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CONSTITUCIONAL

ENSAYO MECANISMOS DE PARTICIPACIÓN

SARA MELISSA ESTRADA SANCHEZ

NUBIS MATILDE PEÑA SANDOVAL

LUBER FABIAN CASTILLO CONTRERAS

UNIVERSIDAD MILITAR NUEVA GRANADA

FACULTAD DE DERECHO

BOGOTÁ, 2022

Opinión sobre los mecanismos de participación ciudadana en Colombia


La Constitución Política, en el artículo 103 de la Constitución Colombiana,
menciona “Son mecanismos de participación del pueblo en ejercicio de su
soberanía: el voto, el plebiscito, el referendo, la consulta popular, el cabildo
abierto, la iniciativa legislativa y la revocatoria del mandato. La ley los
reglamentará”. Adicionalmente estos mecanismos se encuentran contenidos en la
ley 134 del 31 de mayo de 1.994 mediante la cual se dictaron todas las normas
concernientes a los mecanismos de participación ciudadana. Estos mecanismos
de participación se constituyen como una herramienta imperante de gran valor
jurídico que permiten en cierto grado el manejo del control social con el propósito
de garantizar el adecuado funcionamiento de nuestro estado social de derecho.
En su forma más institucionalizada la participación ciudadana, tenía una gran
expectativa por lo que se crearon grupos de movilización las que se incrementaron
con la aceptación y divulgación de la Carta Política en 1991. Los desarrollos
legislativos fueron implementando un número considerable de espacios de
participación, propuestas en la constitución, que abrieron nuevas posibilidades de
movilización de la población para decidir en el ordenamiento normativo.

Los mecanismos de participación se han establecido en Colombia como una


herramienta mediante la cual la población colombiana tiene injerencia en cierto
grado dentro de la administración pública con el fin de avalar o no las decisiones
que vayan en contra del desarrollo en conexión con los derechos establecidos en
nuestra constitución política.

Como Colombianos, contamos con estos mecanismos, sin embargo al revisar la


realidad nos surge la pregunta ¿realmente los mecanismos de participación, nos
permite ejercer derechos a “participar” en el poder político? el propósito
fundamental en la creación de estos mecanismos es que se generarán espacios
de participación, intercomunicación y de confianza entre los ciudadanos y el
gobierno, no son funcionales, dado que distan en gran manera de la realidad
considerando que una cosa es el enfoque plasmado en el mencionado artículo de
la constitución política y otra muy diferente es lo que realmente se pueden
alcanzar con la aplicación de estos mecanismos por parte de los ciudadanos
colombianos, lo que genera difidencia y un mayor distanciamiento del ciudadano
común con el gobierno.
Si bien estos mecanismos permiten la participación ciudadana bajo un entorno
democratico como se ha mencionado, realmente subyacen algunos sesgos en las
formas de participación ciudadana, que en nuestra opinión estos mecanismos han
sido creado como resultado de una disputa y conflicto de intereses políticos,
generando una vulnerabilidad en el sistema, ya que como ciudadanos los
procedimientos que se deben llevar a cabo en la aplicación de estos mecanismos
tienen excesivos trámites burocráticos para poder llevar a cabo cualquier gestión
lo que realmente dificulta la injerencia real del ciudadano del común en la
administración pública.
Aún, cuando en la constitución de 1991 se dio una importancia significativa, al
punto, de expedir normas y creación de instituciones para que sea garante de la
“Democracia”, donde asumieron el papel de responsabilidad pública, intervenir en
su entorno, y lograr la apertura de espacios democráticos. Pero muchas veces,
queda solamente en un mecanismo de elección de gobernantes y muchos
ciudadanos se sienten excluidos del proceso político.
Lo importante, es que se tome conciencia que la participación ciudadana no solo
es sufragio,sino todo un sistema para asegurar control efectivo del poder de los
gobernantes. Para que de el control se logre transparencia, responsabilidad de
cada gestión pública. Solo con dicho control, se asegura la rendición de cuentas
de los gobernantes conforme a la Constitución y al Estado de derecho.
Por ello, la participación ciudadana debe adaptarse a la cotidianidad de la “vida
diaria como ciudadano” desde una perspectiva democrática equilibrando los
intereses individuales y el bien común. Es más efectiva cuando surge de cada
conciencia individual, es decir, a medida que la participación se convierte en una
proyección social, mayor es el impacto democrático.
Sin embargo, pese a todos los avances realizados en la Carta política de 1991, los
ciudadanos no conocen los objetivos de los mecanismos de participación como
democracia directa, lo que genera desconfianza y por la incredulidad de la
ciudadanía sobre el alcance que cada mecanismo pueda tener, lo que genera que
el gobernante se desligue de la ciudadanía como resultado de su elección.
La participación ciudadana es instrumento útil e indispensable para materializar el
poder popular, ya que desde cada reforma realizada antes de la constitución de
1991, buscaba ser una democracia participativa para que cada ciudadano tome
decisiones y se desligue de la democracia representativa. Y por implementar:
Desarrollar al individuo y su colectivo, construir una sociedad democrática,
participativa, pluralista, crítica y libre para ser autora de cada objetivo social,
consolida la solidaridad y proponer diversas formas de organización social, esto
hace que se tenga como resultado un ESTADO SOCIAL DE DERECHO.
Dentro de los métodos de participación ciudadana con los cuales contamos en
Colombia, podemos hablar de las Audiencias Públicas de Control y Rendición de
Cuentas y los Consejos Territoriales de Planeación (CTP), mecanismos
institucionales de interacción social, herramientas que fueron diseñadas con el
ánimo de fomentar la participación y la rendición de cuentas de los municipios del
país, siendo entonces necesario analizar a fondo tanto su diseño como la
implementación que realmente se lleva a cabo, evaluando su desempeño como
medios de integración entre el pueblo y el Estado.
La interacción entre Estado y ciudadanía se ve entonces cómo un punto esencial
en el camino por la consolidación democrática y construcción ciudadana, también
se muestra cómo un esfuerzo por mejorar la eficacia de las políticas públicas
sobre los espacios de interacción y de diálogo directo con la ciudadanía, vista
como una integración colaborativa entre gobierno, la administración pública y la
ciudadanía.
Estos medios se crearon en búsqueda de la identificación de las problemáticas,
permitiendo la creación de soluciones colectivas, lo cual permitiría que aquellas
decisiones del Estado fueran sólidas, sin embargo una es la meta planteada en el
diseño de estos espacios y otra la realmente alcanzada con la implementación de
los mismos. El ideal de estos mecanismos era generar interacción y confianza
entre los gobiernos y la ciudadanía, sin embargo estos se convirtieron en no
funcionales generando inclusive un mayor distanciamiento entre Estado y pueblo.
Según Douglas North (1993), las instituciones son, esencialmente, sistemas de
incentivos que moldean el comportamiento humano. Dichos sistemas son
complejos entramados que van desde la constitucionalidad y la legislación hasta
las costumbres y tradiciones de una región específica, y su nivel de impacto dentro
de la sociedad depende de la propia capacidad de aplicación y de generar
sanciones (enforcement) de la misma. Por lo mismo, al interior de la sociedad
pueden llegar a coexistir, paralelamente, dos tipos de "reglas del juego" que
definen la vida en comunidad: las instituciones formales y las informales. Dichas
reglas se dan de manera explícita, en el caso de las formales, a través de la
legislación nacional, mientras que las informales se presentan a manera de
tradiciones, códigos sociales y costumbres arraigadas en una determinada
comunidad.
Autores como Helmke y Levitsky, concluyen que al existir complemento entre las
metas que buscan alcanzar tanto lo formal como lo informal en materia de
acercamiento Estado - Ciudadanía, dicha relación se consolida como virtuosa,
mientras que si entran en competencia, buscando alcanzar metas distintas, las
acciones públicas tenderán al fracaso. Significando esto entonces que el éxito de
cualquier acción del Estado, dependerá de su diseño como del contexto social,
político y cultural, en el cual pretenda tener afectación.
Con la constitución de 1991 se incrementaron los espacios de participación en pro
de la diversidad poblacional, estos lograron un gran espacio de importancia en los
gobiernos locales.
Velázquez y González (2003) hacen un recuento de aquellos espacios generados:
1) Todos los espacios surgen como mecanismos "de arriba hacia abajo" (top-
down), diseñados por parte del gobierno y no como mecanismos de base; (2) las
exigencias para participar en dichos espacios prefiguran al sujeto participante, sin
recoger las dinámicas preexistentes; (3) los alcances de dichos espacios son
limitados desde su propio diseño institucional, siendo espacios consultivos no
vinculantes; (4) se establecen los mismos mecanismos para todo el territorio, sin
tener en cuenta el contexto en el que se implementarían; (5) y las instancias del
gobierno tienen un peso significativo y fundamental en su promoción y desarrollo.
Estas características son generales sobre el diseño de los mecanismos de
impacto en los gobiernos locales y sobre la ciudadanía, convirtiéndose más en
medios de consulta que de participación y dependientes de la voluntad caprichosa
del gobernante de turno incumpliendo con el fin real y primordial de estas
“herramientas”.
Las Audiencias Públicas, fueron creadas en la Constitución de 1991 y reseñadas
en el artículo 33 de la Ley 489 de 1998, como mecanismos de control ciudadano
donde el gobierno local presenta la evaluación interna de sus acciones de política
pública, en búsqueda de una mayor interacción con la comunidad y un
acercamiento de la administración a la ciudadanía. El fin primordial de estas
audiencias es dar a conocer la información de los gastos y la presentación de
resultados ante la ciudadanía, en aras de establecer una evaluación constante de
las acciones de los gobiernos municipales.
Por otra parte, los Consejos Territoriales de Planeación (CTP), creados por el
artículo 340 de la Constitución de 1991, y regladas por la Ley 152 de 1994 y la Ley
388 de 1997, son cuerpos colegiados de carácter consultivo, que actúan como
instancias de discusión en el proceso de planeación del Gobierno local. Éstos se
conforman por particulares y representantes de las entidades territoriales,
recogiendo miembros de los distintos sectores productivos, minorías étnicas y
organizaciones sociales del municipio, en aras de analizar, discutir y coordinar el
Plan de Desarrollo de sus territorios (Departamento Nacional de Planeación- DNP,
2007a).
Sus funciones se plantean básicamente en la formulación del Plan de Desarrollo
Municipal, el cual debe redactar el Gobierno local en los primeros meses de su
administración y que se convertirá en la agenda de políticas del territorio. En un
principio, los CTP solo tenían relevancia en dicho periodo para después pasar a
un letargo de cuatro años, pero en la Sentencia C-524 de 2003, la Corte
Constitucional establece la importancia de que dicho órgano consultivo
permanezca activo a lo largo de las administraciones, como mecanismo
participativo de seguimiento y evaluación.
Por otra parte, las debilidades de este ejercicio se observan desde el mismo
diseño institucional de los CTP y se resumen así:
Son instancias consultivas, es decir no tienen en ningún momento carácter
vinculante para el gobierno municipal. Los consejeros son elegidos mediante terna
presentada al alcalde, quien es el que toma la decisión de quién pertenece y quién
no al CTP. No cuentan con personería jurídica, por lo que no pueden obtener
ningún tipo de financiación aparte de la que el municipio les preste. Aunque la
alcaldía está obligada a prestar apoyo para su funcionamiento (Ley 152 de 1994,
art. 35), no existen sanciones por incumplimiento.

BIBLIOGRAFÍA
● North, D. C. (1993). Instituciones, cambio institucional y desempeño
económico. México: Fondo de Cultura Económica.
● Helmke, G., & Levitsky, S. (2004). Informal Institutions and Comparative
Politics: a research agenda. Perspectives on Politics, 2(4), 725-740. doi:
10.1017/ S1537592704040472
● Departamento Nacional de Planeación -[DNP]. (2007a). El papel de los
Consejos Territoriales de Planeación (CTP). Bogotá: DNP. Recuperado de
https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/Consejo%20Nacional%20de
%20Planeacm/Guia%20Consejos%20Terrltoriales%20web.pdf

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