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PAULO OROSIO

Alejandro Campos Sánchez


Universidad Complutense de Madrid
Facultad de Geografía e Historía
Historia del Arte, 1º B1
CONTENIDO

INTRODUCCIÓN .......................................................................................................... 2

CONTEXTO HISTÓRICO ........................................................................................... 2

BIOGRAFÍA ................................................................................................................... 4

OBRAS ............................................................................................................................ 8

Historiae adversus paganos ......................................................................................... 8

Commonitorium de errore Priscillianistarum et Origenistarum ............................. 11

Liber Apologeticus contra Pelagianos ...................................................................... 12

LA HISTORIA DE OROSIO ...................................................................................... 13

LA GEOGRAFÍA DE OROSIO ................................................................................. 14

CONTRIBUCIÓN A LA CULTURA Y REPERCUSIÓN ....................................... 14

BIBLIOGRAFÍA .......................................................................................................... 16

1
INTRODUCCIÓN

Existen muy pocos datos fiables de la vida de Paulo Orosio, a excepción de un


corto periodo de tiempo. Su biografía está construida a base de conjeturas y
especulaciones, lo que explica la divergencia de opiniones sobre los mismos hechos. Fue
sacerdote, historiador y teólogo hispano, siendo la figura que mejor representa el puente
entre el universalismo clásico y el providencialismo cristiano.
Es difícil que haya una mejor introducción para hablar de Orosio que las palabras
que le dedica Genadio de Marsella (m. 494-501) en su obra De Scriptoribus
Ecclesiasticis:
‘‘Un presbítero de origen hispano, Orosio hombre elocuente y competente en
historia, escribió contra los paganos difamadores del nombre cristiano, que pretenden que
la doctrina de Cristo es responsable de las debilidades de la República romana. En estos
libros Orosio trata sobre casi todas las miserias, las calamidades y sobresaltos de las
guerras de todos los tiempos del mundo; pone a la vista que Roma habría podido durar
mucho tiempo, y a pesar de su conducta, conservar el imperio en la paz de Dios. En el
primer libro de Orosio nos muestra la posición de la tierra rodeada por el Océano y
atravesada por el cauce del río Tanais (Don); muestra también la situación de los lugares,
los nombres, el número de habitantes de los pueblos, las cualidades de las regiones, el
principio de las guerras y los orígenes de la tiranía manchados por la sangre de los pueblos
vecinos. Enviado junto a Jerónimo por Agustín para oír la explicación de los orígenes del
alma, Orosio regresa con las reliquias del primer mártir, poco ha encontradas; es el
primero en introducir en Occidente las reliquias recientemente descubiertas del primero
y bienaventurado mártir Esteban. Brilló casi al final del imperio de Honorio’’1.

CONTEXTO HISTÓRICO

Aproximándonos a la fecha de nacimiento de Paulo Orosio, y avanzando hasta la


desaparición de datos del mismo, nos situaremos en las dos décadas finales del siglo IV
y las dos primeras del siglo V. Podrían considerarse estos cuarenta años como unos de
los más movidos de la historia de Occidente, dándose en ellos una manifiesta aceleración
de la historia.
En los últimos veinte años del siglo IV se vive un momento imperial de gran
plenitud con la figura del emperador hispano Teodosio I ‘‘El Grande’’. Este emperador
es bautizado en el 380 y, mediante el Edicto de Tesalónica, declara el cristianismo como
religión oficial del imperio. Asimismo, los patriarcas de Roma y Alejandría consiguen
primacía sobre el resto, con el único fin de perjudicar al arrianismo, que se convierte en
herejía por la iglesia en el 381. A partir de entonces se comienzan a destruir numerosas
construcciones paganas, como por ejemplo, la destrucción de todos los edificios paganos
de Alejandría, incluida la Biblioteca. En ese mismo año se es establece un nuevo foedus
entre romanos y visigodos, firmando definitivamente al año siguiente la paz,
permitiéndoles Teodosio asentarse al sur del Danubio. En el año 387 se produce el

1
P. L. M., col. LVIII, 1080-81.

2
bautismo de San Agustín, figura importante y relevante en la vida de Orosio. En el 391
con la religión cristiano católica como la oficial en todo el imperio romano, se procede al
cierre de todos los templos no cristianos para convertirlos, y se castiga cualquier acto
pagano.
Ya en el 392, Teodosio se convierte en el emperador de oriente y occidente y, a
su muerte en el 395, deja a sus hijos como herederos, separándose de nuevo en el imperio,
el de oriente para Arcadio; y el de occidente, para Honorio. Estos, al ser demasiado
jóvenes, son dejados por su padre al cuidado de dos personas de su confianza para evitar
que quedasen en ridículo. A pesar de ello, acaban enfrentándose entre sí por conseguir el
control entero del imperio. Alarico I
se declara rey de los visigodos, y
aprovechándose de estas disputas
internas, pone fin a 16 años de paz
entre los pueblos. Se producen
entonces invasiones, saqueos y
destrucción por parte de Alarico,
invadiendo en el 400 el norte de la
península italiana. Los germanos
también entran en la invasión, y los
vándalos comienzan su viaje hacia el
oeste desde Dacia y Hungría.
Las dos primeras décadas del siglo V son de enorme convulsión. En el 402 se
produce la batalla de Pollentia, donde el ejército romano, a manos de Estilicón, vence a
los visigodos, impidiendo su conquista. Alarico I, después de esto, cesa en sus intentos
de invasión. En el 404, Honorio traslada la capital del imperio romano de occidente a
Rávena. En el 405 los burgundios, suevos, vándalos y alanos se preparan para invadir la
Galia, y empiezan a cruzar el Rin, que estaba congelado, por lo que Roma abandona
Britania para combatir contra estos bárbaros. Por otro lado, en Hispania, la familia de
Teodosio se resiste al usurpador Constantino III, pero sin éxito, ya que en el 408 se hace
dueño de la península. En este año se funda Gallaecia y Alarico I vuelve a intentar invadir
Italia. En el 409 los vándalos, suevos y alanos penetran en Hispania a través de los
Pirineos, estableciéndose estos últimos en la provincia de Gallaecia mediante un foedus
con Roma por el que se instituye la figura política de regnum. Esto es considerado como
el fin de la Hispania Romana. A la vez que todo esto, se produce una epidemia de peste
que asola toda la península.
Los visigodos de Alarico, en el 410, incendian y saquean Roma durante tres días.
Esto produjo una gran conmoción, y se interpretó como una señal aciaga de la disolución
inevitable de este mundo. Posteriormente, su hermanastro Ataúlfo, le sucede como
gobernante. En Hispania se produce una rebelión del ejército imperial contra los
representantes del emperador en la península ibérica y Geroncio proclama a Máximo
emperador de la diócesis Hispaniarum. Se establecen los vándalos en la Bética, alanos en
la meseta y los visigodos en la Tarraconense. En el 412 los visigodos se trasladan a la
Galia y Ataúlfo firma la paz con Roma, mientras tanto San Agustín de Hipona comienza
a redactar De civitate Dei (La ciudad de Dios), terminándolo definitivamente en el 426,
y posteriormente escribirá De natura et gratia y De Trinitate. En el 415, los visigodos

3
penetran en Hispania y combaten contra suevos y alanos. Valia se convierte en su rey tras
un breve reinado de Sigérico, que duró una semana, y firma un tratado de federación con
el imperio comprometiéndose a combatir a cambio de un suministro regular de víveres.
En el 417 los visigodos conquistan Aquitania, y San Agustín ordena a Paulo Orosio
escribir su obra Historiae adversus paganos. En el 418, Teodorico I sucede a Valia y se
convierte en rey visigodo, fundando el reino de Tolosa (Toulouse), el primero de los
reinos germánicos sucesores del imperio. En el 419, los vándalos, acosados por los
romanos, abandonan Gallaecia y se establecen en la Bética, y se produce en Hispania la
huida de los priscilianistas. Finalmente en el 420, los hunos se establecen en el sur del
Danubio, lo que provocará en el futuro varias guerras e intentos de conquistas. Estamos
ante el principio del fin del imperio romano de occidente2.
De esta manera, a finales del siglo IV Orosio vive la plenitud imperial cristiana,
años en los que tiene vigencia, en palabras de Prudencio (348-c.410), la «aurea Roma».
Por otro lado, bajo el golpe de Alarico, y el pesimismo de San Agustín, en las dos primeras
décadas del siglo V, el mismo Orosio define este imperio romano como «perenne miseria
histórica». En un tiempo muy breve de la historia de Roma cambia el sentido de la
interpretación de la misma3.

BIOGRAFÍA

Empezando por el nombre, frecuentemente se le denomina Paulo Orosio, sin


embargo, algunos escritores opinan que fue Orosio, sin más, y que Paulo fue añadido a
partir del siglo XIII. El error habría surgido debido a una errónea interpretación de la sigla
P. de presbítero. El fundamento de esta creencia es que San Agustín y San Jerónimo lo
presentan como joven presbítero y le llaman Orosio, a secas4. Posiblemente el nombre de
Orosio es el nombre indígena y Paulo el
nombre romano cristiano adoptado en el
bautismo, o en su ordenación presbiteral,
por lo que se le sigue llamando de esta
manera.
En cuanto a su nacimiento, es
evidente que Orosio era hispano. Nació en
el Convento Jurídico Bracarense, que
pertenecía a la provincia de Gallaecia, muy
probablemente en la ciudad de Bracara. La
fecha del mismo es muy difusa, pero se
puede calcular de un modo aproximado. San Agustín escribe una carta en el 415, en la
que le llama por tres veces joven, pero según treinta estudiosos, como Benoit Lacroix

2
BRAVO, G., Historia del Mundo Antiguo. Una introducción crítica, Madrid, Alianza Editorial, 2011, pp.
531-557.
3
RIVERA DE VENTOSA, Enrique, “A los orígenes del pensamiento medieval en la historia: Prudencio,
Orosio y San Isidoro”, Revista española de Filosofía Medieval, Universidad Pontificia de Salamanca, 4
(1997), p. 8.
4
SAUVAGE, H., De Orosio, París, 1874, p. 6.

4
(1965), podría tratarse de una juventud relativa, que podría cifrarse en unos cuarenta años.
Por otro lado, la legislación española exigía los treinta y cinco años para la ordenación
sacerdotal, o treinta años para ordenarse de presbítero. Por lo tanto, Orosio pudo
ordenarse canónicamente a los treinta años, puesto que en otros órdenes no se cumplían
las disposiciones canónicas priscilianistas y, por ello, no hay ningún inconveniente en que
dos años después pudiera marchar a África. De modo que cuando visita a San Agustín,
tendría unos treinta y dos años. Definitivamente, puede colocarse la fecha de su
nacimiento en entre el 380 y el 385; quizá el 383.
En cuanto a su educación, se aprecia un ruralismo ingenio fruto de su tierra y del
ambiente que vive en sus primeros años. Una mentalidad de ocurrencia ingenua, o
aldeana. Esto se aprecia en sus obras y narraciones históricas, de escasa o nula vinculación
con el tema. Se ve en ciertas ocasiones que hace uso de la ironía y del humor, como
cuando dice de Atalo: ‘‘Imperatore infecto refecto, defecto”5. A veces describe imágenes
que descubren resabios de ruralismo ambiente.
Hablando de la campaña de África, llevada a cabo por Régulo, dice que los
aguadores del ejército eran devorados por una serpiente junto al río Bragada, y se extiende
en numerosos detalles referentes a estos animales. En Galicia siembre ha habido gran
preocupación por estos ofidios, a pesar de que no existen serpientes venenosas, a
excepción de la víbora. Por lo tanto, podemos considerar esta preocupación de Orosio por
las serpientes como un lastre de niñez o juventud, dentro del ambiente rural gallego.
Es considerado en ocasiones como un cándido predicador rural.
También podemos ver que en su educación había alcanzado un nivel medio de
cultura clásica importante. Escribe un latín correcto para su época, de una época de
decadencia y de iniciación de los futuros idiomas romances. Sin embargo, sigue las
normas morfológicas y sintácticas del latín de su época.
Conoce escritores latinos y los cita, aunque ni sean historiadores ni traten temas
históricos. Es un autor que conoce a Virgilio, a Cicerón, a Plinio “El joven” o a Lucano.
También podemos encontrar citas de Homero o de Platón, aunque no conocía del todo
bien el griego. También cita a Claudiano, poeta casi contemporáneo.
Orosio debió adquirir una formación humanística importante, que tendría lugar
seguramente en Bracara, primer foco cultural de Gallaecia en el siglo IV.
También son frecuentes las citas a los historiadores, ya que, sin ir más lejos, su
Historia va a ser una recopilación de los historiadores que le sirven como fuentes. Usa a
Tito Livio, Salustio, Cornelio, Nepote, César o Suetonio, entre muchos otros.
Su formación cristiana era bastante completa y supera a su dominio de la cultura
pagana. Entre sus fuente no se puede olvidar a su Maestro, San Agustín, seguido por
Eusebio de Cesarea, San Jerónimo, Arnobio y Lactancio, Tertuliano, etc. Abundancia en
las citas bíblicas –ya que conocía numerosas partes del libro de memoria– del Antiguo y
Nuevo Testamento, San Pablo y los Evangelios. Conoce las corrientes contemporáneas

5
“Emperador elegido, confirmado y sustituido”.

5
tanto ortodoxas como heréticas, y aunque muchos de estos conocimientos los pudo
adquirir en África o Palestina, debemos suponer que gran parte ya los conocía.
San Agustín lo acepta, no solo por sus dotes naturales, sino por su adecuada
preparación y bagaje cultural. La persecución sufrida por los suevos, da a entender que
era considerado relevante. Fue alabado en su época, ya sea por el Papa Gelasio, o por
Genadio de Marsella.
La emigración de Orosio en busca de luz que aumente su fe es un hecho muy
normal con lo que se estila a finales del siglo IV y a principios del V6. Todos los escritores
que hoy día conocemos fueron emigrantes en busca de conocimientos. Por ello, no cabe
duda de que Orosio estuvo influido por ese deseo, para resolver dudas y regresar a su
patria con gran ilusión y satisfacción.
Los puntos más frecuentes de emigración solían ser Roma o Palestina, pero Orosio
emigra a África. La explicación a ello es que allí
se encontraba San Agustín, foco de primera
magnitud del cristianismo occidental. El móvil
fundamental de su viaje por lo tanto es un afán
cultural y porque era una región libre de bárbaros
(Eustaquio Sánchez Salor). Sin embargo, no es
correcto hablar de fuga, que no se fue por el miedo
a esta invasión7. Ya el mismo en el
Commonitorium y en su Historiae dice que ‘‘ha
sido enviado enviado por Dios junto a San
Agustín, movido por una fuerza oculta’’8. La
persecución de los suevos precipitó su
peregrinación. Esta situación de peligro fue la
excusa perfecta para cumplir el sueño de su vida.
Orosio tenía intención de regresar a su tierra una vez realizada su consulta, pero
San Agustín lo recibe con los brazos abiertos, lo que propició que se quedase por allí más
tiempo de lo esperado. Allí, al refutar a los Maniqueos, indirectamente refuta la herejía
priscilianista.
Ya en el 415 se encaminó a Palestina para consultar a San Jerónimo el tema
referente a la creación del alma humana. Coincidió en la celebración de un concilio en
Jersualén en el que Pelagio defendía su doctrina sobre la “gracia divina”, contraria a la de
San Agustín y San Jerónimo.
Orosio fue invitado y se enfrentó valientemente contra Pelagio y rebatió su herejía.
Orosio fue acusado de que “el hombre, ni aun con el auxilio divino, puede estar sin
pecado”. Orosio habló en latín en el sínodo. Debido a esto escribió el Liber Apologeticus
contra Pelagianos. Rechazó esta ofensa y, poniendo a Dios por testigo, declaró que esas

6
TORRES RODRÍGUEZ, C., “La peregrinaciones de Galicia a Tierra Santa en el siglo V”, Cuadernos de
Estudios Gallegos, XXXII (1955), pp.313-360.
7
LIPPOL, A., Traduzione di Aldo Bartalucci: Orosio, Le Storie contro l pagan. I, p. 20.
8
OROSIO,P., Consulatio sive Commonitorium, Vindibonne, Ed. Schepps, 1889, p. 154.

6
palabras nunca salieron de su boca. Atacó duramente a Pelagio y afirma que si nombra a
Dios es por odio a la herejía, y no al hereje.
Orosio tenía ya gran ansía de regresar a Bracara, a pesar de la alegría y consuelo
de su llegada a Palestina. Pero, ante la noticia de que el enemigo se había apoderado de
toda Hipania, se muestra temeroso ya que no sabe si al abandonar Palestina, no pueda
conseguir llegar a su tierra, y se quede sin refugio por su “loca audacia”9. Su estancia allí
tampoco había sido todo lo que él esperaba, aunque se mostraba contento.
A pesar de todo, emprende su viaje de vuelta, satisfecho por haber recogido las
enseñanzas de San Agustín en África en relación con los medios de refutar la doctrina
priscilianista; y en Palestina había aprendido a discernir y refutar los errores origenistas.
Además de ello, traía las reliquias del mártir cristiano San Esteban.
En su regreso volvió a visitar África, movido por dos motivos, el primero de ellos
el mandato de San Agustín, quien en una carta a San Jerónimo le dijo que regresase a casa
por esas tierras. El segundo, un deber de gratitud, por la buena acogida de su primera
visita en África.
No se sabe cuánto tiempo permaneció allí, pero posiblemente fue muy poco
tiempo, puesto que ya había cumplido sus objetivos y tenía unas ganas tremendas por
volver, por ello, y porque las reliquias de un santo no podían demorarse en exceso, se
embarcó de regreso a principio del 416. Algo en el camino le obligó a retroceder y
dirigirse a Menorca, a la ciudad de Mahón, donde se detuvo muy pocos días, para después
volver a África.
A partir de ese momento se dedica a escribir sobre las relaciones de los visigodos
con el imperio romano, el reinado de Ataúlfo, el de Sigerico, el de Valia, etc. Los
visigodos intentaron llegar a África, pero fracasaron, y tuvieron que hacer las paces de
nuevo con Roma. Suceso únicamente conocido porque así lo narra Orosio en el libro VII
de Historiae adversus paganos.
El estado tormentoso del mar y la catástrofe sufrida por esta expedición goda y el
peligro de los invasores fueron las causas de que Orosio desistiera de seguir su viaje por
mar hasta Bracara y de que se dirigiera a Mahón, para intentar llegar a la península por
las baleares, pero como ya se ha dicho, tuvo que volver a África.
San Agustín ordenó a Orosio completar su tesis Ciudad de Dios con datos
históricos. Uso resúmenes en historia, narraciones esquematizadas de obras prolijas. Por
tanto, se estima que en el 417 concluyese su obra Historiae adversus paganos. Qué hizo
después y hasta que año vivió se ignora, solo Genadio de Marsella duce que vivió casi
hasta los últimos días del emperador Honorio.
Pudo continuar al lado de San Agustín hasta la muerte de este, con motivo del
asedio y conquista de Hipona por los vándalos en el 430, pero sería extraño este silencio
tan dilatado. Cabe también la suposición de que antes de esa fecha falleciese de
enfermedad.

9
TORRES RODRÍGUEZ, C., Paulo Orosio. Su vida y sus obras, Santiago, VELOGRAF, S.A., 1985, pp.
32-37.

7
De haber vivido, no sería de extrañar que acompañase a su maestro en los últimos
y trágicos momentos de su muerte. Es posible que como discípulo permaneciese a su lado
aprendiendo e incluso servirle de ayuda en la composición de los últimos libros de este
de Ciudad de Dios
Posiblemente alguna enfermedad le obligó a guardar silencio, o con más
probabilidad, hubiera fallecido antes del 423, fecha tope que da Genadio de Marsella10.

OBRAS

De las tres obras de Paulo Orosio, Historiae adversus paganos es sin duda la más
importante. Las otras dos, de contenido teológico, son mucho menos conocidas. Éstas son
el Commonitorium de errore Priscillianistarum et Origenistarum y el Liber Apologeticus
contra Pelagianos.

Historiae adversus paganos


Orosio redactó esta obra a ruegos de San Agustín para defender a la Iglesia de las
acusaciones injustas de los paganos sobre el saqueo que sacudió a Roma en el año 410 a
manos de las tropas de Alarico; ya que éstos culparon a los cristianos de lo ocurrido. Sin
embargo, acabará realizando una gran historia universal y no el compendio que pensaba
hacer en origen; añadiendo además una visión optimista de la historia desde el nacimiento
de Cristo, ya que sugiere que el mundo se ha ido perfeccionando en contraposición al
antiguo mundo pagano asociado a la muerte11.
Escribió su Historiae adversus paganos en disputa con los melancólicos del
paganismo. La primera característica que define esta obra es su sentido universalista; se
propone narrar la historia de la humanidad sobre la tierra desde la creación del mundo

10
TORRES RODRÍGUEZ, C., ídem, pp. 37-43.
1
ALONSO NÚÑEZ, J.M., “La metodología histórica de Paulo Orosio”, Revista de filología clásica y
hebrea, 45 (1994), pp. 373-379.

8
hasta su propio tiempo. Esta visión universalista es tanto cronológica como geográfica.
También tiene un carácter universalista su elección del sujeto de la Historia: el género
humano. La segunda característica de las Historias es el providencialismo. La novedad
está en querer mostrar el influjo de la mano de Dios en cada acontecimiento: “Si somos
criaturas de Dios, también somos objeto de su tutela”. El poder de Dios se ha mostrado
en la historia de muchos modos: providencialismo. Por otro lado, su paciencia permite al
hombre actuar con una cierta libertad. Ésta es una de las claves de la teología de la historia
orosiana. Otra de las claves de esta historia es el abuso de la libertad, la desobediencia de
la ley divina y, en definitiva, el pecado. “Sobre este asunto entiendo que algunas mentes
estrechas y torpes se escandalicen de que se mezcle tanto poder con una paciencia tan
amplia”.
Acerca del debate de si Dios podría haber creado un mundo más perfecto donde
no existiera el mal, Orosio señala que Dios no es el responsable de las miserias del mundo,
sino que las criaturas abusan de su libertad y caen en el pecado. Marca el inicio de la
historia universal, ya que del pecado original proceden los males del mundo en forma de
castigos por los pecados.
En el prólogo de la obra, Orosio nos presenta un catálogo
de los diversos modos en que podrían presentarse las desgracias
de la humanidad. La historia se convierte así en una sucesión de
desgracias, de miseriae. Cabe diferenciar dos tipos de males: Por
un lado, la guerra; por otro, los estragos que afectan a la tierra:
terremotos, volcanes, maremotos, etc. Orosio trata con
originalidad este tema, ya que no es un historiador de hazañas
bélicas, sino que se centra en las penalidades producidas por la
guerra. El autor se horroriza al pensar que la guerra ha sido el
modo de vida de los romanos. Además critica duramente la guerra
civil al considerarla la lucha entre hermanos. Al mismo tiempo
disculpa en cierto modo las guerras sucedidas en los tempora
Cristiana, ya que según él tienen un motivo justo, apenas se
cobran vidas y luchas por demostrar su verdadera fe en Dios. Por
Sylvestre, Le Sac de
Rome, (1890) último considera la paz como algo ligado a la implantación del
Cristianismo12.
Las Historias contienen un elevado número de fenómenos de diferente tipo en
cuanto a catástrofes naturales: meteorológicos, terremotos, epidemias y algunos más que
superan el orden cotidiano de la naturaleza. Responden a dos criterios diferentes; en
muchos casos son sólo una acumulación de desgracias, pero en otros tienen una
intervención directa de Dios. El objetivo último de la obra de Orosio no es la recopilación
de un catálogo de catástrofes sino la comprensión de su significado, esto es, la
interpretación del sentido de la historia.
El hilo conductor pues, son las desgracias que sufre la humanidad, pero
complementariamente hay un intento de explicar su significado interno. Orosio presenta

12
GÓMEZ ASO, G., De Rebus Antiquis. Paulo Orosio: una interpretación del historiografía
providencialista cristiana ante la caída de Roma en el 410, Universidad Católica Argentina Universidad
Católica Argentina (2011).

9
así un juez, a la vez severo y misericordioso. La sucesión continuada de desgracias a lo
largo de la historia se presenta como una serie de “juicios de Dios”. Orosio opina que las
desgracias afectan por igual a buenos y malos, que se sanciona el comportamiento en esta
vida, sin esperar a la vida futura el juicio. Desarrolla una teoría basada en el binomio
pecado-castigo; desde el primer hombre comenzó en pecado y el castigo del mismo. Las
Historias se convierten así es una narración de excesos humanos y castigos divinos, de
desgracias y penitencia por los pecados. La intervención de Dios en la historia es así un
continuo acto de redención. La gracia de la venida de Cristo está llamada a recomponer
la concordia entre Dios y el hombre.
Los siete libros de Orosio se pueden dividir en varias formas:
1) Los siete libros (estructura externa).
Los siete libros responden a los siete días de la semana como dice el Génesis. Este
esquema responde a un profundo carácter sagrado que implica la plenitud. El séptimo
libro narra la historia de Roma desde el nacimiento de Cristo, con simbolismo de séptimo
día que Dios santificó, este último libro también es diferente a los demás.
Distribución:
 Desde Adán a la fundación de Roma, 753 a.C.
 Desde 753 a.C. a 401 a.C.
 Desde la Paz de Antalidas hasta el fin de luchas entre diadocos
 Desde la guerra de Pirro hasta destrucción de Cartago
 Desde la reconstrucción de Corintio hasta rebelión de Espartaco
 Desde la guerra de Mitriades hasta la paz de Augusto
 Nacimiento de Cristo hasta la época de Orosio en 417

2) Paganos y cristianos.
Para Orosio es muy importante el tempo, tiene una dimensión sagrada porque es
definido como acto del creador. Solo El distribuye las edades, gobierna en los tiempos,
ya que el hombre solo puede esperar a que Dios designe. Orosio cree que la historia de la
Humanidad viene marcada por el nacimiento de Cristo, por eso sus primeros libros tratan
de los males del mundo antes de Cristo. Presenta a Dios como piedra, fuego de la Iglesia,
Cristo diferencia los buenos tiempos de los malos, Orosio tiene por tanto una visión
totalmente cristiano centrista.
3) Cronología.
Orosio se jacta de empezar a escribir la historia mucho antes que el resto, desde el
Pecado original, el primer acto de desobediencia al hombre y desde ese momento la
historia para él se puede dividir en tres partes:
 Desde Adán hasta la fundación de Roma.
 Hasta el principado de Augusto y nacimiento de Jesús.
 Desde cristo hasta 417.
Este método por un lado incluye el hito del nacimiento de Cristo y por otro
justifica el carácter providencial del imperio romano. Pero esa cronología no es exacta,

10
ya que Orosio hace una diferenciación mucho más exacta aunque no destaca más
acontecimientos de los ya enunciados.
La cronología es la concesión humana de las etapas de la historia de la salvación.
A parte de esta formas se utilizaran otras peculiaridades, se basa en la historiografía
pagana, basa todo en la fundación de Roma.
4) La teoría de los cuatro reinos universales.
Presenta muchos paralelismos con san Agustín en la Ciudad de Dios. Esta teoría
de los cuatro reinos ya había sido utilizada por muchos autores. Orosio utiliza la
palabra regnum porque tiene un mayor contenido religioso. Deja así establecida una
jerarquía, todo poder procede de Dios y por tanto los regnum y todas las potestades reales.
Muchos pueden ser los regnum, pero solo cuatro los máximos: Babilonia, Macedonia,
Regnum Africanum y Roma.

Commonitorium de errore Priscillianistarum et Origenistarum


Cabe pensar que, después de un período en el que pudo convivir o estar retenido
por los bárbaros, Orosio logró escapar. En consecuencia, el viaje a África debió de ocurrir
entre 409 y, como muy tarde, finales de 414, pues para esta fecha Orosio ya debió de tener
redactado el Commonitorium destinado a san Agustín. El santo le respondió con el Liber
ad Orosium contra Priscillianistas et Origenistas. Este texto se fecha en 415, por lo que
debemos pensar que el Commonitorium fue escrito algún tiempo antes. Pero las fechas
conceden margen a la duda.13
Un esquema del contenido de la obra podría ser el siguiente:

1.1. Ofrecimiento del informe a Agustín. Exposición de la doctrina origenista:


1.2. Petición de consejo.
1.3. Exposición sobre su llegada a 3.2. Creación de la nada. La voluntad de
África. Dios no es la nada.
3.3. Difusores de la doctrina origenista.
Exposición de la doctrina priscilianista: 3.4. Presencia real del mundo en el
Logos.
2.1. Origen y devenir del alma. 3.5. Origen, naturaleza y destino de
2.2. Cita de una carta de Prisciliano. ángeles, almas y demonios.
2.3. Especulaciones astrológicas: 3.6. Purificación de los espíritus en el
2.4. Interpretación de la parábola del mundo.
sembrador contenida en Memoria 3.7. Eternidad de las penas del infierno.
apostolorum. Apocatástasis.
2.5. Origen de la lluvia y el trueno según 3.8. Naturaleza del Hijo.
el mismo libro. 3.9. Cosmología: racionalidad de los
2.6. Doctrina trinitaria. astros.
3.1. Viaje de los dos Avitos e 4. Ofrecimiento del informe y petición
introducción de la doctrina de Orígenes de remedio.
y Victorino.

13
VV.AA., El commonitorium de Orosio. Traducción y comentario, Faventia, 21/1 (1999), pp. 65-74.

11
Paulo Orosio

El Commonitorium estuvo precedido de varias conversaciones sobre el tema entre


Orosio y Agustín, pues con “iam quidem suggesseram sanctitati tuae” inicia aquél su
informe. A continuación, el presbítero hispano expone el motivo de su viaje, esto es, el
deseo de consultar a Agustín sobre las controversias religiosas de su tierra.
Obviando las dudas sobre el motivo de su viaje, nos basaremos en que la cuestión
del priscilianismo era especialmente importante para Orosio, si aceptamos que podría
haber sido tentado por esta doctrina. Por otra parte, es lógico que este joven y estudioso
presbítero quisiera completar su formación junto al Maestro de Hipona, tanto más cuanto
que había de hacer frente a un problema teológico como el priscilianismo14.
Expone en el Commonitorium algunos contenidos de las doctrinas priscilianista y
origenista. La controversia que generó una y otra se dilató mucho en el tiempo, pero fue
el priscilianismo el que afectó particularmente a Gallaecia15. Con este libro, abre las
puertas para que San Agustín y toda la posteridad pudieran contemplar la situación de
Galicia en las primeras décadas del siglo V16.

Liber Apologeticus contra Pelagianos


Esta obra es la que mejor revela la psicología de Orosio. La redacta de por sí solo
y en breve tiempo. Orosio es el que habla y apasionadamente se defiende.
Lo escribe en Belén, después de haber asistido al Sínodo de Jerusalén, al que había
sido invitado por los padres del mencionado Sínodo. Puede estructurarse en cuatro partes
bien diferenciadas.
La primera hablaría sobre dicha invitación y sobre como tiene un choque con Juan,
el obispo de Jerusalén. Debatieron durante gran rato sobre las doctrinas de San Agustín y
de Pelagio, y también sobre alguna condena llevada a cabo por la refutación de estas.
La segunda parte hablaría de como el obispo Juan rechaza el saludo a Orosio y
reacciona contra él, acusándole de blasfemia. Orosio, tras esto, se dispone a redactar dicho
libro para presentarlo como defensa.
La tercera y la última parte serían la exposición de la doctrina de Pelagio con los
posteriores argumentos para su refutación17.
Este prolijo escrito en que Orosio se defiende y ataca la doctrina de Pelagio lo
envió después Orosio al Concilio que se reunió en Dióspolis situado en la toparquía, o
cleuroquia de Lydda, que habían sido creadas por los romanos para cobrar la vectigalia.
En este Concilio celebrado en diciembre del 415, no se le dio la razón a Orosio, por lo
que éste los últimos días que estuvo en Palestina los pasó en Belén al lado de San
Jerónimo18.

14
TORRES RODRÍGUEZ, C., “Las peregrinaciones de Galicia a Tierra Santa en el Siglo V”, Cuadernos
de Estudios Gallegos 32 (1955), p. 328.
15
VV.AA., ídem, pp. 74-83
16
TORRES RODRÍGUEZ, C., ídem, pp. 729-733.
17
TORRES RODRÍGUEZ, C., ídem, pp. 747-754.
18
JOSEPHO, F., De Bello Judaico, III, 3,5. Plinio: N.H.V. 14, 70.

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Paulo Orosio

LA HISTORIA DE OROSIO

Hay dos hechos fundamentales y básicos en la historia de Orosio: el pesimismo


exagerado, con que enfoca todo lo referente al mundo pagano, y el optimismo respecto a
los tiempos cristianos, inconcebible, si consideramos la época que vivió. El pesimismo es
el eje de su historia de los tiempos paganos. Como una obsesión constante aletea al final
de cada capítulo, como un doblar de campanas, se entremezcla e irrumpe con frecuencia
el hilo de la narración. Menos mal que las negras nubes en que envuelve los tiempos
pasados, se compensan dentro del marco de su historia con la aureola de la luz
esperanzada que inunda los tiempos cristianos. Todos los demás matices que se destacan
en la obra de Orosio –universalismo, providencialismo, unidad del género humano,
imperios providenciales, incorporación del sentir de las masas a la historia, hispanismo,
etc. – son facetas más limitadas de esa profunda inspiración central.
La Ciudad de Dios y la Ciudad del Mal constituyen el armazón de su historia, al
igual que en San Agustín, del cual se percibe el eco sugestivo de su voz en las páginas de
Orosio y se proyecta incesantemente, por lo que se perciben los tiempos paganos con la
Ciudad del Mal y los tiempos cristianos los que anuncian y presagian el triunfo de la
Ciudad del Bien. El dualismo agustiniano es el eje principal de la obra de Orosio.
En relación con este pesimismo, está el segundo matiz que podemos apreciar en
su historia, que consiste en enfocarla no desde un ángulo visual de las minorías selectas,
como hacen los historiadores clásicos, sino según el sentir común de las masas. En frase
de actualidad se podría decir que enfoca la historia desde un punto de vista democrático.
No fija sus ojos en los aparatosos triunfos, sino en el sufrimiento de los vencidos. Por
ello, en cierto modo la historia de Orosio resulta de palpitante actualidad, pues nos revela
hechos totalmente silenciados por los historiadores clásicos, por los cuales siente gran
avidez la historiografía moderna.
Sin embargo, es más persuasiva que objetiva. Trata más bien de conmover que de
reflejar los hechos tal cual son, teniendo sus argumentos una validez relativa. Para
conseguir este efecto psicológico no repara en mezclar fabulas y consejas con los hechos
históricos.
Prefiere tratar las miserias que llevan anejo el sufrimiento físico y colectivo. Nos
da a conocer el ambiente de África del Norte, a principios del siglo V, sus ideas y su modo
de reaccionar19.
Esta ausencia de sentido crítico podría tratarse como un defecto imperdonable; sin
embargo, es de palpitante interés, ya que Orosio contempla la historia, o lo que es igual,
la vida de un hombre a través de los siglos, bajo el punto de vista cristiano, o sea, como
el cristiano contempla su propia vida. Tiene una concepción trascendente. En el plano
alto en que se eleva, las cosas de abajo, que son, se pierden en la bruma como si no fuesen
y fácilmente se les da igual categoría a las que de veras son ficticias.
Otra de las características claves para entender la obra de Orosio, es la unión de
dos tesis que, a priori, parecen irreconciliables: universalismo y nacionalismo

19
PARIBENI, R., Da Diocleziano alla caduta dell’ Imperio d’ Occidente, Bologna, 1941, p. 7.

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Paulo Orosio

hermanados; sin embargo, no lo son. Su historia es considerada el primer prodigioso


ensayo de una historia universal20. Pero no es universal por el objeto, pues no abarca todos
los hechos humanos; lo es por el sujeto, que es el hombre, considerado como una familia,
es más, como individuo21.
Sin embargo, Orosio también amaba efusivamente Hispania, y de este amor, ha
dejado indudables vestigios en su historia. El ferviente patriotismo sale a flote no solo por
la gran extensión que le dedica a la historia de Hispania, sino por el entusiasmo con que
habla de la bravura de los hispanos y el destacado papel que les hace jugar. Orosio no
solo amaba a Hispania, sino que también amaba intensamente a su patria chica, a la región
que le vio nacer.
Si Orosio es un historiador universalista, no deja recalcar los puntos de su pluma
allí donde le empuja su corazón22.

LA GEOGRAFÍA DE OROSIO

Consciente Orosio de que la Geografía es básica para la historia, antepone a ésta


una extensa descripción geográfica del Mundo Antiguo.
Esta descripción geográfica se valora más cada día y se considera que no es
inferior a su historia. La precisión relativa de su contenido y la gran influencia que tuvo
en los geógrafos posteriores la ponen por encima de los Geógrafos Menores, que le
precedieron, y la aproximan a los grandes Geógrafos de la antigüedad.
La muestra de esto es la descripción geográfica del mundo que hace Orosio en el
segundo capítulo del primero de los siete libros que componen las Historias, que viene a
ser el pórtico de su edificio histórico.
A pesar de que la descripción geográfica cuenta con algunas imprecisiones, como
las referidas al empleo excesivo del sustantivo “Cáucaso” para referirse a otras cordilleras
al margen de ésta, es destacable que se incluya un capítulo geográfico. Esto ha conferido
valor, en la historiografía moderna, a la obra de Orosio23.

CONTRIBUCIÓN A LA CULTURA Y REPERCUSIÓN

Orosio es figura señera que surge entre los confines de la Edad Antigua y los
comienzos de la Edad Media. Nace dentro de las últimas décadas del siglo IV y muere en
las primeras del siglo V, como ya sabemos, de tal manera que parece que él mismo
quisiera cerrar una época y abrir otra. Es el primer historiador universal y universalista
cristiano, siendo al mismo tiempo el historiador que ha detallado con más minuciosa

20
EBERT, A., Historia general de la Literatura de la Edad Media en Occidente, I, p. 359.
21
MENÉNDEZ PELAYO, M., Estudios y Discursos de Crítica histórica y literaria, VII, Consejo Superior
de Investigaciones científicas, 1942, p. 24.
22
TORRES RODRÍGUEZ, C., ídem, pp. 63-77.
23
TORRES RODRÍGUEZ, C., ídem, pp. 53-60.

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Paulo Orosio

peculiaridad algunos puntos básicos de la historia antigua de Galicia y España. Desde su


atalaya universalista contempla la evolución histórica de la humanidad entera.
Diríase que en su vida y sus libros se acentúan los contrastes. Nacido en un rincón
apartado del remoto Occidente desarrolla su actividad en los lugares más apartados
florecientes de la cultura cristiana en los comienzos del siglo V.
El historiador más elogioso de los bárbaros, cuya moderación alaba y les aplica la
frase de Isaías de que han convertido las espaldas en arados; sin embargo, huye y busca
refugio en otras tierras libres de su invasión.
Como base de su historia universal se hace universalista en su persona y escribe
aquellas bellas palabras: “Allí está mi patria en donde está mi ley y mi religión”. Sin
embargo, cuenta con volver a su “señora patria”, de la cual ha salido no como el siervo
fugitivo, que ha disipado su hacienda, sino como el comerciante afortunado, que proyecta
regresar a su casa después de haber adquirido la perla. Sigue la pauta del emigrante actual,
que busca fortuna en otras tierras para disfrutarla en su tierra natal. Es un personaje que
presume de gran superioridad al someter a juicio la conducta de Roma y de los
historiadores paganos.
A la hora de hablar sobre Paulo Orosio, no abundan las fuentes. Pocos escritores
contemporáneos se ocupan de él; y aún estos son muy parcos en cuanto a los datos
suministrados sobre su origen, su vida y su muerte. La principal fuente son sus propios
libros. Orosio es figura sideral, que carece de oriente y ocaso; solo dado a contemplarse
a mediodía.

A pesar de todo lo que se ha dicho anteriormente sobre la obra de Orosio, respecto


a que en algunas ocasiones ha recibido críticas concretas, ésta tuvo éxito prácticamente
desde su confección, y hasta el renacimiento fue tomada como una de las principales
obras de la historiografía hispana. Este éxito hizo en buena medida que también se
conservaran los otros dos escritos del autor.
Historiae Adversus Paganos es una obra citada por todo tipo de autores, desde San
Braulio hasta Dante Alighieri. Incluso, el propio Lope de Vega le dio un papel a Paulo
Orosio en su obra El cardenal de Belén, lo que da buena cuenta de la longevidad de la
fama de Orosio. De hecho, la obra no solo fue citada por doquier, sino que fue uno de los
principales libros escolásticos para el estudio de la Historia Antigua durante toda la Edad
Media.
La obra ha sido ampliamente copiada, y se conservan nada menos que 82
manuscritos y 28 incunables de los primeros tiempos de la imprenta. Después se siguió
copiando, e incluso se han conservado ediciones de la obra del siglo
XVI en italiano y alemán. Respecto a las ediciones más actuales, desde el siglo XIX hay
de todo tipo24.

24
TORRES RODRÍGUEZ, C., ídem, pp. 16-19.

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Paulo Orosio

BIBLIOGRAFÍA

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