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Economía durante su gobierno – Alberto Fujimori

Un equipo de técnicos acompañó a Fujimori desde el final de la primera vuelta y durante el


período de transición con el fin de asesorar en materia económica, al que la prensa le
denominó el grupo de los siete samuráis 'conformado por Santiago Roca, Adolfo Figueroa,
Óscar Ugarteche, Esteban Hnylicza, Guillermo Runciman, Fernando Villarán de la Puente y
Martha Rodríguez. Este grupo fue reemplazado por nuevos asesores más ortodoxos
como Hernando de Soto, Carlos Rodríguez Pastor Mendoza, Carlos Boloña Behr y
finalmente Juan Carlos Hurtado Miller.
Pese a que Fujimori como candidato había negado un shock económico, el gobierno siguió las
recomendaciones del Fondo Monetario Internacional. El 8 de agosto de 1990, el Presidente
del Consejo de Ministros y Ministro de Economía, Juan Carlos Hurtado Miller salió en cadena
nacional anunciando una reestructuración de precios, que sería conocida como el "fujishock".
Esta medida del gobierno permitió controlar la inflación, pero provocó la devaluación de los
salarios de la mayoría de la población. Era la primera de muchas reformas de
tendencias liberales y algunas de capitalismo clientelista, que ocasionaron la eliminación
del control de precios y el posterior cambio de moneda al nuevo sol (un millón de intis).
A partir del ajuste económico de agosto de 1990 se redefinieron las funciones del Estado y el
mercado asumió un nuevo y fundamental papel en la economía del Perú, siguiendo con las
recomendaciones del Consenso de Washington, que proponía una reforma tributaria, una
rigurosa disciplina fiscal, la firme liberalización financiera y comercial, el establecimiento de un
tipo de cambio competitivo, la privatización de empresas, la eliminación de las barreras a las
inversiones extranjeras directas, entre otras.
Si bien llegó a estabilizar la vida económica y permitió la reinserción del Perú en el sistema
financiero internacional, así como la privatización de las compañías del Estado en manos de
extranjeros, también ocasionó despidos masivos de obreros y empleados públicos, así como
la supresión de las protecciones a la ineficiente industria nacional, lo cual llevó a su quiebra y
a altos índices de desempleo. En consecuencia, se redujo al mínimo la actividad sindical y
aumentó la actividad económica informal. Por otro lado, la reducción del Estado y la liberación
de la economía nacional fomentaron la inversión extranjera. Como resultado, en 1994 la
economía peruana creció un 13 %, a pesar de los despidos masivos acaecidos.

Aspecto social
Masacre de Barrios Altos
Artículo principal: Masacre de Barrios Altos

La noche del 3 de noviembre de 1991 se llevaba a cabo una pollada en el primer piso del
inmueble ubicado en el Jirón Huanta N.º 840 para conseguir fondos para reparar ese edificio.
Aproximadamente, a las 23:30, seis individuos armados y encapuchados entraron al edificio
luego de bajar de dos vehículos.
Los atacantes cubrieron sus rostros con pasamontañas y ordenaron a los asistentes de la
reunión a tenderse en el piso, donde les dispararon indiscriminadamente por cerca de dos
minutos, matando a 15 de ellos incluyendo a un niño de 8 años, e hiriendo seriamente a otras
cuatro personas, uno de los cuales quedó permanentemente paralítico. Luego, los atacantes
salieron en dos vehículos. Durante la investigación, la policía encontró 111 casquillos y 33
balas del mismo calibre en la escena del crimen. Las investigaciones judiciales y los reportajes
de la prensa revelaron que los sujetos envueltos en el crimen trabajaban para la inteligencia
militar; habían sido miembros del Grupo Colina que era ya conocido por perpetrar un
programa anti-terrorista por órdenes del gobierno de Alberto Fujimori. Se verificó luego que los
atacantes buscaban atacar una reunión de subversivos senderistas que en realidad tuvo lugar
en el segundo piso del inmueble (mientras que la pollada y el ataque se llevaba a cabo en el
primer piso).
Masacre de Santa
Artículo principal: 

La Masacre de Santa fue una masacre de campesinos llevada a cabo el 2 de mayo de 1992
por el Grupo Colina en la provincia de Santa en el departamento de Áncash, en la sierra de
Perú, en el marco del conflicto armado interno que tuvo lugar entre 1980 y 2000. Carlos
Alberto Barrientos Velásquez, Roberto Barrientos Velásquez, Denis Atilio Castillo Chávez,
Federico Coquis Velásquez, Gilmer Ramiro León Velásquez, Pedro Pablo López Gonzáles,
Jesús Manfredo Noriega Ríos, Carlos Martín Tarazona More y Jorge Luis Tarazona More
murieron en la masacre. Tras llevar a cabo la masacre, miembros del Grupo Colina, un
escuadrón de la muerte que operaba fuera del Ejército peruano, pintaron grafitis pro-
senderistas, como parte de una operación de bandera falsa. En la actualidad, todos los
miembros del Grupo Colina se encuentran encarcelados.
Atentado en Tarata
Artículo principal: Atentado en Miraflores de 1992

El atentado en Miraflores de 1992 consistió en la explosión de un coche bomba en la cuadra 2


de la calle Tarata, en pleno centro del mencionado distrito de Lima, realizada el 16 de julio de
1992 por el grupo terrorista Sendero Luminoso. La explosión fue parte de una campaña mayor
de atentados en la ciudad de Lima durante la época del terrorismo.
El lugar donde ocurrió el hecho es una zona comercial dentro de un distrito de clase media
(algunos sectores media-alta) de Lima. Dos vehículos, cada uno equipado con una tonelada
de explosivos, explotaron en la mencionada calle a las 9:15 p.m., matando a 25 e hiriendo a
unas 200 personas. La onda expansiva destruyó o dañó 183 casas, 400 negocios y 63
automóviles estacionados. El atentado fue el comienzo de una serie de ataques senderistas
contra el Estado peruano de una semana de duración, que en total causaron 40 muertes y
tuvieron en zozobra a la capital.
Masacre de La Cantuta
Artículo principal: Masacre de La Cantuta

Tuvo lugar en Lima el 18 de julio de 1992. En La Masacre de La Cantuta el profesor decano
de la facultad de biología Hugo Muñoz Sánchez y nueve estudiantes de la limeña Universidad
Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle (conocida como La Cantuta debido al nombre
de la zona donde se encuentra) fueron secuestrados y desaparecidos por una escuadra
paramilitar (Grupo Colina), pertenecientes al Ejército Peruano aduciendo que eran Terroristas.

Aspecto político
Crisis del Gabinete Hurtado
El 08 de agosto de 1990 (once días después de la toma de posesión de Fujimori) el Primer
Ministro y Ministro de Economía y Finanzas,1 Juan Carlos Hurtado Miller, anunció, la
imposición de una serie de medidas de emergencia (políticas de choque) necesarias para el
reducir la inflación heredada del gobierno de Alán García y de esta manera, poder situar la
inflación por debajo del promedio latinoamericano.
En febrero de 1991 (doscientos días después de su toma de posesión) el Presidente del
Consejo de Ministros y ministro de Economía, Juan Carlos Hurtado Miller, dimitió a sus
cargos; la renuncia se produjo tras un escándalo político, debido al desacuerdo en el interior
del gabinete2 por la publicación de un programa alternativo de estabilización que había sido
elaborado por el Ministro de Industria, Comercio, turismo e Integración, Guido Penaco, en el
cual se proponía una ejecución gradual. Así mismo, el continuo fracaso en la lucha contra la
inflación y la crisis ocasionada por una epidemia de cólera. Al mismo tiempo, todos los
integrantes del gabinete pusieron su cargo a disposición
El presidente Fujimori, en un intento de poner rápido fin a su primera crisis de Gobierno, el 16
de febrero de 1991, tomó juramento al segundo gabinete, que fue encabezado por el
independiente Carlos Torres y Torres Lara y su principal novedad fue el nombramiento, como
titular del Ministerio de Economía, de Carlos Boloña Behr, también sin filiación política. Se
nombró además a 3 nuevos ministros, los demás permanecieron en sus carteras. Además
nombró al entonces Ministro de Trabajo y Previsión Social, Carlos Torres y Torres, como
Primer Ministro y Ministro de Relaciones Exteriores. De manera simultánea designó a Carlos
Borgoña como Ministro de Economía y Finanzas, quien se encontraba trabajando en una
organización internacional por lo que contaba con la confianza de la comunidad financiera
internacional. En los siguientes cambios ministeriales, se nombraron a tres (3) nuevos
ministros y los demás permanecieron en sus carteras.
Relación con el congreso]
Alberto Fujimori, al iniciar su mandato (28 de julio de 1990), pide al congreso facultades
legislativas de acuerdo con el artículo 188 de la Constitución Política de 1979, y según lo
establecido en el artículo 211 de la misma, dictó medidas extraordinarias para implementar
una propuesta de estabilización económica. En relación a estas medidas de “choque”, Carlos
Torres y Torres (ministro de trabajo en ese momento) afirmó ante el congreso el 30 de agosto
que “los derechos supremos (dictados por el Ejecutivo al amparo del artículo 211, inciso 20)
tienen similar validez que las leyes y, por lo tanto, pueden modificar a las leyes (aprobadas por
el Legislativo)”. Inmediatamente, varios de los parlamentarios protestaron pero un mes
después, la Cámara de Diputados Aprobó por 68 votos la interpelación al ministro. Mientras
tanto, los partidos del FREDEMO (Movimiento Libertad, Acción Popular y Partido Popular
cristiano) se aliaron con Cambio ‘90 para lograr apoyar a Torres y Torres pero finalmente no
alcanzaron los 91 votos para censurarlo.
Por otro lado, el 15 de septiembre del mismo año, Fujimori decretó un indulto selectivo para
liberar a algunos encarcelados en calidad de inculpados y de esta manera minimizar el exceso
de población carcelaria. El problema radicó en que la constitución del 79 facultaba al
Congreso en el ejercicio de ejercer el derecho a la amnistía y no al Ejecutivo, por lo que
efectivamente varios parlamentarios cuestionaron la validez de ese indulto. En relación a lo
anterior, el poder Ejecutivo sancionó un crédito suplementario al cual se opuso la Comisión
Bicameral de Presupuesto. En el congreso no se había debatió sobre el crédito debido a que
Cambio ’90 y el APRA no habían dado el cuórum. En medio de la controversia provocada, la
sesión del congreso el 10 de octubre se levantó por iniciativa del Ejecutivo y no se votó sobre
el permiso para que Fujimori viajara a la reunión de los Presidentes del Pacto Andino. Con
respecto a esto, el diario Expreso el 14 de octubre demuestra un claro reconocimiento sobre el
conflicto entre el Congreso y el poder Ejecutivo junto un indicio de las tensiones futuras que
esto pueda generar, al indicar que:
“El presidente Fujimori niega alentar o protagonizar la confrontación entre los poderes del
Estado pero la realidad es mañanas fuerte que sus palabras. Quiéralo o no, él se halla
inmerso en un doble conflicto: con el legislativo por un lado y con el judicial por el otro…Desde
luego el presidente puede sentirse tentado a saltearse la legalidad a la garrocha, removiendo
por decreto a los jueces o cerrando el Congreso.” 3
En diciembre de 1990, surge otro conflicto cuando Fujimori promulga parcialmente la Ley de
presupuesto para el año siguiente, mientras que el congreso insistía en mantener el proyecto
inicial. La Constitución del 79 no decía si el Presidente podía observar el presupuesto una vez
que fuera aprobado por el Congreso, ni tampoco si él podía promulgarla parcialmente”. Sin
importar la oposición formada en el Congreso, Fujimori suspendió, al amparo del artículo 211,
tres de los artículos de la ley aprobada por el congreso, de esta manera, logra ampliar los
poderes del Ejecutivo. Además, en febrero de 1991, el Consejo de Ministros se opuso a la
propuesta de “democratizar” las decisiones del gobierno y la modificó por completo antes de
que se publicara.
En mayo, anunció en el Congreso la firma del convenio antidrogas que había firmado con
Estados Unidos, El Congreso reaccionó interpelando al gabinete, pero no se pudo lograr
absolutamente nada debido a que en ese momento la oposición a Fujimori no era suficiente.
Por otro lado, el Congreso le proporcionó facultades al Ejecutivo durante 150 para que pudiera
legislar en las áreas de generación de empleo, inversión privada y pacificación (Ley 25327).
“Entre junio y noviembre de 1991 el Ejecutivo promulgó 117 decretos legislativos al amparo de
la Ley 25327, de los cuales 83 fueron promulgados entre el 3 y 15 de noviembre, justo antes
de que se venciera el plazo. En las semanas siguientes el Congreso derogó o modificó 28
decretos de importancia central, la mayoría de los cuales tuvieron que ver con la pacificación”.
Mientras el Congreso se oponía a varias de las normas referidas a la pacificación, críticos del
gobierno denunciaban a Fujimori por intentar un golpe “blanco”, por medio del centro
legislativo al atacar a la Constitución.
El primero de diciembre de 1991, las discrepancias entre el poder ejecutivo y el legislativo se
hacían más notorias, y es que tras la crítica del presidente Fujimori a los sueldos de los
congresistas en la Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE); la cámara de diputados se
enfocó en el Ingeniero Enrique Rossl Link, entonces ministro de Agricultura, que fue
censurado por ineficiencia. Días después el Congreso anunció la posible censura de Carlos
Boloña, ministro de Economía; luego de ello se reveló la acusación constitucional contra Alan
García por enriquecimiento ilícito, hecho que desvió la atención de las cámaras del legislativo.
Cabe recalcar que Fujimori en el discurso de clausura de la Convención Anual de Ejecutivos
(CADE), denunció la demagogia y los mezquinos intereses partidarios y propuso la no
reelección inmediata y la renovación por tercios o mitades de los parlamentarios. Dos días
después, el Ministro de Agricultura, Enrique Rossi Link fue censurados por la Cámara de
diputados y esta se considera como la primera vez que el Congreso haya censurado a un
ministro desde que se promulgó la Constitución de 1979, esto es un claro ejemplo de la
oposición cada vez más fuerte y mayoritaria en el Congreso. Frente a esta situación Fujimori
se rehusó a aceptar la renuncia.
El 6 de diciembre, en un discurso ante la Policía Nacional, se preguntó públicamente si no
habría un lobby de los lavadores narcodólares en el Congreso. Esa misma noche, el Senado
condenó tales acusaciones y tal moción se llevó a la Cámara de Diputados. Esto representó
para algunos diputados la ventana de oportunidad para sustituir a Fujimori por San Román,
mientras que para otros podría provocar un golpe militar por lo que prefirieron no intervenir.
A final de este mes, nuevamente el Congreso y Fujimori mantuvieron relaciones tensas sobre
el presupuesto. “Fujimori observó 41 artículos del presupuesto, pero esta vez no los promulgó
parcialmente sino que los devolvió al Congreso una hora antes de cumplirse el plazo, y sólo
un día antes de que el presupuesto debiera haber entrado en vigencia. En enero de 1992, el
Congreso promulgó el presupuesto original, dejando de lado las observaciones del
Presidente”. El presidente al enterarse de la reacción del Congreso amenazó que si no se
aplicaban esas leyes tal cual como pasó el año anterior, él suspendería las leyes objetadas
por medio del artículo 211, inciso 20. Sin embargo, por más que Fujimori haya expandido los
poderes del Ejecutivo, más allá de lo previsto por la Constitución de 1979 con respecto al uso
del artículo, la Constitución tampoco otorgaba al Congreso la potestad de revocar las leyes así
promulgadas.
Cierre del Congreso
Artículo principal: Autogolpe de 1992

La oposición, que revisaba exhaustivamente el paquete de decretos legislativos expedidos por


el Ejecutivo, se sintió ofendida porque el presidente había observado más de diez autógrafas
de ley dados por el Legislativo. Asimismo, una comisión del Senado investigaba los casos de
violaciones a los derechos humanos, por los que fue juzgado y se encontraba preso Fujimori.
De esta forma, el congreso se centró en aumentar su presupuesto y extender las cédulas
vivas a los ex congresistas; sin embargo, para temas frontales de la lucha antiterrorista
misteriosamente no llegaban a mayoría y muchas de las sesiones claves no contaban con la
cantidad de miembros suficientes para las aprobaciones respectivas.
Ante la negativa del Congreso para concederle amplios poderes para legislar sin fiscalización,
Fujimori decidió, el 5 de abril de 1992 disolver el Congreso de la República, intervenir el Poder
Judicial, tomar medios de comunicación —radiodifusoras, canales de televisión y periódicos
de difusión nacional.4 Lo que generó tensiones tanto en el Ejecutivo como en el Legislativo.
Fujimori tenía como premisa cumplir sus promesas electorales. Esta acción la realizó el Jefe
de Estado a través de una emisión televisiva a nivel nacional. Esto se daría horas antes de
que la Asamblea realizará la revisión de decretos, los cuales darían muchas prerrogativas a
los militares para eliminar el terrorismo que se consideraban un exceso y una violación a los
derechos humanos. Esta medida tomada por el presidente fue muy aceptada por la población
peruana un 80 % de apoyo esta decisión. Sin embargo, mientras que dentro del Perú se
aceptaba las medidas del Presidente, en el exterior las distintas organizaciones miraban con
recelo a lo que sucedía en el país. Lo consideraban “una ruptura del orden democrático” con
una estabilidad para concertar negocios o convenios con organismos internacionales y/o
transnacionales.

Gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional 1992-1993


Después del cierre del Congreso 6 inició el autodenominado Gobierno de Emergencia y
Reconstrucción Nacional, en el cual Fujimori tenía el control absoluto, ya que el poder
legislativo estaba disuelto y el Poder Judicial intervenido. Para el primer mandatario era
importante este tipo de gobierno, porque según él su único obstáculo era el Congreso que no
lo dejaba gobernar. Fujimori lo llamaba oposición obstruccionista, pero además la tildaba de
corrupta. Con el cierre del Parlamento el presidente se encargó de buscar soluciones al
terrorismo y a la crisis económica. Por ello necesitó el cambio de la Constitución para dar
nuevas coordenadas al sistema político peruano. Aunque Fujimori desde el inicio de su
gobierno planteó medidas para al menos en parte solucionar la crisis económica como
veremos en el siguiente cuadro. Luego se notó que necesitaba del cambio de reglas para
ejecutar soluciones a distintas velocidades de implementación que hasta antes del cierre del
Congreso no poseía.
Para la conformación de su Gabinete y del nombramiento de miembros para las instituciones
como el BCR, Gustavo Pastor indica que hubo injerencia de gobiernos extranjeros y de
organizaciones internacionales. En su momento la prensa escrita y los parlamentarios de
turno criticaron esta injerencia, debido a la sensación de una falta de autonomía del gobierno y
de ser manipulada por otros grupos ajenos al país. Diarios como La República brindaban
columnas en las que se especulaba que el Perú estaría siendo gobernado por fuerzas
extranjeras quienes tenían influencias en la creación de políticas. A pesar de esta situación el
presidente continuó sus planes y junto a una “coalición [poder ejecutivo, fuerzas armadas y un
equipo de profesionales independientes] de poderes se proponía poner en práctica un
proyecto político a largo plazo que debía asegurar el desarrollo, la modernización y la
pacificación del país. Este régimen cívico-militar, poco interesado en el Estado de derecho y
las instituciones políticas peruanas, se le conoce como « fujimorismo»”7 (Pastor, 2012).
Captura de Abimael Guzmán
El general PNP (r) Antonio Ketín Vidal y el coronel PNP (r) Benedicto Jiménez coinciden en
relatar que Fujimori y Montesinos desconocían que el 12 de setiembre sería intervenida la
casa donde se sospechaba que se escondía Abimael Guzmán. Había un plan gubernamental
para asesinar al cabecilla, pero Vidal y Jiménez estuvieron en desacuerdo. El general Antonio
Ketín Vidal dejó en claro que ni Alberto Fujimori ni Vladimiro Montesinos estaban enterados de
la captura de Abimael Guzmán. Así lo relató:
Cuando llegamos a la casa de Los Sauces, y al escuchar bulla de voces de mujeres que
provenía del segundo piso, decidí subir por la escalera de la casa a la que llamábamos “El
Castillo”. Y, ¡oh sorpresa!, vi a Abimael Guzmán y a Elena Iparraguirre. Me acerqué y le dije:
“Soy el general Antonio Ketín Vidal, jefe de la Dincote. Le comunico oficialmente que usted
está detenido”, entonces se paró y me extendió la mano: “Manuel Abimael Guzmán Reinoso”,
me respondió. “Bueno, usted tiene que entender que en la vida se gana y se pierde. Usted ha
perdido, tome asiento”, le dije. Está bien, yo sé perder y también sé que lo pueden matar a
uno. Pero el pueblo, lo que tiene acá (señalándose la sien con un dedo), eso, nadie se lo
quita”, me respondió Abimael Guzmán.
Luego coordiné con Benedicto Jiménez para, antes de que llegaran los medios de
comunicación a Los Sauces, adelantarme a la Dincote con Abimael Guzmán y Elena
Iparraguirre. Minutos después enrumbamos a la Dincote y allí decidí informar a la prensa
extranjera sobre los hechos, porque quería liberarme de cualquier desgracia. También me
comuniqué con el Canal 2, que lanzó la primicia. Hasta ese momento, el presidente Alberto
Fujimori no sabía de la captura de Abimael Guzmán. Vladimiro Montesinos, tampoco. Al poco
rato, llamé por teléfono a Palacio de Gobierno para darle cuenta al presidente Fujimori sobre
la captura de Abimael, pero me contestó el edecán: “Mi general, el presidente no se
encuentra, está fuera de Lima”, me dijo. “¿Cómo que no se encuentra? ¡Es urgente!”, le insistí.
Pero el edecán volvió a decirme que era imposible. No había manera de comunicarse con el
presidente. Luego me enteré que estaba en Iquitos. Luego, a las 11 y 15 de la noche,
Montesinos, enterado por la noticias sobre la caída de Guzmán, me llamó por teléfono y me
preguntó con ajos y cebollas: “¡Oye, carajo! ¿Es cierto lo que está saliendo en la televisión o
me estás cojudeando?”, tronó por el teléfono. “Por supuesto que es cierto”, le contesté.
“¡Carajo, ni siquiera me has avisado!”, me gritó y colgó el teléfono.
Minutos después llamé a Montesinos para pedirle que me diera el teléfono del presidente
Fujimori y así informarle personalmente de la captura. Montesinos me respondió que ya se
había comunicado con Fujimori.
El plan era matar a Guzmán. Benedicto Jiménez no estaba de acuerdo. Según relató:
El general Vidal una vez me dijo, antes de la captura de Guzmán: "Comandante, si cae
Guzmán, ¿debe morir o no? Yo le respondí: "Mi general, nosotros nos guiamos por ciertos
principios y usted sabe que hay un libro de cabecera llamado El arte de la guerra, de Sun Tzu,
y yo he formado a mi gente con esa mentalidad. Al enemigo hay que capturarlo vivo, porque
muerto no nos sirve. Y, segundo, muerto sería un mártir, como lo dice Sun Tzu. Y hasta ahora
nuestras fuerzas apuntan a capturarlo vivo. La idea era mantener con vida a Guzmán. Durante
las operaciones, una de las partes más difíciles es la toma de decisiones. Cuando yo tomo la
decisión de golpear la casa Los Sauces, sabía que asumía un reto, porque Guzmán ya se me
había escapado de la residencia de la calle Buenavista, y si fugaba por segunda vez, a mí me
descabezaban.
El Aparato Político del Régimen
El informe de la CVR muestra que desde 1993 el poder de Montesinos y del SIN se fue
incrementando notablemente. Entre otras cosas, esto se tradujo en la influencia que llegó a
tener y desplegar, sobre todo después de 1995, hasta convertirse a todas luces en el aparato
político del régimen. Entre las funciones que, ilegalmente, desempeñó de facto, controlado por
Montesinos estuvieron: dirigir las campañas electorales, espiar (interceptación telefónica) y
sabotear a la oposición política, vigilar y controlar a los medios de comunicación
(especialmente a la TV) para que cumplan con su propia agenda, producir leyes para que el
Congreso las apruebe y elaborar fallos del Poder Judicial (y después también del Jurado
Nacional de Elecciones).

Congreso Constituyente Democrático


En mayo de 1992, Alberto Fujimori asistió a la XXII Asamblea General de la Organización de
los Estados Americanos en Nassau, Bahamas; en la cumbre se comprometió a restablecer los
derechos constitucionales en el país, así como a convocar a un Congreso Constituyente
Democrático para garantizar el equilibrio de poderes y la efectiva participación ciudadana en la
elaboración, a través de representantes elegidos, de un nuevo contrato social
El 22 de noviembre de 1992, se celebraron elecciones para el Congreso Constituyente
Democrático (CCD), en las que el partido Cambio 90, en coalición con Nueva Mayoría, obtuvo
la mayoría absoluta al conseguir 44 del total de 80 escaños y esto a raíz de que los
parlamentarios se opusieron a participar de dichas elecciones, lo cual solo ocasionó que el
Fujimorismo tenga la mayoría de miembros en el poder legislativo.
Con el cambio en el Parlamento y las nuevas decisiones que se tomaron el ambiente político
tuvo un gran cambio en las reglas de juego, entre ellas se cambió la Constitución del país. De
esta forma el fujimorismo cambiaría la estructura económica y el de la seguridad nacional.
Simultáneamente, y siguiendo los protocolos “La Constitución fue en seguida ratificada por un
referéndum presentado a la población como una suerte de validación de los buenos
resultados del gobierno Fujimori en materia económica y en pacificación” (Pastor, 2012). Es
así como se acepta por la población los nuevos cambios.
“Entre los principales cambios políticos introducidos en la Constitución de 1993, podemos
mencionar la reelección presidencial, la revisión de las formas de escrutinio, la redefinición de
la representación política según las diferentes regiones del país, la interrupción del proceso de
descentralización administrativa, el endurecimiento de las penas ligadas al delito de
terrorismo, la redefinición del rol económico el Estado, entre otros” (Pastor, 2012). A principios
de enero de 1993, habiendo formalmente reinstaurado la Constitución de 1979, el CCD
confirmó a Fujimori como jefe de Estado.

Constitución de 1993]
Artículo principal: Constitución Política del Perú (1993)

El Congreso Constituyente Democrático aprobó el 4 de septiembre de 1993 la Constitución


que debería someterse a referéndum. Los peruanos la aprobaron el 31 de diciembre por
52,9 % de votos a favor y 47,1 % en contra y fue promulgada el 29 de diciembre de 1993.
En términos generales, la Constitución de 1993 no varió mucho respecto a la Constitución de
1979. Se conservó incluso, de manera textual, algunos artículos y, en otros casos, sólo hubo
variaciones en la forma, mas no en el contenido. No obstante, las innovaciones propuestas
son de gran importancia.
La Constitución de 1993 introduce como principales novedades respecto a la anterior: la pena
de muerte por delitos de terrorismo, la reelección presidencial inmediata por un solo período
(punto clave que utilizó Alberto Fujimori para justificar su reelección en 1995), la extensión de
facultades al Poder Ejecutivo y en especial al mismo Presidente de la República, la
Unicameralidad parlamentaria con un Congreso de 120 miembros (que produjo un cambio
estructural del Poder Legislativo), la Reforma del Consejo Nacional de la Magistratura, la
creación de la Defensoría del Pueblo, y el establecimiento del rol subsidiario del Estado y
medidas de liberalización económica y amplias posibilidades de referéndum (asumiendo una
postura de orientador, pero sin realizar una actividad empresarial)
En una comparación con la Constitución de 1979: “La del 79 permitía una mayor intervención
del Estado, mientras que la del 93 es una carta que limita esta intervención. Sobre la del 79,
consideró que está más orientada a lo social y estatal, y no establecía restricciones para que
el Estado desarrolle actividad empresarial. La del 93 es más pro empresa privada (…) dice
que el Estado puede realizar empresa privada pero en forma subsidiaria y cuando se apruebe
por ley. La del 93 es más favorable para las inversiones porque habla de una economía de
mercado más desarrollada, aunque con algunas pinceladas sociales”. Por otro lado, en un
análisis más exhaustivo:
Economía

Sobre la formación de empresas estatales

Constitución de 1979 Constitución de 1993

Art. 113. El Estado ejerce su actividad


Artículo 60. El Estado reconoce el pluralismo
empresarial con el fin de promover la
económico. La economía nacional se sustenta
economía del país, prestar servicios
en la coexistencia de diversas formas de
públicos y alcanzar los objetivos de
propiedad y de empresa. Sólo autorizado por
desarrollo. Art. 114. Por causa de interés
ley expresa, el Estado puede realizar
social o seguridad nacional, la ley puede
subsidiariamente actividad empresarial, directa
reservar para el Estado actividades
o indirecta, por razón de alto interés público o
productivas o de servicios. Por iguales
de manifiesta conveniencia nacional. La
causas puede también el Estado
actividad empresarial, pública o no pública,
establecer reservas de dichas actividades
recibe el mismo tratamiento legal.
en favor de los peruanos.

Sobre la iniciativa privada

Constitución de 1979 Constitución de 1993

Art. 115. La iniciativa privada es Art. 58. La iniciativa privada es libre. Se ejerce en una
libre. Se ejerce en una economía economía social de mercado. Bajo este régimen, el
social de mercado. El Estado Estado orienta el desarrollo del país, y actúa
estimula y reglamenta su ejercicio principalmente en las áreas de promoción de empleo,
para armonizarlo con el interés salud, educación, seguridad, servicios públicos e
social. infraestructura.

Sobre la promoción de la inversión

Constitución de 1979 Constitución de 1993


Art. 59 El Estado estimula la creación de riqueza
Art. 116. El Estado promueve y protege el y garantiza la libertad de trabajo y la libertad de
libre desarrollo del cooperativismo y la empresa, comercio e industria. El ejercicio de
autonomía de las empresas cooperativas. estas libertades no debe ser lesivo a la moral ni
Asimismo estimula y ampara el a la salud ni a la seguridad pública. El Estado
desenvolvimiento de las empresas brinda oportunidades de superación a los
autogestionarias, comunales y demás sectores que sufren cualquier desigualdad; en
formas asociativas. tal sentido, promueve las pequeñas empresas
en todas sus modalidades.

Sobre el comercio exterior e inversión extranjera

Constitución de 1979 Constitución de 1993

Artículo 63. La inversión nacional y la extranjera se


sujetan a las mismas condiciones. La producción
de bienes y servicios y el comercio exterior son
Art. 117. El Comercio exterior es libre libres. Si otro país o países adoptan medidas
dentro de las limitaciones que la ley proteccionistas o discriminatorias que perjudiquen
determina por razones de interés el interés nacional, el Estado puede, en defensa de
social y del desarrollo del país. El éste, adoptar medidas análogas. El Estado y las
Estado promueve la cooperación entre demás personas de derecho público pueden
los pueblos para alcanzar un orden someter las controversias derivadas de relación
económico internacional justo. contractual a tribunales constituidos en virtud de
tratados en vigor. Pueden también someterlas a
arbitraje nacional o internacional, en la forma en
que lo disponga la ley.

De la propiedad

Propiedad

Constitución de 1979 Constitución de 1993

Art. 125. La propiedad es inviolable. El Art. 70. El derecho de propiedad es


Estado la garantiza. A nadie puede privarse inviolable. El Estado lo garantiza. Se ejerce
de la suya sino por causa de necesidad y en armonía con el bien común y dentro de
utilidad públicas o de interés social, los límites de ley. A nadie puede privarse de
declarada conforme a ley, y previo el pago su propiedad sino, exclusivamente, por
en dinero de una indemnización que debe causa de seguridad nacional o necesidad
pagarse necesariamente en dinero y en pública, declarada por ley, y previo pago en
forma previa. Art. 127. La ley puede, por efectivo de indemnización justipreciada que
razón de interés nacional, establecer incluya compensación por el eventual
restricciones y prohibiciones especiales para perjuicio. Hay acción ante el Poder Judicial
la adquisición, posesión, explotación y para contestar el valor de la propiedad que el
transferencia de determinados bienes por su Estado haya señalado en el procedimiento
naturaleza, condición o ubicación. expropiatorio.

Crisis del Gabinete de la Puente


El 27 de agosto de 1993 el Presidente del Consejo de Ministros y Canciller, Óscar de la
Puente, renunció junto con todos los ministros y miembros del gabinete, al siguiente día
Fujimori aceptó la renuncia del Premier y de los ministros. Esto debido la firma y ejecución de
la Resolución Suprema N.º 435-92-RE del 29 de diciembre de 1992. Dicha resolución cesó,
aparentemente sin fundamento alguno, a 117 diplomáticos, bajo el pretexto de “reorganizar” el
servicio diplomático. Paralelamente, se incrementó paulatina y notablemente el número de
cesados, al rebajar cinco años la edad de jubilación por categoría diplomática. Fue una purga
muy radical, que comprometió a la tercera parte del personal diplomático en actividad. 16
Dicha medida ya había sido planeada por el gobierno de Fujimori con anterioridad (desde
fines de 1990), sin embargo, los anteriores cancilleres se habían negado a ponerla en
ejecución.17
Al día siguiente de la renuncia de la Puente, el presidente Alberto Fujimori aceptó la renuncia
del Premier. Se nombró a Alfonso Bustamante y Bustamante como Presidente del Consejo de
Ministros y a Efraín Goldenberg Schreiber como Ministro de Relaciones Exteriores._

Ley Cantuta
El 18 de diciembre de 1993, hubo una orden de detención de los miembros del “Destacamento
Colina”, dispuesta por el juez del fuero común. Hubo oposición de la justicia militar. Bajo esa
situación, la Sala Penal de la Corte Suprema era la responsable de definir la competencia. El
4 de febrero de 1994, se produjo una discordia al votar 3 magistrados a favor del fuero militar
y 2 a favor del fuero civil. No obstante, de acuerdo a Ley, el conflicto de competencia entre los
fueros común y militar se debía resolver en la Corte Suprema con el voto favorable de cuatro
vocales. Esta discordia debía ser resuelta bajo la decisión de los Magistrados Consejeros de
la Corte Suprema del Poder Judicial (se supuso que dichos Magistrados votarían a favor del
fuero común).18
En este contexto, el 10 de febrero de 1994, el gobierno promulgó la Ley N.º 26291,
denominada Ley Cantuta. De esta manera, pasó a manos de la Justicia Militar el juicio a
nueve militares acusados del asesinato de nueve estudiantes y un profesor de la Universidad
Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle (La Cantuta). Siete días después Alfonso
Bustamante y Bustamante, Primer Ministro y Ministro de Industria renunció mostrando su
desacuerdo con la decisión del gobierno y el Congreso de aprobar referida ley. Tras la
dimisión fue nombrado Efraín Goldenberg Schreiber como Primer Ministro y Liliana Canale
Novella como Ministra de Industria.
Por último, esta ley disponía lo siguiente: 19
“Artículo 1.º: Las contiendas de competencia sobre jurisdicción civil o militar, que no estén
vinculadas al narcotráfico, se entienden resueltas por la Sala correspondiente de la Corte
Suprema de la República, cuando cuenten con mayoría simple de los votos emitidos por los
miembros de la Salas. Las votaciones futuras serán secretas.
Artículo 2.º: La presente Ley modifica toda disposición que se le oponga y es de aplicación
inmediata a todos los procedimientos en actual trámite, sin requerir nuevas votaciones.
Artículo 3.º: La presente Ley entra en vigencia al día siguiente de su publicación y tendrá
vigencia temporal hasta el 28 de julio de 1995.”
Reelección
Debido a la reforma constitucional de 1993, Fujimori pudo reelegirse para el periodo 1995-
2000, venciendo a Javier Pérez de Cuéllar en primera vuelta.20 Las elecciones tuvieron lugar el
9 de abril de 1995. Sin embargo, el debate en torno a la reelección, según el Dr. Fernando
Tuesta,21 analista político peruano, emerge debido a que el “artículo 112 muestra claramente
que el espíritu y la inspiración de los congresistas era considerar el período 1990-1995 como
el primer gobierno del presidente Alberto Fujimori. El Diario de Debates muestra las palabras
del Dr. Carlos Torres y Torres Lara sosteniendo inequívocamente este hecho”. Finalmente, el
artículo 112 permitía la reelección presidencial por única vez. El mismo fue aprobado por la
Constitución de 1993.
Con motivo de las elecciones de 1995, ante la tacha presentada contra la candidatura de
Alberto Fujimori, el JNE la declaró infundada pues consideró que el presidente en ejercicio fue
habilitado por el artículo 112 de la nueva Constitución de 1993. Es decir, el Presidente
Fujimori estaba habilitado para postular a la única reelección posible. En concordancia con
esta posición, el Congreso Constituyente Democrático debatió una ley para regular las
acciones del Presidente de la República como candidato. Debido a esto, promulgó la Ley
N.º 26430, denominada: “Normas aplicables al ciudadano que ejerza la Presidencia de la
República y que postule a la reelección”. De esta manera, el CCD asume que la reelección
inmediata del ingeniero Alberto Fujimori estaba ya consumada, en 1995.
Por otro lado, la Ley de Interpretación Auténtica, en resumidas cuentas, intenta modificar la
Constitución, mas no interpretarla. En otras palabras, el presidente Fujimori no puede postular
nuevamente a la presidencia. El Congreso, por su parte, debido al temor de no poder superar
los obstáculos impuestos por la oposición, no logró poner en marcha una reforma
constitucional, la cual, era la única posibilidad que este tenía.
Resultados electorales

 Alberto Fujimori: 64 %


 Javier Pérez de Cuéllar: 22 %

Segundo periodo: 1995-2000


Elecciones 1995, toma de mando
Las elecciones de 1995 se dieron en un contexto bastante particular. Luego del autogolpe en
1992, estas fueron vistas como un “retorno a la democracia” tal como citan diversos autores.
En dicho proceso participaron figuras como Pérez de Cuéllar, Toledo, Belmont y Diez Canseco
Terry, entre otros (Murakami 2007:398). No obstante, es importante señalar cómo fue el
proceso y qué áreas cambiaron para favorecer una elección sin fraudes.
En primer lugar, la valla electoral fue lo bastante alta como para permitir la candidatura de
partidos de oposición (LASA 1995:12). Por otro lado, tal como señala el informe de LASA, se
hicieron ciertas modificaciones con la finalidad de incrementar la participación y fiscalización
de los ciudadanos. Esto se ve evidenciado en el reporte de los resultados a través de un
sistema computarizado. Un factor importante, es que la prensa privada no estuvo igual de
regulada que la nacional. De manera que, favoreció desproporcionadamente al candidato
oficialista.
A pesar que Pérez de Cuéllar lideró la intención de voto, la guerra con Ecuador jugó un papel
importante en la reelección de Fujimori. El expresidente, instauró el lema “El Perú no puede
parar” como mensaje principal para promover los beneficios de la continuidad en el gobierno.
Por otro lado, tal como señala Murakami, la población no vio en los candidatos una nueva
alternativa. Probablemente, debido al mantenimiento de las desgastadas estructuras de los
partidos, las cuales no lograron capturar por complemento a la población, así como las figuras
personalistas y autoritarias. Asimismo, la percepción de cumplimiento y buen gobierno por
parte de la ciudadanía, reforzó el voto hacia Fujimori. Tal como señala Pease “el colapso fue
en 1995 con el triunfo electoral de Fujimori. Ante la pregunta sobre por qué triunfa Fujimori,
Tanaka encuentra que a la oposición le faltó fortaleza para combatir el golpe de 1992. Una
señal del colapso fue: que ninguno de los partidos que eran parte del precario sistema anterior
llegó al 5 % requerido por el Jurado Nacional de Elecciones en las candidaturas
presidenciales de 1995” (2000). Finalmente, Fujimori logra alcanzar la presidencia bajo
dudosas circunstancias. Además, el oficialismo tuvo mayoría congresal. Las circunstancias
para que Fujimori lograra reelegirse, fueron en parte dadas debido al control dentro del
gobierno.

El descontento social a inicios del 95


Ya en 1995, el gobierno empezaba con condiciones mucho más favorables que las que se
conocían en la década de los 80s. Ya no había hiperinflación, se daban las primeras
inyecciones de capital financiero externo y la economía empezaba a circular. Sin embargo,
Fujimori no supo aprovechar tales condiciones para crear un verdadero desarrollo. En ese
sentido, no generó empleo ni disminuyó los niveles de pobreza en la sociedad, dos factores
que fueron de suma importancia, ya que eran los motivos por los cuales fue capaz de
reelegirse. Tal situación produjo el inicio del descontento observado en 1995.
Hubo dos factores que, sumados al mal manejo de la economía y su planificación,
aumentaron el descontento hacia Fujimori:

1. Demetrio Chávez: perteneciente a un cartel de droga que declaró tener relaciones


directas con Fujimori y su asesor Montesinos.
2. El General Robles: oficial en retiro que realizó críticas al gobierno y al actuar de las
Fuerzas Armadas fue detenido. Fue visto ante los ojos de la opinión pública como un
crimen contra los derechos individuales.
El evidente aferramiento al poder fue otro factor que inició el declive de la popularidad de
Fujimori. Murakami señala como, debido al vasto apoyo del que se gozó en las elecciones de
1995, la bancada se tomó muy en serio la idea de mantenerse en el periodo 5 años más.
Fujimori, en vez de preocuparse por aprovechar la situación favorable que le tocó, estaba más
concentrado en encontrar la manera de mantenerse en el poder luego del 2000. Esta
percepción se dio automáticamente luego de tomar el poder en 1995 (Murakami 2012: 427).

Chavín de Huantar
La operación Chavín de Huantar fue una operación militar, considerada una de las
operaciones más exitosas a nivel mundial, donde se logró rescatar a 72 rehenes. Los rehenes
estuvieron capturados durante 125 días en la residencia del embajador japonés hasta que el
22 de abril de 1997 fueron liberados gracias a las fuerzas militares.
El 17 de diciembre de 1996, catorce miembros del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru
(MRTA), organización subversiva peruana de corte marxista- leninista, tomaron por asalto la
residencia del embajador japonés en Lima durante la celebración del cumpleaños del
emperador Akishito. Setecientos invitados quedaron tendidos en el piso amenazados por
ametralladoras y granadas. A la medianoche, los terroristas aceptaron la salida de mujeres y
ancianos y quedaron unas 380 personas cautivadas entre ministros de Estado, embajadores,
políticos, empresarios, altos jefes militares y policiales. Después de negociaciones con la Cruz
Roja se aceptó dejar libre a políticos sin peso y a algunos políticos de izquierda.
En el tiempo que duró la crisis, el gobierno se mostró dispuesto a negociar y el ministro de
Educación, Domingo Palermo Cabrejos, fue designado para dialogar con los terroristas.
Adicionalmente, Juan Luis Cipriani, en ese entonces arzobispo de Ayacucho, fue parte de una
comisión negociadora. Mientras se llevaban a cabo las negociaciones, el gobierno entrenaba
a miembros del Ejército y de la Unidad Especial de Combate de la Fuerza de Infantería de
Marina de la Marina de Guerra del Perú (IMAP), para la operación secreta.
El operativo tuvo una duración de 16 minutos y logró el rescate de 71 rehenes. Se tuvieron
tres muertes, entre los cuales se encuentra el magistrado Carlos Giudti que falleció tras
resultar herido. También se perdió la vida del teniente Raúl Jiménez y la del capitán Juan
Valer, comandos que perdieron su vida en la realización del rescate. Uno de los rehenes, el
vicealmirante Luis Giampietri, retenido dentro de la casa del embajador tuvo un rol clave en la
realización de la operación de rescate. Se le entregó a Luis Giampietri, entre los alimentos y
medicinas entregados por la Cruz Roja, una biblia y una guitarra las cuales tenían micrófonos
y le permitía comunicarse con las fuerzas militares. Cuando los comandos Chavín de Huántar
iniciaron el rescate, 13 emerretistas se encontraban en el primer piso jugando fulbito y los
rehenes estaban custodiados por un solo hombre en el segundo piso con lo que hizo más fácil
el éxito del rescate.

La dinámica en el congreso
En las elecciones de 1995, Fujimori consigue una victoria con bastante facilidad, lo que le
otorga 67 escaños de un total de 120; es decir, una mayoría absoluta en el congreso. Sin
embargo, a pesar de la fuerza política dominante, no conseguía los ⅔ necesarios para poder
realizar un cambio en la constitución sin tener que entrar en diálogo con las demás
organizaciones políticas de la época. La oposición al fujimorismo era bastante fragmentada,
estaba constituida por varios grupos minoritarios que se fueron dividiendo con el paso del
tiempo. Esto generaba el ambiente propicio para ir preparando la posibilidad de una
continuidad del gobierno en el 2000.
Como señala Degregori y Meléndez, la bancada fujimorista tenía un perfil bastante
tecnocrático. Más de la mitad de los congresistas que llegaron al poder gracias Fujimori tenían
como profesión la economía o alguna carrera vinculada con la ingeniería, a diferencia de lo
que sucedía con las otras organizaciones. En el caso de Unión por el Perú -segunda fuerza
política más importante- sus 17 congresistas estaban vinculados con carreras de letras, como
lo son el derecho, la sociología y el periodismo (Degregori y Meléndez 2007: 68).
Por otro lado, es notable la gran cantidad de congresistas fujimoristas cuyo voto fuerte no
estuvo en Lima, sino en otras regiones del país. De los 67 escaños que obtienen en el
congreso, 41 de ellos eran miembros cuyo voto fuerte se encontraba concentrado en 2 o 3
regiones fuera de la capital. En ese sentido, el fujimorismo representa una suerte de apertura
y renovación política; sin embargo, este proceso se da, como señalan Meléndez y Degregori
en un esquema vertical y autoritario, dado el poco interés de Alberto Fujimori por construir un
partido político bien organizado. (Degregori y Meléndez 2007: 90).

Relación ejecutivo-legislativo-judicial
La concentración de poder por parte del ejecutivo es clara en tanto esta socavó otras arenas
con la finalidad de asegurar su mantenimiento en el poder. Una primera arena que se vio
totalmente vulnerada fue el poder judicial y el ministerio público como señala Henry Pease.
Con la ayuda de la mayoría parlamentaria, se instituyeron leyes que permitieron el
designamiento a “dedo” de los magistrados por parte del congreso (Pease 2000:16).
Asimismo, estos magistrados eran provisionales. De modo que, estaban subordinados a los
poderes mencionados. Recordemos que, al ser provisionales, las renovaciones laborales se
harían en tantos cumplan con los solicitado. Por tanto, podemos señalar que el parlamento
fujimorista junto al poder ejecutivo, manipulaban dicha arena. Esto, a su vez, implica que la
relación ejecutivo-legislativo, estaba muy consolidada, sobre todo, debido a la amplia mayoría
oficialista.
Por otro lado, tal como se observa en las tablas, Cambio 90/Nueva Mayoría contó con 67
parlamentarios, mientras que el partido que le sigue, Unión por el Perú, contó con 17
congresistas. Esta elección fue muy particular en tanto los partidos más antiguos y
consolidados obtuvieron porcentajes mínimos tanto en las presidenciales como en las
congresales. Esto se ve evidenciado en el 3.3 % que obtiene el APRA y el 1.3 % que obtiene
AP en las presidenciales. En adición, el PPC obtiene 3 %, el APRA 6.5 %, y el AP 3.3 % en las
elecciones congresales.

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