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La Guerra no es ajena

- Valencia Felices, Dunia

Volodimir Zelensky, ante la 77 Asamblea General de la ONU, en las pantallas de todo el globo, en
todo monitor, móvil a full multimedia, en pleno asombro y quizás emoción de quiénes cual seguidores
de series de Netflix -una de las plataformas de películas y series de historias más vista del mundo-
siguen paso a paso la guerra entre “La Tierra de RUS” y “El granero de Europa” ,expuso que Rusia
pague por sus crímenes, proponiendo cinco fórmulas que confirma asegura, redundará en solución de
paz para su nación y el mundo. Castigo contra la agresión, protección de la vida, establecimiento de la
seguridad territorial, garantías de seguridad y determinación de defenderse uno mismo; cinco
estrategias que a modo de recomendación con la imagen de estratega en facha de guerrero de algún
juego en trending topic de play station encaró a la asamblea para el control de la paz. ¿Puede dicha
exposición ser una revelación de exigencia para accionar?, ¿Es el mensaje del líder Ucraniano una
justificación para hacer abuso de la “Legítima defensa”? o quizás el reclamo a quienes ostentan el
poder de la paz, de solo ostentación. La transmisión grabada se logró con la aprobación de 101 países
a favor y 7 en contra.

Crear en el mundo condiciones en las cuales puedan mantenerse la justicia y el respeto a los tratados-
siendo estos consensuales- y otras fuentes del derecho internacional es la voz unísona de la Carta de
las Naciones Unidades que recoge los principios de las relaciones internacionales, desde la igualdad
soberana de los Estados, hasta la prohibición del uso de la fuerza en las relaciones internacionales; por
ello el desarrollo del derecho internacional y el respeto por el mismo serían elementos claves de la
ONU. ¿Entonces, que es lo que aún falta? ¿Cómo llegamos a la Guerra?

La guerra causa espanto, aunque creo que para los de mi generación -generación X - no es ajena, mis
tiempos escolares los viví en medio de una llamada popular cortesía de Sendero Luminoso y el
MRTA, y cuando vacacionaba lo hacía en escenarios similares como las guerrillas de las FARC, pero
guerra al fin, quizás por esa razón cuando el 24 de Febrero del 2022 Vladimir Putin le declaró la guerra
a Ucrania, invasión que disfrazó como operaciones especiales, nada más que puro eufemismo, para
justificar el acto de agresión contra Ucrania, presumí de que se trataba, armas, borceguíes, muertes,
encierro, destrucción el escenario era conocido. Los de este lado del mundo también somos parte de
ella, de esa guerra que no es nuestra pero porque “A toda acción corresponde una reacción de igual
magnitud pero en sentido contrario” como dijo Newton, así la crisis alimentaria, las migraciones, los
bombardeos, convertidos en problemas de importancia internacional nos encontramos con los
refugiados, con los migrantes, con aquellos que tienen problemas de nacionalidad, el trato a prisioneros
, el uso de la fuerza, conductas durante la guerra razones que validan al Derecho Internacional para la
toma de decisiones en el marco del conflicto entre Rusia y Ucrania. Aún, convalecientes de la Guerra
biológica, con esas armas letales, en forma de virus, a la que el Gigante de Asia decidió someternos a
todo habitante de este mundo cada vez más impactado por el calentamiento global a otro escenario tan
igual al de la guerra de ucrania, pero esta vez con silenciador, habría armas, borceguíes, muertes,
encierro, destrucción. La pandemia del Covid-19 afectó las dimensiones del Derecho Internacional,
poniendo en cuestionamientos la eficacia de los marcos normativos y la gobernanza global, cuando
gobiernos como el peruano que restringieron las libertades en pleno marco de normas internacionales
sobre Derechos Humanos, y otras medidas excesivas y poco o nada técnicas ni mucho menos validadas
por hombres de ciencia como el recorte de libertades como acción nacional y colectiva para contener
la expansión del virús, como para responder ante sus efectos, poniendo en juego otras áreas de la vida
social, de la economía y las finanzas, las comunicaciones, y la cultura. En esa guerra, que no era la
nuestra y cuyas medidas de control fueron diseñadas para contextos que no eran los nuestros, somos
megadiversos y la formula la debimos hacer aquí entre los nuestros y con el respaldo de nuestra Carta
Magna, la Constitución Política Perú que reza en el Art. 1 “La defensa de la persona humana y el
respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado”. La Guerra no es ajena.

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