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¿PARA QUÉ?
¿POR QUÉ ES TAN
DIFÍCIL GOBERNAR?
PODER
¿PARA QUÉ?
¿POR QUÉ ES TAN
DIFÍCIL GOBERNAR?
Eduardo Robledo Rincón
México 2016
Primera edición, julio del año 2016
IMPRESO EN MÉXICO
© 2016 Eduardo Robledo Rincón
Coordinación Técnica
Ernesto Gómez Pananá
Supervisión Editorial
Ma. Sara Arenas Medina
Agradecimientos 9
Prólogo 13
Estructura de la edición 19
9
10 Eduardo Robledo Rincón
E l Poder ¿para qué? ¿Por qué es tan difícil gobernar? Este libro del in-
telectual y político Eduardo Robledo, exsenador, exgobernador,
exembajador, exsecretario de Estado y Doctor en Derecho Público, arranca
con preguntas desafiantes: Poder ¿para qué? ¿Por qué es tan difícil gobernar?
La primera parte, es una excelente combinación de manejo de con-
ceptos basados en trabajos de estudiosos del tema del poder, con una
minuciosa presentación de datos e información histórica, el Dr. Robledo
ofrece una primera respuesta: Poder para concretar una visión de país, de
comunidad. El poder al servicio de una causa y manejado con humildad.
Al señalar las posibles desviaciones de quienes acceden al poder, presenta
como ejemplo y contraparte, la carta de la esposa de Winston Churchill,
donde le señala, que él se está ganando el rechazo de sus colaboradores por
actitudes inapropiadas en el manejo del poder.
Analizando éste y otros hechos históricos, el Dr. Eduardo Robledo na-
vega con gran facilidad por una secuencia lógica que permite desnudar el
rol del poder en las distintas facetas de un político.
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que el otro haga lo que quieres, sino de que quiera hacer lo que tú quie-
ras que haga. De allí la importancia de la comunicación continua.
Destaca como elemento motivacional: el gobernante o líder, quien
puede optar por acceder al poder para, sólo administrar bien las cosas
o puede optar por el vuelo de altura y dejar un legado gracias a su capaci-
dad de innovar y hacer políticamente viable lo que parece imposible.
Me imagino que cuando habla sobre El factor del tiempo en el ejercicio
del poder, es que toma la idea práctica de trabajar en su consultoría sobre
el tema de la agenda del gobernante. El autor destaca una variable cuya
sola mención, debe llamar la atención de cualquier gobernante: el tiem-
po y la política.
El tiempo de la gestión no es infinito y su gerencia es importante para
pasar de las conversaciones sobre posibilidades, a conversaciones para la
acción cuando se es gobierno. Precisa su análisis cuando recomienda “Los
primeros cien días de un gobernante son vitales para empezar a construir
credibilidad que demanda la población”.
Destaca la importancia de lo político: Sumar fuerzas para hacer via-
ble la agenda de cambio. Así, distingue la importancia de la construcción
de alianzas sobre todo, en estos tiempos en los cuales los ganadores no
logran la mayoría en sus congresos nacionales o locales.
Por último, quiero destacar cómo el libro en sí mismo recoge la esencia
del líder: acceder y retener, poder para poder cumplir con sus promesas. Al
ser gerenciable puede estratégicamente decidir perder poder en algo para
construirle viabilidad a lo esencial.
Ceder y negociar para avanzar en lo sustantivo es clave en el proceso
de la gerencia política.
Pablo Picasso, Minotauro bebiendo junto a muchacha, 17 mayo 1933, Agua Fuerte.
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Por eso mismo, en esos gobiernos las reflexiones sobre los problemas de
gobernar no existen ni son necesarias.
En cambio, gobernar en la democracia, es un acto demasiado difícil y
complicado, porque involucra no sólo la voluntad de una persona, sino los
intereses, aspiraciones, necesidades y propuestas de diversos grupos socia-
les. Y, en esa medida, cualquier decisión o propuesta de gobierno, tiene
que conciliarse y negociarse, es decir, se requiere construir consensos con
diferentes actores sociales, antes de ser ejecutada.
El optimismo por la democracia fue mayor en la perspectiva de los
países que transitaban de un gobierno autoritario a uno de naturaleza de-
mocrática. Se pensaba, y esta idea era ampliamente compartida, que el
futuro democrático ofrecería mejores caminos.
Esta percepción de mayor gobernabilidad se fundó básicamente en el re-
lativo éxito de tres procesos a veces simultáneos: a) la democratización de las
1 2 3
sociedades, b) la globalización y c) la revolución tecnológica.
No obstante, los problemas de ingobernabilidad, inseguridad, desi-
gualdad y desempleo, entre otros muchos, vuelve a poner en duda la
capacidad de los gobiernos para dirigir a sus sociedades y encaminarlas
1
Maravall (2013) comparte esta opinión y explica que desde la década de los setenta,
la democracia ha ganado terreno como sistema de gobierno en el mundo, ya que si en
1970 había sólo 40 democracias de un total de 136 regímenes estudiados (29.4 por
ciento), para 1980 esta relación fue de 51/160 (31.9 por ciento), en 1990 eran democrá-
ticos 73 regímenes de 164 (44.5 por ciento) y en el año 2000, son demócratas 109 de 190
países (57.4 por ciento).
2
El impacto de la globalización se puede observar de muchas maneras. Una de ella
es a través del análisis del crecimiento del comercio internacional. En los países desarro-
llados, el comercio internacional, como proporción del pib aumentó de 32.9 por ciento a
37.9 por ciento entre 1990 y 2001, mientras que en los países en desarrollo, esta propor-
ción cambió de 33.8 por ciento a 48.9 por ciento. Otra forma es el análisis del aumento
de la Inversión Extranjera Directa global, la cual aumentó de 324 mil millones de usd en
1995 a 1.5 billones de usd en el año 2000 (2014a).
3
La revolución tecnológica se observa en la súbita y dramática transformación que
han vivido distintos aspectos y procesos de la vida social y colectiva. En términos comuni-
cacionales, por ejemplo, se estima que a fines de 2014, en el mundo habían en operación
unos 7 mil millones de teléfonos celulares y cerca de 3 mil millones de usuarios de Inter-
net (uit 2014). La revolución tecnológica en la medicina ha permitido que la expectativa
de vida global, por primera vez, rebase la línea de los 70 años, cifra seis años mayor a lo
reportado en el año 2000 (onu 2014).
¿Por qué es tan difícil gobernar? 25
Dificultades externas
3. La democratización de la sociedad
Monitorear Políticas
- Estrategias de comunicación
Educar ciudadanos (pedagogía) - Paneles de control
- Visualización de datos - Cronologías
- Muestras de procesos de Gobierno
- Infografías
Romper silos y estructuras piramidales
- Visualización
Consultar ciudadanos
- Muestras de proceso de gobierno
- Buscar críticas, sugerencias
- Infografías
e ideas
Trabajar horizontalmente
- Entre organizaciones
- A través de territorios con:
Deliberar con ciudadanos Herramientas de diseño de servicios
- Organizar debates públicos - Metodologías ágiles para:
Empoderar ciudadanos
Favorecer la cooperación
Compañías
Co-diseñar Políticas ONG
con ciudadanos Organizar alianzas (dentro/entre)
Autoridades públicas
AHORA
5. Crisis de la representación
Hoy la sociedad se siente cada vez menos representada por los partidos y
confía menos en la política y en los políticos. Son varios los países donde
crece la desconfianza hacia los partidos, los gobiernos y las instituciones
públicas. Por un lado, las instituciones que definen el acceso al poder son
cuestionadas severamente. En América Latina, “son llamativos los nive-
les relativamente bajos de apoyo a la creencia que los partidos políticos
representan a sus votantes” (Corral, 2010). En los países del continente
¿Por qué es tan difícil gobernar? 31
americano, el promedio de personas que afirma que los partidos son una
representación de los que votan por ellos es inferior a 50 por ciento. En
los casos de Haití, Ecuador, Brasil y Paraguay, menos de la tercera parte
de los ciudadanos tiene una percepción favorable respecto a los partidos
(Latin American Public Opinion Project 2014).
Por otra parte, las instituciones encargadas de ejercer el poder, tampo-
co están aisladas de este creciente cuestionamiento público. Hoy en día,
menos de la mitad de los latinoamericanos (49 por ciento), aprueban la
gestión de su gobierno. Es más preocupante aun que en países como Costa
Rica, Chile, Paraguay y Honduras, esta proporción ni siquiera alcanza una
tercera parte (Latinobarómetro, 2014). La falta de credibilidad en las ins-
tituciones genera un déficit de legitimidad que, en múltiples ocasiones, ni
siquiera con un ejercicio del poder adecuado y efectivo, se logra revertir.
Lo anterior, nos muestra una creciente falta de confianza en la democracia
y las instituciones que emanan de ella para llevar a cabo la tarea de gober-
nar. Ya sea porque esta desconfianza se basa en procesos poco eficaces de
socialización o en un análisis racional que los ciudadanos hacen sobre el
desempeño de los sujetos políticos (Del Tronco, 2012).
Facebook con 1,591,000,000 de usuarios, si fuera país sería el más grande del planeta.
¿Por qué es tan difícil gobernar? 33
8. La desigualdad social
4
El coeficiente de Gini es un número entre 0 y 1, donde 0 se corresponde con la
igualdad total (todos tienen los mismos ingresos) y donde el valor 1 se corresponde con
la desigualdad total (una persona tiene todos los ingresos).
36 Eduardo Robledo Rincón
9. El Quinto Poder
“Crimen organizado mueve 870.000 usd M, 1,5 por ciento de pib mundial”,
5
2014. http://www.americae-conomia.com/economia-mercados/finanzas/crimen-organi-
zado-mueve-us870000m-15-de-pib-mundial
¿Por qué es tan difícil gobernar? 39
Vicios internos
El acceso cuestionado
Querido mío:
Confío en que me perdones por decirte algo que creo deberías saber.
Uno de los hombres de tu entorno (un amigo fiel) ha acudido a mí para de-
cirte que corres el riesgo de que tus compañeros y subordinados te acaben to-
mando antipatía debido a tu dureza, tu sarcasmo y tu despotismo. Al parecer
tus secretarios personales han acordado comportarse como colegiales y acep-
tar lo que se les viene encima y después huir de tu presencia encogiéndose de
hombros. En esferas superiores, al parecer eres tan despectivo cuando alguien
sugiere una idea (en una asamblea, por ejemplo) que pronto nadie presentará
idea alguna, ni buena ni mala. Esto me sorprendió y me disgustó, porque a lo
largo de todos estos años me he acostumbrado a que todos los que trabajan
¿Por qué es tan difícil gobernar? 51
Fuente: Cartas memorables, recopiladas por Shaun Usher, Ediciones Salamandra, Espa-
ña, 2014.
52 Eduardo Robledo Rincón
INEFICAZ EFICAZ
Eficiencia: administración de recursos
NO SE OBTIENEN SE OBTIENEN
RESULTADOS PERO RESULTADOS Y SE
EFICIENTE
NO SE DESPERDICIAN UTILIZAN BIEN
RECURSOS LOS RECURSOS
NO SE OBTIENEN SE OBTIENEN
RESULTADOS Y SE RESULTADOS, PERO
INEFICIENTE
DESPERDICIAN SE DESPERDICIAN
RECURSOS RECURSOS
Napoleón I, 1812.
Tener poder es controlar el tiempo de los otros y el suyo propio, el tiempo del
presente y del futuro, el tiempo pasado y el de los mitos, nos dice Jacques Attali.
El manejo del tiempo es un acto de poder y, por lo mismo, es necesario
reflexionarlo. En los regímenes autoritarios, el gobernante enfrenta menos
limitaciones; ya que no tiene quién le imponga plazos fijos dentro de los
cuales deberá emprender y concluir determinadas acciones. El gobierno
autoritario tiene poder para esperar y hacer esperar a los ciudadanos. Tam-
poco está obligado a cumplir sus promesas, si acaso las hubo (Linz, 2009).
Los regímenes autoritarios no necesitan enfrentarse a las limitaciones
temporales impuestas por el calendario más o menos rígido de las deci-
siones políticas, como el que resulta de elecciones regulares. No obstante,
contrariamente a los sueños de inmortalidad y al esfuerzo para institucio-
nalizar la ocupación vitalicia de las posiciones clave, el tiempo constituye,
también para ellos, un límite del cual no pueden escapar (Linz, 2009).
Si para Linz, incluso los gobiernos autoritarios tienen límites de tiempo,
en la democracia, el gobernante cuenta con menos márgenes para su pro-
yecto de transformaciones sociales. El gobernante de un país democrático
es más temporal, más sujeto al paso de los días, por dos razones. En primer
lugar, porque su mandato se corresponde con un periodo determinado, des-
pués del cual, solamente quedará el juicio de la sociedad. En segundo lugar,
porque los ciudadanos que votaron por una persona y un proyecto de cam-
bio social no van a esperar eternamente. A veces, los ciudadanos no son los
mismos, dado que en un corto periodo emergen las nuevas generaciones de
electores o de nuevos protagonistas políticos (Linz, 2009).
El manejo incorrecto del tiempo lleva a la informalidad de los gober-
nantes; a la impuntualidad; a tener la prisa como compañera inseparable; a
la desidia y, lo que es más grave, a perder el sentido de la oportunidad. Na-
poleón Bonaparte decía que la oportunidad para atacar se presenta cuando
aparece el alba, debido a que el sueño del enemigo es más pesado y si no
se aprovechan las coyunturas no se podrán ganar las batallas. Por su parte,
los antiguos catequistas católicos solían decir que el diablo es más peligroso
(que por viejo y que por diablo) porque nunca duerme y está a la caza de
las oportunidades para apoderarse de las almas.
¿Por qué es tan difícil gobernar? 59
CAMBIO
RESISTENCIA AL CAMBIO
LIDERAZGO
TIEMPO
Fuente: GP3
¿Por qué es tan difícil gobernar? 61
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Chile
Uruguay
Costa Rica
Brasil
Panamá
Colombia
México
El Salvador
Perú
Nicaragua
Paraguay
Argentina
Honduras
Guatemala
Ecuador
Bolivia
Venezuela
Los datos del Worldwide Governance Indicators (WGI) muestran que Venezuela obtie-
nen los valores más bajos de la región.
62 Eduardo Robledo Rincón
que puede transmitirse por redes de sanguinidad, tal como sucedió con las
monarquías de otros tiempos. Los Habsburgo, los Plantagenet, los Estuardo,
los Austrias y los Borbones, entre otros.
El vicio del nepotismo aparece desde que el gobernante electo comien-
za a distribuir los futuros favores a sus familiares. Para que exista el nepo-
tismo, no es necesario que se otorguen nombramientos a los familiares o
a los allegados. El nepotismo es el ejercicio de la autoridad a favor de los
intereses y negocios de los actores cercanos al gobernante. También hay
nepotismo cuando se ejerce el poder o la autoridad para preparar los pro-
cesos futuros de sucesión. “Limpiar el camino” para una sucesión a favor
de familiares o amigos es una acción nepótica.
En diversos países de América Latina, incluido México, la estructura
política funcionó durante mucho tiempo, a partir de un esquema patri-
monialista. Sin embargo, con el transcurso del tiempo, su mantenimiento
resultaba muy oneroso. El patrimonialismo encaja más en las formas eco-
nómicas y políticas tradicionales. En un entorno de economías abiertas y
de régimen político democrático, con contrapesos institucionales, el patri-
monialismo deja de ser un instrumento viable.
El pintor Francisco Toledo anunció que promoverá el otorgamiento del premio a “los
políticos sordos” que imponen sus decisiones sin atender los reclamos ciudadanos.
Fuente: Virgilio Sánchez /Agencia Reforma, el 30 de septiembre de 2015.
¿Por qué es tan difícil gobernar? 65
Las 11 lecciones
de Robert S. McNamara
2. La racionalidad no va a salvarnos.
4. Maximiza la eficiencia.
6. Obtén el dato.
Hasta aquí, he pretendido dar respuesta a la pregunta, ¿por qué es tan difícil
gobernar? En la democracia, la tarea de gobernar es una labor más difícil y
compleja que antes. Dificultades externas y vicios internos se presentan a
todos aquellos que aspiran a gobernar una sociedad. Las sociedades ya no
se conforman con buenos gobiernos y exigen tener grandes gobiernos. Lo
interesante es proponer un método para enfrentar las dificultades externas
y disminuir los vicios internos al momento de gobernar.
La Gerencia del Poder es un método que busca dar respuesta a la pre-
gunta y, al mismo tiempo, enfrentar las dificultades externas y los vicios
internos.
La democracia nos ha brindado las mejores herramientas y formas de
acceder al poder; pero no ha garantizado por sí misma que los gobiernos
que de ella surjan, ejerzan el poder de modo efectivo en la búsqueda del
beneficio colectivo. Esto es, particularmente cierto, en sociedades que vi-
vieron una transición democrática en la cual se consolidó la democracia
electoral, pero que no necesariamente, acompañaron este relevante progre-
so con el robustecimiento del andamiaje institucional estatal que permite
y fortalece la vida asociada.
Este proceso ha llevado a muchos gobiernos a perder uno de sus activos
más importantes, el poder, incluso, cuando detenten el poder formal, ele-
mento también imprescindible para implementar lo que estipula el marco
normativo en materia de funciones y límites del gobierno. El viejo sis-
tema desaparece paulatinamente en la mayoría de las democracias, pero se
mantiene en la sociedad la certeza sobre su eficacia durante el periodo en
que se conservó. Sobre todo frente a los ineficaces gobiernos del periodo
democrático.
Sin embargo, y a pesar de que entre la ciudadanía exista la incertidum-
bre sobre el futuro y se cuestione si la democracia sirve o no para resolver
los grandes problemas sociales, los actores políticos deben y pueden evitar
que se diseminen y reproduzcan las nostalgias por el autoritarismo hasta el
punto en el que se conviertan en aspiraciones mayoritarias.
En efecto, mientras que el optimismo inicial generado en torno a la
capacidad de la democracia para responder a las expectativas sociales de
¿Por qué es tan difícil gobernar? 73
Sumario
El mito de sísifo
La lucha de sí mismo hacia las alturas es suficiente para llenar el corazón del hombre.
El Mito de Sísifo (1942)
Albert Camus.
El mito de Sísifo, que se considera metáfora del esfuerzo inútil del ser hu-
mano, ha sido fuente de inspiración de representaciones pictóricas, como
el cuadro de Tiziano Vecellio, realizado entre 1548 y 1549, que se encuen-
tra en el Museo del Prado, y de estudios filosóficos, como el del filósofo
francés Albert Camus.
Desde un punto de vista de la filosofía existencialista, Camus aprove-
cha el mito de Sísifo para desarrollar la idea del “hombre absurdo” que se
muestra perpetuamente consciente de la completa inutilidad de su vida.
También es aquél que, incapaz de entender el mundo, se confronta en
todo momento a esta incomprensión. Es el hombre rebelde, o aquel que
se confronta, todo momento, con el mundo. Camus afirma que Sísifo ex-
perimenta la libertad durante un breve instante, cuando ha terminado de
empujar el peñasco y aún no tiene que comenzar de nuevo.
CAPÍTULO II
La pregunta obligada
P oder ¿para qué? Debe ser la primera gran pregunta que debe
hacerse quien aspira a tener un cargo público. Si no tiene una
respuesta clara y precisa para convencerse a sí mismo y, por eso mismo, no
puede convencer a otros actores, el aspirante “probablemente candidato
y posiblemente gobernante o representante ante los órganos legislativos
correspondientes” sólo aplicará el poder formal. Podrá ganar las elecciones
y ocupar el cargo, pero sus acciones de gobernar serán generalmente limi-
tadas. Su estancia en el cargo se limitará a un, siempre relativo, disfrute de
los planos superfluos de tener autoridad y del estatuto formal correspon-
diente, con todas sus implicaciones negativas.
Si el gobernante no tiene claridad y pasión en lo que busca, pueden
presentársele problemas que van desde los desencantos personales o so-
ciales hasta las tensiones que, en un corto plazo, pueden poner en ries-
go la estabilidad social y, consecuentemente, la permanencia en el cargo.
El gobernante vulnerable podrá neutralizar o acotar los problemas en un
77
78 Eduardo Robledo Rincón
3. Definir los propósitos del poder —poder, ¿para qué?— facilita el ac-
ceso al gobierno en el marco de una sociedad democrática con pro-
cesos políticos cada vez más complicados. Tener un objetivo claro y
Poder, ¿para qué? 83
manera clara, esta propuesta permitirá saber con qué fuerza se cuen-
ta para llevar a cabo un proyecto político e histórico en una sociedad
y en un tiempo determinado.
8. Saber para qué se quiere el poder, permitirá crear y operar una es-
trategia para alcanzar el poder y también para ejercerlo. Será, como
ya se ha apuntado, un factor decisivo para competir con éxito en las
contiendas electorales y para construir los cimientos de su aplica-
ción. Tener clara la intención del poder también servirá para crear
las condiciones, alinear las fuerzas coincidentes y definir las meto-
dologías para su ejercicio. Cuando el objetivo es claro, serán me-
nos complicadas las estrategias de negociación post-electoral, de los
tiempos intermedios entre el triunfo electoral y la asunción en el
cargo, las acciones de comunicación y de acercamiento político con
los protagonistas a los que vencimos electoralmente.
9. Poder, ¿para qué? es un recurso para hacer frente al desgaste cada vez
mayor de la clase política en diversos puntos del planeta. La clase
gobernante o participante en los procesos políticos solamente será
viable en la medida en que proponga acciones históricas realistas y
trascendentes. En los países de democracia reciente, el desencanto
ha substituido a la fascinación democrática: cada vez hay menos par-
tidarios de este procedimiento para elegir gobernantes o instancias
de participación legislativa.
En realidad se esperaba mucho y los resultados han sido, para
decir lo menos, muy modestos. En ese orden los electores, el actor
decisivo del procedimiento democrático, solamente van a ser recep-
tivos a las propuestas de cambio social, entendido éste como un
esquema de cambios que sin rupturas ni derrumbes, trasciendan al
ejercicio administrativo. Poder, ¿para qué? es una vía para dar subs-
tancia a la democracia y reanimar a los ciudadanos en cuanto a su
ejercicio. Para relegitimar la democracia se necesita darle una subs-
tancia de cambio real.
86 Eduardo Robledo Rincón
desde la sociedad. Por eso mismo, la intención primigenia del poder cons-
tituye la piedra angular para que el gobernante lo sea realmente y trascien-
da más allá de lo plazos formales de gobierno. La intención es el principio
del método y de las acciones inherentes. Como base para definir las formas
y secuencias del poder, la intención política va más allá de las campañas y
de los ánimos sociales en tiempo electoral. Si sabemos a dónde queremos
ir —a la manera de Lewis Carrol— podremos escoger el mejor camino.
Es fundamental que el poder —con un objetivo claramente prede-
terminado— modifique las relaciones sociales y redefina la función de las
instituciones y, en caso necesario, las transforme o sustituya. Sin embargo,
es importante diferenciar entre la transformación y la fragmentación o la
ruptura de la sociedad de que se trate. Se deben adecuar los usos e insti-
tuciones sociales a los nuevos entornos que se viven, pero sin destruir el
andamiaje: sin autodestruirse.
Así, la transformación sin fractura debe ser el marco de referencia para
la conducción de un gobierno y el factor que inspire un modelo básico
para trascender positivamente y generar un legado aceptable. Ciertamen-
te, es incumbencia de todo el gobierno, pero de manera muy particular, del
gobernante. Una transformación improvisada o violenta —de ruptura—
abre el camino para los proyectos fallidos —los Estados colapsados— que,
por lo general, tienen como corolario la violencia o la ingobernabilidad.
Más allá de la buena o, incluso, excelente administración de los recur-
sos públicos o del cumplimiento puntual en los programas de gobierno,
los gobernantes en la democracia tienen la obligación moral, histórica y
política de ser transformadores de la estructura social. Esta obligación debe
cumplirse con nuevos diseños institucionales, que reagrupen y orienten los
elementos del poder y los hagan funcionar de manera estratégica. El poder
como medio y el cambio social como finalidad.
Solamente con propuestas claras se podrá revertir la tendencia social
que ha mermado ya los entusiasmos de manera significativa respecto a la
democracia. Ciertamente, como antes se apuntó, los cambios en el esque-
ma económico y en la estructura social pueden hacerse desde la institu-
cionalidad misma. Es decir, dentro del modelo económico vigente cuyo
centro es la economía de mercado. Para que el gobierno sea un agente de la
renovación estructural no se requiere romper con las bases de la sociedad,
88 Eduardo Robledo Rincón
Sumario
La propuesta de Nelson Mandela fue clara: llegar al poder para crear una
sociedad de igualdad racial en su país. Mandela estuvo prisionero durante 27
años, y gobernó Sudáfrica, del 10 de mayo de 1994 al 14 de junio de 1999.
Poder, ¿para qué? 91
Fuente: www.lifeder.com/frases-de-nelson-mandela/
CAPÍTULO III
¿Qué es el poder?
E ste libro no pretende desarrollar una nueva teoría del poder; sino
explorar algunas definiciones, a partir de una perspectiva teórica
comparada; para después concentrarnos en los aspectos operativos que po-
sibilitan su acceso y ejercicio.
Para abordar el tema del poder se requiere reconocer su carácter in-
disociable de la propia existencia social del hombre (Ferrero, 1998), y su
presencia en toda organización humana.1 El Estado es sólo una de ellas,
aunque, sin lugar a duda, la más trascendental en virtud del dominio que
ejerce en todas las esferas de la sociedad. De hecho, la transformación en
el concepto del poder ha acompañado la estructuración misma del saber
político y asumió un papel central en la constitución del Estado (Scattola,
1
Una lectura semejante se encuentra en Marina (2008: 135-136), quien señalaba
que: “El poder nos permite asomarnos al enigma de la naturaleza humana […] el hombre
es a la vez un poder constituyente y un poder constituido”.
93
94 Eduardo Robledo Rincón
concentra en las intenciones o fines que sustenta los motivos que animan
la búsqueda del poder.
El poder puede entenderse como un fenómeno “positivo”, de búsque-
da de acuerdos y consensos, o bien, un fenómeno “negativo” basado en
el conflicto. Las dos caras del dios Juno, que describe Duverger, ilustran
esta naturaleza dual del poder. Sobre las dos perspectivas encontramos
importantes autores y teorías fundamentales, independiente de su esencia
positiva o negativa, existe un elemento que subyace: el fenómeno de la
obediencia, el cual, se presenta de forma manifiesta en toda expresión de
poder; “conocer las causas de esa obediencia equivale a conocer [su] esen-
cia” (Jouvenel, 1998).
¿Por qué se obedece? ¿Cuál es la causa última que hace que un indivi-
duo acate la voluntad de otro? La respuesta a estas preguntas se halla con
el momento histórico en el cual se realicen, ya que no existe una respuesta
de valor universal; “no existe un principio de obediencia al margen de la
historia, como tampoco existe una única razón de la obediencia” (Ferrero,
1998). La razón de la obediencia emana de motivaciones tales como la
religión, la tradición o la legitimidad, o bien, la fuerza, la imposición o el
uso de la violencia.
A lo largo de la historia, se han desarrollado teorías que analizan al
poder desde diferentes perspectivas: por un lado, el conciliador, que busca
acuerdos y promueve solidaridad, y el conflictivo, el cual por medio del
enfrentamiento, busca prevalecer.
Las teorías consensuales son aquellas que parten del acuerdo, privilegian
en sus explicaciones la importancia del principio de la legitimidad; por lo
que para éstas, el poder es ante todo, la capacidad de llevar a cabo acciones
basadas en el consentimiento, en la aceptación pacífica del gobernante por
parte del gobernado. Es decir, el poder resulta de la interacción consecuente
de actores en torno a una idea; muchas veces con un propósito definido,
aunque no necesariamente. En este caso se puede hablar del poder para.3
3
“Para Weber, las relaciones de mandato y obediencia, más o menos continuas en el
tiempo […] tienden a basarse no solamente en fundamentos materiales o en la pura cos-
tumbre de obedecer que tienen los pueblos sometidos […] sino también y principalmente,
en un específico fundamento de legitimidad” (Bobbio, Mateuci y Pasquino, 1978: 1224).
96 Eduardo Robledo Rincón
A lo largo de la historia se han construido “tantas definiciones del poder como flores de
cerezo en el Japón”, no existe consenso sobre qué es el poder, (Toffler 1990).
4
Wrong (2002: xxiii), véase especialmente el capítulo 6: “The Bases of Power: Indivi-
dual and Collective Resources”.
¿Qué es el poder? 97
5
En este sentido, Arendt sostiene que “en [una] comunidad política […] la relación
entre gobierno y ciudadanos es radicalmente distinta de la forma en que ésta ha sido gene-
ralmente entendida. El gobierno se concibe a menudo como un conjunto de hombres que
gobiernan a sus súbditos y promulgan leyes o mandatos que estos últimos, están obligados
a obedecer. En una comunidad política, en cambio, el gobierno no es un organismo exter-
no y superior, sino que se compone de hombres a los que el pueblo ha conferido poderes
para ejercer la autoridad en su nombre y a los que el pueblo está dispuesto a apoyar […],
por lo tanto, señala que es impropio decir que los ciudadanos están ‘gobernados’ o ‘regi-
dos’ por el gobierno” (Parekh 1982: 28).
6
Wrong relaciona “poder para” con “libertad para” y “poder sobre” con las restriccio-
nes impuestas por un actor A a un actor B (Wrong 2002: x). Para una tipología del poder
concisa y que brinda orden conceptual (poder sobre, poder con, poder para, poder entre),
véase también Csaszar (2004).
7
El poder, según Weber (1977: 43), es “la probabilidad de imponer la propia vo-
luntad, dentro de una relación social, aun contra toda resistencia y cualquiera que sea el
fundamento de esa probabilidad”.
98 Eduardo Robledo Rincón
8
En este mismo sentido, Bertrand Russell (2004), explica que las dos grandes aspira-
ciones de la humanidad son el poder y la gloria.
102 Eduardo Robledo Rincón
Carl Schmitt fue un filósofo complicado y discutido por ser discutible. Sin em-
bargo, aporta la propuesta de entender al poder antes de calificarlo. El poder
es un evento humano y, por eso mismo, es discutible y sus moralidades son
relativas. Para usar una expresión de Jorge Luis Borges: el poder sucede y, para
Schmitt, tiene vida propia, es un elemento que suele escapar a sus protagonis-
tas. En una paradoja mayor, los protagonistas del poder pueden convertirse
en súbditos del mismo. El poder puede construir moralidades, marcos jurídi-
cos y rasgos especiales para sus agentes. El poder entraña peligros.
En este marco conceptual y epistemológico se da el diálogo sobre el po-
der, mismo que resume una transmisión radial en la emisora de Hessen, en
Fráncfort, bajo el título de “Principios del poder”, realizada el 22 de junio
de 1954. El programa radial se refiere al poder y sus implicaciones, tanto de
su proceso como tal, como las de naturaleza moral que suelen ser mucho
más complicadas. El formato es el de un diálogo, en donde un estudian-
te hace las preguntas y Carl Schmitt responde con base a un manuscrito
que había preparado para esa presentación. Por eso mismo, es de supo-
ner que lo expresado refleja pensamientos ya decantados teóricamente y
nutridos por sus experiencias personales. Mencionaré aquí las que consi-
dero más relacionadas con el poder en el marco del libro.
¿Qué es el poder? 103
Carl Schmitt (CS): Nos queda entonces una sola respuesta: el poder que un
hombre ejerce sobre otros hombres proviene de los propios hombres
E: Esta claro el hombre es un hombre para el hombre es solo porque hay hom-
bres. Es solo porque hay hombres que obedecen a otro hombre que a este le
es concedido el poder. Si dejan de obedecerlo el poder desaparece por sí solo.
CS: Los poderosos y los sujetos al poder conforman una unidad política. Se
da aquí el caso de que quien tiene el poder puede generar continuamente
estímulos eficaces para la obediencia que de ningún modo son siempre inmo-
rales: otorgando protección y una existencia asegurada mediante la educación
y el interés solidario por los otros.
E: ¿Dice usted, entonces, que hoy en día un poderoso puede hacer lo que quiere?
E: Esto puede llegar a ser bueno si el poderoso no cumple con lo que debe.
Aún no veo claramente qué es mejor aquí si el poder directo o lo indirecto.
CS: ¿Quién decide en un caso concreto si un hombre es bueno o malo? ¿El pro-
pio poderoso u otro? Tener el poder significa, sobre todo tener la posibilidad de
definir si un hombre es bueno o malo. Es parte de su poder: si es otro quien deci-
de, es precisamente ese otro quien posee el poder o por lo menos quien lo emplea.
CS: Para comprender la esencia del poder humano como se nos ha revela-
do… lo mejor es que empleemos una relación que encontró… Thomas Ho-
bbes,… el más moderno de los filósofos que han tratado el tema del poder…
Hobbes expuso esta relación y la definió con toda exactitud… dice Hobbes:
para los hombres por quienes se cree amenazado, el hombre es más peligroso
que cualquier animal, así como las armas humanas son más peligrosas que las
del animal. Es una relación clara y definida.
¿Qué es el poder? 105
Poder y pensamiento
John Kenneth Galbraith (15 octubre 1908-29 abril 2006), reconocido economista estadou-
nidense y gran teórico del poder. En la foto con John F. Kennedy, y Jawaharlal Nehru.
106 Eduardo Robledo Rincón
CONDIGNO
(CASTIGO)
COMPENSARIO
(RECOMPENSA)
CONDICIONADO
(PERSUACIÓN)
La gráfica muestra las tres formas del poder y su relación con las fuentes de donde pro-
viene. La expresión más acabada del poder es el condicionado y tiene su fuente en la
organización.
Fuente: GP3 con base en Galbraith (1983).
¿Qué es el poder? 107
Autoridad y poder
La diferencia entre fuerza y poder se puede ejemplificar de manera elocuente por la relación
entre gato y ratón. Cuando el gato atrapa al ratón aplica su fuerza, cuando lo suelta pero lo
tiene a su disposición para jugar con él está aplicando su poder.
Elias Canetti
Benito Juárez
¿Qué es el poder? 111
Autoridad y caballeros
Ceremonia de investidura de
Leonor de Aquitania (1122-
1204) a un caballero durante
las Cruzadas, bajo las palabras
de: “Qué Dios os da fuerza,
valor y lealtad para con vuestro
Señor… y victoria sobre los
infieles”. La autoridad permite
eventos simbólicos, como el de
armar caballeros, pero no implica
que estos caballeros resultarán
triunfadores. Para ganar la guerra
se requiere del poder.
9
Aquí se refiere al sentido que Weber le da a la burocracia, relacionado con la pro-
fesionalización, precisión, regularidad, exactitud, eficiencia y especialización de cualquier
organización o estructura organizativa.
10
“En la concepción de regímenes democráticos se excluyeron no sólo los rasgos de
la sociedad y de la economía, sino todos los aspectos políticos que no están estrictamente
relacionados con los procedimientos de acceso al poder” (Mazzuca, 2006).
11
Y no es que se menosprecie a la democracia electoral, pero debe reconocerse su cre-
ciente pérdida de significado para asegurar que los gobiernos electos tengan la capacidad
de enfrentar los problemas sociales.
114 Eduardo Robledo Rincón
Sumario
¿Qué es El poder?
el poder y su simbolismo
117
118 Eduardo Robledo Rincón
es sólo uno de los primeros pasos para obtener el poder que los gobiernos
requieren, para dar respuesta a las transformaciones que sus sociedades
necesitan.1 Es precisamente, el deficiente y defectuoso ejercicio del poder
en donde se han cifrado los principales déficits de las democracias lati-
noamericanas. En este sentido, para la Gerencia del Poder, el acceso y el
ejercicio del poder constituyen fases políticamente articuladas, de modo
particular, más que responder a la necesidad de un gobierno, se ocupa de
las necesidades directivas y las habilidades políticas del propio gobernante.
Fuente: GP3
De acuerdo con el pnud (2004:37), “Un estado sin poder transformar el mandato
1
electoral en una expresión de voluntades sin consecuencias y una sociedad sin participa-
ción activa lleva, tarde o temprano, a una peligrosa autonomía del poder, que dejará de
expresar las necesidades de los ciudadanos”.
La Gerencia del Poder 125
El modelo Acceder
Es una metodología que combina las fuentes y los instrumentos del poder en
una competencia democrática. Es una herramienta para construir el acceso
al poder por la vía del voto, el cual, debe ser conquistado tras una partici-
pación exitosa en la contienda electoral. En la actualidad, esta competencia
es particularmente complicada, porque los factores que intervienen en la
orientación y el sentido del comportamiento de los electores son múltiples y
la mayor parte de ellos no pueden prevenirse ni, mucho menos, controlarse.
La propuesta política que se pretende hacer triunfar, deberá competir
con otras que también son —por lo menos, esa puede ser la percepción—
atractivas. Acceder es un modelo que se desarrolló no sólo para llegar a un
puesto público, sino para obtener el poder que permite, en caso de resultar
La Gerencia del Poder 127
El modelo Ejercer
Este modelo se refiere a combinar las fuentes y los instrumentos del poder
para hacer operable el objetivo central del poder. Ejercer no es solamente
administrar el día a día, sino transformar a la sociedad y sus instituciones.
Es construir un gobierno capaz de cubrir las expectativas y los requeri-
mientos sociales, capaz de hacer grandes transformaciones.
En las democracias contemporáneas el escenario que rodea las con-
diciones del ejercicio del gobierno es generalmente desfavorable. Casi to-
dos los gobiernos deben enfrentar las dificultades propias de una sociedad
marcada por la desigualdad y, lo que es políticamente más grave, gobernar
con minorías parlamentarias. Ejercer es resolver las contradicciones de una
sociedad que exige demasiado a un gobierno con poco poder centralizado
y muchas expectativas ciudadanas. Por supuesto, resolver los problemas
demanda también comunicar las soluciones implementadas: se trata de
que la sociedad conozca y tenga una percepción adecuada sobre lo que se
está realizando y participe en ellas.
En este sentido, el modelo Ejercer tiene dos objetivos complementa-
rios para los protagonistas de los proyectos del poder. De una parte, la
construcción del legado, que solamente se alcanzará a partir de definir el
128 Eduardo Robledo Rincón
El modelo Promover
Sumario
Acceder:
¿Ganar el poder o sólo ganar la elección?
133
134 Eduardo Robledo Rincón
Para algunos pensadores como O’Donnell, la democracia se mide por el simple ac-
1
ceso al poder por la vía electoral, independientemente de cómo se vaya a ejercer el poder
—lo que para fines de este libro se examinará en el capítulo siguiente—. Por supuesto, el
procedimiento para llegar al poder debe tener otros requisitos como son la igualdad en
el proceso electoral y la transparencia del mismo. Esto es, que el acceso tenga legitimidad.
Acceder: ¿Ganar el poder o sólo ganar la elección? 135
Sólo quien conquista el poder mediante el uso del discurso, el partido y la política, pue-
de, después, ejercerlo de forma efectiva. Giovanni Sartori
2
Por supuesto, no se menosprecia la victoria electoral ni mucho menos. Solamente
se dice que no es suficiente y que debe ser un factor de legitimidad que es necesario para
la construcción del poder. Un resultado electoral convincente ahorrará muchos proble-
mas postelectorales y facilitará el establecimiento de acuerdos con las distintas fuerzas
políticas. Asimismo, propiciará un mayor acercamiento con la sociedad, la cual al hacer
suya la propuesta estratégica, brinda un ingrediente fundamental que juega a favor de la
construcción del poder. Pero aun con un triunfo contundente en las urnas, un buen ejer-
cicio de gobierno y una amplia aceptación social del gobernante durante su gestión, son
aspectos que no están garantizados.
136 Eduardo Robledo Rincón
Fuente: “100 cosas que he aprendido en 30 años de trabajo como asesor de campañas
electorales”. www.iceta.org/100cosas.pdf
140 Eduardo Robledo Rincón
SOCIEDAD CERRADA
En las sociedades cerradas, con un bajo perfil democrático, las preferencias electorales
tienden a polarizarse. El “centro”, lo que se considera moderado, es menos significativo
que lo radical.
Fuente: GP3
Acceder: ¿Ganar el poder o sólo ganar la elección? 143
SOCIEDAD ABIERTA
Es significativo que en las sociedades democráticas de hoy, el electorado prefiera las opcio-
nes políticas “del centro”. La democracia, según esta apreciación, es un mecanismo social
de defensa contra los radicalismos.
Fuente: GP3 con base en Moreno (2003).
PERSONALIDAD CANDIDATO
PROPIEDAD FINANCIAMIENTO
S
ST
RU
M
EN
EQUIPO
TO
CANDIDATO FINANCIAMIENTO
S
DE CAMPAÑA
PARTIDO
POLÍTICA
DISCURSO
CONTROL
INTENCIÓN ESTRATEGIA ACCIÓN DE CONSECUENCIAS
CANDIDATO PARTIDO
FINANCIAMIENTO POLÍTICA
EQUIPO DISCURSO
DE CAMPAÑA
El Candidato
Para ganar, lo primero que se necesita es tener un candidato, que tenga dos
características: claridad sobre para qué quiere el poder y saber dirigir tanto
como escuchar. Para ello, es esencial el valor de la “palabra”; de la “política”;
pero sobre todo debe “comunicar” y “decidir”. De esta manera, se podrá
evitar la simulación y el caos: los dos enemigos de una campaña política.
ESTABLECER DIRECCIÓN
(visión y futuro)
4
Hay excepciones, cuando la oportunidad es producto de la circunstancia y un “po-
lítico es una persona que estuvo en un lugar oportuno en el momento oportuno y con un
acto clave”. La excepción se genera cuando la casualidad substituye a la causalidad. Estos
casos siguen siendo recurrentes, aunque dada la tendencia a una alta especialización en
el quehacer político, es previsible que paulatinamente aminore su impacto y recurrencia.
Acceder: ¿Ganar el poder o sólo ganar la elección? 153
Legado y poder
ASUMIR TRANSICIÓN
¿Y AHORA QUÉ? EL CARGO O INTERREGNO ¿CON QUIÉN
GOBERNARÉ?
Fuente: GP3
Financiamiento
Al abordar este tema, las preguntas inmediatas son: ¿cuánto cuesta una
campaña? ¿cómo financiarla de manera lícita y transparente? En lo que
respecta a la primera, existen tantas respuestas como campañas.
Cada campaña es distinta y en consecuencia, su costo es diferente y
variable. En lo que respecta a la segunda pregunta, la respuesta es más sen-
cilla. Tanto las democracias consolidadas, como las que aún se encuentran
en proceso, poseen un marco legal que regula las fuentes y normas del
ejercicio del financiamiento de las campañas electorales. Sin embargo, el
origen y el destino de los recursos debe ser el sello que dé prestigio y trans-
parencia a quien desea ganar la confianza del electorado.
Este tema, forma parte de una discusión que gira en torno a que,
si bien es cierto, que las democracias modernas necesitan recursos para
mantener partidos políticos fuertes, organizar una competencia políti-
ca abierta y comunicarse con los ciudadanos, también debe haber temas
como la igualdad de condiciones dentro de la competencia democrática; la
Acceder: ¿Ganar el poder o sólo ganar la elección? 159
5
Al respecto véanse los trabajos de Jacobson, G. C. (1980, 1985 y 1990), McCub-
bins, M. D. y Thies, M. F. (1997), Erickson, R. S. y Palfrey, T. R. (1996) y Ansolabehere,
S. y Snyder, J. M. Jr. (1996).
160 Eduardo Robledo Rincón
Como ya se dijo, para Galbraith hay tres tipos de poder: el poder condig-
no, el poder compensatorio y el poder condicionado. En el tema del acceso
democrático al poder, estas diferentes formas se manifiestan a través de
diversas estructuras. La lógica del castigo por medio del partido político,
la recompensa a través de las alianzas que se construyen alrededor de la
candidatura política, mientras que la lógica de la persuasión, se expresa
con toda claridad en la línea discursiva que plantea el partido, la campaña
electoral y el candidato. A continuación, se presentan con mayor amplitud
los instrumentos del poder en el proceso de acceso, es decir, en las contien-
das electorales en escenarios democráticos.
Acceder: ¿Ganar el poder o sólo ganar la elección? 161
Ya Quinto Tulio Cicerón hacía hincapié en una carta dirigida a su hermano Marco
6
Tulio sobre la importancia de la oratoria: “… tendrás que presentarte siempre tan bien
preparado para hablar como si en cada una de las causas se fuera a someter a juicio todo tu
talento. Los recursos de la oratoria… procura que estén preparados y a punto” (Cicerón,
2003: 21).
Acceder: ¿Ganar el poder o sólo ganar la elección? 165
7
Al hablar de “discurso” se hace tanto en su sentido restringido como en su sen-
tido lato. En sentido amplio —que incluye el tema político, el asunto central de la
oferta política—, debe ser integral y estratégico. En sentido restringido, es decir, en un
acto político de campaña, también debe ser congruente con el planteamiento general.
Un buen discurso que integra la propuesta central no necesariamente sustituye a la expre-
sión del candidato a la hora de presentarse ante un auditorio específico. En este sentido,
el discurso es flexible.
166 Eduardo Robledo Rincón
Ahora, se presentan los elementos que hacen posible que la campaña po-
lítica, basada en las fuentes e instrumentos del poder, pueda ejecutarse.
Estos elementos atraviesan y permiten integrar cada una de las fuentes y los
instrumentos del acceso al poder que hasta este punto se han comentado.
Constituyen una especie de amalgama que articula y da coherencia a la for-
ma particular qsue tiene la Gerencia del Poder para poner en movimiento
un proyecto político viable en la lucha por el acceso al poder.
Harry S. Truman muestra las ocho columna del Chicago Daily Tribune, que informa
sobre el “triunfo” de Dewey, el candidato opositor a Truman. Puede deberse a un error al
diseñar la página o a una noticia basada en las previsiones equivocadas del diario sobre los
resultados de la elección.
Acceder: ¿Ganar el poder o sólo ganar la elección? 167
6. El que se enoja pierde. Los optimistas ganan más elecciones que los
enojados. Un candidato que pierde la compostura y el control deja
de ser presidenciable muy rápidamente.
7. Nunca olvides para qué estás ahí. Piensa en cuál quieres que sea
la noticia el día siguiente e insiste en tu mensaje. Otros harán lo
mismo. Prepara una estrategia. Pero si de pronto las cosas cambian,
hay que tener la flexibilidad y la claridad mental para adaptarte a
circunstancias inesperadas.
campañas tienen dos intenciones: una de corto plazo, atraer las preferen-
cias ciudadanas y una de más largo alcance, sentar las bases del acuerdo po-
lítico y del gran gobierno. Como se ha visto, este elemento de la estrategia
general, es llevado a cabo por el candidato y su equipo de campaña y debe
girar alrededor de una fuente del poder: la política.
La estrategia electoral
tEstrategia organizativa
tFinanciamiento
tEstrategia de comunicación
Acceder: ¿Ganar el poder o sólo ganar la elección? 173
tEstrategia de negociación
tEstrategia de movilización de base
tEstrategia de activismo y aproximación
tEstrategia de alianzas
tEstrategia discursiva de largo plazo (basado en la ruta política que se
trace el candidato)
Estos frentes, son un punto de partida elemental para movilizar una cam-
paña electoral, pero no se debe olvidar que el entorno específico de cada
contienda, determina de igual manera la estrategia que se buscará imple-
mentar. Conviene, en este sentido, recordar lo que Winston Churchill ase-
veraba hace algún tiempo: “Las verdades de la guerra son absolutas, pero
los principios que rigen su aplicación deben ser deducidos de las circuns-
tancias en cada ocasión”. Lo mismo aplica para una campaña electoral.
174 Eduardo Robledo Rincón
Sumario
I. Por mucha fuerza que tengan por sí mismas las cualidades naturales del hom-
bre, creo que, en un asunto de tan pocos meses, las apariencias pueden supe-
rar incluso esas cualidades.
II. Supone una gran ayuda para tu condición de homo novus [que carece de pa-
sados nobles pero aspira a un cargo político] el que, acerca de tus oponentes
nobles, nadie se atreve a afirmar que su nobleza les va a ayudar a ellos en
mayor medida que a ti tus cualidades.
IV. Como aspiras al más alto cargo de la ciudad y como te das cuenta de que los
intereses que te son adversos, es preciso que pongas en ello toda suerte de
ingenio, cuidado, esfuerzo y dedicación.
VI. Dado que hay tres cosas en concreto que conducen a los hombres a mos-
trar una buena disposición y a dar su apoyo en unas elecciones, a saber, los
Acceder: ¿Ganar el poder o sólo ganar la elección? 177
VII. La situación del candidato tiene esta ventaja: puedes hacer con dignidad lo
que durante el resto de tu vida no serías capaz de hacer, a saber, aceptar la
amistad de quien te plazca, de aquellos con los que, si hubieras intentado
relacionarte en otro tiempo, habría parecido que obrabas de manera impro-
cedente; en cambio, si durante la campaña electoral no hicieras esto con mu-
chas personas y poniendo gran empeño en ello, no parecerías un candidato.
VIII. Pon el mayor empeño, valiéndote de tus propios medios o de las amistades
comunes, en hacer partidarios tuyos a todos los que puedas; sal a su encuen-
tro, envíales emisarios, muéstrales la gran importancia de los servicios que te
prestan.
X. Una vez que te hayas asegurado de la devoción de tus amigos, estudia enton-
ces los motivos y las peculiaridades de tus detractores y enemigos.
XIII. En esta campaña tienes que velar al máximo por ofrecer buenas expecta-
tivas en tu política y porque se te considere una persona íntegra.
XIV. Persevera todavía más en seguir el camino que te has marcado: sobresalir en
la elocuencia. Gracias a ella, uno puede en Roma ganarse y atraerse la simpa-
tía de los hombres y, a la vez, evitar los obstáculos y los ataques.
CAPÍTULO VI
179
180 Eduardo Robledo Rincón
ganado una elección para un puesto del gobierno que demanda, gene-
ralmente, una buena cantidad de recursos humanos, financieros y políti-
cos, así como una inversión considerable de tiempo. En las campañas se
empeña un gran esfuerzo, muy concentrado en un lapso muy corto, que
implica mucha coordinación y el compromiso de numerosos activistas y
simpatizantes.
Sin embargo, se pierde la perspectiva de que el trabajo duro y más
demandante; es decir, el compromiso con la ciudadanía, el compromi-
so público con la nación y no sólo con los votantes que los favorecen,
apenas comienza. El triunfo electoral no es el fin de un proceso, sino
el comienzo de otro; más importante aún. Es equívoco pensar que el
interregno entre la campaña y la asunción del poder es un periodo irre-
levante y en el que no se puede hacer mucho. Justo, como se ha visto,
desde el enfoque que se ha señalado del acceso y el ejercicio del poder
como un proceso continuo, el periodo postelectoral es un periodo estra-
tégico, en la medida en que enlaza algunos de los componentes centrales
que conforman todo el proceso.
Así, en lugar de la expresión del candidato triunfante de: ¡Ya gané!,
deberían seguir las preguntas: ¿Y ahora qué sigue? ¿Con quién gobernaré?
¿Qué haré con las fuerzas políticas a quienes gané? ¿Cómo las integraré a un
proyecto común? ¿Qué debo hacer para empezar mi gobierno? ¿En qué puedo
avanzar desde ahora? ¿Cómo se mantuvieron o cambiaron las fuerzas, tanto
propias como ajenas, tras el proceso electoral? ¿Cuánto pesó la definición sobre
el objetivo del poder? ¿Cuál era la propuesta más importante de los adversarios
y hasta qué punto coincide con la propia?
Como se ve, son muchas las preguntas que surgen una vez alcanzado
el triunfo electoral, y las cuales necesitan ser contestadas, justamente en
ese periodo en que se considera “muerto”. Lo importante es tener presente
que el voto no basta para hacer las grandes transformaciones y que la
democracia es un sistema en el que el voto es un recurso de los ciudadanos
para controlar a la clase política. Si el desempeño político no convence a
la comunidad, la ciudadanía reorientará sus votos en las siguientes eleccio-
nes (Marval, 2013).
Del candidato triunfante al gobernante eficaz 181
El mapa de fuerzas
Comparación de ofertas
¿Qué ofrecían los adversarios? Las opciones políticas para el gobierno y los
ciudadanos no siempre son distintas, sobre todo, en la actualidad, cuando
los márgenes para la oferta programática (que antes se derivaban de ser
“de izquierda” o “de derecha”) se han visto reducidos por la pérdida de
peso específico de las ideologías. Seguramente las ofertas de cambio no son
exclusivas de determinado proyecto y, en ese orden, será necesario revisar
las propuestas de los competidores para encontrar puntos de coincidencia,
que son un material excelente para elaborar una agenda de gobierno y una
agenda política en un escenario democrático.
La integración de las ofertas a la agenda propia, aun cuando sean pro-
puestas de los adversarios, será conveniente pensar que esas ofertas pueden
ser atractivas para la ciudadanía, a quien, muchas veces, no le importa qué
partido o candidato haya realizado la propuesta con tal de que, el nuevo
gobierno, cumpla con sus demandas y exigencias.
Estilos de negociación
Alta
Complaciente Colaborativo
Perder - ganar Ganar - ganar
Importancia de Compromiso
las relaciones Dividir la diferencia
interpersonales
Eludible Competitivo
Perder - perder Ganar - perder
Baja
Baja Importancia de Alta
los resultados
El proceso de negociar
Planeación
Cuanto más complejas se vuelven las sociedades, y más complicadas son las re-
des de interdependencia dentro y fuera de los límites de las comunidades y las
naciones, un mayor número de gente estará interesada en encontrar soluciones
de suma no nula. Esto es, soluciones ganancia-ganancia en lugar de soluciones
ganancia-pérdida…. Porque descubrimos que cuanto más crece nuestra interde-
pendencia, generalmente prosperamos cuando los demás también prosperan.
tTodas las partes deben identificar diferentes intereses que les resulte
fácil conceder y que resultan también valiosos para la otras partes
obtener. Esto es, movimientos de alto beneficio y bajo costo. Algo
que no se considera suficientemente es el hecho de que muchas
oportunidades para crear valor se den de las diferencias o comple-
mentariedades de intereses o prioridades. Las diferencias entre la
partes generalmente están asociadas a pronósticos sobre el futuro y
en actitudes diferentes en relación al riesgo. Estas diferencias pue-
den solucionarse a través de arreglos contingentes que tomen en
cuenta diferentes escenarios en relación al futuro y al riesgo asocia-
do a la negociación.
tMaximizar el tamaño de la solución neta, trabajando conjuntamente
ambas partes.
192 Eduardo Robledo Rincón
Tácticas
Aprendizaje
Formación de un equipo
para operar el cambio social (ejercer)
El liderazgo pertinente
5. GRAN GOBERNANTE
Construye grandeza a través de una mezcla de humildad y
determinación personal.
4. LÍDER EFECTIVO
Catalizador de una vigorosa búsqueda y compromiso hacia el
logro de una visión, estimulando el logro de los mejores estándares
de desempeño.
3. ADMINISTRACIÓN COMPETENTE
Organiza gente y recursos hacia el efectivo y eficiente logro
de los objetivos predeterminados.
Fuente: Innestec
CARÁCTER PERSONAL
Hábitos, integridad,
confianza y pensamiento
estratégico
3. Administro la atención
3. Creo una capacidad 1. Construyo la infraestructura
organizacional organizacional
2. Apalanco la diversidad
3. Despliego equipos
Fuente: GP3
Del candidato triunfante al gobernante eficaz 199
Como buen polígrafo griego, Plutarco buscó diversas líneas para entender
a los seres humanos; pero no con fines simplemente especulativos. Como
buen hombre de gobierno, Plutarco trató de situar y fijar los hilos de la
madeja política por dos vertientes, la de los enemigos y la de la adulación.
Los enemigos son nocivos, por supuesto; pero el no tenerlos es un signo de
medianía, porque todo ser humano trascendente provoca, debe provocar,
animadversiones por parte de otros seres humanos. Para Plutarco, el co-
nocimiento de y tener una estrategia para los enemigos tiene sus ventajas.
Una de ellas es la que consiste en que podemos conocer mejor nuestros
elementos de fuerza y debilidad a través de los adversarios.
El otro tema es el de la adulación y sus peligrosos linderos con la amis-
tad. Por eso mismo, es importante establecer las diferencias entre los ami-
gos y los aduladores. Esta tarea no es fácil, porque la adulación tiene efectos
placenteros para la persona objeto de la misma. En ese orden, es necesario
superar la embriaguez del adulado y distinguir, con toda claridad, entre el
amigo y el sujeto simplemente adulador. La adulación, cuando responde a
la verdad, suele ser un estímulo positivo; pero no lo es cuando es fingida y
proviene de relaciones dudosas. Es necesario diferenciar entre la adulación
y el reconocimiento y es necesario saber de dónde proviene una y otro. He
aquí las recomendaciones de Plutarco en torno a los unos y a la otra: los
enemigos y la adulación.
Los enemigos
Así también, las cosas que son perceptibles y claras a todo el mundo es
posible aprenderlas antes de los enemigos que de los amigos y familiares.
Nada hay más digno y más hermoso que mantener la calma ante un
enemigo que nos injurió, pues si te acostumbras a sufrir en silencio
al enemigo que te injurió, soportarás más fácilmente la cólera de tu mujer,
cuando hable mal de ti. Sócrates soportaba a Jantipa irascible y difícil,
pensando que si se acostumbraba a soportarla, su trato con los demás sería
muy fácil . Ejercitándote con las indecencias, iras, burlas y ultrajes de los
enemigos y extraños (te) acostumbras (a tu ánimo) a ser paciente y a no
indignarte cuando seas injuriado.
Un hombre que se compadece del enemigo que sufre una desgracia y que
le socorre cuando está necesitado a este hombre, quien no lo admira por
su bondad ni alaba por su honradez, “tiene su negro corazón forjado
de hierro”.
Nada que tenga origen en el vicio es digno de emulación Pero puesto
que el amante se ciega ante el amado y los enemigos, al obrar torpemen-
te, atraen más nuestra atención no conviene que nuestra alegría por los
errores que cometan ni nuestra tristeza por sus éxitos sea algo inútil, sino
que nos preocupemos de que, por medio de ambos, errores y éxitos, guar-
dándonos de unos, seamos mejores que ellos e, imitando a los otros, no
seamos peores.
La adulación
la franqueza, porque se piensa y se acoge con cariño que el que alaba con
gusto hace reproches por necesidad.
(El adulador) … piensa meter las manos en los asuntos, quiere parti-
cipar en las conversaciones secretas y, en general, es un trágico actor de la
amistad, no un satírico ni un cómico. Se debe considerar molesta la adula-
ción que se oculta y no la que se manifiesta; no la que bromea, sino la que
habla en serio.
Así como es difícil la limpieza de las semillas silvestres que se mezclan
con el trigo, del mismo modo, la adulación que se mezcla a sí mis-
ma con cualquier emoción y cualquier movimiento, necesidad y costum-
bre es difícil de distinguir de la amistad.
No necesito un amigo que se cambie y asienta conmigo (pues mi som-
bra hace mejor esas cosas), sino que diga la verdad conmigo y me ayude
a decidir. Este es un método para descubrir al adulador, pero conviene
observar en las semejanzas otras diferencias el verdadero amigo no es un
imitador de todo ni está dispuesto a alabarlo todo, sólo lo mejor.
202 Eduardo Robledo Rincón
Algunas prácticas para que crear un clima en donde la verdad sea escuchada:
ACCIONES
Un conjunto de acciones
coherentes dirigidas DIAGNÓSTICO
a instrumentar
la política rectora. Define y explica la naturaleza
de los desafíos críticos que se
enfrentan, provenientes del entorno
y de la propia organización
gubernamental: proceso,
conocimiento, valores y recursos.
POLÍTICA RECTORA
Fuente: GP3
El inicio
Actividades
estratégicas = 70% Administración de la
agenda y el tiempo Con base en la agenda de cambio
Actividades 9. Adminístrate 1. Clarificar
tácticas = 30% a tí mismo expectativas Los colaboradores deben tener claro qué queremos lograr
Balancear el trabajo
80% y la calidad de vida
personal y familiar Iniciar la distribución de responsabilidades al equipo cercano
20%
Construir sistemas
de monitoreo e
Identificación de eventos que puedan tener inteligencia 8. Evitar
un impacto en la agenda de cambio sorpresas Asegurar que la agenda de cambio refleja la realidad y la
predecibles 2. Empatar la
Análisis de manera como se creará valor para la sociedad
vulnerabilidad estrategia con
Dimensionar la probabilidad PRIMEROS la situación Definir los elementos sustantivos del plan de desarrollo
de ocurrir su impacto en nuestro
del gobierno
propósito transformador 90 DÍAS
Al interior de la estructura del gobierno
Identificar los temas y las fuentes de conocimiento:
7. Lograr 3. Acelerar tu
Con otros niveles de gobierno Información y gente clave
alineamiento aprendizaje
Con poder legislativo
Con poder judicial
Lo que el gobernante haga en los primeros cien días de su gobierno, determinará si tendrá éxito o fracaso en su mandato.
207
Fuente: GP3
208 Eduardo Robledo Rincón
Los primeros cien días son claves para un nuevo gobierno. Después de las
campañas políticas, intensas y que muchas veces provocan hartazgo en la
ciudadanía, los nuevos gobernantes inician su mandato con grandes desa-
fíos: demostrar para qué fueron elegidos, por qué ganaron y, sobre todo,
enfrentan al escepticismo. De entrada, la ciudadanía no les cree nada o, en
el mejor de los casos, les da el beneficio de la duda.
A partir de entonces se habla de los primeros cien días de un gobernan-
te, como vitales para empezar a construir la credibilidad que demanda la
población y, que a su vez, es fundamental para lograr el apoyo mayoritario
y crear la agenda de cambio que será impulsada por el equipo tan pronto
haya persuadido a los otros contendientes para sumarse a su causa.
La importancia de los primeros cien días, adicionalmente a la cons-
trucción de la credibilidad indispensable, está asociada al hecho de que se
presenta una situación desconocida para la mayoría de los políticos gana-
dores. Por eso mismo urge identificar los riesgos y las oportunidades, así
como ajustar la estrategia. Las fallas rara vez tienen que ver con las limita-
ciones de los líderes. Tampoco el fracaso puede atribuirse a una situación
en donde el éxito no es realmente factible.
210 Eduardo Robledo Rincón
Por ser los primeros días una etapa decisiva para un nuevo gobierno,
es aconsejable retomar la experiencia que se tiene en otros ámbitos. Jorge
A. Meléndez Ruiz (en su artículo “Ya ganaron … ¿y ahora?”, Reforma, 9
de junio, 2015) cita a Joel Paterson, profesor de negocios de Stanford y
presidente del Consejo de Jet Blue, quien aconseja en esta etapa:
1. Involucrar al equipo.
2. Tener paciencia. Acoplamiento y entendimiento antes de exigir.
3. Claridad sobre rol, responsabilidades y objetivos de corto plazo.
4. Retroalimentar desde el inicio.
5. Demostrar, más que hablar. Hechos, no rollos.
Fuente: The daily routines of famous creative people, daily Rituals: How Artists Work .
Del candidato triunfante al gobernante eficaz 213
Sumario
El tiempo de la agenda
ACTO
DE INVESTIDURA
TRIUNFO ELECTORAL
DÍA DE LAS ELECCIONES
TIEMPO
ESTRATÉGICO
TIEMPO
ESTRATÉGICO BUEN GRAN
GOBIERNO GOBIERNO
2. Concentrarse, no diversificarse
Las labores que un presidente estadounidense tiene que hacer por sí mismo
ya superan por mucho lo que cualquier persona —excepto la mejor organi-
zada y con más energía— puede lograr posiblemente. Cualquier presidente
no tiene que hacer, en consecuencia, lo que no debe hacer.
Los presidentes están demasiado lejos de las escenas de acción, son
demasiado dependientes de lo que otras personas les cuentan u optan por
no contarles, y están demasiado ocupados para estudiar con éxito la letra
chica de la microadministración; y al llevar a cabo el trabajo de gobierno,
“los detalles son importantes”. Como lo demostraron Lyndon Johnson y
Jimmy Carter, no hay una forma más rápida para que un presidente se
desacredite él mismo, que ser su propio ejecutivo de operaciones en jefe.
Sin embargo, en el sistema estadounidense, el presidente, y nadie más,
es finalmente el responsable por el desempeño del gobierno. Un manda-
tario eficaz tiene que decir “no” a la tentación de microadministrar, pero,
tiene que asegurarse de que se tenga cuidado con las operaciones. Un jefe
de Estado necesita un equipo pequeño de personas con gran disciplina,
cada una con clara responsabilidad operacional de su área.
El modelo podría ser el gabinete de Franklin D. Roosevelt nueve de sus
diez miembros (todos, excepto el secretario de Estado) fueron lo que ahora
se llamarían tecnócratas; expertos competentes en un área. “Yo tomo la
decisión”, manifestaba Roosevelt, “y luego cedo la labor a un miembro del
gabinete y lo dejo solo”. El hecho de que el equipo de operaciones tuviera
218 Eduardo Robledo Rincón
Un mandatario que hace caso omiso de esta regla ha vivido para lamentarlo.
Nadie puede confiar en los “amigos del presidente”. ¿Para quién trabajan?
¿Por quién hablan? ¿A quién se reportan realmente? En el mejor de los
casos, se sospecha que circulan en torno a sus superiores oficiales y acuden
a su gran amigo; en el peor de los casos, son conocidos como los espías
del presidente. Sobre todo, siempre tienen la tentación de abusar de su
posición como amigo y el poder que esto implica. Si lo hacen y aceptan un
soborno o, de igual manera, se enriquecen ellos o sus familias, el “escánda-
lo financiero” resultante acapara los titulares. A los abusos no financieros
(por ejemplo, obtener un tratamiento especial para este grupo de interés)
generalmente se les echa tierra. Sin embargo, esos abusos pueden hacer in-
cluso más daño a la eficacia del jefe de Estado, sus políticas, su reputación.
Los presidentes son seres humanos, y su labor es solitaria. Al ser políti-
cos, tienden a ser personas sociables que anhelan compañía, camaradería,
afinidad. Esto explica por qué los presidentes son tan proclives a traer ami-
gos a su gobierno y por qué son extremadamente reacios en general a des-
hacerse de un amigo que ha resultado ser incompetente o ha traicionado su
confianza. Pero, los mandatarios eficaces deberían emular al hombre más
sociable que ocupó alguna vez la Casa Blanca: Teddy Roosevelt. Mientras
era jefe de Estado, llevaba una intensa vida social, pero ninguno de su me-
dia docena de “amigos íntimos” trabajó en su gobierno.
Del candidato triunfante al gobernante eficaz 219
6. ¿Y la sexta regla?
Ejercer el poder:
¿poder formal o poder real?
La asignatura pendiente
221
222 Eduardo Robledo Rincón
PODER REAL
Fuente: GP3 con base en Clegg (2005).
Ejercer el poder: ¿poder formal o poder real? 225
La intención
La acción
Gobernabilidad y Gobernanza
Gobernabilidad local
La gobernabilidad local
AGENDA AGENDA
GUBERNAMENTAL DE
MUNICIPAL CAMBIO
AGENDA DE
GOBERNABILIDAD
LEGISLATIVA
Fuente: GP3
Fuente: GP3
Ejercer el poder: ¿poder formal o poder real? 239
1. No hay nada mejor para la efectividad del trabajo en equipo que una
reunión matutina con los colaboradores más cercanos.
2. Primero lo importante, luego lo urgente.
3. Se debe conseguir la mayor cantidad y mejor posible de información,
ésta debe ser una obsesión.
4. Nunca se deben descuidar los pequeños detalles.
5. Hay que prepararse en profundidad, estudiar permanentemente, no
depender tanto del conocimiento de los demás, analizar uno mismo
los problemas.
6. Visualizar la meta y el proceso es un ejercicio útil.
7. Organizar todo en torno a un propósito.
8. Siempre hay que usar indicadores para medir el progreso. Todo puede
ser contabilizado.
9. Hay que asumir la responsabilidad plena por todas las tareas del oficio.
10. Un buen líder informa con frecuencia y extensamente a sus seguidores
acerca de cómo va la gestión.
11. Se le debe dar clara línea y objetivos específicos a cada uno de los
subalternos que reportan directamente.
Ejercer el poder: ¿poder formal o poder real? 243
Estabilidad política y
ausencia de violencia
Participación
y rendición Transparencia
de cuentas
BUEN GOBIERNO
Apego Efectividad
a la ley de gobierno
Calidad
regulatoria
3. Efectividad de gobierno
(Government effectiveness)
4. Calidad regulatoria
(Regulatory Quality)
5. Apego a la ley
(Rule of law)
Es el grado en que los agentes tienen confianza de que se siguen las reglas
de la sociedad, en particular en la calidad de la aplicación de la ley, la poli-
cía, y las cortes, así como el combate del crimen y la violencia. Un gobierno
sólo puede ser justo y efectivo cuando está restringido por la ley y tiende a
la imparcialidad.
Ejercer el poder: ¿poder formal o poder real? 251
6. Transparencia
(Control of corruption)
3. El gobernante debe ser gobernado por las leyes, las reinas “de todos
los mortales e inmortales” (como dijo Pindaro), aunque no se trata
de leyes escritas en códigos de papel o en las tablillas de los tiempos,
sino de la razón propia del gobernante; que vive con él y en él. La
razón lo guía y vigila, a tal grado que por las mañanas lo despierte y
le comunique que debe ya iniciar el día con grandes asuntos para la
sociedad bajo su mando.
4. Los gobernantes deben ser respetados y más aún los que están per-
manentemente al servicio de la justicia. Cumplir con la justicia es
un requisito para gobernar sin temores. Si hay un temor que se debe
tener es de hacer el mal más que sufrirlo.
1. Liderazgo 2. Agenda
3. Innovación 4. Gobernanza
transformacional de cambio
GRAN
GOBIERNO
Fuente: GP3
El Gran Gobierno
Liderazgo democrático
Juan Linz (1994: 87), reconoce seis etapas del proceso gubernamental en
el que el tiempo es la variable transversal clave:
Gobernanza
Innovación
Gobermedia
tEscuchar
tAlcanzar la satisfacción ciudadana
tGenerar confianza en el gobierno
tPromover la cooperación social
tEl poder es multidimensional
tLa red de poder construida en torno al Estado y al sistema político
260 Eduardo Robledo Rincón
Quinto Poder
Un buen gobierno tiene buenas relaciones con el Quinto Poder. Esto es,
mantiene una actitud de tolerancia y de apertura respecto a los ciudadanos,
ya sea como individuos o como integrantes de agregaciones participativas.
Un gran gobierno trasciende las buenas relaciones y trabaja con el Quinto
Poder. Es decir, no solamente tolera a los ciudadanos y organizaciones in-
dependientes, sino que interactúa con todos los actores sociales.
Un gran gobierno no solamente convive con el Quinto Poder de ma-
nera defensiva; sino que lo convierte en un instrumento decisivo para el
cambio social. La organización de los ciudadanos constituye un potencial
para las transformaciones sociales y un gran gobierno puede activar las
energías; pero requerirá, en todo momento, de la política.
Por esas razones, se puede decir que el Quinto Poder es legítimo, y un gran
gobierno es aquél capaz de convivir, interactuar y aprovechar el potencial
de esta fuerza social.
Séptimo año
En política, ser es difícil; no ser es más difícil y dejar de ser es aun más
difícil. Por eso, el séptimo año es el momento en que el gobernante en-
frenta la evaluación popular de su paso por el gobierno. Es el proceso que
evidencia el juicio de la sociedad sobre su persona, su familia, su gobierno
y sus colaboradores. También es el momento de la traición, la ingratitud
y la deslealtad; será el balance inmediatamente posterior a su gestión de
Ejercer el poder: ¿poder formal o poder real? 261
Legado político
¿Cuáles de mis acciones serán recordadas por la sociedad? ¿Cuál será el jui-
cio público de mi gestión? ¿Cuáles de mis proyectos y reformas seguirán vigentes
cuando ya no esté en el poder?
Esas son las preguntas que se deben hacer para definir lo que se consi-
dera su legado. En Latinoamérica y Estados Unidos tenemos ejemplos de
legado que han dejado los presidentes. Como se observa en las siguientes
fotos, los presidentes de Chile y Estados Unidos serán recordados, cada
uno de ellos, por su gestión, cada uno de ellos imprimió un sello particular
a su mandato, por el cual pasarán a la historia.
Esas son las preguntas que se deben hacer para definir lo que se consi-
dera su legado.
George Bush, Barack Obama, George W. Bush, Bill Clinton y Jimmy Carter en la Casa
Blanca, 7 de enero de 2009.
264 Eduardo Robledo Rincón
Fin
del mandato
Inicio LEGADO
Cierre
Candidato Toma
Triunfante de posesión
DIFICULTAD
7o. AÑO
II. 1eros. 100 DÍAS
I. PERIODO
III. GOBIERNO LEGÍTIMO Y EFICAZ IV. CIERRE
DE TRANSICIÓN
TIEMPO
Y ahora El poder ¿Por qué es tan difícil gobernar? ¿Por qué es más difícil
¿Qué? ¿Para qué? dejar de gobernar?
Fuente: GP3
De esa manera, gobernar con una visión estratégica contempla varias etapas,
todas importantes, en que la pregunta por el poder siempre está presente. En
el Mapa Estratégico de Buen a Gran Gobierno vemos el momento en que un
candidato gana el poder y, durante el tiempo previo a la toma de posesión, que
nosotros consideramos un tiempo estratégico, la pregunta es ¿Y ahora qué?
Posteriormente, una vez que tome posesión, comienza una etapa de los 100 pri-
meros días que son claves para que el gobierno pueda demostrar a la ciudadanía
por qué fue elegido. A partir de ese momento comienza el ejercicio de poder
donde lo fundamental es consolidar un Buen Gobierno y construir un Gran
Gobierno, un gobierno que entienda el poder como un elemento transforma-
dor. Hemos ilustrado el recorrido de un gobierno como el trayecto de un avión,
que emprende el vuelo. En el último año del mandato inicia el descenso de un
gobierno, como si fuera el de un avión, y el gobernante tiene la posibilidad de
emprender un vuelo que lo conduzca a dejar un legado perecedero, o iniciar un
aterrizaje para pasar desapercibido. Es el momento de cierre, en que el gober-
nante debe prever cómo será recordado.
Ejercer el poder: ¿poder formal o poder real? 265
1958-1964 Adolfo López Mateos 6.7 7.4 5.7 6.1 6.6 6.9
1946-1952 Miguel Alemán Valdés 6.4 6.7 3.2 5.9 6.5 5.9
1824-1829 Guadalupe Victoria 6.3 6.7 6.4 5.1 5.6 5.9
1833,1846-1847 Valentín Gómez Farías 6.1 6.2 6.2 5.5 5.8 5.4
1988-1994 Carlos Salinas de Gortari 6.0 5.4 3.4 6.9 6.2 6.1
1911-1913 Francisco I Madero 5.8 5.9 7.1 5.6 4.5 5.5
1928-1930 Emilio Portes Gil 5.5 5.7 4.7 4.5 5.0 6.0
1829 Vicente Guerrero 5.3 5.2 5.3 3.9 4.4 4.7
1982-1988 Miguel de la Mdrid 4.9 4.9 4.4 5.0 4.7 5.1
1932-1934 Abelardo L. Rodríguez 4.9 5.8 4.1 3.8 4.6 5.6
1964-1970 Gustavo Díaz Ordaz 4.6 5.7 4.5 4.4 4.0 5.1
2000-2006 Vicente Fox Quesada 4.6 4.5 4.6 3.8 4.2 4.2
1970-1976 Luis Echeverría Álvarez 4.5 4.5 3.8 4.8 4.3 4.6
1930-1932 Pascual Ortiz Rubio 4.4 5.3 4.7 3.6 3.6 5.6
1976-1982 José López Portillo 3.6 3.5 2.8 4.5 3.2 4.5
1833-1855 Antonio López de Santa Anna 3.3 4.1 2.8 3.3 4.2 4.1
1913-1914 Victoriano Huerta 2.0 2.6 2.6 1.7 2.7 2.9
Fuente: Vidal Romero, Of Love and Hate: Understanding the Determinants of Presidential Legacies, Political Research Quarterly publi-
shed online 26 june 2013.
Ejercer el poder: ¿poder formal o poder real? 267
Sumario
Hoy en día, gobernar es una tarea mucho más difícil de lo que fue en otras
épocas. El ejercicio de gobierno se ha vuelto complejo de manera exponen-
cial debido a una serie de procesos y cambios sociales, políticos y econó-
micos de importantes magnitudes. Por esta razón, el ejercicio de gobierno
implica una mayor planeación y métodos más precisos.
El gobernar debe ser un proceso que solamente se inicia cuando el go-
bernante asume el cargo. El ejercicio del poder es un contínuum en el que
el acceso es solo una parte junto al conocimiento de los actores sociales, la
previsión del humor social, la búsqueda de alianzas duraderas, y un pro-
yecto de gobierno viable, entre otras. Estas tareas no arrancan cuando se ha
asumido cargo público, sino antes. Por eso se deben abordar con seriedad
y compromiso al decidir buscar el poder. Así una pregunta clave, se debe
responder, lo reitero, con toda claridad y seriedad: ¿para qué se quiere el
poder? Una vez respondida dicha interrogante, es posible pensar en nuevas
perspectivas.
El ejercicio tiene como objetivo un gran gobierno, que al final, arroje un
legado histórico de transformación social, en cauces democráticos. Atrás
quedó el gobierno que no consulta a la ciudadanía. Hoy, la gobernabilidad
debe ser democrática. Por esta razón, la Gobernanza es una alternativa. El
gobierno en esta lógica, es un actor más, pero con un peso creciente. Si se
toma en cuenta este supuesto, es posible un buen gobierno y el cimiento
para un gran gobierno. Con ello, se podrá enfrentar de mejor manera, uno
de los momentos más críticos en la vida de un político o de un gobernante:
el séptimo año.
268 Eduardo Robledo Rincón
que siendo juez te vistas como soldado, sino que te adornes con el hábito que
tu oficio requiere, con tal que sea limpio y bien compuesto.
Para ganar la voluntad del pueblo que gobiernas, entre otras has de hacer
dos cosas: la una, ser bien criado con todos, aunque esto ya otra vez te lo he
dicho; y la otra, procurar la abundancia de los mantenimientos; que no hay
cosa que más fatigue el corazón de los pobres que la hambre y la carestía.
No hagas muchas pragmáticas; y si las hicieres, procura que sean buenas,
y, sobre todo, que se guarden y cumplan; que las pragmáticas que no se guar-
dan, lo mismo es que si no lo fuesen; antes dan a entender que el príncipe
que tuvo discreción y autoridad para hacerlas, no tuvo valor para hacer que
se guardasen; y las leyes que atemorizan y no se ejecutan, vienen a ser como
la viga, rey de las ranas: que al principio las espantó, y con el tiempo la me-
nospreciaron y se subieron sobre ella.
Sé padre de las virtudes y padrastro de los vicios. No seas siempre riguro-
so, ni siempre blando, y escoge el medio entre estos dos extremos, que en esto
está el punto de la discreción. Visita las cárceles, las carnicerías y las plazas,
que la presencia del gobernador en lugares tales es de mucha importancia:
consuela a los presos, que esperan la brevedad de su despacho; es coco a los
carniceros, que por entonces igualan los pesos, y es espantajo a las placeras,
por la misma razón. No te muestres —aunque por ventura lo seas, lo cual yo
no creo— codicioso, mujeriego ni glotón; porque, en sabiendo el pueblo y
los que te tratan tu inclinación determinada, por allí te darán batería, hasta
derribarte en el profundo de la perdición.
Mira y remira, pasa y repasa los consejos y documentos que te di por escrito
antes que de aquí partieses a tu gobierno, y verás como hallas en ellos, si los
guardas, una ayuda de costa que te sobrelleve los trabajos y dificultades que a
cada paso a los gobernadores se les ofrecen. Escribe a tus señores y muéstrateles
agradecido, que la ingratitud es hija de la soberbia, y uno de los mayores pecados
que se sabe, y la persona que es agradecida a los que bien le han hecho, da indi-
cio que también lo será a Dios, que tantos bienes le hizo y de contino le hace.
La señora duquesa despachó un propio con tu vestido y otro presente a tu
mujer Teresa Panza; por momentos esperamos respuesta.
Yo he estado un poco mal dispuesto de un cierto gateamiento que me
sucedió no muy a cuento de mis narices; pero no fue nada, que si hay encan-
tadores que me maltraten, también los hay que me defiendan.
270 Eduardo Robledo Rincón
Avísame si el mayordomo que está contigo tuvo que ver en las acciones de
la Trifaldi, como tú sospechaste, y de todo lo que te sucediere me irás dando
aviso, pues es tan corto el camino; cuanto más, que yo pienso dejar presto
esta vida ociosa en que estoy, pues no nací para ella.
Un negocio se me ha ofrecido, que creo que me ha de poner en desgracia
destos señores; pero, aunque se me da mucho, no se me da nada, pues, en fin
en fin, tengo de cumplir antes con mi profesión que con su gusto, conforme
a lo que suele decirse: amicus Plato, sed magis amica veritas. Dígote este latín
porque me doy a entender que, después que eres gobernador, lo habrás apren-
dido. Y a Dios, el cual te guarde de que ninguno te tenga lástima.
Tu amigo,
Don Quijote de la Mancha.
Poder empresarial:
¿Poder para transformar o poder para acumular?
271
272 Eduardo Robledo Rincón
RESULTADOS ÓPTIMOS
EN LO INDIVIDUAL
SOCIEDAD
GOBIERNO
EMPRESAS
CONTRIBUIR AL
INTERÉS COLECTIVO
Fuente: GP3
¿Poder empresarial?
Áreas
Pre-democrático de relaciones
gubernamentales
Canales informales
para las redes
Áreas de negocios
Transición a la
de vinculación
democracia
pública
Gobernanza y
Democrático Gerencia del Poder
Empresarial
Fuente: GP3
276 Eduardo Robledo Rincón
Poder empresarial
PODER
PODER
CULTURAL
SOCIAL
Patrones de consumo
Empleo y bienestar
y trabajo
PODER
PODER POLÍTICO
ECONÓMICO Preservación
Riqueza de la actividad
económica
PODER
EMPRESARIAL
Fuente: GP3
Innovación y éxito
1
Existen actividades que necesariamente se corresponden con modalidades mono-
polistas y este monopolio es naturalmente del Estado. Tal es el caso, por ejemplo, de la
emisión de monedas, de timbres postales, etc. El monopolio estatal es un ingrediente que
suele hacerse necesario en determinadas circunstancias de la economía. En otras circuns-
tancias, el monopolio es inevitable, porque el gobierno asume la función de empresario
cuando el sector privado no tiene los suficientes incentivos o el capital suficiente para
invertir en el sector.
280 Eduardo Robledo Rincón
Medios de
comunicación Sociedad
Gobernanza del poder empresarial implica conocer al detalle los procesos de poder y
toma de decisiones del espacio público. Mediante la Gobernanza del poder empresarial,
una empresa puede conocer exactamente el terreno en el que se encuentra y construir un
mapa estratégico de actuación.
Fuente: Elaboración GP3.
Diplomacia corporativa
Control de consecuencias
Sumario
Carta de Ernst Stuhlinger, director de ciencia del Centro Marshall de Vuelos de la NASA,
a Mary Jucunda, misionera destinada en Zambia
290 Eduardo Robledo Rincón
Hace 400 años, vivía un conde en una pequeña aldea de Alemania. Era
uno de los condes benignos, y daba gran parte de sus ingresos a los pobres
de su aldea. Eso era muy de agradecer porque la pobreza abundaba en los
tiempos medievales y había epidemias de plaga que asolaban con frecuencia
el campo. Un día, el conde conoció a un extraño hombre. Tenía una mesa
de trabajo y un pequeño laboratorio en su casa, y trabajaba duro durante
el día para poder permitirse algunas horas de actividad en su laboratorio
por las noches. Tenía lentes pequeñas hechas de trozos de vidrio; montaba
las lentes en tubos y usaba esos aparatos para mirar objetos muy pequeños.
El conde estaba particularmente fascinado por las minúsculas criaturas que
podían observarse con grandes aumentos, y que nunca antes habían sido
vistos. Invitó al hombre a mudar su laboratorio al castillo, a convertirse en
un miembro de su casa y a dedicar desde entonces todo su tiempo al desa-
rrollo y perfeccionamiento de sus aparatos ópticos como empleado especial
del conde.
Los aldeanos, sin embargo, se enfadaron cuando se dieron cuenta de que
el conde estaba desperdiciando su dinero en lo que ellos consideraban una
payasada sin sentido. “¡Sufrimos por la plaga,” decían, “mientras le paga a ese
hombre por un hobby sin utilidad!” Pero el conde permaneció firme. “Os
doy tanto como puedo,” dijo, “pero también apoyaré a este hombre y a su
trabajo, porque creo que un día algo útil saldrá de ello”.
Realmente, salieron cosas muy útiles de ese trabajo, y también de tra-
bajos similares hechos por otros en otros lugares: el microscopio. Es bien
sabido que el microscopio ha contribuido más que cualquier otro invento al
progreso de la medicina, y que la eliminación de la plaga y de muchas otras
enfermedades contagiosas en todo el mundo es en buena parte el resultado de
los estudios que el microscopio hizo posibles.
El conde, al reservar algo de su dinero para investigación y descubri-
miento contribuyó mucho más al alivio del sufrimiento humano que lo que
hubiera conseguido dando a su comunidad asolada por la plaga todo lo
que pudiera ahorrar.
La situación que afrontamos hoy es similar en muchos aspectos. El pre-
sidente de los Estados Unidos gasta unos 200.000 millones de dólares en
su presupuesto anual. Ese dinero va a sanidad, educación, servicios socia-
les, renovación urbana, autopistas, transportes, ayuda al exterior, defensa,
Poder empresarial 291
Fuente: Cartas memorables, recopiladas por Shaun Usher, Ediciones Salamandra, Espa-
ña, 2014.
CAPÍTULO IX
Quinto poder:
El derecho de veto de la sociedad
293
294 Eduardo Robledo Rincón
El Quinto Poder
Poder Poder
Ejecutivo Ejecutivo
Poder Poder
Judicial Judicial
PROYECTO DE PROYECTO DE
GOBIERNO GOBIERNO
Medios de
comunicación Sociedad
PROYECTO DE
GOBIERNO
Poder Poder Poder
Ejecutivo Legislativo Judicial
El veto social
1. Cuando el agente con capacidad para vetar percibe que ha sido exclui-
do o no fue consultado antes de que una propuesta se haga pública.
2. Cuando el agente con capacidad de veto percibe (sin importar si
existieron o no consultas previas) que sus intereses no se incluyen o
no se protegen en la propuesta que se hace pública.
3. Cuando el agente con capacidad de veto percibe que la distribución
de costos y beneficios es asimétrica.
4. Cuando la acción del veto es gratuita, es decir, cuando el agente con
poder de veto no asume —durante el proceso de construcción de
consensos— compromisos precisos que debe honrar y no se estable-
cen mecanismos para hacer valer los mismos.
5. Cuando no mide la satisfacción ciudadana y no se comunica el valor
implícito del consenso y los beneficios específicos que éste generará,
con el fin de disuadir a actores externos de intentar forzar una situa-
ción de veto.
CONCIENCIA BENEFICIOS
PODER
DE CLASE PECUNIARIOS
MOTIVACIÓN
ESCUELAS CAPACIDAD EXPLICITA
PARA EL VETO
Fuente: GP3
El Quinto Poder en acción: Un disidente chino Wang Weilin se planta frente a los tanques
del gobierno comunista en la República Popular China. El Quinto Poder es la sociedad
que se manifiesta en contra o a favor de una autoridad determinada. En este caso, es la
comunidad humana en el ejercicio radical de su derecho de veto.
Como se vió, el veto social ocurre cuando el agente con capacidad para
vetar percibe que ha sido excluido o no fue consultado antes de que una
propuesta se haga pública. Cuando percibe que sus intereses no se incluyen
o no se protegen en la propuesta. Por lo tanto, una verdadera estrategia del
Quinto Poder debe empezar por construir el mapa de actores relevantes y
los canales de comunicación con los mismos. Construir consenso en torno
a un proyecto empresarial en el nuevo escenario democrático no es tarea
fácil, dada la gran cantidad y diversidad de intereses y actores que intervie-
nen en todas sus etapas.
304 Eduardo Robledo Rincón
Otro de los postulados de la teoría del veto es que éste ocurre cuando
el agente con dicha capacidad percibe que la distribución de costos y
2
Sobre el concepto de valor público, véase Moore (1998).
Quinto poder: El derecho de veto de la sociedad 305
beneficios es asimétrica. En ese orden, razón por la cual los impulsores del
proyecto deberán conducir una negociación precisa con todos los involu-
crados para crear un ambiente de negocios sostenible que genere beneficios
percibidos por todas las partes.
En la democracia, la imposición unilateral de decisiones es casi siempre
sinónimo de conflicto, e incluso, de fracaso. Por eso, la pluralidad demo-
crática implica la necesidad de lograr consensos mediante la negociación,
cuyo fin último es alcanzar el mejor acuerdo posible para todas las partes
involucradas y evitar discrepancias que pongan en riesgo la viabilidad de
un proyecto determinado. La negociación también permite fortalecer al
poder local, ya que genera procesos de conocimiento, diálogo y concerta-
ción entre los diversos actores locales. A los elementos de la negociación,
examinados en un apartado anterior, debemos añadir algunos más, que
correspondan al Quinto Poder.
La negociación no se improvisa. Es un proceso que requiere planeación
y cuyo primer paso debe ser, idealmente, la respuesta a ciertas preguntas
fundamentales: ¿Qué buscamos? ¿Qué desea la otra parte? ¿Qué podemos ofre-
cer y qué no? ¿Qué opciones tenemos si la negociación fracasa? ¿Con quién se
debe negociar? ¿Cómo sumamos a los líderes a nuestro proyecto? ¿Qué es esencial
y qué es deseable? ¿Qué es más probable que acepte la otra parte y qué no? ¿Qué
estamos dispuestos a ceder y qué no?
En otras palabras, el trabajo de análisis previo a la negociación será
esencial para alcanzar un acuerdo satisfactorio en un tiempo aceptable. De
esto se deriva que el mejor modelo de negociación es el proactivo y “pre-
ventivo”, es decir, aquél que inicia en la etapa más temprana posible del
proyecto y no como reacción a un conflicto.
Todo proceso de negociación es único, por lo que cada caso, para
tener éxito, requiere de un planteamiento también único que responda a
las características propias de la región o comunidad, los perfiles y motiva-
ciones de los negociadores y los recursos o elementos para negociar con
que cuentan las partes involucradas. Esto también implica investigación e
información previa acerca de las características, los costos y beneficios del
proyecto, de manera que los involucrados entiendan en qué consiste y qué
papel les tocaría desempeñar.
306 Eduardo Robledo Rincón
Marketing social
Otro de los motivos por los cuales el veto social puede ocurrir, es porque
no se comunica —o no se comunican adecuadamente— los alcances y
beneficios del proyecto, con lo cual, se puede incluso llegar a provocar
que actores externos (no directamente involucrados) intenten forzar una
situación de veto. Este punto es de valor fundamental: no basta con evitar
el rechazo del grupo ciudadano directamente involucrado; se debe prevenir
que otros grupos decidan involucrarse. Una comunidad que ya alcanzó
un acuerdo puede ser invadida por grupos de interés ajenos a la misma e
interesados en mantener el conflicto; sin importar que en dicho proceso
arrebaten beneficios ya negociados de forma adecuada con los ciudadanos.
En este sentido, la inclusión y participación ciudadana y la negociación
política son necesarias, pero no suficientes para garantizar la viabilidad
de un proyecto. Es necesario, además, elaborar una estrategia integral de
marketing social que, conociendo el humor social, dé a conocer oportuna-
mente sus características y ventajas y modifique positivamente las ideas y
actitudes de las personas respecto al proyecto.
En general, el marketing social consiste en “el diseño, implantación y
control de programas que buscan incrementar la aceptación de una idea o
causa social en determinados grupos objetivo” (Kotler y Saltman, 1971).
Su fin principal, es hacer que los potenciales beneficiarios y posibles
afectados de un proyecto determinado se persuadan de su conveniencia.
En última instancia, se trata de lograr que se acepte plenamente; es
decir, de producir —en la ciudadanía, el gobierno y los actores priva-
dos— una conducta que favorezca su exitosa terminación (Angelmar y
Pinson, 1975).
Quinto poder: El derecho de veto de la sociedad 307
Por lo tanto, todo actor —sea público, privado o social— que desee que su
proyecto se realice exitosamente, debe mostrarse como un agente de cambio
positivo, con el fin de lograr que las actitudes y conductas de los distintos
actores favorezcan el éxito del proyecto. Así, el marketing social busca que
la ciudadanía y los sectores público y privado estén conscientes de: 1) El
problema, carencia o necesidad que el proyecto busca atacar; y 2) Los cam-
bios positivos que se producirían en la comunidad con el proyecto.
Para tal fin, es necesario sustentar las virtudes —económicas, socia-
les, ambientales— del proyecto; así como el impacto positivo (externa-
lidades) que tendría en todas las esferas de la sociedad. En conclusión,
el factor de éxito del marketing social radica en demostrar claramente la
importancia —en términos de ventajas y beneficios— de aceptar y apo-
yar el proyecto propuesto.
Finalmente, es importante destacar que una característica específica
del Quinto Poder es su riesgo de contagio, pues una vez que un veto
exitoso ocurre, es muy probable que otros grupos decidan empezar a
308 Eduardo Robledo Rincón
Los actores sociales son las personas o grupos de personas directa o indirec-
tamente afectadas por un proyecto, y las personas o grupos de personas que
310 Eduardo Robledo Rincón
DIVULGACIÓN
DE INFORMACIÓN
IDENTIFICACIÓN CONSULTA CON LOS
Y ANÁLISIS DE LOS Proporcionar información ACTORES SOCIALES
ACTORES SOCIALES a los actores sociales desde las
primeras etapas del proceso de Planear cada proceso de
Dedicar tiempo a identificar y toma de decisiones, de una consulta, realizar consultas
establecer un orden de prioridad manera significativa y por inclusivas, documentar el
de los actores sociales, y a medios accesibles, y mantener proceso e informar
determinar sus intereses esta comunicación durante sobre las actividades
e inquietudes toda la vida del de seguimiento
proyecto.
NEGOCIACIÓN Y
FUNCIONES DE GESTIÓN ASOCIACIONES
Crear y mantener Cuando se trate de cuestiones
en la empresa suficiente BUENAS controvertidas y complejas,
RELACIONES entablar negociaciones de
capacidad para manejar
CON LOS
buena fe que satisfagan los
las relaciones con los actores intereses de todas las partes.
sociales, hacer un seguimiento ACTORES Añadir valor a la mitigación del
de los compromisos contraídos SOCIALES impacto del proyecto a los
e informar sobre los beneficios de este último
progresos realizados. mediante las asociaciones
estratégicas.
PARTICIPACIÓN DE
LOS ACTORES SOCIALES
ELABORACIÓN INTERESADOS EN EL
DE INFORMES PARA SEGUIMIENTO DE LOS PROYECTOS GESTIÓN DE LAS
LOS ACTORES SOCIALES RECLAMACIONES
Comprometer la participación de
Informar a los actores las personas o grupos directamente Establecer medios
sociales (tanto las personas o afectados por el proyecto en el accesibles y adecuados
grupos consultados como seguimiento de sus impactos y para que los actores sociales
quienes tengan intereses más beneficios, así como las actividades puedan exponer sus
generales en el proyecto y en de mitigación, y recurrir a expertos inquietudes y reclamaciones
la empresa matríz) acerca externos en los casos en que se acerca del proyecto
del desempeño ambiental, considere que éstos puedan a lo largo de toda
social y económico aumentar la transparencia su existencia.
del proyecto. y la credibilidad.
Manual de prácticas recomendadas para las empresas que hacen negocios en mercados
emergentes. Relaciones con la comunidad y otros actores sociales.
Fuente: Banco Mundial, 2007.
312 Eduardo Robledo Rincón
Sumario
El presidente de los Estados Unidos, Franklin Pierce, envía en 1854 una oferta al Jefe
Seattle, de la tribu Suwamish, para comprarle los territorios del noroeste de los Estados
Unidos que hoy forman el Estado de Washington. A cambio, promete crear una “reserva-
ción” para el pueblo indígena. El Jefe Seattle responde en 1855
Quinto poder: El derecho de veto de la sociedad 315
Blanco dice que nos reservará un lugar donde podamos vivir satisfechos. Él
será nuestro padre y nosotros seremos sus hijos. Por lo tanto, nosotros vamos
a considerar su oferta de comprar nuestra tierra. Pero eso no será fácil. Esta
tierra es sagrada para nosotros. Esta agua brillante que se escurre por los
riachuelos y corre por los ríos no es apenas agua, sino la sangre de nuestros
antepasados. Si les vendemos la tierra, ustedes deberán recordar que ella es
sagrada, y deberán enseñar a sus niños que ella es sagrada y que cada reflejo
sobre las aguas limpias de los lagos habla de acontecimientos y recuerdos de
la vida de mi pueblo. El murmullo de los ríos es la voz de mis antepasados.
Los ríos son nuestros hermanos, sacian nuestra sed. Los ríos cargan nues-
tras canoas y alimentan a nuestros niños. Si les vendemos nuestras tierras, us-
tedes deben recordar y enseñar a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos,
y los suyos también. Por lo tanto, ustedes deberán dar a los ríos la bondad que
le dedicarían a cualquier hermano.
Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestras costumbres. Para
él una porción de tierra tiene el mismo significado que cualquier otra, pues es
un forastero que llega en la noche y extrae de la tierra aquello que necesita. La
tierra no es su hermana sino su enemiga, y cuando ya la conquistó, prosigue
su camino. Deja atrás las tumbas de sus antepasados y no se preocupa. Roba
de la tierra aquello que sería de sus hijos y no le importa.
La sepultura de su padre y los derechos de sus hijos son olvidados. Trata a
su madre, a la tierra, a su hermano y al cielo como cosas que puedan ser com-
pradas, saqueadas, vendidas como carneros o adornos coloridos. Su apetito
devorará la tierra, dejando atrás solamente un desierto.
Yo no entiendo, nuestras costumbres son diferentes de las suyas. Tal vez
sea porque soy un salvaje y no comprendo.
No hay un lugar quieto en las ciudades del hombre blanco. Ningún lugar
donde se pueda oír el florecer de las hojas en la primavera o el batir las alas de
un insecto. Mas tal vez sea porque soy un hombre salvaje y no comprendo. El
ruido parece solamente insultar los oídos.
¿Qué resta de la vida si un hombre no puede oír el llorar solitario de un
ave o el croar nocturno de las ranas alrededor de un lago? Yo soy un hombre
piel roja y no comprendo. El indio prefiere el suave murmullo del viento
encrespando la superficie del lago, y el propio viento, limpio por una lluvia
diurna o perfumado por los pinos.
316 Eduardo Robledo Rincón
El aire es de mucho valor para el hombre piel roja, pues todas las cosas
comparten el mismo aire —el animal, el árbol, el hombre— todos compar-
ten el mismo soplo. Parece que el hombre blanco no siente el aire que respira.
Como una persona agonizante, es insensible al mal olor. Pero si vendemos
nuestra tierra al hombre blanco, él debe recordar que el aire es valioso para
nosotros, que el aire comparte su espíritu con la vida que mantiene. El vien-
to que dio a nuestros abuelos su primer respiro, también recibió su último
suspiro. Si les vendemos nuestra tierra, ustedes deben mantenerla intacta y
sagrada, como un lugar donde hasta el mismo hombre blanco pueda saborear
el viento azucarado por las flores de los prados.
Por lo tanto, vamos a meditar sobre la oferta de comprar nuestra tierra.
Si decidimos aceptar, impondré una condición: el hombre blanco debe tratar
a los animales de esta tierra como a sus hermanos.
Soy un hombre salvaje y no comprendo ninguna otra forma de actuar. Vi
un millar de búfalos pudriéndose en la planicie, abandonados por el hombre
blanco que los abatió desde un tren al pasar. Yo soy un hombre salvaje y no
comprendo cómo es que el caballo humeante de hierro puede ser más im-
portante que el búfalo, que nosotros sacrificamos solamente para sobrevivir.
¿Qué es el hombre sin los animales? Si todos los animales se fuesen, el
hombre moriría de una gran soledad de espíritu, pues lo que ocurra con los
animales en breve ocurrirá a los hombres. Hay una unión en todo.
Ustedes deben enseñar a sus niños que el suelo bajo sus pies es la ceniza
de sus abuelos. Para que respeten la tierra, digan a sus hijos que ella fue enri-
quecida con las vidas de nuestro pueblo. Enseñen a sus niños lo que enseña-
mos a los nuestros, que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la
tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo,
están escupiendo en sí mismos.
Esto es lo que sabemos: la tierra no pertenece al hombre; es el hombre el
que pertenece a la tierra. Esto es lo que sabemos: todas la cosas están relacio-
nadas como la sangre que une una familia. Hay una unión en todo.
Lo que ocurra con la tierra recaerá sobre los hijos de la tierra. El hombre
no tejió el tejido de la vida; él es simplemente uno de sus hilos. Todo lo que
hiciere al tejido, lo hará a sí mismo.
Incluso el hombre blanco, cuyo Dios camina y habla como él, de amigo
a amigo, no puede estar exento del destino común. Es posible que seamos
Quinto poder: El derecho de veto de la sociedad 317
319
320 Eduardo Robledo Rincón
2. Guerra Nuclear
Mirando al futuro 321
3. Catástrofes ecológicas
4. Pandemias mundiales
322 Eduardo Robledo Rincón
7. Supervolcanes
8. Biología sintética
324 Eduardo Robledo Rincón
9. Nanotecnología
1
Fuente: Global Challenges Foundation, http://globalchallenges.org/publicaciones/
doce-riesgos-que-ponen-en-jaque-a-la-civilizacion-humana/acerca-del-proyecto/
326 Eduardo Robledo Rincón
Fuente: Global Terrorism Index 2015. Institute for Economics & peace
del siglo xxi deben tenerlo y ejercerlo, pero sin recurrir al autoritarismo,
porque el entorno social es el de la democracia y las libertades. En un mar-
co de democracia, los gobiernos deben responder a las demandas sociales
sin afectar a la democracia sino que, por el contrario, contribuyendo a
fortalecerla. No se trata solamente de administrar, sino de transformar: no
se trata de crear buenos gobiernos, porque ello no es suficiente.
Ha llegado la hora de los grandes gobiernos.
En la competencia democrática, se deberán construir los mecanismos
sociales para llegar al poder real. En el escenario mundial en general, y lati-
noamericano en particular, llegar al gobierno no significa alcanzar el poder
ni mucho menos. Al ganar en una competencia democrática se llega a la
autoridad, pero ésta, como ya se ha advertido, no basta para cumplir con
las expectativas históricas del momento.
En ese orden, a lo largo del libro se han construido diversas tesis des-
de la Gerencia del Poder. Se ha creado u ordenado una metodología para
acceder y ejercer con eficacia el gobierno en un marco democrático. La
Gerencia del Poder pretende ser un ordenamiento para la eficacia, en un
escenario en el que la ética, también debe contar como ingrediente decisi-
vo. La democracia exige tanto legalidad como legitimidad y la Gerencia del
Poder es un método para manejar —sobre la base del ordenamiento— lo
público y lo político.
Los desafíos pasan por la formación de gobernantes con liderazgo. Se-
gún Caron Bellamy, exdirectora ejecutiva de la unesco, muchos de los
grandes problemas de la humanidad se relacionan con la falta de liderazgo.
En ese orden, se refrenda la propuesta de Gerencia del Poder, que insiste en
la necesidad de saber para qué se quiere gobernar, puesto que saber para
qué, permitirá convertir al poder en un espacio para nuclear a los prota-
gonistas estratégicos dentro de la sociedad. Esto es, para conducir al grupo
humano hacia los cambios estructurales.
Este libro, como el poder, es un proceso y, por eso mismo, reclama
lecturas críticas, que permitan llegar a nuevas profundidades y amplitudes
en el futuro. Es un libro sobre el poder y no el libro sobre el poder. Como
recuento de un proceso, también requiere asumir las transformaciones que
el tiempo lleva a las sociedades. La historia cuenta.
Fuentes consultadas
331
332 Eduardo Robledo Rincón
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