Está en la página 1de 9

COVID-19 Y LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS PERSONAS

LGBT
Las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGBTI) pueden
ser particularmente vulnerables al COVID-19, las personas que viven con sistemas
inmunitarios comprometidos, incluidas personas que viven con VIH/SIDA, enfrentan
un mayor riesgo relacionado a COVID-19. Las personas sin hogar, una población que
incluye a muchas personas LGBTI, son menos capaces de protegerse mediante el
distanciamiento físico y las prácticas de higiene seguras, lo que aumenta su exposición
al contagio.
Acceso a servicios de salud: Las personas LGBTI experimentan regularmente
discriminación mientras buscan servicios de salud, lo que genera disparidades en el
acceso, la calidad, y la disponibilidad de la atención médica, esta discriminación puede
elevar el riesgo para las personas LGBTI en relación a COVID-19.
Pérdida de prioridad de los servicios de salud requeridos: Dada la sobrecarga de los
sistemas de salud, el tratamiento de las personas LGBTI podría ser interrumpido o
perder prioridad; incluido tratamientos y pruebas relacionados con el VIH, tratamientos
hormonales y de afirmación de genero (personas trans). Las decisiones sobre la
reducción de los servicios deben estar basadas en la medicina y en los datos, y no deben
reflejar sesgos contra las personas LGBTI.
Estigmatización, discriminación, discurso de odio y ataques contra la comunidad
LGBTI: Durante la pandemia se presentaron informes que sugieren un aumento en la
homofobia y transfobia, también hay informes de policías que utilizan las directivas
COVID-19 para apuntar y atacar a organizaciones LGBTI. Algunos países han
establecido restricciones de movimiento basadas en el sexo, y se les permite a las
mujeres y los hombres abandonar sus hogares en días alternos, lo que ha puesto a las
personas no binarias y trans en riesgo de una mayor discriminación, ya que pueden
ser detenidas e interrogadas.
Violencia doméstica y abuso: Debido a las restricciones de quedarse en casa, muchas y
muchos jóvenes LGBTI están confinados en entornos hostiles con familiares o
convivientes que no las/los apoyan. Esto puede aumentar su exposición a la violencia,
así como su ansiedad y depresión.
Acceso al trabajo y sustento: Las personas LGBTI tienen más probabilidades de estar
desempleadas y vivir en la pobreza que la población en general, muchos en la
comunidad LGBTI trabajan en el sector informal y carecen de acceso a licencias
remuneradas por enfermedad, compensación por desempleo y cobertura, además,
debido a políticas discriminatorias, las personas LGBTI pueden no ser capaces de
tomarse un tiempo fuera del trabajo para cuidar a los miembros de su familia.

COVID-19 Y JUVENTUD
La crisis sanitaria mundial está afectando a todos los sectores de la sociedad, cambiando
vidas y medios de subsistencia, durante la pandemia de COVID-19, si bien la atención
se centra actualmente en los más afectados por el virus, hay muchos indicios de que la
pandemia COVID-19 tendrá efectos de larga duración, como impactos sociales,
culturales, económicos, políticos y multidimensionales en el conjunto de sociedades,
incluidos los jóvenes.
La Red Interinstitucional de las Naciones Unidas para el Desarrollo de la Juventud
(IANYD), comprometida con los objetivos consagrados en la Agenda 2030 para el
Desarrollo Sostenible, busca el respeto por todos derechos humanos, incluidos los
derechos económicos, sociales y culturales, así como los derechos civiles y derechos
políticos es fundamental para el éxito de las respuestas de salud pública y recuperación
de la pandemia.
Los jóvenes están a la vanguardia de las iniciativas de comunicación de riesgos, es
decir, difundiendo palabra sobre la lucha contra la desinformación, la discriminación y
el estigma relacionados con la crisis, así como la importancia del distanciamiento físico
y las medidas adecuadas para detener la propagación del virus. Por ejemplo, los jóvenes
indígenas están difundiendo información sobre el virus en las lenguas indígenas locales;
y redes de jóvenes como las personas que viven con el VIH se están acercando a sus
pares para evaluar sus necesidades, monitoreando interrupción de los servicios y
garantizar la difusión de información sobre cómo acceder antirretrovirales; o el uso de
varias plataformas para difundir información adaptada y basada en hechos información.
Los jóvenes están encontrando nuevas formas de mitigar los riesgos que plantea el
distanciamiento físico sobre la justicia social y la inclusión, así como salvaguardar los
derechos humanos de los grupos que están en riesgo, también buscan la rendición de
cuentas por las decisiones tomadas en las respuestas de COVID19, con el fin de
fortalecer las instituciones y el estado de derecho a través de medidas de transparencia y
anticorrupción.
Comprometerse con los jóvenes durante y después de la pandemia.
Esfuerzos para mitigar los impactos a corto y largo plazo de la pandemia COVID-19
requieren un nivel de colaboración sin precedentes. Los jóvenes deberían poder
participar activamente en dar forma a las respuestas, y es necesario que se le incluya de
manera significativa en todos los aspectos y fases de la respuesta.
En cuanto a otros desafíos globales, los jóvenes ya se están desarrollando e
implementando soluciones en múltiples frentes, las acciones de los jóvenes deben ser
invertidas, reconocidas y ampliadas. Esto también ofrece oportunidades para que las
instituciones y los gobiernos mejoren la confianza en los jóvenes y fortalecer la
cohesión social entre grupos y entre generaciones.

COVID-19 Y MUJERES
Las restricciones de quedarse en casa y otras medidas que limitan el movimiento de
personas contribuyen al aumento de la violencia basada en género, situación confirmada
por la información de varios medios de comunicación, las mujeres y niñas que se
encuentran ya en situaciones de abuso están más expuestas a un mayor control y
restricciones por parte de sus abusadores, con pocos o ningún recurso para buscar
apoyo.
Las líneas directas de emergencia reciben informes de mujeres amenazadas con ser
expulsadas de sus hogares, reportan una disminución en la cantidad de atenciones,
mientras que los mensajes de texto y correos aumentan, los servicios que necesitan las
víctimas pueden dejar de ser prioritarios, incluidos los refugios, los servicios de
atención médica, servicios de policía y del sector judicial.
Una mayor exposición a la infección y la necesidad de equipo de protección personal es
el primer elemento que evidencia el impacto desproporcionado de la pandemia en las
mujeres y niñas, las mujeres comprenden el 70 % de la fuerza laboral en el sector de la
salud, los sistemas de salud sobrecargados, la escasez de suministros médicos y las
interrupciones en las cadenas de suministros mundiales pueden socavar la salud sexual
y reproductiva, los derechos de las mujeres y niñas, incluida la atención materna y del
recién nacido, antirretrovirales para VIH/SIDA, antibióticos para tratar infecciones de
transmisión sexual, etc.
Las mujeres y las niñas con afecciones crónicas, sistemas inmunes debilitados (que
viven con VIH, malaria, tuberculosis, etc.) o que sufren desnutrición parecen estar
particularmente en riesgo de contraer COVID-19. Las mujeres adultas mayores que
poseen pensiones bajas o de no tener ninguna, y vivir en situación de pobreza, es una
clara manifestación de desigualdad y discriminación de por vida.
En muchos países, hay una concentración mayor de mujeres en los empleos de salarios
bajos y en el sector informal, mismos que son altamente propensos a ser
interrumpidos, la concentración mujeres en el sector informal implica que es más
probable que no reciban licencia pagada por enfermedad o licencia por cuestiones
familiares, que no posean seguro médico, el cierre de escuelas y guarderías tienen un
impacto de discriminación de género, debido a que se espera que asuman
responsabilidades adicionales de cuidado con los niños restringiendo su trabajo y
oportunidades económicas, sucede lo mismo con la brecha digital, donde limitan la
capacidad de las mujeres para trabajar de forma remota.

WILLIAN H. CORMIER Y L. SHERILYN CORMIER - ESTRATEGIAS DE


ENTREVISTA PARA TERAPEUTAS
El crecimiento personal es el mas difícil de definir, repetidamente se ha demostrado
que la atención, empatía y la estimación positiva del consultor pueden contribuir al
cambio del cliente, cuando usted compruebe la influencia de estas condiciones
relacionales, mejorara su forma de empatizar con el cliente.
Se elaboro esta obra con 3 propósitos: en primer lugar, creemos que puede ayudarle a
adquirir un repertorio de destrezas y estrategias para entrevistas terapéuticas, aunque
algunas destrezas pueden ser utilizadas adecuadamente en situaciones de grupo, terapia
marital o familiar, este libro se centra en la aplicación individual de cada destreza. El
segundo propósito, es facilitar la identificación de la posible aplicación de muchas
estrategias de intervención en base a problemas que presentan los clientes,
consideremos que en algunas ocasiones los enfoques y estrategias presentados en el
libro no serán útiles.
El terapeuta profesional es alguien que facilita la exploración y resolución de aspectos y
problemas presentados por un cliente o por cualquier persona que solicite su ayuda, en
las interacciones asistenciales se reconocen 4 componentes:
1. Alguien solicita ayuda.
2. Alguien que desea dar dicha ayuda también
3. es capaz de o está habituado a hacerlo
4. en un entorno que permita dar y recibir dicha ayuda (Hackney y Cormier, 1988).
En este libro, describimos las destrezas y estrategias asociadas con 4 estadios
terapéuticos primarios:
1. Relacion: Consiste en establecer una relación terapéutica con el cliente.
2. Evaluación y establecimiento de metas: Esta fase se inicia normalmente al mismo
tiempo o poco después de entablar la relación, el consultor está interesado básicamente
en ayudar a los clientes para que se exploren a si mismos y sus preocupaciones.
3. Selección y aplicación de estrategias: La labor del consultor consiste en facilitar al
cliente la comprensión y la relación entre las acciones, en esta el consultor y cliente
seleccionan y secuencian un plan de estrategias de intervención que se basa en los datos
obtenidos durante la evaluación, este debe estar diseñado para que el cliente pueda
alcanzar los objetivos establecidos.
4. Evaluación y conclusión: Implica evaluar la efectividad de sus intervenciones y los
procesos que el cliente ha realizado en su propósito de obtener los objetivos
establecidos, este tipo de evaluación le permite saber cuando finalizar o cuando
reorganizar sus planes de acción.

JOSÉ MANUEL MUÑOZ - LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA FORENSE DEL


DAÑO PSÍQUICO: PROPUESTA DE UN PROTOCOLO DE ACTUACIÓN
PERICIAL
La valoración del daño psíquico es una de las demandas más habituales realizadas al psicólogo
forense por parte de los distintos operadores jurídicos dentro del Derecho penal, partiendo de
las características del contexto de exploración forense y los datos arrojados desde el campo de la
psicopatología, en el presente trabajo se pretenden abordar las principales dificultades a las que
se enfrenta el perito en la evaluación del daño psíquico con el objetivo de ayudar al diseño del
proceso de evaluación de estas periciales.
La evaluación psicológica forense del daño psíquico es una actividad compleja debido a los
distintos factores que pueden incidir en la respuesta de una persona ante una situación de
victimización criminal, la dificultad de objetivación del estado mental (habitualmente se
cuenta únicamente con la experiencia subjetiva de la persona evaluada) y la facilidad de
fingimiento de los trastornos mentales.
Por tanto, resulta difícil determinar la presencia o ausencia de un hecho delictivo atendiendo al
estado psíquico de la supuesta víctima. El perito psicólogo debe contar con conocimientos
amplios y actualizados en psicopatología traumática, así como en técnicas y habilidades de
evaluación forense, una adecuada preparación del proceso de evaluación pericial, la adopción
de una perspectiva multimétodo-multidemensión y el contraste de la información aportada por
el peritado con diversas fuentes de datos, contribuirá a una intervención forense eficaz.
El psicólogo forense debe incorporar a su intervención la investigación proveniente de la
psicología positiva y atender en su evaluación del daño psíquico a los posibles factores de
protección de la víctima, la intervención forense deberá prestar especial atención para evitar
cualquier situación que contribuya a la victimización secundaria.
El informe psicológico forense es el resultado último de toda la actividad técnica llevada a
cabo por el perito, deberá estar organizado y redactado de forma clara y sencilla, de manera que
facilite su comprensión por los distintos operadores jurídicos, recogerá todos los datos
manejados por el perito y los criterios técnicos utilizados por éste para llegar a las conclusiones
expuestas.
El informe psicológico forense, una vez aportado al expediente judicial, es un medio más de
prueba y como tal está sujeto al principio de contradicción, es decir, al análisis y réplica de las
partes, una falta de transparencia al respecto supondría colocar a la persona evaluada en una
situación de indefensión jurídica.
Como retos de futuro, la exploración pericial del daño psíquico necesita de la elaboración de
instrumentos de medida adecuados al contexto forense, investigación que relacione el daño
psíquico con las peculiaridades de cada situación de victimización criminal, con objeto de
facilitar una toma de decisiones periciales basada en la evidencia. Todo ello articulado dentro
de una formación específica y especializada del psicólogo forense.

MESA SOCIAL COVID-19 - LINEAMIENTOS ÉTICOS EN LA ATENCIÓN DE


PACIENTES EN UNA SITUACIÓN DE PANDEMIA
Uno de los aspectos prioritarios e una pandemia es que las principales decisiones se
basan en la mayor evidencia científica disponibles, para lo cual el rol de los expertos
cobra un rol crucial, la comunicación con la comunidad debe ser fluida, permanente,
oportuna, abierta y regular, es importante resaltar que uno de los aspectos prioritarios es
asegurar la protección de los trabajadores de la salud, es necesario tomar las medidas
respectivas para evitar el agotamiento físico y mental, también es imprescindible
respetar la dignidad de cada paciente, sin importar sus características personales,
sociales, étnicas, enfermedades, etc.
Una adecuada planificación del equipamiento e infraestructura necesaria es vital, donde
puedan cubrirse las necesidades de corto y mediano plazo, así como los insumos que se
requerirán en el tratamiento y manejo de la pandemia.
El tratamiento médico debe ser proporcionado a cada condición que presente cada
paciente, y se deben tomar en cuenta las condiciones base previas a la presentación de la
infección para el análisis del pronóstico y las posibilidades de recuperación de cada
paciente, en estas decisiones, la opinión de los Comités de Ética es crucial.
El ingreso de pacientes a la UCI (Unidades de Cuidados Intensivos) requiere de una
evaluación clínica periódica y constante de cada paciente, en una situación de pandemia,
el acceso a la salud debe ser similar para todos los pacientes, para ello, una adecuada
coordinación de los centros públicos y privados con su infraestructura hospitalaria es
primordial. La asignación de recursos deberá realizarse de acuerdo con las prioridades
clínicas objetivas de acuerdo a la valoración de especialistas, según la situación del
momento y de acuerdo con el pronóstico de recuperación de cada paciente.

MESA SOCIAL COVID-19 - SALUD MENTAL EN SITUACIÓN DE


PANDEMIA
Las pandemias causan graves sufrimientos psicológicos y sociales a las poblaciones afectadas,
estos efectos pueden amenazar la paz, los derechos humanos, el desarrollo de niños y niñas, y el
desarrollo del país.
El estado emocional individual y colectivo, influye en la capacidad de la población general para
adoptar medidas de prevención adecuadas y en la capacidad de respuesta asistencial de los
equipos de salud.
La falta de confianza en la información entregada y en las medidas propuestas por las
autoridades son una amenaza al enfrentamiento de la pandemia, por lo tanto:

 El componente psicosocial debiese convertirse en un eje transversal prioritario que


impregne todas las actuaciones en la situación de emergencia para el abordaje efectivo de la
pandemia y la disminución de sus consecuencias a corto, mediano y largo plazo.
 Es fundamental una coordinación de los distintos actores que participan en la respuesta.
 Es de suma urgencia el cuidado de la salud mental de trabajadoras y trabajadores de salud
(“cuidar a quienes nos cuidan”). Se requiere destinar recursos para la implementación de las
estrategias propuestas.
Los principios que deben guiar una Estrategia Nacional para la Salud Mental en contextos de
pandemia son:
Flexibilizar para facilitar:  Las regulaciones de la vida cotidiana no pueden ser percibidas
como un problema más que estresa las capacidades de adaptación, es importante flexibilizar
fechas de entregas, pagos, normas de acceso.
Visibilizar para potenciar: Las personas, familias y comunidades han desarrollado ya
estrategias creativas de enfrentamiento a la vulnerabilidad: formas de comunicación a distancia,
creación de actividades recreativas, generación de estrategias autoeducativas, cuidado a
personas más vulnerables, etc., dentro de esto los medios de comunicación cumplen un rol
fundamental.
Regular para proteger: Garantizar que la desigualdad no se acentúe, no se incrementen los
abusos ni la discriminación a grupos vulnerables, asegurar el salario de las personas cuando
sobreviene una crisis económica, garantizar estabilidad en las condiciones estructurales de vida,
generar fondos solidarios, exigir a las empresas costear con sus recursos acumulados el acceso a
condiciones básicas de sobrevivencia.
RUTH LUCIO, ECON, MSC, NILHDA VILLACRÉS, MD, MSC, RODRIGO
HENRÍQUEZ, MD. - SISTEMA DE SALUD DE ECUADOR
En este trabajo se describen las condiciones de salud en Ecuador y, con mayor detalle, las
características del sistema ecuatoriano de salud, incluyendo su estructura, cobertura, sus fuentes
de financiamiento, los recursos físicos, materiales y humanos de los que dispone, las tareas de
rectoría que desarrolla el Ministerio de Salud Pública, la generación de información en salud,
las tareas de investigación, y la participación de los ciudadanos en la operación y evaluación del
sistema. También se discuten las innovaciones más recientes que se han implantado en el
sistema ecuatoriano de salud dentro de las que destaca la incorporación de un capítulo
específico sobre salud a la nueva Constitución que reconoce a la protección de la salud como un
derecho humano y la construcción de la Red Pública Integral de Salud.
En 2008 las principales cuatro primeras causas de mortalidad en mujeres eran la diabetes
mellitus, las enfermedades hipertensivas, las enfermedades cerebro-vasculares y la influenza y
neumonía, responsables de 25% de las muertes totales, en el caso de los hombres, las
principales causas de muerte fueron los accidentes de transporte terrestre y las agresiones,
responsables de 12% de las muertes totales.
La primera causa de muerte en menores de un año fueron los trastornos relacionados con
duración corta de la gestación, con bajo peso al nacer, un control deficiente del embarazo, luego
le siguen la neumonía, la sepsis bacteriana, la dificultad respiratoria y la neumonía congénita.
En el caso de muertes maternas, la hemorragia posparto es la principal causa de muerte,
seguida por los trastornos hipertensivos durante el embarazo, las anormalidades de la dinámica
del trabajo de parto, la sepsis puerperal, el embarazo ectópico y el aborto no especificado.
El sistema de salud de Ecuador está compuesto por dos sectores, público y privado, el sector
público comprende al Ministerio de Salud Pública (MSP), el Ministerio de Inclusión
Económica y Social (MIES), los servicios de salud de las municipalidades y las instituciones de
seguridad social [Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), Instituto de Seguridad
Social de las Fuerzas Armadas (ISSFA) e Instituto de Seguridad Social de la Policía
Nacional (ISSPOL)].
La nueva Constitución de 2008 señala que “la salud es un derecho que garantiza el Estado,
cuya realización se vincula al ejercicio de otros derechos, entre ellos el derecho al agua,
alimentación, nutrición, educación, cultura física, trabajo, seguridad social, ambientes sanos y
otros que sustentan el buen vivir, los ecuatorianos que mayores beneficios en salud reciben son
aquellos que están cubiertos por alguno de los institutos de seguridad social.
Las fuentes de financiamiento de las instituciones encargadas de la salud provienen de la
aportación individual obligatoria de los afiliados, la aportación obligatoria de los empleadores
públicos o privados, contribuciones del Estado, el aporte solidario de los empleadores, aporte
diferenciado de familias protegidas, aportes de miembros de policías y militares, aportes
patronales del Ministerio de Defensa, entre otros, dependiendo de la institución.

ESTE PDF TENÍA COMO 15 AUTORES - ABORDAJE PSICOLÓGICO DEL


COVID-19: UNA REVISIÓN NARRATIVA DE LA EXPERIENCIA
LATINOAMERICANA
La pandemia del COVID-19 es un evento muy reciente y la evidencia sobre sobre sus
aspectos psicológicos, el impacto de las intervenciones y sus consecuencias está en
pleno proceso de elaboración (Polanco-Carrasco, 2020). Sin embargo, como resultado
del conjunto de reflexiones, propuestas y recomendaciones diversas que hemos
formulado, entendemos que es también importante que aquellos que nos desempeñamos
en el campo de la psicología extraigamos algunas enseñanzas de esta situación a partir
de la experiencia previa del ejercicio de la psicología como profesión y de otros
desastres naturales previos que han aquejado a nuestros países.
Es necesario reconocer que las indicaciones, consejos y herramientas que podemos
proporcionar, aunque útiles, podrían perfeccionarse con una más amplia y exhaustiva
investigación, especialmente a nivel local y regional, en este sentido, los saberes y
prácticas psicológicas relacionadas con las situaciones de emergencias y desastres como
la psicología ambiental y la misma psicología de la emergencia deben recibir una
visibilidad y un apoyo con el que hasta ahora no han contado por parte de la propia
comunidad de profesionales como de los poderes públicos y entidades privadas.
Del mismo modo, es imperativo que las organizaciones nacionales, regionales e
internacionales establezcan y actualicen periódicamente los protocolos de formación
profesional e intervención que permitan a psicólogas y psicólogos acceder a las
herramientas para desarrollar, con la mayor eficacia posible, nuestro rol como agentes
de la salud. En este sentido, un mayor énfasis en la alfabetización científica de los
estudiantes de las carreras de salud, así como de los profesionales en general que toman
decisiones en este campo parece ser una tarea urgente a considerar para las próximas
generaciones en formación (Polanco-Carrasco, 2016).
Estas variables y consideraciones previas pueden favorecer una reevaluación de nuestra
disciplina por parte de las autoridades locales, nacionales e internacionales, como una
voz científica y, por tanto, válida que merece ser escuchada a la hora de generar y
establecer protocolos sanitarios y medidas de prevención de diversas patologías que
afectan a nuestra población, como resulta ser el actual escenario global del COVID-19.

CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS FRENTE A LA EPIDEMIA


COVID-19
Autores: Hernán Andrés Marín Agudelo; Sandra Sacks P; Katie Moraes de
Almondes; Guadalupe Jovanna Terán Pérez; Pamela Liparoti; María José
Martínez Rey
En estos días es permanente el flujo de información sanitaria, económica y política, lo
que conlleva a un análisis cuidadoso de los medios de comunicación, se debe comunicar
sin alarmar, promoviendo conductas de cuidado sin fomentar la discriminación.
1. Antener la distancia para mantenerse seguro: En todo el mundo, los funcionarios
públicos piden a las personas en población general o que han contraído o han estado
expuestas, al nuevo coronavirus que practiquen medidas de distanciamiento social,
cuarentena o aislamiento en un esfuerzo por frenar la propagación de la enfermedad, la
cuarentena y el distanciamiento social puede afectar la salud mental, modificar la rutina
diaria, las investigaciones han encontrado que, durante el aislamiento, las personas
pueden experimentar miedo, ansiedad, depresión, aburrimiento, alteraciones de sueño,
entre otras.
2. Poblaciones vulnerables: Las personas con afecciones de salud mental preexistentes
y los trabajadores de atención médica que ayudan con la respuesta al coronavirus
pueden tener un mayor riesgo de experimentar angustia psicológica cuando se
involucran en distanciamiento social, cuarentena o aislamiento. Las personas con
discapacidades que requieren dietas especializadas, suministros médicos, asistencia de
cuidadores y otras adaptaciones también corren el riesgo de sufrir alteraciones
psicológicas durante una pandemia debido a las mayores dificultades para recibir la
atención que requieren.
3. Manejar la ansiedad y el estrés: El brote del covid-19 puede ser estresante para las
personas, el miedo y la ansiedad por una enfermedad pueden ser abrumadores y causar
emociones fuertes en personas mayores, niños, personas con enfermedades crónicas,
adolescentes, médicos y profesionales de salud, personas con problemas de salud
mental, personas con problemas de sustancias, por ello se recomienda descansar, cuidar
nuestro cuerpo, convivir entre familiares, compartir información veraz sobre el covid-
19, mantener la calma, comer bien.
4. Afrontamiento frente a la información y el problema: Los nuevos informes sobre
covid-19 se están generalizando y produciendo ansiedad y otros estados en algunas
personas, algunos consejos para enfrentar esto son: mantener un enfoque analítico sobre
los informes sobre el covid-19, mantener la comunicación con sus familiares, si padece
de algún síntoma de ansiedad se debe buscar ayuda de un profesional y mantenerse
pendiente de las noticias.

También podría gustarte