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Kant considera que la Ilustración es la salida del ser humano de su minoría de edad, es decir, de su incapacidad para usar su razón de forma autónoma sin la guía de otros. Para Kant, la Ilustración significa atreverse a saber y pensar por uno mismo, usando el lema "Sapere aude". El ser humano debe liberarse de toda tutela ajena e imposición para hacer uso libre de su razón, aunque requiere decisión y valentía ya que no es un proceso repentino sino gradual entre generaciones.
Kant considera que la Ilustración es la salida del ser humano de su minoría de edad, es decir, de su incapacidad para usar su razón de forma autónoma sin la guía de otros. Para Kant, la Ilustración significa atreverse a saber y pensar por uno mismo, usando el lema "Sapere aude". El ser humano debe liberarse de toda tutela ajena e imposición para hacer uso libre de su razón, aunque requiere decisión y valentía ya que no es un proceso repentino sino gradual entre generaciones.
Kant considera que la Ilustración es la salida del ser humano de su minoría de edad, es decir, de su incapacidad para usar su razón de forma autónoma sin la guía de otros. Para Kant, la Ilustración significa atreverse a saber y pensar por uno mismo, usando el lema "Sapere aude". El ser humano debe liberarse de toda tutela ajena e imposición para hacer uso libre de su razón, aunque requiere decisión y valentía ya que no es un proceso repentino sino gradual entre generaciones.
Según Kant, la ilustración es la salida de la minoría de edad en la que se
encuentra el ser humano y de la que él mismo es culpable, por no ser capaz de hacer un uso autónomo de la capacidad racional con la que le ha dotado la naturaleza. Con minoría de edad se refiere, precisamente, a la incapacidad para valerse de la razón sin la guía de otro, por pereza y falta de valor. Solo el uso crítico y autónomo de la razón puede guiar al ser humano hacia su mayoría de edad y hacia su plenitud, permitiéndole el libre desarrollo de todas sus capacidades. Y en eso consiste la ilustración: en atreverse a saber y atreverse a pensar por uno mismo, por lo que Kant convierte la expresión latina “Sapere aude” en el lema de la Ilustración. El ser humano debe hacer uso de su razón liberándose de toda tutela ajena, de toda imposición intelectual, política, religiosa o personal. Para conseguir esa liberación Kant nos recuerda que hacen falta decisión y valentía , pues el camino hacia la mayoría de edad está lleno de dificultades y puede resultar, incluso, peligroso. Además, para Kant, la ilustración es un largo proceso en el que hay que ir dando dando pasos hacia adelante generación tras generación, y no de forma repentina mediante una revolución. Pues en ese caso, probablemente, nuevos prejuicios sustituirán a los anteriores, impidiendo otra vez el uso libre de la razón.