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Nuestra Misión
En los próximos meses varias iglesias y concilios realizarán acciones misioneras concentradas hacia la etnia
Otomí, en el estado de Querétaro.
Además de los 285 grupos autóctonos, hay varios grupos étnicos provenientes de otros países que han llegado a
México y se han integrado como diásporas sobre todos en situación migratoria inestable. Ellos también
necesitan trabajo misionero enfocado a sus necesidades especiales.
Según investigación de Etnopedia.org hay aproximadamente 23 grupos étnicos en México y otros cientos en el
mundo, que hemos llamado totalmente no alcanzados porque no han recibido la “buena semilla” del evangelio.
Estos grupos no evangelizados requieren de misioneros tipo fronterizos, dispuestos a pagar un precio alto para
llevarles el evangelio.
Deberán ser fuertes para vivir en una comunidad hostil al evangelio, aptos para aprender su idioma y cultura.
También preparados para despojarse de su propia cultura y vivir una vida sencilla de servicio, y sabios para
demostrarles el amor de Cristo en una manera culturalmente sensitiva. Habrá que buscar puentes de Dios,
elementos culturales que facilitan la comprensión del mensaje evangélico.
En cuanto a la Iglesia Mexicana; hay muchos cristianos e iglesias cristianas en este hermoso país, pero son muy
pocas las que tienen proyectos misioneros, ya sean locales o foráneos (misiones mundiales).
Un motivo de oración para esta nación es que haya un fuerte despertar de la visión misionera en las iglesias de
México, porque aún son muchas iglesias que NO tienen proyectos misioneros o misioneros en el campo o
apoyando de alguna forma en la obra misionera mundial.
Nuestro proyecto misionero actualmente (pastores Héctor y Ada Salinas) se enfoca al Cuidado
Integral de obreros, pastores, misioneros locales y transculturales. Nuestra base misionera se
encuentra en una localidad de la Península de Yucatán en el Sureste Mexicano, y desde aquí
ofrecemos Cuidado Integral para pastores y obreros en México y desde aquí a otras naciones.
FINALMENTE
La clave para extender el evangelio de Jesucristo a todos los grupos étnicos de México y del mundo, es el trabajo
unido entre las iglesias locales.
No es suficiente tener los soldados de pie en el campo, los generales planeando campañas, los forjadores de
armas haciendo traducciones, y el pueblo de Dios asistiendo a conferencias misioneras para saber cómo va la
batalla. Es necesario el trabajo en unidad en la comunidad de hijos de Dios para cumplir la Gran Comisión.
Pedimos oración, para que el Señor nos guíe en nuestro proyecto misionero actual que consiste en el Cuidado
Integral del Obrero y además pedimos sabiduría y dirección divina para seguir Sirviendo al cuerpo de Cristo en
México y en el Mundo en su tarea misionera, facilitando y fortaleciendo la movilización, la capacitación, el envío
y el cuidado en el campo.