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UNIVERSIDAD EVANGÉLICA DE LAS AMÉRICAS

UNELA

MAESTRIA EN EDUCOLOGÍA
CON ENFASIS EN EDUCACIÓN CRISTIANA

ASIGNATURA: PRÁCTICA PROFESIONAL SUPERVISADA I

TEMA: EL PLAN BASICO DE EDUCACION CRISTIANA PARA


LATINOAMERICA APLICADO A NICARAGUA

TUTOR: DR. EDUARDO MADRIGAL

MAESTRANTES:

LIC. ABEL DE JESUS MELENDEZ MARQUEZ


LIC. PEDRO PABLO ROJAS COREA
LIC. JOSE MOISES ROJAS TALAVERA

MANAGUA, NICARAGUA
23 DE ENERO DE 2008
INTRODUCCION

El presente trabajo consiste en hacer un análisis del Plan Básico


de Educación Cristiana para América Latina. Este es un instrumento
curricular rector de la educación bíblica y teológica de las Asambleas
de Dios en toda esa región del mundo. Contiene entre otras cosas el
currículo por el que se regirán todas las escuelas de formación
pastoral de las Asambleas de Dios en Latinoamérica.

Este plan de estudios teológicos es aplicado en toda


Latinoamérica por los Institutos Bíblicos de las Asambleas de Dios en
la región y desde luego es desarrollado en la República de Nicaragua
por nuestros Centros Bíblicos que impulsan las Asambleas de Dios.
Estos están diseminados en todo el territorio nacional. Al obtener los
resultados del presente trabajo se pretende dar aportes que
contribuyan al enriquecimiento y mejoramiento de dicho plan. La gran
mayoría de los estudiantes son líderes laicos, pastores, maestros y
evangelistas, de manera que, el campo de trabajo serán estos centros
que suman veinte y ocho, con una población estudiantil de mil veinte y
tres personas contabilizadas al mes de diciembre 2007.

El presente trabajo persigue como fin analizar a fondo todo el


currículo del Plan Básico desarrollado en cada instituto de teología de
las Asambleas de Dios en Nicaragua, pues se cree que como un
instrumento curricular en gran medida cumplió su función y
actualmente no está llenando las expectativas ante la demanda de
preparación de los nuevos obreros con las exigencias de la sociedad
del siglo XXI.

Se cree esto en vista de que las características teológicas,


evangelísticas y en fin eclesiológicas no son las mismas. De igual
manera las condiciones sociológicas de la iglesia y el cuerpo
ministerial actual, no están cubiertos o previstos en este instrumento.

El contenido no aborda numerosos movimientos de orden social


y teológico que son necesarios en su estudio en vista de que se
manifiestan y los actuales siervos de Dios los ven, los sienten y son
bombardeados por ellos.

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REVISION DE LITERATURA

La revisión de lo que encontramos en la literatura acerca de cómo


surgió este plan, tiene su origen en la historia de las Asambleas de
Dios.

Los institutos bíblicos de las Asambleas de Dios nacieron en el


año 1950 ante un crecimiento continuo y notable de las iglesias y de
miembros pues desde el año de fundación de las Asambleas de Dios
en Nicaragua en 1912 hasta ese momento la necesidad era la de
predicar las buenas nuevas de la experiencia pentecostal, esta
primera etapa fue ejecutada por misioneros norteamericanos los que
de manera valiente emprendieron la tarea de sembrar la nueva visión
del evangelio, los misioneros iniciaron la obra y entrenaron a los
nuevos miembros.

El crecimiento numérico de los nuevos miembros fue llamativo,


la fe encontró tierra fértil en Latinoamérica, una región extensa
caracterizada por abundar en pobreza, atraso tecnológico e injusticia
social. Otra característica era que tenían un alto porcentaje de
crecimiento poblacional cuyos centros urbanos carecían de servicios
públicos y la mayor parte de la población era rural. Con una alta tasa
analfabetismo y los que sí sabían leer sólo llegaban a alcanzar el
tercer grado de primaria.

La población de Latinoamérica que fue vista como la meta de los


primeros misioneros pentecostales, pertenecía a los estratos más
bajos de la sociedad antes descrita, se desarrolló en los pueblos más
alejados de los respectivos países, en los barrios de clases más bajas
de las ciudades y se componían en su totalidad por agricultores,
mozos asalariados, amas de casa campesinas y en los centros
urbanos se trataba de empleadas domésticas, empleados de bajo
nivel , pues el evangelio se concebía como una religión extranjera y
extraña, totalmente ajena a las sanas tradiciones de la sociedad
latinoamericana, una minoría rara que venía a dividir la familia y a
destruir los más elementales valores culturales y familiares y dentro de
este nuevo movimiento o religión llamada Evangelio, el
pentecostalismo se tenía como un sector de ignorantes aun dentro de
los mismo evangélicos. Así fueron calificados por años por sectores
bautistas y centroamericanos.

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Sin embargo en medio de los tiempos la afiliación a las
Asambleas de Dios se fue dando paulatinamente y sin cesar. Cada
año se fue necesitando más y más pastores para atender el constante
crecimiento experimentado entre los pentecostales.

Es importante señalar que la visión evangelística de ese tiempo


consistía en levantar iglesias en cualquier lugar de tal manera que en
cada pueblo, ciudad o barrio existiera una iglesia. En este marco el
crecimiento se entendía como la constante fundación de iglesias
aunque estas fueran de pocos miembros, pero se consideraba que
debía fundarse una iglesia en cada lugar donde había una
concentración de personas, fueran estas pueblos, ciudades, caseríos y
enclaves. Este sentido de crecimiento que generó la fundación de
muchas iglesias hizo sentir la necesidad de pastores que las
atendieran. Esa demanda gradualmente fue sobrepasando la
capacidad de atención de los misioneros, los que iniciaron la iglesia y
que comenzaron a pastorear, pero se les hacía cada vez más difícil
hacerlo. La obra no podía esperar la llegada del personal pastoral que
podía venir de la agencia misionera pues estos debían asegurar su
permanencia y levantar los respectivos fondos. Muchas comunidades
cristianas debían esperar meses para la llegada de los misioneros a
ministrar unos dos o tres días, mientras tanto se debían de quedar
bajo el cuidado de un anciano de entre la congregación.

A este fenómeno se le debía dar fin. Era necesario cambiar de


estrategia, no se debía continuar dependiendo de la labor pastoral
misionera. Se debía acelerar la provisión en atención para las
nacientes congregaciones, que ante la falta de pastores estaban en
manos de líderes, diáconos que hacían lo que podían pero carecían
de autoridad espiritual para hacer un trabajo más completo, se
necesitaba de pastores, pero no se podía esperar al misionero y se
comenzó a promover la formación del llamado al ministerio entre los
nativos, es decir a atender en la capacitación pastoral a aquellos que
entre los convertidos de cada país, evidenciaban tener un llamado al
ministerio pastoral y que venían a ser la solución a la necesidad de
pastores entre los cristianos pentecostales de Latinoamérica, pero se
daba otro problema, estos pastores, si bien es cierto tenían
llamamiento de Dios y eran respaldados por él con autoridad espiritual,
carecían de capacitación en el ramo, o sea de herramientas para
realizar la labor. Pocos de ellos sabían leer y los pocos que lo hacían

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deletreaban mal. Se cometían muchos errores, se mal interpretaban
las Escrituras, no se tenía la dimensión exacta de la doctrina, de la
identidad pentecostal y de la acción denominacional.

Era necesario preparar a los pastores nativos para continuar la


obra iniciada por los misioneros y que había comenzado a crecer
aceleradamente razón por la cual eran cada vez más los que
ingresaban y se desarrollaban en la experiencia pero de forma
desordenada.

Es en este contexto que ante la necesidad de una respuesta a la


formación de pastores para la obra en Latinoamérica se crean centros
de entrenamiento bíblico. Estos fueron esfuerzos que en cada país se
vinieron realizando a fin de darle una respuesta inmediata al problema
de la falta de pastores para la obra.

Se enfrentaron numerosos y escabrosos desafíos a esta labor,


entre ellos la inexperiencia tanto de los misioneros como de los
novicios al ministerio por lo nuevo del movimiento lo que significaba
que se tenía la necesidad, pero no la experiencia para solucionarla. El
otro gran problema que había en ese momento era que la mayoría de
los pastores eran semi analfabetos. Todos en esos momentos
carecían de preparación escolar aun en la educación elemental que
consistía en estudiar del primero al tercer grado de primaria esto era
nuevo para los misioneros que en los Estados Unidos se preparaban
a nivel medio y/o superior y luego venir a nuestros países a trabajar
por Jesucristo.

En Nicaragua el Reverendo Melvin Hodges mirando la necesidad


de preparación de los nuevos pastores dio inicio a un esfuerzo que él
mismo le llamó Instituto Bíblico en el que escogió algunas clases que
consideró imperiosamente necesarias para el desempeño ministerial
de los pastores nicaragüenses. Por tres años estuvo en ese esfuerzo
siendo él el único maestro 1936 a 1938. Ese mismo esfuerzo fue
seguido por otros misioneros en América Latina.

La necesidad de capacitar a los nuevos pastores llevó a los


misioneros en el campo latinoamericano a reunirse para elaborar un
plan que pudiera contener las necesidades y posibles respuestas a
estas y lo más pronto posible empezar a implementarlos. Así nació el

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primer esfuerzo mancomunado en toda Latinoamérica para preparar a
los pastores nativos. Nació en Perú el primer educativo teológico con
identidad Latinoamericana y fue conocido como El plan Ceibal.

En los años 60 no se podía dar capacitación en los mismos


niveles que se daba en los Estados Unidos ante la baja escolaridad de
los pastores latinoamericanos entonces se formalizaron los institutos
bíblicos con la intención de dar ese aprendizaje y entrenamiento a los
obreros. Se pretendía construir a los que dirigirían el desarrollo de la
obra con la filosofía de capacitar pastores y no precisamente de hacer
teólogos. Se incorporaron dentro de los planes iniciales todo tipo de
programas que vinieran a solventar el semianalfabetismo de los
pastores y despertar en ellos el interés por prepararse mejor.

El desafío era gigantesco, se trataba de transformar al agricultor


en un pastor o sea un cambio completo de identidad de adentro hacia
fuera. Sin embargo la total falta de formación previa que era una
debilidad encontrada, se convirtió en la oportunidad más grande para
formar adecuadamente a los nuevos ministros del Señor, se les
enseñaba ante todo a depender de la dirección del Espíritu Santo en
su vida y a utilizar lo aprendido para edificar al cuerpo de Cristo que es
la iglesia.

Los institutos bíblicos han sido desde entonces la institución


latinoamericana que por excelencia ha preparado a todos los pastores
que están en el ejercicio del ministerio. Latinoamérica lo ha visto y lo
ha recibido. El liderazgo actual ha sido formado en estas escuelas.
Ellos no sólo enseñaban a predicar, evangelizar, estudiar e interpretar
la Biblia, sino que en todo momento fomentaban la vida cristiana de
un pastor desde todos los aspectos posibles, al entrar al instituto en
todo lo que este ofrecía de formaba la identidad de un pastor. El
horario, disciplina, normas morales, vestimenta, biblioteca, el trato al
sexo opuesto, es decir discipulaban en todo momento. Los llamados
llegaban a los centros en estado analfabeto y eran capacitados
intercalando un semestre de estudios con un semestre de trabajo en el
campo pastoral.

La preparación era en sí elemental pero necesaria y acorde con


el desarrollo que la obra en esos tiempo había alcanzado y por ende
permitió la capacitación y surgimiento del liderazgo pastoral nativo de

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las naciones latinoamericanas, lo que permitió a los misioneros el
dedicarse a otras áreas del trabajo ministerial como el de ser maestros
de estos institutos, fundar ministerios evangelísticos de alcance
especializado como a los niños, jóvenes y hombres adultos, formar las
escuelas dominicales con clases dirigidas y aptas para edades
diferenciadas, construcción de escuelas y otras áreas de proyección
ministerial, además de dirigir la obra en los altos mandos de la misma.

Los desafíos evangelísticos eran cada vez más grandes y


diferentes dentro de la cada vez más creciente población pentecostal
que luego de treinta años significaba la mayoría de los evangélicos en
cada uno de sus países latinoamericanos y de entre los pentecostales,
las Asambleas de Dios era la organización eclesial de mayor
población.

Las estrategias de trabajo eran cada vez más presionadas por


las exigencias de la metamorfosis del capitalismo latinoamericano
dependiente del periodo de los 50 a los 80 que se caracterizó por el
“boom” de la industrialización de las ciudades capitales y de las
principales cabeceras de provincias, esto provocó la migración del
campo a la ciudad y por ende el notable crecimiento de la población de
los sectores urbanos.

Esto fue provocando que los obreros y campesinos que iniciaron


este movimiento y que eran semi analfabetas y muy fieles a su fe, la
que aceptaron como eso y con FE se desempeñaron en el ministerio
en medio se esa sociedad cambiante, en plena ebullición, más
exigente y cada vez más numerosa con un aditivo que era el de ser
cada vez más notorios en vista de que hacían presencia en los
sectores obreros y campesinos, que eran siempre muy numerosos.

Los pastores no quedaron al margen de todo ello, prepararon a


sus hijos los que fueron insertándose en sectores más intelectuales de
la sociedad, terrenos antes deparados para los bautistas y
centroamericanos. El pastor que antes desempeñaba su ministerio
entre personas de humildes estratos ahora se ve desafiado por los
cambios sociales a exponer la Palabra ante miembros y líderes más
calificados intelectualmente, los que exigían de su exposición mejor
presentación, recursos más filosóficos en un lenguaje más elegante y

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sustentado científicamente que demostrara que el evangelio era una fe
intelectualmente sustentable.

Los hijos de los miembros junto con lo de él asistieron a las


escuelas, elevando el nivel de la iglesia dentro de la sociedad. El
pastor mismo fue influenciado por todo ello al interrelacionarse con la
nueva generación de líderes de la iglesia. Esto fue calificando a los
más experimentados para el asumir posiciones más importantes
dentro de la misión, al demostrarse que se había alcanzado el nivel de
madurez suficiente para hacerlo.

Esto además significó la llegada a los institutos bíblicos de


estudiantes académicamente más preparados que sus profesores, los
que exigían de ellos demostraciones científicas del evangelio y una
adecuación cada vez más académica de los programas de los
institutos bíblicos, es decir una fe cada vez más demostrable.

Es esta exigencia global latinoamericana con desarrollo disforme


en el subcontinente pero que se va observando cada vez más
visiblemente, lo que obliga a las estructuras denominacionales a hacer
una revisión del material curricular para la preparación de los pastores.
Es de esa forma que aparece la tercera edición del Plan Básico de las
Asambleas de Dios en América Latina en 1983.

Los cambios políticos experimentados en los años 80 con el


fenómeno de la urbanización en Latinoamérica, a lo que Nicaragua no
escapó, la agudización de la situación ideológica enfrentada con el
giro ideológico que los sandinistas le imprimieron a la revolución, la
agudización de conflictos políticos en varios de los países, obligan a
realizar otra revisión en el año 1987, con el fin de fortalecer los
contenidos, observándose cambios en los texto sugeridos, por
ejemplo, en Homilética una asignatura clave e importante en la
formación pastoral, se pasó de utilizar el texto de Floyd Woodworth “La
escalera de la predicación” que traía contenidos importantes, pero
elementales para implementar “El Sermón Eficaz” que era un texto
más técnico y amplio en la formación de esa área, lo que combinado
con un crecimiento cualitativo en la formación intelectual de los nuevos
candidatos al ministerio pastoral dio como resultado el surgimiento de
mejores exponentes de la predicación del evangelio. Se incorporaron
asignaturas consideradas científicas tales como Evidencias Cristianas

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que proveía al pastor de elementos filosóficos y científicos que
prueban la veracidad de la fe y de las Escrituras, lo que sorprendió a
los nuevos estudiantes y a los que anteriormente se habían formado
desafiándonos a presentar una defensa filosófica de altura al
evangelio y sus postulados.

Nuevos textos y actualizaciones de los anteriormente utilizados


se empezaron a diseminar en apoyo del trabajo formativo, en todo
esto se trató de mantener viva la mística de la preparación espiritual
manteniendo la altura de estos principios con los que nació,
terminologías técnicas, nuevas metodologías de trabajo, experimentos
ministeriales fueron implementados, todo esto con el fin de poner la
formación pastoral a la par del avance intelectual. El diseño
metodológico en el que se estructuraba el Plan Básico sorprendió en
su momento al presentar seccionada las áreas de la formación que
eran: Teología, Biblia, Ministerial.

En Biblia. La estructura era presentada de la misma manera en


que se estructuraba las Sagradas Escrituras según los parámetros
establecidos por las Sociedades Bíblicas Unidas que son

Antiguo Testamento: Pentateuco, Libros Históricos I, Libros Históricos


II, Libros Poéticos, Profetas Mayores, Profetas Menores.

Nuevo Testamento: Los Evangelios, El libro de los Hechos, Las


Epístolas eclesiales, las Epístolas pastorales.

Daniel y Apocalipsis.

Biblia General: Hermenéutica y Orígenes de la Biblia.

Este diseño estructural venía acompañado a su vez de un plan


programático de asignatura que estaba a la par de los avances que en
cuanto a diseño curricular se tenían para la época, tales como
objetivos de asignatura que abarcaban las áreas cognoscitivas,
afectivas y psicomotoras lo que fue entendido y asimilado por los
encargados de dirigir la formación pastoral, cabe señalar que para
esta época estas tareas estaban cada vez más en manos de los
nacionales de cada país y en el caso de Nicaragua, descansaba
completamente en las manos de los nacionales ante la salida

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intempestiva de todos los misioneros ante la realidad del gobierno
sandinista.

Este Plan Básico 1987 llenó en ese momento las expectativas


que como documento orientador del proceso de formación de
ministros en Latinoamérica tenían los encargados de la educación
cristiana de la región. Estos a su vez incorporaron un valor agregado a
su conocimiento ministerial, el elemento de la formación intelectual a
nivel medio y hasta insertarse al estudio superior, lo que les daba el
conocimiento técnico para construir ese plan de estudios que llegó a
ser en estos momentos sólidamente elaborado. Fue tan así que los
maestros que impartían clases en los institutos bíblicos por muy
elementales que fueran sus conocimientos en educación y
metodología, entendían perfectamente lo que tenían ante sus ojos y
sabían lo que se pretendía lograr en el abordaje de una asignatura.

Muestra de ello es que la estructura de los objetivos estaba en


concordancia con los parámetros que en su tiempo exigía la
pedagogía. Esto se enseñaba a los postulantes a maestros quienes a
su vez tomaban interés en el aprendizaje de las ciencias didácticas.

Esto significó toda una revolución en el progreso del plan y los


diferentes departamentos de Educación Cristiana latinoamericanos se
mostraron satisfechos del avance logrado en la confección de un Plan
que respondía a la necesidad de preparación de la pastoral.

Sin embargo, quizás satisfechos con haber logrado la creación


de un instrumento útil se olvidaron de revisarlo y se quedó por casi 10
años inerte mientras las sociedades latinoamericanas experimentaban
avances y transformaciones conceptuales en el campo de la
educación y la práctica pastoral, las que no sólo les permitieron
entender como necesaria la preparación intelectual del pastor por el
avance tecnológico de los miembros sino por la cada vez más
acentuada concepción profesional de la vida que gradualmente hacía
ver al pastor como un profesional de la Palabra y ya no como un
obrero, esto exige del pastor proyectarse hacia esferas de trabajo
institucional más exigentes desde el punto de vista intelectual.

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Es en este punto 1996 en donde el Plan Básico comienza a dar
muestras de insuficiencia, las asociaciones Asambleas de Dios en
diversos países en donde la preparación intelectual y pedagógica
había alcanzado crecimiento y desarrollo más rápido, comenzaron a
percibir el desfase en el programa el cual no llenaba las expectativas
de los postulantes al ministerio. Se señalan entre otras las siguientes
razones:

1. Currículo que básicamente ha sido el mismo desde los años en


que fue creado el Plan Básico y no ha recibido modificaciones
sustanciales, cuando más se le ha añadido algunas asignaturas
nuevas, pero en esencia el currículo es el mismo cuando la
realidad evangélica y social ha cambiado drásticamente.

2. Los libros de texto son los mismos desde la primera edición del
Plan Básico, los que eran aptos para la formación de obreros en
la realidad de los años 60 hasta los 80 pero a los 90 se nota el
desfase en los contenidos respaldados por las obras que sirven
de libros bases, se necesita de bibliografía mas sustancial y
acorde con la realidad del siglo XXI.

3. Las estrategias metodológicas son muy vagas y no


corresponden con los avances tecnológicos de la didáctica
actual.

4. Las asignaturas no llenan la necesidad educativa del pastor en


formación, su filosofía de trabajo está lejana a la que el pastor
encontrará en el campo de trabajo. La formación secular del
pastor de hoy es mas sólida de la que se percibe en el que
quiere preparar el Plan Básico, se da el caso inclusive que el
alumno domina mejor el campo de la asignatura que lo que pide
el contenido.

5. El surgimiento de nuevas concepciones filosóficas de la vida y la


sociedad, así como nuevas sectas y religiones, no contempladas
en los programas vigentes ni evidencias de cómo actuar frente a
ellas en los libros de texto.

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6. Realidades laborales que no están contempladas en la dinámica
formativa del Plan Básico, nacido en el contexto de una
Latinoamérica campesina con perfil agrícola, hoy enfrentada a
los desafíos de la industrialización y la globalización.

7. La adecuación curricular cada vez más difícil frente a una cada


vez más creciente desarrollo intelectual de los estudiantes en un
universo pastoral muy amplio y en constante transformación.

Es así que en países como Argentina y Colombia, se ha


abandonado el Plan Básico y se han adoptado programas nacionales
creados con el propósito de darle solución a la creciente necesidad de
preparación teológica, ministerial y bíblica que este acorde con las
exigencias de los desafíos pastorales de hoy en día.

En Nicaragua no se ha podido hacer algo así en vista de que no


se cuenta con los recursos necesarios para elaborar algo así de bueno
y diferente a los que provee el Plan Básico y que responda a las
necesidades coyunturales del país.

Sin embargo, la razón por la que no se deja este camino es


porque se tiene como expresión generalizada que no se debe
abandonar el Plan Básico, es un documento excelente, ha cumplido
siempre su función y mantiene su vigencia en muchas comunidades.
La desaparición de este instrumento equivaldría a crear un vacío
innecesario. Lo que se debe hacer es mejorarlo. La mejora debe
empezar por estudiarlo y criticarlo a la luz de las necesidades actuales
de la práctica pastoral.

Una de las razones por las que existe el deseo de no sustituirlo


es porque El Plan Básico en la preparación de los pastores tiene un
programa muy completo para la formación y capacitación de
ministros. En la administración de la Educación Cristiana el rector
general es el Servicio de Educación Cristiana de Las Asambleas de
Dios para toda América Latina y la parte hispana de los Estados
Unidos y Canadá. Su beneficio más notable es que le ha dado
uniformidad a la preparación de todos los ministros de las Asambleas
de Dios en América Latina. Cada nación con sus aplicaciones y

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avances particulares, pero en términos generales todo ministro de las
Asambleas de Dios fue formado según ese Plan. Si ha demostrado por
años su utilidad, entonces se debe continuar creyendo en él y
mejorarlo a fin de que continúe bendiciendo la formación pastoral con
la experiencia adquirida a lo largo de estas décadas de eficiente
formación.

Toda revisión bibliográfica acerca de este tema debe incluir el Plan


Básico, cuya filosofía se centra en el postulado de ser un instrumento
rector, pero a la vez facilitador y flexible en su implementación.

Dicha flexibilidad se debe a que se tiene entendido que es para una


inmensa comunidad educativa como lo es Latinoamérica entera con
sus particularidades regionales, diferencias tecnológicas y
socioeconómicas.

Esa flexibilidad es perceptible en los institutos que ofrecen la


preparación ministerial en Nicaragua. La primera manifestación de esa
flexibilidad es la aplicación del plan de estudios a través de pensum
variados de acuerdo con las particularidades de la modalidad, el
tiempo con el que se cuenta, las condiciones de la zona lo que hace
variar el cumplimiento del plan de cuatro hasta a seis años de
estudios. Lo que sí es importante es egresarlos con un alto grado de
calidad, la preocupación es que esta calidad sea lo más homogénea
posible.

Esta aplicación programática se ha venido desarrollando


después de unos varios años en los que no había existido orden en el
trabajo, lo que produjo que la calidad de los egresados no fuera la
mejor y esto generó completa desconfianza en quienes dirigen la
misión en Nicaragua. Al realizarse los ajustes programáticos
necesarios se decidió ser invariable en el hecho de que lo importante
es procurar el cumplimiento del plan con la mejor de las calidades
para garantizar la confianza de quienes reciben la enseñanza, de
quienes dirigen la misión y para engrandecer el reino de Cristo.

La estructura del Plan es bien sopesada, tiene una


estructuración cuidadosamente elaborada que abarca las necesidades

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amplias de preparación de todo el cuerpo de Cristo, abarcan los
siguientes aspectos:

El plan curricular abarca tres niveles:

1) La formación de la iglesia local: Que provee la información


básica de programas de capacitación y entrenamiento de lideres
de cada congregación. Sugiere editoriales, escuelas de
capacitación e instancias de la misión las cuales se puede acudir
para obtener materiales e información orientadora para
implementar programas, líneas de trabajo, curso de
entrenamiento a niños, jóvenes y lideres en servicio de cada
congregación.

2) El nivel ministerial: Esta regido por la institución que en cada


país se llamara instituto bíblico. En este nivel se provee la
información completa de los planes de estudios de la información
pastoral en todas las naciones de América Latina son 72
materias de preparación bíblica, teológicas y ministeriales que
abarcan en especifico: Teología Sistemática (5), Antiguo
Testamento (8), Nuevo testamento (8), Profecía (3), Biblia
General (3), evangelismo (6), homilética (3), teología ministerial
(8), educación cristiana(3), historia cristiana (3), idioma (8),
música (2) y ciencias sociales (5).

Las asignaturas están diseñadas para impartirse en un periodo


de cuatro años. Cada año académico está dividido en cuatro ciclos y
cada ciclo dura dos meses en el sistema residencial o internado y tres
meses en el semi internado y en los sabatinos. El promedio de carga
horaria en cada bimestre es de 17 unidades entendiéndose por unidad
16 horas presenciales de clase, en el sistema semi internado o
sabatino, las horas presenciales se modifican en carga de trabajos,
investigaciones, análisis y tareas en vista de que el tiempo disponible
es menor, pero se debe de tener el cuidado de que estas no deben
exceder del 30% de lo establecido en el plan de estudios.

El total de unidades ofrecidas por el plan conocido como plan


básico en el nivel ministerial es de 136 que al equivaler cada una a 16

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horas hacen un total de 2,176 horas de preparación para graduarse de
Profesor de Teología o Bachiller en Teología depende del criterio
de cada país para otorgar el reconocimiento al nivel de estudios
finalizado.

En el plan, cada una de las asignaturas trae consigo su


propuesta de Plan de Estudios o Programa de asignatura que tiene un
formato muy completo y accesible a la comprensión del maestro que
las impartirá aunque este tenga un mínimo de preparación
pedagógica y presenta aspectos vitales en todo diseño curricular como
son los objetivos, la temática a impartir, sugerencias metodológicas,
los criterios de evaluación y la bibliografía que va desde el libro de
texto hasta cada libro que ayude a abarcar el contenido de la
asignatura.

El diseño del currículo está planteado con el criterio de que el


obrero debe aprender lo más útil y apremiante al inicio y
progresivamente apropiarse de los accesorios que le permitan ampliar
más su radio de preparación y hacer su ministerio más efectivo y
amplio.

Acordémonos de la ventaja de este plan de que homogeniza la


preparación pastoral de todos los pastores y líderes de la misión en
América Latina, pero cada país puede insertar un mínimo de cambios
curriculares que considere necesarios para la formación particular de
sus ministros, pues de país a país algunas de las asignaturas pueden
resultar improductivas, innecesarias o no muy apremiante.

Por ejemplo, en el currículo se sugieren dos materias para


Escuela Dominical. Nicaragua suprimió una porque consideró que con
la que se quedó basta y sobra para que el ministro supiera y manejara
la administración de una Escuela Dominical y en sustitución de esa
introdujo para el último año la asignatura de Exégesis de la Biblia, para
que a lo largo de ella, el estudiante se sumerja en la Biblia y extraiga
de ella lo más que pueda.

En otros aspectos, algunas asignaturas se pueden transformar y


adaptar la temática básica a las necesidades objetivas y específicas
del país y eso sucedió con Evangelismo, el cual se adaptó para

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adecuarlo al mover evangelístico de Nicaragua, en particular a la
metodología celular y sus diferentes variaciones.

El objetivo del Plan es bueno y perceptible, pues se visualiza su


objetivo final que es formar pastores que puedan alcanzar a su
entorno evangelístico para Cristo, formándolos para el liderazgo en la
iglesia y capacitándolos para hacerle caso al llamamiento y ejercer un
liderazgo ministerial sin límites ni excusas.

Metodológicamente está elaborado con responsabilidad, es un


manual que pretende exponer todo lo relacionado con el proceso de
preparación de la Iglesia, desde el recién convertido hasta el liderazgo
nacional e internacional de la misión. Se establecen las condiciones
que deben reunir un instituto bíblico para lograr esta meta. Aquí van
incluidos requisitos en cuanto a plantel, administración, bibliografía,
medios, calidad del cuerpo docente.

En Nicaragua están establecidos 27 Institutos Bíblicos (IBAD) en


todo el país y a todos se le exige el cumplimiento de los requisitos que
establece el Plan Básico. La apertura de un IBAD tiene un proceso
que incluye el reunir esas condiciones. La primera de las cuales que
se exige es apropiarse del plan de estudios o currículo de preparación
pastoral de parte de los directivos y cuerpo docente.

Desde los años en que se inició el plan ordenado de preparación


ministerial en las Asambleas de Dios, dirigido por el Plan Básico, el
currículo ofrecido en este ha venido sintiendo muchas
transformaciones. Se parte de lo más elemental hasta lo cada vez
más complejo, o sea de asignaturas elementales para la preparación
de líderes, hasta aquellas consideradas altamente científicas que se
convierten en herramientas para la proyección del liderazgo pastoral
en su respectiva comunidad. Las modificaciones progresivas se han
venido aplicando con ciertas variaciones, la última de las cuales se
vino a presentar en el año 2005 en el que además de ampliarse el
currículo, se incorporaron nuevos contenidos, se actualizaron los libros
de texto y se incorporaron nuevas asignaturas y se les modificaron los
contenidos.

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Este es el nivel medular del Servicio de Educación Cristiana y es
aquí donde se le da la mayor fortaleza al plan de estudios, porque es
la razón de ser y el origen mismo del Plan Básico, los mejores y más
detallados programas. Los que cuentan con la mayor descripción de
actividades académicas, sugerencias metodológicas, ámplia
bibliografía.

3.- El Nivel de Postgrado: Es el tercer nivel de estudios que en un


inicio fue un sólo curso de superación con el fin de responder a las
demandas de los graduados del instituto bíblico que deseaban
continuar en su preparación, pero gradualmente fue adquiriendo
carácter de nivel superior con la formación de escuelas como el
Instituto de Superación Ministerial (ISUM), que siempre mantiene el
carácter de formador de pastores y ofrece Licenciatura en Teología a
quienes han concluido sus estudios de Secundaria.

Este salto cualitativo ha venido a ser un incentivo en la


preparación bíblica y teológica, mientras exista un nuevo peldaño que
debas escalar, siempre existirá una motivación a seguir adelante. El
ISUM se ha proyectado en América Latina como una institución
formadora del liderazgo intermedio y superior de la misión,
contribuyendo además a la capacitación de la dirigencia de otras
misiones.

Posteriormente, los graduados del ISUM vinieron a ser muchos y


en pleno auge en crecimiento espiritual y ministerial. Demandaron
alternativas de superación y nació así la Facultad de Teología de las
Asambleas de Dios (FATAD) que ofrecen Maestría en Teología
Práctica dirigida a pastores y líderes denominacionales, la otra
especialidad es la de Misiones que tiene como objeto formar una
nueva generación de ministros con corazón misionero.

La metodología aplicada es propia de las ciencias andragógicas


puesto pues se trata de instituciones a las que no se puede entrar si
no se tiene a los menos 16 años de edad. Algunos de ellos llegan sin
tener estudios seculares, campesinos y obreros semi analfabetas a los
que se les debe instruir en las primeras letras.

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La metodología andragógica en estos aspectos es recientemente
impulsada por los dirigentes puesto que antes se aplicaban
mecanismos de desarrollo docente desde el punto de vista de la
pedagogía clásica. El desarrollo intelectual experimentados por los
maestros de estos centro le ha permitido asimilar los métodos y
procedimientos propios de las ciencias andragógicas.

La aplicación de un horario adecuado a las capacidades de


rendimiento de los alumnos adultos, muchos de los cuales están
reintegrándose al estudio después de muchos años de no hacerlo. El
manejo con criterio de Higiene Escolar del horario y de las demás
actividades relacionadas con la formación ministerial para garantizar el
rendimiento más óptimo del alumno que será el pastor del futuro.

Los manuales implementados por la dirigencia educativa


nacional para los institutos en cuestión están relacionados con la
observación de principios científicos y técnicos derivados del uso de la
Higiene Escolar aplicados a la dimensión de las aulas, iluminación,
ventilación, ubicación de los servicios higiénicos.

Se sugiere que en cada país, el comité nacional administrativo


de los IBAD estructure su currículo o pénsum para que el alumno
pueda estudiar el número de créditos requeridos en cada área
durantes los primeros tres años.

Luego se propone que durante el siguiente año de clases el


ministro escoja cualquiera de las nuevas oportunidades de
especialización ministerial que vienen sugeridas en el nuevo Plan
Básico. Se presentan créditos electivos dentro de un área
especializada del servicio ministerial. En el plan flexible, el alumno
tiene que cumplir un mínimo de créditos dentro de cada área.

Estudiaremos la vigencia del Plan Básico como instrumento


rector, su pertinencia para la pastoral del siglo XXI, si en su
adecuación surte verdaderos efectos en la formación del futuro pastor.

EL LUGAR DE LA PRÁCTICA

18
El Instituto Bíblico de las Asambleas de Dios en Nicaragua es el
órgano rector de la formación de ministros y líderes de gran desarrollo
en la misión dentro del país.

El mismo departamento está formado en casi todos los países de


América Latina. Al frente de esta institución está en algunos países
toda una Junta Directiva compuesta por un mínimo de siete personas.
En otros como en el caso de Nicaragua, es sólo una persona la que
está al frente, pero detrás de ella hay una Facultad de Teología y una
Junta Directiva de la Universidad que a su vez es el Comité de
Educación Cristiana (CEC). Esta persona está a cargo de impulsar el
desarrollo de la institución, velando porque cumpla con los objetivos
para los que fue establecido en el país que son los que aparecen en el
Plan Básico y que podemos leer en la página 32 que pasamos a
describirlos:

1.- Preparar obreros cristianos en el ambiente Pentecostal,


enseñándoles la Palabra de Dios y los métodos de un ministerio
eficaz.

2.- Mantener un ambiente adecuado para fomentar y alimentar la


vida espiritual de los estudiantes.

3.- Estimular un fervor evangelístico y misionero.

4.- Servir como instrumentos para fortalecer y perpetuar la obra


nacional.

Es entonces que para lograr el cumplimiento de estos objetivos en


Nicaragua, fue creada la Dirección de Institutos Bíblicos con un
ministro de perfil docente al frente con el nombramiento de director
general y que se encargará de:

1) Velar porque los objetivos para los cuales nació el Instituto


Bíblico se mantenga y se cumplan.
2) Supervisar entonces la marcha de cada centro de estudios
ministeriales a fin de que estos estén cumpliendo con llenar las
expectativas para las cuales fueron fundados.

19
3) Brindar asistencia técnica en el área didáctica al cuerpo docente
de los institutos bíblicos de todo el país.

4) Brindar asistencia en el campo administrativo a todas las juntas


directivas de los institutos en todo el país.

5) Establecer el plan de estudios basado en el Plan Básico, a fin de


que el mismo satisfaga las necesidades de preparación y
entrenamiento de los pastores del país.

Para el cumplimiento de estas funciones, el director nacional


ejecuta el siguiente plan operativo:

1) Establece su plan trienal de trabajo recogiendo en él todos los


objetivos operacionales planteados a fin de lograr lo que se
propone el Plan Básico.

2) Visitar a fin de dar asistencia a cada instituto bíblico por lo


menos una vez cada año.

3) Promover al menos dos seminarios de Adiestramiento y


Renovación, en los que convoca a los maestros y cuerpo
administrativo para capacitarlos en los temas considerados más
apremiantes para el logro de un desempeño óptimo.

4) Reunirse con los directores para dialogar con ellos explorando


alternativas de solución para la buena marcha del trabajo de los
IBAD.

5) Gestionar fondos para becas a través de agencias misioneras


nacionales y foráneas para que más estudiantes puedan gozar
de acceso a la educación ministerial y que los maestros puedan
prepararse en el ramo de las ciencias teológicas.

6) Proveer de bibliografía a los Institutos que carezcan de un texto.

El director cuenta con una oficina en Managua, en la sede central


de la Universidad Martín Lutero (UML) y un salario aportado por esta
institución a la que la dirección en mención está subordinada a través
de la Facultad de Teología.

20
Para su movilización no cuenta con un vehículo de transporte
asignado, pero cuenta con viáticos limitados de parte de la UML, los
que son complementados por cada uno de los institutos que son
atendidos en el momento que el director hace la visita necesaria.

Los miembros de este equipo de trabajo, son parte de quienes


están dirigiendo la Educación Cristiana y la preparación ministerial en
el país. Los tres miembros forman parte del Comité de Educación
Cristiana (CEC) que es la instancia en Nicaragua que nombra,
monitorea el trabajo del director nacional de los IBAD y a quien el
funcionario rinde cuentas de su trabajo. Uno de los miembros de esta
comisión es precisamente el director nacional de Institutos Bíblicos de
Nicaragua por lo que en plenitud de conocimientos podemos enfrentar
el reto de realizar la práctica profesional supervisada, abordando este
problema con sus soluciones.

La Práctica Profesional Supervisada la desarrollamos en los


diferentes Institutos Bíblicos de las Asambleas de Dios conocidos por
sus siglas (IBAD) en Nicaragua que en total suman veinte y siete
debidamente constituidos y autorizados por la facultad de Teología de
la Universidad Martín Lutero con sede en Managua Nicaragua. Estos
centros de estudio están diseminados en todo el territorio nacional con
distancias de hasta seiscientos kilómetros de la ciudad capital
Managua. Son dirigidos por una estructura orgánica básica la cual está
integrada por ministros de las Asambleas de Dios que son graduados
del nivel ministerial, cuentan con experiencia pastoral y docente,
algunos de ellos cuentan con preparación profesional ligada al
ejercicio pedagógico.

La administración de la obra nacional en el territorio de


Nicaragua en las Asambleas de Dios se da a través distritos los que a
su vez están integrados por un número de iglesias que oscila entre
cinco y veinte iglesias, es desde aquí donde se gesta el crecimiento y
desarrollo de la obra nacional, para ello se hace necesario que se
reproduzcan la cantidad de obreros que habrán de hacerse cargo de la
reproducción de iglesias, eso es lo que implica el origen de un
Instituto bíblico que es en donde siempre se han preparado los que
habrán de servirle al Señor.

21
Estos centros cuentan con una junta administrativa
compuesta por un director, un subdirector y un administrador quienes
son los encargados de administrar todo el manejo de los institutos
tanto en el área financiera como académica. Cada instituto cuenta con
un staff de docentes calificados quienes desarrollan el proceso
enseñanza-aprendizaje con una visión clara del servicio al Señor y la
formación de obreros que se desempeñen en la obra de Dios.

Los institutos bíblicos de las Asambleas de Dios en Nicaragua


son una dependencia de la Universidad Martín Lutero a través de la
Facultad de Teología, que está dirigida por un Decano de donde se
deriva la organización, seguimiento y control de dichos centros.

Cada instituto tiene autonomía administrativa relativa en cuanto


a su desempeño bajo la dirección general de la Facultad antes
señalada.

La creación de los institutos bíblicos es de trascendente


importancia, ya que permite hacer accesible la educación teológica a
los siervos del Señor que se encuentran grandes distancias de la
capital y sin duda tienen muchas limitantes para trasladarse a
Managua a estudiar en un centro internado, a la vez, esto permite un
avance mejor de la obra por que los pastores no tienen que dejar sus
iglesias solas por mucho tiempo por razones de estudio.

El programa de preparación utilizado por estos centros es


uniforme en la misión Asambleas de Dios en toda América Latina,
emana del documento histórico que se llama Plan Básico y se parte de
él para programar la preparación ministerial de los pastores en
Nicaragua a como se hace en el resto del subcontinente.

Generalmente estos centros están ligados a una iglesia local o a


un Distrito de las Asambleas de Dios y se procura que estos cuenten
con las condiciones básicas de un centro de estudio para este nivel
tales como pupitres, aulas de clases, pizarras, servicios higiénicos,
una oficina de atención, cocina y comedor.

Los Institutos Bíblicos de las Asambleas de Dios de Nicaragua


están diseminados en todo el país. Son 27 en total y tienen variadas

22
características en su infraestructura, modalidad, oferta académica y
cuerpo docente.

Para la ejecución de sus funciones claramente descritas en el Plan


Básico, los diferentes Institutos Bíblicos desarrollan sus labores en
templos en horas que no hay actividad eclesial, en las aulas de
aquellos templos que cuentan con este tipo de infraestructuras para
las escuelas dominicales o centros de estudio o bien cuentan con
aulas destinadas precisamente para esta labor.

En la gran mayoría de los casos la infraestructura no es adecuada


para el desarrollo de este tipo de labores académico- ministeriales que
implican la necesidad de pupitres en vez de sillas o bancas. Las
pizarras en varios de ellos todavía son de madera y se utilizan las
tizas. No se cuenta muchas veces con un local adecuado para oficinas
en donde se pueda instalar una biblioteca que asegure la
fundamentación bibliográfica para el ejercicio E-A así como el manejo
adecuado de los procesos administrativos, los de carácter docente por
carecer muchas veces de una oficina adecuada, exclusiva y
permanente para optimizar el trabajo que los administrativos realizan.

Algunos de ellos están en lugares en los que no se tiene energía


eléctrica. Por lo que para cumplir con el régimen académico debe
aprovechar las horas de sol o utilizar planta eléctrica auxiliar o
lámpara de keroseno.

El instituto Bíblico Central de Managua y el Instituto Bíblico Central


de Matagalpa tienen instalaciones el primero, buenas, el segundo muy
buenas para la atención de los estudiantes en las modalidades
internadas.

La mayor parte de los Institutos están ubicados en pueblos del


interior del país, en los casos más extremos como Siuna, San Pedro y
Waslala distan a 12 horas de viaje de la oficina central ubicada en la
capital. Algunos tienen carreteras en buen estado para su
comunicación vía terrestre, en otros la carretera está en pésimo
estado.
Algunos de ellos cuentan con una biblioteca elemental, en dos de
ellos este recurso es suficiente, en cuatro restantes, la biblioteca es
elemental e insuficiente. Sólo en dos de ellos se cuenta con retro

23
proyectores y data Show como medios auxiliares de enseñanza, todos
están en lugares en donde en cada aula de clases existe un pizarrón
como medio de enseñanza por antonomasia.

Todos tienen una planta docente que a estas alturas es estable y


todos los años están a la orden para compartir sus conocimientos y
experiencias en la formación de las nuevas generaciones, con un
promedio de al menos cinco años de experiencia. Se trata de que los
postulantes a formar parte del claustro docente sean pastores o
líderes de alto desempeño en la iglesia, poseedores de un alto
testimonio en sus vidas cristianas y ministeriales. Se cuenta a nivel
con 186 maestros que están al frente de esta labor de estos un 90%
son pastores y esposas de pastores.

Estos maestros son graduados del Instituto Bíblico con un nivel


mínimo de Bachillerato en teología, más o menos un 15% son
graduados de licenciatura en teología o la están estudiando. Un 24%
son universitarios y un 35% son personas que tienen una escolaridad
mínima de primaria aprobada.

La proporción de acuerdo a género es mayor para los hombres. Los


Institutos en su mayoría funcionan en la modalidad de encuentros de
trabajo de una semana al mes. Durante este tiempo el alumno recibe
un promedio de 40 horas de clases de 45 minutos frente al maestro. Al
terminar la semana de clases, el alumnos lleva consigo el libro de
texto o un fascículo del mismo a fin de estudiarlo y documentarse lo
necesario para realizar sus tareas y preparación anticipada a examen.

El sistema de estudios es trimestral, estudiando cinco materias por


trimestre para un total de 16 a 18 por año de estudios. Por la labor
docente desarrollada en cada Instituto Bíblico, reciben una pequeña
contribución que muchas veces sólo cubre los viáticos de movilización,
alimento y hospedaje, de manera que su aporte es tomado en cuenta
como eminentemente ministerial.

En cada Instituto Bíblico existen al menos tres personas que


conforman el equipo administrativo. En la oficina central es sólo el
director nacional, más un asistente de oficina.

24
Como ya se explicó, cada uno de ellos son lugares muy diferentes
unos de otros, varían en cuanto a urbanidad, condición geográfica,
desarrollo tecnológico y actividad productiva, las modalidades
implementadas son diferentes aunque en algunos casos suene como
que la sirven igual como en el caso de Waslala, Río Blanco, El Rama
que aunque aparecen como institutos bíblicos que sirven por
encuentros mensuales, la aplicación particular de ese concepto varía
en diversos aspectos que le dan a cada uno su particularidad propia.

DESCRIPCION DEL DESARROLLO DE LAS ACTIVIDADES


ORDINARIAS DE LA PPS

25
Para el desarrollo de este trabajo hemos viajado por el país para
visitar in situ, los centros de formación teológica y conocer con
propiedad cual es su realidad en cada aspecto.

En la realización de la Práctica Profesional se visitó al menos


dos institutos bíblicos por cada una de las diferentes modalidades de
trabajo que se ofertan en Nicaragua. En la visita se permaneció en el
lugar por al menos una semana de clases a fin de observar, realizar
supervisiones, entrevistar a directores, maestros, pastores y alumnos.

De manera particular, se analizó el proceso de adecuación


curricular, pues se trata de un plan para un universo tan amplio como
lo es América Latina y no sólo Nicaragua que de por sí es grande.

Esta primera visita se hizo de tipo diagnóstica, inicial para


conocer todas y cada una de las distintas realidades particulares de
los institutos y de quienes en cada lugar desarrollan la noble labor de
formar obreros, lo que implica condiciones físicas, es decir edificio,
mobiliario, equipos, como también aspectos administrativos, personal,
finanzas entre otros y por último, todo lo concerniente a la parte
medular y que desde luego es nuestro objeto de estudio, nos referimos
a la administración del currículo en cada uno de sus componentes, es
decir pénsum por nivel y modalidad, programas de estudio, material
bibliográfico, medios auxiliares de enseñanza, horarios y modalidades
de estudio.

Nos tomamos el tiempo para realizar una serie de actividades


como reunirnos con los pastores que están en el cuerpo administrativo
del instituto bíblico, director, subdirector, administrador. Se les realizó
una encuesta de cuatro páginas indagándose en ella los aspectos
relacionados con la aplicabilidad del Plan Básico.

Se llevó a cabo a los maestros otra entrevista similar relacionada


con la pertinencia del Plan Básico con las necesidades actuales de
entrenamiento pastoral. Además se les proporcionó un documento
escrito para que lo llenaran con el que debemos trabajar.

En una acción posterior de los primeros catorce centros visitados


para el diagnóstico, escogimos 5 para realizar en ellos una
investigación práctica más específica. Se decidieron estos centros por

26
encontrarse en zonas representativas de la presencia de la misión en
el país, por su longevidad como institutos bíblicos y por las diferentes
modalidades de educación ministerial que ofrecen.

La investigación práctica se realizó en los institutos bíblicos de


Matagalpa, Managua, Waslala, Telica y San Pedro.

En cada uno de ellos se inspeccionaron las instalaciones para


verificar el estado del recinto y los aspectos que contienen tales
como: Aulas de clases, oficinas administrativas, área de cocina y
comedor, servicios higiénicos, bibliotecas, capilla y todo lo que se
solicita en el Plan Básico debe tener un instituto bíblico óptimo.

Se le realizó inspección a los horarios de clases y demás


actividades; a la calificación bíblica, teológica y ministerial de los
maestros y directivos; a la proyección ministerial del estudiante y de
cada instituto bíblico.

En todos los institutos bíblicos examinados existe el interés de


hacer las cosas lo mejor que se pueda y se pone el empeño necesario
para mejorar cada día, obviamente que las limitantes son muchas y
varían en los diferentes centros. Esto es un problema para garantizar
la homogénea adecuación del currículo latinoamericano a las
particularidades de las diferentes subregiones de nuestro pequeño
país, sin embargo se tiene conciencia de la necesidad de superar lo
más pronto posible esas limitantes para presentar mejor preparación.

Uno de los problemas que es común en varios es el de la


ausencia misma de un ejemplar del Plan Básico por lo que en ellos se
carece de un documento rector del trabajo de dirección del proceso E-
A. Se trabaja según lo que se ha aprendido y se tienen cuando menos
las listas de asignaturas a impartir con sus programas de trabajo.

La mayoría de los directores no tiene idea de qué es lo que dice


el Plan Básico acerca de la Visión y Misión de los Institutos Bíblicos,
así como de los objetivos de su funcionamiento.

Se tiene como percepción la de instruir a los que llegan a


matricularse, pero no se sabe con exactitud la razón de ser de los
IBAD. Ninguno de los directores lo ha leído completamente, la mayoría

27
sólo ha leído lo referente al currículo cuando se necesita preparar una
asignatura, pero no acerca del plan completo y su visión total.

Sin embargo acerca de la pregunta formulada en relación con la


pertinencia del Plan en la formación del ministro nicaragüense todos
coincidieron en que ya no tiene la incidencia de hace 20 años,
coinciden en que se necesita lo más pronto posible una revisión
profunda e inmediata del plan de estudios de los IBAD porque el actual
no responde.

Se entrevistó a los alumnos de esos institutos tanto


personalmente como de forma masiva a través de encuesta. Se les
preguntó si la formación que reciben en el instituto bíblico les está
siendo útil en el desarrollo de sus ministerios.

La mayoría manifiestan que lo aprendido en especial en los


primeros años de sus estudios, les ha sido de vital utilidad para el
desarrollo de sus ministerios. Asignaturas como Homilética y Teología
Ministerial han sido recibidas como importantes y claves en la
formación ministerial. Otras asignaturas como las de Teología
Sistemática I y II que se estudian en el primer año del Instituto Bíblico
son consideradas como aportadoras de importantes conocimientos
para el desempeño del pastor en su trabajo de discipulado a la iglesia
en el área doctrinal.

Una gran cantidad de los pastores o candidatos al ministerio son


personas de nivel de escolaridad de entre el tercero y sexto grado de
primaria sólo unos pocos tienes el nivel de escolaridad de secundaria
y raros son los que han terminado sus estudios en el nivel de
educación media. Las asignaturas de lenguaje, ortografía y redacción
que se incluyen en el plan son para ellos importantes, pues le han
ayudado a escribir mejor y a redactar a la altura de la investidura
pastoral.

Se les pidió que especificaran los avances que habían obtenido


en su preparación y lo que expresaron fue que podían redactar cartas
de solicitud, circulares, memorando y otros documentos técnicos
necesarios para el correcto desempeño del pastor. Asimismo, se
expresaron a favor de que puedan preparar una enseñanza y no hacer
el cuadro o estar inventando o improvisando. En ese mismo orden

28
expresaron la bendición de poder elaborar un bosquejo de
predicación.

Otro aspecto a abordar fue el hecho de que se les está


inculcando la adoración continua en el instituto bíblico desde la
madrugada se les levanta a orar, el devocional, las oraciones con los
responsables de cuarto y en algunos casos la celebración de

Otro gran problema es el de la bibliografía. Los textos sugeridos


por El Plan Básico son escasos y de editoriales que no se encuentran
en el país, se buscan libros alternativos que en muchas ocasiones
obligan a variar el enfoque de algunas asignaturas. Esto es otro
problema en cuanto a las dificultades de adecuación curricular.

Algunos textos como los que se sugieren en Teología Ministerial,


son escritos por pastores que viven en un contexto social y cultural
diferente al de los pastores que estudian en estos institutos. Es una
tarea bastante ardua el poder adecuar los contenidos y los enfoques
en cada uno de los centros.

Las condiciones ideales son diferentes a las condiciones reales.


El fenómeno de la urbanización está llegando paulatinamente a estos
centros de estudio. En Waslala se tiene energía eléctrica y centros de
reproducción de material, así como Internet y mayor comunicación con
la capital para la provisión de bibliografía y orientaciones
metodológicas.

Es en el invierno en donde se pasan los problemas más críticos


al dañarse los caminos de penetración hasta el municipio por causa de
la incidencia de las lluvias y de los pesados camiones que tienen que
transitar por ellos para transportar los alimentos y demás artículos que
necesitan los habitantes. En verano trasladarse de la capital a Waslala
es cosa de 7 horas. Para el invierno es una labor de un día de camino
completo.

Conocen el plan básico y lo han leído porque tienen un ejemplar


del mismo en la biblioteca del instituto que cuenta con su plantel
exclusivo y que imparte las clases en la modalidad a distancia por
encuentros mensuales y sabatinos.

29
Se entrevistó a los alumnos que están próximos a graduarse y
se comprobó que son pastores todos, que ingresaron al instituto
bíblico a fin de prepararse para servir mejor al Señor y en ese afán
encontraron buena preparación en Waslala. Creen que el diseño del
programa de estudios del Plan Básico les ha preparado
adecuadamente para las exigencias del desempeño ministerial. Se
sienten entonces satisfechos con el programa de preparación a nivel
ministerial que trae el documento rector de la educación y tan es así
que la continuarán a nivel de postgrado, estudiando en el Instituto de
Superación Ministerial (ISUM) que es el centro donde continúan sus
estudios los graduados de los institutos bíblicos de las Asambleas de
Dios.

En San Pedro, una comunidad relativamente joven como pueblo


y a unas doce horas distante de la capital, la realidad es bastante
difícil, lo especificado en el plan de estudios del Plan Básico es de
difícil asimilación para los alumnos, carentes de alguna preparación
académica por lo que lo primero que se hace es invertir por lo menos
un semestre extra de clases para enseñarles a leer y a escribir y
aprovechar para enseñarles otros asuntos elementales de las
Escrituras y de la doctrina. Luego de lo cual, se les inserta en el plan
de estudios que allí se ofrece, con serias limitantes de orden
bibliográfico y metodológico. Según los maestros, la adecuación de un
Plan a una realidad tan rural como esta es incómoda, algunos
conceptos hay que explicarlos detenidamente a estos hermanos, pues
nunca los han visto y son ajenos a su experiencia cristiana,
eminentemente rural.

La distribuidora de textos más cercana está a 10 horas de


distancia en Matagalpa y muchos de los títulos que en el Plan se
sugieren, no se encuentran en estas librerías. Se tienen que realizar
improvisaciones de bibliografía para documentar la labor docente. Esto
afecta sensiblemente el desarrollo del proceso E-A. Es problema
compartido por varios de los demás institutos bíblicos y no se tiene
uniformidad documental para el abordaje de las mismas materias en
diferentes centros.

El poblado tiene un sistema de energía eléctrica por planta que


se enciende a las 10 de la mañana y se apaga a las 11 de la noche,

30
carece de Internet o de telefonía fluida que le puedan comunicarse con
mayor efectividad.

Sólo uno de los pastores que labora como director y maestro es


el que vive en el poblado, los demás provienen de iglesias que están
ubicadas en comunidades rurales que tienen una infraestructura peor
aun. Algunos deben caminar un día entero para poder estar en el
instituto bíblico, eso el sucede a estudiantes y a maestros. De entre los
que tienen que recorrer esa distancia, una buena parte la tiene que
hacer en bote sobre el trayecto de un río caudaloso y peligroso como
lo es El Río Grande de Matagalpa.

En Institutos como el Emanuel de Los Cocos, municipio de


Telica, Departamento de León en el Occidente del país, de una zona
semi rural y a sólo 8 kilómetros de León, la segunda ciudad en
importancia del país, encontramos una biblioteca excelente con
maestros que son ministros y con un nivel académico universitario. Las
instalaciones de este instituto son de excelente calidad y cuentan con
oficinas adecuadas para el manejo y control de todas las operaciones
académicas y administrativas del centro.

Aquí encontramos que los contenidos del Plan Básico deben de


variarse a fin de reforzarlos con nuevos conocimientos y cada vez más
profundo en vista de que al centro llegan estudiantes que cuentan con
un nivel escolar universitario, además de personas autodidactas que
antes de llegar a estudiar teología, ya de su propia cuenta han leído y
estudiado el contenido de los textos sugeridos. Exigen conocimiento
más profundo y mejor sustentado que el que se presenta en el P. B.

Las estrategias evangelísticas que se sugieren en los libros de


texto de estas áreas, son consideradas desfasadas pues pertenecen a
una realidad pastoral de unos 40 años atrás y de allí a estos tiempos,
los paradigmas han variado drásticamente. Lo mismo se presenta en
cuanto a gobiernos de la iglesia y la proyección eclesiológica actual. El
objetivo de levantar obras en donde fuera, ha sido cambiado por el de
establecer iglesias cada vez más numerosas a fin de presentar a la
sociedad una congregación fuerte, sólida y de esa manera impactar
con solidez al mundo no cristiano.

31
Los alumnos en los IBAD de Matagalpa y en Los Cocos tienen
mayor preparación intelectual que muchos de sus maestros y en
determinados casos han estudiado los libros antes de haber venido al
instituto bíblico con criterios de estudio más profundos lo que les
permite un grado de comprensión más profundo e integral que los
mismos docentes. Esto implica que se debe de actualizar
imperiosamente el P.B. para hacer más exigente la documentación y
la metodología de tal manera que se vuelva atractivo a esta nueva
generación de líderes y futuros pastores que se están levantado en
estos días, intelectualmente más preparados que quienes dirigimos el
desarrollo de la preparación de ellos y se nos ofrecen herramientas
elementales.

Mientras en unos centros, los estudiantes consideran que el nivel


ministerial del Plan Básico está demasiado alto, acá se considera
obsoleto en gran medida, pero no del todo, su filosofía es vigente y se
debe adecuar a fin de que se cumpla en los programas de estudio.

Es del criterio de directivos, docentes y alumnos que el


desarrollo contemporáneo del trabajo pastoral, la dinámica
evangelística y el surgimiento de nuevas corrientes teológicas hace
imperiosa la necesidad de actualizar la información y no dejarla al
criterio de los maestros ni siquiera al criterio de los dirigentes
nacionales, sino que debe venir de las directrices emanadas del
Servicio de Educación Cristiana, con las correspondientes
orientaciones dirigidas con provecho para todos los involucrados.

Haciendo un recuento del teatro de trabajo de la memoria, la


mayoría de los maestros no están al día en cuanto al manejo
mecánico y metodológico de los diferentes equipos que se utilizan
para la labor E-A. En algunos casos no han tocado nunca uno de ello y
al venir sugeridos se vuelve desconocidos para ellos. Equipos que en
algunos países ya están desfasados, en lugares como Sn. Pedro no
se utilizan y tres de los maestros nunca los han utilizado.

El esfuerzo de los hermanos es grande se utilizan mapas y


esquemas elaborados en papelógrafos y pizarras con el inconveniente
que ellos no son dibujantes que los dejarán exactos y los trabajos de
presentación son muchas veces carentes de la calidad técnica a la

32
que son sometidos los profesores del Instituto de la capital, pero se
reconoce el inmenso esfuerzo que realizan los pastores y estudiantes.

El Instituto Bíblico Central de la Ciudad de Matagalpa, que es la


tercera ciudad en importancia del país, es un caso totalmente aparte
de los que estamos estudiando. Se construyó con ayuda de
misioneros de los Estados Unidos quienes gestionaron e impulsaron la
construcción de unas instalaciones modelo de lo que deberían tener
todos los institutos bíblicos y actualmente está bajo la dirección del
misionero Tony Morales quien administra los recursos provenientes
de los fondos que para tal fin son gestionados por él mismo.

El instituto cuenta con una completa biblioteca de 3,500


volúmenes en la que los alumnos y profesores se documentan y la
que está abierta para la consulta de parte de toda la comunidad
educativa. La planta docente tiene el local necesario para la
realización de todas las actividades académicas y pastorales.

Se cuenta con una cancha deportiva para la práctica del


baloncesto y el volibol con el fin de que los estudiantes estén en
actividad física y recreativa durante su estancia en el plantel. Se
cuenta con un auditorio para ser usado como capilla con un equipo de
sonido que permite el uso de instrumentos para hacer más alegre el
servicio.

Los profesores son pastores que están en el distrito de


Matagalpa, al alcance de los directivos y con comunicación fluida y
acceso al Internet, entre los cuales hay cinco licenciados en teología
graduados de ISUM y todos son graduados del programa de
Bachillerato en Teología.

Las instalaciones cuentan con oficinas adecuadas para la


atención de todos los interesados, el archivo y seguridad de los
documentos académicos, administrativos y docentes.

Tienen un salón amplio donde funciona el comedor, pero


también funciona el la cocina, con un buen equipo y el comedor como
para 150 personas.

33
Para ellos el Plan básico está correcto, es un compendio que
está excelente y que sigue siendo útil, que las actualizaciones que hay
que hacerle sirvan para ponerlo más al tanto con las exigencias
contemporáneas pero que no significa que no necesitemos de un
instrumento que ha dirigido la formación de muchas generaciones de
pastores en Latinoamérica.

En el mismo orden, realizamos el esfuerzo de viajar a la


hermana República de Honduras en ocasión de la IV Cumbre
latinoamericana de las Asambleas de Dios para entrevistar a líderes
Latinoamericanos de las Asambleas de Dios, particularmente a
directores nacionales de Educación Cristiana de cuatro países de
América Latina, luego de los cual continuamos con la entrevista a
administradores y docentes de educación Teológica de otros cuatro
países en la región.

Manifestamos en ellos la inquietud y el objetivo de nuestra


investigación, les solicitamos su colaboración, que fuera lo más abierta
posible.

Se le proporcionó a cada entrevistado una copia escrita de la


entrevista al mismo tiempo que se les orientó el significado de cada
pregunta y los alcances dimensionales de cada una de las respuestas,
a fin de poder obtener de ellos la respuesta más completa.

Posteriormente se les hizo una entrevista personal a cada uno


de más o menos 40 minutos de duración en la que se les pedía que
expusieran sus particulares opiniones respecto de la aplicabilidad,
efectividad del Plan Básico a la realidad de sus respectivos países.
Igualmente se hizo con cada director de los Institutos Bíblicos de
Nicaragua.

Seguidamente, se realizó una recopilación de las respuestas y


un análisis y comparación de las opiniones vertidas a fin de detectar
en ellos coincidencias, diferencias u otras variantes.

Llevamos a cabo una visita a la ciudad de Tegucigalpa D.C. en


la hermana República de Honduras donde se desarrollaba la Cumbre
Latinoamericana del Consejo de Ejecutivos de las Asambleas de Dios
en la Región y ahí pudimos entrevistar a muchos líderes

34
Latinoamericanos y de Estados Unidos que han sido pioneros de la
Educación Teológica y otros administradores y docentes del currículo
del plan básico de Ecuación Teológica quienes dijeron lo siguiente:

Licenciado Isabel Gerónimo director nacional de educación cristiana


de Guatemala:

“Era necesario ir brindándole al pastor del siglo XXI las herramientas


para ejercer un ministerio especializado en la congregación. Pues en
los primeros esfuerzos de preparación para pastores se concebía la
práctica ministerial como un todo, el pastor predicaba, visitaba, atendía
a los hombres, mujeres, niños, consejería, enseñanza, evangelización,
ministración de la alabanza, atención a los enfermos y necesitados,
administrando los bienes, gastos e inversiones de la iglesia. Hoy en
día el pastor debe ser un administrador gerencial al frente de un
completo equipo de trabajo ministerial que tenga diversos miembros
especializados en un área sensible del quehacer ministerial al que él
va a enviar, supervisar, animar y evaluar. El plan Básico debe
responder a esas exigencias de la realidad evolutiva del ministerio
contemporáneo” esto fue lo que al respecto nos expresó María Luisa
Palma directora de los Institutos Bíblicos por extensión de Honduras.

Jorge Blanco de República Dominicana expresó al respecto:

“No sería buena la estrategia de eliminar un documento que al


menos nos da la pauta a seguir en una misión de carácter
eminentemente nacional, pero con enfoques integristas que en medio
de la diversidad desea conservar la homogeneidad en la capacitación
de su cuerpo pastoral. Se le debe fortalecer pues al momento no
tenemos una estrategia sustitutiva. Creo firmemente que al renovarlo,
se ha fortalecido y adecuado. Las especializaciones son un salto
gigantesco hacia el desarrollo de equipos de trabajo sólidos. Ya no se
concibe el plan como el eje de preparación de pastores, sino como la
guía de capacitación del liderazgo.”

El Plan Básico es todavía un poderoso instrumento de guía para


el trabajo de preparación de los pastores en Latinoamérica. Tiene
manera inmediata de lograr una mejoría importante a fin de ponerse al
día en cuanto a las exigencias del estudiante y a la superación misma
del maestro.

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Creo firmemente que al ponernos a trabajar podemos reformarlo
de tal manera que sea útil para aquellos que están en un IBAD rural
con alumnos campesino así como para aquellos que están en la
ciudad con los adelantos científicos y un alto grado de preparación
intelectual y con un fuerte nivel científico pedagógico.

Mario Cámbara de El Salvador es de la opinión de que el Plan


Básico necesita una seria, detenida y muy oportuna revisión en los
diferentes aspectos. En el área Administrativa, los IBAD de hoy no
son los mismos de hace 60 años. Hoy se manejan con criterios
administrativos más complejos y por personas que entienden mejor los
procesos administrativos y contables.

Para el tiempo en que los IBAD se manejaban según lo dice el


P.B. predominaban los institutos bíblicos residenciales que contaban
para su funcionamiento con subsidios de parte del cuerpo misionero.
Hoy por las características del proceso de urbanización y de
industrialización dependiente que vive Latinoamérica, no se puede
estar en esa modalidad de estudios. Hoy predominan más las
alternativas nocturnas, sabatinas y por encuentros y deben profundizar
más en el manejo de los institutos según estas formas de preparación
bíblica y teológica.

Añade que no es conveniente ampliar los tiempos de


preparación de cuatro a cinco o seis años. La revisión debe
contemplar el quitar aquellos contenidos y asignaturas que hoy en día
no son tan fundamentales como antes e incorporarles aquellos
contenidos que contemporáneamente son necesarios y hasta vitales.

En relación con aquellos institutos bíblicos que carecen de la


bibliografía o acceso a ella, estos deben hacer inversiones a fin de
adquirir los textos, pero que en el caso de que estos no se encuentren
en distribución, el Servicio de Educación Cristiana debe renovarlos lo
más pronto posible a fin de que los IBAD tengan al día esas
referencias.

INFORME ANALITICO DE LOS RESULTADOS DE LA PPS

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En Nicaragua están establecidos 27 Institutos Bíblicos (IBAD) en
todo el país y a todos se le exige el cumplimiento de los requisitos que
establece el Plan Básico. La apertura de un IBAD tiene un proceso
que incluye el reunir esas condiciones. La primera de las cuales que
se exige es apropiarse del plan de estudios o currículo de preparación
pastoral de parte de los directivos y cuerpo docente, el plan de
estudios está contenido en un libro rector llamado Plan Básico.

El documento ejerce entonces una función rectora en el aspecto


administrativo y docente, mantiene la brújula definida y los parámetros
correctos de los que no nos debemos salir. Las debilidades
observadas están en el plano del currículo y las asignaturas.

Se observa por ejemplo que no tiene coordinación curricular


entre asignaturas del mismo plan así como con los demás niveles del
Servicio de Educación Cristiana al existir repetición de contenidos
dentro de algunas materias como por ejemplo la asignatura de
Teología sistemática V aborda el contenido de los eventos futuros, los
que se vuelven a estudiar en la asignatura de Escatología.

En ese mismo orden por ejemplo se observa que en el plan de


estudios del cuarto año se estudia la materia de Teología
Contemporánea, la que nuevamente se estudia en el nivel de
postgrado en la licenciatura en teología en el segundo seminario del
Instituto de Superación Ministerial, que es la institución creada por el
Servicio de Educación Cristiana para darle continuidad a la formación
de los graduados del nivel ministerial del Plan Básico. No se trata de
darle seguimiento a lo estudiado en el instituto bíblico, se estudia la
misma materia con el mismo libro de texto y los mismos contenidos.

Eso mismo pasa con las asignaturas de lenguas bíblicas que son
sólidas, pero que no están debidamente coordinadas con el siguiente
nivel en el que se estudia la misma materia pero hasta más débil que
en el Plan Básico pudiendo más bien darle seguimiento al abordaje de
la asignatura incorporando elementos de aprendizaje de esa lengua
que sean más profundos.

Por ejemplo, en griego del Nuevo Testamento que se estudia en el


último año del nivel ministerial, el pastor tiene que estudiar 72 horas de

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clases de 50 minutos de duración. Luego en el Instituto de Superación
Ministerial (ISUM) vuelven a estudiarlo, pero en vez de darle
seguimiento a lo aprendido en el anterior nivel, vuelve a estudiar
desde el comienzo lo que vio en el nivel ministerial y en menos tiempo,
pues son sólo 20 horas de 50 minutos.

Los contenidos en el campo de la teología deben ser abordados


a la luz de libros de texto más sólidos que le permitan al estudiante
acceder a más amplios volúmenes de información. Se deben
incorporar en este orden contenidos que reflejen el surgimiento de
nuevas tendencias filosóficas dentro de la teología como la
posmodernidad, por ejemplo. Los textos utilizados actualmente en esta
área son en su mayoría editados en los años 70 y se deben actualizar
drásticamente o sustituirlos urgentemente por otros más profundos,
filosóficos y amplios.

Otro aspecto a tocar debe ser la identidad que deberá de tener


este pastor en el marco de la globalización, que es un fenómeno social
que no se debe dejar por fuera pues es real y cada vez estamos
inmersos en él y se debe de formar la identidad que tendrá el ministro
en ese nuevo orden de cosas.

La práctica de la teología ministerial debe ir acorde con esta


realidad, los paradigmas pastorales deben estar actualizados ante el
fenómeno de las megápolis, la vorágine de los grandes centros
urbanos y la paulatina desaparición de la vida rural pacífica y
sosegada del siglo pasado.

Se deben incorporar temáticas de discusión como los problemas


ecológicos que se han agudizado, la inseguridad ciudadana, el
crecimiento demográfico, el resurgimiento de regímenes de izquierda,
la internacionalización del islamismo, la predicación de la doctrina
cristiana en el mundo de la posmodernidad y otras temáticas.

En el plano general diría que la elaboración de los programas de


este plan está reducida a un pequeño equipo de trabajo llamado
Comité de Educación Cristiana (C.E.C.) que lo componen sólo 6
personas con dos asesores y que representan a toda Latinoamérica.

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Esto nos permite ver que en la práctica, su implementación
puede enfrentar muchos inconvenientes, pues fue creado por un
órgano reducido de personas y esto quizás no recoja el sentir y no
tome en cuenta las limitantes y particularidades de las diferentes
comunidades para la cual es elaborado. Esto dificulta el proceso de
adecuación del currículo para cada país y en cada uno para cada
región.

Eso en Nicaragua es una realidad, en Managua, Matagalpa y


León no cuesta mucho la adecuación del programa cuando sí es un
verdadero problema en zonas como Yalí, Quilalí, Somotillo, Waslala,
Sébaco en donde los problemas tiene que ver con bibliografía, equipos
didácticos sugeridos, implementación metodológica. Mientras otros
lugares como Puerto Cabezas y Bluefields el problema es de
adaptación lingüística y cultural.

Quizás si se ampliara más el equipo de acuerdo a las


características sociológicas de las subregiones se podrían obtener
planes más inclusivos, que recojan mejor las particularidades de las
zonas de Latinoamérica. Una ampliación basada en las
particularidades geosociológicas de Latinoamérica se podrían recoger
mejor las particularidades generales para la preparación de los
pastores de las Asambleas de Dios en la zona, por ejemplo:

En vez de partir Latinoamérica en dos zonas, se podría ampliar más


recibiendo delegados uno de México, uno de Centroamérica, uno por
el Caribe hispano y otro por las demás Antillas, uno por la Sudamérica
caribeña, otro por la región andina, otro por la región del Río de la
Plata para que al brindar sus aportes, estos sean más productivos y
completos.

Para su adecuación en Nicaragua, se debe reunir a cada director


de IBAD y a los ejecutivos regionales para realizar el estudio necesario
y adecuado para examinar las maneras adecuadas para realizar su
implementación más óptima tras un análisis más detenido y objetivo.
Tomar del plan para Latinoamérica, lo mejor y lo más adecuado para
la formación del ministro de la Palabra que queremos en Nicaragua y
en particular de cada región.

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Además de ser un país diferentes a muchos de la comunidad
latinoamericana, las regiones de este país son muy disímiles entre sí.
Se deben de hacer los considerables cambios que haya que hacer a
la metodología y a los contenidos para poder lograr el objetivo de
entrenarlos para la nueva misión pastoral.

Tenemos que ser críticos al decir que el Plan de Estudios (Plan


Básico) lejos de ser una camisa de fuerza rectora e inquisidora hasta
lo último, el programa es un facilitador u orientador que garantiza la
unidad dentro de la diversidad, pero no es concebido de esa manera
por algunos institutos sino que lo han tomado como ley normativa sin
margen de discusión y acción. En algunos países son muy cautelosos
y sacrifican la adecuación del Plan por no tocar el diseño original.

Las revisiones se hacen muy distantes unas de otras. La tercera


revisión se hizo en 1986, la cuarta se hizo hasta 1996 y la quinta fue
en el año 2005. En el período entre cada uno de ellos se notó la
necesidad de agilizar la revisión, la adecuación del nuevo programa
revisado y la actualización de contenidos así como la bibliografía y
replanteamiento de objetivos. Si las revisiones fueran quinquenales y
fueran el producto de un estudio previo en cada país de las
necesidades particulares y la elaboración de un informe completo de
cada nación; los que luego de ser estudiados se incorporaran al nuevo
plan, este sería más completo.

Los Comités de Educación Cristianas de cada país deben de


activarse y ser más beligerante en el análisis de estas problemáticas y
hacer las debidas recomendaciones al comité internacional. De igual
manera ser el órgano que impulse la adecuación del plan en su país
dirigiendo la implementación más oportuna del mismo en cada región.

Si las revisiones fueran un poco más frecuentes, los malestares


que provocan con libros desfasados y realidades sociológicas fuera de
lugar, no existieran o fueran menos frecuentes. Se debe ser más
beligerante en la revisión y no esperar una cumbre cada diez años
para hacerlo.

En Nicaragua se necesita que el Comité de Educación Cristiana


no se limite tan sólo a realizar una reunión cada mes o cada tres
meses y llenar una agenda de sesión sin más trabajo que ese pues de

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esa manera no podrá cumplir ninguna función orientadora y rectora en
lo necesario dejando los problemas de los institutos a su suerte.

DISCUSION, CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES


GENERALES

Consideraciones de los líderes educativos de la misión respecto a la


conveniencia de seguir utilizando el Plan Básico

“Una de las ventajas de este plan es que homogeniza la


preparación pastoral de todos los pastores y líderes de la misión en
América Latina, pero cada país puede insertar un mínimo de cambios
curriculares que considere necesarios para la formación particular de
sus ministros, pues de país a país algunas de las asignaturas pueden
resultar improductivas o innecesarias” fueron las apreciaciones hechas
por el reverendo Saturnino Cerrato superintendente de las Asambleas
de Dios de Nicaragua y ministro con mas de treinta años de
experiencia como docente y director de IBAD .

“Lo homogéneo no le quita el criterio de necesidades particulares


que le permite a cada país tomar lo general que todo pastor debe
saber y combinarlo con lo particular que cada uno debe tomar a fin de
pulir lo que de manera definida cada país debe manejar. Eso se llama
unidad en la diversidad”.

Por ejemplo, en el plan general se sugieren dos materias para


Escuela Dominical. Nicaragua suprimió una porque consideró que con
la que se quedó basta y sobra para que el ministro supiera y manejara
la administración de una Escuela Dominical y en sustitución de esa
introdujo para el último año la asignatura de Exégesis de la Biblia, para

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que a lo largo de ella, el estudiante se sumerja en la Biblia y extraiga
de ella lo más que pueda. Además de lo anterior pudiéramos añadir
que el diseño temático de la única asignatura de Escuela Dominical
que quedó fue modificado para ponerlo acorde con las concepciones
que en ese sentido se implementan en el país que difieren de otros en
el mismo concierto centroamericano.

Esto significa que algunas asignaturas se pueden transformar y


adaptar la temática básica a las necesidades objetivas y específicas
del país y eso sucedió por ejemplo con las materias de Evangelismo,
las cuales se adaptaron para adecuarlas al mover evangelístico de
Nicaragua, en particular a la metodología celular y sus diferentes
variaciones, las que son implementadas de manera conveniente por
las iglesias de las Asambleas de Dios.

El Reverendo Juan Sánchez en calidad de maestro de varias


generaciones de pastores opina que: “El Plan en sí es muy útil y
permite visualizar el objetivo final del programa que es formar pastores
que puedan alcanzar a su entorno evangelístico para Cristo,
formándolos para el liderazgo en la iglesia y capacitándolos para
hacerle caso al llamamiento”.

Un detalle importante que observamos en el estudio del con la


contenido y estructura del mismo es que se establecen las condiciones
que deben reunir un instituto bíblico para lograr esta meta. Aquí van
incluidos requisitos en cuanto a plantel, administración, bibliografía,
medios, calidad del cuerpo docente, así como las cualidades de los
que habrán de conformar la Junta Directiva, la Administrativa, relación
de los institutos con la iglesia nacional y los objetivos por los que un
instituto bíblico nacerá en un país y en una región.

También las modalidades que pueden implementarse y la


adecuación del horario a las particularidades del medio.

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BIBLIOGRAFIA

1.- El Plan Básico II Edición Servicio de Educación Cristiana de las


Asambleas de Dios.1975
2.- El Plan Básico III Edición Servicio de Educación Cristiana de las
Asambleas de Dios.1987
3.- El Plan Básico IV Edición Servicio de Educación Cristiana de las
Asambleas de Dios.1997
4.- El Plan Básico V Edición Servicio de Educación Cristiana de las
Asambleas de Dios.2005

Regeuiro, Aminta. Teoría de la Enseñanza EU 1992.

Matamoros Ruiz, Bartolomé. Historia de las Asambleas de Dios de


Nicaragua. VIDA 1998
Walker, Luisa J. de. Siembra y Cosecha. Tomos I- III. VIDA.2000
Reguieros, Aminta. Teoría de la Enseñanza. Editorial Universitaria
1995

BENDICIONES.

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