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Como ejemplo de los atropellos, el día 5 de abril de 1992, la ONU organizó una
marcha en pro de la paz en la que la misma milicia que supervisaba el evento
abrió fuego amigo, lo cual imposibilita la coerción pacífica de nuestra organización,
sin embargo, la ONU siempre va más allá y por esto no paramos. Ahora, si se
ejemplifica en la cuna de la batalla, se menciona la importancia para con los
ciudadanos, a quiénes se les defiende de manera equitativa, sin distinción, se
buscan los sectores vulnerables y marginados, y se les apoya incluso para su
libertad de tránsito, los acorazados de la ONU fungieron como escudos para ellos,
mientras que los francotiradores militantes disparaban a quema ropa.
Al mismo tiempo que esto acontecía en Europa. Ahora, al sur de Asia se llevaba
otra guerra, que no por abarcar menos países deja de tener las mismas
consecuencias devastadoras. La guerra de la que se habla es la de los Estados
Unidos de América contra Irak, en la que comenzó a perfilarse la paz, gracias a
nuestra organización, en noviembre de 1994, Dayton, a partir de las misiones
mediadoras, acordadas con el presidente Clinton.
Desde el inicio de cualquier hostilidad, la ONU has velado por los derechos
humanos y la ayuda a los refugiados, buscando a través de la diplomacia
internacional pactos petitorios de paz y asistencia humanitaria. Lo anterior, sin
importar que se vean atados de pies y manos, un ejemplo de esto se da con los
oficiales cascos azules, enviados por nosotros para realizar las labores pacifistas,
en las que nuestras tropas son igual de vulnerables al acoso de las partes e
imposibilitadas para responder a las agresiones. De ahí, que los medios de
comunicación, políticos, mostraran, optaran, señalaran a manera de humillación a
la comunidad internacional y enfocaran su atención a la toma de rehenes.
Más allá de las habladurías, esto no detiene a la ONU quien lucha incesantemente
por satisfacer las necesidades de las víctimas y sus familiares al proveerlos de
víveres y medicinas, sin importar, en este caso, los inacabables acosos serbios y
croatas.