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EJE 2: BASES TEÓRICAS DE LA INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA

Esquema:
Definición del término psicoterapia
Elementos principales de la psicoterapia
El cliente o paciente
El Psicoterapeuta
La Relación Psicoterapéutica
El Proceso Psicoterapéutico

DESARROLLO DEL CONTENIDO

2.1 Definición del término Psicoterapia

El concepto de Psicoterapia ha sido difícil de definir, especialmente porque existen diferentes


puntos de vista de diversos autores que han plasmado su propia concepción del término.

▪ La enciclopedia de la Psicología de Editorial Océano lo define así: “Término general que


designa cualquier tratamiento de las enfermedades psíquicas a través de estrategias o
técnicas psicológicas; La Psicoterapia puede ser aplicada tanto a grupo de personas,
como ocurre en la Psicología Familiar, como de forma individual. El término Psicoterapia
parte de una tradición psicoanalítica, de manera que en la Psicología de corte conductista
existe una tendencia a sustituirlo por otras acepciones, como tratamiento psicológico o
intervención psicológica” (Pág. 167).
▪ Introducción a la psicología clínica de Bruce E. Campos e Ian H. Gotlib: “Término amplio
utilizado para referirse a los métodos psicológicos usados en el tratamiento de los
problemas o trastornos mentales y emocionales. La psicoterapia se caracteriza por una
interacción humana única donde un profesional capacitado y certificado intenta ayudar al
cliente a pensar, sentir o comportarse diferente. La relación entre el terapeuta y el cliente
se caracteriza por la confidencialidad, confianza y respeto. Dentro del contexto de la
relación, el terapeuta por lo regular sigue un conjunto de procedimientos que estén, en
mayor o menor medida, prescritos por cierta teoría o escuela de pensamiento” (Pág.467).
▪ Según Dorsch, F. (1981): “Tratamiento de las enfermedades psíquicas o de los trastornos
fisiológicos de origen psíquico mediante métodos psicológicos” (Pág. 807).

2.2 Elementos principales de la psicoterapia

2.2.1 El cliente o paciente:

El cliente es la persona que acude a los servicios psicoterapéuticos. Es importante poseer una
concepción adecuada de éste, su complejidad y diversidad.

Al respecto, fuentes y lorenzo señalan los siguientes factores relacionados con el cliente:

● LA EDAD:

Esto de algún modo nos marca para desarrollar el proceso terapéutico, ya que, si trabajamos
con un niño a diferencia de un adulto, éstos suelen resistir menos tiempo de sesión, hemos de
hacer más descansos, intervalos de juego, etc. En personas adultas se necesitan más tiempo
ya que sus historias son más largas.

● EL SEXO DEL CLIENTE:

Esta variable afecta especialmente en determinados tipos de problemas, p, e., en trastornos


sexuales. Al cliente le puede resultar más difícil contarle algo muy íntimo a un terapeuta de
distinto sexo. En este caso el terapeuta ha de ser más habilidoso o más ingenioso.

Asimismo, puede ocurrir en casos de abuso sexual, es donde la relación terapéutica y las
habilidades del terapeuta cobran especial importancia.

● EL NIVEL INTELECTUAL:

Es una variable del cliente que también puede influir en el proceso terapéutico al tener que
adaptarnos a la capacidad del cliente, p, e., a la hora de mandarle hacer auto registro, podemos
encontrarnos con un cliente de avanzada edad que casi no sepa escribir, de modo que hemos
de buscar una alternativa al modelo de auto registro que utilizamos habitualmente.

● EL ESTADO CIVIL:

Esta variable puede dificultar el proceso terapéutico en algunos casos, p, e., un cliente que
acude al terapeuta por un problema sexual pero no tiene una pareja estable.
● EL GRADO DE SINCERIDAD:

El grado de sinceridad es quizá la cualidad más relevante a tener en cuenta en el proceso


terapéutico. Es una cualidad muy apreciable en los clientes y que les pedimos que lo sean
desde el inicio del proceso

● EL GRADO DE PARTICIPACIÓN (ROL ACTIVO):

Este aspecto es muy importante, pues define el nivel de implicación del cliente en el proceso
terapéutico. Muchas personas acuden a consulta, ya sea por iniciativa propia o no, sin conocer
en qué consiste la terapia, el tratamiento que se les va a aplicar y cómo tienen que llevarlo a
cabo.

1.2.2 El Psicoterapeuta:

a) Requisitos formales que se requieren para ejercer la profesión de psicoterapeuta:


• Históricamente ha sido ejercida por profesionales que no necesariamente han sido
psicólogos y que en el mejor de los casos han recibido un entrenamiento especial.
• En la actualidad la formación de los psicoterapeutas tiende a consolidarse en el marco
de la psicología científica.
• Conocimientos que debe poseer un Psicoterapeuta (el siguiente listado es un consenso
entre los diferentes enfoques de la Psicoterapia):
❖ Procesos de aprendizaje
❖ La dinámica de la personalidad
❖ Los procedimientos y técnicas de evaluación psicológica
❖ La Psicopatología
❖ Los principios de la Interacción social
❖ Los procesos cognitivos y emocionales
❖ El desarrollo durante el ciclo vital

Aparte de los anteriores conocimientos, cada modelo tiene sus particularidades.

b) Características personales para la elección y ejercicio de la psicoterapia:


En este aspecto, Guy (1987) ha distinguido dos tipos de motivaciones que animan a un individuo
a seleccionar la carrera de psicoterapeuta: Motivaciones funcionales y motivaciones
disfuncionales.

o Las motivaciones funcionales: Son las que resultan beneficiosas para el ejercicio de
la profesión. En seguida se ofrece una lista de estas motivaciones
✓ Interés natural por la gente y curiosidad sobre sí mismos y los demás.
✓ Capacidad de escuchar.
✓ Capacidad de conversar.
✓ Capacidad de discernimiento emocional.
✓ Capacidad de introspectiva.
✓ Capacidad de auto negación.
✓ Tolerancia a la ambigüedad.
✓ Capacidad de cariño.
✓ Tolerancia a la Intimidad.
✓ Confortable con el poder.
✓ Capacidad de reír
o Las motivaciones disfuncionales: Son las que pueden minar la eficacia
psicoterapéutica y reducir la satisfacción profesional. A continuación, se mencionan
algunas:
− Aflicción emocional
− Manejo vicario
− Soledad y aislamiento
− Deseo de poder
− Necesidad de amor
− Otras motivaciones
o Otras motivaciones
• Búsqueda por satisfacer la necesidad de intimidad
• Se ha observado que algunos terapeutas presentan como antecedentes que sus
madres fueron la figura central de la casa, mientras el padre asumía un papel
pasivo y sin una interacción emocional intensa con su hijo. En ocasiones los
terapeutas cuando niños ha debido escuchar de sus madres sobre los problemas
emocionales de ellas; fueron niños que aprendieron en el seno familiar a ser
sensibles ante los problemas de los demás y a ocultar sus propias necesidades.

Para algunos Modelos lo más importante es la formación teórico-práctica que recibe el


terapeuta, mientras otros modelos consideran que son las cualidades personales las más
importantes.

Actualmente se acepta que lo importante es el dominio de las técnicas psicoterapéuticas más


que las cualidades personales.

Variables y características ideales del terapeuta propuestas por otros especialistas:

El terapeuta ha de tener prioritariamente una buena formación y un interés por las personas y
su bienestar.

La variable edad en un terapeuta no ha de afectar el resultado del proceso terapéutico, aunque


si puede afectar a la hora de establecer una relación de confianza cliente – terapeuta. Si el
cliente percibe al terapeuta como muy joven puede no confiar en su experiencia y no
considerarlo adecuado para resolver su problema. La variable estado civil, tener hijos, etc.,
puede ayudar a que el cliente confíe más en lo que el terapeuta le diga al considerarlo como
una experiencia de vida.

Hay además una serie de características que debería tener todo buen terapeuta de las que
numerosos autores han hablado:

● Aceptación: esta característica hacer referencia al respeto, a la preocupación y al


interés que el terapeuta muestra por el cliente, siendo importante que el cliente perciba
esto. El terapeuta, al prestarle atención al cliente, está transmitiéndole su aceptación.
Además, ésta es expresada a través de sus gestos, su tono de voz, sus expresiones
verbales, etc.
● Empatía: la empatía hace referencia a la capacidad para comprender los sentimientos
del otro. La empatía, o comprensión empática, ayuda a establecer una buena relación
terapeuta – cliente y a obtener más información mostrando que el terapeuta comprende
al cliente.
● Honestidad: el terapeuta ha de ser honesto y legal con el cliente, expresando de manera
clara y abierta sus opiniones. Esta honestidad hay que manejarla con cuidado, por ser
claro no significa decir todo lo que se piensa u opina sobre el paciente.
● Credibilidad: que las palabras que se dicen sean creíbles, válidas, tengan crédito, que
sean fiables como fuente de información, es una de las características básicas de un
buen terapeuta. Esta credibilidad está determinada por varias características del
terapeuta:
a) Experiencia
b) Formación
c) Fiabilidad como fuente de información
d) Motivos e intenciones del terapeuta
e) Dinamismo
● Flexibilidad: es importante que el terapeuta sea flexible, para ajustar su estilo a las
necesidades de cada paciente. Los terapeutas flexibles adaptan métodos y técnicas a
sus pacientes en lugar de forzar a estos a adaptarse a sus técnicas.
● Conocimiento de sí mismo: el terapeuta es también una persona, al igual que su
cliente, con sentimientos, pensamientos e incluso problemas, pero éstos debe
mantenerlos a un lado y no permitir que estos influyan en su relación con el cliente. Ha
de centrarse en la terapia y, sentirse válido, capaz y competente para ayudar su cliente.
Si este no es el caso, podemos transmitir sensaciones de inseguridad, fracaso, etc. al
cliente.
También es importante que sepa qué tipo de pensamientos y sentimientos tienen mayor
influencia en los juicios que realiza, así como conocer las propias dificultades
emocionales. Asimismo, conocer cuáles son sus limitaciones en el nivel teórico o
práctico, es decir, saber lo que no sabe.

1.2.3 La relación psicoterapéutica:

Es un intercambio especial que se establece entre cliente como usuario de un servicio y el


terapeuta como profesional.

Características de la relación terapéutica:


La relación terapéutica es asimétrica, porque se inicia a partir de la demanda del cliente y se
centra en sus necesidades. Y porque al terapeuta se le retribuye por su trabajo.

Presenta un encuadre terapéutico. Porque posee una estructura específica, se rige por un
conjunto de reglas fijadas por el terapeuta para hacer posible la psicoterapia (considerar lo
estipulado por el Código de ética para el ejercicio de la profesión en psicología y las directrices
internacionales para el uso de los tests).

Considerar además aspectos de la relación terapéutica como:

− La alianza terapéutica:
− Vínculo
− acuerdo en los objetivos.
− tareas o medios que son adecuados

1.2.4 El proceso Psicoterapéutico:

El proceso psicoterapéutico puede definirse como el conjunto de pasos que deben seguirse
para lograr los objetivos de la intervención psicoterapéutica. La concepción específica del
proceso depende del modelo en el que el profesional se enmarque.

Para efectos de ser aplicado en este curso, se propone el siguiente proceso Psicoterapéutico:

1. Organización significativa de los datos

Esta fase puede ser considerada como transitoria entre la fase de recogida de información
(evaluación) y el tratamiento propiamente dicho. Tiene como objetivo presentar ordenadamente
los datos que fueren pertinentes para el tratamiento.

Incluye las siguientes tareas:

A. Ordenar significativamente los datos: una forma de hacerlo es agrupando los datos por
áreas (por ejemplo: personal, afectiva, social, profesional, etc.)
B. Verificar qué información debe ser complementada (Por ejemplo, datos personales)
C. Asegurar que entre los datos se incluyen aquellos posibles recursos terapéuticos
(características o condiciones personales o sociales que pueden ser útiles para la
eficacia del tratamiento): reforzadores, personas dispuestas a colaborar, etc.
D. Entre los datos, incluir información precisa sobre clasificación (esto permite correlacionar
no solo con los cuadros convencionales de los trastornos psicológicos, sino, además,
con los métodos y técnicas de tratamientos cuya eficacia ha sido comprobada en
situaciones similares) o predicción (sobre el curso normal de los síntomas, los riesgos
del paciente o de sus allegados, su futura adaptación laboral, etc.).

2. Análisis de la información

Consiste en seleccionar toda aquella información que puede ser relevante (información útil) para
la elaboración del plan de tratamiento.

¿Cómo diferenciar la información que es útil?

Los siguientes criterios o aspectos pueden ser indicadores:

− Los datos calificados como "recursos terapéuticos" son, en principio, relevantes.


− Los datos que pueden entran en el análisis funcional, es decir aquella información que
permite describir con precisión la problemática o que se relaciona con las causas y las
consecuencias de la (s) conducta (s) problema (s).
− Los datos que sirven para establecer el análisis topográfico.
− Cualquier dato que sea considerado como relevante por el cliente.

• Análisis topográfico.

El análisis topográfico consiste en reunir de manera ordenada la información de tal forma que
aparezcan todos los comportamientos problemáticos del sujeto que se han sometido a
evaluación y que se pretende modificar.

Más específicamente, el análisis topográfico consiste en identificar y describir las conductas


problemáticas presentes en el triple sistema de respuestas: de tipo motórico, cognitivo y
fisiológico y los parámetros con que éstas están

presentes en el individuo (frecuencia, duración e intensidad).

➢ Respuestas motoras: es todo lo que el sujeto hace, son respuestas observables o visibles
por los demás, son externas: actos motores (ingerir bebidas, hablar por teléfono, etc.).
➢ Respuestas cognitivas: pensamientos, imágenes, opiniones o ideas, decisiones,
sentimientos y creencias.
➢ Respuestas fisiológicas: respuestas del organismo dirigidas a regular su equilibrio interno
(homeostasis): sensaciones físicas que experimentamos: llorar, sudar, sonrojarse,
aumentar o reducir el ritmo cardiaco, contraer un músculo o disminuir el tono muscular,
aumentar la secreción de adrenalina o modificar la emisión de ondas alfa cerebrales,
alterar las secreciones de saliva, incrementar el gasto de oxígeno, etc.
• El análisis funcional.

La finalidad del análisis funcional es encontrar sobre que variables podrá realizarse la
intervención o tratamiento

El análisis funcional consiste en encontrar qué variables se relacionan sistemáticamente con


las conductas y patrones de conducta indicados en el análisis topográfico. Es un intento por
presentar la problemática con sus variables independientes y dependientes (relación causal) y
las influencias en las diferentes áreas.

• Variables a intervenir.

Se debe distinguir, por razones prácticas, las variables relacionadas y las variables
independientes.

Las variables clave son aquellas que hay que intervenir porque son la clave del problema.
Ejemplo: hábitos de comida inadecuados en un caso de sobrepeso.

El resto de las variables relacionadas está constituido por aquellas que tienen que ver con el
problema indirectamente, esto es, cuyo contenido está incidiendo en su mantenimiento.
Ejemplo: falta de actividades, en el caso anterior. No tiene por qué aparecer en todos los casos.

Las siguientes preguntas pueden orientar la identificación y clasificación de las variables:

✓ ¿Qué conductas surgen como problemáticas?


✓ ¿Están relacionadas?
✓ ¿En qué áreas se dan?
✓ ¿Qué variables las influyen?
✓ ¿Cuál es la naturaleza de estas variables?
✓ ¿Sobre qué variables influyen?
✓ ¿En qué situaciones?
✓ ¿Surgen como consecuencias de otras?
✓ ¿Con qué recursos y limitaciones terapéuticas cuento?

• Los objetivos terapéuticos

Para establecer los objetivos terapéuticos hay que imaginar cómo deseamos que el sujeto se
encuentre al finalizar el tratamiento. Así pues, ahora hemos de diseñar su estado futuro, el
estado que se desea alcanzar. De esta forma el tratamiento deberá consistir en un conjunto de
actuaciones que lleven al paciente del estado actual al estado futuro deseado.

Este estado futuro que se desea implantar deben aparecer las conductas ya existentes que
deben mantenerse, las conductas que ahora no existen pero que deben crearse, así como
las variables que mantendrán unas y otras. De la misma forma, deben aparecer las
conductas existentes en el presente pero que han de desaparecer.

Estos objetivos son de dos clases:

a) Objetivos finales o metas últimas de la intervención clínica: son aquellos cuya


consecución soluciona el problema planteado por el paciente o por las personas que lo rodean,
dando por finalizada la terapia (por ejemplo: en un caso de obesidad, el objetivo final puede ser
bajar de peso y mantenerlo). En general, las metas últimas de toda intervención son:

− Que desaparezcan las quejas planteadas (la desaparición de lo que molesta)


− Que se alcancen las demandas (la consecución de lo que se desea)
− Que no surjan nuevas quejas como resultado directo de la intervención realizada
(ausencia de efectos secundarios no deseados).

b) objetivos intermediarios u objetivos concretos: son aquellos que se fijan porque su


consecución permite legar a los objetivos finales (por ejemplo, en el caso de obesidad
comentado en el apartado a), un objetivo intermediario puede ser que la persona coma siempre
sentada, o sólo a determinadas horas, o sólo bajo determinadas circunstancias, etc.). en
general, los objetivos concretos están constituidos por aquellas variables sobre las que
directamente se aplica el tratamiento. Los objetivos intermediarios, pues, son el resultado de
concretar y operacionalizar sobre qué variables se debe intervenir para poder lograr las metas
últimas de la intervención clínica.

• Formulación del plan o programa de tratamiento

Una forma de presentarlos es organizando los resultados de las tareas realizadas en los
apartados anteriores.

Una propuesta de estructura es la siguiente:

I. Identificación del programa


II. Objetivo final
III. variables a intervenir
IV. Objetivos intermediarios
V. Técnicas a utilizar
VI. Recursos terapéuticos
VII. Número de sesiones
VIII. Roles o responsabilidades terapéuticas
IX. Evaluación del tratamiento
X. Otros (lo que fuere necesario).

• Aplicación del tratamiento

Además de la calidad de la aplicación del programa de intervención, el terapeuta debe evaluar


constantemente el progreso del tratamiento

• Seguimiento

Consiste en contactos esporádicos del terapeuta con el paciente durante un cierto tiempo
(Aconsejable durante un mínimo de 6 meses), a fin de comprobar si los resultados del
tratamiento se mantienen, han mejorado o, por el contrario, hay recaídas.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE

✓ Identifica los elementos de las definiciones de psicoterapia del texto y realiza un


comentario.
✓ Consulta las definiciones de otros autores y realiza un comentario.
✓ Elabora un glosario de términos principales que aparecen en el texto.
✓ Investiga algunos criterios para identificar la sinceridad de un cliente.
✓ Investiga que requisitos formales debe cumplir un psicoterapeuta en otros países de
América Latina y en Norteamérica y Europa.
✓ Indaga qué efectos negativos pueden ocurrir, en el cliente y en el terapeuta las
motivaciones disfuncionales de éste.
✓ ¿Qué factores pueden favorecer la acción terapéutica?
✓ ¿Qué factores pueden afectar la acción terapéutica?

RESUMEN.

La psicoterapia consiste en hacer uso de los recursos teóricos y tecnológicos que ofrece la
psicología destinados a la conservación o la recuperación de la salud mental. Para el ejercicio
de la psicoterapia es indispensable asumir una concepción adecuada del cliente; que el
psicoterapeuta posea ciertos requisitos formales y personales, para que no sea entorpecida la
eficacia de la psicoterapia, sin negar que la adecuada formación del terapeuta pueda disminuir
su efecto negativo; debe conocer el proceso básico y los encuadres convencionales que
garantizan la seriedad del proceso de intervención psicológica.

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