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TEMA 2: FORTALEZAS Y OPORTUNIDADES DE LA FAMILIA

MEXICANA

Empecemos con la oración al Espíritu Santo


Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en
ellos el fuego de tu amor.
Envía Señor, tu Espíritu, y todas las cosas serán creadas y se
renovará la faz de la Tierra.
Oh Dios, que has instruido los corazones de tus fieles con la luz del
Espíritu Santo, danos a saber rectamente la verdad según tú mismo
Espíritu y gozar para siempre de tus consuelos.
Por Jesucristo nuestro Señor
Amén.

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OBJETIVOS
 En esta reunión nos proponemos:
 Hacer un diagnóstico de los valores y aspectos positivos que caracterizan a un
gran número de familias en México.
 Conocer nuestras fortalezas familiares para cuidarlas y multiplicarlas.
 Detectar las oportunidades que tenemos para conservar y difundir los valores
que construyen a las familias.
Valor familiar a trabajar: La fortaleza y la fe.
VER Contemplemos la realidad de nuestras vidas
 ¿Qué escena típica de nuestra cultura se refleja en la imagen anterior?
 ¿Qué valores de nuestras familias mexicanas se encuentran en nuestra
comunidad? ¿Qué debilidades de nuestras familias mexicanas podrían estar
presentes en ella? Si la fiesta reflejara la experiencia de fe de nuestro pueblo,
 ¿Qué tendríamos que atender?
Dentro de nuestra cultura actual encontramos algunas oportunidades importantes
que pueden fortalecer a nuestras familias y favorecer la vivencia de la fe cristiana.
JUZGAR
Iluminemos nuestras vidas con la Palabra de Dios. Lee Ef 6,10-18 y responde:
“10 Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en la fuerza de su poder. 11 Revestíos de las armas
de Dios para poder resistir a las acechanzas del Diablo. 12 Porque nuestra lucha no es contra la
carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de
este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas. 13 Por eso, tomad
las armas de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y después de haber vencido todo,
manteneros firmes. 14 ¡En pie!, pues; ceñida vuestra cintura con la Verdad y revestidos de la
Justicia como coraza, 15 calzados los pies con el Celo por el Evangelio de la paz, 16 embrazando
siempre el escudo de la Fe, para que podáis apagar con él todos los encendidos dardos del

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Maligno. 17 Tomad, también, el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la Palabra
de Dios; 18 siempre en oración y súplica, orando en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos
con perseverancia e intercediendo por todos los santos”

 ¿Por qué, según Pablo, los cristianos tienen que fortalecerse?


 ¿Cuáles son las armas simbólicas que menciona Pablo?
 ¿Cuáles de esas armas necesita hoy la familia cristiana y por qué?
 ¿Qué tan fuertes están las familias hoy ante los combates de la modernidad?
¿Qué tan fuerte es tu propia familia?

Somos un pueblo profundamente religioso (Puebla, n. 93; EJST, n. 99; Aparecida, n.


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1. Casi todo el pueblo mexicano tiene un gran sentido para las cosas sagradas y
sabe dar un lugar especial a todo lo que se relaciona con Dios. Su afición a las imágenes,
las devociones, las bendiciones, los santuarios, las peregrinaciones, los sacramentos y
muchos otros signos sagrados, nos hablan del sitio privilegiado que tiene lo religioso en
su vida (cf. Puebla, n. 454).
2. La religiosidad popular de los mexicanos abarca sus más profundas creencias
y actitudes religiosas, las motivaciones que generan comportamientos, los valores que
dan sentido a su vida; las diversas expresiones con las cuales vive su relación con Dios,
los símbolos y los signos, medios para expresar su religiosidad (cf. Puebla, n. 444;
Aparecida, n. 259).
3. Muchas son las causas que explican el arraigo, La fuerza y aun los defectos de
nuestra religiosidad. Los mexicanos somos un pueblo con raíces profundas en un pasado
que todavía está presente en nuestra forma de ser y de vivir. Somos el resultado histórico
de dos pueblos muy religiosos que se unieron para formar uno nuevo.
4. Con el tiempo, México se fue formando como una cultura mestiza, hecha de
raíces indígenas y españolas, ambas profundamente religiosas. Con la conquista material
y espiritual de México, se inició un lento y largo mestizaje cultural que se fue cocinando

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durante 300 años. El resultado fue una cultura impregnada de un substrato católico, pero
que nunca perdió sus raíces preshispánicas (Puebla, n.1).
5. En los siglos XIX y XX, el México independiente se integró a la nueva cultura
de la modernidad, caracterizada por el dominio del ser humano sobre la naturaleza a
través de la ciencia y la tecnología, lo cual ha cambiado tanto las relaciones sociales
como los principios morales. Después de 1968, en que Occidente sufrió una nueva
revolución cultural, y con la gran influencia que han cobrado los medios de
comunicación sobre las personas, la visión de la modernidad ha conquistado la voz
cantante.
6. Con el Concilio Vaticano II la Iglesia se subió al tren de la renovación y se
puso al día (se renovó). No obstante, la cultura tradicional católica (basada en la fe y el
progreso espiritual) a veces dialoga y a veces choca con la nueva cultura de la
modernidad (basada en la razón y el progreso material). Todavía está por hacerse una
nueva síntesis que recoja lo mejor de la tradición y lo mejor del progreso (Puebla, n. 12;
cf. Aparecida, n. 369).
7. ¿Qué tiene que ver este recorrido histórico sobre la religión en México con el
tema de la fortaleza de la familia? Mucho, pues en nuestra cultura, en la que 83.9% de
los mexicanos se confiesan católicos (INEGI, 2010), es principalmente el Evangelio el
que sostiene, inspira y cobija el modelo de familia en el que creemos. Valores como la
familia, la vida, la sexualidad, el amor, la fidelidad, cuelgan de la percha de la fe. Por
eso, si ésta se pierde o se con-viene en una etiqueta vacía, empieza a desencadenarse
una serie de crisis que afectan directamente al núcleo familiar cristiano con todos sus
dinamismos.
8. Este breve panorama histórico nos ayuda a comprender y explicar el momento
en que vivimos y el gran desafío de encarnar el Evangelio en el México de hoy. Porque,
desgraciadamente, cada día perdemos a muchos hermanos en la fe, de acuerdo con las
estadísticas dcl INEGI: en 1950, los católicos éramos 98.2% de la población; en 2000,
88%; y en 2010 se redujo a 83.9%. ¿Qué estará pasando en nuestras familias y en
nuestras iglesias, para que se produzca este descenso considerable de católicos en
México?

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9. La fe y la familia son dos caras de la misma moneda, por eso, la educación
familiar va junto con la educación de la fe. Si amamos a la familia, urge catequizar a los
bautizados para ir transitando de un catolicismo sociológico y heredado, a una fe más
personal, libre, ilustrada y comprometida. La familia es un fruto cuya fortaleza depende
del árbol de la fe.

Somos un pueblo que valora y ama a la familia (Aparecida, nn. 432 y 435)
10. Para un mexicano, la familia es lo más sagrado que hay en su corazón, por
eso ocupa el primer lugar en las encuestas de valores. A los mexicanos nos gusta invertir
tiempo en estar juntos, convivir, compartir y celebrar. Nos encanta la fiesta. Somos,
además, sentimentales, afectivos, hospitalarios y cariñosos. Tenemos un gran corazón
que sabe cantar, reír y llorar. Sin caer en un nacionalismo miope, no cabe duda que esta
constelación de valores refuerza nuestro sentido de familia.
11. A pesar de los embates de la modernidad y de las dificultades reales para
salir adelante en la sociedad actual, la familia mexicana sigue distinguiéndose por su
gran capacidad de convivir, por la solidaridad incondicional que hay entre sus miembros
y por la gran generosidad de los padres hacia los hijos. Hay en nuestro medio un cálido
respeto por los ancianos y aprecio sincero y hospitalidad por toda la familia extensa y
política. Las fiestas siguen siendo espacios de encuentros emotivos entre todos los
miembros de la familia. A pesar de nuestras crisis, "la familia sigue siendo el último
reducto de calor en un mundo helado" (Susan Sontag).
12. Además del profundo arraigo y del cariño que tenemos hacia la familia,
algunos signos de los tiempos actuales se yerguen como señales esperanzadoras para
mejorar la calidad de vida real de las familias mexicanas (cf. Aparecida, n. 437):
 la cultura de los derechos humanos busca desterrar la violencia intrafamiliar y la
falta de respeto a los más débiles;
 la generalización de la conciencia de género provocará sin duda un ataque frontal
al machismo mexicano;
 el mayor índice de educación escolar en hombres y mujeres tendrá como fruto
personas más críticas y con mayor conciencia social y ecológica, lo cual

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repercutirá en una mejor planeación de los hijos y en nuevas formas de
organización familiar.

La fe y la familia, fortalezas para nuestro país


13. En México, la fe y la familia son dos sólidos valores que dan sentido y
fortaleza a nuestro país (Aparecida, n. 114). Queremos gozar y ofrecer ese tesoro a las
nuevas generaciones. Sin embargo, también vernos que esos dos pilares de nuestra
cultura están en crisis por los ataques de modas y filosofías atractivas con las que nos
bombardean los medios de comunicación social, principalmente la televisión. Vivimos
momentos de juicio, elección y definición. Necesitamos una gran sabiduría, humana y
evangélica, para discernir el grano de la paja. Necesitamos ideas claras para defender y
consolidar aquello que es esencial en nuestra jerarquía de valores.
14. La institución familiar es una fortaleza y una oportunidad insustituible para
el crecimiento integral de las personas. Es el lugar donde recibimos la mejor atención
global; donde encontramos relaciones auténticas, placenteras y permanentes; es el mejor
clima para que la autoestima se robustezca y se entable una comunicación incondicional;
es el lugar histórico donde se fomentan día a día las actitudes profundas que nos ayudan
a enfrentar la vida.

PREGUNTAS EN CASA

Reflexión personal
 ¿Alimento, expreso, celebro y practico mi fe? ¿De qué maneras?
 ¿Cuáles son mis principales fortalezas o cualidades que puedo aportar a mi
familia?
 ¿Qué fortalezas o cualidades encuentro en mi familia?
 ¿Cómo puedo aprovechar las oportunidades que me brinda la modernidad para
crecer como persona?

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Reflexión conyugal
 ¿Aprovechamos plenamente la oportunidad de formarnos y de hacer comunidad?
 ¿Cómo cuidamos la fe de nuestra familia?
 ¿Qué podernos hacer por alguna familia conocida que, por su pobreza o por
alguna injusticia, no puede ejercer sus derechos fundamentales?
 ¿Qué matrimonio conocido podemos ir persuadiendo, para que el próximo año
se integre a la comunidad de parejas?
 ¿Manifestamos respeto siendo puntuales y asiduos a las reuniones?
Reflexión en familia
A) Dinámica: 'La familia ayer y hoy"
 Reunidos en familia, vean fotos de los papás en su etapa infantil, adolescente y
juvenil. Después, comenten los diferentes aspectos positivos de la familia ayer y
hoy
B) Veamos lo que sucede a nuestro alrededor
 ¿Cómo es nuestra situación actual? ¿Cómo les podemos ayudar?
Preguntemos a otras personas
 ¿Crees que el valor de la fe en México está creciendo o disminuyendo?
 ¿Crees que el valor de la familia en México está creciendo o disminuyendo?
 ¿Qué retos y oportunidades tiene la familia mexicana ante la modernidad?
ACTUAR
Comprendemos el tema: con base en los párrafos numerados, responde las siguientes
preguntas:
1. ¿Qué lugar tiene lo religioso para el pueblo mexicano y qué ámbitos abarca esta
religiosidad?
2. ¿Cuáles son las dos grandes raíces de nuestra religiosidad?
3. ¿Cuál es el porcentaje de católicos en México y cuáles serán las causas del
descenso paulatino de ese porcentaje?

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4. ¿Por qué para el mexicano, la familia es lo más sagrado?
5. ¿Qué distingue a la familia mexicana en la actualidad?
6. ¿Cuáles son los signos de los tiempos que le dan esperanza a nuestras familias?
7. ¿Cuáles son los dos sólidos valores que le dan sentido y fortaleza a nuestro país?
8. ¿Por qué la institución familiar es una oportunidad insustituible para el
crecimiento integral de las personas?
Nos apropiamos del tema
 En equipo, planteen algunas acciones concretas que podemos poner en práctica
para fortalecer en la fe y en fa congruencia de vida a los cristianos que estamos
en la Iglesia.
 Compartan con sus compañeros sus propuestas y definan una acción concreta
que realizarán esa semana para fortalecer en la fe a los católicos que conforman
la Iglesia.

Acción sugerida:

Para profundizar en este tema, se recomiendan las siguientes: LECTURAS Magisterio


de la Iglesia
 2000. Conferencia del Episcopado Latinoamericano, "Del encuentro con
Jesucristo a la solidaridad con todos", nn. 12-92.
 2007. Documento de Aparecida, nn. 43-59 (situación sociocultural de nuestros
pueblos latinoamericanos).

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