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ALFONSO GARCÍA NICOLÁS ALEJANDRO

CABALLERO VÁSQUEZ DANIEL FELIPE

ENTREGADO A: Maria Clara Galvis Patiño

UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA


FACULTAD DE DERECHO
CURSO: PRIMERO A, COMUNIDAD 3
BOGOTÁ
1 DE MAYO DEL 2021
A lo largo de su vasta historia, Colombia ha estado llena de vicisitudes que han
conformado los diversos fenómenos que se encuentran presentes en la actualidad. En
consecuencia se puede identificar que Colombia ha tenido un desarrollo constitucional
amplio que ciertamente trató de amortiguar todas estas problemáticas mediante un
pacto social que pretendía dejar en claro las libertades de los ciudadanos, la
independencia de las ramas del poder, la garantía de los derechos, la igualdad, etc. Sin
embargo la realidad tangible en el país no es exactamente apegada al texto
constitucional, no sería preciso afirmar que los derechos humanos en Colombia son
inviolables, sería algo distópico también el asegurar que existe un trato igualitario para
los ciudadanos, o que ninguna rama del poder tiene una influencia sobre la otra,
sabiendo incluso que estas se conjugan entre sí obedeciendo a unos mismos intereses
politicos y economicos . En este sentido es válido preguntarse si la constitución
colombiana es de papel, refiriéndose entonces a una constitución semántica, o en otras
palabras que esta no cumple con sus propósitos de limitación al poder, protección de
los derechos, participación política,etc.

Por lo que en el presente ensayo se analizará los hechos de la realidad


colombiana que pueden dar respuesta a la incógnita: ¿En qué medida la constitución
colombiana satisface los problemas políticos y sociales de Colombia?

En base a lo mencionado será fácil afirmar que en Colombia no se respeta lo


dispuesto en la carta política, la realidad por sí misma da las herramientas para este
argumento, pero así mismo sería limitado concluir lo mismo, pues la realidad es mucho
más compleja y se debe tomar en cuenta otras variables, como si la culpa de esto es
realmente la constitución o tal vez de alguna manera el pacto social establecido no es
lo suficientemente amplio y/o si la participación política está funcionando o no.

Por eso, vale la pena tener en cuenta los múltiples actos de movimiento
estudiantil, la falta de confianza en el Estado, entre otros. Estos factores no pueden ser
obviados a la hora del análisis de esta problemática, ya que pueden ser determinantes
a la hora de entender qué pasa en Colombia, cómo hemos llegado a este punto y la
profundidad real del problema. Estos mismos factores son los que tendremos en cuenta
para dar respuesta a la pregunta en relación con la posición de la constitución en el
panorama del país, y la importancia que tiene esto para el desarrollo de la sociedad
colombiana, ya que esto permite obtener una visión más crítica que lleve a dar los
primeros pasos hacia el cambio y encontrar una solución óptima que nos permita llegar
a la consolidación de una constitución normativa, es decir una constitución que se
aplique totalmente en el sentido material.
En primer lugar, cabe señalar que se puede tomar como referencia de hacia
dónde se debe dirigir el rumbo de nuestra constitución lo expuesto por Karl
Loewenstein, el cual trajo la idea de diferentes instancias de eficacia de una
constitución. Entre estas está la primera y menos eficaz, la constitución semántica, este
sistema de constitucionalismo está bastante desviado de su propósito original, por
ejemplo la normatividad y el derecho pasa a ser un mero instrumento de coacción sin
cumplir sus propósitos de limitación del poder, de igual manera, la participación política
no funciona en conjunto con el ordenamiento para representar a los ciudadanos dentro
del mismo, sino que fomenta la autocracia, en donde el gobernante ejerce su poder
desligado a cualquier límite (incluso sin tener en cuenta derechos y libertades) ,
además de hacerlo arbitrariamente. Esto la constitución semántica no lo evita en la
realidad, además sirve de instrumento para que los autócratas camuflen su
autoritarismo en las supuestas bases constitucionales con las que actúan.

En segundo lugar, la segunda idea de constitución es la nominal, donde se dan


unos supuestos sociales y económicos, los cuales buscan romper esa relación entre la
constitución y el ejercicio autocrático del poder que justifica el actuar del gobernante.
Esta constitución se podría entender como transitoria, pone en la mesa unos supuestos
que en la realidad aun no se cumplen en su totalidad, pero el sistema si expresa la
intención de que el cuerpo normativo se “amolde” a los principios constitucionales
buscados. Esta constitución si logra sus presupuestos y sobretodo deslindar a la nación
de un poder autocrático puede llegar a ser normativa..

Existe entonces, una idea de constitución ideal es necesaria en la medida que


marca la pauta de los elementos que deben estar contenidos en toda constitución
normativa, en esta deben estar contemplados todos los diferentes avances, dando
máxima plenitud a la anhelada seguridad jurídica. Se entiende esta distinción de
constitución mediante la interpretación de José Antonio Gonzales a los escritos de
Loewenstein

“La Constitución ideal sería aquel orden normativo conformado del proceso
político según el cual todos los desarrollos futuros de la comunidad político social en
todos sus aspectos pudiesen ser previstos, de modo que no fuera necesario un cambio
de las normas conformadoras.” (Gonzalez, 1965)

Sin embargo se encuentra la idea de constitución “perfecta” inviable para el fin


mismo de la constitución, que es atender a las realidades sociales, las cuales se
encuentran en constante movimiento cambiando inevitablemente los principios
fundamentales y relativizando los valores. De este modo suponer a una constitución
estática como ideal, se queda solo en la teoría o en un constante “deber ser”, para
asegurarse de estar en sintonía con las necesidades de la población. De este modo se
encuentra que Gonzales encuentra en la realidad de las constituciones reflejada en las
constituciones nominales.

“Pero este tipo de Constitución es ideal porque no responde a la realidad


constitucional, porque no tiene nada que ver con la esencia de la Constitución, que es
cinética, en movimiento constante al ritmo de los compromisos que la engendran
diariamente.” (Gonzalez, 1965)

En este sentido y en base a lo expuesto anteriormente, podemos clasificar a la


constitución colombiana como una constitución nominal, esto porque es válido
reconocer que el sistema constitucional colombiano, ha tenido el suficiente desarrollo e
incluso goza de gran cantidad de reconocimientos, garantías, libertades, separación de
poderes, entre otras, además establece mecanismos de garantías para asegurar estos
principios constitucionales. Lo mencionado automáticamente la desencasilla de una
institución meramente semántica ya que al menos parcialmente cumple con lo que está
en el papel, pero no obstante no la podemos definir como una constitución ideal, puesto
que la realidad muestra cómo los gobernantes no están totalmente sujetos a los límites
constitucionales, los violan e incluso conjugan las piezas del sistema para quedarse
con la mayor cantidad de poder posible, como por ejemplo la larga tradición en
Colombia en la que el presidente escoge a voluntad personas que desempeñan altos
cargos que nunca irían en contra de sus decisiones, esto no está protegido en
Colombia para evitar el abuso del poder. No obstante como se mencionó anteriormente
el ideal o el punto de llegada, el sistema constitucional normativo, incluso se escapa de
la realidad humana, por lo que sería utópico encontrar esta clasificación en algún lugar
del mundo, pero así mismo no por eso se debe dejar a un lado la necesidad de seguir
el camino para llegar a este nivel de la constitución.

Si se entra a desentrañar los problemas sociales y políticos del país lo primero


es buscar las causas de los mismos, no sería correcto atribuirle todos estos a la
constitución, puesto que como se hace mención anteriormente hay otros factores a
tener en cuenta para poder ver claramente el panorama colombiano. Este país con
todas sus problemáticas ha tenido una peculiaridad muy marcada, y es que el
movimiento estudiantil que en los últimos tiempos ha tomado un papel dentro de las
decisiones y los productos que se dan después de una coyuntura. Esto es relevante
para el análisis de la aplicación material de la constitución, puesto que pone en
evidencia la participación fundamental del estudiantado en el proceso democratico del
país que incluso desembocó en la vigente constitución del 1991 y a la que se refiere
este ensayo. Para los años precedentes a la asamblea constituyente de 1991, se
consolidó un movimiento llamado la séptima papeleta, el cual estuvo formado en su
gran mayoría por estudiantes que representaban el cansancio de la población
colombiana después de décadas de guerra interna y a la fragilidad del gobierno al
proteger a sus ciudadanos y defender su soberanía de grupos armados en varias
regiones del país, además de las enormes carencias en materia de derechos sociales,
políticos y económicos de la constitución vigente durante esa época. Si vemos el
panorama actual y los años venideros a la constitución de 1991, se puede ver que el
tradición de movimiento estudiantil se ha convertido en una fuerte tradición, y por tanto
ha sido extremadamente relevante, además se ha evidenciado una evolución en la
estructura de estos que ha llevado a que los mencionados movimientos hayan tenido
una enorme incidencia en las decisiones del país, con la fuerte intención de hacer que
el gobierno cumpla las promesas constitucionales al mismo tiempo que haga respetar
sus principios, por lo que se podría afirmar que en gran medida la constitución
colombiana ha fortalecido su aplicación material gracias a las manifestaciones del
estudiantado Colombiano.

La historia Colombiana ha estado plagada de una fuerte desconfianza hacia el


Estado, esto en base a una tradición de corrupción, ineficiencia e incapacidad de las
medidas que a lo largo de su historia ha tomado el estado colombiano, por lo que le es
difícil a la población colombiana tener una percepción positiva de los que ejercen el
control en el país. Esto nos lleva a apreciar una falta de legitimidad en lo que al estado
respecta, y teniendo en cuenta que no es otro que el gobierno quienes implementan los
presupuestos constitucionales, hay una marcada percepción de ineficacia hacia la
constitución. Tomando en cuenta lo anterior se podría discernir que la población
Colombiana no percibe a la constitución como un pacto social que proteja los intereses
de todos dentro del mismo, más aún le atribuyen esto a las instituciones que la
representan puesto que estas materialmente no cumplen con los propósitos que la
carta política les impone, por ejemplo es constante en el congreso que los
representantes traicionan los intereses de sus votantes, favoreciendo intereses
particulares que han afectado el bienestar de los Colombianos. Por tanto la satisfacción
de la constitución Colombiana se ve seriamente afectada por el descontento del
pueblo, y aún más por la falta de eficacia gubernamental al aplicarla, puesto que las
herramientas que se han puesto en acción para llevar a cabo materialmente la
constitución no han sido efectivas, y por tanto se debería considerar un fuerte cambio
en el actuar, para que nuestra constitución pueda tener una evolución de su papel
nominal a acercarse más a un papel normativo.

Para concluir en base a lo expuesto, podríamos afirmar que Colombia no es


exactamente el país perfecto en términos constitucionales, pero tampoco sería correcto
catalogarlo como un país con una completa rebeldía hacia la misma y sin cuidado de lo
expuesto en ella. Es decir, Colombia está en un punto de transición, donde hay muchas
cosas por optimizar, donde es necesaria una evolución, y donde se debe dejar atrás
costumbres corruptas e ineficientes para llevar a cabo lo que se propone en la carta
política. Además cabe tener en cuenta que la constitución colombiana contiene una
gran cantidad de principios y supuestos que parecen satisfacer la realidad del país, sin
embargo se ha comprobado que materialmente no es así y por tanto lo más destacable
a mejorar es la aplicación de la misma y la posible creación de mecanismos más
efectivos para su adaptación a la realidad. En pocas palabras, la constitución
colombiana no es ciertamente perfecta, pero resulta esperanzador poderla clasificar
teniendo en cuenta los parámetros anteriores, como una constitución nominal, la cual
está en constante evolución hacia lo que se acercaría más a una constitución perfecta,
el constitucionalismo normativo.
Bibliografia

○ Aportes del movimiento estudiantil a los procesos de movilización social

en Colombia. (2017, 15 agosto). Cuadernos de Trabajo Social.

https://cuadernots.utem.cl/articulos/aportes-del-movimiento-estudiantil-los-

procesos-de-movilizacion-social-en-colombia/

○ BBC News Mundo. (2020, 11 marzo). Qué fue la Séptima Papeleta, el

movimiento que cambió Colombia hace 30 años (y por qué sus demandas

aún están insatisfechas).

https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-51829209

○ Gonzalez, J. A. (1965). LA IDEA DE CONSTITUCIÓN EN KARL


LOEWENSTEIN. González Casanova, Num. 139.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2048127

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