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“LA LUCHA INTERNA Y EXTERNA EN UN CAMPO”

Un psicólogo en un campo de concentración, a medida que va pasando el tiempo


y nos entramos un poco más en la historia, nos damos cuenta lo que nuestros
ante-pasado vivieron. Las injusticas, la falta de tolerancia con el prójimo, el exceso
de poder que se vivió en esa época.
Hoy hacemos referente al libro de Viktor E. Frankl, en donde relata cómo es estar
en un campo de concentración, las emociones que un prisionero experimenta, las
torturas constantes que viven en el día a día, y la ganas de no vivir.
En estos tiempos y sobretodo en este país, la conservación de la vida es muy
importante, a comparación de esa época vivida en Alemania. Un campo albergaba
cientos de personas de todo tipo, estamos hablando de unos tiempos en donde la
libre expresión no existía, así que podían estar tanto como criminales hasta por
tener una ideología diferente a los líderes políticos.
Podemos decir que el psicólogo quien experimento en carne propia cada fase
resultante de este encierro se dio cuenta de que es un campo para dos cosas, la
primera morir torturado y la segunda ser esclavizado por el ejercicito, el relato del
autor es muy conmovedor ya que las torturas constantes que era sometido, la
escases de alimento, el trabajo duro diario de 11 hora construyendo una vía de
ferroviario.
En el campo de concentración había varias áreas, los dormitorios en donde los
prisioneros descansaba, tenían literas y en cada cama dormían de dos a tres
personas, había una especie de morgue en donde iban los muertos por causas
naturales y los mismos prisioneros debían llevarlos hasta esa área, ahí procedían
hacer la autopsia respectiva, la zona de caldera era un cuarto grande en donde
ellos entraban engañados por las autoridades, muchos pensaban que era solo
para tomar un baño y no salían más de ese sitio.
A esto concluimos que estos campos son una forma humana del trato que tiene
con unos presos, no todos estaban por un mal comportamiento, había personas
encerradas ahí por su forma de pensar, por su religión, por no alabar a su
supremo líder, a medida que va pasando el tiempo las personas se daban cuenta
del mal uso del poder que habitaba en el territorio, de esa forma se revelaron con
los gobernantes y al pasar el tiempo se fueron liberando este país de tanta tortura.
En la actualidad no existen eso campos de concentración y tampoco la cohibición
que debían tener. Hoy somos libres para dar nuestra opinión y sobretodo nosotros
como pueblo democrático elegimos a nuestros gobernantes.

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