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República Bolivariana de Venezuela

Misterio del Poder Popular Para Economía y Finanzas


Escuela Nacional De Administración Y Hacienda Pública - IUT
Estado Miranda

IMPACTO DE LA GLOBALIZACION EN EL
COMERCIO INTERNACIONAL

PROFESOR: ALUMNOS:
Mervin Rodríguez Isaac Oses
Juhandy Troconis
Jojan Valbuena
Fabiola Marcano

Caracas, Marzo del 2020


INTRODUCCION

La globalización es un fenómeno que desencadena procesos


económicos, tecnológicos, políticos y culturales a escala planetaria. La
clave es la intercomunicación instantánea y, a su vez, la interdependencia
entre los diferentes estados del mundo que conectan sus mercados,
sociedades y culturas mediante transformaciones de carácter global.  
IMPACTO DE LA GLOBALIZACION

El paso del comercio internacional al comercio global ha sido uno de los


acontecimientos más trascendentales en el ámbito económico en los
últimos años, lo mismo que ocurrió cuando se pasó de la autarquía al
comercio internacional.

El comercio internacional se inició con el tráfico de especies, oro, plata y


piedras preciosas, desde que existe el transporte y los mercaderes, pero
fue con la revolución industrial (que trajo el motor a vapor, los medios de
transporte y de producción masivas), que logró una escala continental e
intercontinental. Con ello, se transformaron las estructuras, los sistemas y
las formas de producción en cada país y en cada área económica
existente en el mundo. Cambió no sólo el ámbito económico sino también
el ámbito político, social y cultural de los pueblos.

Con el comercio internacional nacieron los mercados internacionales y la


interdependencia entre los países, tanto en sus formas de producción
como en la asignación de recursos (que y cuanto producir de cada bien),
cada país se especializa en aquellas actividades en las que tiene ventajas
comparativas. Es este principio el que rige el ámbito económico en el
mundo y en función del cual se crean las Teorías de Comercio
Internacional, sobre cuyas bases se estructuran las Políticas de Comercio
Internacional.

Es en Inglaterra donde nació la revolución industrial y en ella basó su


imperio económico. Durante el siglo XIX los ingleses lograron crear una
base industrial universal que les permitió modificar la producción de
muchos de los bienes de consumo existente en dicha época (vestuario,
alimentos, etc.). Los principales productos que se comercializaron fueron
las materias primas (minerales, carbón, fibra textil, etc.), maquinaria
industrial (mucha de ella se fabricó en los países de origen y/o destino, en
grandes maestranzas) y de productos finales (textiles). El comercio
internacional y el transporte empezaron a tener gran importancia,
apareciendo las primeras líneas de servicios de transporte marítimo.

A fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, EE.UU. rompe los
esquemas de fabricación y comercialización al desarrollar la producción
en serie, que se basó en grandes líneas de ensamblaje, y en el uso de
piezas intercambiables. Con ello, lograron producir en grandes lotes
maquinarias, equipos y bienes de consumo durable (artefactos
domésticos y electrodomésticos) a bajo costo y accesibles a la gran
mayoría de los hogares en el mundo, es decir, la producción masiva de
máquinas de coser, de escribir, radios, teléfonos, línea blanca, etc. Esta
innovación cambió la forma de vida de la población en el mundo y los
sistemas de comercialización y transporte.

En esta revolución post-industrial y cultural, la masificación de la


producción de los vehículos automotores significó un cambio estructural
en la infraestructura, la distribución en el abastecimiento de insumos
(petróleo, caucho, acero, etc.), y productos, el transporte de bienes y
personas, etc. que tuvo un impacto que es importante destacar
independientemente.

En el comercio internacional se produjo un cambio notable, la producción


en línea trajo consigo las economías de escala, donde un número muy
reducido de plantas podían abastecer el consumo en todo el mundo. Para
ello, fue necesario armar sistemas de comercialización donde la
producción de equipos, productos y repuestos, se hacían en el origen y se
transportaban a los destinos, lugar en que se hacía la mantención y la
reparación. Con ello, las necesidades de transporte se multiplicaron.
 La Globalización de las empresas norteamericanas

Aún hasta a fines de los años 60, muchos economistas pensaron que la
economía norteamericana podía ser autosustentable, debido a que este
país era superior al resto del mundo en prácticamente cualquier actividad
productiva. Sin embargo, el rápido incremento de los salarios y
reglamentos, obligaron a las empresas a buscar proveedores en otras
partes del mundo. En un inicio, en la fabricación de productos finales
derivados de la industria liviana (textil, vestuario, calzado, plástico, etc.).

Las grandes empresas dueñas de las plantas de producción, de los


sistemas de distribución y de las marcas fueron a los NIE, las cuales no
sólo enseñaron los métodos de fabricación, sino que proveyeron equipo,
financiamiento e incluso líneas de producción para fabricar con la marca
del cliente.

Con el desarrollo de la base industrial y de los negocios en los NIE y en


cualquier país abierto a estos nuevos sistemas de comercio internacional,
nuevas y cada vez más avanzadas y complejas actividades industriales
se trasladan a ultramar, pasando este sistema a ser una forma de
supervivencia de las empresas norteamericanas para competir en sus
propios mercados. La industria de la electrónica, computación e incluso
de la maquinaria pesada, fueron trasladando aquellas actividades
intensivas en mano de obra a los NIE, a Brasil y a cualquier país que no
sólo ofreciera las condiciones necesarias, sino que principalmente pudiera
competir con el país/empresa más competitiva en el mundo.

En los años 80, se abrieron la mayoría de los países del sureste asiático
(Malasia, Filipinas, Indonesia, etc.). Más importante aún, en 1978 empezó
China Continental. En los 90, están empezando el resto, India, Vietnam,
etc. y con ello, sin duda, todo el Asia. En los años 90, también se abren
los países de América Latina, previo a lo cual sólo Chile y posteriormente
México, ya habían iniciado el proceso de apertura. También los países de
Europa Oriental después de la caída del Muro de Berlín.
Pero también, en los años 80 las grandes empresas europeas empezaron
a incorporarse al sistema, con lo cual aumenta la demanda y el comercio
internacional. Por ello, podemos decir que, casi sin excepción,
actualmente nos encontramos en un mundo abierto al comercio y la
competencia internacional.

 Globalización de la mano de obra

La mano de obra se ha globalizado no porque su movilidad haya


aumentado sino porque las empresas lo han hecho. El costo de la mano
de obra en los países emergentes del Lejano Oriente es US$1,0/Jornada
y constituye la línea base ("bottom line") para competir en cualquier
negocio, sea local o internacional, en cualquier país abierto a los
mercados externos. Esto porque en estos países la oferta de obreros,
para cualquier propósito práctico, es infinita (más de mil millones de
personas en edad de trabajar). Luego, en cualquier inversión el costo de
la mano de obra va a aparecer en forma directa o indirecta, valorada de
acuerdo a su productividad y, con ello, en la competitividad a nivel país.
Por lo tanto, la única forma de competir con una mano de obra
sobrevalorada es agregar valor a la jornada de trabajo, en factores que
permitan hacerla comparable con la del Lejano Oriente.

 Competitividad internacional

En un mundo que tiende a la globalización, cada empresa y actividad


económica debe competir con sus similares ubicadas en cualquier lugar
del mundo. Para sobrevivir, deben transformar las ventajas comparativas
en ventajas competitivas.

Por ello, los países que se abren al comercio exterior deben diseñar una
serie de medidas macroeconómicas que permitan a las empresas
privadas desarrollar ventajas competitivas sin restricciones. Luego, la
apertura siempre viene acompañada de desregulación de los mercados,
entre ellos: el de los factores productivos (laboral y de capitales), de
productos (materias primas, productos intermedios y finales) y servicios
(incluyendo los de comunicaciones y de transporte). Así como también, de
programas de privatización de las empresas públicas (incluyendo los
servicios básicos), algunos servicios públicos (salud, educación, aduana,
etc.) y, en muchos casos, la infraestructura o al menos su operación.

Las ventajas competitivas son pasajeras, van cambiando en la medida


que los competidores cambian sus estrategias, los países sus
regulaciones y los bloques su organización interna.

Las teorías sobre la Globalización es posible clasificarla según los


criterios analíticos utilizados, pero en realidad entre los estudiosos del
tema no se aprecia consenso con respecto a validar dichas
clasificaciones. Para los ideólogos burgueses los calificativos más
comunes para denominar al proceso globalizado son complejos,
paradójicos y contradictorios.

Algunos esfuerzos se han realizado para lograr el debate y el intercambio


de experiencias de intelectuales y profesionales de cualquier corriente
ideológica. Entre ellos se encuentra la creación de varios sitios de Internet
alternativos a los impuestos por los centros de poder, para debatir sobre
el fenómeno y la institucionalización de encuentros internacionales como
los que se celebran en la Habana, cada año. Al referirse sobre los
métodos que debían seguir estas reuniones ; el Presidente de los
Consejos de Estado y de Ministro de Cuba ; Fidel Castro Ruz en el año
1998 dijo : ¨ Yo lo exhortaba a ustedes a meditar sobre este tema,
investigar, profundizar, ayudar, divulgar, como cosa esencial con la
verdad en la mano, sin dogmas; lo repito, sin dogmas de ninguna clase , y
con un espíritu amplio ,muy amplio y escuchando a todos ,sin creernos
poseedores de verdades absolutas. Por el contrario, si creemos algo, nos
interesa enriquecer y fundamentar lo que creemos.
Asia Es la tercera área comercial en el mundo, con una población de

2.912 millones y un PGB de US$5200 billones, probablemente será la l a


después del año 2000. El comercio exterior, intra-asia se espera crezca
más rápidamente, de US$600 millones, se espera que llegue cerca de los
US$2,0 mil millones en el año 2000.

Un grupo importante de economistas -muchos de ellos conocidos como


"los Chicago Boys"- apoyados por los principales organismos económicos
internacionales y sostenidos monetariamente por empresas
multinacionales, crearon fundaciones, institutos, centros de investigación
y lograron una real inserción en los principales medios de comunicación
que les permitió convencer de lo "moderno" de sus teorías. (Brieger,
2000).

El fuerte crecimiento de las exportaciones y las remesas generaron una


mejora significativa en la cuenta corriente de la región, que incluso se
volvió superavitaria a partir de 2003, en tanto la situación del sector
externo también logró incrementarse por el lado de la cuenta de capital,
en el que la IED. tuvo un comportamiento sumamente dinámico.

Ya entrado el siglo XXI, en el período 2003/2007 el escenario


internacional registró un comportamiento macroeconómico
excepcionalmente positivo, con tasas de crecimiento históricamente altas
y niveles de inflación notablemente bajos. Puntualmente, se podría decir
que el mundo creció fuertemente y con baja inflación en ese período. Este
comportamiento mundial estuvo fundamentalmente sustentado en el
dinamismo de las economías emergentes que, principalmente
apuntaladas por China e India, lograron tasas de crecimiento
significativamente más elevadas que las que solían registrar en el pasado

la más reciente crisis financiera internacional entre 2007 y 2009 (donde


subyace una de las ideas centrales de este trabajo), originada en los
Estados Unidos, junto a las experiencias acumuladas en dos décadas de
implementación de las políticas del llamado Consenso de Washington,
han comenzado a modificar la cuestión, de tal forma que ahora comienza
a discutirse de que los conceptos básicos de dichas políticas no articulan
los objetivos de corto y largo plazos, ni recogen las variables de orden
socio-políticos, ni las de carácter histórico-estructural que deben ser
consideradas en toda propuesta de transformación global.

Entre fines de los ´80 y durante toda la década de 1990 se produjeron una
serie de cambios en el orden político y económico mundial que sin lugar a
dudas han dejado secuelas en el resto del planeta. Entre ellos puede
nombrarse el desmembramiento de la U.R.S.S con la consecuente crisis
del sistema socialista, el inicio de la expansión y dominio del sistema
capitalista y el surgimiento de un nuevo escenario macroeconómico
debido al auge del comercio internacional. De este modo, cualquier
evento económico registrado comenzaba a ocasionar secuelas en otras
partes, sin importar la cercanía o lejanía geográfica, debido a la mayor
fluidez en las relaciones entre naciones.

En lo que respecta a América Latina particularmente, la década del ´90 se


caracterizó por la aplicación de las teorías neoliberales y el gran éxito que
ha tenido su discurso. Lo primero a destacar es que el neoliberalismo,
desde una posición marginal y minoritaria durante todo el siglo, logró
convertirse en doctrina hegemónica en los '90. El trabajo ideológico de los
pensadores que difundieron las teorías neoliberales ha sido sin dudas
excelente. El economista liberal francés Guy Sorman recorrió
Latinoamérica pregonando las privatizaciones como una "utopía de
cambio que, creada por filósofos y economistas liberales, se impuso en
estos cuatro años en todo el mundo como una necesidad indiscutible". Un
grupo importante de economistas -muchos de ellos conocidos como "los
Chicago Boys"- apoyados por los principales organismos económicos
internacionales y sostenidos monetariamente por empresas
multinacionales, crearon fundaciones, institutos, centros de investigación
y lograron una real inserción en los principales medios de comunicación
que les permitió convencer de lo "moderno" de sus teorías. (Brieger,
2000).

El chileno Jaime Estay afirma que, luego de varias décadas durante las


cuales los países latinoamericanos funcionaron con altos niveles de
regulación estatal sobre el conjunto de la actividad económica, mediando
dicha regulación tanto las relaciones entre cada economía nacional y el
resto del mundo, como las relaciones entre los distintos sectores internos,
en los últimos veinte años se ha impuesto un nuevo tipo de
funcionamiento, a través de la aplicación del decálogo de políticas
definidas por los principales organismos multilaterales y el gobierno
norteamericano, que Williamson (1990).

La nueva inserción internacional, empujada por las políticas


gubernamentales, implicó una articulación casi sin mediaciones entre, por
una parte, las tendencias presentes en la economía mundial y los actores
dominantes en ese ámbito, y, por otra parte, el comportamiento
económico interno y los distintos actores nacionales y locales,
multiplicando la capacidad de las relaciones económicas externas para
actuar como vehículo de internalización de las tendencias globales y con
ello, definir el perfil estructural de la economía, transformando al comercio
exterior y al ingreso de capitales extranjeros en ejes del desenvolvimiento
económico interno, y multiplicando las facilidades para que los actores
transnacionales se desplieguen en ese ámbito interno (Estay, 2007).

Sin lugar a dudas, desde los inicios de la década, el fenómeno de la


transnacionalización de las empresas adquiere importancia en los
mercados y, otra vez, el claro surgimiento de un Nuevo Orden Económico
Mundial, en el que el desarrollo tecnológico y científico, especialmente en
lo relativo a comunicaciones e informática, permitió la formación de un
mercado mundial capaz de sobrepasar las fronteras nacionales de
manera que los gobiernos ya no pudieron intervenir fijando precios,
cuotas de producción o regulaciones de cualquier tipo de manera
unilateral.

Según la CEPAL, ya desde 1985 en adelante, las reformas económicas


se fueron generalizando a casi toda la región a través de la eliminación de
los controles cuantitativos y las distorsiones arancelarias. La apertura
comercial y la liberalización de los mercados financieros nacionales
fueron los primeros componentes que tuvieron una mayor difusión
regional. A partir de 1991 se verificó también una creciente liberalización
de las corrientes de capitales con el exterior. En consecuencia, desde la
segunda mitad de los años noventa, se registró una significativa
convergencia en estos tres ámbitos de la reforma, que elevó notoriamente
el promedio de los correspondientes índices regionales.

El programa de reforma estructural de los '90, junto con la profundización


del proceso integrador del Mercosur, se reflejó en la supresión total de las
restricciones cuantitativas a las importaciones, una fuerte reducción de
tarifas y la eliminación de los impuestos a la exportación. El objetivo
central que se buscó fue el de lograr la neutralidad de incentivos con
respecto a las actividades de importación y exportación. Es importante
hacer notar, sin embargo, que la liberalización del comercio fue menos
radical y fundamentalista que la de los mercados de capital. En particular,
debido a la necesidad de armonizar políticas dentro del Mercosur y por la
existencia de algunas políticas industriales aún subsiste cierto grado de
diferenciación de tarifas y un programa especial para la industria
automotriz. (Fanelli, 1999)

Ya entrado el siglo XXI, en el período 2003/2007 el escenario


internacional registró un comportamiento macroeconómico
excepcionalmente positivo, con tasas de crecimiento históricamente altas
y niveles de inflación notablemente bajos. Puntualmente, se podría decir
que el mundo creció fuertemente y con baja inflación en ese período. Este
comportamiento mundial estuvo fundamentalmente sustentado en el
dinamismo de las economías emergentes que, principalmente
apuntaladas por China e India, lograron tasas de crecimiento
significativamente más elevadas que las que solían registrar en el pasado
(Giacomini, 2009).

Como consecuencia de ello, América Latina experimentó entre 2003 y


2007 un auge económico extraordinario, basado en una combinación
inusual de auge financiero mundial, fuerte expansión del comercio
internacional, bonanza de los precios de los productos básicos y altos
niveles de remesas de trabajadores (Ocampo, 2009).
CONCLUSION

Concluyendo este exhaustivo análisis podemos tomar en cuenta que el


comercio internacional es de vital importancia para un país, el comercio
internacional implica la compra, venta o intercambio de bienes y servicios
en diferentes divisas y formas de pago. Estos intercambios entre distintos
países o distintas zonas geográficas han ido en aumento gracias a
la liberalización comercial y a la eliminación de barreras arancelarias y no
arancelarias.
BIBLIOGRAFIAS

 Historia Económica General Kenwood


 Tratado Cobden Chevalier
 https://www.oas.org/dsd/publications/unit/oea33s/ch32.htm
 http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0103-
40141998000300020
 www.https://internacionalmente.com

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