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Cuando te Vuelva a Ver: por Braulio Mantilla

Recién acaba de ver la luz el libro “Cuando te Vuelva a Ver”, como producto del
Concurso Internacional de cuento, en cuyas bases se establecía la necesidad de
plantear miradas, perspectivas o vivencias sobre “el confinamiento y la nueva
normalidad”. El concurso fue convocado por la Universidad Iberoamericana de León
(México) a mediados del año 2021. En su proceso de selección participamos 144
escritores del mundo de lengua castellana, resultando como ganadores los 18
mejores trabajos.
El formato del libro e considerable, la letra generosa que le dan comodidad a sus
174 páginas. En la ilustración de la portada se puede entrever la composición de una
pareja abrazándose junto a un joven de unos 13 años. El juego de la imagen se
encuentra compuesto con la técnica de collage, donde una fotografía es intervenida
con la fachada de un edificio y un tapaboca del tamaño de la cabeza del padre,
ocultando la totalidad de los rostros. La combinación de colores (azules grisáceos y
verdosos) se entremezcla en un degradé muy bien elaborado, logrando una unidad
disiente y dramática.
Los ganadores: Telina Hernández (México), Ana Edith Sánchez (México), Braulio
Mantilla (Colombia), Silvia Endeline (Argentina), Fernando Montero (Costa Rica),
Nicolás Romero (España), Patricia Winir (Argentina), Violeta Santiago (España),
Mayra Gonzales (México), Eduardo Delgado (México), Grizel Delgado (México),
Elena Martínez (España), Sergio Sinionato (Argentina), Douglas Coromoto
(Venezuela), Adzaed Arreola (Mèxico), Linda Melgar (Medio), Diana Ferreyra
(México), Fabricio Callapa (Bolivia). Los participantes de Chile, Uruguay, Perú,
Cuba, y Puerto Rico no lograron acceder al podio.
La colección de cuentos es abordada desde las más variadas angulaciones. Algunos
lo hacen en primera persona, como el caso de la mexicana Tania Hernández que
personificando al sacerdote de una aldea olvidada, entreteje la enfermedad en
medio de caseríos dogmáticos que no entienden la agudeza del virus. O en tercera
persona, como la narrativa de Patricia Berta (argentina), quien nos ambienta su
historia a partir de una niña que sufre al no poderse ver con los caballitos del
carrusel, ni con don Ramón, el maquinista del parque. A su vez, la Española Laura
Martínez, trastoca los tiempos, citando a Cicerón en un drama ocurrido en la Italia
actual. Una jovencita detesta la masa de turistas que invade la belleza de Roma, la
cual se ve expuesta por el entrever de tiempos y personajes históricos, que se
encuentran con la pandemia.
Los motivos de las 18 historias se hacen tan diversas que bien vale la pena
consultar este hermoso libro tan cosmopolita como su misma convocatoria. Para
facilitar este hecho, he dejado un tomo en la Biblioteca Turbay, y otro en la Biblioteca
de la Casa de la Cultura de Floridablanca. Pero, ante todo, aprovecho para invitar a
los escarabajos de letras de nuestra región, a que exploren la aventura que le ocurre
a un par de jovencitos del barrio Norte de la ciudad, en uno de los puntos de lectura
del IMCT. En este cuento: “La Hora de la Verdad” narro la experiencia no solo como
bibliotecario en esa zona populosa, sino que realizo un homenaje a un joven lector y
escritor de poesía: Manuel.
Este esfuerzo por parte de una universidad mexicana, nos hace preguntarnos sobre
la literatura local. Una cierta parte de la población conoce el premio literario de la
UIS, que le ha apostado a diferentes versiones desde hace ya más de una década.
Así mismo, el concurso de la Secretaría de Cultura de la gobernación, y en alguna
ocasiones el del Instituto de Cultura, pero la verdad, que como bien manifestó la
ganadora del premio Casa de las Américas, la colombiana: Ángela García, “en
Colombia hacen falta mucho más concursos”. El concurso, promueve, vitaliza,
dinamiza la escritura, y la lectura.
Si es cierto que la realidad existe, y es una constante, en la que los premios
internacionales los ganan los argentinos, los españoles y los mexicanos, en
Colombia y en Santander también hay talento, dedicación, y un cierto grado de
tradición literaria destacada. Lo que se necesita sobre todo, es apostarle a la región,
al país, a la escritura y sus escritores. Darle la importancia que se merecen por parte
del ente privado y público.

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