que la hace. Ninguna crítica es absoluta
porque ningún sistema de valores es absoluto. Sin
embargo, la crítica que recibimos de aquéllos a quienes
respetamos y cuyo sistema de valores admiramos, en
general la experimentamos como absoluta. Si fallamos
a los ojos del profesor cuyo sistema estamos tratando
de aprender, tenemos la sensación de haber fracasado;
pero el sistema de nadie es el correcto para nosotros y la
imposibilidad de estar a la altura de los valores morales de
alguien por lo general significa que estos valores no son
realmente los nuestros. La única forma de decidir esto es
escuchar la crítica con buena fe y probar si las parles que
Pag. 206
no satisfacen las exigencias son aquellas que queremos
cambiar. Por ejemplo, si mi maestro de piano me dice que
mi interpretación de una pieza es demasiada matemática
y “que debería ser más viva”, soy yo quien decide si no
quiero interpretar la pieza como un matemático. Si yo
valoro una interpretación matemática diría, “esta pieza
tiene una hermosa claridad matemática”. Si no me gustara
tal interpretación yo diría: “esa pieza está interpretada
como una prueba algebraica, sin vida”. Todas las críticas
parten de un punto de vista y las perspectivas con las
que diferentes seres humanos se acercan a las cosas son
muchas y variadas. El hecho es que la pieza es interpretada
con gran precisión y su crítica dependerá de si a usted le
gusta o no.
Nuestra sociedad pone gran énfasis en la lógica
y la razón. La crítica con frecuencia se expresa en
estos términos, pero casi siempre bajo el disfraz de un
pensamiento claro utilizamos la crítica para ventilar
nuestras hostilidades y atacar a otros. De manera que
cuando escuchamos una crítica verdadera que se nos
proporciona con buena voluntad podemos asociarla con
hostilidad injustificada. Si expresáramos nuestro enojo
u hostilidad como un sentimiento más que como una
“comunicación racional”, no tendríamos la necesidad de
justificar nuestro enojo o hacer mal uso de la crítica.
Debido a este uso hostil de la crítica y porque la
verdadera crítica por lo común se recibe como si fuera un
ataque, nos acostumbramos a retenerla y a no expresarla.
Esto tiene dos consecuencias: en primer lugar, nos
perdemos de una valiosa oportunidad de comunicación
auténtica y, en segundo lugar, inhibimos una parle de
nosotros mismos y con el tiempo perdemos nuestra
capacidad para criticar de manera correcta. Ya que la
crítica implica la comunicación de nuestro sistema de
valores, es esto precisamente lo que no es comunicado y
puede perderse por suprimirse la expresión. A pesar de
Pag. 207
que algunas personas sienten que esta pérdida no será
algo tan malo, cuando empezamos a perder nuestra
capacidad para criticar corremos el riesgo de perder
nuestra percepción de lo que es bueno o malo en nosotros
y en los demás. Nuestros parámetros se vuelven, ya sea
demasiado altos o demasiado bajos, o simplemente se
convierten en algo indefinido.
Por ejemplo, los perfeccionistas, con sus parámetros
inhumanamente altos, pierden la perspectiva de lo que
es posible y de lo que no lo es. A pesar de que son los
maestros de la crítica, si tuvieran que compartir su crítica
con otros, podrían entonces entender y quizá modificarían
sus propios parámetros a manera de ser más benévolos
con ellos mismos y con los demás. Hasta cierto punto
nuestros valores, que están implícitos en nuestra crítica,
son una declaración de quiénes somos. Si la expresamos,
obtenemos una perspectiva más amplia sobre nosotros
y aumentamos nuestra capacidad para establecer una
comunicación clara y auténtica.
Si usted quiere explorar la relación entre la crítica,
la hostilidad y la buena voluntad, haga el siguiente
experimento.

EXPERIMENTO 14(e): EL USO CREATIVO DE LA


CRÍTICA
Imagine que está usted hablando con alguien a quien
quiere criticar. Haga una lista con detalles específicos
de todas las cosas que usted desea criticar sobre esa
persona.
Ahora imagine que está enojado con ella y exprese
su enojo de una manera directa, con sentimiento, sin
tratar de justificar la razón de su enojo.
Ahora critique a la misma persona con tan buena
voluntad como le sea posible.
¿Cómo se siente con ella ahora?

Pag. 208
En la tradición oriental de enseñanza, particularmente
la del budismo Zen, es solamente cuando el maestro está
realmente interesado en el alumno que se toma la molestia
de criticarlo. Se tiene que considerar que un alumno
vale la pena antes de que el maestro esté dispuesto a
concentrarse en él, evaluar su forma de actuar y después
comunicar su crítica.

La razón por la que dos personas no están dispuestas


a desnudarse una frente a la otra es porque al
hacerlo se sienten vulnerables y cada uno da al otro
demasiado poder sobre sí mismo. ¡En qué forma tan
horrible, tan mortal, tan catastrófica pueden herirse,
destruirse y arrumarse el uno al otro para siempre!
¡Con cuánta frecuencia, en efecto, terminan por
infligirse pena y tormento uno al otro! Es mejor
permanecer superficial, con relaciones triviales, de
esa manera las heridas no son demasiado profundas,
no se obtiene sangre del alma a hachazos. Empezar
a conocer a alguien y entrar a ese nuevo mundo es
un salto irreparable y final a lo desconocido.
Eldridge Cleaver

Para escuchar la crítica debemos estar abiertos y no ser


defensivos. Darse cuenta de que toda la crítica es aplicar
el sistema de valores de otro a nuestros esfuerzos, es útil
porque, cuando somos autosuficientes, no tenemos que”
vivir de conformidad con las expectativas de los oíros a
menos que así lo elijamos. Esta actitud no defensiva es
importante en otras situaciones.
Para que podamos ser amados tenemos que bajar
nuestras defensas y arriesgamos a ser vulnerables con
la gente que queremos amar. Tenemos que renunciar a
nuestra vigilancia y esfuerzo por controlar, permitiendo
que la gente que nos ama exprese su amor a su manera; de
otra forma se convierten meramente en una expresión de
Pag. 209
nosotros mismos al hacer lo que se les pide que hagan en
lugar de expresar lo que sienten.
Mucha gente en nuestra sociedad dice que está
buscando a alguien que la ame, pero no se permite sentir
cómo realmente ya la aman. Nunca lo van a saber a menos
que estén dispuestos a perder el control. Experimentar ser
amados implica permitir que la otra persona nos muestre
su afecto, verbal o físicamente, en la manera que ellos
elijan. Cuando usted da instrucciones detalladas sobre la
forma en que deben amarlo, todo lo que está haciendo es
entrenar a alguien para que se comporte como a usted le
agrada, pero no permite que esta persona le exprese su
amor. Los gestos que son aceptados por usted pueden
hacer que otros no le manifiesten su afecto en la manera
que a ellos les satisface. Al controlar la manera en que
usted permite que la gente lo ame, elimina el elemento
espontáneo de su interés. Por supuesto, la ventaja de
tener el control es que usted no corre riesgos; pero como
siempre, cuando no corremos riesgos el resultado es
predecible y no hay frescura ni hay vida.
Para que usted pueda apreciar el ser amado debe estar
abierto. Usted tiene que experimentar lo que realmente
significa entregarse sin control antes de que pueda
reaccionar a esto. Si no le agrada lo que obtiene, entonces le
corresponde decirle a la otra persona y permitirle decidir
si está dispuesta a expresar su amor de otra forma. Si está
dispuesta a arriesgarse a hacerlo así, entonces continúa
expresándose en su propio estilo y no se convierten en su
títere.
Correr el riesgo de ser amado de esta manera no es
fácil, pero es la única forma de sentir el amor de otro. Al
igual que la crítica, amar implica comunicación y contacto
con otro ser humano. Puede ser nutritivo, pero el amor
auténtico implica un riesgo. Es posible protegerse contra
los riesgos de ser amado pero si hacemos esto entonces
éste ya no puede alcanzamos.
Pag. 210
Defenderse contra el amor y la crítica nos impide la
comunicación con los otros. Cuando me siento enojado
tengo la opción de comunicar o no mis sentimientos.
El riesgo de expresarme a mí mismo es que puedo
provocar enojo o rechazo en los demás; sin embargo, si
no me expreso, tengo que reprimir estos sentimientos y
volcarlos hacia adentro. Una de las formas más comunes
para impedir la expresión de nuestros sentimientos
de enojo es decimos que son irracionales. En nuestra
sociedad nos enseñan a ser racionales y estar enojados
generalmente significa ser irracionales. De esta manera
se puede expresar el enojo indirectamente convirtiéndolo
en una hostilidad “justificada”. Una forma es la crítica
hostil; otra es expresar la hostilidad en el nombre de una
autoridad más elevada, como el exigente funcionario de la
aduana o el acomodador de coches en el estacionamiento
que nos hacen la vida difícil sin necesidad diciendo “sólo
hago mi trabajo”. Estas suelen ser bastante tóxicas y han
encontrado extraordinarios nichos para sí mismos en sus
trabajos, lo que les permite ser hostiles mientras que el
puesto los libera de la responsabilidad de su hostilidad.
Generalmente, los funcionarios de la aduana eligen su
vocación con bastante cuidado, ya que encuentran que
su trabajo es remunerador y satisfactorio pues los otros
miembros de la población, enfurecidos, tienen que
someterse a sus reglas. Mientras puede no ser prudente
enfurecerse en estas situaciones, vale la pena estar
consciente de que muchos de los burócratas de menor
jerarquía están haciendo algo más “que cumplir con su
trabajo”. Ya que el poder está de su lado, es inútil tratar de
remediar ahí mismo la hostilidad que despiertan en usted.
Pero cuando el encuentro ha terminado, puede usted
considerar sus opciones. A pesar de que estas personas
siempre lo dejan sintiéndose incompleto, la cantidad de
energía que se requiere para completar algunas de las
Gestalts podría representar un desgaste más grande que el
Pag. 211
que acaba de pasar. De manera que con frecuencia usted
quizá elija resolver estas situaciones en la fantasía más que
en la vida real.

Fig. 14-3.

EXPERIMENTO 14(f): EL USO CREATIVO DEL


ENOJO
Trate de recordar algún funcionario o burócrata de
baja jerarquía que le haya hecho sentirse miserable de
alguna manera. Visualice la escena claramente.
Ahora piense en un castigo apropiado para él. Cuando
haya decidido alguno, imagine que está supervisando
que lo lleven a la acción. Asegúrese de ver la escena
claramente, incluyendo la expresión en la cara de esta
persona cuando ve que es usted quien está observando
la venganza.
Continúe con esta fantasía hasta que encuentre que ha
Pag. 212
terminado con la persona.

A pesar de que quizá nunca tenga la oportunidad de


desquitarse con la gente que lo ataca sin razón alguna,
al usar su imaginación de esta manera puede dirigir su

Fig. 14-4.

atención a cosas nuevas y dejar que se vaya el sentimiento


de impotencia que sigue a tales encuentros frustrantes.
Conforme su conciencia cambia, su comportamiento
también lo hace, y conforme se enfrente a la gente que lo
rodea de una manera diferente, ellos a su vez lo tratarán
de un modo distinto. Una vez que haya cambiado
su comportamiento y que haya experimentado las
consecuencias, tiene que decidir si quiere conserva este
nuevo comportamiento o si quiere modificarlo aún más.
En cuanto dé a conocer su nuevo comportamiento a
sus amigos, es posible que ellos se entristezcan y protesten.
A la gente no le gusta cambiar y se resistirá hasta donde
sea posible. Sus amigos descubrirán que usted ya no está
dispuesto a apoyar los viejos papeles y la forma superficial
de relacionarse con ellos, y quizá se alarmen por lo que
ahora sienten que se espera de ellos. Al renunciar a la
seguridad de lo impredecible, usted obliga a otros a que
también corran el riesgo y les recuerda que se están
perdiendo de la emoción de estar completamente vivos.

Pag. 213
De la misma manera, usted puede encontrar que
su trabajo ya no es interesante y que es capaz de más
variaciones de las que éste ofrece. La seguridad que le
ofrecía ya no parece tan importante porque usted se siente
ya con más seguridad.
Usted puede hacer diferentes peticiones a su familia o
aun desear alejarse de ella. Al ir descubriendo cuáles son
sus necesidades se da cuenta de que no están satisfechas.
Un contrato entre dos seres humanos, pactado en el pasado,
ya no es válido porque uno o ambos han cambiado desde
que éste se hizo. Tenemos la esperanza de que se pueda
negociar un nuevo contrato, pero si esto es imposible es
necesario separarse y seguir adelante.
Las consecuencias del cambio pueden hacer que
deseemos modificarlo, y muy pocos cambios son
totalmente irreversibles. Sin embargo, nunca podemos
regresar, y el regreso a un viejo arreglo no significa que
la interacción que estaba presente en la antigua relación
continuará. Ambas personas han cambiado como
resultado de lo que sea que haya sucedido de manera que
un viejo arreglo puede ser estimulante y el aumento en la
conciencia que tiene lugar con el cambio puede valer la
pena. La elección es suya

Pag. 214
15
El riesgo de vivir

Fig. 15-1.

“Por favor, no hables más de lo que estudiaste,


de cuánto tiempo invertiste en ello, de cuántos
libros escribiste ni de lo que la gente piensa de ti.
Di más bien, ¿que aprendiste?”.
Idries Shah

Pag. 215
Bibliografía

Un día, un erudito fue a ver a un filósofo práctico para


determinar los orígenes de su sistema.
En cuanto hizo la pregunta, el maestro le dio al
académico un delicioso durazno. Cuando ya se lo
había comido, el maestro le preguntó si quería otro. El
erudito se comió el segundo durazno.
Entonces el filósofo le dijo:
“¿Estás interesado en saber de dónde viene este
durazno?”. “No”, dijo el erudito.
“Esa es tu respuesta sobre mi sistema”, dijo el maestro.

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Pag. 219
índice Crítica, 159
-A- Berne, Eric, 128
Abstracción, proceso de, 37 Beverly Axelrod, 77
Aburrimiento, 16 Bloquear, 66
Actitud no defensiva, 160 Bosho, 59, 134
Agodai, 27 Brooks, C, 19
Aislamiento, 129 Buber, Martin, 129
Alger, Horatio, 158
Amor, 161 -D-
Ansiedad, 16 Defensiva, 42, 47,161
Asimilación, 84 Deflexión, 91
Asuntos inconclusos, 155,163 Desestructura, 28, 78, 79
Atención, 16 Decisiones, 101
Autenticidad, 125
Automanipulación, 16 -C-
Cambio, 99
-B- Capa muerta, 125
Castañeda, 98 Carl Rogers, 12
Chess, Stella, 128 Carol Walt, 86
Clark Moustakos, 88 Cleaver,
Eldridge, 160 -E-
Creativo, proceso, 99,118, 136, Enojo, 97
137 Espontáneamente, 129, 161
Combinaciones, 135 Evitación, 16, 35, 76, 93, 101,
Comunicación Gestalt, 123 131, 133
Conciencia, 4, 10, 11,15,26
proceso continuo de la toma -F-
de, 27 Fantasía, 23
zonas o áreas de la, 20, 23, 31, Figura y fondo,
32, 70, 73,117,164 12,27,38,60,62,120
Concientes, estar o no, 19 Fijación, 37,39
Conflicto, 102 Fracasado, 159
Confluencia, 61 Fritz Perls, 11, 20, 22, 23, 26, 52,
Confusión, 16 56, 81, 84, 122, 124
Contacto, 59 Fromm, Isadore, 72
Controlar, 161 Frustración, 102
Pag. 220
-G- -P-
Generalizaciones, 45 Papel, 74,102, 121, 124,125
Gestalt, definición, 12 Panes de usted mismo,
104,112
-H- Peale, Norman Vincent, 6
Hakuin, 38 Perls, Laura, 11
Herbert, Frank, 44 Polaridad, 109
Ho-o, 15 Proceso, 115
Hoffman, Yoel, 6 Proverbio sufi, 58
Proyección, 44,71,83,146
-I- Psicoanalista, 11
Impotencia, 44
Independencia contra - J-
dependencia, 56 Juan, Don, 139
Individualidad, 136
Intimos, 114 - K-
Introyección, 79 Kazantzakis, Nikos, 133
Keleman, Stan, 3,54
- L- Kijiro, 123
Laing, R.D., 99 Kikaku, 140
Lennon, John, 4 Koan Zen, proverbios del, 6,
Levitsky, 46 38, 63, 101, 160
Limites 63,119 Kopp, Sheldon, 40,56
Koehler, 12
-M-
Maslow, 12 -R-
Miedo, 15,111,114,131 Realidad, 6
Momento presente, 12, 17, 115, Rechazo, 155
145 Reed, Henry, 142
Movimiento del potencial Reestructuración, 29
humano, 12 Relación “yo-tu”, 130
Representa un papel, 125
-N- Responsabilidad,
Negatividad, 6 40,49,51,101,119
Nutritiva, 154, 158,161 Retroceso, 66, 70,72, 74,119
Retroflexión, 88
Pag. 221
Ringer, Robert, 24
Rosner, Charlotte, 56
Ross, Harold, 121
Ryota, 152

-S-

Shah, Idries, 13, 30, 42, 79, 105,


112, 120,
Valores, sistema , 120,159
Saryu, 113
Salir, Virginia, 12
Sueños, 140-152

-T-
Terapia Gestalt, 11
Toxicidad, 54,154, 158

-Z-
Zona,
externa, 20,31
interna, 20 media, 23

Pag. 222

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