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“Año del Fortalecimiento de la Soberanía Nacional”

Docente:

Curso:
Derecho de Obligaciones

Tema:
La transacción extrajudicial en el Perú

Grupo 06:
 Bendezu Dominguez, Clarisa Viviana
 Facio Astocondor, Alfonso Martin

2022

INDICE
TRANSACCION EXTRAJUDICIAL EN EL PERÚ
DEFINICION...........................................................................................................................................................3
NATURALEZA JURÍDICA DE LA TRANSACCIÓN EXTRAJUDICIAL. ¿LA TRANSACCIÓN EXTRAJUDICIAL ES UN
CONTRATO, ACTO JURÍDICO O UN MEDIO DE EXTINCIÓN DE OBLIGACIONES?..................................................3
LA NATURALEZA JURÍDICA DE LA TRANSACCIÓN EXTRAJUDICIAL.......................................................................4
LA TRANSACCIÓN EXTRAJUDICIAL CONCEBIDA COMO UN MEDIO DE EXTINCIÓN DE OBLIGACIONES..............5
LA TRANSACCIÓN EXTRAJUDICIAL CONCEBIDA COMO UN ACTO JURÍDICO.......................................................5
LA TRANSACCIÓN EXTRAJUDICIAL CONCEBIDA COMO UN CONTRATO..............................................................6
CARACTERISTICAS DEL OBJETO DE ESTUDIO........................................................................................................6
LA TRANSACCION EXTRA JUDICIAL GENERA COSA JUZGADA..............................................................................7
POSTURA DE LOS AUTORES..................................................................................................................................8
CONCLUSIONES....................................................................................................................................................9
BIBLIOGRAFIAS...................................................................................................................................................10

TRANSACCION EXTRAJUDICIAL EN EL PERÚ

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DEFINICION
La transacción extrajudicial, como su nombre lo indica, es la que se celebra cuando las partes no
tienen proceso judicial. Asimismo, debe constar por escrito, bajo sanción de nulidad como lo
establece en el artículo 1304 del Código Civil, tratándose de la transacción judicial, los artículos
335 y 337 del Código Procesal Civil; informan que se presentará al juez que conoce el litigio, el
escrito correspondiente con firmas legalizadas ante el secretario respectivo. De esta forma, si las
partes acuerdan transar fuera del recinto judicial elaborando el documento con firma legalizada o
elevándolo a escritura pública, igualmente, deben presentarla ante el juez y solicitar la
homologación o aprobación del documento suscrito y dar por concluido el proceso.
De acuerdo, con el ordenamiento jurídico nacional, la transacción es un acto jurídico o negocio
jurídico tanto de naturaleza sustantiva cómo procesal. En este último caso, se constituye en una
forma o modo de dar termino de manera anticipada a un proceso.

NATURALEZA JURÍDICA DE LA TRANSACCIÓN EXTRAJUDICIAL. ¿LA


TRANSACCIÓN EXTRAJUDICIAL ES UN CONTRATO, ACTO JURÍDICO O UN
MEDIO DE EXTINCIÓN DE OBLIGACIONES?
Para comprender la naturaleza jurídica de la transacción extrajudicial, es preciso, primero conocer
qué se entiende por transacción; así como distinguir la transacción judicial de la transacción
extrajudicial.
Respecto al primero, de acuerdo al artículo 1302 del Código Civil peruano: “Por la transacción las
partes, haciéndose concesiones recíprocas, deciden sobre algún asunto dudoso o litigioso, evitando
el pleito que podría promoverse o finalizando el que está iniciado. Con las concesiones recíprocas,
también se pueden crear, regular, modificar o extinguir relaciones diversas de aquellas que han
constituido objeto de controversia entre las partes. La transacción tiene valor de cosa juzgada.”
Al respecto, en el tomo VI del Código Civil comentado por Gaceta Jurídica (2014) se sostiene que
el término de transacción se deriva del latín transigere que significa ceder y entregar (p. 750). En
relación con ello, la Real Academia Española define a la transacción como “acción y efecto de
transigir” y, por extensión, “trato, convenio, negocio”. Asimismo, define transigir como “consentir
en parte con lo que no se cree justo, razonable o verdadero, a fin de llegar a un ajuste o concordia,
evitar algún mal, o por mero espíritu de condescendencia”. Así, como “ajustar algún punto dudoso o
litigioso, conviniendo las partes voluntariamente en algún medio que componga y parta la
diferencia de la disputa”.
En palabras de Osterling y Castillo Freyre (1997),” la esencia de la transacción reside en una
relación jurídica incierta y controvertida, susceptible de derivar en litigio o ya latente en el terreno
judicial, la misma que las partes deciden llevar a término en forma definitiva; de esta manera,
encausan su voluntad a esa finalidad a través de concesiones recíprocas” (p. 395).
De lo descrito, se colige que, por medio de transacción, las partes, a través de concesiones
recíprocas, deciden transformar su situación jurídica insegura por otra segura.
Respecto al segundo punto, la transacción puede ser judicial y extrajudicial. La primera consiste en
el acto de las partes, mediante el cual, haciéndose concesiones recíprocas, deciden sobre algún
asunto dudoso, para poner fin a un litigio; el cual tiene que ser homologado en sede judicial o
arbitral.

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Mientras que la segunda, en la que nos centramos en el desarrollo de este trabajo, lo que pretende es
prevenir que una disputa llegue a sede judicial o arbitral; por lo que las partes resuelven sus
pretensiones evitando acudir a un juez o árbitro.
La transacción puede ser entendida como un contrato que consiste en concesiones recíprocas de las
partes, con el fin de resolver un asunto dudoso o litigioso y así, prevenir (transacción extrajudicial)
o concluir (transacción judicial) un litigio.

LA NATURALEZA JURÍDICA DE LA TRANSACCIÓN EXTRAJUDICIAL


En la doctrina, resulta bastante discutible cuál es la naturaleza jurídica de la transacción
extrajudicial. Los autores se han dividido principalmente en tres grupos: los primeros la conciben
como un medio de extinción de obligaciones; los segundos la conciben como un contrato; y por
último, los terceros la conciben como un acto jurídico.
La transacción extrajudicial concebida como un medio de extinción de obligaciones. Parte de la
doctrina (León Barandiaran, entre otros) y la legislación (Argentina, Brasil, Austria, entre otros) que
se encuentran a favor de esta postura adoptaron el concepto sostenido por la Comisión Revisora de
Código Civil peruano de 1852, la cual definió la naturaleza de la transacción como un medio de
extinción de obligaciones. Por ello, conforme a que al ser la transacción un acto en virtud del cual
las partes haciéndose concesiones recíprocas, extinguen obligaciones dudosas; por lo que, se
enfatiza su carácter de extinguir obligaciones y no su carácter contractual. En otras palabras, se
identificó su naturaleza resaltando su medio extintivo de obligaciones recíprocas soslayando su
carácter contractual (Osterling y Castillo, 1997, p. 405)
Al respecto, contrario a lo propuesto por esta posición, se sostiene que la transacción extrajudicial,
la cual tiene por finalidad que una disputa no llegue a sede judicial o arbitral, no se limita a
extinguir obligaciones dudosas; sino que al mismo tiempo modifica, regula y crea obligaciones
nuevas.
LA TRANSACCIÓN EXTRAJUDICIAL CONCEBIDA COMO UN MEDIO DE
EXTINCIÓN DE OBLIGACIONES
Parte de la doctrina (León Barandiaran, entre otros) y la legislación (Argentina, Brasil, Austria,
entre otros) que se encuentran a favor de esta postura adoptaron el concepto sostenido por la
Comisión Revisora de Código Civil peruano de 1852, la cual definió la naturaleza de la transacción
como un medio de extinción de obligaciones; ello conforme a que al ser la transacción un acto en
virtud del cual las partes haciéndose concesiones recíprocas, extinguen obligaciones dudosas; por lo
que se enfatiza su carácter de extinguir obligaciones y no su carácter contractual. En otras palabras,
se identificó su naturaleza resaltando su medio extintivo de obligaciones recíprocas soslayando su
carácter contractual (Osterling y Castillo, 1997:405).
Al respecto, contrario a lo propuesto por esta posición, se sostiene que la transacción extrajudicial,
la cual tiene por finalidad que una disputa no llegue a sede judicial o arbitral, no se limita a
extinguir obligaciones dudosas; sino que al mismo tiempo modifica, regula y crea obligaciones
nuevas.

LA TRANSACCIÓN EXTRAJUDICIAL CONCEBIDA COMO UN ACTO


JURÍDICO

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La doctrina que se encuentra a favor de esta posición, y que se encuentra apoyada por los siguientes
autores: Maradiegue, Levenhagen, Vargas y Colmo; sostiene que la transacción extrajudicial es un
acto jurídico debido a que esta resulta una convención liberatoria, cuyo fin es extinguir obligaciones
en lugar de contraerlas.
De igual modo, se pronuncia De Souza Levenhagen, el cual afirma que, en las transacciones
extrajudiciales a diferencia de los contratos, su esencia no radica en crear obligaciones, sino su
función principal es adecuar situaciones en cuantos derechos ya creados (1978, p. 164).
Al respecto, Maradiegues sostiene que la transacción extrajudicial “difiere del contrato, pues la
transacción no implica prestaciones recíprocas de por sí, no da surgimiento a ellas; sino que son
derivadas de una principal” (Moreno, 2018: 8).

LA TRANSACCIÓN EXTRAJUDICIAL CONCEBIDA COMO UN CONTRATO


La doctrina a favor de que la naturaleza de transacción extrajudicial sea concebida como un
contrato es la que mayor acogida ha tenido en la legislación del civil Law, a favor de esta postura se
encuentran autores como Salvat, Barraquero, Juirazar, Enneccerus, Bevilaqua, Planiol y Ripert,
Colin, Capitant, entre otros. (Gaceta Jurídica, 2014, p. 752)
En palabras de Osterling y Castillo (1997), “la transacción es un contrato, ya que presenta
características no sólo afines, sino identificables con éste: es consensual (se celebra mediante el
acuerdo libre y voluntario de las partes); es bilateral, porque impone a las partes obligaciones
recíprocas (sinalagmático); es a título oneroso (conmutativo o aleatorio, según los casos, por lo
mismo que es sinalagmático); finalmente, es formal, puesto que su existencia depende de la
observancia de la forma prescrita. (Ad solemnitatem)” (p. 403).
Asimismo, se sostiene que la transacción extrajudicial, dentro del sistema jurídico peruano, se
encuentra dentro del Libro de las Obligaciones del Código Civil, por lo que su contenido es
esencialmente patrimonial (artículo 1304 del Código Civil) lo cual la identifica como un contrato.

CARACTERISTICAS DEL OBJETO DE ESTUDIO


El caso de la transacción extrajudicial resulta distinto, pues allí esa calidad no es absoluta, la
expresión «cosa juzgada» es de orden procesal. Sin embargo, en el Código Civil, en materia de
transacción extrajudicial, no la utiliza en su sentido más estricto.
En la condición de cosa juzgada de la transacción extrajudicial se manifiesta de forma
“irrevisable”. Es decir, se basa en el hecho según lo acordado por las partes; si son concedidos por
estas, es imperativo que sea revisado. Sin perjuicio de aquello, lo cierto es que en tanto la
transacción extrajudicial es en definitiva un acto jurídico común y corriente, que resulta susceptible
de ser atacado si adolece de algún vicio. Asimismo, conforme algún acto jurídico, en contra de la
transacción extrajudicial se puede obstaculizar una acción de nulidad.
En adición, al ser también un contrato, es posible que una de las partes solicite, de
existir una causal que lo justifique, su rescisión o su resolución. Una transacción
extrajudicial bien podría resolverse ante el incumplimiento de lo pactado, y es que,
cuando se transa, además de ponerse punto final a los problemas pendientes en
relación a la materia objeto de la transacción, usualmente se generan nuevas
obligaciones que deben ser asumidas por una de las partes o por todas. (Ibídem, p.
786)

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Por ejemplo, a través de una transacción extrajudicial «A» reconoce que «B» es propietario de la
casa de la que ambos, en principio, se suponía que eran condóminos, y «B» se obliga a pagarle 12
cuotas de mil dólares cada una, lo que, como resulta evidente, es una obligación nacida de la
transacción. Si «B» no cumpliera con efectuar los pagos a los que se ha obligado mediante esa
transacción extrajudicial, «A» podría exigir la resolución de la transacción. Esto último, sin
embargo, no podría exigirlo si la transacción hubiera sido judicial, puesto que, en ese caso, el
carácter de cosa juzgada sí sería absoluto. De haber sido una transacción judicial, lo único que
podría hacer «A» —ya que no cabría la resolución, es reclamar el cumplimiento de las prestaciones
impagas. Como sabemos, cosa juzgada constituye lo resuelto por sentencia firme en última
instancia, en juicio contradictorio, ante un juez o tribunal, y contra la cual ya no se admite recurso
alguno. Por ello, la cosa juzgada se eleva al nivel de las verdades, adquiere la categoría de Derecho
puro y no cabe contradecirla.
La transacción engloba, pues, una serie de actos, siendo ante todo un contrato cuyo objeto es
solucionar dificultades que han emergido de una relación jurídica obligacional preexistente, es
decir, extinguir (por medio de las concesiones recíprocas) las obligaciones materia de conflicto. La
transacción tiene valor de cosa juzgada.
Como se desprende de la lectura de la norma transcrita, nuestro ordenamiento
jurídico adopta un concepto restringido de transacción, pues cuando utiliza este
término se refiere a un medio extintivo de obligaciones, y no lo emplea en su
acepción más amplia, esto es, como un negocio o acuerdo entre las partes.
(Osterling Parodi y Castillo Freyre, 2008, p. 2)
En el artículo 1302 del Código Civil manifiesta que también se dispone que la transacción tenga
carácter de cosa juzgada. Como es evidente, el carácter de cosa juzgada de la transacción judicial es
incuestionable, puesto que ella es irrevisable y da por concluido el proceso.
La transacción judicial, en tal sentido, tiene el valor de una sentencia y cuenta, por ello, con sus
mismas limitaciones, otorgando, como contrapartida, similares beneficios. La transacción judicial,
entonces, no ofrece mayores inconvenientes respecto de su calidad de cosa juzgada. El caso de la
transacción extrajudicial resulta distinto, pues allí esa calidad no es absoluta La expresión «cosa
juzgada» es de orden procesal; sin embargo, el Código Civil, en materia de transacción
extrajudicial, no la utiliza en su sentido más estricto.

LA TRANSACCION EXTRA JUDICIAL GENERA COSA JUZGADA


El artículo 1302 del Código Civil atribuye a la transacción, sea judicial o extrajudicial, valor de cosa
juzgada. Sin embargo, en su prescripción y en relación a ella, se cumple “como que el derecho
reconoce que el acuerdo a que llegaron las partes las vincula y debe ser respetada por ellas”.
El caso de la transacción extrajudicial no es absoluta la expresión «cosa juzgada» es de orden
procesal; sin embargo, el Código Civil, en materia de transacción extrajudicial, no la utiliza en su
sentido más estricto. El carácter de cosa juzgada de la transacción extrajudicial se encuentra
fundado en que ella es irrevisable, esto es, se basa en el hecho de que lo acordado por las partes, lo
transigido por ellas, no puede ser revisado.
“Sin perjuicio de aquello, lo cierto es que en tanto la transacción extrajudicial es en definitiva un
acto jurídico común y corriente, resulta susceptible de ser atacado si adolece de algún vicio”.
(Osterling Parodi y Castillo Freyre, 2008, p. 785)

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Así también, como cualquier acto jurídico, contra la transacción extrajudicial se puede interponer
una acción de nulidad. Igualmente, al ser también un contrato, es posible que una de las partes
solicite, de existir una causal que lo justifique, su rescisión o su resolución.
Una transacción extrajudicial bien podría resolverse ante el incumplimiento de lo pactado, y es que,
cuando se transa, además de ponerse punto final a los problemas pendientes en relación a la materia
objeto de la transacción, usualmente se generan nuevas obligaciones que deben ser asumidas por
una de las partes o por todas.

POSTURA DE LOS AUTORES


Chiovenda manifestaba que el proceso “debe dar a quien tiene un derecho todo aquello, y
exactamente aquello, a lo que él tiene derecho de obtener”.
Ariano Deho afirma que, cuando ya existe un proceso, pues si la transacción se
produce, y si las partes auto-componen su Litis, para que dicha transacción ponga
fin al proceso debe ser aprobada por el Juez. Luego, sería una decisión judicial. De
transacción extrajudicial solo se podría hablar cuando esta tenga por objeto el
decidir algún punto dudoso o litigioso para evitar un proceso futuro. (Deho, 1996,
p. 217)1
Artículo 2944 del Código Civil. -La transacción es un contrato por el cual las partes haciéndose
recíprocas concesiones, terminan una controversia presente o previenen una futura. La transacción
tiene valor de cosa juzgada. Estima esta doctrina italiana, que en la transacción el acuerdo celebrado
entre las partes está encaminado a modificar una situación preexistente pero esta modificación solo
puede tener como objetivo poner fin a una discrepancia surgida entre las partes.
“Si la cosa juzgada se restringe al fallo de la sentencia, hay mucho menos que
interpretar, ciertamente. Pero si nos damos cuenta de que ese fallo solamente
puede interpretarse si se acude a los fundamentos de la sentencia, ciertamente la
conclusión tradicional debe ser puesta en cuestión”. (Nieva, 2006, p. 113)
Además, el criterio que sigue un Juez para determinar lo que escribe en su fallo es sumamente
variable.

[1] Ariano Deho, Eugenia. El proceso de ejecución. Rodhas, Lima, 1996, p. 217.

CONCLUSIONES

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Es necesario puntualizar que la transacción extrajudicial es considerada por el artículo 693 inciso 5,
del Código Procesal Civil como un título ejecutivo en virtud del cual se puede promover un proceso
ejecutivo. Este artículo guarda coherencia con el artículo 1312 del Código Civil, que establece que
la transacción judicial se ejecuta de la misma manera que la sentencia y la extrajudicial, en la vía
ejecutiva.

De acuerdo con el artículo 1352 del Código Civil peruano, “el contrato es el acuerdo de dos o más
partes para crear, regular, modificar o extinguir una relación jurídica patrimonial”. Por lo que, al
analizar estas características, se infiere que la figura jurídica de la transacción extrajudicial encaja
en los parámetros de esta definición por lo siguiente. Tipificado en el artículo 1302 del Código
Civil, por la transacción las partes haciendo uso de su autonomía de su voluntad se hacen
concesiones recíprocas (con las que pueden crear, regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas
patrimoniales), deciden sobre algún asunto dudoso o litigioso (de carácter patrimonial, ello acorde
al artículo 1304 del mismo Código), evitando el pleito que podría promoverse (transacción
extrajudicial) o finalizando el que está iniciado (transacción judicial).

BIBLIOGRAFIAS

 De Souza Levenhagen, A. (1978). Direito das Obrigafoes. Editora Atlas.

 Gaceta Jurídica (2014). Código Civil Comentado. Tomo VI. Derecho de Obligaciones.
Lima: Gaceta Jurídica SA.

8
 Monroy Palacios, Juan José. La tutela procesal de los derechos. Palestra, Lima, 2004, p.23.
Recuperado de: https://lpderecho.pe/transaccion-extrajudicial-excepcion-concluir-proceso/

 Moreno, N. (2018). La transacción extrajudicial debe ser invocada como defensa de forma
o de fondo (tesis de licenciatura). Universidad San Pedro.

 Nieva Fenoll, J. (2006). La cosa juzgada: el fin de un mito. Barcelona: Atelier. Recuperado
de: https://www.marcialpons.es/media/pdf/cosajuzgada.pdf

 OSTERLING PARODI, Felipe y CASTILLO FREYRE, Mario (2008). Compendio de


derecho de las obligaciones. Lima: Palestra. Recuperado de:
http://www.osterlingfirm.com/documentos/articulos/122_la_transaccion.pdf

 Osterling Parodi, F., & Castillo Freyre, M. (1997). La Transacción. Derecho PUCP, (p.
387-461).

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