Fariseo

¡Fariseo!
¿Somos los Adventistas del 7º Día fariseos modernos?
Lectura Bíblica 37 «Voy a reunirlos de todos los países por los que, en mi furor y gran
indignación, los esparcí, y los haré volver a este lugar para que vivan tranquilos.
38 Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios. 39 Yo les daré un solo corazón y un
solo camino, para que me teman perpetuamente, para bien de ellos y de sus
hijos. 40 Haré con ellos un pacto eterno, y nunca dejaré de hacerles bien. Pondré
mi temor en su corazón, para que no se aparten de mí. Jeremías 32:37-40
Himno alabanza Himno No. 14 – Engrandecido sea Dios.

Himno No. 157 – ¡Majestad!
Himno inicial Himno No. 404 – A cualquiera parte

Himno No. 400 – Castillo Fuerte es nuestro Dios
Himno No. 558 – Ama a tus prójimos
Himno final Himno No. 288 – Al contemplarte, mi Salvador

Himno No. 266 – Vivo por Cristo
I NTRODUCCIÓN
Estoy seguro de qué si yo en este momento señalo a cualquiera de los presentes y le digo “FARISEO”, esa persona
ser va a molestar, y hasta es posible que lo aleje de la iglesia.
Hagamos una pequeña dinámica que nos sirva para medir el concepto actual que tenemos de este grupo de personas
que le hicieron la vida de cuadritos a nuestro amado Señor Jesús. Entremos al siguiente enlace y respondamos estas
dos consultas:
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Modo presentación
https://www.mentimeter.com/app/presentation/ad906da59a91bed1fdb0a56
108181afc
1. Anote la primera palabra que se le viene a la mente cuando escucha el

término “Fariseo”
2. ¿Le gustaría que le llamen fariseo?

Tema - ¡Fariseo! Página 2 de 35
H ISTORIA DE LOS FARISEOS
[D-04] La palabra Fariseos proviene del arameo “Perishaya”, cuya palabra en sigular “Perisha” denota “alguien que
se separa”, o se mantiene alejado de personas o cosas impuras, para alcanzar el grado de santidad y rectitud
requerido en aquellos que se comunican con Dios. (Enciclopedia Judía)1
Los fariseos promovían la idea de la pureza sacerdotal para todos los judíos, la fe en la providencia o el destino y el
concepto de la resurrección de los muertos, y que enseñaba que, más allá de los mandamientos, la Ley Oral también
fue transmitida por Moisés.2
Se llamaban a sí mismos los “compañeros” (heb jabêrîm) o los “santos” (heb. qedôshîm). 3
Origen de los fariseos
[D-05a] Tras las conquistas de Alejandro Magno (que gobernó de 336 a 323 a.C.), en el [D-05b] 330 a.C., los pueblos
conquistados de la cuenca mediterránea adoptaron la forma de gobierno, el idioma, la filosofía, la religión y la
educación griegas. Al morir Alejandro en el 323 a. C., su imperio quedó dividido entre sus generales. Uno de esos
generales, Seleuco I Nicátor, fundó el Imperio seléucida en la región de Siria. [D-05c] En el 167 a.C., el seléucida
Antíoco IV Epífanes (que gobernó de 175 a 164 a.C.) prohibió todas las costumbres judías, lo que originó la Revuelta
de los macabeos, liderada por la familia de los asmoneos, en la que los judíos consiguieron rechazar a los griegos y
establecer su propio reino.
Sin embargo, no todos estaban contentos con el gobierno de los asmoneos, que combinaban el cargo de rey con el
de sumo sacerdote del Templo de Jerusalén. El trono de Israel debía recaer sobre un descendiente de la tribu del rey
David, la de Judá. Durante ese período, el sumo sacerdote debía ser un descendiente de Sadoc, el último sumo
sacerdote durante el reinado de Salomón. Los asmoneos no podían reclamar para sí ninguna de las dos líneas
sucesorias.
Varios grupos de judíos formaron sectas dentro de la religión, todas de acuerdo en lo básico, según la Ley de Moisés
y los Libros de los Profetas. Uno de los asuntos principales era cómo vivir dentro de esa nueva cultura cosmopolita
griega, manteniendo los rasgos de identidad y las tradiciones judías.4
[D-05d] Los fariseos formaron una liga o hermandad propia ("ḥaburah"), admitiendo solo a aquellos que, en
presencia de tres miembros, se comprometían a observar estrictamente la pureza levítica, para evitar una asociación
más estrecha con el 'Am ha- Areẓ (el boor ignorante y descuidado), al pago escrupuloso de los diezmos y otros
1
https://jewishencyclopedia.com/articles/12087-pharisees
2
https://www.worldhistory.org/trans/es/1-20491/los-fariseos/
3
Diccionario Bíblico Adventista: Fariseos
4
https://www.worldhistory.org/trans/es/1-20491/los-fariseos/
Por Oswaldo Cordero Araya – Tel. (506) 883-12581
impuestos adeudados al sacerdote, al levita y a los pobres, y a una consideración concienzuda por los votos y por la
propiedad de otras personas. 5
Parece razonable suponer que fueran sucesores de los jasîdîm (jasidim o asideos), "los píos", quienes apoyaron
activamente a los primeros macabeos en su lucha contra los seléucidas. Como eran estrictamente ortodoxos y
estaban muy preocupados por conservar la pureza religiosa de su pueblo rechazaron todos los intentos de introducir
prácticas helenísticas entre los judíos. Cuando los gobernantes macabeos comenzaron a apoyar el helenismo, este
grupo de judíos ortodoxos empezó a oponerse a su propio gobierno. [D-06a] El nombre "fariseo" apareció por 1ª vez
en nuestras fuentes bajo Juan Hircano (135-105/04 a.C,); el nombre indicaba que los adeptos se consideraban
promotores de una separación del mundo y sus tendencias. Habiendo llegado a ser un partido religioso-político, se
opuso activamente al gobierno mundano de Juan Hircano, y aún más al de su hijo Alejandro Janco (103-76/75 a.C.).
[D-06b] El resultado fue una sangrienta persecución contra estos religiosos celosos y la muerte de muchos fariseos
notables. Pero pronto fue claro que su influencia sobre la gente aumentaba a pesar de la adversidad. La viuda y
sucesora de Janeo, Alejandra (Salomé), procuró una reconciliación con ellos, y los fariseos llegaron a ser una poderosa
fuerza en su Estado […] [D-06c] Cuando Palestina cayó bajo el dominio romano (63 a.C.), los fariseos retuvieron su
posición como partido político influyente y como abanderados de la ortodoxia. [D-07a] Herodes el Grande, al subir
al poder (40-4 a.C.), fue lo suficientemente prudente como para no perseguirlos, porque sabía que tenían gran
influencia sobre el pueblo, aunque su número era de unos 6.000, cantidad relativamente pequeña […] [D-07b] Los
fariseos formaban uno de los 3 grupos que componían el Sanedrín, junto a los saduceos y a los herodianos. La secta
de los fariseos fue la que por varios siglos continuó produciendo los mayores dirigentes religiosos entre los judíos
ortodoxos, y de ese modo ejerció más influencia sobre la vida religiosa de su nación que cualquier otra fuerza dentro
del judaísmo.
Contraste entre fariseos y saduceos
[D-08] Su lugar en la vida y el pensamiento judíos del NT puede ser mejor comprendido cuando se lo contrasta con
los otros grandes partidos: los saduceos y los esenios6.
Fariseos Saduceos
Era conservadores. Aunque por necesidad Eran los liberales. Como se encontraban
estaban "en el mundo", rechazaron ser "en el mundo", también estaban listos y
Aspecto
parte de él. El fariseísmo -"separatismo"- dispuestos a ser "del" mundo.
religioso
enfatizaba la separación del mundo y su
contaminación.
Vivían separados del mundo y esperaban No esperaban ningún otro mundo. Sus
Esperanza futura salir de él. Sus ojos estaban fijos en la vida ojos estaban fijos en esta vida, ya que no
futura. tenían esperanza de otra.
Su interés supremo era todo lo religioso. Los intereses seculares eran su

Intereses
preocupación dominante.
5
https://jewishencyclopedia.com/articles/12087-pharisees
6
Diccionario Bíblico Adventista: Fariseos
Evitaban los deberes cívicos y resistían Constituían el partido político práctico y

pasivamente a la autoridad romana. estaban dispuestos -siendo las cosas
como eran- a cooperar con los romanos y
Vida política los herodianos; en realidad, tenían una
fuerte preocupación por los asuntos
seculares de la nación y voluntariamente
aceptaban cargos públicos.
Clase media Constituían el partido de la rica

Clase social
aristocracia.
L OS FARISEOS EN LA B IBLIA
La palabra fariseos se menciona unas 96 veces en el Nuevo Testamento. Cuando abrimos la Biblia y leemos esos
textos, influenciados quizá, por lo que por años nos han transmitido, vemos a los fariseos como un grupo nefasto, vil
y ruinoso, al cual no nos hubiera alegrado pertenecer si hubiésemos vivido en ese tiempo.
Hoy en día, el concepto de fariseo es tan negativo, que cuando le encajamos ese seudónimo a una persona es porque
la consideramos hipócrita, traicionera y a la cual le importan mas las apariencias que su realidad espiritual, y es muy
probable que la persona se ofenda cuando le llamamos de esa manera.
Este pensamiento contrasta con lo que indica George R. Knight en su libro “Guía del Fariseo para una santidad
perfecta” donde declara que “los fariseos eran lo mejor de la gente de ese tiempo”. Y para afianzar su idea, añade:
[D-09] La mayoría de los Cristianos necesita revisar su imagen de los fariseos. Ellos no fueron
simplemente hombres buenos; fueron los mejores entre los hombres. No solamente justos, sino
decididamente sinceros en su búsqueda de Dios y en la preservación de su santo nombre, su ley y su
Palabra. George R. Knight: Guía del Fariseo para una santidad perfecta, págs. 14-15
Sin duda el concepto de Juan el Bautista concuerda con el de muchos de nosotros, y contrasta en gran manera con
lo que menciona George R. Knight. Juan durante sus predicaciones, no dudó en usar unas duras palabras cuando les
llamó “generación de víboras”.
[D-10] Cuando Juan vio que muchos fariseos y saduceos venían a su bautismo, les decía: “¡Generación
de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Mateo 3:7
En este mismo sentido, miremos lo que tienen que decirnos los evangelios sobre este grupo
Los fariseos en los Evangelios
Primero que todo, aclaramos que no nos es posible en este espacio analizar los 88 textos de los evangelios, pero para
efectos prácticos, analizaremos unos cuantos tópicos los cuales ejemplificaremos con algunos textos.
Sobre los Fariseos diremos que:

1. [D-11] Eran excesivamente celosos en guardar la Ley escrita y oral (tradiciones).
Cuando los fariseos vieron esto, le dijeron: ¡Fíjate! Tus discípulos hacen lo que no está permitido hacer
en el día de reposo. Pero él les dijo: ¿No han leído ustedes lo que hizo David, cuando él y sus
acompañantes tuvieron hambre? Mateo 12:2-3
Algunos de los fariseos les dijeron: «¿Por qué hacen lo que no está permitido hacer en los días de
reposo?» Lucas 6:2
2. [D-12] Se consideraban superiores a todos los demás.

9
A unos que a sí mismos se consideraban justos y menospreciaban a los demás, Jesús les dijo esta
parábola: 10 «Dos hombres fueron al templo a orar: uno de ellos era fariseo, y el otro era cobrador de
impuestos. 11 Puesto de pie, el fariseo oraba consigo mismo de esta manera: “Dios mío, te doy gracias
porque no soy como los demás, que son ladrones, injustos y adúlteros. ¡Ni siquiera soy como este
cobrador de impuestos! 12 Ayuno dos veces a la semana, y doy la décima parte de todo lo que
gano.” 13 Pero el cobrador de impuestos, desde lejos, no se atrevía siquiera a levantar los ojos al cielo,
sino que se golpeaba el pecho y decía: “Dios mío, ten misericordia de mí, porque soy un
pecador.” 14 Yo les digo que éste volvió a su casa justificado, y no el otro. Porque cualquiera que se
enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.» Lucas 18:9-14
3. [D-13] Eran personas hipócritas.
Y Jesús les dijo: Tened cuidado, guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos […] Entonces
entendieron que nos les había dicho que se guardaran de la levadura del pan, sino de la doctrina de los
fariseos y saduceos. Mateo 16:6,12 RV Siglo XXI
En esto se juntaron miles de personas, tanto que se atropellaban unos a otros. Y Jesús empezó a decir
primero a sus discípulos: Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. Lucas 12:1
¡Qué mal les va a ir! Aparentan ser gente buena y honrada, pero en realidad son hipócritas y malvados.
Son como una tumba pintada de blanco, que por fuera se ve limpia, pero que por dentro está llena de
huesos y de suciedad. Mateo 23:27-28 TLA
4. [D-14] Tenían gran poder dentro de la nación judía.
Con todo eso, muchos creyeron en él, incluso algunos de los gobernantes; pero por causa de los
fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga. Juan 12:42
5. [D-15] Eras criticones, chismosos y maliciosos.
Cuando los fariseos vieron esto, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come su Maestro con cobradores de
impuestos y con pecadores? Mateo 9:11

Pero los fariseos y los maestros de la ley del mismo partido comenzaron a criticar a los discípulos de
Jesús. Les dijeron: ¿Por qué comen y beben ustedes con cobradores de impuestos y pecadores? Lucas
5:30 DHH
22
Un día le llevaron un endemoniado ciego y mudo, y él lo sanó, así que el ciego y mudo podía ver y
hablar. 23 Toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será éste el Hijo de David?» 24 Los fariseos, al oírlo,
decían: «Éste expulsa los demonios por el poder de Beelzebú, príncipe de los demonios. Mateo 12:22-
24
Algunos de los fariseos decían: «Ese hombre no procede de Dios, porque no guarda el día de reposo.»
Y otros decían: «¿Cómo puede un pecador hacer estas señales?» Y había disensión entre ellos. Juan
9:16
Pero ¡ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque le niegan a la gente la entrada al reino de
los cielos, y ni ustedes entran, ni tampoco dejan entrar a los que quieren hacerlo. Mateo 23:13
6. [D-16] Eran tramposos.
Allí había un hombre que tenía atrofiada una mano. Para poder acusar a Jesús, algunos le preguntaron:
¿Está permitido sanar en el día de reposo? Mateo 12:10
7. [D-17] Deseaban y conspiraban para matar a Jesús.
Pero los fariseos, en cuanto se fueron, conspiraron para matar a Jesús. Mateo 12:14
Entonces los fariseos se fueron para pensar en cómo atrapar a Jesús en sus propias palabras. Mateo
22:15
Luego mandaron gente de los fariseos y de los herodianos, para atrapar a Jesús en sus propias
palabras. Marcos 12:13
Tan pronto como los fariseos salieron, empezaron a conspirar con los herodianos para matar a Jesús.
Marcos 2:6
Me parece que con esto es mas que suficiente como para darle la razón a Juan el Bautista de llamarles “Generación
de víboras” y reprochar las palabras de George R. Knight. El mismo Jesús reafirmó las palabras de Juan el Bautista
cuando dijo:
[D-18] ¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escapareis de la condenación del infierno? Mateo
23:33 RV Siglo XXI
[D-19] Sin embargo, quisiera que hiciéramos, antes de condenar a los fariseos, un pequeño ejercicio, y es que
cambiemos por un rato los lentes con los cuales estamos mirando a los fariseos.
Por ejemplo, tomemos los siguientes versículos:

Algunos de los fariseos les dijeron: «¿Por qué hacen lo que no está permitido hacer en los días de
reposo?» Lucas 6:2
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas! Porque dais el diezmo de la menta, del eneldo y el
comino; y dejáis lo mas importante de a ley, a saber, la justicia, la misericordia y la fidelidad. Esto es
necesario hacer, sin dejar lo otro. Mateo 23:23 RV Siglo XXI
Si cambiamos el enfoque, podemos ver en esos textos algunas “alabanzas de Jesús” hacia los fariseos. Por ejemplo,
podemos ver que eran personas que tenían un gran conocimiento de la palabra de escrita de Dios. Pero no solamente
la conocían, sino que la practicaba. Bueno, al menos eso pensaban ellos, hasta que Jesús vino y desnudó sus
verdaderas intenciones.
[D-20] Es muy interesante ver la actitud de Jesús hacia los fariseos, ya que, conociendo sus deseos de matarlo, de
mostrarle a la gente de que era un falso maestro y de estar constantemente acechándolo para ver en que podía
acusarlo, Jesús no reusó de su compañía.
Jesús miraba en ellos, a personas candidatas para el reino de los cielos. Los miraba como “ovejas sin pastor” y por
eso siempre trataba de exhortarlos, no con el afán de menospreciarlos, sino de conducirlos al reino celestial.
Es por esta razón que vemos constantemente a Jesús establecer conversaciones con ellos, e inclusive visitando sus
hogares.
36
Uno de los fariseos invitó a Jesús a comer, así que Jesús fue a la casa del fariseo y se sentó a la
mesa. 37 Cuando una mujer de la ciudad, que era pecadora, se enteró de que Jesús estaba a la mesa,
en la casa del fariseo, llegó con un frasco de alabastro lleno de perfume. […] 39 Cuando el fariseo que lo
había convidado vio esto, pensó: «Si éste fuera profeta, sabría que la mujer que lo está tocando es una
pecadora.» […] Lucas 7:36,37,39
Después de que Jesús terminó de hablar, un fariseo lo invitó a que comiera con él. Jesús entró en la
casa y se sentó a la mesa. Lucas 11:37
En cierta ocasión, Jesús fue a comer a la casa de un fariseo muy importante. Era un día de reposo, y
ellos estaban acechándolo. Lucas 14:1
A pesar de todo esto que hemos hablado, Jesús hizo una declaración que es muy interesante, y que sin duda llevó a
reflexionar a todos aquellos que lo escuchaban. Los señalamientos del Gran Maestro, no siempre era lo que la gente
quería escuchar… Sin duda es por esta razón que el mismo G. R. Knight dice que “Jesús de Nazaret no fue
políticamente correcto en sus pronunciaciones”.7 El mensaje que transmite el versículo de Mateo 5:20, sin duda entra
dentro de esas declaraciones que la gente no se esperaba y que debía llevarlos a reflexionar en su conducta diaria.
[D-21] Yo les digo que, si la justicia de ustedes no es mayor que la de los escribas y los fariseos,
ustedes no entrarán en el reino de los cielos. Mateo 5:20
7
George R. Knight: La visión apocalíptica y la castración del Adventismo, pg. 14
Imagínese usted a todos los que escuchaba a Jesús, ¿Cómo podría alguien esforzarse más duramente o vivir para
Dios con mayor dedicación que esta élite de moralistas, estas tropas de avanzada para el reino de Dios? 8 El mismo
Knight, describe a este grupo con las siguientes palabras:
[D-22] Ellos no fueron simplemente hombres buenos, fueron los mejores entre los hombres. No
solamente eran moralmente justos, sino decididamente sinceros en su búsqueda de Dios […] Eran
personas totalmente dedicadas a servir a Dios desde el momento en que se levantaban por la mañana
hasta cuando se retiraban a descansar por la noche. Guía del fariseo para una santidad perfecta,
págs. 14-15
Un ejemplo que nos ayuda a mirar este aspecto poco mencionado de los fariseos, lo vemos en Nicodemo.
[D-23] Entre los fariseos había un hombre que, entre los judíos, era muy importante. Se llamaba
Nicodemo. Éste vino de noche a ver a Jesús, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de parte de Dios
como maestro, porque nadie podría hacer estas señales que tú haces si Dios no estuviera con él. S.
Juan 3:1-2
La sinceridad con la cual Nicodemo buscó a Jesús para aprender de sus enseñanzas queda manifiesta en la siguiente
declaración:
[D-24] Aunque rico, sabio y honrado, se había sentido extrañamente atraído por el humilde Nazareno.
Las lecciones que habían caído de los labios del Salvador le habían impresionado grandemente, y
quería aprender más de estas verdades maravillosas [...] Desde que oyera a Jesús, Nicodemo había
estudiado ansiosamente las profecías relativas al Mesías, y cuanto más las escudriñaba, tanto más
profunda se volvía su convicción de que era el que había de venir. Elena G. White: Deseado de todas
las gentes, Cap. 17 "Nicodemo"
Los fariseos en los Hechos y en los escritos Paulinos
[D-25] Cuando pasamos de los evangelios al libro de Hechos, vemos el caso de otro fariseo de gran reputación,
Gamaliel, quien, en vez de aconsejar la destrucción de los discípulos de Jesús, quienes predicaban al Jesús resucitado,
pidió que se les dejara actuar y que Dios se encargaría de ellos.
34
Entonces Gamaliel, un fariseo que era doctor de la ley y a quien todo el pueblo respetaba, se levantó
ante el concilio y ordenó que sacaran por un momento a los apóstoles; 35 luego dijo: Varones israelitas,
piensen bien en lo que van a hacer con estos hombres. […] lo mataron, y todos los que lo seguían
fueron dispersados. 38 Por eso les digo ahora: Olvídense de estos hombres. Déjenlos. Porque si esto
que hacen es de carácter humano, se desvanecerá; 39 pero si es de Dios, no lo podrán destruir. ¡No
vaya a ser que ustedes se encuentren luchando contra Dios! Hechos 5:34-35, 38-39.
[D-25] En otros versículos del libro de Hechos, donde se mencionan a los fariseos, podemos notar su conocimiento
de las tradiciones y leyes judías y su apego a ellas:
8
Knight: Guía del Fariseo…, pág. 18
Pero algunos creyentes de la secta de los fariseos, que estaban allí, se opusieron a ellos y dijeron: Es
necesario circuncidarlos, y mandarles que cumplan con la ley de Moisés.
Hechos 15:5
6
Cuando Pablo se dio cuenta de que una parte del concilio era de saduceos y otra de fariseos, alzó la
voz y dijo: Hermanos, yo soy fariseo, y soy hijo de un fariseo. Se me está juzgando porque espero la
resurrección de los muertos. 7 En cuanto dijo esto, se suscitó una discusión entre los fariseos y los
saduceos, y la asamblea se dividió. 8 Y es que los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángeles, ni
espíritus; pero los fariseos sí creen en todo esto. 9 Se levantó entonces una gritería, y los escribas que
apoyaban a los fariseos se levantaron a protestar: No vemos que este hombre haya cometido ningún
crimen. ¡Puede haberle hablado un espíritu o un ángel! Hechos 23:6-9
[D-26] Pablo, por otra parte, no esconde sus orígenes como parte de esta secta, y de ser educado a los pies del gran
Gamaliel.
Yo soy judío. Nací en Tarso de Cilicia, pero me criaron en esta ciudad, donde Gamaliel me instruyó con
total apego a la ley de nuestros antepasados. El celo por Dios que ustedes sienten hoy, también lo
sentí yo. Hechos 22:3
Ellos saben también, y lo pueden atestiguar, que desde el principio he vivido según las normas de los
fariseos, que es el grupo más riguroso de nuestra religión. Hechos 16:5
4
Aunque también yo tengo de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la
carne, yo más: 5 fui circuncidado al octavo día, y soy del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín; soy
hebreo de hebreos y, en cuanto a la ley, fariseo; 6 en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto
a la justicia que se basa en la ley, irreprensible. Filipenses 3:4-6
No se si ustedes se han preguntado, porque Pablo se enorgullecía de su origen como un fariseo. Cuando me pregunto
eso, y lo analizo a la luz de la polémica declaración de Jesús que vimos anteriormente en Mateo 5:20, me lleva a
hacer la siguiente pregunta. ¿Será que debo imitar algo de los fariseos? ¿Alguna actitud de ellos me podría beneficiar
hoy en día? ¡Y la respuesta que me doy es que si, y mucho!
C ARACTERÍSTICAS DE LOS FARISEOS QUE SON DIGNAS DE ALABAR
Mencionaremos al menos 4 cosas que debemos aprender de los fariseos y que sin duda alguna harán de nosotros
mejores cristianos, y, por último, resumiremos el problema que tenía esta secta y en el cual debemos evitar caer hoy
en día.
Antes de analizar estas cuatro características, quiero rescatar la siguiente declaración:
[D-27] Los fariseos no solamente estaban dedicados a hacer lo correcto en el plano intelectual, sino
que observaban el más alto nivel de moralidad en su vida diaria. Jesús nunca contradijo al fariseo de
Lucas 18, que le agradeció a Dios en oración por no era “como los otros hombres, ladrones, injustos,
adúlteros”. Tampoco discutió con el joven que declaró haber “guardado” los Diez Mandamientos

desde su juventud. Es imposible concebir a un grupo de personas con más anhelos de obedecer y vivir
una vida moral que los fariseos.” Guía de los fariseos para una santidad perfecta, pg. 15.
Amantes y defensores de la Biblia como Palabra de Dios
[D-28] Tenían el propósito de preservar el significado relevante de las Escrituras. Sin embargo, el problema surgía
cuando había dudas sobre el significado de un pasaje bíblico.
Debido a las diferentes interpretaciones que se presentaban, los fariseos, desarrollaron una teoría de que junto con
el texto escrito, había desde los tiempos de Moisés, una tradición no escrita que suplementaba el texto y señalaba
su verdadero significado.
Sin duda, su anhelo era preservar el significado real de las escrituras, y como bien señala G. R. Knight, “la tradición
oral de los fariseos fue realmente un producto de su reverencia la santa Palabra de Dios”. Lo malo, fue que, con el
tiempo, la tradición oral, prevaleció ante la palabra escrita, y dejaron de lado lo que era verdaderamente importante,
el propósito o razón de ser de la palabra de Dios. Y justa a esta tradición oral a la cual Jesús se refirió cuando dio que
invalidaba el mandamiento de Dios.
1
Los fariseos y algunos de los escribas, que habían venido de Jerusalén, se acercaron a Jesús 2 y vieron
que algunos de sus discípulos comían pan con manos impuras, es decir, sin habérselas lavado. 3 Los
fariseos, y todos los judíos, viven aferrados a la tradición de los ancianos, de modo que, si no se lavan
las manos muchas veces, no comen.
5
Entonces los fariseos y los escribas le preguntaron a Jesús: ¿Por qué tus discípulos no siguen la
tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos impuras?
13
Es así como ustedes invalidan la palabra de Dios con la tradición que se han transmitido, además de
que hacen muchas otras cosas parecidas. Marcos 7:1-3,5,13
Amaban y se dedicaban a guardar la ley
La siguiente cita, escrita por R. Travers Herford, resumen muy bien este punto.
[D-29] La preocupación primaria de los fariseos era hacer de la Torah (la ley) la guía suprema de su
vida: en pensamiento, palabra y hecho, por el estudio de su contenido, la obediencia a sus preceptos, y
como el origen de todo, un servicio concienzudo al Dios de la Torah. Guía de los fariseos para una
santidad perfecta, pg. 16
Si en algo se cuidaban los fariseos, era precisamente en guardar integralmente la Ley, por lo que a fin de cuidarse en
no transgredir ningún mandamiento en su mínima expresión, elaboraron una serie de reglas que se constituyeron en
un “muro de protección para la ley”, para como dice Travers, rodearla de reglas preventivas que sirvieran como un
freno a quienes deseaban quebrantarla.
[D-30] “rodeándola de reglas preventivas que frenasen a las personas como señales de peligro antes
que se acercaran al punto de quebrantar un estatuto divino”. Idem.

Es así, como aparecen las 1521 reglas de protección del día santo, eran tan meticulosos, que podían decir el tamaño
de una piedra que podría ser transportada el sábado, por cuánta distancia la podrían llevar o a cuantos codos la
podían arrojar, sin quebrantar el cuarto mandamiento.
Pero aparte de estas, tenían incontables barreras que afectaban todos los aspectos de la vida, por lo que no cabe
duda, de que “un individuo debía ser realmente sincero en cuanto a la religión para poder vivir la vida de un fariseo”.
Podemos decir lo que queramos de los fariseos, pero si algo es cierto, es que eran personas dedicadas a servir a Dios
guardar su ley. Ya vamos entendiendo porque Jesús los usó con referencia para los que desean alcanzar la salvación
y del porque Pablo se “jactaba” de ser un fariseo.
Tenía un gran celo misionero y evangelístico.
[D-31] En los ayes contra los fariseos, Jesús mismo elogio esta cualidad cuando dijo:
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque recorren mar y tierra en busca de seguidores, y
una vez que los consiguen, los hacen dos veces más hijos del infierno que ustedes. Mateo 23:15
Su idea no era solamente impactar a sus conciudadanos, sino incrementar el número del pueblo de Dios, atrayendo
personas no judías.
Su afán, no era solamente lograr un aumento cuantitativo (en cantidad) sino también cualitativo (calidad). Es así que,
como indica Joaquin Jeremías, los fariseos impusieron las reglas de pureza para la vida cotidiana de los sacerdotes
como el ideal para todo judía.
De esta manera ellos procuraban elevar a la santa comunidad de Israel para que fuera el verdadero
Israel de Dios (el remanente). Guía del fariseo para una santidad perfecta, pg. 17
De esta manera, y aunque la mayoría del pueblo desaprobara sus aires de superioridad, eran considerados por el
común del pueblo como “modelos de piedad y como ejemplo de la vida ideal”.
¡Eran “Adventistas”!
[D-32] Los fariseos no solamente esperaban la venida del Mesías, sino que la anhelaban. Una creencia en aquellos
días, según indica G. R. Knight, era que el Mesías vendría a establecer su reino cuando la Torah se obedeciera a la
perfección durante un día, por lo tanto, consagraban plenamente sus vidas a hacer que ese día llegara mediante una
santidad perfecta.
Como vimos al inicio, los fariseos, se separaron de los paganos y de sus prácticas idolátricas, de los saduceos y sus
prácticas comprometedoras y de la gente común y sus caminos descuidados, esto con el fin de lograr la santidad que
se requería para que el establecimiento del reino fuese una realidad en sus días.
EL PROBLEMA DE LOS FARISEOS

A pesar de todas las cosas positivas que hemos visto de los fariseos, evidentemente no todo era bueno. Y es sin duda
conocido por todos nosotros las duras palabras de Cristo a los fariseos, desnudando sus verdaderas intenciones.
Dejando al descubierto que sus apariencias estaban muy distantes de su a actuar y por lo tanto, de su espiritualidad.
El mismo Jesús, les aplicó la palabra de Isaías:
[D-33] El Señor dice: A decir verdad, este pueblo se acerca a mí con la boca, y me honra con los labios,
pero su corazón está lejos de mí; el temor que de mí tiene no es más que un mandamiento humano,
que le ha sido enseñado. Isaías 29:13
Las palabras de Elena G de White concuerdan con esta descripción de la verdadera actitud de los fariseos:
[D-34] Los escribas y los fariseos aseveraban estar investidos de autoridad divina similar a la de
Moisés. Aseveraban reemplazarle como expositores de la ley y jueces del pueblo. Como tales, exigían
del pueblo absoluto respeto y obediencia. Jesús invitó a sus oyentes a hacer lo que los rabinos les
enseñaban según la ley, pero no a seguir su ejemplo. Ellos mismos no practicaban sus propias
enseñanzas. Deseado de Todas la Gentes, Cap. 67 “Ayes sobre los fariseos”.
No cabe duda, de que el mayor problema de los fariseos era su hipocresía, pues decían y hacían cosas distintas. Sin
embargo, había algo mas profundo, y que los llevaba a actuar de esa forma. No podríamos decir de que era un
desconocimiento de la Palabra de Dios, o un mero descuido en su conducta.
[D-35] De ahí que la pregunta relevante en este momento es ¿Cuál era el problema mas profundo de los fariseos?
¡Una peluca en la sopa!
Estoy seguro, que una de las respuestas que mas se nos vino a nuestra mente fue la falta de amor, y sin duda que si.
Aunque decían amar a Dios sobre todas las cosas, cuando entramos en el segundo gran mandamiento, el amor al
prójimo, empiezan los problemas. Pero ¿será posible que hay algo aún más profundo?
Podemos tener un ejemplo del problema del fariseo, cuando leemos la historia del joven rico:
[D-36] 16 De pronto vino uno y le dijo: Maestro, ¿qué de bueno debo hacer para obtener la vida
eterna? 17 Él le dijo: ¿Por qué me preguntas acerca de lo “bueno”? Uno solo es bueno. Pero si quieres
entrar en la vida, practica los mandamientos. 18 Aquél preguntó: ¿Cuáles? Y Jesús respondió: No
matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. 19 Honra a tu padre y a tu madre.
Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 20 El joven le dijo: Todo esto lo he cumplido desde mi juventud.
¿Qué más me falta? 21 Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los
pobres, y tendrás un tesoro en el cielo. Después de eso, ven y sígueme. 22 Cuando el joven oyó estas
palabras, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Mateo 19:16-22
No hay duda de que este personaje, había sido educado bajo los principios teológicos de los fariseos. Es fácil notarlo,
por la pregunta que hace y el enfoque que le da Mateo, a diferencia de Marcos y Lucas. ¿Qué de bueno debo hacer
para obtener la vida eterna? En el relato podemos notar que Jesús lo confronta en el mismo campo, enumerando los

mandamientos que ya el conocía y guardaba con toda su fuerza. Sin embargo, cuando el joven intenta indagar para
ver si con eso era suficiente, se da cuenta de que, lo realizado hasta el momento, podría no haberle servido de nada.
La comprensión que este gobernante tenía de como llegar a ser salvo, nos permite conocer un poco el problema
central de los fariseos. Estos pensaban que bastaba con ser buenos, es decir, crear una cantidad de actos buenos,
como el guardar los mandamientos, que los hicieran aptos para la salvación.
La respuesta de Jesús a la segunda interrogante del joven no iba dirigida a las posesiones que tenía, sino a que se le
abrieran lo ojos y mirara que la salvación no se alcanza con el esfuerzo humano, sino con el poder y la justicia de
Cristo.
G. R. Knight, hace una interesante declaración en este aspecto:
[D-37] Jesús rogó por la cancelación de una vida egoísta y centrada en el yo, y por una total
dedicación a Dios. Tal concepto era demasiado para el joven, quien se alejó apresuradamente de un
Maestro que tenía ideales inalcanzables. Por supuesto, es infinitamente más fácil guardar la letra de la
ley que el espíritu de la ley. Guía del Fariseo para una santidad perfecta, pg. 22.
Dado lo anterior, es fácil entender que los fariseos tenían un problema teológico, ¡y no era un simple “pelo en la
sopa” sino un “peluca” completa! ¿Cuál era su problema?, Knight lo expone de la siguiente manera:
[D-38] La esencia del problema farisaico fue un concepto erróneo de la naturaleza del pecado,
considerándolo una serie de actos, y no una condición del corazón y una actitud de rebeldía hacia Dios.
[D-39] […] el concepto erróneo de la naturaleza del pecado los condujo a una compresión equivocada
y fatal de la justicia. Si el pecado es una serie de acciones, entonces el siguiente paso lógico será
considerar la justicia como una serie de conductas o acciones. Guía del Fariseo para una santidad
perfecta, pg. 22
Este pensamiento de los fariseos lo podemos ver reflejado en las siguientes declaraciones de autores modernos:
[D-40] “Existe la posibilidad de que uno no peque. A pesar de esta tendencia a desobedecer, el
hombre es libre de obedecer o desobedecer” E. P. Sanders.
[D-41] Por lo tanto, las personas podrían, en teoría, vivir vidas sin pecado mediante su propio esfuerzo. Otro autor,
George Eldon Ladd, señala que la relevancia de la Ley opacó por completo el concepto de la gracia de Dios y se
convirtió en “la condición para llegar a ser miembro del pueblo de Dios” y será “la base del veredicto divino respecto
a la condición del individuo. La resurrección será la recompensa de aquellos que se hayan consagrado a la ley”.
La Mishnah judía, que es la primera gran colección escrita de las tradiciones orales judías y que se conoce como la
Torá Oral, expresa algo similar:
[D-40] “El mundo es juzgado por gracia, pero todo depende de los excesos de las obras (sean buenas o
malas)”
El Talmud expresa un pensamiento similar cuando dice:

[D-43] “Aquel que realiza mayormente obras buenas hereda el Jardín del Edén, y aquel que realiza
mayormente transgresiones hereda la Gehenna (el infierno)”
Este concepto queda muy claro cuando leemos el relato de fariseo y el publicano cuando suben a orar.
[D-44] 9 A unos que a sí mismos se consideraban justos y menospreciaban a los demás, Jesús les dijo
esta parábola: 10 Dos hombres fueron al templo a orar: uno de ellos era fariseo, y el otro era cobrador
de impuestos. 11 Puesto de pie, el fariseo oraba consigo mismo de esta manera: “Dios mío, te doy
gracias porque no soy como los demás, que son ladrones, injustos y adúlteros. ¡Ni siquiera soy como
este cobrador de impuestos! 12 Ayuno dos veces a la semana, y doy la décima parte de todo lo que
gano.” 13 Pero el cobrador de impuestos, desde lejos, no se atrevía siquiera a levantar los ojos al cielo,
sino que se golpeaba el pecho y decía: “Dios mío, ten misericordia de mí, porque soy un pecador.” 14
Yo les digo que éste volvió a su casa justificado, y no el otro. Porque cualquiera que se enaltece, será
humillado; y el que se humilla será enaltecido. Lucas 18:9-14
Según el relato, podemos ver claramente que el fariseo no comprende ni la naturaleza ni la profundidad del pecado.
Miremos rápidamente estos tres puntos:
1. [D-45] El fariseo declama una serie de virtudes en su vida, todas buenas por supuesto, mientras que para los
otros había una lista de cosas negativas. William Barclay señala que “el fariseo realmente estaba alabándose
a si mismo delante de Dios” y George Knight añade que “el fariseo podía cuantificar su justicia, podía contar
sus méritos”.
2. [D-46] Al compararse con los “otros” se miraba sumamente superior, es más, aludía a los fracasos de su
prójimo para resaltar sus logros. Y no bastándole el sentirse superior, los despreciaba porque no eran como
él.
3. [D-47] Vivía una vida egocéntrica, solo notemos la cantidad de veces que en el relato se usas expresiones en
primera persona. Ese egocentrismo lo llevó a verse como una persona buena, ¡y buena en gran manera! En
su confianza y celo por ser bueno, arribó a la conclusión de que había tenido éxito, pero lo que no sabía es
que estaba totalmente perdido. El rabino Simeón Ben Jochai, dijo una vez: “Si hubiera solamente dos
hombres justos en el mundo, seríamos mi hijo y yo; si hubiera uno solo, entonces sería yo”.
El fariseo miraba tanto el pecado como la santidad como una serie de acciones, y no como una condición de la mente
y una relación con Dios. No comprendió que los seres humanos somos pecadores por naturaleza, y que dada nuestra
inclinación al pecado, tendemos a hundirnos cada vez más en el pecado, es decir, en el orgullo y la suficiencia propia.
[D-48a] P. T. Forsyth llama a esta condición del fariseo, como el pecado de la bondad, cuando dice:
No hay pecado más sutil que el pecado de la bondad, el pecado de las personas buenas que no saben
que no son buenas.
[D-48b] El gran problema aquí, es que al no entender la profundidad y naturaleza del pecado, perdían de vista la
necesidad humana de apoyarse totalmente en la misericordia de Dios para la salvación.
[D-49] ¿Comprendemos nosotros, hoy en día, verdaderamente la profundidad y la naturaleza del pecado? Esto lleva
a otra pregunta muy relacionada, ¿comprendemos que nosotros no podemos hacer nada, absolutamente nada, para

alcanzar la salvación? Y es más, ¿miramos en cada persona a alguien igual que a nosotros, y que por lo tanto necesita
a Cristo para su salvación?
F ARISEOS EN LA ACTUALIDAD
El problema de los fariseos no es algo que desapareció con la extinción de esta secta, es algo que nos alcanza hasta
nuestros días.
Tampoco es un problema de “otras” iglesias, es un mal que vemos inclusive, y quizá en mas medida, en nuestra
propia iglesia. La pregunta inicial en nuestro tema era ¿somos los Adventistas del 7º Día fariseos modernos? Es
importante notar en este momento, que la pregunta no va dirigida a la Iglesia como una organización, tampoco se
enfoca en la dirigencia de la iglesia. El propósito de esta interrogante es que cada uno, podamos hacer una
retrospección, y determinar si soy o no un fariseo actual.
Notemos lo que nos dice Elena G de White sobre este punto:
[D-50] [...] los principios sostenidos por los fariseos han caracterizado a la humanidad en todos los
siglos. El espíritu del farisaísmo es el espíritu de la naturaleza humana [...] El Discurso Maestro de
Jesucristo, Cap. “El verdadero motivo del servicio”.
Siguiendo este mismo pensamiento, Coleman escribe:
[D-51] Los fariseos son nuestros primos no muy lejanos. Ellos no hicieron nada que nosotros no nos
hayamos esforzado por igualar en acción o en espíritu. Los hemos usado como postes de castigo,
cuando en realidad no son sino espejos. Guía del Fariseo para una santidad perfecta, pg. 32
Mencionaremos tres síndromes que comparten los fariseos modernos con respecto a sus antecesores del tiempo de
Jesús, esto con el fin de que nos autoanalicemos y miremos si estamos cayendo en el mismo mal que aquellos. Estos
síndromes los podemos ver claramente en el relato que mencionamos anteriormente sobre la oración del fariseo y
el publicano.
Síndrome 1: Un espíritu de superioridad.[D-52]
Al repasar el relato, y como ya lo mencionamos, vemos a un fariseo que se siente muy superior a su prójimo que era
publicano. Es el espíritu al que llamamos en su momento como el “pecado de la bondad”.
Al respecto, ya hemos dicho suficiente, y solo quiero agregar en este momento la siguiente declaración:
[D-53] Hoy día el mal [...] que apartó al fariseo de la comunión con Dios, está ocasionando la ruina de
millares. No hay nada que ofenda tanto a Dios, o que sea tan peligroso para el alma humana, como el
orgullo y la suficiencia propia. De todos los pecados es el más desesperado, el más incurable. Elena G.
de White: Palabras de vida del gran Maestro, cap. 13 "Un signo de grandeza"
Y claro, entre mas buenos nos sentimos, menos necesidad tenemos de busca a Cristo. P. Tl Forsyth, lo expone de la
siguiente manera:

[D-54] Usted puede lograr algo con un pecador endurecido. Esa persona puede ser quebrantada. Pero
no sé qué se puede hacer con un santo viscoso, con los que están envueltos en la lana, inmersos en la
comodidad de su religión, y curtidos como la piel, suave y firme de un guante […] [D-55] ¿Hay algo más
cómodo, y egoísta, y sin esperanza? Cuando la religión se pervierte para llegar a ser un medio de mero
confort e intensa satisfacción, se convierte en un caparazón tan duro que ni siquiera la gracia de Dios
puede penetrar. Guía del Fariseo para una santidad perfecta, págs. 31-32.
Síndrome 2: Un espíritu de crítica . [D-56]
El síndrome del espíritu de superioridad lleva al fariseo a caer en un segundo síntoma, que no solo afecta a él como
tal, sino que a todos los que están a su alrededor y que según su propio “nivel de santidad” no son aptos para llegar
al cielo. Los fariseos no solamente no sienten necesidad, sino que aquellos que se enorgullecen de su bondad moral
y de sus logros religiosos generalmente se erigen como jueces de los demás.
Es así como vemos al fariseo, resaltando sus “logros” personales y luego “criticando” ante Dios a todos aquellos que
no son como él. En realidad lo que el fariseo hace es un juicio de todos los que no son como él, y como resultado de
este juicio, logra determinar que Dios hace bien en abrirle la puerta de la gracia, pero que no debería ni dedicarle
tiempo a todos aquellos que no son como él.
Al respecto leemos:
[D-57] Cualquiera que confíe en que es justo, despreciará a los demás. Así como el fariseo se juzga
comparándose con los demás hombres, juzga a otros comparándolos consigo. Su justicia es valorada
por la de ellos, y cuanto peores sean, tanto más justo aparecerá él por contraste. [D-58] Su justicia
propia lo induce a acusar. Condena a "los otros hombres" como transgresores de la ley de Dios. Así
está manifestando el mismo espíritu de Satanás, el acusador de los hermanos. Con este espíritu le es
imposible ponerse en comunión con Dios. Elena G. de White: Palabras de vida del gran Maestro, cap.
13 "Un signo de grandeza".
Síndrome 3: Reglas excesivas. [D-59]
Además de un espíritu de superioridad y de crítica, otro mal de los fariseos es la tendencia a multiplicar reglas y
reglamentes. Estos no son malos en si mismos, es más, son necesarios e importantes. El problema es cuando
perdemos de vista el propósito de estas y nos enfocamos solamente en su letra.
Las reglas y los reglamentos se toman en algo enfermizo cuando son vistos como fines en ellos mismos, y no como
medios para que una persona ame al Señor y a su prójimo de manera más real y completa.
Los fariseos multiplicaron las reglas para proteger la ley de Dios. Después de todo, según la lógica de la pendiente
resbaladiza, si una persona comete la más mínima indiscreción en el sábado, ello podría llevarlo a quebrantar el
mandamiento que ordenaba la observancia de este día.
Este enfoque no solo ponía un cerco alrededor de la ley y la protegía, sino que también daba mas puntos que podían
ser contados por justicia cuando los individuos fueran pesados en la balanza de la salvación; pero también, dejaba a
las personas menos celosas con mas y más pecados.

Knight nos dice al respecto:
[D-60] Lamentablemente, esta forma de ver la ley, el pecado y la justicia, si bien tiene el propósito de
honrar a Dios y proteger su ley, tendió a producir el efecto contrario. Fue así como Jesús le recordó al
fariseo que sus leyes no [D-61] eran tan importantes cuando le dijo que “el día de reposo fue hecho
por causa del hombre y no el hombre por causa del día de reposo”. En su celo por sus reglas se habían
olvidado de la ley del amor que hace que esas reglas adquieran significado.” Guía del Fariseo para una
santidad perfecta, págs. 31-32
Es así como vemos a los fariseos que, en su afán de proteger la ley, crucificaron al Mesías, el autor de la ley. Aunque
eran sinceros en todo lo que hacían, no por ello actuaban correctamente. Bien lo dijo Knight:
[D-62] No porque las personas sean sinceras en sus motivos significa que actúen correctamente. Guía
del Fariseo para una santidad perfecta, pg. 29
Y yo me atrevería a decir, algo controversial, “no todo lo que pensamos que está mal, es verdaderamente malo”. Por
ejemplo, tomando como ejemplo la observancia del sábado, no todo lo que consideramos que es una transgresión
de este día, es pecado…
Este concepto se puede apreciar al leer, entre muchos otros, el siguiente texto:
[D-63] 1 En aquel tiempo, al pasar Jesús por los sembrados en un día de reposo, sus discípulos
tuvieron hambre y comenzaron a arrancar espigas y a comerlas. 2 Cuando los fariseos vieron esto, le
dijeron: ¡Fíjate! Tus discípulos hacen lo que no está permitido hacer en el día de reposo. 3 Pero él les
dijo: ¿No han leído ustedes lo que hizo David, cuando él y sus acompañantes tuvieron hambre? 4 ¡Pues
entró en la casa de Dios y comió los panes de la proposición! Panes que ni a él ni a sus acompañantes
les estaba permitido comer, sino solamente a los sacerdotes. 5 ¿O no han leído ustedes en la ley que,
en el día de reposo, los sacerdotes que están en el templo profanan el día de reposo, y no se les culpa
de nada? 6 Pues yo les digo que aquí está uno mayor que el templo. 7 Si ustedes supieran lo que
significa “Misericordia quiero, y no sacrificio”, no condenarían a los inocentes; 8 porque el Hijo del
Hombre es Señor del día de reposo. Mateo 12:1-8
Aunque en apariencia los discípulos estaban obrando mal en el día de reposo, y los fariseos los señalaron o criticaron
al respecto, sin embargo, la visión que Jesús tenía de la ley iba mas allá de su simple letra. El miraba el espíritu con el
cual fue creado el mandamiento, y por eso, a pesar de la condenación dada por los fariseos, Jesús no los condenó.
Síndrome 4: Un espíritu de exhibicionismo . [D-64]
Jesús puso en evidencia este método cuando dijo:
[D-65] 5 Al contrario, todo lo que hacen es para que la gente los vea. Ensanchan sus filacterias y
extienden los flecos de sus mantos, 6 y les encanta ocupar los mejores asientos en las cenas y sentarse
en las primeras sillas de las sinagogas, 7 y que la gente los salude en las plazas y los llame: “¡Rabí,
Rabí!” Mateo 23:5-7
Creo que no hay mucho que decir al respecto. Coleman hace un aporte interesante al respecto:
[D-66] ¿Qué sentido tiene vivir una vida justa si nadie se entera de ello? Por lo tanto, la única cosa
más importante después de ser humilde es parecer humilde. Guía del Fariseo para una santidad
perfecta, págs. 31-32.
El gran problema de este síndrome es que nos lleva a poner un mayor énfasis en todo lo externo, en lugar de
concentrarnos en lo interno. Y aunque lo externo es importante porque, es nuestro pensar, refleja lo que hay dentro
de nosotros, no es lo primordial.
[D-67] Le damos más importancia en tener un templo bonito, que en traer almas a Cristo. Nos preocupamos mas en
traer almas nuevas a la iglesia, que en preparar a las que ya tenemos. Nos fijamos en como vienen vestidas las
personas a la iglesia, pero no nos preocupamos por sus problemas. En cierta ocasión me contaban un buen amigo,
que en cierta iglesia no lo dejaron predicar porque no andaba con saco… y ¡a mi que ni corbata me gusta usar!
Somos muy dados, al igual que los fariseos, a pensar en el que dirán, que pensarán, y no en ver las necesidades reales
de las personas, a fin de cuentas, todos, desde el Pastor Ted Wilson, hasta el peor asesino de la historia, necesitamos
a Cristo Jesús para alcanzar la salvación.
EL PECADO NO ES UNA ACCIÓN
Hace un rato indicamos sobre el problema teológico que tenían los fariseos, y para recordarlo me permito retomar
la siguiente cita del pastor George R. Knight:
[D-38] La esencia del problema farisaico fue un concepto erróneo de la naturaleza del pecado,
considerándolo una serie de actos, y no una condición del corazón y una actitud de rebeldía hacia Dios.
[D-39] […] el concepto erróneo de la naturaleza del pecado los condujo a una compresión equivocada
y fatal de la justicia. Si el pecado es una serie de acciones, entonces el siguiente paso lógico será
considerar la justicia como una serie de conductas o acciones. Guía del Fariseo para una santidad
perfecta, pg. 22
Es por esa razón que se hace necesario estudiar un poco sobre lo que es el pecado y su verdadera esencia. Para
iniciar, diremos que el pecado no es una acción, en otras palabras, pecado no es lo que yo hago ni lo que dejo de
hacer. Cuando definimos el pecado de esta forma, es muy fácil desviar nuestra atención y definir la salvación con una
serie de obras que también debemos hacer o que debemos dejar de hacer.
Y ese era precisamente el problema de los fariseos. Ellos se esforzaban tanto en guardar la ley y no fallar en ningún
punto, pues así era la forma en que se iban ganando su derecho al reino eterno.
Entonces, ¿Cómo podemos entender el pecado, para no caer en el mal de los fariseos? Primero que todo echémosle
un vistazo a la definición de pecado que nos da la biblia:
Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no
proviene de fe, es pecado. Romanos 14:23 RV1960

Todo aquel que comete pecado, quebranta también la ley, pues el pecado es quebrantamiento de la
ley. 1 Juan 3:4
El que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, comete pecado. Santiago 4:17
Se lo que están pensando, en los textos mencionados, se mira el pecado como una acción. Es decir, se define como
algo que hacemos sin fe, como quebrantar la ley de Dios o como saber hacer lo bueno y no hacerlo. Tres definiciones
basadas en las acciones. Rápidamente, miremos con un poco mas de detalle cada texto.
El primer texto que leímos, Romanos 14:23, indica que todo lo que no viene de fe es pecado. Si parafraseamos
Hebreos 11:1, podríamos decir que fe es creerle a Dios, quien a pesar de que no lo vemos, sabemos que existe y que
su palabra es real, que sus promesas son verdaderas. Entonces es fácil entender, que en este texto el pecado no se
define como una acción, sino que se enfoca en una semilla que nace en el corazón, la duda, y qué si la dejamos
germinar, el enemigo vendrá a cosechar las acciones que se manifiestan cuando pecamos. En resumen, el texto nos
dice que pecado es no creerle a Dios. De ahí que en Hebreos 11 se dice que no agradamos a Dios si actuamos sin fe:
Sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe, y
que sabe recompensar a quienes lo buscan. Hebreos 11:6
El segundo texto que mencionamos, re refiere a quebrantar la ley, sin embargo, notemos algo interesante. El texto
dice “Todo aquel que comete pecado, quebranta también la ley…”. La palabra “también” nos permite entender que
aparte de quebrantar la ley, hay algo más, que es precisamente lo que nos lleva a quebrantar le ley. Y antes de ver
ese “algo más” miremos lo que nos dice el tercer texto.
En la definición que nos da Santiago para el pecado, es fácil ver que el pecado va más allá de saber hacer lo bueno y
no hacerlo, ya que notamos un claro ejemplo de rebelión contra de Dios.
Para poder comprender la esencia, el meollo central del pecado nos es necesario dirigir la mirada al inicio, cuando el
pecado ingresó en nuestro universo y luego en nuestro mundo.
El origen
Para comenzar a entender la esencia del pecado, debemos retroceder a su origen. Y aunque parezca increíble,
debemos ver que fue lo que pasó en el cielo, con uno de los querubines excelsos, que se encontraban delante del
gran Dios de todo el universo.
Esto es un misterio que no logramos comprender en su totalidad, es más, me atrevería a decir, que del todo no lo
logramos comprender. No hay quien pueda responder a esta gran interrogante: ¿Cómo es posible que el pecado
pudiera aparecer en el corazón de un ser perfecto?
Sin embargo, de algo si podemos estar seguros, Dios no es el autor del pecado, ni siquiera es responsable de que este
haya aparecido. Lo que si es correcto, es que Dios a dotado a todos los seres creados de la facultad de elegir a quien
desean adorar.

El cantautor cristiano Oscar Medina escribe un canto titulado “Bien pudo hacer”, en donde resumen en una forma
muy poética, lo que es la voluntad de Dios en cuanto a sus criaturas:
Bien pudo hacer robots que le siguieran por doquier

Que siempre estuvieran a sus pies
Y le dijeran té amo y no solo una vez
Bien pudo hacer que todas las mañanas también
Antes de engrasarse en el taller
Doblaran sus rodillas y hablaran con él
Bien pudo hacerlos cientos de ellos

Era muy fácil para él
Bien pudo hacerlos, pero no quiso
Y aquí estoy yo y aquí estas tú para adorar
Bien pudo hacer seres de hojalata y de papel

Que con aplastarles un botón
Gritaran aleluya y dijeran amén
Bien pudo hacer robots que en un domingo al despertar
Después de sus engranes descansar
Pensaran en reunirse y con puntualidad
No, no, no, no, no, no. no lo entiendo

Que tan santo como es él, me vio a mí
No, no, no, no, no, no lo comprendo
Sin embargo, estoy aquí para adorar
Para adorar, para adorar.
Dios pudo, pero no hizo seres autómatas, que le manifestaran su adoración de forma obligatoria. Su propósito
siempre ha sido que esta sea una respuesta de un corazón agradecido.
Esto no solamente se cumple en nosotros como seres humanos, sino que inicia en el cielo mismo, con la creación de
todos los seres angelicales. Esto incluye a Lucifer. Y en esto consiste el gran misterio de la iniquidad. Cómo nace en
el corazón de un ser que había sido creado perfecto, que se encontraba en la misma presencia del Creador, y que
recibía los brillantes rayos de luz que emanan de él. Un ser que gozaba de una posición privilegiada en el cielo,
solamente Cristo, tenía un rango superior. Ezequiel lo presenta de la siguiente manera:
12 [...] sí de Dios, el Señor: Tú eras el modelo de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado en

hermosura. En el Edén, en el huerto de Dios estuviste. Toda piedra preciosa te adornaba; rubí, topacio
y esmeralda; crisólito, ónice y jaspe; zafiro, turquesa y berilo. De oro eran tus engastes y adornos,
preparados desde el día en que fuiste creado. Fuiste ungido querubín grande, protector. Yo te puse en
el santo monte de Dios. Allí estabas, en medio de piedras de fuego andabas. Perfecto eras en todos tus
caminos desde el día en que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. Ezequiel 28:12-15 RV Siglo
XXI
Es muy interesante, que cuando la escritora adventista, Elena G. de White, comenta sobre el origen del pecado, no
se detiene a cuestionarse el cómo apareció en el corazón de Lucifer esa maldad. Será algo que no podremos

comprender. Si nos adentramos en esa pequeña gran pregunta, posiblemente terminemos inventando un montón
de teorías y sofismas, que finalmente nos lleven a cuestionar a Dios, y separarnos de él. Y repito algo que dije
anteriormente, lo único cierto es que, Lucifer, al igual que todos los ángeles, tenían el derecho a elegir a quien adorar.
Isaías, nos ayuda a entender un poco la maldad que nació en el corazón de Lucifer.
12 ¡Cómo caíste del cielo, lucero de la mañana! ¡Cómo caíste por tierra, tú que derrotabas a las
naciones! 13 Tú, que en tu corazón decías: "Subiré al cielo, por encima de las estrellas de Dios, y allí
pondré mi trono. En el monte del concilio me sentaré, en lo más remoto del norte; 14 subiré hasta las
altas nubes, y seré semejante al Altísimo". Isaías 14:12-14
Si notamos la conjugación de los verbos, vamos a notar cual era el gran problema que tenía Lucifer. Dice él: (yo)
subiré, (yo) pondré, (yo) me sentaré, (yo) pondré, (yo) seré… Para Lucifer, el debía ser el centro de todo. Anhelaba,
recibir la adoración que solo a Dios se le debía dar. A este espíritu hace alusión Pablo cuando indica que el pecado
del Diablo es la vanagloria, entiéndase como el orgullo.
No debe ser un recién convertido, no sea que se vuelva presuntuoso y caiga en la misma condenación
en que cayó el diablo. 1 Timoteo 3:6 NVI
Ezequiel deja muy en claro ese sentimiento cuando escribe:
16 Pero por tantos negocios que hacías te fuiste llenando de iniquidad, y pecaste. Por eso, querubín
protector, yo te expulsé del monte de Dios y te arrojé lejos de las piedras encendidas. 17 Era tanta tu
hermosura que tu corazón se envaneció. Por causa de tu esplendor corrompiste tu sabiduría. Por eso
yo te haré rodar por tierra, y te expondré al ridículo delante de los reyes. Ezequiel 28:16-17
Hago un paréntesis en este momento para entender el mecanismo que usó Satanás para propagar sus mentiras en
el cielo, y que nos debe llamar la atención, pues es uno de los grandes males que aquejan a nuestras iglesias hoy en
día.
Ezequiel 28 hace al menos tres referencias a los negocios. En el 28:5 menciona que con “tus negocios has logrado
multiplicar tus riquezas”, en el verso 16 repite la palabra cuando indica que “por tantos negocios que hacías te fuiste
llenando de iniquidad” y finalmente en el versículo 28 dice que el santuario fue profanado “con tus perversos
negocios”. La palabra hebrea que se utiliza para referirse a los negocios es ‫רכְלְה‬
ְ (reculá), la cual según el diccionario
de Strong (7404) proviene de la palabra hebrea ְ‫רכְל‬
ְ (racál, Strong 7402), y que se refiere al proceso de comerciar,
traficar, o bien a la persona que ejecuta estas acciones. De poso Ezequiel es el único autor bíblico que utiliza la palabra
reculá, pues aparte de los ya mencionados, también hace uso de ella en el texto de 26:12, cuando dice que
“saquearán tus mercaderías”.
Lo interesante de esto, es que hay otra palabra hebrea que comparte el mismo origen (recál), y me refiero a la palabra
‫כיל‬
ְ‫ר‬
ְ (raquíl, Strong 7400), la cual se usa unas 6 veces en el Antiguo Testamento, por varios autores, entre ellos
Salomón, Jeremías y el mismo Ezequías, y como podemos ver, siempre se traduce como chisme o calumnia.

No propagues chismes [raquíl] entre tu pueblo. No atentes contra la vida de tu prójimo. Yo soy el
Señor. Levíticos 19:16
Quien es chismoso [raquíl] da a conocer el secreto; quien es ecuánime es también reservado.

Proverbios 11:13
El que es chismoso [raquíl] revela el secreto; no te juntes con gente boquifloja. Proverbios 20:19
Porque todos ellos son rebeldes, porfiados y chismosos [raquíl]. Y además, corruptores. ¡Son
inflexibles como el bronce y como el hierro! Jeremías 6:28
Cuídense todos de sus amigos. Que no confíe nadie en su propio hermano. Porque todo hermano
engaña descaradamente, y todo amigo esparce calumnias [raquíl]. Jeremías 9:4
Tus habitantes calumnian [raquíl] para derramar sangre, y celebran banquetes en la cumbre de los
montes. ¡En tus calles cometen actos perversos! Ezequiel 22:9
La herramienta predilecta de Satanás para esparcir su semilla es el chisme. De ahí que cuando participamos de él,
estamos participando de la misma naturaleza del diablo. Y con esto, ¡cierro el paréntesis!
Retornando a nuestro asunto, hemos visto que el mal nació en el corazón de Lucifer, el cómo o el porqué, serán
siempre un gran misterio y no nos ocuparemos de tratar de entenderlo. Y fue este mal quien lo transformó de Lucifer
(del latín lux, lucis ‘luz’ y el verbo ferre ‘llevar, portar’, o sea, ‘portador de luz’ 9 . Similar al griego φωσφόρος –
fosfóros10 cf. 2 Pedro 2:19; o al hebreo ‫ – הֵ ילֵ ל‬jeilél, cf. Isaías 14:12) (La vulgata latina, traduce en Isaías 14:12, la
palabra “Lucero, hijo de la mañana” como Lucifer [Quomodo cecidisti de cælo Lucifer qui mane11]), en Satanás, el
Diablo, el Adversario, o como queramos llamarle.
En este momento es bueno mencionar algunos puntos importantes que menciona Elena G de White cuando comenta
sobre el origen del mal en el libro La Historia de la Redención, capítulo 1 titulado “La caída de Lucifer”. Estos puntos,
no por casualidad, están muy relacionado con los males que vimos anteriormente sobre los fariseos, y que por lo
tanto son vitales entenderlos y pedirle a Dios las fuerzas para no ser partícipes de ellos.
1. Un espíritu de envidia y celos
Lucifer estaba envidioso y tenía celos de Jesucristo. No obstante, cuando todos los ángeles se
inclinaron ante él para reconocer su supremacía, gran autoridad y derecho de gobernar, se inclinó con
ellos, pero su corazón estaba lleno de envidia y odio.
2. Un espíritu de superioridad
9
https://www.elcastellano.org/envios/2022-03-03-000000.
10
http://etimologias.dechile.net/?lucifer#:~:text=La%20palabra%20%22Lucifer%22%20viene%20del,sem%C3%A1ntic
a%20al%20verbo%20griego%20pherein.
11
https://www.bibliacatolica.com.br/la-biblia-de-jerusalen-vs-vulgata-latina/isaias/14/
Lucifer creyó que él era favorito en el cielo entre los ángeles [...] Se glorificaba en su propia exaltación.
Sabía que los ángeles lo honraban. Tenía una misión especial que cumplir. Había estado cerca del gran
Creador y los persistentes rayos de la gloriosa luz que rodeaban al Dios eterno habían resplandecido
especialmente sobre él. Pensó en cómo los ángeles habían obedecido sus órdenes con placentera
celeridad. ¿No eran sus vestiduras brillantes y hermosas? ¿Por qué había que honrar a Cristo más que
a él?
Satanás estaba combatiendo contra la ley de Dios por su ambición de exaltarse a sí mismo y no
someterse a la autoridad del Hijo de Dios, el gran comandante celestial.
3. Un corazón poco o nada agradecido
Había sido sumamente exaltado, pero eso no despertó en él ni gratitud ni alabanzas a su Creador.
Aspiraba llegar a la altura de Dios mismo.
4. Un conocimiento de la letra de la Ley de Dios, y no de su espíritu, lo cual lo llevó a rebelarse contra ella.
El poderoso rebelde declaró entonces que conocía la ley de Dios [...]
Satanás se envalentonó en su rebelión y expresó su desprecio por la ley del Creador. No la podía
soportar.
5. Lidera una rebelión usando el engaño y la calumnia como sus aliados.
Afirmó que los ángeles no necesitaban ley y que debían ser libres para seguir su propia voluntad, que
siempre los guiaría con rectitud; que la ley era una restricción de su libertad; y que su abolición era
uno de los grandes objetivos de su subversión. La condición de los ángeles, según él, debía mejorar.
Pero Dios, que había promulgado las leyes y las había hecho iguales a sí mismo, no pensaba así. La
felicidad de la hueste angélica dependía de su perfecta obediencia a la ley.
Fowler resume en forma clara todo lo anterior en la siguiente cita:
El desafío de la prerrogativa de Dios de establecer límites a sus criaturas, combinado con el orgullo
propio de querer ser como Dios, fue el pecado que causó la guerra en el cielo entre Cristo y Lucifer, el
más encumbrado de los ángeles. En esta guerra Satanás estaba listo para llevar la rebelión a sus
últimas consecuencias, por lo cual Dios tuvo que arrojar a los rebeldes fuera del cielo. Fundamentos
de nuestra Fe, Tomo 3, “La doctrina del pecado”, pág. 60
Ahora, ¿pudo Dios destruir a Satanás cuando inició la rebelión? La respuesta es SI. Pero ¿hubiera sido lo mas
conveniente? Miremos lo que nos tiene que decir la Sra. White al respecto:
El gran Dios podría haber expulsado inmediatamente del cielo a este archiengañador, pero ese no era
su propósito. Daría a los rebeldes una justa oportunidad para que midieran su fuerza con su propio
Hijo y sus ángeles leales. En esa batalla cada ángel elegiría su propio bando y lo pondría de manifiesto
ante todos [...] Si Dios hubiera ejercido su poder para castigar a este jefe rebelde, los ángeles
subversivos no se habrían puesto en evidencia; por eso Dios siguió otro camino, pues quería
manifestar definidamente a toda la hueste celestial su justicia y su juicio.

Entonces hubo guerra en el cielo. El Hijo de Dios, el Príncipe celestial y sus ángeles leales entraron en
conflicto con el archirrebelde y los que se le unieron. El Hijo de Dios y los ángeles fieles prevalecieron,
y Satanás y sus seguidores fueron expulsados del cielo. Toda la hueste celestial reconoció y adoró al
Dios de justicia. Ni un vestigio de rebeldía quedó en el cielo. Todo volvió a ser pacífico y armonioso
como antes. La Historia de la Redención, capítulo 1 “La caída de Lucifer”.
A pesar de todo esto, Dios en concilio con su Hijo, decidieron seguir adelante con sus planes de crear al hombre, con
la misma facultad de elección que tenían los ángeles. Lo sometería a prueba para verificar su lealtad, antes que se lo
pudiera considerar eternamente fuera de peligro. Si soportaba la prueba, con el tiempo llegaría a ser igual a los
ángeles y tendría el favor de Dios, podría conversar con ellos y éstos con él.
El pecado de Eva y Adán
Ahora, tratemos, aunque sea brevemente, de mirar como ingresó el pecado a nuestro planeta. Iniciemos recordando
que una vez que nuestro Creador terminó su obra y miró el cuadro completo, simplemente pudo decir que todo “era
bueno en gran manera”. La simetría en cada aspecto creado le daba a nuestro planeta una belleza que nos es difícil,
o diría, imposible, el poder describir e imaginar.
Dios dotó al hombre, de uno de los mayores regalos, como lo es el libre albedrío. Todo lo que había en el huerto era
para su bien, excepto un árbol, el cual Dios se guardó para si. Notemos lo que nos dice la escritura:
15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo
guardase. 16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; 17
más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres,
ciertamente morirás. Génesis 2:15-17
En de vital importancia en este momento, el comprende que Dios no puso ese árbol en el huerto del Edén con el
propósito de que el hombre en algún momento pecara, de pensar así, estaríamos culpando a Dios por las decisiones
del ser humano. El árbol fue puesto ahí, para refutar las acusaciones del Satanás, las cuales podemos ver en lo escrito
en el libro de Job. Veamos:
8 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra,
varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? 9 Respondiendo Satanás a Jehová, dijo:
¿Acaso teme Job a Dios de balde? 10 ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que
tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la
tierra. Job 1:8-10
Dios, pone ante nosotros dos caminos, para que nosotros podamos decir que es lo que queremos hacer. En el caso
de Job, Satanás acusó a Dios de que solo le daba bendiciones, y que no permitía que nada malo le pudiera pasar, y
ante tal acusación, se le permitió al engañador, tratar de hacer caer a Job. Job tenía dos opciones, el renunciar a serle
fiel a Dios o bien, el continuar, a pesar de los inclementes ataques que recibía, seguir confiando en el Dios de los
cielos.

Si Dios no hubiera puesto ese árbol en el huerto del Edén, hubiese sido muy factible a Satanás el acusar a Dios de
poner un cerco protector en Adán y Eva conocieran el pecado, y que por lo tanto, la adoración que estos brindaban
no era algo de corazón, sino algo forzado, pues no tenían otra elección más que adorarle.
Me gusta ejemplificar este hecho con la siguiente ilustración: Cierto día le invitan a comer en uno de los mejores
restaurantes de la ciudad con la promesa de que podemos pedir lo que queramos. Imagínense, todo lo que está en
el menú lo podemos pedir, ¡no hay restricciones! Con toda la emoción del mundo, aceptamos la invitación, y
conforme se acerca la fecha de ir, comenzamos a imaginar los deliciosos platillos, ricos postres y ni que decir de las
refrescantes bebidas que vamos a ingerir. Por fin llega el día y nos llevan al famoso restaurante. Todo se mira muy
elegante, los adornos, la vajilla, los cubiertos, los manteles, todo, absolutamente todo, es perfecto. Cuando nos
ubican en nuestra mesa, nos dan el menú y cuando lo abrimos, vaya sorpresa nos llevamos. Solamente hay un plato,
un postre y una bebida. ¿Dónde está nuestra libre elección que nos prometieron cuando nos invitaron? No existe,
estamos forzados a pedir el único plato del menú. Eso mismo fue lo que pasó en el Edén.
Otro punto que es importante analizar antes de ver el pecado de Eva y de Adán, es que Dios tenía una comunicación
directa y personal con Adán y Eva, sin embargo, la tarea de advertir a la primera pareja sobre el peligro que
enfrentaban fue encomendado a los ángeles. Quienes mejor que ellos, que habían elegido servir a Dios por encima
de los engaños de Satanás, podrían compartir la verdad de que Dios no era un ser tirano.
Elena G de White comenta al respecto:
Dios reunió a la hueste angélica para tomar medidas con el fin de evitar el mal que amenazaba. Se
decidió en el consejo del cielo enviar ángeles para advertir a Adán que estaba en peligro por la
presencia del enemigo. Dos ángeles se apresuraron a visitar a nuestros primeros padres. La santa
pareja los recibió con inocente alegría, expresando su gratitud al Creador por haberlos rodeado con tal
profusión de su bondad [...]
Con bondad y amor los ángeles les daban la información que deseaban recibir. También les contaron la
triste historia de la rebelión y la caída de Satanás. Entonces les informaron con claridad que el árbol
del conocimiento había sido puesto en el jardín como prueba de su obediencia y su amor por Dios; que
los santos ángeles sólo podían conservar su condición exaltada y feliz si eran obedientes; que ellos
estaban en una situación similar; que podían obedecer la ley de Dios y ser inefablemente felices, o
desobedecerla y perder su elevada condición y caer en la desesperación.
Dijeron a Adán y a Eva que Dios no los obligaría a obedecer; que no los había privado del poder de
obrar en contra de su voluntad; que ellos eran seres dotados de naturaleza moral, libres de obedecer o
de desobedecer [...]
Les dijeron que Satanás se había propuesto hacerles daño, y que era necesario que los protegieran,
porque podrían llegar a relacionarse con el adversario caído: pero que éste no podría causarles
perjuicio mientras se mantuvieran obedientes a los mandamientos de Dios, porque si fuera necesario
todos los ángeles del cielo acudirían en su ayuda antes que permitir que él los perjudicara de alguna
manera [...]
Los ángeles aconsejaron a Eva que no se separara de su esposo en el desempeño de sus tareas, porque
podría llegar a encontrarse con el adversario caído. Si se separaban, estarían en mayor, peligro que si
estuvieran juntos. La historia de la Redención, Cap. 3 "Las consecuencias de la rebelión"
No cabe duda de que Adán y Eva tenían la libertad de escoger del menú lo que quisieras, fuera bueno o malo. Ante
si tenían la decisión más importante de todas, elegir la vida o la muerte. Optar por comer del árbol prohibido,
significaba aceptar a Satanás como su gobernados y renunciar al reino establecido por el Dios creador.
La historia, tristemente, narra como Eva, comenzó a dar pasos hacia el pecado. Al inicio, un tanto imperceptibles,
pero que poco a poco la fueron acercando y preparando para finalmente comer del fruto del árbol prohibido por
Dios. La Palabra de Dios registra el hecho con las siguientes palabras:
1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la
cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho No comáis de todo árbol del huerto? 2 Y la mujer
respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; 3 pero del fruto del árbol
que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. 4
Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él,
serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. 6 Y vio la mujer que el árbol
era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y
tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. 7 Entonces fueron
abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y
se hicieron delantales. Génesis 3:1-7
La pregunta que quisiera hacer en este momento es la siguiente, ¿en qué momento pecó Eva, cuando comió del fruto
o desde antes de comer? O esta otra interrogante. ¿En qué momento cayó Adán en pecado, cuando comió de la fruta
o desde antes de hacerlo?
Si logramos comprender y dar respuesta a estas interrogantes, será más sencillo el entender cuál es la esencia del
pecado, y que éste va más allá de una simple acción. Sin embargo, antes de entrar en ese punto, me gustaría llevarlos
a analizar unos cuantos detalles que deseamos resaltar de la lectura anterior:
1. Notemos que el pecado de Eva fue progresivo, es decir, primero empezó con una simple conversación, con
un animal, del cual ella sabía muy bien, que no tenía el don del habla.
2. El adversario, se ganó primero la confianza de la mujer para luego inducirla a comer del fruto del árbol
prohibido. Primero uso un “escrito está” para llamar la atención de la mujer. Y pongo entre comillas el escrito
está, porque, aunque es similar al mandato de Dios, no es lo que se les había ordenado.
a. Satanás le dijo “¿Con que Dios os ha dicho no comáis de todo el árbol del huerto?,
b. Pero el mandato original fue “De todo árbol del huerto podrás comer; más del árbol de la ciencia del
bien y del mal no comerás”.
c. ¿Notan la diferencia? Fue así como Satanás indujo a la mujer a mantener una conversación con la
serpiente.
3. Satanás promete a la mujer que serán como dioses, y este es un punto primordial. Fue el motivo por el cual
Eva comió del fruto. El ser como Dios, radica, según la serpiente en conocer tanto el bien como el mal.
Tristemente, Adán y Eva, tan pronto comen del fruto se dan cuenta de que aquella promesa de ser como
dioses era un completo engaño, y que el experimentar el mal, solo males iba a traer a su vida. Primero se
miran desnudos, luego se sienten perseguidos y finalmente Dios les hace ver el terrible error que han
cometido.

4. Los ojos de Eva no se abrieron al comer del árbol, sus ojos se abrieron una vez que Adán también comió de
él, ¿se ha preguntado por qué? Posiblemente, las siguientes citas que vamos a leer nos puede ayudar a
comprender el motivo, aunque no es el propósito de este tema dar respuesta a esa pregunta.
Los puntos anteriormente indicados, nos van trazando el camino por el cual transita el pecado. Inicia con una
insinuación, luego si le damos cabida nace una duda, que pronto se transforma en una decisión que nos lleva a hacer
un acto. Este último, no es más que la confirmación de que ya hemos pecado.
Eva tuvo una primer gran equivocación, y fue separarse de su esposo y al encontrarse al enemigo, sentirse
suficientemente fuerte como para hacerle frente. Pronto fue sembrada una semilla de duda en la palabra de Dios, y
al seguir confiando en si misma para vencer, continúo en su conversación con el gran adversario y pronto este logró
su cometido. Con la semilla sembrada, Satanás invitó a Eva a querer ser como Dios, justo el mismo pecado que el
cometiera en el cielo.
Al respecto, podemos leer el siguiente pensamiento:
[Satanás] Le dijo seguidamente que Dios los estaba engañando para impedirles alcanzar un nivel de
felicidad más elevado y un gozo más excelso. El tentador arrancó el fruto y se lo alcanzó a Eva. Ella lo
tomó. "Ahora bien -dijo el tentador-, se les había prohibido hasta que lo tocaran, porque morirían". Le
dijo entonces que no experimentaría más daño o muerte al comer el fruto que al tocarlo o sostenerlo
entre las manos. Eva se envalentonó al no sentir las señales inmediatas del desagrado de Dios. Le
pareció que las palabras del tentador eran sabias y correctas. Comió, y se sintió deleitada con el fruto.
La Historia de la redención, Cap. 4 “La tentación y la caída”
En otra sección del mismo libro se escribe lo siguiente:
La mujer creía que era capaz de discernir el bien y el mal. La lisonjera esperanza de alcanzar un nivel
más elevado de conocimiento la había inducido a pensar que la serpiente era su amiga especial, que
tenía gran interés en su bienestar. La Historia de la redención, Cap. 4 “La tentación y la caída”
Aunque parezca increíble, ¡Eva le creyó mas a la serpiente que a Dios, su Creador! Y por eso comió del fruto. Cuando
Eva comió del fruto, fue porque en su corazón ya había decidido que quería ser como un dios. De ahí, que el comer
fue un acto que solamente sirvió para demostrar ante el universo entero, que Eva había fracasado en su lucha con el
mal. En pocas palabras, el acto de comer del fruto fue la confirmación del pecado.
Una vez realizado el acto de comer, y sintiéndose bien en su salud, cree, con más razón que antes, que la serpiente
estaba en lo cierto y que Dios era el que se había equivocado, y los estaba privando no solo de un fruto sabroso y
codiciable, sino de la oportunidad de ser dueños de sus propias vidas, y por lo tanto, alcanzar el ideal de ser como
dioses. Es así, como sale en busca de su amado, y aquella que fuera la tentada, se convierta ahora en tentadora. Ya
Satanás deja de usar la serpiente como el medio para transmitir su mensaje, y ahora la usará a ella, para llevar su
semilla a Adán.
La Biblia no registra ninguna conversación entre Eva y Adán, pero no es difícil imaginar que Eva le contó sobre su
conversación con la serpiente. Adán comprendió inmediatamente que aquella serpiente era el mismo Satanás del
cual le habían hablado los ángeles enviados por Dios. Sin embargo, dudó en Dios y ahí estuvo su problema.

Al inicio de la creación, cuando Adán miró que cada animal tenía su respectiva pareja, sin embargo, el aún no tenía
la suya, así que Dios dijo:
18 Después Dios el Señor dijo: No está bien que el hombre esté solo; le haré una ayuda a su medida.
21 Entonces Dios el Señor hizo que Adán cayera en un sueño profundo y, mientras éste dormía, le sacó
una de sus costillas, y luego cerró esa parte de su cuerpo. 22 Con la costilla que sacó del hombre, Dios
el Señor hizo una mujer, y se la llevó al hombre. 23 Entonces Adán dijo: Ésta es ahora carne de mi
carne y hueso de mis huesos; será llamada “mujer”, porque fue sacada del hombre.
Génesis 2:18, 21-23
Cuando Adán miró a Eva después de que había comido de aquel árbol, se imaginó su vida en soledad. Había llegado
a amarla tanto, que no se imaginaba su vida si ella. No creyó que Dios, que había creado a Eva, podría haber creado
otra a quien igualmente llegaría a amar y que le ayudaría a mantenerse fiel a los mandatos del Creador.
El pensamiento de Adán claramente se ver reflejado en la siguiente cita:
Adán lamentó que Eva se hubiera apartado de su lado, pero ya todo estaba hecho. Debía separarse de
aquella cuya compañía tanto amaba. ¿Cómo podía permitirlo? Su amor por Eva era intenso. Y
totalmente desanimado resolvió compartir su suerte. Razonaba que Eva era parte de sí mismo, y si ella
debía morir, moriría con ella, porque no podía soportar el pensamiento de separarse de ella. Le faltaba
fe en su misericordioso y benevolente Creador. No se le ocurrió que Dios, que lo había creado del
polvo de la tierra para hacer de él un ser viviente y hermoso, y había creado a Eva para que fuera su
compañera, la podía reemplazar. La Historia de la redención, Cap. 4 “La tentación y la caída”
Igual que Eva, el pecado de Adán fue realizado antes de comer del fruto. Desconfió de Dios y eso fue su ruina, y la
ruina de todo el mundo, porque fue con su pecado, que este se introdujo en este mundo. Si se hubiera mantenido
firme, solamente Eva habría tenido que enfrentar la paga del pecado, pero al ceder también Adán, le entregó el
control de este mundo a Satanás. De ahí que Pablo declare:
12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un solo hombre, y por medio del pecado entró la
muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. 16 El don de Dios no
puede compararse con el pecado de Adán, porque por un solo pecado vino la condenación, pero el
don de Dios vino por muchas transgresiones para justificación. Romanos 5:12,16
Podemos resumir todo lo anterior diciendo, que el pecado de Adán y Eva no fue el comer del fruto del árbol prohibido.
Su pecado consistió en creerle a la serpiente por encima de creerla a Dios, y con ello, desear a estar en la misma
posición de Dios.
Observemos la siguiente cita, que nos resume muy bien en que consistió el pecado de la primera pareja:
Dios instruyó a nuestros primeros padres con respecto al árbol del conocimiento [...] No les quitó la
facultad de comer el fruto prohibido. Dejó que como seres moralmente libres creyeran su palabra,
obedecieran sus mandamientos y vivieran, o creyeran al tentador, desobedecieran y perecieran [...]
Nuestros primeros padres decidieron creer las palabras de una serpiente, según pensaban, que no les
había dado prueba alguna de su amor. No había hecho nada por su felicidad y su beneficio, mientras

Dios les había dado todo lo que era bueno para comer y agradable a la vista [...] En vez de creer en
Dios y confiar en él, rechazó mezquinamente su bondad y aceptó las palabras de Satanás.
Satanás se regocijó por su éxito. Había tentado a la mujer para que desconfiara de Dios, dudara de su
sabiduría y tratara de entrometerse en sus omniscientes planes. Y por su intermedio había causado
también la caída de Adán quien, como consecuencia de su amor por Eva, desobedeció el mandamiento
de Dios y cayó juntamente con ella. La Historia de la redención, Cap. 4 “La tentación y la caída”
Santiago, comprendió muy bien la esencia del pecado cuando escribió:
13 Cuando alguien sea tentado, no diga que ha sido tentado por Dios, porque Dios no tienta a nadie, ni
tampoco el mal puede tentar a Dios. 14 Al contrario, cada uno es tentado cuando se deja llevar y
seducir por sus propios malos deseos. Santiago 1:13-14
John M. Fowler, escribe sobre el tema que venimos tratando:
La elección estaba delante de ellos en forma muy clara: Obediencia a su Creador o a algún otro.
Esencialmente, la prueba no estaba en comer de un fruto en particular sino en elegir obedecer o
desobedecer a Dios. La prueba de Adán y Eva era necesaria para probar su amor y lealtad a Dios […]
Pero cuando nuestros primeros padres eligieron el fruto, ejercieron en forma clara y responsable su
libre albedrío, que era también un don de Dios. Nadie, ni siquiera Satanás, los obligó a tomar esa
decisión. De su propia y libre voluntad, eligieron desobedecer a Dios y aliarse con Satanás […] Fue un
acto de rebelión voluntaria y deliberada. En eso consistió su pecado. Fundamentos de nuestra Fe,
Tomo 3, “La doctrina del pecado”, pág. 62
El mismo autor nos indica que no podemos limitar el pecado a un simple acto, sino que antes de ejecutar el acto, ya
hemos pecado, al colocar nuestra voluntad por encima de la de Dios.
[Adán y Eva] trasladaron su motivación interna de rebelión a un acto externo de desobediencia al

comer del fruto prohibido […] Eva rompió la relación con Dios aún antes de tocar el fruto. Su pecado
consistió en la elección voluntaria que realizó, al colocar su voluntad y deseo por encima de la
voluntad y el deseo de su Hacedor. En su transgresión vemos la esencia del pecado: colocar la voluntad
propia en lugar de la voluntad de Dios como la ley última de la vida. Por lo tanto, el pecado no se debe
considerar simplemente como una falta moral, un fracaso espiritual, una traición momentánea, una
privación, o un acto de desobediencia. El pecado es todo esto, pero en esencia dirige al ser humano a
elegir como su dios a alguien o algo diferente al Creador. El pecado es un sustituto espiritual.
Fundamentos de nuestra Fe, Tomo 3, “La doctrina del pecado”, pág. 62-63
Fowler, citando Génesis 3:1, nos reitera el hecho de que cuando Eva pecó antes de comer del fruto. El siguiente
extracto es muy concreto para señara este punto.
[…] ¿Así que Dios les ha dicho a ustedes que no coman de ningún árbol del huerto? Génesis 3:1
La pregunta es una invitación a dudar y a poner en tela de juicio el mandato de Dios. Cuando sucede el
pecado ya ha echado raíz, porque antes de convertirse en un acto, se expresa en duda e incredulidad
[…] El relato de la caída señala que la desconfianza en Dios precedió al acto de pecar. Fundamentos de
nuestra Fe, Tomo 3, “La doctrina del pecado”, pág. 64-65

Naturaleza y esencia del pecado
En este momento, estamos listos para volver a realizar la consulta que dio origen a esta sección. ¿Qué es el pecado
y cuál es su esencia? Y su respuesta, la hemos mencionada en reiteradas ocasiones, pero lo vamos a resumir en la
siguiente frase: El pecado no es un acto, es una de decisión. Es creerle mas al enemigo, que no ha hecho nada a
nuestro favor, y desconfiar de nuestro creador, que no solo nos hizo, sino que nos compró mediante su muerte, y
que desea otorgarnos la salvación.
El profeta Isaías escribe:
1 La mano del Señor no es corta para salvar, ni es sordo su oído para oír. 2 Son las iniquidades de
ustedes las que los separan de su Dios. Son estos pecados los que lo llevan a ocultar su rostro para no
escuchar. Isaías 59:1-2
Fowler en su exposición sobre la doctrina del pecado, expone que el pecado es un asunto relacional, es decir, entre
el hombre y Dios. Este pensamiento lo podemos ver en el siguiente extracto:
El concepto bíblico predominante de la naturaleza y la esencia del pecado es que es una separación
personal de Dios. Como tal, es relacional en su esencia y rebelde en su expresión. Es un mal, pero una
clase específica de mal. Es universal, pero su focus está en el corazón humano. Es tanto un acto como
un estado. Es egoísmo que se levanta orgullosamente en contra del Creador. Fundamentos de
nuestra Fe, Tomo 3, “La doctrina del pecado”, pág. 65
El pecado, según Roy Adams, es algo mas profundo que una simple conducta, es una enfermedad que afecta al ser
entero del hombre, y expresa con las siguientes palabras:
[…] el pecado es mucho más profundo que la conducta, que es una enfermedad que tanto permea
como precede nuestra conducta y nuestros actos pecaminosos. A veces, al acercarnos a la vejez
pudiera ser que lográramos no participar en la conducta pecaminosa, al aislarnos del tráfico de la
sociedad humana o apretando los dientes […] Pero el pecado es más profundo, más penetrante y
crónico, de lo que algunos de nosotros creemos. O que estamos estudiando aquí es una enfermedad
asentada profundamente en la psique humana. Isaías tenía presente esto cuando escribió su poco
halagadora descripción de la condición humana: “Toda cabeza está enferma y todo corazón doliente.
Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga”
(Isaías 1:5-6) Roy Adams: La naturaleza de Cristo, pg. 123-124
Como hemos visto hasta este momento, el pecado se debe definir y entender en el contexto de la relación en la cual
Dios colocó al ser humano con respecto a él. Desde la misma creación y la caída, hasta la siempre definición de que
el pecado es “transgresión de la ley” de Dios, todo hace indicar que el pecado es una condición y un acto particular
del ser humano contra Dios.12
A partir de esta idea, Fowler expone una serie de conceptos que nos ayudarán a entender mejor la magnitud y
gravedad del pecado:
12
Teología Fundamento bíblicos de nuestra Fe, Tomo 3, pg. 80
El pecado es una rebelión contra Dios
Oíd, cielos, y escucha tu tierra; porque habla el Señor. Crié hijos y los engrandecí, y ellos se rebelaron
contra mí. Isaías 1:2
Las intenciones de la carne llevan a la enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni
tampoco pueden. Romanos 8:7
A pesar de que el ser humano fue creado libre, el autor expone que no era un ser completamente autónomo, pero,
tampoco era la intención de Dios el dirigir al ser humano como una marioneta. Su desea siempre fue, que el ser
humano moldeara su destino en relación con Dios.
Los seres humanos fueron creados en una relación de dependencia y confraternidad con su Creador, sujetos a las
normas establecidas por él. Sin embargo, cuando Adán y Eva se rebelaron contra Dios, antepusieron su voluntad a la
del Creador y con ello el pecado entró en este mundo.
De tal modo que el pecado implica en primer y principal lugar colocar la voluntad del yo en oposición a la voluntad
de Dios.
El pecado es una relación quebrantada
Si algo es muy claro, y lo vemos ejemplificado en el relato de la caída, es que el pecado nos separa de Dios. Aquella
relación que Dios quería que el ser humano tuviera con él, se ve interrumpida. Un aspecto importante, y que no
hemos mencionado hasta este momento, es que el pecado no solo afecta nuestra relación con Dios, sino que también
interfiere en la relación con otros seres humanos, trayendo discordias, amarguras, celos, envidias, y otra serie de
sentimientos que se transforman en actos hostiles entres una persona y otra.
Bien indica el autor cuando dice que “el pecado es una ruptura en la relación en todas sus dimensiones, vertical,
horizontal e interna”.
Caín es un vivo y claro ejemplo de esta situación.
El pecado es un estado que abarca todo el ser humano
El pecado es un acto específico de maldad
El pecado significa no alcanzar las expectativas de Dios
El pecado es un estado sin ley

El pecado es egoísmo y orgullo
El pecado es un poder esclavizante
El pecado es culpa y contaminación
Conclusiones sobre el pecado
No hay duda de que el pecado fue la mayor desgracia para el ser humana, ya que trajo la muerte, y no solo a nivel
físico y temporal, sino que puede extenderse a un nivel espiritual y eterno.
En los evangelios encontramos en varias ocasiones donde Jesús se proclama como la vida, como ejemplo veamos los
siguientes textos:
El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la
tengan en abundancia. Juan 10:10
Jesús le dijo: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Juan 14:6
Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has
enviado. Juan 17:3
Cuando leemos el deseo de Jesús de darnos vida a través de su muerte, podemos encontrarla aún mas sentido, si
miramos este hecho a través de lo que es el pecado. Pablo dijo:
Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro
Señor. Romanos 6:23
Como pecadores que somos, morimos al estar separados de Cristo. Pero, a Dios gracias, y sin importar el pecado que
hayamos cometido, esa situación no es irreversible. Cuando Adán y Eva pecaron, murieron, pues quedaron separados
de la fuente de vida, que es Cristo. Pero ahí mismo, se hizo la provisión para que el hombre pudiera obtener la
salvación y con ello la vida eterna, en otras palabras, para que podamos hacer nuestra la derrota que Satanás sufrió
cuando Cristo venció la muerte.
La promesa que Jesús nos hace es muy clara:
El Señor dice: Vengan ahora, y pongamos las cosas en claro. Si sus pecados son como la grana, se
pondrán blancos como la nieve. Si son rojos como el carmesí, se pondrán blancos como la lana.
Isaías 1:18

El tiene el poder de transformarnos, de cambiar nuestro ser pecador, por uno completamente nuevo en Cristo Jesús,
un ser perfecto y acorde a lo que el nos pide. Este es un proceso paulatino, que se cumplirá en la medida de que lo
dejemos actuar y que finalmente se completará cuando el venga por nosotros.
Claro, el podría transformarnos ya, ahora mismo si se lo pedimos, sin embargo, Roy Adams hace una acotación
interesante en este aspecto:
Evidentemente Dios no quita milagrosamente este problema de nosotros. En cambio, lo utiliza en su

providencia para construir un carácter en nosotros. La naturaleza de Cristo, pg. 126
A medida que El comienza a trabajar en nosotros, vamos aprendiendo a confiar en él y a depender de él para todo,
incluyendo nuestra salvación. Entre mas cerca estemos de Cristo, mas imperfectos y mas necesitados nos veremos.
Cuanto más cerca estéis de Jesús, más imperfectos os reconoceréis, porque veréis más claramente vuestros defectos
a la luz del contraste de su perfecta naturaleza. Esta es una evidencia de que los engaños de Satanás han perdido su
poder y de que el Espíritu de Dios os está despertando.
No puede existir amor profundo por Jesús en el corazón que no comprende su propia perversidad. El alma que se
haya transformado por la gracia de Cristo, admirará su divino carácter. Pero el no ver nuestra propia deformidad
moral, es una prueba inequívoca de que no hemos llegado a ver la belleza y excelencia de Cristo.
Cuanto más cerca estéis de Jesús, más imperfectos os reconoceréis, porque veréis más claramente
vuestros defectos a la luz del contraste de su perfecta naturaleza. Esta es una evidencia de que los
engaños de Satanás han perdido su poder y de que el Espíritu de Dios os está despertando.
No puede existir amor profundo por Jesús en el corazón que no comprende su propia perversidad. El
alma que se haya transformado por la gracia de Cristo, admirará su divino carácter. Pero el no ver
nuestra propia deformidad moral, es una prueba inequívoca de que no hemos llegado a ver la belleza y
excelencia de Cristo.
Mientras menos cosas dignas de estima veamos en nosotros, más encontraremos que estimar en la
pureza y santidad infinitas de nuestro Salvador. Una idea de nuestra pecaminosidad nos puede guiar a
Aquel que nos puede perdonar; y cuando, comprendiendo nuestra impotencia, nos esforcemos en
seguir a Cristo, él se nos revelará con poder. Cuanto más nos guíe la necesidad a él y a la Palabra de
Dios, tanto más elevada visión tendremos de su carácter y más plenamente reflejaremos su imagen.
El Camino a Cristo, Cap. 7. “Cómo Lograr una Magnífica Renovación”
Puede parecer que estamos luchando solos, por Dios ha prometido acompañarnos en cada paso. El es consciente de
nuestra condición y presta toda la ayuda disponible, para que nosotros, si queremos, la tomemos y así el pueda obrar
el cambio en nosotros.
Hay quienes han conocido el amor perdonador de Cristo y desean realmente ser hijos de Dios; sin
embargo, reconocen que su carácter es imperfecto y su vida defectuosa, y están propensos a dudar de
que sus corazones hayan sido regenerados por el Espíritu Santo. A los tales quiero decirles que no se
abandonen a la desesperación. Tenemos a menudo que postrarnos y llorar a los pies de Jesús por
causa de nuestras culpas y errores; pero no debemos desanimarnos. Aun si somos vencidos por el

enemigo, no somos arrojados, ni abandonados, ni rechazados por Dios. No; Cristo está a la diestra de
Dios e intercede por nosotros. El Camino a Cristo, Cap. 7. "Cómo Lograr una Magnífica Renovación"
¡Que maravillosa esperanza! Cristo está esperando por nosotros, el quiere limpiarnos y lavarnos de nuestros pecados.
Quiere revestirnos con su manto de Justicia.
C ONCLUSIÓN
[D-68] Al igual que el caballo de Troya, el espíritu del fariseo se ha introducido en el cristianismo moderno, desde el
tiempo de Jesús hasta la actualidad. Hoy en día está tan vivo, como en aquel tiempo.
[D-68a] Los fariseos, en su origen y propósito, se conocieron como un grupo que defendía la verdad, que se esforzaba
por mantener los principios verdaderos en pie y que se había propuesto el no permitir que la mundanalidad se
introdujera dentro del pueblo de Dios. Sin embargo, y a pesar de sus propósitos, el tratar de hacer esto sin el amor
de Cristo en sus vidas, los llevó a tergiversar lo que querían, y finalmente perdieron de vista sus ideales, y los
antepusieron a las personas, que era por la cuales Cristo había venida a este mundo.
[D-68b] Yo quisiera ser un fariseo, ¡pero un fariseo con amor! Que defienda la doctrina, pero no por encima de las
personas. Que ame la santidad, pero también al prójimo. Quisiera ser un guardador de la ley, pero no en detrimento
de la salvación de las almas por las cuales Cristo murió.
Sin embargo, es muy fácil caer en el espíritu de los fariseos sin amor, estos existen hoy en día, y aun dentro de nuestra
amada iglesia.
[D-69] Un espíritu tal continúa resquebrajando el adventismo a medida que los “miembros que se
sienten superiores” multiplican reglamentos y critican todo, desde la forma en que la gente adora a
Dios hasta lo que otros comen (o no comente) en el desayuno. Guía del Fariseo para una santidad
perfecta, págs. 31.
Muchos quizá hemos participado en discusiones sobre las minucias de la ley. Que si esto o aquello es pecado, que si
hago esto bajo estos términos está bien, pero si lo hago bajo estos otros términos está mal, pero como dice G. R.
Knight:
[D-70] “[…] de vez en cuando la realidad nos golpea y nos damos cuenta que es más fácil pasar una
docena de horas discutiendo la letra de la religión que pasar unos pocos minutos obedeciendo su
espíritu.
[D-71] Para ser honesto, personalmente encuentro que es más fácil multiplicar reglamentos que amar
verdaderamente a los demás. [D-72] La sorprendente verdad es que hay un fariseo dentro de la piel de
cada uno de nosotros, tratando de imponer su espíritu en un mundo desajustado y desprevenido, y en
una iglesia que no lo merece. [D-73] […] algunos de nosotros procuramos colocar nuestra propia

camisa de fuerza teológica sobre Dios. Los fariseos de cada generación están muy empeñados en crear
al Dios de los cielos a su propia imagen religiosa”. Guía del Fariseo para una santidad perfecta, págs.
33.
Dios nos ha llamado con un propósito, con una misión. Pero esta misión solo la podremos cumplir, si es Cristo en
nosotros.
[D-74] Cuando aprendamos a mirar a las almas que están pereciendo como ovejas sin pastor, como lo mas
importante en este mundo, como lo mas precioso que hay, pues costaron la sangre del Rey del universo. Cuando no
veamos a las personas que pensamos están sin Dios y sin esperanza como “defectuosas” mas que nosotros, sino que
las vemos como la niña de los ojos de Dios, entonces y solo entonces, estaremos en verdadera sintonía con Dios.
Esto de estar en sintonía con Dios, es todo un proceso. En el cual, vamos aprendiendo de que para todo, dependemos
de Cristo. [D-75] A este proceso es lo que llamamos “Justificación por la fe”. Quiero terminar con la siguiente
declaración de Elena G. de White:
[D-76] Nadie sino Dios puede subyugar el orgullo del corazón humano. No podemos salvarnos a
nosotros mismos. No podemos regeneramos a nosotros mismos. [D-77] En los atrios del cielo no se
cantará ningún cántico que diga: A mí que me he amado, que me he lavado, que me he redimido a mí
mismo, a mí sea tributada la gloria, y el honor y la bendición y la alabanza. [D-78] Sin embargo, ésta es
la nota tónica del cántico que muchos entonan aquí en este mundo, Ellos no saben lo que significa ser
manso y humilde de corazón; y no se proponen saberlo, si pueden evitarlo. [D-79] Todo el Evangelio
está comprendido en que aprendamos de Cristo su humildad y mansedumbre. [D-80] ¿Qué es la
justificación por la fe? Es la obra de Dios que abate en el polvo la gloria del hombre, y hace por el
hombre lo que él no tiene la capacidad de hacer por sí mismo. Testimonio para los ministros, cap.
“Todo Pertenece al Señor”.
[D-81] ¿Deseamos entregar a Cristo, todo nuestro orgullo y suficiencia propia, y dejar que el pueda hacer la obra en
nosotros y a través de nosotros?
B IBLIOGRAFÍA
https://www.worldhistory.org
https://jewishencyclopedia.com
Diccionario Bíblico Adventista
George R. Knight: Guía del fariseo para una santidad perfecta, un estudio del pecado y la salvación. Editorial
Asociación Publicadora Interamericana, 1998.
George R. Knight: La visión apocalíptica y la castración del adventismo. Coproducción APIA y GEMA Editores, 2009.|
Elena G. de White: El Deseado de Todas las Gentes. Editorial Asociación Publicadora Interamericana, 1955.
https://www.youtube.com/watch?v=9YajaQQpDkE

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¡Fariseo!

¿Somos los Adventistas del 7º Día fariseos modernos?

Himno alabanza Himno No. 14 – Engrandecido sea Dios.

Himno inicial Himno No. 404 – A cualquiera parte

Himno final Himno No. 288 – Al contemplarte, mi Salvador

1. Anote la primera palabra que se le viene a la mente cuando escucha el

2. ¿Le gustaría que le llamen fariseo?

H ISTORIA DE LOS FARISEOS

Origen de los fariseos

Contraste entre fariseos y saduceos

Su interés supremo era todo lo religioso. Los intereses seculares eran su

Evitaban los deberes cívicos y resistían Constituían el partido político práctico y

Clase media Constituían el partido de la rica

Los fariseos en los Evangelios

Sobre los Fariseos diremos que:

Por Oswaldo Cordero Araya – Tel. (506) 883-12581

1. [D-11] Eran excesivamente celosos en guardar la Ley escrita y oral (tradiciones).

2. [D-12] Se consideraban superiores a todos los demás.

3. [D-13] Eran personas hipócritas.

4. [D-14] Tenían gran poder dentro de la nación judía.

5. [D-15] Eras criticones, chismosos y maliciosos.

Por Oswaldo Cordero Araya – Tel. (506) 883-12581

6. [D-16] Eran tramposos.

7. [D-17] Deseaban y conspiraban para matar a Jesús.

Por ejemplo, tomemos los siguientes versículos:

Por Oswaldo Cordero Araya – Tel. (506) 883-12581

Los fariseos en los Hechos y en los escritos Paulinos

C ARACTERÍSTICAS DE LOS FARISEOS QUE SON DIGNAS DE ALABAR

Antes de analizar estas cuatro características, quiero rescatar la siguiente declaración:

Por Oswaldo Cordero Araya – Tel. (506) 883-12581

Amantes y defensores de la Biblia como Palabra de Dios

Amaban y se dedicaban a guardar la ley

Por Oswaldo Cordero Araya – Tel. (506) 883-12581

Tenía un gran celo misionero y evangelístico.

EL PROBLEMA DE LOS FARISEOS

Por Oswaldo Cordero Araya – Tel. (506) 883-12581

El mismo Jesús, les aplicó la palabra de Isaías:

¡Una peluca en la sopa!

Por Oswaldo Cordero Araya – Tel. (506) 883-12581

G. R. Knight, hace una interesante declaración en este aspecto:

El Talmud expresa un pensamiento similar cuando dice:

Por Oswaldo Cordero Araya – Tel. (506) 883-12581

Por Oswaldo Cordero Araya – Tel. (506) 883-12581

Notemos lo que nos dice Elena G de White sobre este punto:

Siguiendo este mismo pensamiento, Coleman escribe:

Síndrome 1: Un espíritu de superioridad.[D-52]

Por Oswaldo Cordero Araya – Tel. (506) 883-12581

Síndrome 2: Un espíritu de crítica . [D-56]

Síndrome 3: Reglas excesivas. [D-59]

Por Oswaldo Cordero Araya – Tel. (506) 883-12581

Knight nos dice al respecto:

Síndrome 4: Un espíritu de exhibicionismo . [D-64]

Jesús puso en evidencia este método cuando dijo:

EL PECADO NO ES UNA ACCIÓN

Por Oswaldo Cordero Araya – Tel. (506) 883-12581

El que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, comete pecado. Santiago 4:17

Por Oswaldo Cordero Araya – Tel. (506) 883-12581

Bien pudo hacer robots que le siguieran por doquier

Bien pudo hacerlos cientos de ellos

Bien pudo hacer seres de hojalata y de papel

No, no, no, no, no, no. no lo entiendo

12 [...] sí de Dios, el Señor: Tú eras el modelo de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado en

Por Oswaldo Cordero Araya – Tel. (506) 883-12581