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Día 1

Envase destapado Envase tapado

Conclusión:
Primer día del experimento, donde no se observa algún cambio notorio
Día 2

Envase destapado Envase tapado

Conclusión:
Segundo día del experimento, donde se observa algún cambio en la fruta del envase destapado, el
cual ya se le han posado varias moscas. El envase tapado sigue prácticamente intacto
Día 3

Envase destapado Envase tapado

Conclusión:
Tercer día del experimento, donde la fruta del envase destapado se ve un poco podrida ya y la
fruta del envase tapado sigue aun prácticamente igual
Día 4

Envase destapado Envase tapado

Conclusión:
Cuarto día del experimento, donde la fruta del envase destapado esta en un estado mas
putrefacto, se puede decir que debido a la entrada constante de oxigeno o por la presencia de
moscas en ella. La fruta del envase tapado se observa aún en buen estado prácticamente
Día 5

Envase destapado Envase tapado

Conclusión:
Quinto día del experimento, donde se observa la fruta del envase destapado en estado putrefacto,
pero no se evidencia presencia de larvas de moscas en ella aún. La fruta del envase tapado
empieza a entrar en estado de putrefacción.
Francesco Redi quiso desmentir la teoría de la generación espontánea, que hasta el siglo XVII era
aceptada de forma general, dejando por varios días dos frascos de carne, uno destapado y el otro
tapado, en el frasco que dejo abierto, se observaron presencia de larvas de mosca, en el que
estaba tapado nunca hubo vida alguna, demostrando así la falsedad de la teoría de la
abiogénesis.
Por otro lado el microbiologísta Luis Pasteur también realizo un experimento para comprobar o
desmentir la teoría de la abiogénesis. Mediante su experimento logró demostrar que microbios
se originaban a partir de otros microorganismos. Este se basó en colocar caldos hervidos en
matraces provistos de un filtro que evitaba el paso de partículas de polvo hasta el caldo de
cultivo, simultáneamente expuso otros matraces que carecían de ese filtro, pero que poseían un
cuello muy alargado y curvado que dificultaba el paso del aire, y por ello de las partículas de
polvo, hasta el caldo de cultivo. Utilizó dos frascos de cuello de cisne. En cada uno de ellos metió
cantidades iguales de caldo de carne y los hizo hervir para poder eliminar los posibles
microorganismos presentes en el caldo. La forma de "S" era para que el aire pudiera entrar y que
los microorganismos se quedasen en la parte más baja del tubo. Al cabo de un tiempo observó
que nada crecía en los caldos demostrando así que los organismos vivos que aparecían en los
matraces sin filtro o sin cuellos largos provenían del exterior, probablemente del polvo o en
forma de esporas. Finalmente cortó el tubo en forma de “S” de uno de los matraces. El matraz
abierto tardó poco en descomponerse, mientras que el cerrado permaneció en su estado inicial.
De esta manera Demostró que todo proceso de fermentación y descomposición orgánica se debe
a la acción de organismos vivos y que el crecimiento de los microorganismos en caldos nutritivos
no era debido a la generación espontánea.
El naturalista  Lazzaro Spallanzani quiso demostrar la inexistencia de la generación espontánea
refutando el experimento del sacerdote católico inglés Needham, el cual se basaba en calentar
caldo de carne en diversos recipientes que luego selló. Al cabo de unos días, el alimento había
sido descompuesto por los microorganismos, por lo que Neddham sostenía que la vida surgía de
la materia no viviente. Spallanzani repitió los experimentos, pero prolongando el periodo de
calentamiento y sellando con más cuidado los recipientes. De esta forma, pudo demostrar que el
caldo se mantenía intacto mientras no estuviera en contacto con el aire.

Audio de resultado y conclusión: https://voca.ro/1848xSMkXcz9

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