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10 secretos para conducir bien

Diez puntos básicos que todo conductor debería tener en cuenta a la hora de
ponerse al volante de un automóvil

Un conductor al volante
 Propias
FRANCESC PLA
04/05/2014 00:00Actualizado a 16/03/2015 16:28

Haga una prueba. Pregunte a sus amigos, familiares o conocidos cómo conducen.
O ínstelos directamente a que reconozcan que lo hacen mal. Lo cierto es que
nadie se lo reconocerá y que todo el mundo cree saber conducir como Fernando
Alonso. Así es. Pocos conductores reconocen que conducen mal, que tienen
deficiencias y que deberían apuntarse, por ejemplo, a algún curso de conducción
de los que organiza el RACC.

En este país, donde en cualquier tertulia de bar puede aparecer un magnífico


entrenador de fútbol o un experto en fórmula 1, la modestia no es lo habitual. Y
que no conducimos tan bien como creemos queda demostrado cada fin de semana
en nuestra red de carreteras. Y es que ponerse al volante de un automóvil requiere
actitud, aptitud, paciencia, ciertos conocimientos técnicos y legales y, sobre todo,
grandes dosis de sentido común.

1. Al volante
Para conducir bien hay que empezar por el principio: sentarse bien al volante.
Pierda un minuto y ganará seguridad. Con la espalda bien pegada al respaldo,
estire completamente un brazo, sin separar el hombro del respaldo. Coloque el
brazo estirado justo por encima del aro del volante.

La mano debe quedar por detrás del volante y la muñeca justo encima del aro del
volante. Las piernas deben quedar algo flexionadas para llegar bien a todos los
pedales. Regule bien los retrovisores y ya puede abrocharse el cinturón de
seguridad. Y recuerde: la posición correcta de las manos en el volante es la de las
"tres menos cuarto" de las agujas de un reloj, con los dedos pulgares apoyados
sobre los radios del volante. La mayoría de los volantes tienen ya unas hendiduras
diseñadas para ello.

2. Vista

Hay que educar la vista para mirar a lo lejos y anticiparse a todo lo que pueda
suceder por delante. Esto es importante en autopista, donde la velocidad es
elevada. Por ejemplo, para detectar frenazos o las típicas retenciones.

También hay que prestar atención a la posible incorporación repentina de


vehículos a la carretera como camiones, tractores o bicicletas. No hay que fiarse
jamás de lo que no se ve con los propios ojos. Y adecuar siempre la velocidad a
lo que se pueda ver y desconfiar de las curvas con poca o nula visibilidad.

3. Frenar

Todos los coches llevan ya ABS. El principio es muy simple: con las ruedas
bloqueadas el coche no tiene dirección. Por tanto, el ABS impide que las ruedas
delanteras se bloqueen por fuerte que sea la frenada. De este modo, frenar para
aparcar o en un semáforo en ciudad es muy fácil. Todos sabemos hacerlo. Frenar
a 120 km/h para evitar una colisión ya es otra cosa. Pocos conductores frenan
bien en esas circunstancias.
Para detener el coche, en caso de posible colisión, sólo hay que hacer dos cosas,
pero hacerlas bien: frenar muy fuerte, como si tuviéramos que romper el pedal y
dirigir el coche con el volante hacia un sitio seguro. Hay que olvidarse de todo lo
demás (cambio, embrague o acelerador) si queremos detenernos bien.

4 Distracciones

Este punto requiere la aplicación de mucho sentido común. Los accidentes más
graves a menudo son consecuencia de una distracción. Por tanto, hay que
evitarlas y no manipular en marcha ningún tipo de dispositivo de entretenimiento
de los actuales. Por supuesto, el navegador hay que programarlo en parado, antes
de salir.

Es preferible incluso evitar según que tipo de conversaciones, aunque sea con el
manos libres. Una discusión acalorada por teléfono puede tener al volante
consecuencias nefastas.

5. Distancia

Mantener la distancia de seguridad es vital para evitar colisiones por alcance y


facilitar los adelantamientos de los coches que vienen por detrás y que van a un
ritmo superior. Sobre todo en vías rápidas. Además, siempre hay que adaptar la
velocidad a las condiciones climáticas.

6. Curvas

En autopista, circulando plácidamente en línea recta, todo es más fácil. Por algo
son vías más seguras y de pago. Por lo menos en Catalunya. Ahora bien, a la hora
de tomar una curva en carretera hay que tener muy clara la forma de proceder.
Antes de entrar en la curva hay que tener el trabajo hecho. Primero se frena -
siempre con el coche recto- y después se reduce. A continuación, se gira ya con
las dos manos en el volante. En toda curva, una vez la tenemos delante, hay que
imaginar un punto de entrada para iniciar el giro, un punto ideal de contacto en el
interior de la curva y una zona para empezar a acelerar, a la salida, al tiempo que
deshacemos el giro del volante.

7. Neumáticos

Más del 60% de los accidentes que se producen por fallos mecánicos se deben al
mal estado de los neumáticos. Son el único punto de contacto entre el automóvil
y la carretera. A través de ellos se transmite la potencia del motor y también la
potencia de frenado. Además, participan en la suspensión y dirección del
vehículo, liberan calor de los frenos y el dibujo tiene que ser capaz de evacuar el
agua que se acumula entre neumático y asfalto cuando llueve. Es responsabilidad
del conductor mantenerlos en buen estado.

8. Prestaciones

Aunque se puede conducir un automóvil sin saber dónde tiene el motor, los
conocimientos técnicos ayudan mucho a entender su comportamiento.

Básicamente, un coche es una mole metálica de unos 1.500 kg de peso sometida a


las leyes de la física. Así, al acelerar el peso se va hacia atrás y al frenar se
concentra en la parte delantera. Eso se llama desplazamiento de masas. Y su peso
genera inercias al abordar una curva. Por tanto, cuanto más peso, más inercia. Es
vital conocer características como el peso del coche y el tipo de tracción.

9. Ayudas

Gracias a los fabricantes, los automóviles actuales son infinitamente más seguros
que hace tan solo una década. Damos fe de ello cada semana en este suplemento
de motor. Y la seguridad, tanto pasiva como activa, tiene que ver con las
numerosas ayudas a la conducción cada vez más presentes en el equipamiento de
serie.

Por tanto, es fundamental que el conductor sepa cómo funciona el control de


estabilidad, el avisador de vehículos en el ángulo muerto o el dispositivo que
mantiene el vehículo en el carril en caso de despiste del conductor.

10. Ecología

Gastar menos combustible también es, por supuesto, ser un buen conductor. Hay
que comprobar la presión de los neumáticos regularmente. Después de arrancar,
ponerse en marcha enseguida suavemente, sin acelerones bruscos.

Hay que procurar utilizar marchas largas, sin sobrepasar el régimen de par motor.
En los semáforos, acelerar gradualmente y subir de marchas con rapidez. Si el
coche lo tiene, hay que utilizar siempre el sistema Start & Stop de parada y
arranque automático. Y mucha moderación con el aire acondicionado.

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