La improvisación es un valioso recurso en la actuación, que estimula la creatividad de
los actores, tanto en las habilidades del pensamiento, como las expresiones corporales. La improvisación está al comienzo de toda creación y es aplicable a todo lo que se hace, ya que toda acción puede realizarse como un trabajo penoso, como un oficio o como un arte. La improvisación es un trabajo pactado entre una o varias personas, con la peculiaridad de dejar que los sentimientos fluyan por el alma, olvidándonos de la parte racional durante el tiempo que dure el ejercicio.
La improvisación es un recurso que nos ayuda a desarrollar nuestra capacidad
interpretativa. Es una exploración de la subjetividad. En algunas ocasiones puede utilizarse esta palabra de modo descalificativo para aquellas actuaciones con falta de profesionalidad, pero puede expresarse como una unidad técnica y teórica, debido a que no podemos olvidarnos de seis elementos fundamentales: Espacio, vínculo, deseo, circunstancias, emergencia y estado.