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Un mundo desbocado.

Anthony Giddens.

Cap.1 La globalización (Extracto).

La globalización es política, tecnológica y cultural, además de económica, ésta se ha visto


influida, sobre todo, por cambios en los sistemas de comunicación, que datan únicamente de
finales de los años sesenta. La comunicación electrónica instantánea no es sólo una forma de
transmitir noticias o información más rápidamente. Su existencia altera la textura misma de
nuestras vidas, seamos ricos o pobres. Algo ha cambiado en la esencia de nuestra experiencia
cotidiana cuando puede sernos más conocida la imagen de Nelson Mandela que la cara de
nuestro vecino de enfrente.

Es un error pensar que la globalización sólo concierne a los grandes sistemas, como el orden
financiero mundial. La globalización no tiene que ver sólo con lo que hay “ahí fuera”, remoto y
alejado del individuo. Es también un fenómeno de “aquí dentro”, que influye en los aspectos
íntimos y personales de nuestras vidas. Además no sólo presiona hacia arriba, sino también
hacia abajo, creando nuevas presiones para la autonomía local. El sociólogo norteamericano
Daniel Bell lo describe muy bien cuando dice que la nación se hace no sólo demasiado
pequeña para solucionar los grandes problemas, sino también demasiado grande para arreglar
los pequeños. La globalización es la razón del resurgimiento de identidades culturales locales
en diferentes partes del mundo. Ésta por supuesto, no está evolucionando equitativamente, y
de ninguna manera es totalmente benigna en sus consecuencias.Junto al riesgo ecológico, con
el que está relacionado, la creciente desigualdad es el mayor problema que afronta la sociedad
mundial. Las naciones afrontan hoy riesgos y peligros en lugar de enemigos, un cambio
enorme en su propia naturaleza.

La globalización, tal como la experimentamos, es en muchos aspectos no sólo nueva, sino


revolucionaria. Vivimos en un mundo de transformaciones que afectan casi a cualquier aspecto
de lo que hacemos. Para bien o para mal nos vemos propulsados a un orden global que nadie
comprende del todo, pero que hace que todos sintamos sus efectos. Necesitamos reconstruir
las que tenemos o crear otras nuevas. Pues la globalización hoy no es accesoria en nuestras
vidas. Es un giro en las propias circunstancias de nuestra vida. Es la manera en que vivimos
ahora.

Motivo de la elección.

Lo escogí porque al pensar en la globalización como una realidad que traspasa todos los
aspectos de la sociedad y su transformación, me parece relevante entender cuáles son esos
cambios y efectos que se están produciendo hoy en día y que nos afectan como nación y como
individuos; es más pensar en que aquellos cambios suceden en el día a día, en la cotidianidad.
Pensar la globalización como algo que está en nosotros y no fuera permite ver las cosas más
ampliamente y tomar una postura crítica y transformante ante la situación, creo que el texto
deja en claro eso, que la globalización no se agota con las potencias mundiales, con la
economía o con la política, sino más bien con cada una de las circunstancias de nuestra vida y
que todo aquello que pasa en el mundo tiene un efecto en nuestra forma de vivir.

Referencias bibliográficas.

Giddens, A., & Cifuentes, P. (2000). Un mundo desbocado: los efectos de la globalización en
nuestras vidas (pp. 19-31). Madrid: Taurus.

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