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Tema 06: En el principio… descansó Dios

Texto Bíblico

¿No has sabido? ¿No has oído? El Señor es el Dios eterno, el Creador de los confines de la tierra. No se
cansa ni se fatiga, y su entendimiento es insondable. El da vigor al cansado, y al débil aumenta la fuerza.
Isaías 40:28-29 RV Siglo XXI

Objetivo

Rescatar la importancia del sábado para encontrarnos con Dios y con nuestra familia.

Introducción
Dicen que una vez un leñador muy trabajador se presentó a una oferta de empleo en un bosque. Viendo
su motivación y su energía, le contrataron enseguida. El jefe le dio un hacha y le mando a cortar árboles.

Cuando acabó el primer día, el dedicado leñador había conseguido traer 18 árboles, una cifra
impresionante. Pero el hombre era muy trabajador y quería demostrar que podía hacerlo todavía mejor,
y el día siguiente salió a batir su record. Sin embargo, al finalizar el día, solo pudo volver con 15 troncos.

Conforme iban pasando los días el leñador se esforzaba por superarse, pero pese a gastar tanta energía,
cada vez volvía con menos árboles. Estaba desesperado.

Fue a hablar con su jefe y le explicó la situación.

– No lo entiendo. Por más que me esfuerce, cada día corto menos árboles.

El hombre que le había contratado le miró y preguntó:

– ¿Cuánto hace que no afilas el hacha?

– ¿Afilar? No tengo tiempo para afilar. Estoy muy ocupado cortando árboles.

El sábado un día especial


1. Muchos somos como el leñador de nuestra historia. No tomamos el tiempo necesario para afilar
nuestra hacha, recargar nuestras baterías, renovar nuestras fuerzas…
2. Al volver nuestra vista al relato de la creación vemos que Dios, después de seis días de trabajo,
tomó un día para descansar!
a. Dios terminó en el día séptimo la obra que hizo; y en ese día reposó de toda su obra. Y
Dios bendijo el día séptimo, y lo santificó, porque en ese día reposó de toda su obra.
Génesis 2:2-3 RV Siglo XXI
3. Después de leer este texto, y al recordar nuestro texto inicial, nos encontramos frente a una
disyuntiva interesante. Isaías por un lado dice que Dios no se cansa ni se fatiga, sino que al
contrarío es él quien nos imparte las fuerzas para continuar, mientras que Génesis nos dice que
Dios, después de la creación tomó un día para descansar.
4. Y podemos añadir un punto mas. En el sexto día Dios hizo al hombre, y como vimos el día de
ayer, le asignó un trabajo, administrar toda su creación y cultivar la tierra para obtener su
alimentación. Si Dios hizo al hombre en el sexto día, y el séptimo día era de descanso, ¿estaba el
hombre cansado? Pues no! Ni siquiera había empezado a trabajar, y ya tenía su primer día de
descanso!
5. ¿Será que el sábado tiene un propósito mas amplio que el mero descanso? La respuesta es un
rotundo SI.
6. El sábado, séptimo día de la semana, sin duda es un día muy especial, no es un día cualquiera. Es
el día para sentarnos y afilar nuestra hacha, y así poder enfrentar con nuevas fuerzas la nueva
semana que tenemos por delante.
7. Quizá alguno de los que nos escuchan en esta noche pensaran, bueno yo no descanso los
sábados, pero si lo hago el domingo, otros quizá lo hagan los viernes u otro día de la semana;
pero recordemos: Dios no se cansa, y reposó el sábado; Adán no había empezado a trabajar y
descansó el sábado.
8. ¿Tiene algo el sábado de diferente con respecto a los otros días de la semana? Otra vez, nuestra
respuesta es un categórico SI. Veamos que lo hace tan especial. Volvamos a leer Génesis 2:1-3
a. Así quedaron terminados los cielos y la tierra, y todo lo que hay en ellos. Al llegar el
séptimo día, Dios descansó porque había terminado la obra que había emprendido. Dios
bendijo el séptimo día, y lo santificó, porque en ese día descansó de toda su obra
creadora. Génesis 2:1-3 NVI
9. Notemos las tres cosas que hizo Dios con el sábado:
a. Lo descansó: ¿Descansó Dios? No, simplemente terminó su obra. La palabra hebrea que
traducen como reposó o descansó, también indica el termino de una acción, el cese de
una obra.
i. El séptimo día forma parte de la semana de la creación, el descanso es parte del
plan de Dios. M.L. Andreasen expresa lo siguiente: “El énfasis está puesto en la
terminación: la terminación de una actividad, de una función. La obra de Dios y
la creación quedaron terminadas en el momento en que tomó tiempo para
reposar. Porque aunque el cielo y la tierra, ciertamente, quedaron terminados,
la obra de Dios no estaba acabada. El fin vio cuando reposó el séptimo día,
haciendo así del sábado parte definida de la creación. Solo entonces quedó
acabada su obra” M. L. Andreasen. The Sabbath: Wich day and Why? pp. 43-45
ii. El séptimo día Dios se dedicó a convivir con su creación!
iii. Como humanos, si nos cansamos, y Dios utiliza el sábado para darnos nuevas
fuerzas a fin de poder continuar avanzando por la vida, y enfrentando cada día
nuevos desafíos.

b. Lo bendijo: En la antigüedad recibir una bendición era algo muy especial y por lo general
tenía en forma intrínseca algunas responsabilidades mayores.
i. Por ejemplo, el hijo primogénito recibía una bendición especial, que a su vez le
llevaba responsabilidades mayores que a los demás hermanos.
ii. La bendición que Dios le da al sábado lo convierte en el mayor de los días, en un
día especial! La bendición sobre el séptimo día implicaba que por ella era
señalado como un objeto especial del favor divino y un día que sería una
bendición para las criaturas de Dios.
iii. En el libro “El sábado en las Escrituras y en la historia se expresa lo siguiente: “a
causa de esta bendición, Dios pone fuerzas vitales en este día. Este es,
verdaderamente, el día en que Dios quiere entrar en comunión con sus
criaturas, y la comunión con Dios significa vida. Debido a que está bendito, el
propio día se convierte, a su vez, en una bendición” (pg. 412)
c. Lo santificó: El acto de santificación consistió en una declaración de que el día era santo,
o puesto aparte para propósitos santos.
i. Dios tenía como propósito que el sábado nos acercara a él, como la fuente de
nuestra santidad. Lo apartó de entre los siete días de la semana, para que el ser
humano pudiese entrar en un contacto mas estrecho con el Creador, y de esta
forma, obtuviésemos la santidad que Dios requiere de nosotros.
10. El acto de bendecir el séptimo día y declararlo santo se hizo en favor de la humanidad para cuyo
beneficio fue instituido el sábado.
11. Dios no podría haber tenido una razón más excelsa para ordenar que el hombre reposara en el
séptimo día que aquella de que al descansar así el hombre pudiera disfrutar de la oportunidad
de reflexionar en el amor y bondad de su Creador, y así asemejarse a él.
12. Así como Dios trabajó durante seis días y descansó en el séptimo, así también el hombre debía
trabajar asiduamente durante seis días y descansar en el séptimo.

El sábado, un día de comunión con Dios.


1. Cuando Jesús estuvo en esta tierra expresó una verdad muy interesante con respecto al sábado:
a. También les dijo [Jesús]:s El sábado fue hecho para el hombre, no el hombre para el
sábado. Así, el Hijo del hombre es también Señor del sábado. Marcos 2:27-28 RV Siglo
XXI
2. ¿Qué nos estará diciendo Jesús con estas palabras “El sábado fue hecho para el hombre, no el
hombre para el sábado”?
3. Dios no necesita nuestra adoración, Dios no necesita nuestro descanso, Dio no necesita nuestra
santidad. El sábado no es un día bendito y santo porque lo guardemos. Su santidad radica en
Dios, y fue dejado para beneficiar al hombre en todo sentido: en el ámbito físico, espiritual y
también en el social.
4. “… al reposar el sábado Dios pone de manifiesto su deseo de entrar en una relación personal
con su creación. Dios pone de manifiesto su deseo de entrar en una relación personal con su
creación. Lejos de estar satisfecho con meramente crear al mundo y al hombre y luego dejarlo
que se forjasen su propio destino, retirándose él mismo a la posición de un espectador
indiferente, Dios deseó coexistir con el hombre y expresó esto de una forma sumamente
significativa; concretamente, instituyendo el sábado y luego invitando al hombre a participar del
reposo y la bendición de Dios” El Sábado en las Escrituras y en la historia, pg. 412-413.
5. Tratemos de imaginarnos aquel primer sábado en el jardín del Edén. Dios paseando junto a
Adán y Eva en medio de su bella creación, compartiendo con ellos, mostrándoles los pequeños
detalles que encierran grandes lecciones espirituales para el ser humano. Tuvo que ser un día
muy especial.
6. Tiempo después de instituido el sábado como un día especial, Dios le Dios los siguientes
consejos al pueblo de Israel con respecto a este día:
a. Seis días trabajará, pero el séptimo día será sábado de sagrado reposo, día de santa
reunión. Ningún trabajo haréis. Será sábado consagrado al Señor, dondequiera que
habitéis. Levíticos 23:3 RV Siglo XXI
7. Dios quiere que nosotros, hoy en día, también tomemos el sábado para entrar en una comunión
especial con él. Que nos apartemos de toda actividad normal que distraiga nuestra atención de
las cosas eternas.
8. La bendición dada al sábado puede ser nuestra también. La santidad del sábado puede
alcanzarnos a nosotros también. Al pasar tiempo con Dios y compartir con él en este día, nos
estamos apropiando de dichos beneficios.
9. Dios desea ser parte de nuestra vida, desea encontrarse con nosotros y que nosotros podamos
disfrutar de su dulce presencia, de la paz que solo Dios da. Y justo para eso no dio el sábado. Es
un monumento que nos recuerda que Dios nos ama y desea pasar tiempo especial, tiempo de
calidad con nosotros. El no lo fuerza, nos invita, y depende de nosotros si aceptamos o
rechazamos su invitación.

El sábado, un día de comunión familiar


1. El sábado no es un ritual arbitrario, sin sentido o restrictivo. Dios lo creó para nuestro bien. ¡Es
un regalo y una bendición de nuestro Creador!
2. Aquel primer sábado Adán y Eva no solamente tuvieron tiempo para pasarlo con su Creador.
También disfrutaron de tiempo para pasar tiempo uno con el otro. Esto nos dice, que el sábado
es un día especial para disfrutarlo en familia.
3. En el trajín de esta vida, quizá nos queda poco tiempo para compartir con nuestras esposas o
esposos, hijos e hijas, entre hermanos. Quizá salimos temprano y los mas chicos están dormidos
y regresamos tarde y ya los encontramos dormidos, o quizá, debido a nuestros trabajos nos toca
dormir lejos de la casa y regresar solo el fin de semana. Es en estos casos donde más apreciamos
este beneficio del sábado.
4. Dice la biblia que el sábado debe ser una delicia para nuestra vida un día de alegría, en el cual
nos deleitemos en guardarlo.
a. Respeta el sábado; no te dediques a tus negocios en mi día santo. Considera este día
como día de alegría, como día santo del Señor y digno de honor; hónralo no
dedicándote a tus asuntos, ni buscando tus intereses y haciendo negocios. Si haces esto,
encontrarás tu alegría en mí, y yo te llevaré en triunfo sobre las alturas del país y te haré
gozar de la herencia de tu padre Jacob. El Señor mismo lo ha dicho. Isaías 58:13-14 DHH
5. El sábado nos apartamos de todos nuestros quehaceres para dedicarlo a Dios. Podemos dedicar
también tiempo de calidad a nuestra familia, disfrutar salir con ellos a la naturaleza y
contemplar las lindas lecciones que Dios nos quiere transmitir en cada cosa creada.
6. La bendición del sábado que Dios pretendía darles a las familias es un tiempo de calidad, para
que lo disfrutaran juntos. También tiene lecciones vitales que pueden traer beneficios eternos
para cada miembro de la familia.

Conclusión
1. Hoy hemos visto que Dios ha dejado el sábado para ser una bendición para el ser humano. Una
bendición en el campo espiritual pues nos lleva a encontrarnos con él. Una bendición en el
campo social pues nos lleva a encontrarnos con nuestra familia. Y una bendición para nuestro
cuerpo pues nos permite descansar y recuperar fuerzas para enfrentar la vida.
2. Dios nos dio el sábado para nuestro beneficio, y si lo recibimos con un deseo sincero de honrar a
Dios y de ser obedientes, sentiremos mucho alivio y recibiremos sus bendiciones. No sin razón el
antiguo pueblo judío (y mucha gente hoy) trataban el sábado como a una esposa a la que
esperaban con alegría y se entristecían al verla partir.
3. Las bendiciones que se obtienen gracias a la observancia del sábado no solo duran 24 horas,
sino que las llevamos con nosotros durante el resto de la semana!
4. Al guardar el sábado reconocemos que Dios es nuestro Creador y que nos sentimos agradecidos
con él por todo lo que nos da.
5. Una autora norteamericana escribió lo siguiente:
a. Su observancia había de ser un acto de agradecido reconocimiento de parte de todos los
que habitasen la tierra, de que Dios era su Creador y su legítimo soberano, de que ellos
eran la obra de sus manos y los súbditos de su autoridad. Elena G. de White, Patriarcas y
profetas, cap. 2
6. Siguiendo el ejemplo del Creador, el hombre había de reposar durante este sagrado día, para
que, mientras contemplara los cielos y la tierra, pudiese reflexionar sobre la grandiosa obra de la
creación de Dios; y para que, mientras mirara las evidencias de la sabiduría y bondad de Dios, su
corazón se llenase de amor y reverencia hacia su Creador.
7. Dios vio que el sábado era esencial para el hombre, aun en el paraíso. Necesitaba dejar a un lado
sus propios intereses y actividades durante un día de cada siete para poder contemplar más de
lleno las obras de Dios y meditar en su poder y bondad. Necesitaba el sábado para que le
recordase más vivamente la existencia de Dios, y para que despertase su gratitud hacia él, pues
todo lo que disfrutaba y poseía procedía de la mano benéfica del Creador.
8. Hoy queremos orar por aquellas personas que nunca han experimentado la bendición del
reposo en el sagrado sábado y que desean experimentarlo.
9. También queremos orar por los que ya lo hemos experimentado, pero queremos seguir
disfrutando de este día especial y poder seguir pasando tiempo de calidad con Dios y con
nuestra familia.
10. Quieres que oremos por ti? Te invito a poner tu nombre en el Chat de esta reunión o en los
comentarios de la trasmisión, y estaremos orando por tu caso.
11. Bendiciones!

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